El
término default, es utilizado en el campo de la economía internacional para
hacer referencia al impago de la deuda soberana o lo que es lo mismo, cuando un
Gobierno toma la decisión de no pagar su deuda externa (DE). En teoría, una
Nación asume DE en aras de recibir recursos para apuntalar su desarrollo, y ha
de asumir en consecuencia una política de ahorro interno para ampliar su
capacidad de pago cara a su vencimiento.
Luego de esta breve referencia
conceptual, podemos de inicio expresar una conclusión anticipada: Venezuela en
2014 no muestra signos de vulnerabilidad fiscal que ponga en riesgo la sostenibilidad
de su DE, entre otras razones a que dicha deuda con respecto al PIB, observada
como la medición del endeudamiento relativo de la actividad económica, está
dentro de los rangos normales aunado a que la posición deudora del sector
público no supera el 4% del PIB e igualmente su servicio en relación a las
exportaciones petroleras es de un 24%.
En fin, no existiendo obstáculos para
pagar la DE 2014, asumimos que abordar el tema del default resulta
intrascendente; siendo de mayor relevancia intentar conocer posibles causas de
su incongruente crecimiento a pesar que
a Pdvsa le ingresaron unos US$ 1.250.098 millones durante el periodo 1999/2013.
Todos
los bonos (bolívar/US$) que conforman la DE (a excepción del Venezuela 2027)
fueron emitidos durante el lapso 1999/2014 (DE revolucionaria) y muy
puntualmente durante 2005/2011 (con énfasis en 2007), induciendo que en el
venidero octubre se han de pagar unos US$ 6.000 millones (capital e intereses);
momento cuando se hace visible, entre otros hechos, que la producción petrolera
disminuyó en un 29,6% durante 1999/2013 con un marcado estancamiento (falta de
inversión) al notar que en 1999 la producción se situó en 3.059.000
barriles/día al tiempo que en 2013 fue de 3.015.000 barriles/día; a pesar de ello le ingresó a la industria
petrolera los ya citados US$ 1.250.098 millones, de los cuales la Nación
recibió algo más del 40% (US$ 502.0000millones) siendo que la diferencia fue
mayormente recibida por el Gobierno.
Sobre este aspecto, resulta pertinente resaltar
lo referente a la política de cooperación energética asumida por el Ejecutivo
para favorecer 22 países, que en el caso específico de Petrocaribe, le ha
representado al País un sacrificio superior a los US$ 48.000 millones (cuyo
cobro se inicia en 2020), cifra que aumenta hasta más de US$ 54.000 millones al
consolidar otros cuatro Convenios, donde Cuba (US$ 21.400 millones), Argentina
(US$ 4.600 millones) y Uruguay (US$ 4.200 millones) reciben un 55,7% del total.
En
contraposición al seguro cumplimiento del pago en 2014 de la DE, se visualiza
una suspensión de pago a nivel nacional por cerca de US$ 40.000 millones (sin
ajustes por irregularidades) por concepto de divisas autorizadas y no
liquidadas, que obviamente afectará negativamente tanto a la familia (estudios,
remesas, viajes, etc) como la solvencia crediticia de nacionales con
proveedores extranjeros, dentro de una realidad económica donde más del 75% de
lo que se consume es importado; tal situación impulsa a inferir que se
magnificará la penetración del Gobierno en el escenario económico, incluida la
determinación de las necesidades sociales.
En ese contexto de
capitalismo/socialismo petrolero de Estado, resulta oportuno recalcar la
reciente aprobación del Convenio Cambiario Numero 30 (G.O. No 40.504 del
24/09/14), que entre otros aspectos consagra que el BCV recibirá más US$ por
parte de Pdvsa, quien a su vez percibirá más bolívares con efecto favorable hacia Fonden (que a la
fecha ha recibido cerca de US$ 110.000 millones) el cual es administrado por la
presidencia de la República y que en lo sucesivo recibirá más bolívares (sin
que aumente la cantidad de dólares), liberando de tal forma una cantidad de
divisas que el Gobierno podrá utilizar, bien para aumentar sus importaciones
directas, o bien asignarlo vía Sicad II para combatir el paralelo (lo cual
dudamos) propiciando tanto una devaluación implícita al incrementar la oferta
de divisas a Bs 50/US$ como una emisión encubierta de dinero inorgánico que en
simultáneo generará ingresos fiscales adicionales que con seguridad alimentará
en 2015 el gasto público con intenciones electorales.
Al
integrar el desenvolvimiento económico con la realidad social, se muestra que
el nivel de pobreza alcanzó un 40%, a la luz de cifras del Instituto Nacional
de Estadística (INE) donde reflejan que en 2013 los hogares en situación de
pobreza aumentaron en un 30%,, mientras que la pobreza extrema creció en un
8,8%; en Íntima vinculación con el comportamiento de la Canasta Alimentaria
Normativa (50 alimentos básicos) que según el mismo INE aumentó un 150% desde
mayo 2012 a mayo 2014, lo cual equivale a un incremento del 70% en el precios
de los alimentos, hasta llevar el gasto mensual familiar (5 personas) desde Bs
1.800 hasta Bs 4.400. Ante tal panorama, concluimos con una cita: Tu mejor
maestro es tu último error (Ralph Nader).
Jesús
Alexis González
Jagp611@gmail.com
@jesusalexis2020
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