lunes, 29 de septiembre de 2014

GOLFREDO DAVILA, LA FARSA DEL ESTADO COMUNAL

Venezuela retrocedió en materia de participación y autonomía organizativa. Con la llegada del actual régimen resurgió y cobró fuerza el caudillismo y el presidencialismo, que combinados con el abuso y la excesiva concentración de poder en manos de una cúpula corrupta y la imposición de un sinfín de formas organizativas obedientes, causan asfixia en la vida ciudadana.

Ninguna sociedad evoluciona por los antojos de alguien, se trata de esfuerzos sostenidos y sistemáticos que la gente va desarrollando para darse la forma organizativa más útil a sus intereses, no de quienes detentan el poder. Esa es la razón por la que el régimen ha fracasado con todos sus aparatos de control, tal como sucederá con el mal llamado Estado comunal. Se llegó a pensar que las incongruencias semánticas y de conceptos, promovidas desde el poder, eran por ignorancia. Pero no es así, ellos tienen claro lo que quieren, lo imponen así tengan que valerse de la mentira y la manipulación. Se dice esto por cuanto las palabras “Estado comunal” son incongruentes o antagónicas, es como estar con Dios y con el diablo. Históricamente el Estado es una cosa y la comunidad otra. En la Italia fascista, Benito Mussolini corporativizó la sociedad al Estado a la fuerza y fracasó.

La experiencia soviética nos explica cómo lograron pervertir los conceptos, al punto que hoy se usan normalmente los términos “gobiernos comunistas” o “Estados comunistas”, pero conceptualmente, jamás un gobierno o un Estado son comunistas, pudiera ocurrir que los miembros del poder ejecutivo en un país sean comunistas, pero la institución no puede ser catalogada como tal. Explico; el surgimiento del comunismo lleva implícito la extinción del Estado y por consiguiente del gobierno, por ello ningún país ha llegado al comunismo. Carlos Marx y Federico Engels en sus tesis se refirieron a la sociedad comunista, que sí es coherente, como también lo sería organizar el territorio en comunas, pero decir Estado comunal es impropio.

La sociedad creo el Estado para normar sus relaciones, pero el aparato Estatal pasó a dominarla. Una verdadera revolución apuntaría a la extinción del Estado. Veamos algunas opiniones de Marx sobre la Comuna de Paris (1871); la comuna es el primer intento de la revolución proletaria de destruir la máquina del Estado burgués, y la forma política, “descubierta, al fin", que puede y debe sustituir a lo destruido. "...No se trataba de destruir la unidad de la nación, sino por el contrario, de organizarla mediante un régimen comunal. La unidad de la nación debía convertirse en una realidad mediante la destrucción de aquel Poder del Estado que pretendía ser la encarnación de esta unidad, pero quería ser independiente de la nación y estar situado por encima de ella. De hecho, este Poder del Estado no era más que una excrecencia parasitaria en el cuerpo de la nación..."

El actual poder se asienta sobre el Estado democrático burgués, pero pretenden sustituirlo por el Estado comunal. Nada más falso. Preguntémosle a Maduro o a su gabinete, si están dispuestos a renunciar, pues la respuesta sería un no rotundo. Un régimen que actúa contra la organización autónoma de las comunidades, sólo usaría el “Estado comunal” como mampara para imponer un poder monárquico, a través del servilismo comunal. 

Golfredo Davila
golfredodavila@yahoo.es
@golfredodavila

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