lunes, 18 de junio de 2012

MILAGROS SOCORRO, EL FACTOR PANCHA VÁSQUEZ

Venezuela es percibido como un país de ingenuos. Esta es una impresión generalizada que se exacerba en los círculos dominados por Cuba, donde se nos tiene como un pueblo de bobos sentado sobre una mina de petróleo. Es fama que el propio Fidel Castro se jacta de su suerte y habilidad al haber encontrado un venadito al que controla a su capricho. 

Los cubanos y sus repetidores no se ahorran expresiones peyorativas para el talante venezolano, que, ciertamente, todavía no ha sido ganado por la perversión que caracteriza la psicología del poder en la isla antillana.

En cuanto a la oposición, ya no digamos. La crítica más visible que desde las filas oficialistas se hace al candidato de la unidad democrática apunta, precisamente, a su supuesta debilidad de carácter, que es la manera en que los penetrados por el castrismo aluden a su falta de zafiedad, a su negativa a desplegar las mañas de bajos fondos que imperan en Cuba.

La escena del momento exhibe con toda claridad el ardid del régimen en su intento de defenderse de lo que, a todas vistas, es una avalancha que se le viene encima. Frente a la creciente fuerza de la coalición democrática y a la erosión de sus filas debido a la desastrosa gestión del Gobierno, sus propagandistas han arreciado en el reforzamiento del mito de la invencibilidad de Chávez. Para ello se han valido, sobre todo, de la ya desenmascarada guerra de encuestas, buena parte de ellas encargadas a mercachifles a sueldo del chavismo.

Los sondeos amañados no son la única manifestación de esa estrategia. Todos los voceros del régimen, los aspirantes a algún cargo o negocio y, en general, quienes están pescueceando, repiten el bulo según el cual el golpista del 92 es invencible. El propio Chávez incurre en la paradoja de propagar su invulnerabilidad aun cuando la deformidad de sus rasgos ofrece indicio contrario.

Que no crean los cubanos que tienen el monopolio de las artimañas urdidas para crear sensación de fortaleza cuando se está en franca debilidad. En Venezuela tenemos un caso proverbial de esta añagaza. Lo ha contado ni más ni menos que Andrés Eloy Blanco, quien, al graduarse de abogado en 1920, tuvo entre sus primeros clientes a la hacendada llanera Francisca Vásquez, “una mujer ­anotó el poeta cumanés­ que tenía que defenderse sola en aquel medio, y que para defenderse tenía que agregar a su valor personal una serie de leyendas acerca de sus poderes ocultos y sus cordiales relaciones con lo sobrenatural. Por lo demás, una infeliz mujer, oscura y fea, a quien los rábulas robaban y los presidentes de estado explotaban a gusto”.

Inerme ante los ladrones de ganado y los invasores que en la noche de Venezuela siempre han corrido las cercas de las fincas, doña Pancha hizo circular la fama de que tenía poderes ocultos y comercios con fuerzas sobrenaturales, a ver si con eso intimidaba a sus contrarios.

En el Tomo II de las Obras completas de Andrés Eloy Blanco, Ediciones del Congreso de la República (Caracas, 1973), leemos: “Cazadora o devoradora, como el tremedal, como la brujería, como la tragedia, como las hondas leyendas que en torno al sitio y a su dueña tejieron las gentes y acendraron los miedos. Ya desde San Fernando me decían que era cosa valiente el dormir una noche en la casa del hato, a dos pasos de la alcoba en que dormía doña Pancha. Y que era cosa de pavor el salir, al caer la media noche, al gran corral de `palo a pique’ que se extiende al frente de la casa; porque allí está enterrado el toro negro de Mata de Totumo, que doña Pancha sepultara allí una noche de conjuros y rezos y exorcismos, para que fuera su fantasma el guardián de las puertas, el astado sereno de los sueños”.

Como no podía hacerle frente al pillerío con fuerzas de este mundo, doña Pancha enterró un toro en su propiedad (o regó la especie, que para el caso es lo mismo) y se creó una reputación de invencible. Fue eso lo que vio en ella Rómulo Gallegos cuando la usó de referencia germinal para Doña Bárbara.

Es bueno que tengan esto en mente los analistas adheridos a la tesis del mentado titán, así como las masas que tan fácilmente se desmoralizan y cuestionan la utilidad del voto frente a una opción que les presentan como imbatible.

Unos y otros deben recordar que la superstición funciona porque siempre hay incautos dispuestos a creer que un fantasma puede detener a una multitud.

@MilagrosSocorro


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SUSANA MORFFE, LA ISLA DEL FUEGO

Mientras la noche invitaba a dormir plácidamente a muchos neoespartanos, cada quien bajo su respectivo techo, una llamarada de fuego sorprendió con un apagón en la isla de margarita, debido a una espantosa explosión que gracias a Dios no arrastro victimas, pero si nos dejo mucho espacio para la reflexión sobre la vida misma de cada uno, mientras “Morfeo” nos acompañaba. 

Sucede una situación insólita en la Venezuela del disparate, cuando se deja al descuido el mantenimiento y la preservación de las principales unidades de servicio que abastece de luz eléctrica a todo el territorio insular. Todos despiertos en la madrugada del sábado en total desconocimiento de lo que pudo haber sido una tragedia de proporciones descomunales. 

El letargo fue por más de tres horas. Hubo trasladados de niños y ancianos del sector La Isleta que presentaron asfixia y desespero por la explosión. El sol complaciente iluminó a Margarita la mañana del sábado y con el llegaron las noticias de Corpoelec y las permanentes fallas eléctricas. A verdad, la unidad en la Planta Luisa Cáceres de Arismendi colapso, explotó pasadas las dos de la mañana y se produjo un fuerte incendio. 

Al parecer una planta reguladora de voltaje se sobrecargo y en el recalentamiento vino la explosión. Esta unidad tiene un tanque diesel con el cual se auto alimenta, pero por la exposición continua de las llamas, producto del cortocircuito, explota y origina el incendio. La magnitud se debió por la cantidad de combustible que había en el interior del tanque diesel. La gran preocupación no era la planta que se quemo, sino los 10 millones de litros de combustible que posee la planta Luisa Cáceres para operar. 

Hubo carestía de equipos de emergencia para atender este tipo de situaciones y finalmente los bomberos estuvieron hasta las seis de la mañana echando agua y controlo todo. 

Todo lo ocurrido tiene una lectura, si fue un sabotaje o falta de prevención, estamos frente a un monumental riesgo en la Isla de Margarita, por los pobres niveles de mantenimiento y protección que debe tener un servicio tan importante para la vida de todos. 

Estamos frente a una bomba de tiempo, dicho así sin temor a exagerar. Mientras le niegan los recursos a Nueva Esparta para mantener la isla en condiciones óptimas para atender a los residentes y visitantes, debemos finalmente encomendarnos a Dios para no ser víctimas de la impericia y la indolencia. 

Hoy fue un incendio, que nos espera después si continúan estas “fallas” que bien pudieran evitarse si se tomaran las debidas precauciones y corregir a tiempo las dificultades. 

Cómo podemos dormir confiados cuando no se prevén situaciones tan delicadas como las acontecidas. Es tiempo de ser condescendientes con el pueblo, dejar el orgullo político y el egoísmo y dedicarnos a ayudarnos entre todos. De otra manera, tendríamos que pensar en como morir, entre la delincuencia o una ráfaga de fuego. Sino, que Dios nos ampare 

susana.morffe@gmail.com 

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ARGELIA RÍOS, NI CAMINA NI SE EMBARRA

Embutido en su soberbia, y pretendiéndose una indispensable pieza de los desafíos planetarios, Chávez ya no pone oído en tierra, tal como solía hacerlo encerrado en su arrogancia. El águila displicente que ahora es, vuela a una altura inasible para los desamparados, a los que acude endeudado

Antes de convertirse en un acreditado hablador de pistoladas, se habría concentrado en las privaciones más irritantes de la gente. Por ese entonces no atisbaba la enorme utilidad evasiva de los "mega temas" ideológicos, con los cuales ha mareado al auditorio nacional para mercadear su falso socialismo bolivariano, en plan de soterrar la adicción al poder que le aqueja. Eran los tiempos en que Chávez se interesaba genuinamente en los asuntos de la pobreza, ante los que fungía como el jefe de un monopolio que parecía inconmovible. Trece años después, el comandante suprime de su discurso los problemas sociales "menudos", en un gesto revelador del cambio de roles que estamos presenciando.

Acicalado en su atuendo de prócer de "la Patria nueva", el Presidente es ahora quien revolotea por los tópicos más aéreos, mientras su contrincante -representante de una oposición otrora cuestionada por su desubicación temática- desarrolla una performance en el que sólo caben las contrariedades que ennegrecen la cotidianidad del venezolano de a pie. 

El grueso monto del capital político acumulado por Chávez en estos años, es lo que hoy le hace creer que puede omitir lo importante, pajareando durante horas para esquivar la rendición de cuentas y proponerse ante el electorado como el segundo a bordo de las praderas celestiales.

El que antes se enlodaba en las estrecheces del hombre común, ha devenido así en lo que hemos visto: una entidad divina, que escupe con sorna su pretendida "sabiduría", buscando empañar a un rival de ostensible llanura, que -agredido por "no es estar a la altura"- desnuda otra de las tantas ironías de la falacia revolucionaria.

No escapa el hecho de que el "libertador de los oprimidos", enemigo intransigente de la meritocracia, embista ahora con sus cuernos, desmintiendo toda la perorata que en su momento acompañó la designación como canciller del bachiller Maduro. De adalid de la oclocracia que manda a la desafortunada Venezuela actual, Chávez se ha transmutado en un mosquetero que apunta su espada contra todo cuanto antes exaltaba, ocupado en apantallar la supuesta "inferioridad" de su contendor.

Argelia.rios@gmail.com

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ELEONORA BRUZUAL, OTRO SHOW

Unos demócratas en relación desigual se están enfrentando al mal hecho poder omnímodo. 

Horas después que con factura cubana montaron un templete que protagonizó "The patient", en mi comentario de la Radio Mambí del Circuito Univisión de Miami, recordaba la Biblia, específicamente el Eclesiastés y lo dicho por Kohelet, hijo de David, Rey de Jerusalén hace miles de años... ¡Nada nuevo bajo el sol!, y nada nuevo bajo ese ocaso, ese poniente de la tarde del 11 de abril, trajo ese mismo discurso manoseado, repetitivo, grosero, irrespetuoso, grotesco, sembrador de odios y profundamente fastidioso. 

Lo que si resultó nuevo, fue constatar cómo lo de la enfermedad -muy cierta de acuerdo a la espantosa visión de un tipo deformado por la hinchazón- ha dado importantes elementos a los pensadores castrochavistas para manipular, crear expectativas, confundir, distraer...

Dije, y lo repito aquí que nada nueva fue la catarata de insultos y la ambición de poder de este hombre cuya hinchazón le muestra indudablemente aquejado de un mal que requiere medicamentos que lo deforman, pero que puede hablar más de dos horas sin descanso, aunque muchos "videntes clínicos" insistan en que se está muriendo. Al militarote patán y engreído todos lo vimos en el camión como ese feriante que es. 

Camión de circo barato como barata es su nefasta farsa revolucionaria, capaz si de captar incautos, asociar pillos, reposicionar a los tiranos Castro como elementos de autoridad política y atornillarlo a él en una Venezuela que ha secuestrado y reparte entre los capos de la banda...

Lo vimos desgañitarse cantando, lo vimos sintiéndose con derecho al irrespeto y a su patológica pretensión de eternidad. Ese que aún conserva simpatías en una buena parte de la población que inexplicablemente le sigue dando el beneficio de la duda. Vimos al que pretende desconocer a la otra parte de Venezuela, la mayoritaria, la que acompaña a Capriles y tiene que cuidarse mucho de cometer errores, porque aquí no hay una contienda democrática, aquí unos demócratas en una relación desigual se están enfrentando al mal hecho poder omnímodo.

ebruzual@gmail.com

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GLORIA CUENCA, ALGUNAS VERDADES

A ocho días de la gran demostración de la inscripción de Henrique Capriles en el CNE, creo pertinente expresar algunas cuestiones, que para nosotros, los de la alternativa democrática, resultan verdades. En primer lugar, está la convocatoria y el entusiasmo que despierta Henrique. Creo que no hay dudas después de la manifestación del domingo, y los actos de Maturín y Cumaná.

Regiones que primero fueron adecas y después chavistas, que "el flaquito", como han dado en llamarlo muchos de sus seguidores y seguidoras, ha levantado un apoyo que muchos de nosotros no creímos posible. En segundo lugar, creo que está el problema del lenguaje del candidato oficialista. Siempre estuve, y sigo estando de acuerdo, con la forma como el candidato Capriles ha enfrentado a su contendor. Lo he escrito en varias oportunidades, una campaña política en nuestro país debe ser una lección de pedagogía política.

La descalificación, hay que recordar, ocurre cuando quien emite un agravio se descalifica a su vez. Llamar "majunche", lo que alguno de esos investigadores de la lengua, que por cierto nos sobran, averiguó, es voz indígena y despectiva, es decir, descalificadora, significa "indio ignorante". 

En 1998, cuando escuché los primeros discursos y arengas del hoy Presidente me horroricé. Sin embargo, mi preocupación fue mayor cuando observé y supe de un importante sector universitario, de la clase media y hasta empresarios, apoyando y disfrutando de esa retórica y acompañando al entonces candidato.

Siempre he visto con preocupación la subvaloración del venezolano. En aquellos momentos sufrí gran angustia. Yo, que fui comunista durante la llamada Cuarta República, que acompañé a mi padre Humberto Cuenca en tres terribles detenciones y a Adolfo Herrera, mi esposo, durante cuatro de las 7 veces que lo hicieron preso, jamás habría votado por alguien que se expresara así de mi país y de nuestra gente, aun cuando fueran los adversarios políticos. Nunca oí decir a aquellos dirigentes este tipo de barbaridades. 

El lenguaje nunca se ha moderado, ni siquiera en situaciones terribles, como las que dice vivir, se ha empeorado. Da vergüenza y pena ajena. Pudiera intentar cambiar su lenguaje, quizá no lo logre, pero valdría la pena que sus asesores se lo recomendaran. El lenguaje es parte importante del estilo. El lenguaje es el mundo. No lo olviden.

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MARÍA ISABEL PÁRRAGA B., LA TENTACIÓN DEL OPTIMISMO

El "flaquito" siembra la idea de que una nación unida es requisito Nro. 1 para el progreso

Hace unos años, catorce o quince, un hombre por el que inicialmente nadie daba mucho en las encuestas salió a recorrer el país, inicialmente en una camioneta, y aunque al principio no creía mucho en la vía electoral, porque de hecho lo que le dio su fama fue una intentona golpista, sus para entonces mentores políticos lo convencieron que los votos eran la forma de acceder al poder. Iba de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad. Al comienzo sólo tenía un dos por ciento, pero su discurso, sus propuestas, sin duda alguna su carisma y "el hartazgo" colectivo hizo que tocara el corazón de las grandes mayorías y así "subió" como la espuma. Era como un "virus" que contagió a gente de todas las condiciones sociales que querían un cambio del que él era la encarnación. Cosas de la vida...

Hoy, ese mismo hombre que representaba la "revolución" en toda su expresión es la encarnación del "continuismo", del status quo que vestido de rojo socialista es la muestra del privilegio y el lujo por parte de sus dirigentes, el doble discurso pues. Llegó el invierno. Ese mismo discurso que antes "calentaba" a las masas ahora lo que pareciera generar es un profundo fastidio. Hace una semana lo vimos de manera patente. 

Mientras el líder hablaba poco a poco el foro se fue vaciando, pero lo más patético es que él no lo vio. Siguió cantando, discurseando e insultando más allá de sus fuerzas. Sí, cumplió su cometido. Dio su fe de vida para las galerías pero de allí a emocionar y generar ese fervor de otrora observamos un trecho tan grande como los misterios en torno a su salud.

Mientras tanto, el joven a quien las masas comienzan a llamarlo "flaquito", cosa que él aprovecha para afirmar que "flaquito vino y flaquito saldrá", se convierte poco a poco en una suerte de fenómeno muy parecido al que se vivió hace años con el líder del estatus gobernante. Es una cosa como loca. Quieren tocarlo, las mujeres se le abalanzan (y es que el chico es guapo, no se le puede negar), los hombres se turnan para abrazarlo y darle la mano, llena avenidas enormes en concentraciones donde lo que priva es el entusiasmo. Y es que esa es la palabra clave: emoción. El candidato está comenzando a sembrar la idea que un país sin Chávez es no sólo posible, sino necesario y que una nación unida es el requisito número uno para el progreso. Bajo esa premisa, el próximo 8 de octubre sería el inicio del Gran Abrazo Nacional en el que el término de perdedor y ganador será sólo un argumento para las cúpulas gobernantes mas no para todos los venezolanos, quienes a partir de ese momento comenzaremos la tan ansiada reconciliación. Como ven, es difícil no contagiarse de esta energía y también soñar con lo que puede venir. ¿Por qué no caer ante la tentación del optimismo?

mariaisabelparraga@gmail.com

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ANA MARTÍNEZ, SE ABRIÓ EL CAMINO

Venezuela ya no será la misma después del 7 de octubre. Sí, venceremos en las urnas electorales, la noche del chavismo quedará en un ayer

Henrique  Capriles Radonski es el candidato del pueblo que desea un cambio, y será el presidente de  toda Venezuela. Aquí ya no hay vuelta atrás, ya se inscribió el  aspirante de la unidad nacional y se abrió el camino electoral para el surgir de una nueva realidad para el país.

Sí se señores se abrió el camino. La ruta de progresa la acaba de abrir una gigantesca marcha de venezolanos que colmaron Caracas y que al son de “hay un camino” le demostraron al mundo que existe una vía democrática y popular para edificar una nación más humana, más de todos, donde cada venezolano sea partícipe de su grandeza.

Henrique Capriles Radonski es el abanderado de una nación, es la voz de millones de venezolanos que han vivido sumidos en el miedo que parió un gobierno autoritario y soez que por casi 14 años pisoteó a toda la república, pero esto ya es pasado porque se abrió el camino de la esperanza para todos.

Venezuela ya no será la misma después del 7 de octubre. Sí venceremos en las urnas electorales, sí la noche del chavismo quedará en un ayer que desearíamos olvidar por completo, pero también viene al lado de ese regalo de alegría la responsabilidad de guiar a la nación hacia nuestros derroteros que conlleven un resultad de felicidad para todos por igual.

El 8 de octubre con Capriles electo presidente y luego embestido con la banda presidencial vendrá una época de trabajo duro y de entrega por completo a favor del crecimiento nacional, en este preciso momento Venezuela necesitará de todos sus hijos de los blancos, de los verdes, de los rojos, de los amarillos, de los vinotinto, de los azules, necesitará de los independientes, de los jóvenes de los profesionales, de sus mujeres, necesitará de cada uno de nosotros para timonear el barco de la historia hacia una Venezuela mucho mejor a la actual.

Sí. No basta con ganar el 7 de octubre, aunque sé que ganaremos no basta con ello, urgirá un compromiso de todos los venezolanos de trabajo, de lucha y de fe para que entre todos se edifique ese sueño que hoy se va materializando con la inscripción de candidato de la esperanza y de progreso como es Henrique Capriles Radonski.

Venezuela tiene un líder demócrata como lo es Capriles. El país tendrá que escoger entre dos opciones la autocracia que ha engañado y marginado al pueblo durante 14 años u optar por el candidato de la unidad democrática, ese flaquito que anda caminando por toda la nación con su mensaje de esperanza y de fe. Pareciera que la decisión es fácil y la victoria es garantizada, cosa que es evidente con la encuesta que se vivió en Caracas el pasado 10 de junio donde las calles hablaron y Capriles ganó, pero lo arduo vendrá en la direccionalidad que le debemos dar al próximo gobierno para lograr con éxito el bienestar nacional.

@ana_anaco            

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MARTA COLOMINA, DE FARSA EN FARSA Y DE ABUSO EN ABUSO

El chavismo ha desestimado la fuerza de la oposición a pesar de que esta ha ganado varios procesos electorales. Obtuvo mayoría en las parlamentarias (disminuidas por la sesgada modificación de la Ley del Sufragio); ganó el referéndum que Chávez incumplió con la complicidad de los poderes que controla. Triunfó en los más importantes estados del país en las regionales y derrotó a figuras del chavismo como Diosdado Cabello y Jesse Chacón.

El control de los medios y su atosigante propaganda oficial; el abuso de poder (expresado en terrorismo judicial, multas, escamoteo de un presupuesto justo para gobernaciones opositoras y otras múltiples amenazas); encuestas de maletín, e insultos presidenciales ridiculizando al candidato y a los partidos opositores crearon un triunfalismo oficial que convenció a muchos de la imposibilidad de ganar la elección presidencial del 7-O. 

Ciegos de poder no quisieron ver los indicadores que tenían frente a sus narices. Desde VTV, muladar propagandístico de la revolución, repetían que la oposición estaba dividida y que la unidad había fracasado. Sobre las primarias hasta Chávez juraba que no se realizarían y que la MUD escogería “a dedo” a su candidato (sería Pablo Pérez). 

Ante la inminencia de la elección opositora los rojos vaticinaron su fracaso “máximo obtendrían de 500 mil a un millón de votos”: fueron 3 millones y pico “por el buche”, de cuyo impacto aún no se han repuesto. 

Prueba de que los poderes públicos son siervos de Chávez fue la orden del TSJ de confiscar las actas para reeditar otra lista Tascón. La siguiente torpeza fue anunciar que “de un momento a otro” la MUD cambiaría al candidato porque no “cuajaba”. El golpe de gracia y cuyo efecto no han podido esconder ni con montajes televisivos, ni con el abundante “carreteo” de empleados públicos exhibidos al día siguiente, fue el millón de venezolanos que acompañaron al candidato Capriles en su caminata de 10 km para inscribir su candidatura presidencial en el CNE. Fue una inequívoca manifestación de calle, de masiva convocatoria popular y de fuerza de voluntarios entusiastas decididos a sumarse al cambio que el país reclama.

Chávez ha convertido su enfermedad y su vida política en una farsa. Del “milagro” del Cristo de La Grita y de la reaparición de su cáncer (en un año ha estado más de 200 días de reposo) pasa a su reciente autodiagnóstico: “los exámenes revelan que estoy bien de salud”, que da pie a los gritos del 11 de junio “¡Chávez ya está recuperado!”. Dio 4 pasos para acercarse a la directiva del CNE (llegó montado en un camión) y levitó para subir a la tarima. Todo en Chávez es una impostura; desde el ocultamiento de su enfermedad (los esteroides, el exceso de calmantes y el maquillaje se evidenciaron con el calor de la plaza cómo mostraron las terribles imágenes que circularon en las redes sociales), hasta las mentiras sobre las 150 mil viviendas, o los delirios de los fusiles y drones iraníes que “fabricará y exportará Venezuela”.

El derroche de fondos públicos llegó al clímax ese lunes: “el centro de Caracas fue una gigantesca sopa de letras, sazonada con las siglas de cuanto organismo público existe” escribe el agudo colega Pedro Pablo Peñaloza. Un Chávez visiblemente acelerado soltó una arenga política ante rectores del CNE bajo la mirada complacida de las 4 amazonas. Solo el rector Vicente Díaz advirtió a Chávez que no debía seguir utilizando recursos públicos para financiar su campaña. La sumisión de la mayoría de los medios privados a la voluntad del Gobierno es ostensible. Mientras la multitudinaria marcha de Capriles solo fue transmitida por Globovisión (ningún otro canal hizo pase directo alguno) la inscripción de Chávez devino en una cadena (por “solicitud” de Izarra).

Violando la Ley Resorte que establece la obligatoriedad de los medios de transmitir mensajes“institucionales, educativos o de servicio público” y prohíbe utilizar esos espacios para propaganda electoral o de organismos del Estado, Izarra está obligando a los medios privados a transmitir gratuitamente publicidad y propaganda electoral a favor de Chávez (como la del hombre que dice“primero Dios y después mi comandante” y además exige que tales mensajes electorales de la campaña de Chávez sean colocados al inicio de cada bloque comercial, que es el más visto. Esta semana añadió una cuña publicitando la programación de TVes (¡así estará su audiencia!).

El recientemente fallecido Ray Bradbury, quien develó el horror de los chávez e izarras del mundo a través de obras como Fahrenheit 451, escribió: “no tienes que quemar libros para destruir una cultura, sólo haz que la gente deje de leer”.

mcolomina@gmail.com

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CARTA A RICARDO COMBELLAS DE OSMEL BRITO-BIGOTT

Hoy leo su artículo titulado “Todos somos liberales” y como liberal que me considero, auténtico liberal (de esos que creemos que la libertad es una sola, indivisible) me siento en la obligación moral e intelectual de refutar lo que usted escribe.

Primeramente, el liberalismo es heredero de dos hechos políticos importantes. De la declaración de derechos de 1215 en donde los nobles le impusieron condiciones al Rey Juan Sin Tierra, y de la Revolución Gloriosa de 1688 en donde se cristalizan por primera vez las ideas de John Locke. 


Herederos de esa tradición fueron los padres fundadores de los Estados Unidos, quienes en 1776 y 1789 llevaron hasta las últimas consecuencias políticas las ideas de Locke de limitación del poder (claramente lo expresa Jefferson en la declaración de independencia: Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se vuelva destructora de estos principios,el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que base sus cimientos en dichos principios, y que organice sus poderes en forma tal que a ellos les parezca más probable que genere su seguridad y felicidad.

Hay una segunda tradición liberal en la Europa continental, y no es en Francia donde se desarrolla, sino en España, en el siglo de Oro, en donde los escolásticos, aparte del desarrollo de pensamiento económico, también desarrollaron ideas políticas de limitación del poder (como Juan de Mariana desarrolló su teoría de tiranicidio justificado cuando el monarca violara la propiedad de los súbditos).

Y es que la tradición liberal siempre ha sido contraria al poder. Y aunque en la ubicación original izquierda-derecha de la asamblea francesa, liberales decimonónicos como Frederic Bastiat, se ubicaban como los socialistas, a la izquierda, se diferenciaban de estos últimos en la defensa del individuo y de los tres derechos fundamentales: Vida, Libertad y Propiedad. Y cuando los socialistas hicieron del estado y del uso de la fuerza su arma para lograr la igualdad que ellos propugnaban, fue cuando los liberales se separaron y podemos decir, se ubicaron a la derecha.

Creer que la gente puede ser libre en lo político, pero cuando se refiere al uso del fruto de su trabajo no se puede ser libre es una inconsistencia desde todo punto de vista y alguien así no se puede llamar liberal.

Usted desconoce la historia al decir que la fundación de la Mont Pelerin Society fue una tentativa para maniatar al liberalismo y de ahí nació el “neoliberalismo”. Primero, y le aclaro, la Mont Pelerin Society fue ideada por Hayek principalmente (Friedman apenas fue un invitado, como muchos otros) para organizar un contrapeso intelectual al avance de las ideas socialistas (ya en esa época el New Deal, política económica anti-liberal, había dejado sus nefastos efectos en la economía de USA). En esa reunión hubo liberales de todas las corrientes (tanto que hay una anécdota que en una de las reuniones, Ludwig von Mises llamó a todos los participantes “bunch of socialists”, sólo por hablar de la redistribución de la riqueza)

El neoliberalismo es un invento de la izquierda, en especial latinoamericana, para rechazar las políticas impuestas por el consenso de Washington en la década de los 90, que si bien proponían una supuesta apertura al mercado, no hubo en ningún caso reducción del tamaño del estado, apareció la idea nefasta del “estado regulador”. Privatizaciones de monopolios públicos que cambiaron a ser monopolios privados. Incremento de la presión fiscal. Nada que ver con el liberalismo.

Usted dice que a partir de la MPS se introdujo la separación entre liberalismo económico y liberalismo político. Nada más alejado de la realidad y demuestra su profunda ignorancia sobre el trabajo de Hayek o Friedman (autores que despectivamente menciona en su artículo, por no decir Bastiat, Mises o Rothbard). Mises fue el primero (“La idea de que la libertad política puede ser preservada en ausencia de libertad económica, y viceversa, es una ilusión. La libertad política es el corolario de la libertad económica.”), y luego Hayek y Friedman que pusieron en evidencia que la libertad política no es sostenible sin libertad económica. Y fue exactamente lo que advirtió Friedman en Chile y en China, que las libertades económicas mas temprano que tarde producirían el advenimiento de la libertad política (algo que ya pasó en Chile y que en China progresivamente irá pasando).

Como buen socialista usted desdeña del mercado, sin entender que eso que llamamos mercado somos los seres humanos y representa esa inmensa red de relaciones libres que establecemos los seres humanos para el intercambio voluntario de valores. Y es ese mercado el que logra acompasar los intereses individuales para lograr algo mayor, que es el bienestar de todos. Es lo que expresa la metáfora de la mano invisible de Adam Smith.

El liberalismo se puede definir simplemente como: el respeto irrestricto por el proyecto de vida de los demás. Y se debe agregar algo más: el uso de la fuerza sólo puede ser para fines defensivos. Y ahí un punto clave. Los liberales entendemos que el estado, como monopolio de la fuerza, debe estar limitado con leyes objetivas. Por eso autores como Hayek o Ayn Rand, alaban al sistema anglosajón del Common Law, por encima del derecho civil de tipo francés (heredero del código napoleónico). Y el estado de derecho debe garantizar dos cosas: 1. igualdad ante la ley (no mediante ella, como quieren los socialistas) y 2. que el individuo sepa de antemano la actuación del monopolio de la fuerza.

Y le aclaro, no hay nada más contrario al liberalismo que verlo como una ideología cerrada. El liberalismo (heredero de Locke, Bastiat, Hayek y tantos otros) es un grupo de ideas en constante evolución. Al leer las obras de estos autores uno se da cuenta como ese conocimiento se va ampliando y va llegando a límites antes jam;as pensados. Totalmente contrario al socialismo (en todos sus sabores) que se basa en una doctrina cerrada, casi religiosa.

Y si, hay muchos tipos de liberales (el liberalismo es uno solo). Y la gran diferencia entre todos ellos radica en el papel que le damos al estado. Desde los liberales como Hayek, que creían que el Estado tenía un papel importante en la provisión de bienes y servicios que el mercado no provee, hasta los anarcocapitalistas que defienden que no hay justificación alguna de la existencia del Estado. Pero si algo tenemos todos en común es que entendemos que la libertad es una sola. Y sabemos, como bien lo escribió Hayek en Derecho, Legislación y Libertad, que lamentablemente todos los esfuerzos por limitar el poder del estado fracasaron durante el siglo XX, el siglo del estatismo.

Lo invito a profundizar más en las obras de estos autores de los cuales usted se refiere de manera tan despectiva. Quizás no para convencerse de las ideas de la libertad, pero por lo menos para que conozca su obra y la importancia que tiene para la defensa de la libertad.

Saludos
osmel.brito@odlv.org

NR: El Articulo de RICARDO COMBELLAS "TODOS SOMOS LIBERALES"  fue  publicado en El Universal (http://www.eluniversal.com/opinion/120616/todos-somos-liberales) y en El Republicano Liberal (http://elrepublicanoliberal.blogspot.com/2012/06/ricardo-combellas-todos-somos-liberales.html)

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RICARDO COMBELLAS, TODOS SOMOS LIBERALES

Dos experiencias motivan este artículo: la primera vinculada a un curso de doctorado que en su momento dicté en la Universidad Simón Bolívar. 

Una irreverente alumna comprometida con el régimen, rebatió un argumento señalándome: nuestra diferencia fundamental está profesor en que usted es liberal y yo no; la segunda está relacionada con una entrevista que por televisión concedió recientemente el presidente de Uruguay, Pepe Mujica. 

Con  sabiduría y respaldado por el rico andar de su larga y agitada vida, Mujica destacaba la relevancia de la tradición liberal, independientemente de su genuina formación socialista. Confieso que  la aseveración estudiantil   movió el piso de mis ideas y creencias. Nunca me he sentido liberal y siempre me he  identificado con las ideologías con fuerte contenido social, y por su supremo valor, que no es otro que la justicia social. En suma, en ese momento mi mente rechazó acrítica y contundentemente  el reproche de ser liberal. Después de varios años y oyendo a Mujica medité críticamente y sin prejuicios  una visión diferente que estampo a continuación.


En primer lugar, como se sabe, el liberalismo es la primera ideología moderna, cocinada a través de un largo proceso (que por cierto no ha cesado todavía), cuyos orígenes se remontan en Europa (principalmente en Inglaterra, pero también en Francia y Alemania) a mediados del siglo XVIII, pues nace unido a ese portentoso movimiento de ideas que identificamos como Ilustración. El liberalismo desde sus inicios tendrá una ventaja sobre la gran ideología contrapuesta, el socialismo, pues mientras ésta fue al poco tiempo de su desarrollo maniatada y convertida en ortodoxia por el marxismo, aquella permaneció libre de ataduras, por lo cual hoy es más justo hablar de liberalismos que de liberalismo. Hay en efecto liberalismos de liberalismos: conservadores y progresistas, sociológicos y económicos, individualistas y abiertos a lo social, respetuosos del Estado, a lo más un mal necesario, hasta anarquistas, en fin  liberalismos, como enfatiza John Gray, que insisten en la tolerancia como una forma ideal de vida y liberalismos que destacan el compromiso de paz entre diferentes modos de vida.

El único intento serio con pretensiones de maniatar y absorber el liberalismo en una única visión ha sido el neoliberalismo, y ha estado cerca, aunque afortunadamente no lo ha logrado todavía, de conseguirlo. 

Cuando hablamos de neoliberalismo, para que el lector no se confunda, nos referimos a esa  corriente del liberalismo surgida en torno a sus dos grandes gurús,  Friedrich Hayek y Milton Friedman, y que tuvo en las reuniones de Mont Pélerin, en Suiza, a partir del año 1947 su punto de partida y de definición de sus líneas fundamentales. Y no sólo me refiero a ello por  su rabiosa oposición al Estado de bienestar, recién nacido en Europa de las cenizas de la guerra, tanto como al New Deal norteamericano, sino principalmente por la fisura que introdujo en el liberalismo, al separar el liberalismo político y el liberalismo económico, haciendo de éste su niña mimada bajo el sacrosanto principio del libre mercado. 

Al desvalorizar el liberalismo político, unido a la idea de libertad como libertad de la opresión política y la defensa irrestricta del ideario democrático, y su expresión garantista en el Estado constitucional democrático moderno, el neoliberalismo abrió las puertas al autoritarismo e intentó cerrarlas a los legítimos anhelos de justicia y libertad que hoy acompañan las luchas de los excluidos, los marginados y los indignados, en todas las latitudes del planeta.

El liberalismo político, entrelazado desde sus orígenes con las grandes declaraciones de derechos, punto de partida indiscutible de la doctrina  de los derechos humanos, y su expresión en lo que Bobbio calificó como las grandes libertades de los modernos: la libertad personal, de manifestación del pensamiento, de reunión y de asociación, constituye un tesoro de incalculable valor con el cual  se identifican todas las ideologías progresistas de la modernidad. Sin ellas la conquista de la libertad política, el derecho ciudadano de participar directamente o por medio de representantes elegidos en las decisiones colectivas hubiese resultado imposible 

Es en sentido que todos somos liberales, orgullosamente liberales, independientemente de que comulguemos con disímiles ideas de avanzada social, por la sencilla razón de que no hay libertad social que valga si no es garantizada por esas libertades fundamentales que el liberalismo tanto ayudó en construir.

ricardojcombellas@gmail.com

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