En estos momentos tormentosos para la vida de
los venezolanos todos, sin excepción, es menester enfrentar las dificultades
sin pasiones, pero también sin miedo. Recordemos las palabras de San Pablo II;
"NO TENGÁIS MIEDO".
No critico a la oposición. Demasiadas
críticas, generalmente injustas y equivocadas, han sido dirigidas al grupo
político que constituye nuestra oposición al régimen, que desde hace ya más de
16 años, se ha empeñado en destruir a esta Patria venezolana. Errores han
cometido, sí, ¿pero errar es humano, no?.
Confieso, sin embargo, que, hasta el
presente, no entiendo ciertas acciones cuya explicación no encuentro. El país
va encaminado a un nuevo evento electoral. Nadie, en el presente, ignora que
todas las elecciones que se han realizado desde el año 1999 han sido
fraudulentas.
El gobierno se las ha arreglado, desde
entonces, para engañar a buena parte de la población que ingenuamente, en aquél
tiempo, había creído lo que desde entonces fue puro engaño, iniciando ello con
el caso de la ilegal --por entonces,
anticonstitucional-- llamado del difunto
Presidente Chávez, a un referendo para instalar una Asamblea Constituyente,
para lo cual, una vez aceptado ese llamado por una gran minoría, se llegó al
extremo de jugar con el llamado "kino", para que el gobierno
alcanzara una muy alta mayoría en aquél primer acto electoral de su mandato.
Para completar la farsa, en diciembre del
mismo año 1999, una vez aprobada la diseñada Constitución por la Asamblea
Constituyente, cuando el Mar del Caribe arremetió la costa venezolana durante
varias días, el 15 de diciembre se convocó al pueblo para que aprobara o negara
el texto diseñado por los diputados, el cual fue aprobado por gran mayoría,
hecho insólito por la situación que entonces vivía nuestra población, cuyo
ejemplo más patético fue que el Estado Vargas, casi totalmente bajo las aguas
del mar, resultó el que más alta votación había presentado.
Luego, el año siguiente, se convocó otra vez
al pueblo para que votara, se supone que para iniciar de nuevo el mandato del
Presidente para un período que se consideró "nuevo", para ajustar su
mando a la nueva Constitución ya aprobada.
El siguiente episodio electoral fue el
referendo revocatorio presidencia, cuya celebración se corrió hasta agosto de
2004, con el objeto de permitir que el gobierno, aconsejado personalmente por
Fidel Castro, quien para ello vino a Venezuela, pudiera, con gran demagogia,
pudiera asistir sectores populares mediante la instalación de servicios de
asistencia médica (apoyado por cubanos) y, así, evitar que fuera destituido el
Presidente, después de los anteriores hechos que así le amenazaron.
Después, todas las numerosas elecciones
realizadas, fueron favorecidas por el apoyo del régimen cubano, y la
información de los resultados electorales era controlada desde Cuba, al parecer
desde la ciudad de Pinar del Río.
La única elección que perdió el Presidente
Chávez fue la de diciembre de 2007, cuando intentó establecer en Venezuela el
sistema comunista al estilo "castrista".
En esa oportunidad, siendo la diferencia
entre los votos opositores y los votos leales al gobierno, inmensamente mayor
en favor de los primeros, las FFAA, a través de Oficiales que apoyaban al
gobierno, convencieron al Presidente para que aceptara la derrota, lo cual,
contra su voluntad y con gran disgusto, aceptó, con la condición que fuera una
diferencia mínima.
En esta situación política de Venezuela, que
retrotrae a los difíciles tiempos del siglo 18 y comienzos del siglo 19,
vivimos momentos muy difíciles provocados por la incompetencia de las personas
que ejercen el poder de nuestra República.
Este año, los venezolanos seremos convocados
de nuevo para otro proceso electoral, cuyo objeto es elegir un nuevo Congreso.
El acto electoral que se avecina esta, como antes, cargado de manejos con lo
que se pretende, una vez más, anular la posibilidad de que una mayoría, muy
superior a la que anteriormente se opuso al Presidente Chávez, arrase
inevitablemente, las aspiraciones del actual gobierno, mayor aún que la última
elección en la que, como es público y notorio, Capriles derrotó a Maduro, aún
cuando ello no haya sido reconocido por el CNE.
Para concurrir a esta nueva jornada
electoral, los venezolanos tenemos, todos, la responsabilidad de exigir
condiciones electorales que garanticen la pureza del sufragio que se avecina. A
mi manera de ver, modesta, pero que considero muy necesaria, es menester lograr
los sguiente:
1º Que el voto ciudadano se realice en cada
Estado de la República, sin que se hagan cambios de votantes hacia sitios del
Estado en el cual viven, ni a otros Estados vecinos a sus lugares de
residencia.
2º Que sean eliminadas las computadoras y las
máquinas "Esmarmatic", para que las votaciones se realicen
depositando cada ciudadano su voto en una urna electoral.
3º. Que se permita a electores que así lo
deseen, presenciar los actos de escrutinios de acuerdo, en número, a la capacidad
de los recintos de votación.
4º Que los votos sean remitidos,
inmediatamente después de los escrutinios, al CNE.
5º. Que se permita la observación
internacional del proceso electoral, escrutinios incluidos, a todos aquellos
países del mundo que quieran servir de testigos y observadores especiales del
proceso electoral.
Apreciados amigos, si todas esas condiciones
no son aceptadas por parte del gobierno, será inútil votar.
A mi manera de ver, apreciados señores de los
partidos políticos opositores al gobierno, creo que son Ustedes quienes tienen
que actuar para lograr que los anteriores objetivos, y los que Ustedes
consideren necesarios también, sean logrados.
Pedro Paúl Bello
ppaulbello@gmail.com
@PedroPaulBello
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