sábado, 14 de febrero de 2015

ZULMAIRE GONZÁLEZ, DERECHOS HUMANOS EN REVERSA


Human Rights Watch (HRW) recientemente presentó el Informe Mundial 2015 donde se diagnostica la situación de derechos humanos en más de 90 países. Kenneth Roth, director ejecutivo de HRW en la presentación del informe manifestó: “Las violaciones de derechos humanos fueron determinantes para propiciar o agudizar muchas de las crisis de hoy.”
América Latina no presentó grandes avances en materia de respeto de derechos humanos, al contrario, se evidenció un grave retroceso. Entre los países de la región que más preocuparon a HRW por su situación en materia de derechos humanos se encuentran Cuba, México, Colombia y Venezuela.
Venezuela sigue punteando como uno de los países donde se evidencia un retroceso considerable en respeto de derechos humanos. La organización no gubernamental manifestó estar preocupada por el gravísimo deterioro de los derechos humanos en Venezuela y denunció la “sistemática violación de derechos humanos” por parte de las fuerzas de seguridad que usan reiteradamente la fuerza para atacar a los manifestantes no armados. Asimismo, consideran un “problema crónico” la impunidad que existe por los asesinatos cometidos por las fuerzas de seguridad.
Otro punto que resaltó la organización en su informe al referirse a la situación de Venezuela en materia de derechos humanos, es que a partir de septiembre de 2013 los venezolanos no pueden acceder a la Corte Interamericana de Derechos Humanos debido a que el Estado venezolano denunció la Convención Americana sobre Derechos Humanos lo que se traduce en que hoy, los venezolanos están menos protegidos ante las violaciones de derechos humanos que se cometen. Asimismo, la falta de independencia judicial es un tema que han venido denunciando, ya que en Venezuela no se cumple con el principio de separación de poderes y además, es público, notorio y comunicacional el compromiso del sistema judicial con las políticas del gobierno y el silencio asumido ante las violaciones de DDHH.
También se destacó la falta de libertad de los medios de comunicación como consecuencia de regulaciones, medidas arbitrarias de censura y la autocensura; los ataque reiterados a los defensores de derechos humanos acusándolos de atentar contra la democracia y de ser traidores a la patria; las condiciones de los centros de detención que se encuentran sobrepoblados y controlados por “pandillas armadas”; discriminación política de los trabajadores en las instituciones del Estado y limitaciones a la libertad sindical.
No solo Human Rights Watch ha manifestado preocupación por las violaciones de derechos humanos cometidas en Venezuela. Organismos internacionales en materia de derechos humanos, presidentes de países democráticos, ex presidentes, parlamentarios, así como distintas organizaciones no gubernamentales internacionales han manifestado su preocupación, especialmente a partir de las graves violaciones de derechos humanos que se han venido cometiendo desde febrero del año 2014.
Zulmaire Gonzalez
zulmairegonzalez@gmail.com
@zulmaire

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CAROLINA JAIMES BRANGER, ¡PÓNGASE LAS ALPARGATAS!

Otro exabrupto más para la ya larga cadena que el gobierno ensambla desde hace dieciséis años. Pedro Luis Angarita y Agustín Álvarez, altos directivos de Farmatodo, fueron imputados por la presunta comisión de los delitos de “boicot y desestabilización de la economía”, sancionados en la Ley Orgánica de Precios Justos.
No pretendo entender por qué están presos, cuando ambos se presentaron cuando ocurrió la supuesta irregularidad, dispuestos a colaborar. Es más, si ha habido una empresa dispuesta a colaborar en todo, ésa ha sido Farmatodo. Podrían juzgarlos en libertad, pero no, están presos. Aquí estamos todos presos. Si ocurre un terremoto durante la noche, mejor quedarse acostado en la cama y encomendarse a Dios, a los santos, a Buda o a Sai Baba, porque salir de las viviendas con tantas trancas de seguridad es poco menos que imposible. Quienes deambulan a sus anchas por las calles del país son los delincuentes. Y el gobierno, bien, gracias. No tiene el más mínimo interés en ponerle coto a la inseguridad. Si defenestró a Rodríguez Torres, el único que dio algún indicio de querer hacer algo para disminuirla.
Desde que se encargó de la presidencia la primera vez, Hugo Chávez le declaró la guerra a los industriales, comerciantes y hacendados y a todos quienes de alguna manera forman parte del sistema de producción de bienes. Estoy a favor de sancionar a quienes incurren en malversaciones o desfalcos, pero ir contra todo un gremio para vengar quién sabe qué ofensa al amor propio, no tiene perdón, porque lo que logró fue destrozar el aparato productivo.
Pero el gobierno necesita un chivo expiatorio para apalancar su falacia de la “guerra económica” y Farmatodo estaba ahí, como ha podido estar cualquiera de las empresas que quedan. ¿Por qué –me pregunto- no están presos el presidente, vicepresidente y otros altos funcionarios de Mercal, Pdval y Bicentenarios? Porque las colas en esos establecimientos son tan grandes, que dan pena propia. Pero eso no sucederá, ni hay respuesta para la pregunta. Parafraseando a Orwell, “todas las colas son iguales, pero algunas colas son más iguales que otras”.
 “Infiltración de la derecha”, “conspiración de Joe Biden”, “guerra alimentaria” y otros epítetos resuenan a diario en nuestros oídos. El gobierno que insistió en implementar un sistema fracasado en todos los lugares donde se puso en marcha, busca desesperadamente a quién echarle la culpa de su ineptitud, de su desconocimiento de la economía –si hasta resucitó Giordani a advertir que “ya casi somos el hazmerreír de América Latina”, cuando él es uno de los principales culpables, por su irreductible dogmatismo- y sobre todo, de su absoluta incapacidad de ponerle fin a la corrupción de los rojos (y de algunos de otros colores), que han desangrado al país.
 “Vamos con todo a desmembrar las mafias económicas y a potenciar la Economía Productiva y Sana (sic), vamos Junt@s (sic) en éste (sic) buen reto de la Vida (sic)…”, escribió Nicolás Maduro en Twitter. Ya como promesa de candidato presidencial sonaría exagerada, pero en boca de quienes llevan más de tres lustros gobernando, es una burla.
Señor Maduro: la “guerra económica” se la declararon ustedes a ustedes mismos cuando se fueron por el camino del socialismo. ¿Pudiera tomar un libro de la historia económica de los países de Europa Oriental? Ahí verá de manera meridianamente clara cómo esas políticas son inviables. Y si a eso le suma la voracidad y la desvergüenza de los saqueadores del tesoro nacional, tiene una ecuación que no tiene solución. Si realmente quiere hacer lo que dice, desmonte el control de cambio y respete las garantías constitucionales. 
Pero más fácil es echarle la culpa a Farmatodo. La “guerra económica”, si no se ha dado cuenta, es el control de cambio. De allí vienen todas las distorsiones de nuestra economía. Una medida que debía haber sido transitoria, sigue enfermando nuestra hacienda pública. Si no lo hace, póngase las alpargatas y prepárese para el joropo que le viene y que tendrá que bailar.
Carolina Jaimes Branger
carolinajaimesbranger@gmail.com
@cjaimesb

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JOSÉ RAFAEL AVENDAÑO TIMAURY, INCONSISTENCIAS

   Las “Repúblicas Bananeras”, casi en desuso, fue una figura literaria. Se trataba de un término despectivo mediante el cual se intentaba ridiculizar a repúblicas latinoamericanas, fundamentalmente  ubicadas en el caribe, cuyo nivel de atraso político, social y económico era ostensible. Venezuela no calzaba los puntos para ser incluida en tan discriminado grupo, pese a que padecía una rural dictadura que oprimía a la nación en un estado deplorable desde el punto de vista político, social y económico, pese a que ya florecía del subsuelo ese producto, que desde entonces y hasta la fecha, ha tenido un rol protagónico indudable en el despliegue hacia la modernidad, conjuntamente al nuevo riquísimo. Para muchos, el siglo XX comenzó en nuestro país de diciembre de 1935, a raíz de la muerte del tirano.
   Fue costumbre que los gobernantes de turno procuraran que sus respectivos gabinetes estuviesen conformados con personas solidas intelectualmente para el cabal ejercicio de la labor administrativa. Los veintisiete años de tiranía, regida por mano férrea, se mimetizaba con la presencia de hombres de reconocidas virtudes intelectuales, aunque para nada éticas y honestas, con poquísimas excepciones. Este convenio tácito se mantuvo hasta 2002 por todos los gobiernos venezolanos. A partir de ese último año, comenzamos a percibir una novísima manera de integrar el gabinete ejecutivo y demás cargos de importancia con personajes para nada capaces, carentes de brillo intelectual y debida preparación académica y técnica. Esto y la falta de honestidad han sido las causas del desmoronamiento económico, social, político y moral de la república.
   Desde 2002 hasta la fecha, quienes dirigen los destinos del país han efectuado pequeños cambios en los organismos públicos y casi todos con las mismas caras. Por ello, sus fracasos deben ser establecidos con responsabilidades precisas. En primer término, la responsabilidad mayor debe recaer en quienes han sido presidentes, por aquello que los abogados denominan “culpa in eligendo”, es decir, que no han sabido elegir sabiamente a los funcionarios. Todo ha sido una rotación bochornosa de indignidades y latrocinios. De esta manera hemos sido testigos como milicos&civiles han sido ministros de sanidad sin ser médicos, además de dirigir organismos que, por la modalidad de los mismos, deben ser dirigidos por profesionales, conocedores y expertos en las diversas materias en el área económica, jurídica, comunicacional etc. Cancilleres que no tienen la menor idea de lo que trata el derecho y las relaciones internacionales. Ministros del interior cuyo único mérito que ostentan es su formación  militar y por consiguiente, la aplicación de métodos acordes a la obsecuencia y rigidez arbitraria, para nada política, en que han sido formados. Este ha sido su denominador común. De allí todas las torpezas cometidas y las que seguramente vendrán, en el manejo de los problemas políticos que exceden el mero talante represivo.
   A estos aspectos, públicos y notorios, pero que me permito recordar por la falta de memoria que nos adormece, se le debe agregar una nueva modalidad que hace rodar los principios de Montesquieu y que se refieren fundamentalmente a la diferenciación plena de los poderes públicos tradicionales –Ejecutivo, Legislativo y Judicial- con los agregados en la constitución de 1999.  Ya sin asombro observamos en la práctica como se mimetizan impúdicamente estos poderes en uno solo. El caporal que arrea la AN, solicitó al presidente -el cual aceptó- que se le pusiera a la cabeza de otros burócratas para tomar una empresa distribuidora de carne en el estado Falcón. A modo de general victorioso, luego de una cruenta batalla, detalló en escrupuloso parte milico,  la manera en que la cantidad de cortes de carne, chinchurrias, chorizos y morcillas, estaban siendo acaparadas. Se nota que ya la AN le queda angosta para sus inocultables aspiraciones. Por cierto, ¿este nombramiento, que excede la función parlamentaria, acarrea o no su desincorporación como diputado, atendiendo a lo pautado en la infame “jurisprudencia Machado”?
   El presidente ordenó al TSJ que emitiera una sentencia con motivo a la decisión del gobierno norteamericano de aplicar medidas, -no contra Venezuela, como burdamente quieren patrioteramente aparentar- lesivas a los intereses de funcionarios venezolanos incursos en delitos contra los derechos humanos, narcotráfico y demás conductas delictuales. La orden impartida no solamente se acató y veremos pronto el bodrio, sino que la presidente de ese genuflexo poder, anunció un periplo de magistrados al exterior para denunciar internacionalmente la soberana decisión del gobierno americano para aplicar medidas dentro de su territorio. Así que estos insignes juristas harán turismo, en su debut como diplomáticos a la carrera, con sus alforjas, digo carteras, repletas de los dólares, producto de viáticos y generosos bonos asignados. Serán el “hazme reír” de los verdaderos juristas de los países visitados, además de los políticos, quienes conocen a plenitud los diversos ámbitos de competencias de los órganos públicos. La titular de la FGR –“quien sí sabe defenderse”- anuncia querella. ¿Quién pagará los honorarios de abogados estadounidenses? del eventual juicio a incoar ante la jurisdicción norteamericana, por sentirse agraviada.
   Por último, constatamos como la sentencia del TSJ de junio de 2014, que otorga patente de corso a los milicos para que continúen actuando en la política partidista, se cumpla a cabalidad. El ex ministro del interior etc., etc., se reincorpora, luego de sus forzadas vacaciones,  al ejército y a sus actividades docentes en la Academia Militar, pero también en la “escuela” de cuadros del PSUV. ¿Debemos imaginar cómo serán esas clases magistrales? Un general de división declara sin rubor que la oposición recibirá una pela en las elecciones parlamentarias. Como el vocabulario, producto de su formación no es muy explícito, debería aclarar que abarca el término. ¿Será quizás una “pela” a punta de bayoneta? En todo caso, ambos, -como muchos otros de su estirpe, violan la CN- son oficiales superiores, para utilizar el léxico castrense, activos y le son vedadas, por mandato constitucional expreso, la actividad partidista. Así vemos como es en realidad el espíritu, propósito y razón de la malhadada sentencia.
   La fábula de los cochinitos y el lobo está en pleno desarrollo. La MUD y demás adoradores en procura de escaños en la AN, deben mirarse en ese opaco espejo.
José Rafael Avendaño Timaury
cheye@cantv.net
CheyeJR

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BEATRIZ DE MAJO, LA TURBIA EXPLOTACIÓN DEL CONTÁN, CHINA HOY, EL ORO AZUL,

Una serie de convenios que involucraban al Coltán fueron firmados entre el sector oficial chino y el venezolano a inicios del año 2012. Por parte de China, actuaba  la más grande  empresa financiera estatal y emporio industrial Citic Group y, como contraparte gubernamental, el Ministerio de petróleo y Minas venezolano. 
Grandes responsabilidades nacionales en el campo minero les fueron otorgadas a los socios asiáticos, así como la participación en muy lucrativos negocios. Los documentos rubricados involucraban distintas actividades en el terreno minero: por un lado  la explotación de un  yacimiento de oro con la reserva aurífera más grande del país -Las Cristinas- y por el otro,  la prospección, exploración y certificación geológica de todas las reservas minerales en Venezuela, lo que involucraba al coltán, bauxita, hierro y fosfato.  Citic y sus empresas asociadas salieron armadas en esa ocasión de la estratégica y valiosa tarea de  levantar el mapa minero de su socio venezolano y la protección de tales reservas.

De todo ello, el negocio más rodeado de secretismo y falta de transparencia hasta la hora actual ha sido el Coltán. Este elemento, conocido también como el “oro azul”, es un mineral raro, una materia prima de muy alto precio por su escasez a escala planetaria. El Gigante de Asia participa  muy intensamente en su cadena de agregación global de valor, desde su extracción y pasando por la  refinación y procesamiento, pero además, resulta ser un actor principal en la industria mundial  que se ocupa de convertirlo en piezas y partes para la fabricación de teléfonos celulares, computadores y otros equipos electrónicos, además de satélites y misiles.
Ocurre que sus virtudes como materia prima son tantas como los escándalos y crímenes que lo rodean. La explotación en  países de África y Central particularmente en el Congo, quien produce el 80% del volumen mundial  de este “oro azul”, se da dentro de un ambiente donde prolifera la depredación ambiental, además de crímenes sangrientos  y secuestro, la explotación sexual, la trata de blancas, explotación infantil,  delitos contra las finanzas estatales y el contrabando, además del oscuro negocio del narcotráfico.
La gravedad de tal situación  ha hecho  que Naciones Unidas haya urgido a los países que importan a este “mineral de conflicto” - como ya se le conoce-,  para refinarlo y lo usan para sus procesos industriales, a exigir una certificación   de que el material no proviene de áreas que son asiento  de tales distorsiones sociales. 
Los chinos han estado presentes a través de sus empresas en esos países y, por lo tanto han sido observadores privilegiados en ese género de explotaciones asociadas con crímenes contra la humanidad y con violaciones de normas ambientales.
En la geografía venezolana  Venezuela, ese tipo de turbias situaciones de explotaciones humanas y de maltratos a  individuos, además de delitos como el contrabando  y presencia de insurgentes guerrilleros de tierras vecinas ya están comenzando a explicitarse, pero siempre bajo el  manto de  desinformación propio del régimen que gobierna al país. No es inapropiado decir que una responsabilidad muy sustantiva ante la sociedad venezolana y ante el mundo tienen, no solo los gobiernos, sino  igualmente las empresas que se dedican a su explotación.
Ojalá que sea posible preservar al país venezolano de los dramas que se han producido en África y que este sector no se convierta, con la participación o con la tolerancia extranjera, en otro foco mundial de delitos y de horrorosos dramas humanos.   
Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@beatrizdemajo 

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HUGO CESAR RENES, DIFERENCIA ENTRE UN ESTADÍSTA Y UN DEMAGOGO.

El ESTADISTA. Cuando EL SABER ES PODER, el conductor político estudia sólo el bien público y busca el buen éxito de su partido sólo como medio de promover los intereses comunes; atrayendo a los mejores, a los más hábiles y más cuerdos de su partido; da aliento al talento y a la capacidad y reprime la ignorancia presumida y el egoísmo; confía en su poder de convencer al pueblo con razones justas; sin más que su esfuerzo intelectual capta la buena voluntad y el apoyo de sus conciudadanos, para hacerle ceder al individualismo egoísta su puesto al bienestar general. UN ESTADISTA es un ciudadano que no tiene intereses que servir, ni agravios que vengar, siendo generalmente dominado por una doble identidad: orgullosamente enamorado de su patria y anheloso por la grandeza de los futuros de su país. En sus propósitos dos cosas lo guían: lo que es posible y lo que conviene al pueblo.

Sostiene que los únicos peligros serios que amenazan la libertad vienen del predominio del monopolio, los privilegios y las mayorías, adhiriendo tenazmente a la convicción de que para su buen éxito es necesario que haya normas fijas de moral, y que ni la autoridad, ni la mayoría, ni la costumbre, pueden ser razón para nada.
Cree que nada queda arreglado si no se arregla justamente, y que no debe permitirse que el temor inspirado por las mayorías ni las amenazas de los poderosos detengan ni por un momento los esfuerzos encaminados a enderezar un agravio o impedir un abuso.
EL DEMAGOGO (un orador revolucionario que aparenta defender los intereses del pueblo formulando promesas que sabe que no puede cumplir, pero que le sirven para conquistar votos o apoyos). Cuando la ignorancia es mas poderosa que el saber, levanta hombres lo suficientemente temerarios o insensatos para intentar cualquier cambio que le sea útil a sus fines, por desacreditado que esté, y suficientemente vanos para atacar cualquier tradición, aún la más justificada y firmemente establecida. Tales hombres fomentan la falsa democracia que por lo general generan perturbaciones e impiden el progreso.
Es este el ámbito ideal para el demagogo o el déspota (productos notorios y ominosos de la perversidad humana de nuestro caduco sistema político). Siempre está bajo el horizonte de donde el bien público puede discernirse.
El buen éxito del partido es su fin supremo, requiriendo generalmente para tal cometido el sumo poder. El buen éxito del partido consiste para él en su propia supremacía. En su “nomenKlatura” (lista de puestos de dirección) suelen coexistir secuaces apocados y obedientes (obsecuentes todos ellos) y/o gente irreflexiva e impulsiva, movida por la pasión ciega y porfiada, cuya conciencia está paralizada por la ambición del poder, el deseo de lucro, y la venganza social.
Su esperanza de triunfar se cifra en la eficacia (“aceitado”) del “mecanismo” político (aparato), en el gasto pródigo de dinero con el cual concreta el sometimiento y la lealtad del beneficiario (cliente político), y en las promesas de cargos públicos que hace.
Los argumentos de un típico demagogo son la exhortación, la coacción, la intimidación y/o la amenaza.
Si triunfa, su primer cuidado es el engrandecimiento y el enriquecimiento de sí mismo y el de su familia y, de ser ello posible, el de sus principales “punteros”.
Si es vencido, se pone inmediatamente en comunicación secreta con su antagonista triunfante, pidiéndole participación suficiente en los despojos para mantenerse, él y los suyos, hasta la próxima contienda política.
En el ejercicio del Poder, echa siempre mano a lo posible sin pensar en lo que conviene, cayendo así en el hábito del oportunismo y las componendas, subordinando los principios al interés.
Toda reconstrucción social o política aviva su apetito y enardece las pasiones de estos desbaratadores de la sociedad, a quienes ningún principio refrena ni ninguna convicción estorba, por cuanto carecen de principios y de convicciones, jugando permanentemente con el fuego de las pasiones humanas y el instinto de violencia de la chusma, que prefiere escuchar los alaridos de su “líder” que en la dulce embriaguez de sus mentiras, parece quererse comer vivo a cuantos se le oponen, que a las pulsaciones rítmicas de su corazón.
Estos demagogos/as suelen en su materializada vanidad desplegar cuanto tienen, para ostentar los relumbrones de los colores de su actual riqueza, poniendo al descubierto lo que tiempo atrás ocultaron discretamente, o no disponían.
Lo posible “come” así a lo que realmente conviene al pueblo, produciendo una demora en la formación de opiniones y una reserva más que prudente en expresarlas.
El/la demagogo/a o el/la déspota NUNCA GUÍAN O DIRIGEN. ARREAN, en un sistema que amedrenta a los débiles, infunde pavor a los tímidos, soborna a los ambiciosos y compra sin ambages al antagonista porfiado que arteramente recurre a ese modo para hacerse útil a ese “seductor” de la democracia (el político argentino suele doblar fácilmente las rodillas para rendirle culto al brillo del dinero).
Si por caso usted piensa que hemos llegado a esta situación, podemos estar seguros de que dentro de muy poco, si los dejamos, sobrevendrá un drástico cambio en nuestras instituciones políticas y sociales que significarán un empeoramiento de la realidad que estamos viviendo. Los abusos de la libertad serán serios e innumerables. Las injusticias nos abrumarán y serán en breve una realidad más que gravosa y desgraciada.
La falta de compromiso (tal vez por fatiga cerebral) ante una SUPUESTA realidad como la expuesta, que a muchos amigos está haciendo modificar el temperamento luchador que supieron tener, no es más que una resignación justificada en injusticias que padecieron, padecen, o temen padecer, situación esta que los va transformando en una insensible brújula incapaz de indicar el norte a los “desorientados”, en momentos en que deberíamos estar todos esforzándonos en traspasarnos y adquirir experiencia para hacer frente a la tormenta que se avecina, que sin la menor duda puedo afirmar que será bastante fuerte.
Tengamos la convicción firme y la idea clara entre la diferencia que hay entre UN ESTADÍSTA y UN GAMONAL O CACIQUE POLÍTICO. Si lo logramos, tendremos entonces la clave de la distinción entre una DEMOCRACIA FALSA Y ESPURIA, de LA VERDADERA DEMOCRACIA como forma permanente de gobierno y organización social.
¿Qué nos queda por hacer que no hicimos?, ¡mucho!!!, tanto como, si pudiéramos, la repetición de la vida... aunque sea lejos del esplendor de la victoria, pero por ahora pidamos al Señor que conceda al pueblo argentino la sabiduría de saber elegir en las próximas elecciones.
En azul y blanco,
Hugo Cesar Renes
hcr1942@yahoo.com.ar
@hcr1942

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ALBERTO JIMÉNEZ URE, LA PREPONDERANCIA DEL «IMPERIO CHINO» EN VENEZUELA

«Los enviados de cualquier imperio nunca ocultan sus rostros, las armas que venden a sus neo-colonizados y las empresas que fundan gracias a su Ocioso Capital: deben ser tratados conforme a la Dignidad de Aventajados»
No me ofusca la presencia de extranjeros en Venezuela. No soy xenófobo, aun cuando admito que sí experimento una irreprochable «déspotafobia» por causa de los tiranos extranjeros que ejercen una letal influencia y dominio sobre quienes gobiernan –ilegítimamente- en nuestro país. Son tan ilegales, repulsivas y denigrantes las explícitas intervenciones de ciertos e insaciables bachacos foráneos como las malandanzas oficialistas de esa misma clase de insectos en funciones de mando en nuestra herida de muerte nación.
Si por gentiliza estuviese obligado a corregir mis calificativos para mejor decir que ninguno de ellos es «bachaco», sino que todos «seres humanos mal portados», entonces diré que los unos dictan a sus discípulos-secuaces-regentes-nativos cómo devastar a una república sin riesgo de enfrentar actos insurreccionales por parte de una población empobrecida pero encabritada que también a punto de ebullición. El malestar entre quienes somos ciudadanos venezolanos es inmenso, cierto, pero no aceptamos propuestas de levantamientos armados contra quienes nos sofocan con desparpajo y cinismo. Primero porque los sentimientos de hermandad nos confieren características únicas en América Latina, y segundo por cuanto las guerras entre paisanos extreman la vileza y corrupción del Ser. Los que oprimen no pelean cuerpo a cuerpo, son cobardes: cómodamente sentados en butacas y gozosos, miran a quienes se matan por nada de importancia real.
Es evidente el hartazgo colectivo por el repetitivo discursito de los idiotas en el poder  (cuya peligrosidad no subestimo) mediante el cual transfieren sus culpas a una de las Potencias del Mundo: la norteamericana. El «Imperio Yanquee», sin embargo, jamás tuvo ni la presencia indiscutible del «Imperio Chino» ni esa de la «Casta Cubana Parasitaria, Mendicante y Militarista» ante la cual ciertos venezolanos presuntos se colocan en decúbito. Presencia investida de «preponderancia» con aprobación de asambleístas que cometen «Traición a la Patria».
Mi infancia transcurrió en Tía Juana, Estado Zulia, en cuyos campos petroleros trabajó mi padre durante cuarenta años (recuerdo a The Creole Petroleum Company, Mene Grande Oil Company, Texaco y Shell of Venezuelan) Fueron empresas transnacionales dirigidas por norteamericanos algunas, ingleses otras y hasta canadienses. Nunca vi retratos de Thomas JEFFERSON, George WASHINGTON, Benjamin FRANKLIN o reyes de Inglaterra en ninguna oficina de las citadas empresas transnacionales, ambulatorios, hospitales, universidades, escuelas, liceos u otras instituciones del país. Pero, en el curso del Siglo XXI, los venezolanos hemos sido sometidos a tener que mirar imágenes de criminales ultimomundistas en organismos públicos (de Ernesto «Che» GUEVARA o Fidel CASTRO RUZ, por ejemplo) Todavía los traidores no han colocado fotografías de Mao TSE TUNG en todas partes, pese al enorme endeudamiento al cual nos sometieron ante el «Imperio Chino»: cuya presencia de mercadería es fortísima. De ellos se rumora que «se comen todo lo que se mueve y hasta lo inanimado pútrido» porque también son carroñeros. Tal vez nunca veremos actos fúnebres de chinos, tal vez sean antropófagos. Pero, no se cruzan con quienes no sean de su raza (al menos en Venezuela) Les gusta demasiado los billetes y sus negocios no son inspeccionados por nadie.
Alberto Jimenez Ure
jimenezure@hotmail.com
@jurescritor

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OCTAVIO LEPAGE, CUIDADO CON UNA HAMBRUNA, HOJA DE RUTA POLÍTICA (No 111)

“Antes me buscaban (los del gobierno) para que con mi gente infiltrara las guarimbas y generara violencia, ahora me persiguen”. Esto dijo (está grabado) el conocido y temido líder del colectivo “5 de Marzo”, Odreman, minutos antes de morir abatido por la policía en esa especie de batalla campal que se dió entre policías, guardias nacionales y colectivos armados en las cercanías del conjunto residencial Manfredin, en Quinta Crespo.
Este tipo de montaje es característico de los regímenes totalitarios (fascistas y comunistas). La historia de la expansión y consolidación del stalinismo a escala mundial es un muestrario espeluznante de cómo utilizar las mentiras deliberadas, calculadas, para obtener beneficios políticos. Hitler no se quedó atrás, ordenó el incendio del Reichtag, le atribuyó la culpa a los socialdemócratas y los exterminó. Además, a través de su ministro Goebbels aportó la doctrina.
En Venezuela, el manejo alocado de la economía ha destruido la producción agropecuaria y manufacturera, lo que nos obliga a importar un elevado porcentaje de lo que consumimos en alimentos, medicinas, etc., etc..
Como es sabido, las importaciones se pagan con dólares, cuya escasez se acentúa con la caída sostenida de los precios del petróleo. La perspectiva inquieta. Gente seria presagia una gran hambruna al estilo de uno de esos países africanos más pobres del mundo.
Esta realidad concreta, inocultable por estar a la vista de todos, Maduro y los civiles y militares que lo sostienen se empeñan en ignorarla, en esconderla, y con ese propósito han inventado el fantasma de la “guerra económica”, la que habría montado y es manipulada por el imperio norteamericano, o mejor dicho, por el vice-presidente Biden, ya que Maduro sostiene que Obama es inocente de la maniobra. Llama la atención que en el campo de la oposición no faltan quienes también cargan la culpa al vice-presidente norteamericano.
Señor Maduro, y sus sostenedores civiles y militares, esa “guerra económica” no existe. Como ha dicho Giordani, nos hemos convertido en el hazmereir de América Latina. El tiempo apremia. Proceda sin tardanza a aplicar las medidas que hacen falta, sin estar pensando en su popularidad. Es tiempo de que actúe, siquiera una vez, como un verdadero patriota. Venezuela lo merece.
Octavio Lepage
olepageb@gmail.com
@Octaviolepage

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ANGELICA MORA LOS CHILENOS TODAVÍA ESTAÑAMOS LAS HERIDAS DE NUESTRAS DIVISIONES. Y AHÍ ESTÁN, PARA RECORDARNOS CÓMO SE PRODUJERON…

En mi Patria, todavía hay divisiones políticas, que comenzaron mucho antes que Chile eligiera a Salvador Allende como Presidente el 3 de noviembre de 1970, pero se exacerbaron en los 3 años de su mandato, que culminó con el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
Desde entonces decimos que nos hemos recobrado, pero sabemos que no es así.
A flor de piel se pueden ver las profundas heridas dejadas por el frustrado intento de imponer el comunismo en Chile, las luchas de grupos de izquierda radicales tratando de imponer la anaquía en el país y las muertes y desapariciones, durante el golpe de estado de los militares.
La mayoría de los chilenos vieron la intervención de las Fuerzas Armadas como algo inevitable y la única salida en ese momento para acabar con el caos. Lo inaceptable fueron los abusos y muertes que se produjeron durante el Golpe.
Muchos de mis compatriotas, con que he conversado estos dias, citan la crisis de Venezuela como el mejor ejemplo de lo que habría sucedido, si seguía el comunismo adentrándose en nuestro territorio. Los chilenos vivimos el mismo caos y la misma falta de lo más esencial como hoy los venezolanos, además de la amenaza de perder los derechos más fundamentales.
Por eso, pensamos, la prosperidad económica de estos años sería una ilusión y la libertad individual una quimera, si el país se hubiera entregado sin luchar al comunismo.
Hoy los chilenos, mediante la libertad ganada con sangre y dolor, podemos discutir abiertamente el pasado y podemos buscar lo mejor para nosotros y las futuras generaciones, en paz y prosperidad.
Y ahí están las heridas, para recordarnos cómo es que se produjeron.
Angelica Mora
angelicamorabeals@yahoo.com
@copihueblanco

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ANGEL LOMBARDI, LA REPÚBLICA IN-CIVIL

Venezuela, con excepción del período 1945-48 y 1958-98 ha sido y es una República militar. El actual régimen, prefigurado en 1992, con el fallido golpe de estado, y encumbrado al gobierno en las elecciones de 1998, no ha sido otra cosa que un gobierno y un régimen militar, lo demás es fraseología y propaganda para camuflar. No hay “V” República ni mucho menos un socialismo del siglo XXI, simplemente lo que tenemos es un gobierno y un régimen militar, tanto por la orientación militarista como por el hecho de que sus principales actores fueron y son militares, secuestrando en la práctica a la institución armada y poniéndola a su servicio.
La frase que se le atribuye a Bolívar de que Venezuela era un cuartel, cobra dramática vigencia en toda nuestra historia de manera determinante. Habiendo nacido la República Civil, la guerra le dio protagonismo al sector militar, protagonismo que han usufructuado hasta nuestros días. A pesar de ello, la sociedad venezolana nunca ha renunciado al origen y al derecho de tener una República Civil que nace en el Ayuntamiento el 19 de abril de 1810 y en la capilla Santa Rosa de la Universidad de Caracas, el 5 de Julio de 1811. En 1936, López Contreras de manera voluntaria y simbólica se quita el uniforme e intenta ser un presidente civil, igual Medina Angarita, pero sólo en 1945 y a pesar de tener un origen golpista, el gobierno del 45 al 48 puede considerarse fundamentalmente civil y con mucha más razón, después del golpe de estado del 23 de Enero del 58, el gobierno que se inaugura en 1959, la etapa más luminosa de nuestra historia política con nueve presidencias civiles y que se interrumpe en 1998 con la elección de un militar que no supo o no pudo ir más allá de una concepción mesiánica, populista y militarista del gobierno.
En la difícil coyuntura actual en realidad el problema principal a nivel político no es tanto ponerle fin a un gobierno sino la posibilidad de desarrollar un gran acuerdo nacional que permita recuperar a plenitud la Constitución y el ejercicio civil de los poderes públicos y de la política y el gobierno en general.
Nadie sabe realmente, dada la gravedad de la situación que estamos viviendo en el orden económico y social, lo que va a pasar en Venezuela, pero lo peor que pudiera sucedernos es repetir los esquemas golpistas del pasado y que el poder armado siga siendo árbitro y protagonista principal. En este sentido la propia Institución armada, debería estar interesada en rescatarse de la contaminación ideológica y la manipulación política y ponerse al servicio de la Constitución y el Estado de Derecho que ayude a la sociedad venezolana a recuperar a plenitud sus posibilidades democráticas y de progreso y convivencia en Democracia. De eso se trata, reconciliar el país y propiciar un diálogo necesario para recuperar las instituciones en función de los intereses de todos y no en representación de un grupo político con pretensiones hegemónicas. El régimen, tanto en su pre-historia como historia, tiene una fuerte influencia política e ideológica de izquierda, y que se reflejó de manera positiva en el proceso Constituyente que terminó en la actual Constitución. Como igualmente en las orientaciones de algunas políticas de fuerte impronta social, pero con el paso del tiempo, el régimen no logró superar todas las miseria y limitaciones del populismo y el militarismo, bordeando de manera peligrosa conductas y políticas de corte neo-fascista y neo-comunistas. Dicho de manera simple, la Constitución se escribió con la izquierda y el gobierno la usó desde el pragmatismo corrupto que es la principal debilidad de nuestros gobernantes de siempre. Un proyecto y un programa político no puede quedarse en buenas intenciones sino en prosperidad para la mayoría y oportunidades y libertad para todos.
Ángel Lombardi
alr.lombardi@gmail.com
@angellombardi


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HUMBERTO SEIJAS PITTALUGA, JUVENTUD, DIVINO TESORO, SESQUIPEDALIA

Rubén Darío toma las palabras del título como un ritornello para quejarse de que la mocedad es algo que se va para no volver pero aun así, “terco, / mi sed de amor no tiene fin; / con el cabello gris, me acerco / a los rosales del jardín”.  
Yo, estas palabras las quiero emplear para reconocer los muchos méritos que han cosechado y siguen cosechando los muchachos de mi patria en esa lucha férrea, prolongada, cívica y ejemplar que han estado desarrollando en su afán de lograr que Venezuela retome las sendas del progreso, de la libertad y de la excelencia.  Los que estamos en la tercera edad, y que tenemos más calva que “cabello gris” del que hablaba el poeta nicaragüense, saludamos sin recelos esas iniciativas frescas, vigorosas, de estos representantes de la actual generación y convocamos a los que los superan en edad pero que no llegan, como nosotros, a la molestam senectutem de la cual habla la canción universitaria para que los acompañen en esas iniciativas, especialmente en las marchas y protestas de calle.  En estos momentos, son esenciales para hacer república y para tratar de lograr la libertad de tantos muchachos injustamente detenidos por reclamar sus derechos.
Me gustó mucho ver, ¡por fin!, a Salvatore Lucchese libre y junto a su familia.  Más me gustó que haya salido anhelante de justicia y no sediento de venganza.  Y mucho más, que sus primeras palabras a la prensa fuesen para decir que no se sentía feliz de estar en la calle; que solo llegará a estar contento cuando todos los estudiantes que son rehenes del régimen sean liberados; que al logro de esa iniciativa va dedicarse en el futuro inmediato.  Se sabe víctima de un atropello judicial, más abyecto por ser cometido por personas que saben de derecho pero que ponen la juridicidad por debajo de las instrucciones nefandas que reciben del régimen.  Porque, digámoslo otra vez: la Sala Constitucional NO tiene capacidades penales; según el Código Penal, un arresto NO puede ser mayor de tres meses; todos los venezolanos sindicados de alguna falta o delito tienen TRES instancias para defenderse de las acusaciones; ni siquiera en tiempos de guerra se acepta los juicios sumarísimos.  Todas esas aberraciones las sufrieron Lucchese, Scarano y Ceballos.  Los “magistrados” (hay que usar comillas al nombrarlos) de esa sala, empezando por la Reina del Botox, saben que abusaron de su poder.  Y creen que podrán hacerlo eternamente.  Pero el poder sempiterno no existe sino en Dios; todos los demás poderes son perecederos; si no, que lo diga el tipo aquel, a quien no dejan descansar.  Llegará el día en el que Venezuela vuelva a ser un país de progreso, un Estado de derecho, donde los mandatarios no sean pichones de hegemón, en el cual las sentencias se apeguen tanto a la letra como al espíritu de las normas y en el que los ciudadanos podamos vivir en paz, sin escaseces, sin esbirros y sin temores.
Por todo eso es por lo que luchan los jóvenes actualmente.  El Día de la Juventud no debe ser más el ridículo y cada vez más esmirriado desfile en La Victoria organizado por el régimen mediante el carreteo de “jóvenes” que no se montan en el autobús sino les garantizan un pago por marchar con una franela roja; debe ser inmensos caudales de muchachos y muchachas rebozando las principales calles y plazas del país, entonando canciones, mostrando pancartas, reclamando el futuro que les corresponde y que este régimen les ha arrebatado.  Son miles los pecados y delitos cometidos por los actuales mandatarios (que se creen mandantes), pero uno de los más graves es haber obligado a emigrar a tantos graduados de tercer y cuarto niveles, que hacen falta en el país, porque no ven porvenir en una tierra en la que más vale el carné del PUS que un título universitario.  Quienes me leen desde antes saben que no los critico.  Me duele que se vayan, pero los entiendo.  Y lo único que les deseo es la mejor suerte, porque el bagaje intelectual, la fortaleza mental y la voluntad para enfrentar al mundo hostil que les espera afuera y lograr triunfar ya lo tienen.  Tanto mérito tienen los que se van con un motivo loable como los que se quedan voceando sus reclamos y exigiendo sus derechos a no seguir apenas sobreviviendo por la incapacidad, la rapacería y la obcecación de unos funcionarios ineptos y no muy legítimos en razón de sus desempeños.  Y, por lo que se rumora acerca de la fecha de la muerte del intergaláctico inmortal, como que ni muy legales serían también.
En estos días, ¡todos los honores y preces para nuestro jóvenes!  ¡A darles todos los apoyos que sirvan para facilitarles su desenvolvimiento como seres pensantes, críticos del actual estado de cosas!  Ellos desfilarán cantando estrofas en criollo que nada han de desmerecer a las del Gaudeamus Igitur que escucharán en el futuro, cuando se gradúen: “Pereat tristitia, / pereant osores. / Pereat diabolus, /quivis antiburschius, / atque irrisores”. (Acabe la tristeza, / acaben los que odian. / Sucumban el diablo, /cualquier otro monstruo, / y quienes nos escarnecen).
Humberto Seijas Pittaluga
hacheseijaspe@gmail.com
@seijaspitt

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LEONARDO FERNANDEZ, LAS COLAS INOCULADAS

Tratar de construir realidades paralelas por medio de la propaganda y el control de la prensa, es típico de los regímenes autoritarios. El problema es cuando la realidad te golpea a la cara, y por más que censuren los medios de comunicación, el pueblo es testigo de ello. Sin embargo, saltan a la palestra en un desmesurado uso de poder y el secuestro de los medios, con explicaciones absurdas como hacer cola por moda. ¿Por moda? ¿A pleno sol y con 40 grados de temperatura?
Decir que las colas son creadas por “hijos de papi y mami”, o asegurar que se trata de consumismo, es demostrar que este Gobierno sin vergüenza desconoce las necesidades del pueblo, el descaro de esta gente no tiene límites.
La narrativa oficial argumenta que los problemas económicos del país se deben a una guerra económica, propiciada por los empresarios (los pocos que quedan) y apoyada por el “imperio”, pero nuestro gobierno, con su “eficiencia de calle” ha venido derrotando a quienes perjudican al pueblo. Pues sí, se están cayendo a piña entre ellos mismos, porque quien dio el primer golpe fue este Gobierno al expropiar empresas básicas y estrangular el aparato productivo con controles de cambiarios y de precios en diversos rubros.
La historia que han tratado de vender a los venezolanos, choca con dos obstáculos, el primero; que la actual crisis es provocada por una guerra económica, algo que carece de sentido ya que el Estado es el principal productor de bienes y servicios. Si es la empresa privada la que está generando la crisis ¿Cómo se explica que no se consiga la leche Los Andes, Aceite Diana, Cemento y Cabillas? Estos productos son producidos por el Estado. Sin embargo la censura a los medios de comunicación dificulta que nuestras denuncias y explicaciones lleguen al pueblo.
El segundo obstáculo; las enormes colas que están a la vista de todos, y a pesar que está prohibido tomar fotos en los supermercados, resulta imposible esconder las colas que cada vez son más grandes. La libertad de expresión  ha sido cercenada a los venezolanos pero aun así, no necesitamos los medios de comunicación para verlas, pues con subir a un carrito basta para toparse con al menos tres colas al día. Entonces ¿Cómo dice el Gobierno está ganando la supuesta Guerra Económica, si las colas persisten?, no tienen más remedio que recurrir a burdos argumentos que no se creen los venezolanos.
Leonardo Fernandez
leocat100@hotmail.com
@leofernandezf

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CARLOS DORADO, ¡VÁMONOS A VENEZUELA!

En muchas ocasiones le pregunté a mis padres si fue una buena idea el haber tomado tan difícil decisión
Mi artículo del domingo pasado titulado: "Vámonos de Venezuela" causó un exagerado número de comentarios en las redes sociales, donde las opiniones fueron encontradas, incluyendo algunas con insultos personales, a pesar de que el relato no era de mi autoría; e inclusive, hubo un lector que escribió:"Buen día Sr., seré breve: usted escribe otro artículo tan malo y mal redactado como ese y le aseguro que escribiré al Editor del periódico para que le impida escribir de nuevo allí o retiro mi suscripción al periódico". Espero que no me impidan seguir escribiendo, ya que dudo que vaya a mejorar mi redacción.
Sin embargo; leyendo los diferentes mensajes, lo que se pudiese concluir, es la fuerte polarización que estamos viviendo como sociedad, y la forma tan intempestiva de reaccionar ante cualquier situación que no coincide con la nuestra.
En primer lugar, si alguien está a favor de la libertad de expresión, eso significa respetar los puntos de vista que no comparte; de lo contrario, él mismo, sería quien ama lo que condena en los demás; y termina reclamándole a éstos lo que precisamente él no tiene.
En segundo lugar, cada persona tiene el derecho y la libertad a decidir lo que piensa y lo que más le conviene, siempre y cuando su decisión no afecte el derecho de otra persona. Pero la libertad también significa responsabilidad; y por eso, muchas personas le tienen tanto miedo. ¡Ser libre, es precisamente dejar de depender de los demás para depender sólo de nosotros mismos!
Un venezolano tiene todo el derecho de irse del país, y seguramente tendrá miles de razones para hacerlo; pero también habrá muchos venezolanos que tendrán miles de razones para quedarse. Pretender ser el juez del que se va o del que se queda, es un papel que a nadie le debería corresponder, y como bien decía mi Padre: "nadie es culpable, cuando se es el propio juez; y siempre es más fácil juzgar a los demás que a uno mismo".
Yo he sido un hijo de emigrantes, y quizás también podría clasificarme como emigrante a pesar de que vine a Venezuela con una corta edad; y nadie tiene que contarme la película, porque yo la he vivido, y en muchas ocasiones le pregunté a mis padres si fue una buena idea el haber tomado la difícil decisión de: ¡Vámonos a Venezuela!
"Carlos, cuando tomamos la decisión sabíamos muy bien lo que nos esperaba. Pero también sabíamos muy bien lo que queríamos, y estábamos firmemente dispuestos a pagar el precio. Fueron muchas noches, mejor dicho; todas las noches llorando en silencio, llorando para uno mismo, fueron muchas lágrimas derramadas, muchos los sacrificios, muchas las humillaciones, y mucho el dolor de separarnos de nuestros seres queridos. Cada día repasaba mentalmente mi pueblo, mis hijos, y añoraba regresar a mi país con los míos", me solía decir mi madre.
Sólo en una ocasión tuve la oportunidad de conocer la respuesta, y fue durante el acto de mi graduación de economista en la Universidad Católica Andrés Bello, donde sentados en la última fila estuvieron llorando durante casi todo el acto. Una vez terminado el mismo, fui a abrazarlos, y los dos continuaban llorando como niños, y en medio de sollozos y fundidos los tres en un largo abrazo, me dijeron: "Carlos, mereció la pena".
En ese momento, a pesar de que no les había hecho la pregunta, estoy seguro de que me estaban dando la respuesta a lo que tantas veces les había preguntado: ¿Fue una buena decisión haber emigrado?
Carlos Dorado
cdoradof@hotmail.com

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NÉSTOR SOLANO CIUDADANOS EXPRESARON SU MALESTAR POR SITUACIÓN DE ESCASEZ EN LA FRONTERA COLOMBO VENEZOLANA

El malestar colectivo por la escasez de alimentos, la falta de producción de la agroindustria y la ganadería, así como la ausencia de repuestos para vehículos, maquinaria, artefactos y equipos, expresaron los venezolanos residentes en la frontera entre Táchira y Norte de Santander, quienes señalaron que esta situación los ha obligado a cerrar las puertas de sus negocios, lo cual multiplica el desempleo.

La situación fue expresada en medio de una asamblea efectuada en la ciudad de Cúcuta (Norte de Santander, Colombia), donde se congregaron numerosos venezolanos que habitan en esa zona, quienes intervinieron en el encuentro para manifestar lo que enfrentan en estos momentos.

En su intervención, el joven dirigente colombiano y profesional del derecho Juan Carlos Capacho, señaló que “la batalla en la frontera es contra la mentira de los presidentes Santos y Maduro, quienes le están arrebatando tres derechos a los ciudadanos de la frontera: el derecho a la vida al no suministrar buen alimento, trabajo, salud y seguridad a todos quienes aquí habitamos; el derecho a la propiedad por la falta de techo propio y la inseguridad para invertir; el derecho a la libertad de opinar, de protestar ante las injusticias y de soñar con un futuro mejor para nosotros y nuestros hijos en especial en mi ciudad de Cúcuta”.

Los nacidos en estas tierras de frontera son los dueños de su propio destino, y que este año electoral “los pueblos de frontera tanto de Colombia como de Venezuela están atravesando una muy grave crisis por la falta de empleo, lo que se traduce en hambre en los hogares más humildes”.

La ciudad de Cúcuta y todo el Norte de Santander, así como el estado Táchira, tienen urgencia de dirigentes con independencia de criterio que le sirvan a sus pueblos y no a un partido político, por eso venimos a proponerle a los venezolanos residentes en Cúcuta, y a los colombianos residentes en Venezuela, que voten el próximo mes de octubre en Colombia y el próximo mes de diciembre en Venezuela, por los candidatos de la oposición democrática en el estado Táchira y en el Norte de Santander, para así impulsar el cambio que reclaman con urgencia nuestras dos naciones hermanas”.

Nestor Solano
solano.nestorep@gmail.com
@SolanoNestorep

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MIGUEL BAHACHILLE M., EL ESCOLAR AGRÍCOLA DE SAMÁN

La bancarrota de la escuela fue advertida hace 15 años cuando el gobierno decidió que desde entonces el niño debía pensar que su encargo escolar no encarnaba crédito alguno para su beneficio personal. Que el Estado vigilaría su formación en función del aporte que pudiera dar a “la revolución”. Hoy el culto a la personalidad en textos escolares diseñados por “teóricos socialistas” tiene el firme designio llevar a la quiebra al “antiguo sistema”. Toda propensión educativa encasillada en un solo principio conlleva su aislamiento y decadencia cultural por estar al servicio de una sola causa. 

Educadores de larga, mediana y hasta de corta data han denunciado la pretensión oficial de instaurar una orientación única (la chavista) en el sistema escolar del país (El Universal, 18-5-2014). Por ejemplo, en los textos de inglés se matizan diálogos entre niños con “Simoncito” para destacar su inclinación socialista o “Cheguevarista”.  También se habla avíos socialistas para garantizar provisiones baratas “al pueblo” como PDVAL, Mercal y supermercados del Estado. Ensayos claramente naufragados como se evidencia en las sabidas colas. Para “el proceso” el segundo idioma es lo de menos.

Samán es el personaje apropiado para para “perfeccionar” el proceso de quiebra del sistema educativo iniciado en el 2000. “Hay que suspender las clases total o parcialmente y sacar la gente a la producción y a cultivar las tierras” (Correo del Orinoco). No es la primera vez que este personaje fulgura con chuscadas tan inauditas. En 2010: “yo si quiero quebrar a La Polar, quitarle la administración a los oligarcas y entregársela a sus empleados y obreros”. ¡Sin comentario! Todo cabe en la mente de Samán.

Para Boko Haram, por cierto de reciente creación (2002) en una localidad de Nigeria (Maiduguri), cuya traducción literal es “libros impuros o lecturas pecaminosas”, carece de relevancia la ciencia cibernética, la informática y toda “distracción” que atente contra la pureza de su “erudición”. En razón de ello las niñas deben educarse en los hogares bajo custodia de sus padres trabajando la tierra, entre otras tareas, para preservar principios superiores. Sirva esta cita no con fines comparativos sino para develar como el absolutismo ideológico perturba la racionalidad y el buen juicio.

¡No señor Samán!, contrario a lo que usted propone, es en la escuela dónde se perfeccionan las técnicas agrícolas para hacer eficiente la  producción no sólo de alimentos sino de todo género elaborado. En la Unión Soviética se importaba trigo del “imperio gringo”, vehículos de España y manufacturas de diversas regiones europeas. Como monoproductor de petróleo y cegado por limitantes ideológicas, “los colectivos rusos” arruinaron, entre otras áreas, los suelos e hicieron ineficiente y corrupto el exiguo sistema productivo y distributivo lo cual, en criterio de muchos, precipitó la  caída de la URSS.

Seguro que Samán, docente universitario con postgrado, sabe que sólo la tecnología genera los cambios para el progreso. La escuela no puede ser una entidad estática y retrograda a merced de los caprichos  “de alguien”; mucho menos con pupitres vacíos. ¡No señor Samán!, devuelvan las 2 millones de hectáreas agrarias confiscadas a sus legítimos dueños así como empresas eficientes como Agroisleña que durante 52 años lideró la formación de verdaderos semilleros agrícolas, para reactivar la agricultura. No es sacando a los niños de las escuelas “para que siembren” como se logra la reactivación. 

Mundialmente se exige a la escuela, por razones del crecimiento demográfico, metas más elevadas en técnicas agrícolas para cada región a fin de perfeccionar la fertilidad de sus tierras. Samán, por el contrario, pretende que los suelos se adecúen a objetivos políticos alejados del progreso y se delegue, entre otros, en escolares algo tan complejo y voluble. El mismo principio, a lo Samán, bien podría considerarse para fabricar escarpines o chorizos. ¡Vaya socialismo!

Miguel Bahachille M.
miguelbmer@gmail.com
@MiguelBM29

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JESÚS ALEXIS GONZÁLEZ, ECONOMÍA EN BS Y $: UNA PUNTUALIZACIÓN.

En variados aportes de opinión, se tiende a incurrir en el sesgo analítico en relación al desenvolvimiento económico venezolano, enfocando y soportando los argumentos mediante cifras estimadas básicamente en bolívares, como si estuviésemos en un contexto de economía cerrada (producto y renta son idénticos) al tiempo de negar  la interdependencia con respecto a las relaciones económicas internacionales ante una utópica  inexistencia del sector externo; cuando en realidad estamos en presencia de una economía abierta. Tal verdad de perogrullo, es abiertamente soslayada por la vocería gubernamental cara a la crisis 2015 (y más) amparándose en una teórica generación segura de ingresos en bolívares para “mostrar” una supuesta fortaleza del sector interno, cuando en realidad las dificultades que se avecinan vendrán por la vía de la insuficiencia en dólares que se traducirá en una marcada volatilidad de nuestra economía, habida cuenta que el dinamismo del mercado doméstico se apuntala desde afuera a través de las importaciones. 
De igual modo, es usual observar que se improvisa en materia de políticas públicas cuando se enfrentan las consecuencias como si fueran las causas induciendo la permanencia del hecho que lo origina; como por ejemplo: causa: ausencia de un modelo económico/ consecuencia: desequilibrio macroeconómico; causa: falta de autonomía del BCV/ consecuencia: emisión de dinero inorgánico para financiar monetariamente el déficit del sector público y de PDVSA; causa: elevada inflación/ consecuencia: sobrevaluación del bolívar, contracción del aparato productivo nacional y de la renta nacional, deterioro del poder adquisitivo de la población, caída de las reservas internacionales y desconfianza sobre la estabilidad monetaria (del 2003 al 2014 se han “fugado” cerca de US$200.000 millones):
Dado que el gasto público ejerce la función  de “correa de transmisión” de los ingresos petroleros al resto de la economía, resulta pertinente recordar (en atención a nuestra escurridiza memoria) cual ha sido el comportamiento histórico del tipo de cambio (TC); es decir el número de bolívares que debemos entregar para obtener un dólar. Veamos: en el año 1929 la paridad estaba fijada en 1BS/$ la cual se mantuvo por 12 años hasta 1941, momento cuando se fija en términos de su contenido en oro (0.290323 gramos) en relación al contenido del dólar estadounidense (0.889 gramos) para una nueva paridad de 3,06Bs/$, siendo que el TC para la venta al público se fijó en 3,35Bs/$ que permaneció inalterable por 20 años hasta su devaluación en el año 1961 oportunidad en la que se situó en 4,30Bs/$ manteniéndose por 23 años y su variación se materializa con la devaluación en febrero de 1984 para ubicarla en 7,50Bs/$; es de resaltar que en 43 años (1941-1984) la paridad aumento apenas en un 99,7% (menos de una vez).En los cuatro siguientes periodos presidenciales, la TC varió desde 38,63Bs/$ pasando por 87,60 por 89,90  hasta 111,48Bs/$ a finales de 1988, reflejando una variación de 188,6% en dicho lapso y de un 2.492,5% con respecto a 1961 (más de 24 veces) es decir durante los 40 años (1958-1998) del espacio democrático; variación que ha debido entenderse como una intermitencia clara sobre la gestación en los últimos 10 años de un deterioro económico. A partir del inicio (electoral) del proceso revolucionario en 1999, y luego de instaurarse en febrero de 2003 un control de cambio ( ¿intenciones soterradas?) se fija un TC de 1.600,0Bs/$ dando inicio a una sucesión de devaluaciones que en 2004 varió la TC hasta 1.920,00Bs/$ y luego en 2005 se ubicó en 2.150,0Bs/$ para nuevamente devaluar en 2010 hasta 2.600,0Bs/$ (2,60BF) destinado a sectores prioritarios y a 4.300,0Bs/$ (4,30BF) para el resto; incorporando en junio 2010 el Sitme a 5.300,0 Bs/$ (5,30BF) dirigido a importaciones no prioritarias, esquema que se unifica en diciembre 2010 en 4.300,0Bs/$ (4,30BF) hasta la eliminación del Sitme en febrero 2013 cuando se fija una TC de 6.300,0Bs/$ (6,30BF) posteriormente complementada con la creación del Sicad I en marzo 2013 que “funcionò” bajo una supuesta subasta que situó la paridad en unos 12.000,0Bs/$ (12,0BF), para luego añadir en febrero 2014 el Sicad II (“para torcerle el pescuezo al paralelo”) con una TC fluctuante promedio de 50.000,0Bs/$ (50,0BF). Tal sistema de cambio fijo con 3 TC más el paralelo, totalmente disfuncional y proclive a situaciones indeseables fue recientemente (21/01/2015) “modificado” dejando igualmente 3 TC: 6.300,0Bs/$ (6,30BF)  para alimentos y medicinas, y otras 2 TC pendientes por definir (¡!); con lo cual se perfecciona una variación revolucionaria de la TC en el periodo 1999-2015 (16 años) de 5.551,2% (base 6.300,0Bs/$) más de 55 veces;  de 10.664,3% (base 12.000,0Bs/$) más de 100 veces; y un 44.751,1% (base 50.000,0Bs/$) ¡más de 400 veces!.
En fin, al continuar Venezuela en la situación de enclave económico petrolero habida cuenta de no haberse generado una vocación exportadora no petrolera como condición motora para el crecimiento y desarrollo ha obligado a los Gobiernos, en aras de “mostrar” una aparente “estabilidad” de nuestra economía (y perpetuar la fantasía populista), a mantener sobrevaluada la paridad del bolívar frente al dólar (mayormente en los últimos 12 años) al extremo de estrangular el aparato productivo nacional (de 1998-2014 las importaciones aumentaron en un 259,9%); o lo que es lo mismo, la “política” cambiaria ha contribuido a la dolarización de la economía en conjunto con una inestabilidad tanto del sector externo como del interno, que erróneamente pretenden revertir con controles, ocupaciones, expropiaciones, sanciones y encarcelamientos volviendo a equivocarse (¿ideológicamente intencional?) en relación a la causa que origina el actual drama económico.
Jesús Alexis González
Jagp611@gmail.com     
@jesusalexis2020

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