Llegó Hugo Chávez y en el 2009 ya contábamos 16.047 homicidios. Cuatro veces más hijos, madres, padres, niños, adultos, mujeres y hombres venezolanos, muertos. El nivel de criminalidad en Venezuela es 10 veces superior al de México y, ese país norteamericano, está en la fase más dura de la guerra contra el narcotráfico.
Nos han mentido, nos han descuidado, nos han abandonado a todos y nos han lanzado cual presas a las jaulas de los leones de los criminales, para que acaben con nosotros. Les han permitido hacer a sus anchas y ganar terreno.
Si usted transita por Caracas de noche, observará que en las últimas semanas han desplegado patrullas de la Policía Nacional Bolivariana en diversos sectores. Uno las ve y siente cierto respiro, pero después algo de incertidumbre y duda. ¿Serán buenos, o serán malos? Pero te queda el alivio de pensar que quizás los delincuentes tengan la misma suspicacia y eso los frene un poco a la hora de actuar.
El caso es que ante tanta indefensión y después de tantos años de pánico y terror, uno ve la "coctelera" y prefiere optar por sentirte resguardado. Y ahí vienen todos los cuestionamientos de rigor: ¿ Cuánto le durará la fiebre al nuevo Ministro de Interior y Justicia? ¿Este patrullaje se verá por un mes o será una política de Estado seria y consecuente? ¿Por qué la prevención y la vigilancia no ha sido una prioridad desde hace 14 años? ¿Cuántos delitos se pudieron evitar si se hubiera tomado con la preocupación que ameritaba el crecimiento indetenible de bandas y crueles crímenes en la última década? Y lo más triste aún: si saben que este es el comienzo de un plan para velar por nuestras vidas ¿por qué dejaron morir a tantos venezolanos?
Quise recopilar en este artículo el testimonio de cuatro expertos en seguridad. Entender cómo operan los delincuentes, los nuevos procedimientos que están aplicando. La intención es alertar una vez más a los cuerpos de seguridad. Pero mientras ellos reaccionan, deseo que usted tenga también algunos consejos y empiece a cuidarse a sí mismo.
Datos de mi diálogo con Eliseo Guzmán, director de la Policía del estado Miranda:
Uno de los casos más recientes y que recuerda el comisario Eliseo Guzmán es el de un atraco en un cajero automático en San Pedro. Un grupo de delincuentes con fusiles de guerra querían llevarse el aparato, desmontarlo de su lugar de origen.
La policía de Miranda se acercó al lugar y uno de los funcionarios recibió un disparo en el pecho que le cegó la vida al instante. Su compañero descargó toda su arma hasta que logró poner en fuga a los delincuentes.
Cuenta también que hace poco una mujer de la Marina, a quien dispusieron para patrullar en tierra esa jornada, se enfrentó a unos malandros, quienes la hirieron en una pierna, pero ella logró poner a correr a los delincuentes, aún cuando disponían de armamento más poderoso.
Esa es la tragedia de las policías regionales y locales que están bajo el comando de líderes opositores. Ellos se pueden defender con una simple "Glock" ( familia de pistolas semi-automáticas diseñadas y fabricadas por la compañía austríaca Glock GmbH) mientras que los atacantes someten a los ciudadanos y a ellos mismos con armas de gran poder, con armas largas. Es una desventaja tremenda.
Sabemos que el crimen se ha multiplicado pero nadie es capaz de determinar ni porcentajes ni cifras, principalmente porque en este país no existe la cultura de la denuncia y segundo, porque como testifica el comisario Guzmán, el secuestro es un delito tan perverso que obliga a las familias de las víctimas a ponerse del lado de los victimarios y no de la policía, para supuestamente proteger a sus deudos.
Hace poco encontraron en Higuerote el cadáver maniatado de un jovencito de 26 años. Su familia cree que dos mujeres lo citaron por Facebook para verse en Guarenas y que después lo secuestraron.
La zona centro norte costera es donde está concentrada la mayor cantidad de habitantes del país. Sumado esto al desempleo, poca preparación intelectual, académica y sobre todo espiritual, las circunstancias atraen a la población más joven a la cultura del irrespeto a la vida de los demás y al mundo de la obtención de recursos por la rápida y cruel vía de la violencia.
En un centro de coordinación policial en Miranda, en las Brisas, fueron atacados con armamento militar ¿Quién tiene granadas? Sólo los militares, no los policías. El comisario se lamenta y dice que esa es la incoherencia de las políticas de este Gobierno: desarma a los ciudadanos y a las policías, en lugar de despojar a los delincuentes de sus herramientas para generar amedrentamiento y cometer sus fechorías.
Lo que muchos no recuerdan es que las policías regionales y municipales son cuerpos preventivos. La idea es que el Gobierno les de suficientes recursos para aumentar el número de efectivos en cada calle, en cada rincón del país, para las labores de vigilancia y de disuasión de los criminales.
Cuando el asesinato ya se perpetró, los policías regionales sólo tienen competencia para vigilar el lugar y esperar al CICPC para las investigaciones que corresponden.
La policía de Miranda ha decidido elaborar un mapa con las zonas de mayor cantidad de incidentes y allí es donde fortalecen la vigilancia, pero no pueden hacer más. Dos de las zonas que más les preocupan ahora son: los Valles del Tuy y Río Chico, pero ¿hay en Venezuela alguna zona que no sea "roja" en este momento?
La recomendación del comisario Guzmán es que se cuide usted mismo, que tenga consciencia de adónde va y bajo qué condiciones lo hace. La mayor ocurrencia de delitos se da a partir de los jueves a las 9:00 pm y hasta la madrugada del lunes. Los picos de inseguridad están entre las 4:00 pm y las 3:00 am.
Hay tantos "modus operandi" como tipos de delito en Venezuela. Son incontables y los antisociales se dedican a reinventarse y ser cada vez más creativos. Aunque quizás eso ni siquiera importe, es probable que ya ni les haga falta tanto esfuerzo. Tiene prácticamente cancha libre.
Policías, ciudadanos y autoridades saben las estrategias, los carros que usan, las horas en las que se mueven y aún así se incrementan los casos. Sin embargo, hay ciertos patrones que vale la pena recordar, ponga atención:
- Los secuestradores "express" salen entre 4:00 pm y 7:00 pm, se mueven en camionetas o carros del año. Últimamente se concentran en centros comerciales; atacan a la gente en los estacionamientos; se fijan en la forma en que usted se viste, la cantidad de compras que ha hecho. En función de eso, lo secuestran y piden dinero a sus familiares en una operación que intentan sea muy rápida para que usted no sea el único botín del día y, porque generalmente no tienen la preparación logística para retenerlo por mucho tiempo.
- Hay otro tipo de secuestros que se vincula con las redes sociales como el del caso del muchacho que encontraron en Higuerote. Lamentablemente la familia no tenía el dinero y lo mataron.
- También están las extorsiones que se hacen desde la cárcel. Se meten en su Facebook, Twitter y allí obtienen sus datos de ¿Quién es? ¿Qué hace? Si viaja o no. Lo llaman y le dan una relación de sus posibles debilidades, movimientos, familia, con tanto detalle, que usted accede inmediatamente a sus peticiones.
-Si paga la primera vez, quizás sea la primera de muchas, porque lo seguirán llamando. Generalmente la gente se asusta mucho. Puede llegar a cancelar tres o cuatro pagos hasta que se envalentona y denuncia. Busca la manera de salir de esa coacción.
-La policía tiene una lista de teléfonos que sabe que son de personas que están en las cárceles. La recomendación del comisarios es tener mucho cuidado con la información que se publica en las redes sociales.
-No de demasiados detalles de lo que tiene o de lo que no. No le cuente sus planes a extraños. No exhiba sus logros materiales, menos en un portal en donde no hay control de los testigos. Si va a vender un vehículo, no ponga su número real, cómprese un teléfono barato que utilice sólo para esa transacción y después deséchelo. Si no, a partir de ahí, averiguarán todo lo que puedan de usted hasta construir su perfil económico y saber si es un buen candidato para sus objetivos.
Todo esto le parecerá una locura y no sé qué hará usted, pero yo haré caso a cada una de estas recomendaciones mientras el único guardián confiable para los venezolanos sea Dios.
Una amiga me dijo una vez que ella no salía con su cartera real a la calle, preparó una de contingencia con lo estrictamente necesario y con un teléfono "chimbo" y así va en su carro y a la calle.
El Director de Polimiranda cuenta que hace poco sus colegas del Zulia recibieron una alerta sobre unos sospechosos y, dos funcionarios, se acercaron en bicicletas. Fueron asesinados y los criminales se "refugiaron" en la cárcel del Marite. ¡Es en serio! ¡Se autoencarcelaron pues! Saben que allí nadie los toca. Uno de los delincuentes era hermano del pran de la cárcel de Marite y ese territorio es de él, la policía o la guardia no tiene autoridad ¡Así mismo como lo lee!
La verdad es que es inevitable llegar a conclusiones escalofriantes. A veces uno piensa: ¿será que al gobierno le interesa mantener los índices de inseguridad porque así nos ocupamos de sobrevivir y no de producir, crear, crecer y vivir? Nos condenan a manejarnos en este toque de queda obligado por la criminalidad. ¿O será que la ineficiencia y desconocimiento de la materia imperan en esta gestión? ¿Alguien se están lucrando con todo esto? ¿Todas las anteriores?
A raíz de la protesta de taxistas en el municipio el Hatillo de Caracas, quise conversar con un joven siempre preocupado y activo en cada eventualidad del sector y escuchar su punto de vista, Eduardo Battistini, concejal del Hatillo.
Me contó que hace dos semanas la línea de taxis de la Lagunita-el Hatillo, recibió una solicitud de "carrera" a las 4am. Relatan sus compañeros que cuando el trabajador llegó a recoger a los clientes, le parecieron tan sospechosos que no los quiso subir al vehículo. Comenzó un forcejeo y, los usuarios, golpearon repetidas veces en la cabeza al taxista con el extintor de su carro hasta dejarlo inconsciente en el piso. Lo abandonaron ahí y se llevaron su unidad. El taxista no aguantó los daños en su cráneo y falleció esa misma noche.
Lo más insólito es que cuando se confirmaba su muerte, un compañero de la misma línea fue interceptado por dos camionetas 4Runner ( camionetas y modus operandi que se ha denunciado varias veces a la policía por estar involucradas en varios secuestros ), lo siguieron y amedrentaron, pero el taxista se negaba a detenerse. Comenzaron a disparar hasta que cedió y se bajo del carro.
El interés de los ladrones, seguramente, era tomar ese vehículo para cometer otros hechos delictivos. En los secuestros express también ocurre así, generalmente no se recuperan los carros el mismo día, porque los delincuentes le sacan más provecho y los usan de camuflaje.
El famoso video del secuestro que rodó este último mes en las redes sociales y que aconteció en la Urbanización Los Naranjos, tiene las mismas características de lo que ha sucedido repetidas veces en el Municipio. Pero este tuvo la particularidad de que la camioneta que actuó en el delitos era diferente. Era una Jeep Cherokee.
Sin embargo, la estrategia es exacta: un grupo comando de entre cuatro y cinco personas con AK47 (fusil de asalto liviano), sacan a la víctima de su vehículo, la montan en el que ellos conducen y se llevan ambos carros.
Generalmente hay una segunda camioneta que les marca el camino y "les canta la zona". Hay una modalidad que se ha estado aplicando también y se llama: "El carrusel del dinero, el carrusel del secuestro". Son secuestros múltiples. Consiste en capturar a cuatro o cinco personas la misma noche.
Hay ocasiones en las que una de las familias paga un rescate tan alto que el resto de los rehenes también es liberado. Lo que sucedió en la calle Este 3 de Los Naranjos ( por cierto después de la alcabala que se supone se coloca para aislar esa zona ) es lo que infinidad de veces se ha advertido a la policía y que se registra de igual manera en zonas como: Alto Hatillo, Avenida Principal de la Lagunita, todo el Sector de Oripoto, La Paují, entre otras.
Generalmente allí los secuestros ocurren entre 9:00 pm y 12pm. El secuestro de Los Naranjos llama la atención porque fue más temprano y se cree que venían "cazando" a la víctima desde otro punto. Normalmente, si van por ti, te lanzan la camioneta hasta lograr que te detengas. Normalmente los delincuentes se comunican de camioneta a camioneta por sistema de radio.
Estos comandos dan la sospecha de estar posiblemente integrados también por policías o ex funcionarios. Muy raras veces tienen un desenlace fatal para la víctima, porque lo que más les interesa, es obtener el dinero rápidamente. Actúan casi siempre en la noche, porque no hay tráfico y es más fácil utilizar las vías de escape.
La mayor recurrencia es en Alto Hatillo y Oripoto porque tienes salida hacia Hoyo de la Puerta o la Guairita, Macaracuay y Petare.
El concejal Battisini cuenta que durante las dos semanas que la Guardia Nacional permaneció en el Municipio, bajó considerablemente la recurrencia de los delitos. Eso fue a mitad de este año. Es evidente que están en mejores condiciones de frenar a bandas delictivas con armamento de guerra, mientras que la policía sólo dispone de armas cortas.
Y contrario a lo que muchos puedan pensar, Battisini replica que este no es un tema de ricos y que los pobres pueden sentirse a salvo. Nos cuenta que los muertos en El Hatillo los ponen en su mayoría los taxistas,los transportistas y la gente de El Calvario.
Está también el gran obstáculo de que el Gobierno no baja a tiempo los recursos para que los municipios logren dotar debidamente a sus policías y sólo aparecen cuando estallan crisis como la de los taxistas de El Hatillo. Ahí sí convocan a todos los medios y tratan de lucir como los héroes salvadores. Después que mantienen a las autoridades locales suplicándoles durante años que aporten dinero para proteger a sus ciudadanos.
La información que había reunido hasta este punto en el artículo no me parecía suficiente, así que decidí llamar también a Odalis Caldera, Secretaria de Seguridad y Orden Público del estado Zulia.
Lo primero que me detalló fue el caso de los dos Polimaracaibo asesinados recientemente. Ellos cubrían un circuito en una zona de clase media alta para el que se había activado el patrullaje en moto. Llegaron dos hombres a una residencia disfrazados como trabajadores de una operadora de cable. La familia informó inmediatamente a la policía de las sospechas que les generaban los sujetos y, se presentaron estos funcionarios.
Los delincuentes los sorprendieron y les dispararon por la espalda, provocándoles la muerte. Lo terrible es que unos meses atrás, la policía del estado Zulia había detenido a un sujeto con muchos antecedentes penales y los Tribunales decidieron liberarlo. Ese mismo hombre fue uno de los actores del intento de robo a la residencia y quien mató a estos dos funcionarios.
En cuanto a los secuestros, insisten que en el Zulia el procedimiento es similar al de otros estados. Los delincuentes llegan con el rostro cubierto y subametralladoras. Este año han logrado algunos rescates en los que la víctima resulta ilesa y abatidos los miembros de las bandas.
Antes, a los secuestrados los trasladaban a Colombia, pero últimamente han notado que los refugian en la Sierra de Perijá y con más frecuencia, en zonas urbanas.
A la comisario le alarma que la mayoría de los habitantes de este país se movilice por las calles como si a ellos nunca les fuera a pasar nada. Siempre insiste en que no sigan la misma rutina, no salgan a la misma hora o en los mismos carros.
No comprende los casos en los que han rescatado a personas de una situación muy compleja, en la pudieron morir y, después se enteran que volvió a su rutina diaria y pareciera haber olvidado la dura experiencia que vivió y todos los consejos que recibió. La rutina es la mejor aliada del delincuente y, la suya, despistarlo. Esta policía le repite que no utilice las redes sociales para exhibir sus logros, las cosas que compró, los carros que adquirió o las mil vueltas que le ha dado al mundo.
Ella refuerza la importancia de la denuncia. Lo invita a llamar a los cuerpos de seguridad si observa algo extraño en su comunidad, en su calle, en su barrio, en su urbanización. Podría salvar la vida de un vecino o frustrar un delito.
Como dice Odalis Caldera: ¿Que no era nada? ¿Era sólo una pareja de novios besándose? No importa, llegó la policía y los delincuentes saben que están alerta y que ese sector está vigilado y los vecinos activos.
En Maracaibo han logrado detener a más de 2000 personas en flagrancia y han liberado a familias completas, mientras los delincuentes extraían las cosas del hogar y así, muchos casos más. O han detenido a delincuentes dentro de un carro, armados y listos para cometer un crimen y, gracias a la llamada de un vecino, no lo concretaron. La denuncia es gratis y anónima al 171. ¡No dude, llame!.
Caldera admite que después del año 2010 la relación con el Gobierno en materia de seguridad mejoró. Ellos sí han logrado sentarse en la misma mesa y creen que ha habido resultados y se ha trabajado articuladamente. Sin embargo, el 2012 ha sido muy irregular: retrasos en la entrega de patrullas, por ejemplo. Esperan recibirlas para un día tan importante como el de La Chinita.
Todavía están a la expectativa de que los convoquen a la primera reunión en el marco del plan "A Toda Vida Venezuela". Lo único que desean es empezar a trabajar en conjunto en lo inmediato y seguir cuidando a los zulianos.
Hay un modelo de violencia nuevo en este país desde hace unos pocos años y que involucra a niños de entre 8 y 11 años en el mundo delictivo. Prácticamente los crían para matar. Debemos regresar a esa sociedad en la que la educación era lo fundamental en cuanto a esfuerzos políticos y económicos y, ver crecer a pequeños quienes sueñen con ser médicos, abogados, maestros, bomberos y no asesinos.
Al igual que en el resto de Venezuela, las personas de menos recursos son quienes más sufren las consecuencias de la violencia. Hay muertos en las urbanizaciones, pero muchos más en los barrios, en barrios de muy bajos recursos.
Se dan enfrentamientos entre bandas, ajustes de cuentas y liberación de cadáveres que han sido ajusticiados. En los barrios se cuentan muchas personas quienes se resisten al robo y resultan fallecidas o, una mujer que dejó al novio o marido y recibe el peso de la venganza junto a su nueva pareja.
Vecinos quienes se niegan a custodiar o esconder los objetos que otros roban y son asesinados por ese motivo. La gente honesta de los barrios es la que más padece. Hay historias terribles como la de una banda en Maracaibo que llegaba a las casas humildes y le exigía al hombre de ese hogar, con una pistola en la cabeza: usted no duerme aquí hoy, aquí me quedo yo y me deja a su mujer. Abusaban y violaban a familias completas.
Jesús Alberto Berro, director de la Policía del Táchira, también accedió a aportar datos para esta columna y nos habló del caso de María Teresa Moreno Rojas. Una dama de la Policía del Táchira quien tenía la responsabilidad de custodiar uno de los recintos policiales. Ella fue salvajemente asesinada a tiros y rematada con una granada fragmentaria que destruyó también esa sede. Eso ocurrió a las 9:00am.
La crueldad de ese delito dejó consternados a los policías. Cuatro sujetos con armas automáticas la impactan en el cráneo sin mediar palabra. Falleció al llegar al centro asistencial. La funcionaria Moreno se acababa de reintegrar a sus labores luego de dar a luz a una niña.
Pudo haber sido revanchismo o retaliación, porque era una zona de pugnacidad y rivalidad de bandas delictiva y ella tenía en la mira a muchos de esos delincuentes. Otra de las hipótesis que se maneja es que María Moreno fue la mártir de un acto de iniciación de quien pretendía demostrar fuerza y arrojo para ser aceptado en un grupo delincuencial. Es como una prueba de reto y necesitas conquistar un "trofeo" para ser miembro.
El Director explica que antes la modalidad más frecuente era la del hurto; se llevaban el vehículo en ausencia del propietario y punto. Ahora a los delincuentes les da flojera eso de estar abriendo carros y adivinando alarmas y prefieren interceptar a las víctimas, someterlas y llevarse sus pertenencias. Se les hace más fácil y, como no hay sentimentalismos, si se resisten mucho, sin pensarlo les dan un tiro y se acabó.
El Táchira tiene además la desventaja de estar cerca de la guerrilla y los paramilitares. Tienen que enfrentar secuestros, homicidios, sicariatos. El municipio Torbes, una zona muy pobre y que surgió a raíz de invasiones, es tan peligrosa que los policías le llaman el fortín. Allí se encuentra de todo: granadas, armas largas y automáticas. Lo único que les falta es un tanque.
La relación víctimas-victimarios son de la clase D y E, de bajos estratos. La gente pobre es la más atacada por el crimen en nuestro país. Esa es la realidad. Ojalá sólo se tratara de mitos y leyendas, pero no es así. A diferencia del Zulia, el director de Politáchira asegura con tristeza que el Gobierno los mantiene en un total "apartheid". Sólo logran reunirse con policías regionales y locales pero, con el gobierno central y sus fuerzas de seguridad, en lo absoluto. Tiene un vago recuerdo de la última reunión, hace dos años y medio.
Después de lo antes expuesto ¿Cuáles son las principales recomendaciones de estos versados para sobrevivir en este país?:
- Siempre esté atento a su alrededor. Fíjese si lo siguen. No ande a tres kilómetros por hora paseando en las calles. Eso es como si tuviera un letrero de neón en su carro diciendo: ¡Secuéstrenme por favor!
-Normalmente los malandros recorren varias veces las avenidas y calles buscando a la víctima más distraida. Si se quiere despedir con más detenimiento de su novia, esposo, amigos o de la familia, o si llegó al lugar y le faltó algo por decir, NO se quede dentro del carro en la calle ni hablando ni besándose ni maquillándose ni esperando por alguien. Entre al estacionamiento y quédese viendo fijamente la reja hasta que se cierre. Eso debe hacerlo cuando entre y cuando salga.
-Asegúrese de que la persona a quien va a buscar baje hasta el sótano y allí se monte en su carro, no la monte en la calle. Lo mejor es que abran el estacionamiento.
-Así de crudo: De noche no crea en nada ni en nadie, no se detenga demasiado en los semáforos y desconfíe hasta de su mamá. Maneje rápido, no se frene ni deje de ver a los lados hasta que esté encerrado en sitio seguro. Que el carro no sea espacio para desconcentrarse o abtraerse de su entorno. Que sus ojos, oídos y cabeza estén en la calle, vehículos y gente alrededor.
-Cuando llegue a su residencia de una vuelta de inspección y después entre. Sólo cuando esté seguro de que todo está despejado. A veces en la madrugada uno ve a las personas en plena calle metiendo maletas o peroles en sus carros y en taxis y provoca gritarles que se resguarden.
¡Yo no sé ustedes, pero yo lo que estoy es chorreada! Y lamento contagiarles el miedo, pero mientras no se tomen serias medidas para detener esta ola de violencia y delitos, usted cuenta sólo consigo mismo, con sus habilidades, su inteligencia, su prudencia y la responsabilidad con la que asuma el resguardo de su vida y la de los suyos.
Les juro que el 7 de octubre lo que menos me preocupaba era Hugo Chávez o su gente. Lo que me dio terror es vivir seis años más de pánico, de esta desdicha de sentirnos presos, amenazados y próximas posibles víctimas, todos los días de nuestra vida.
Contra las expropiaciones, abusos de poder, injusticias, trampas, insultos, uno lucha como sea, como lo hemos hecho y juntos encontraremos sin rendirnos nuevas maneras de decirle NO a estos atropellos y liberarnos de ellos. Pero les confieso que contra los delincuentes no tengo ningún plan si no tratar de esquivar su radio de acción y pedirle a Dios que nos haga invisibles y nos envuelva en un círculo de protección frente a ellos.
Quienes han sido víctimas siempre desean que otros no lo vivan. Es fundamental que reflexionemos y estemos siempre con ojo avizor. Muchos cercanos son un poco más radicales, o no, ya no sé, pero prácticamente evitan salir a sitios nocturnos y prefieren las reuniones en casa. Esa fue su decisión, muy personal, pero que de cierta manera les evita más sobresaltos de los necesarios.
Esta servidora, como seguramente muchos de ustedes, nació en parroquia. Nací en la Pastora. Nunca he sabido lo que es crecer con la vida ya resuelta. Como muchos venezolanos tuve que estudiar y prepararme para surgir por mis propios medios. Por eso sé lo que significa que a muchos venezolanos trabajadores y nobles les arrebaten lo poco por lo que han bregado toda una vida o, que le peguen un tiro en la cabeza al hijo menor de una familia trabajadora que conoces, sólo para robarle el carro.
O que la señora que te ayuda con la limpieza no pueda cumplirte porque en su barrio se cae a tiros una banda de delincuentes y le da miedo abrir la puerta y salir. Siempre veo a mi alrededor a gente de valía incalculable. A venezolanos hacendosos, infatigables y correctos.
Dicen que lo peor que hacen "los malos" es obligarnos a dudar de "los buenos". Estoy convencida de que este pueblo es bueno en su mayoría. Nos nos resignemos nunca a vivir así. Digamos finalmente, !Basta!
Como decía Bertolt Brecht:
Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero quienes luchan toda la vida: ¡Esos son los imprescindibles!.