Los movimientos del presidente Maduro parecen
seguir los pasos de un esquema sacado de juegos de guerra, de esos que se
llevan a cabo en cuartos oscuros, rodeados de computadoras y pantallas
colocadas en las paredes, con proyecciones satelitales sobre el terreno
geográfico donde se quieren llevar a cabo los acontecimientos. Las proyecciones
del terreno son en tiempo real, gracias a los satélites que compró Venezuela a
la China, con la excusa de llevar telefonía y enseñanza a distancia. Una cuarta
parte del satélite era para uso comercial, el resto seguramente para uso
militar con lentes de gran potencia, que permitiría vigilar los movimientos de
los elementos enemigos del Estado. Lo importante de estos Juegos de Guerra, es
la simulación y conclusiones que se obtienen sobre su incidencia en escenarios
y conflictos.
El mapa de Colombia aparece entre dos tenazas
rojas, una que recorre desde castillete en la Guajira hasta la frontera del
Arauca y la Vichada. La otra tenaza esta en la frontera con Ecuador en los
departamentos del Putumayo y Nariño, zonas de descanso del comandante Raúl
Reyes, donde tenía sus zonas de aprovisionamiento.
La pregunta que todo el mundo se hace es si
los decretos de Maduro son solo aspavientos ante una encrucijada electoral, o
se trata de algo más a fondo como derribar el gobierno de Colombia,
aprovechando la bajísima estima que tiene el presidente Santos en las
encuestas.
Las pantallas en el cuarto oscuro reflejan
con precisión los movimientos de tropas de la FARC fuertemente apertrechadas y
digitalmente identificadas sobre la frontera permeable que abarca los
departamentos del Arauca en Colombia y los estados Barinas y Apure en
Venezuela.
Los juegos de guerra se efectúan entre dos
bandos, cada uno representando un país y utilizando todos los recursos a la
mano.
Durante la ejecución de los juegos detectaron
la existencia de zonas adversas al movimiento libre de las tropas, por la
existencia de bolsones fuertemente contrarios al régimen y además, la
existencia de nacionales oriundos del país enemigo.
Los primeros preparativos según el plan,
consistían por supuesto en limpiar las zonas fronterizas del Zulia y el
Táchira, donde debían aposentarse las primeras tropas. Para ello era necesario
señalar con una D los centros de elementos no deseables a la revolución
bolivariana y con una R los sitios sujetos a revisión. Para realizar estas
labores era necesario aislar estas zonas y declararlas estados de excepción,
donde no rigen leyes ni derechos humanos. Vivir en una zona declarada “estado
de excepción” es como vivir en una zona de pre-guerra a merced de la tropa de
ocupación.
Por supuesto que todo este complicado
andamiaje militar debe estar en consonancia con el viejo precepto de que la
guerra es simplemente la forma superior de hacer política.
El objetivo de todos estos movimientos
consiste en defender la “revolución bolivariana” en su hora más difícil. El
imperio -según ellos - la ataca inmisericordemente porque “ordenaron” bajar los
precios del petróleo, con lo cual no solo afecta la idea redentora de la
“revolución del siglo” sino también a los aliados como Rusia, que también
depende del petróleo y a los chinos porque bajan las exportaciones.
Adicionalmente, de acuerdo con los análisis
del cuarto oscuro donde se llevan a cabo estas elucubraciones, cuyas
conclusiones no son muy sabias, el enemigo imperial ha colocado a unas
muchachas en el puente Simón Bolívar de la frontera y les ordena pedir cada
día, más bolívares para cambiar por pesos. Las casas de cambio que proliferan
en esa frontera, ayudadas por un sitio en la red que se llama “Dólar Today” y
con la complicidad hipócrita del presidente Santos, se encarga hora a hora, de
deteriorar el precio de la moneda venezolana.
¡Que nadie se llame a engaño! Dijo Maduro
vehementemente, -Colombia, es punta de
lanza de la guerra económica contra nuestra revolución, es el único país del
mundo que acepta “los bolívares fuertes” y se ha convertido en nuestro principal
enemigo atacando nuestra economía.
Según las elucubraciones de Maduro, que el
presidente Santos permita que los dólares del imperio, se compren a setecientos
bolívares es para la revolución un acto de guerra sin precedentes. El
presidente Santos, para resolver los problemas económicos de su frontera
atiborrada de paramilitares desempleados, ha permitido que estos se conviertan
en hormigas arrastrando cajas de atún, arroz, leche y la harina que la
revolución compra en el exterior –como el arroz de la Argentina- a precios
“justos y dignos”. El Sr Maduro pudo ver a un paramilitar en edad infantil,
-adiestrándose en las labores del paramilitarismo- saltando entre las piedras
del rio Táchira llevándose un camioncito de juguete. Según él, Santos ha
permitido que nuestra gasolina se la lleven en camiones tanques de la empresa
que ahora es del pueblo, Pedevesa, sin que hayan podido ser detectados por la
gloriosa GNB atrincherada en la entrada del puente. Eso el gobierno bolivariano
lo está investigando desde hace diez años y muy pronto dará con los culpables.
Según Maduro, el imperio ataca a través
de su peón más cercano, Colombia, creando las colas a la orilla de los
supermercados, trayendo la inflación, la inseguridad, la desconfianza, y ahora
amenaza con paralizar el parque automotor y la maquinaria industrial, con
precios en los repuestos casi insostenibles.
Ahora bien, de acuerdo con el General Carl
von Clausewitz, la mejor defensa no es recular sino atacar y correr hacia
delante. Por eso dio instrucciones de sobrevolar la zona con sus flamantes
Sukhoi, que los pilotos venezolanos han rebautizado con el nombre de Kamikases,
porque montarse en ellos es un acto de suicidio.
Según informes no confirmados, la dirigencia
post-Chávez considera que la revolución y toma del poder por medios pacíficos ya
se agotó, ahora la revolución bolivariana entró en una fase donde todos los
métodos son válidos, la guerra y la paz, caliente y frío y en esta fase el
comportamiento será el mismo que aplica la FARC, guerra caliente en la frontera
y te frío con mojito en la Habana, para entretener al soso de Santos, quien
parece se quiere ganar el premio nobel de la idiotez.
-Camaradas –posiblemente dirá Maduro – la
revolución no está dispuesta a inmolarse lanzándose por el precipicio del seis
de diciembre. La FARC, nuestro aliado estratégico, nos acompañará en esta
guerra admirable, defender la revolución bolivariana como baluarte de toda
America y tomar el poder en Colombia. Las negociaciones de paz debe acompañarse
por una mejor posición negociadora y que mejor posición, que rodear la Casa de
Nariño con nuestros tanques rusos. El
puente que sueño cruzar es el de Boyacá, olvidemos atrás el endeble de la
frontera.
Pero Clausewitz aconseja frecuentes
evaluaciones del curso de los acontecimientos. Alguien aseguró que las operaciones
militares habían sido un éxito pero que los resultados políticos no lo eran
tanto. Se permitió la infiltración de periodistas – y hasta de la televisión, y
se mezclaron imágenes contraproducentes. Como consecuencia de estas imágenes,
la lucha política en el seno de la OEA estuvo a punto de fracasar por un voto y
casi declaran a Venezuela país agresor en el seno de ese organismo.
La CIDH no importa, es previsible que al
entrar en esta nueva fase tengamos quejas de excesos, cosa que nuestra canciller
pudo manipular diciendo que las imágenes no se correspondían con imágenes
reales sino con una matriz virtual de las clases opresoras. Esas imágenes de
gente pobre atravesando el rio Táchira con muebles y neveras al lomo, es puro
truco escenográfico de las televisoras del enemigo.
- Ahora
la frontera está totalmente bloqueada y el gobierno no sabe como el dólar sigue
en alza. Alguien asegura que sube porque es más difícil conseguirlo y por eso
sigue su alza inexorable. De todos modos la revolución mantiene las
recomendaciones de los estrategas afinados con las ordenes de la Habana.
Sobrevolamos el área e hicimos incursiones armadas con el fin de verificar y
conocer sus sistemas de comunicaciones y la infraestructura de radares, comando
y control que posee Colombia, dice un informe confidencial dado a conocer al
presidente.
- Por
el lado Colombiano se han detectado movimientos de submarinos y se tiene
conocimiento de la instalación de misiles de corto alcance, apuntado a la
capital de Colombia. El aspaviento va en serio y parece que nos acercamos a los
últimos días del bunker nazi y el suicidio colectivo.
hectordelima@gmail.com
@venecolombo
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