Porque se dejó salir aquel hombre que realizó el «por
ahora», cuyo nombre ha modificado la República, convirtiéndose en un «país
extraño», ese hombre que ya sabemos, y ha generado un rotundo ismo, mantiene el
irrespeto por la constitución. Ese hombre a quien lo liberaron por sus acciones
y le permitieron llegar al gobierno, es quien abrió la nueva Venezuela de hoy.
A parte de una compleja situación dada entre finales de los 80 y 90.
Tenemos el gobierno que tenemos porque no hubo una
renovación en una MUD, que tiene gente preparada pero necesita figuras fuertes.
Porque tenemos una fuerza armada doblegada y corrompida en las manos del ismo
que ciñe nuestra nación. Porque muchos complacimos al «comandante», dejamos que
tomara todo a su antojo y le enseñara a sus súbditos como gobernar.
Tenemos lo que tenemos porque nos gusta «idolatrar a
hombres», y nos encanta los caudillos, porque nuestra cultura es de veneración
a próceres y hombres, donde nuestro sincretismos nos arrebata las emociones.
Entonces cuando surge un hombre que saca esos sentimientos recónditos de
nuestro ser, le damos el «sí » como cuando una mujer está frente al altar en su
casamiento, y dejamos que todo lo que dice es palabra absoluta.
Tenemos el gobierno que tenemos porque nos
acostumbramos al subsidio en todos los sectores, y extendimos las manos como
hambrientos al cualquier plato de comida, y dejamos que el «dignatario», como bien llama el escritor
Alberto JIMÉNEZ URE, a unos de sus personajes en unos de sus cuentos de su
libro Perversos; a que nos diera el «caldo». Queda más allá de un cuento una
realidad, porque cito estas ciertas palabras:
« Fue
inenarrable la felicidad experimentada por el pueblo cuando dirigió el caldo de
las entrañas del poder. El «dignatario»
de la República «Revolucionaria » gobernó durante toda su vida y, similar a
Mesías, siempre multiplicó su materia fecal para mantener bien alimentado a sus
seguidores».
(Jiménez, 2004,121)
Por qué digo con toda la seguridad que tenemos un
«país extraño», porque tenemos calles dañadas, una alta inflación, carencia
educativa, presos políticos, ¿acaso no hay democracia? ¿tiene presos políticos
los países amigos del gobierno de Venezuela como Brasil, Argentina? ¿hay presos
políticos en países donde gobierna la izquierda como Chile? Que el lector
responda. Tenemos un «país extraño» por
las familias divididas por problemas políticos, por la violencia verbal del
gobierno, por el militarismo avasallante, por la pérdida de los derechos
civiles, por la destrucción de la empresa privada, por la ideología que en vez
de unir a divido al país, por la falta de respeto a las instituciones , por los
ataques a la prensa, tenemos un «país extraño» porque en vez de tener una
excelente economía en la región el gobierno culpa a otros, y aparte cerrar las
fronteras, sacar a ciudadanos de la fronteras, pues esa acción se ve fea y
horrible, ya que no representa a un estado de derecho y por lo demás no nos
representa como cuídanos como somos venezolanos pacíficos.
Tenemos el gobierno que tenemos porque no tenemos un
hombre corajudo que tenga bolas y se ponga de pie y termine por todas el mal
gobierno que tenemos, tenemos el gobierno que tenemos por nosotros mismos por
no hacer respetar la constitución desde hace tiempo y por no tener una cultura
solidad y fortalecida democráticamente, porque dejamos que surjan hombres que
dominen nuestras mentes y nuestros cuerpos.
Razón tiene el escritor norteamericano Joel D.
HIRST, al señalar lo siguiente en su novela El teniente de San Porfirio:
«-No creo que haya problema. En el futuro puede
resultarnos útil.
-Sí, mi Comandante.
-Es usted un soldado eficiente y leal. Ahora tengo
otro problema. Como sabe, pronto habrá elecciones y sería una lástima que la
revolución sufriera algún revés.
Machado se reclinó, degustó el whisky antes de
tragarlo y dijo casi en un mumurllo-Mi Comandante, la revolución debe
continuar» ( Hirst, 2013, 281).
Tenemos el gobierno porque tenemos porque los que
debieron frenar al ismo que nos gobierna, no lo hicieron. Estoy seguro que
empresarios se doblegaron y pactaron con el hombre de la nación. Ahora el país
tiene el disfrute de un populismo demagógico
y miope, donde hay servidumbre y vasallaje, y por ende caos y fealdad en
las ciudades, donde la gente vive amargada por las situaciones, que país extraño
tenemos. Pregunto:
¿Haremos lo posible por cambiar?
Moises
Roberto Cardenas Chacon
viajesideral2@hotmail.com
@viajesideral
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