“Para que la maldad florezca, sólo hace falta
que la gente buena no haga nada”. Edmund Burke
En
el tablero de ajedrez de la política nacional, dos jugadas trágicas efectuadas
por la Justicia han puesto a la Reina en jaque. Uno de ellos fue la fuerte repercusión que tuvo la denuncia de
las diputadas Laura Alonso y Patricia Bullrich, que formularon tan pronto se
enteraron que el Gobierno, con la imprescindible colaboración de la Sala I de
la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal, integrada por los
jueces Freiler, Farah y Ballesteros, pretendía desplazar al Juez de la
instrucción de la causa Ciccone, en la que Boudou está tan comprometido. La
trascendencia pública de esa intención y la torpeza nacida de la sensación de
impunidad con que actúa el Gobierno desató la rápida movida del Dr. Lijo, que
llamó inmediatamente al Vicepresidente y a sus cómplices a prestar declaración
indagatoria y, con ello, abortó la jugada que debía culminar con su corrimiento
y la consecuente nulidad de gran parte de su investigación.
Como
quien ha seguido mis notas sabe, siempre he sostenido que es imposible que
Guita-rrita, miembro principal de un gobierno en el que sus funcionarios piden
permiso antes de responder a un saludo, sea el único autor de la maniobra para
apoderarse, en beneficio propio, de la fábrica de billetes y documentos. Sólo
don Néstor (q.e.p.d.), originalmente, y luego su noble viuda son los verdaderos
nuevos dueños de la imprenta; si quiere pruebas mayores, recuerde que nadie se
presentó a reclamar el precio de la oportuna “estatización” de Ciccone y que,
por defender al Vicepresidente, doña Cristina no hesitó en desplazar a un juez,
a un fiscal y hasta en echar al Procurador Righi, un histórico camporista que
compartió los ideales de la “juventud maravillosa” de los 70’s, tan elegida por
ellos para sostener y heredar el “relato”.
¿Nadie
se pregunta, especialmente el Congreso, por qué no se expropiaron,
conjuntamente con las de Repsol, las acciones de los Eskenazi en YPF? Esta
familia de banqueros, que desconoce por completo el negocio del petróleo, formó
una sociedad en Australia, a cuyo nombre están esas acciones, y cuyos
verdaderos titulares son desconocidos. A la luz de los inexplicables beneficios
que contuvo su ingreso en la petrolera –préstamos de los vendedores para
financiar la compra y cesión de la administración total a quien sólo tenía una
proporción menor de la compañía-, ¿cabe alguna duda que quienes aparecieron
comprando el 25% de la empresa eran meros testaferros de don Néstor (q.e.p.d.)?
Brufau, que de tonto no tiene un pelo, describió a los adquirentes como
“expertos en trabajar en mercados regulados”, y lo dejó asentado en el contrato
de compraventa.
Lo
mismo sucede con Cristóbal Timba López, el zar de la devastadora industria del
juego en la Argentina. Si los Kirchner no son, al menos, socios de los casinos,
¿cómo se explica que don Néstor (q.e.p.d.) haya firmado un decreto de necesidad
y urgencia al final de su mandato para prorrogar por décadas las concesiones a
cambio de “obligar” a López a instalar más tragamonedas, invocando la necesidad
de satisface la “demanda lúdica”?
El
otro ingrediente de la indigesta dieta que tuvo que tragar la Presidente fue la
confirmación, por la Justicia suiza, de los giros de plata sucia que Lázaro
Báez, otro testaferro de los Kirchner y socio en los papeles, efectuó desde
Panamá, denunciados aquí por los diputados Ocaña y Garrido, e informados
públicamente por el procesado Elaskar en el programa de Jorge Lanata. Pese a
que el Juez Casanello continúa intentando “marear la perdiz”, ya le va
resultando imposible mantener al patagónico fuera de la causa y, a corto plazo,
no le quedará más remedio que procesarlo. Entonces, se habrá confirmado el
jaque a la Dama.
La
duda que persiste es si la senda que inauguraron Avioncito Jaime (“todo lo que
hice fue por instrucciones de Néstor y Cristina”) y el inefable Juez Oyarbide,
hoy citado al Consejo por exhibir un injustificable anillo, cuando no tembló al
involucrar a Liuzzi y, por ende, al propio Zannini en la causa de las
financieras lavadoras de dinero, será seguida también por Guita-rrita y por Báez
o éstos optarán por morir solos en la pira crematoria. Si deciden compartir sus
penurias carcelarias, la Dama resultará comida y desaparecerá del tablero.
Los
argentinos estamos frente a un régimen sólo dedicado a robar todo lo que pueda
para sus sucesivos titulares; eso es lo que ha quedado muy claro aún para los
ingenuos. Entonces, la pregunta de oro es ¿hasta cuándo lo toleraremos sin
reaccionar? ¿Debemos, en nombre de los plazos reglamentarios, respetar a una
banda de ladrones que se ha encaramado al poder con el único propósito de
quedarse con el país entero, aún a costa de la vida de muchos de nuestros
conciudadanos?
En
estos días tendremos oportunidad de manifestar, públicamente, nuestro hartazgo,
de decirle al Gobierno que hasta aquí llegó, y que no pretenda avanzar más. El
9 de junio, a las 10:30 hs, en Avda. de Mayo 760, comenzará la parodia de
juicio al Fiscal Campagnoli, y el 18, a las 19:30, en el mismo lugar, estamos
convocando a una marcha ciudadana que, esperamos, deberá tener una contundencia
mayor a las que nos congregaron en el pasado reciente. Es la República misma la
que está en juego, y no podemos permitir que la impunidad continúe.
Fue
una semana dramática para la Presidente, como he dicho y pese a la firma del
acuerdo con el Club de Paris, tan celebrada por ella en Tweeter para resaltar
que no había requerido la auditoría previa del FMI.
El
Club de Paris, contra la creencia generalizada, no presta dinero. Es una
asociación informal de bancos estatales de naciones desarrolladas, que
garantizan a sus exportadores de bienes de capital el cobro de los mismos
cuando venden a clientes de países potencialmente riesgosos, y se creó, aunque
usted no lo crea, ante los reiterados incumplimientos argentinos en la década
de los 40’s. Es decir, lo único a lo que nuestro país puede aspirar es a que,
cuando las industrias locales necesiten comprar bienes de capital a plazos,
esos bancos otorguen las garantías necesarias; y eso, que no es menor para la
Argentina, es todo lo que obtendremos en forma directa.
Explicaré
qué ha sucedido. Suponga que usted es deudor de un banco, al cual no le ha
pagado nada durante trece años. En esas circunstancias, la presión de su propia
situación financiera y la necesidad de mejorar su imagen ante los prestamistas,
lo obliga a negociar con su acreedor. Usted, entonces, ofrece comenzar a pagar,
y el Directorio del banco empieza a festejar pero, como usted no acepta que le
revisen su estado económico y ellos saben que necesita firmar algún acuerdo, le
exigen un importe mayor, un anticipo más importante, tasas más altas y un plazo
más corto. Hasta ahí, es lo que ha sucedido.
Pero
cuando usted requiera nuevas garantías –en el caso, Argentina podrá hacerlo
sólo después de mayo de 2015-, el banco le exigirá completar una carpeta de
crédito nuevo, y allí sí le impondrá la necesidad de que sus cuentas sean
revisadas por un organismo auditor, en el caso el FMI. Entonces, la actual
autocelebración de doña Cristina y el Bambino Kiciloff sonarán huecas y el
gesto heroico le habrá costado a la Argentina unos dos mil millones de dólares.
¡Qué linda fiesta!
Es
cierto que se trataba de un desaguisado que, en cualquier caso, necesitaba de
una solución, porque la imagen de la Argentina ante el mundo estaba muy
empañada por ese intríngulis y eso impedía acceder a los mercados voluntarios
de crédito con tasas de interés razonables, como las que pagan todos, todos,
los países de la región, con la obvia excepción de Venezuela. Pero de no ser
por la negativa a desnudar la falsedad de las estadísticas del INDEC,
hubiéramos obtenido un arreglo más favorable, por menos caro y más largo.
Preguntémonos
entonces ¿Paris bien valía esta misa?
Enrique
Guillermo Avogadro
ega1avogadro@gmail.com
@egavogadro
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,