lunes, 21 de octubre de 2013

RAFAEL MUCI-MENDOZA, ELOGIO DE LA UBICUIDAD...

La revolución bolivariana, toda ineficiencia, vergüenza y corrupción; votación fraudulenta y presidente nacido en tierra extraña.

Maravilloso don, ese de la ubicuidad...; esa capacidad de estar o poder encontrarse al mismo tiempo en varios sitios o realizar tareas al unísono en disímiles escenarios a la misma vez; habilidad para nacer en la localización precisa y en el momento exacto dando la impresión de estar en todas partes.
Omnipresencia del Ilegítimo en los Chaguaramos, El Valle, la Candelaria, El Palotal del Táchira y la Cúcuta colombiana, todo a un mismo tiempo, en ese acto de parto de los montes, primero reseñado en la Ars Poética de Horacio, nacido en el 65 a.C.: Parturient montes, nascetur ridiculus mus: "parirán los montes; nacerá un ridículo ratón"; y desde luego Samaniego (1745-1801), que, en su breve fábula define cualquier cosa insignificante y ridícula que sucede cuando se esperaba una grande e importante; como tal, la revolución bolivariana, toda ineficiencia, vergüenza y corrupción infinita; votación fraudulenta y presidente nacido en tierra extraña. ¿Existe una Constitución...?

Como si perros y gatos no bastaran, una vez más es humillado el sagrado recinto del vetusto Hospital Vargas de Caracas, institución militarizada; una banda delincuente penetra en la emergencia prevalida del poder que sólo un régimen transgresor puede otorgar, creando zozobra y terror entre médicos y pacientes muy graves, más que adoloridos por quince años de indiferencia, abusos y tropelías. Nada extraño, delincuentes del mismo pelaje nos gobiernan y hacen del erario público la chica del pueblo, a quién exige favores continuados a cambio de nada.

¨A un panal de rica miel, dos mil pudribolivarianos acudieron, que por golosos murieron presos de patas en él...¨, ¨y perecen en las prisiones del vicio que los domina¨. Han llegado al colmo de la pudrición y por sus irredentos pecados serán castigados.

Addendum

La enorme masa compacta de votantes dará al traste con estos ruidosos, insuflados de viento y de maldad, con esta horda de insaciables ladrones y nos devolverá la patria que queremos ser y que no será sin el concurso y disposición de todos.

rafaelmuci@gmail.com>

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MIGUEL A. MEGIAS, EL BARRIO ES LA SOLUCIÓN

Según la RAE, autarquía es “dominio de sí mismo, o política de un estado que intenta bastarse con sus propios recursos”. Cuando hablamos de autarquía municipal, queremos significar el hecho de que un municipio pueda ser autosuficiente –o por lo menos acercarse a la autosuficiencia– en términos de recursos financieros, entre otros.

En un artículo anterior me refería a los diversos impuestos municipales (en Venezuela), que proveen de recursos a la autoridad local –la alcaldía. De ellos, el impuesto por concepto de derecho de frente es uno de los que, potencialmente, pudiera proveer mayores ingresos. De hecho, en muchas ciudades y municipios de otros paises, el impuesto a la propiedad (aquí derecho de frente), es el que tiene mayor capacidad recaudadadora. Y sin embargo, por múltiples razones que no entraré a explicar, ese impuesto no se cobra puntualmente y no provee, como debiera, de fondos suficientes a las alcaldías.

Hay dos motivos principales por los cuales esto es así en la actualidad –pero que pudiera cambiar, sin que para ello haga falta ni nuevas leyes ni cambios en la Constitución. El primero, es que parece no haber “recaudadores de impuestos” designados específicamente a estos fines. Los impuestos, por lo general, se pagan en las oficinas municipales cuando “no hay más remedio”. Es decir, cuando se precisa de una “solvencia municipal” bien sea para vender el inmueble o para enajenarlo o hipotecarlo. En esos casos, el propietario debe acudir a la oficina local, solicitar el cálculo de impuestos atrasados, pagarlos y así obtener el ansiado “documento de solvencia” (desde luego, para obtener la solvencia también hay que estar al día con el pago del agua, la electricidad, la recolección de basura, etc.).

Es decir, pereciera no existir una programación municipal para la recaudación del impuesto. Y por tanto, se paga solamente cuando ya no hay más alternativa, en forma compulsiva, pero no programada. Bien distinto sería si trimestralmente hubiera la obligación del pago del impuesto, con lo que las arcas locales contarían con recursos de forma recurrente y programada. Al respecto, me enteré en uno de mis viajes, que hay países donde el impuesto se genera y se intenta cobrar “por las buenas”. Y si al cabo de un tiempo no es cancelado por el propietario, por las razones que fueren, entonces el municipio subastan, al mejor postor, los recibos de pago. Quienes adquieren dichos recibos proceden, ellos si, pues son entes privados no-gubernamentales, al pago forzoso, con sobrecostes por concepto de comisiones de cobranza judicial, muy onerosos. Puede incluso llegar al caso del embargo del inmueble, cuando hay resistencia al pago. Con la consecuencia de pérdida del inmueble.

Desde luego, no estamos proponiendo nada por el estilo, habida cuenta de que vivimos en un país que aunque no es totalmente “socialista”, tiene usos y costumbres que chocarían frontalmente contra esta forma compulsiva de cobranza. Pero algo deberían hacer los municipios para asegurarse el pago puntual y obligatorio del impuesto a la propiedad sin llegar a extremos. Ello significaría mayores ingresos que pudieran ser utilizados en mejorar las condiciones de vida de todo el municipio.

El otro aspecto a que quiero referirme es la informalidad de la propiedad en Venezuela. Muchas de las construcciones en las zonas aledañas a las grandes ciudades y pueblos están hechas sobre terrenos municipales, también llamados “terrenos ejidos”. Los barrios proliferan sobre estos espacios, las construcciones no cesan, primero son ranchos de tablas y latas y con el correr del tiempo se convierten en viviendas amplias y cómodas de uno o varios pisos.

Al no tener la propiedad del terreno, solo la denominada “bienhechuría” (es decir, construcción por cuenta propia sobre terreno ajeno), el propietario no puede disponer libremente de su propiedad. No puede sino “vender”, sin ningún pago de impuestos ni ninguna escritura legal, la bienhechuría, pero sin el terreno sobre la que se asienta. No pueden sus descendientes heredar la propiedad. No puede el propietario acudir a un banco para solicitar un préstamo hipotecario con la propiedad como respaldo, porque la propiedad, legalmente, no le pertenece.

Sabemos que en algunos municipios de Venezuela se ha emprendido la tarea de adjudicar formalmente la propiedad de los terrenos sobre los cuales se ha hecho una construcción y eso, creemos, es un gran paso de avance hacia un país “de propietarios”. Ello significaría el primer avance para la regularización de la propiedad y, en su momento, la alcaldía poder exigir el pago de impuestos, tal como ocurre en las propiedades formales de urbanizaciones y construcciones legales. Por cierto, este es un tema ausente en el debate electoral. He ahí una fuente importantísima de recursos. Pues según algunos estudiosos, en los próximos años, las poblaciones marginales, ciudades fantasmas, barrios, favelas, construcciones informales, o como quieran llamarse, lejos de disminuir irán aumentando a un ritmo tal que según proyecciones para el año 2050 una de cada cuatro personas vivirá en un barrio marginal. Por todo esto, creemos que el barrio “no es el problema, es la solución de la ciudad”. Por supuesto, en el marco de una nueva narrativa sobre la ciudad.

Desde luego, es preciso revertir los impuestos en bienestar social: excelentes (¡si, excelentes!) escuelas deben ser construidas en los barrios, puestos de salud suficientes (el proyecto chavista “barrio adentro” es un buen punto de partida), drenajes de aguas servidas, agua potable en cantidad y calidad, gas doméstico en cada “solución habitacional”, módulos de policía, módulos para la contratación y pago de los servicios de electricidad, agua, teléfonía, cable para TV, Internet por Wi-Fi, centros de formación profesional y educación de adultos en los más diversos temas, desde plomería o electricidad, ebanistaría, herrería, etc. Y desde luego, tal vez lo más importante, la expansión de la cultura tanto popular como formal: música, danza, teatro, artes plásticas, etc. En cuanto a la formación religiosa, es curioso observar la penetración que los grupos cristianos tienen en todos los barrios.

Debemos volcarnos a integrar a nuestros barrios, hacerlos más cómodos y seguros, más hermosos y habitables, con más zonas verdes, con flores, parques y recreación. Y los impuestos –aunque no lo parezca–son una vía; pues el que paga impuestos tiene (en teoría) el derecho a exigir. Debemos mirar hacia los barrios como zonas de oportunidad para el desarrollo y la convivencia. Y para ello, debemos volcar una buena parte de los recursos disponibles en el municipio, incluyendo los recursos que se recaudan en las zonas más prósperas, para mejorar las condiciones de vida de los barrios y enriquecer a sus habitantes dotándolos de los títulos de propiedad de las viviendas que con tanto sacrificio han construido.

Esta nueva narrativa sobre la ciudad debiera ser asumida por quienes incursionan en la política  municipal y debe ser incorporada como bagaje del ciudadano para una nueva concepción de los espacios urbanos..

Miguel A. Megias
@mmegias

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MIGUEL A. MEGIAS, EL BARRIO ES LA SOLUCIÓN

Según la RAE, autarquía es “dominio de sí mismo, o política de un estado que intenta bastarse con sus propios recursos”. Cuando hablamos de autarquía municipal, queremos significar el hecho de que un municipio pueda ser autosuficiente –o por lo menos acercarse a la autosuficiencia– en términos de recursos financieros, entre otros.

En un artículo anterior me refería a los diversos impuestos municipales (en Venezuela), que proveen de recursos a la autoridad local –la alcaldía. De ellos, el impuesto por concepto de derecho de frente es uno de los que, potencialmente, pudiera proveer mayores ingresos. De hecho, en muchas ciudades y municipios de otros paises, el impuesto a la propiedad (aquí derecho de frente), es el que tiene mayor capacidad recaudadadora. Y sin embargo, por múltiples razones que no entraré a explicar, ese impuesto no se cobra puntualmente y no provee, como debiera, de fondos suficientes a las alcaldías.

Hay dos motivos principales por los cuales esto es así en la actualidad –pero que pudiera cambiar, sin que para ello haga falta ni nuevas leyes ni cambios en la Constitución. El primero, es que parece no haber “recaudadores de impuestos” designados específicamente a estos fines. Los impuestos, por lo general, se pagan en las oficinas municipales cuando “no hay más remedio”. Es decir, cuando se precisa de una “solvencia municipal” bien sea para vender el inmueble o para enajenarlo o hipotecarlo. En esos casos, el propietario debe acudir a la oficina local, solicitar el cálculo de impuestos atrasados, pagarlos y así obtener el ansiado “documento de solvencia” (desde luego, para obtener la solvencia también hay que estar al día con el pago del agua, la electricidad, la recolección de basura, etc.).

Es decir, pereciera no existir una programación municipal para la recaudación del impuesto. Y por tanto, se paga solamente cuando ya no hay más alternativa, en forma compulsiva, pero no programada. Bien distinto sería si trimestralmente hubiera la obligación del pago del impuesto, con lo que las arcas locales contarían con recursos de forma recurrente y programada. Al respecto, me enteré en uno de mis viajes, que hay países donde el impuesto se genera y se intenta cobrar “por las buenas”. Y si al cabo de un tiempo no es cancelado por el propietario, por las razones que fueren, entonces el municipio subastan, al mejor postor, los recibos de pago. Quienes adquieren dichos recibos proceden, ellos si, pues son entes privados no-gubernamentales, al pago forzoso, con sobrecostes por concepto de comisiones de cobranza judicial, muy onerosos. Puede incluso llegar al caso del embargo del inmueble, cuando hay resistencia al pago. Con la consecuencia de pérdida del inmueble.

Desde luego, no estamos proponiendo nada por el estilo, habida cuenta de que vivimos en un país que aunque no es totalmente “socialista”, tiene usos y costumbres que chocarían frontalmente contra esta forma compulsiva de cobranza. Pero algo deberían hacer los municipios para asegurarse el pago puntual y obligatorio del impuesto a la propiedad sin llegar a extremos. Ello significaría mayores ingresos que pudieran ser utilizados en mejorar las condiciones de vida de todo el municipio.

El otro aspecto a que quiero referirme es la informalidad de la propiedad en Venezuela. Muchas de las construcciones en las zonas aledañas a las grandes ciudades y pueblos están hechas sobre terrenos municipales, también llamados “terrenos ejidos”. Los barrios proliferan sobre estos espacios, las construcciones no cesan, primero son ranchos de tablas y latas y con el correr del tiempo se convierten en viviendas amplias y cómodas de uno o varios pisos.

Al no tener la propiedad del terreno, solo la denominada “bienhechuría” (es decir, construcción por cuenta propia sobre terreno ajeno), el propietario no puede disponer libremente de su propiedad. No puede sino “vender”, sin ningún pago de impuestos ni ninguna escritura legal, la bienhechuría, pero sin el terreno sobre la que se asienta. No pueden sus descendientes heredar la propiedad. No puede el propietario acudir a un banco para solicitar un préstamo hipotecario con la propiedad como respaldo, porque la propiedad, legalmente, no le pertenece.

Sabemos que en algunos municipios de Venezuela se ha emprendido la tarea de adjudicar formalmente la propiedad de los terrenos sobre los cuales se ha hecho una construcción y eso, creemos, es un gran paso de avance hacia un país “de propietarios”. Ello significaría el primer avance para la regularización de la propiedad y, en su momento, la alcaldía poder exigir el pago de impuestos, tal como ocurre en las propiedades formales de urbanizaciones y construcciones legales. Por cierto, este es un tema ausente en el debate electoral. He ahí una fuente importantísima de recursos. Pues según algunos estudiosos, en los próximos años, las poblaciones marginales, ciudades fantasmas, barrios, favelas, construcciones informales, o como quieran llamarse, lejos de disminuir irán aumentando a un ritmo tal que según proyecciones para el año 2050 una de cada cuatro personas vivirá en un barrio marginal. Por todo esto, creemos que el barrio “no es el problema, es la solución de la ciudad”. Por supuesto, en el marco de una nueva narrativa sobre la ciudad.

Desde luego, es preciso revertir los impuestos en bienestar social: excelentes (¡si, excelentes!) escuelas deben ser construidas en los barrios, puestos de salud suficientes (el proyecto chavista “barrio adentro” es un buen punto de partida), drenajes de aguas servidas, agua potable en cantidad y calidad, gas doméstico en cada “solución habitacional”, módulos de policía, módulos para la contratación y pago de los servicios de electricidad, agua, teléfonía, cable para TV, Internet por Wi-Fi, centros de formación profesional y educación de adultos en los más diversos temas, desde plomería o electricidad, ebanistaría, herrería, etc. Y desde luego, tal vez lo más importante, la expansión de la cultura tanto popular como formal: música, danza, teatro, artes plásticas, etc. En cuanto a la formación religiosa, es curioso observar la penetración que los grupos cristianos tienen en todos los barrios.

Debemos volcarnos a integrar a nuestros barrios, hacerlos más cómodos y seguros, más hermosos y habitables, con más zonas verdes, con flores, parques y recreación. Y los impuestos –aunque no lo parezca–son una vía; pues el que paga impuestos tiene (en teoría) el derecho a exigir. Debemos mirar hacia los barrios como zonas de oportunidad para el desarrollo y la convivencia. Y para ello, debemos volcar una buena parte de los recursos disponibles en el municipio, incluyendo los recursos que se recaudan en las zonas más prósperas, para mejorar las condiciones de vida de los barrios y enriquecer a sus habitantes dotándolos de los títulos de propiedad de las viviendas que con tanto sacrificio han construido.

Esta nueva narrativa sobre la ciudad debiera ser asumida por quienes incursionan en la política  municipal y debe ser incorporada como bagaje del ciudadano para una nueva concepción de los espacios urbanos..

Miguel A. Megias
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RAFAEL BELLO, LEVÁNTATE, DIJO JÓVITO

Venezuela vive una situación de inestabilidad política y social

Hay un clamor que avanza con vigoroso entusiasmo en el pueblo venezolano. Ese clamor se convierte en sentimiento generalizado y es, precisamente, hacia el cambio democrático. Ese cambio democrático será pronto. Se siente porque está en el ánimo colectivo. No es de ninguna manera una actitud propagandista producto de los festines electoreros. Ello se corresponde con la dimensión de un profundo clima de descomposición que cumple el propósito criminal del empobrecimiento de la sociedad venezolana.

Es la presencia en la calle del pueblo en la defensa de su derecho a la subsistencia. Y esas acciones de calle de la razón ciudadana no las detiene la violencia del odio totalitario. Levántate está en el alma venezolana.

Expresión que tiene su razón de ser de diversas maneras, por cuanto el descontento deja a diario, expresiones manifiestas de la crisis que une en un sentimiento de lucha democrática a la sociedad. La escasez de alimentos que los consume la población sin distingo, constituye parte del asombroso panorama que dibuja la realidad doliente del país.

Esta crisis que vivimos, es ahora la que tiene lugar en Venezuela donde su riqueza petrolera se derrocha en el aparataje de la corrupción. De esta nación que ya deja una profunda tristeza en el concierto de las naciones donde la libertad impera. Venezuela vive una situación de inestabilidad política y social con serias incidencias de conflictos laborales. Allí está el estado Bolívar con su fuerza laboral que no se amilana en sus legítimos derechos frente a la violencia totalitaria.

Problemas de toda índole copan la vida venezolana. Es una realidad donde la propaganda en concordancia con las amenazas que se esgrimen con la violencia de la prepotencia, reflejan la verdad del miedo que los denuncia. Auténtica verdad de aprendices de tiranos.


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EGILDO LUJAN NAVA, LA REBELIÓN DE LOS “BACHAQUEROS”, FORMATO DEL FUTURO…

Pocas veces es ya esgrimida públicamente la cara y el cuerpo de la publicación que registra el contenido de “la mejor Constitución del mundo”.

Si acaso es liberada momentáneamente de la humedad que provoca el sudor de quien la lleva en el bolsillo de alguna indumentaria para la ocasión, para ser empleada como instrumento referencial de lo que debe acatar y cumplir el ciudadano.

Inclusive, para ser agitada en el medio del momento útil, mientras se dice en alta voz que se procede y se actúa con base en su espíritu y articulado, aunque luego publicación y normas vuelvan al sitio de donde fueron extraídas, para pasar otra vez al reposo de siempre, a la ignorancia de todos los días, al incumplimiento que se maquilla de cumplimiento verbal.

Nadie como quienes juraron cumplirla y hacerla cumplir, para que describan con amplitud de detalles porqué no honran su juramento; en dónde es que realmente termina el alcance de esa obligación, y en dónde comienza la subjetiva interpretación que permite desconocerla, para que luego pase a ser el útil soporte de otra concepción de la que emergen fundamentos jurídicos que no son tales, pensamientos que son imperceptibles y bases ilegales que sólo existen la mente interesada del violador de la norma.

Así ha nacido una fundamentación política conocida como socialismo y que fue engendrada entre las sombras, mientras se le atribuyó una paternidad revolucionaria casada con la concepción de la magnificencia del Estado, para sepultar esencia, principios y valores, a cambio de una vida de iguales entre iguales, aunque ocultando que los iguales serían luego los menos.

La habilitación del ejercicio administrativo y de la armazón de disposiciones de orden legal, desde luego, ha servido para escamotear derechos ciudadanos. Pero, además, para cultivar utopías al amparo de la posibilidad de ignorar protagonismos  participativos, y de apartar la valoración cierta de la ética en funciones de conducción, para que sea el proceso punitivo el que determine hasta la somera viabilidad de discrepar.

Venezuela está llena de conductas individuales, grupales y hasta colectivas que ignoran la importancia de acatar y cumplir con las leyes. Sin duda alguna, ha habido un aprendizaje bien cimentado de la ventaja de actuar al margen de la norma, menospreciando la ley. Tanto ha avanzado el país en dicho proceso, que desconocer el principio y espíritu de la norma, es ya lo rutinario; es la nueva costumbre que se expande sin impedimentos, libremente; que, inclusive, se le inyecta vigencia y tolerancia,  en un juego macabro cuyo desenlace no garantiza paz ni justicia.

Las leyes, en el devenir de la convivencia, son inspiración de un legalismo influido por el empuje del llamado pragmatismo político, más interesado en disponer de un recurso “legalmente apropiado” para el accionar circunstancial, que para que las instituciones propias del Estado hagan sentir autoridad, gobernabilidad, civilización, disciplina, respeto. En fin, vencimiento del tribalismo, erradicación del salvajismo propio de las sociedades que insisten en defender derechos  y vivir entre cavernas.

Hoy el Estado de la magnificencia no pasa de ser una caricatura montada en el pedestal de un preocupante deslave gubernamental. La “colectivización”, ese llamado componente imprescindible para que la revolución no fracase, a decir de algún connotado titular de la cuarentena de ministerios, es voz y mando. Y su actuación es un derecho por servicios que se prestan, en el medio del rugir de motores, del libre aprovechamiento del espacio público, sin reparo a lo que es indebido, a lo que no es legal.

La “colectivización”, en fin, es la misma fuerza que le impone a modestos ciudadanos a sentirse obligados a despojarse de vestimentas para llamar la atención de quien no quiere atenderle dentro de los espacios de un ente público. 0 también, es la voz de quien, libremente, sin reparo alguno, y desde cualquier posición gubernamental, descalifica, acusa, señala y destruye moralmente a quien no merece ser destruido. Y  ya, como el colmo del menosprecio por la norma, pero con  el mismo espíritu “colectivista”, se conduce al Parlamento desde la égida  de un dedo inquisidor que, además, castiga, anula el debate y lo reemplaza por la unilateral administración del silencio de representantes populares; todo, en presencia del resto de aquellos que también fueron electos precisamente para cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes de la República, pero que optan por desentenderse del compromiso moral, mientras incorporan a su verbalización extramuros un acartonado concepto de nueva ética política.

Inquieta, sí, que esa situación en indetenible expansión que ignora participación,  protagonismo ciudadano, consulta en justo reconocimiento al derecho de ser legítimo dueño de la condición de ser venezolano, esté induciendo a una respuesta distinta. A una conducta que, más allá del rechazo frontal y decidida respuesta ante  el atropello, alimenta situaciones  y escenarios que no deberían ser tales, si se admitiera que las diferencias  son superables, cuando la voluntad del y por el entendimiento son ciertas, indistintamente del peso influyente que avivan noche y día los que necesitan seguir medrando  entre la violencia y  la anarquía.

Los trabajadores de la Siderúrgica del 0rinoco en el estado Bolívar, los habitantes de Cariaco en el estado Sucre, y los llamados “Bachaqueros” en el estado Zulia, definitivamente, han alzado su voz  para reclamar derechos laborales, exigir consultas ciudadanas  y dialogar decisiones. Y ningún individuo en ejercicio de sus responsabilidades en cargo público, indistintamente de su importancia y relevancia, puede hoy sentirse plenamente convencido y seguro que llegó para permanecer eternamente en la posición que detenta, mucho menos para presumir de su libertad para actuar al margen de la norma, creyéndose miembro infalible para desestimar los derechos de  quienes tiene ante sí, de los que espera obediencia y acatamiento.

Y tan válido es calibrar la importancia y trascendencia de quienes, en masa, exigen que se les respeten sus derechos. Como la de aquellos que, individualmente, insisten en demandar respuestas a los suyos, tengan o no relación con la solicitud de una divisa para no verse obligados a cerrar sus empresas, o con su reclamo de atención en un hospital público, y en donde para ser atendido se le exige no sólo llevar su problema de salud, sino también cada uno de los bienes o productos imprescindibles para ser salvado, si ese fuera el caso. 0 que en vista de que el abastecimiento de ciertos equipos, reactivos, medicinas y hasta especialistas han dejado de ser prioritarios, por la subvaloración que reciben de las autoridades, es preferible viajar al país vecino más cercano que dispone de toda esa infraestructura, para otra a una posible recuperación y eventual reencuentro con la vida misma.

Egildo Lujan Nava ,

Eviado a nuestros correos por Edecio Brito Escobar (CNP-314)
ebritoe@gmail.com

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CARLOS E. AGUILERA A., LA AUTONOMÍA EN UNA DEMOCRACIA

Cuando diariamente observamos todas las tropelías, abusos y delitos de toda índole que ocurren en los estamentos del estado, comprendemos que quienes detentan el poder Ejecutivo, Legislativo y demás,  violan sistemáticamente la Constitución de la República. Y son precisamente los propios actores del oficialismo que representan al soberano en la Asamblea Nacional, quienes hacen caso omiso de los principios fundamentales que contempla el Título I  de la carta Magna, en su exposición de motivos.

Dicho capítulo refiere entre otras cosas que el patrimonio moral y los valores de libertad, justicia, igualdad y paz internacional están fundamentados en el ideario de Simón Bolívar, el Libertador.
Preguntamos: ¿De cual patrimonio moral podemos sentirnos satisfechos si constantemente se producen hechos reñidos con este principio. 
La corrupción copa todos los ámbitos y latitudes de los poderes públicos y hasta el militar? 
Y si hablamos de libertad, preguntamos: 
¿Existe realmente una libertad en un país en el que se cierran canales de TV, se cancelan concesiones radioeléctricas, y se sanciona  a los medios de comunicación impresos por titulares en sus primeras páginas?
Y si hablamos de justicia tendríamos inexorablemente que preguntarles a quienes se enseñorean con el poder: ¿ De que justicia hablan o predican, cuando hombres y mujeres (Simonovis y Afiuni) por solo mencionar a dos, pues más de un centenar de venezolan@s que adversan al régimen, se encuentran detenidos.?. Son presos políticos simplemente y no políticos presos como sarcásticamente definen los socialistas, marxistas y bolivarianos de nuevo cuño. 
Y ni hablar de la paz internacional, pues a menudo Maduro, Cabello y sus conmilitones desafían al “imperio yanqui” y a quienes no comulgan con su doctrina del socialismo del siglo XXI, cuyo autor Dieterich por cierto anuncia va de capa caída.
Y tienen el tupé de afirmar que en el país existe una autonomía de poderes. Cosa incierta, pues  es manifiesta la descarada adhesión al gobierno de quienes están al frente del TSJ, CNE y otras instituciones, pues tan pronto Maduro hace un señalamiento en particular contra determinadas personas, para que inmediatamente las señoras que están al frente de dichos cargos emitan sus opiniones, obviamente sesgadas y en favor del gobierno, como ya el anunciado enjuiciamiento de Leopoldo López y también el de Henrique Capriles. Cínicamente Diosdado Cabello ya le advirtió al líder de la oposición con no disimulada mueca en su rostro: ¡Estas en la mira y no te sorprendas que en cualquier momento te encuentres detrás de la rejas!
La Real Academia de la Lengua Española define a la autonomía como la potestad que dentro de un Estado tienen ciertas entidades para regirse mediante normas y órganos de gobierno propios. Justamente es dicha potestad, de "manejo independiente", la que con el debido control denominado contrapeso, sostiene la democracia y la blinda contra los excesos del poder.
La simulación o carencia de autonomía, genera el denominado abuso del poder, que se evidencia al echar la mano  a las distintas entidades y funciones del Estado, rompiendo el equilibrio. El control en el poder de decisión en la justicia, organismos electorales, de control ciudadano etc., es la demostración clara del desbalance que produce la carencia del equilibrio y la inexistencia de la autonomía real.
El exceso de poder sumado a la prolongación de su ejercicio produce desgaste e inconformidad en el consciente ciudadano y genera en el que detenta el poder, la sensación de conspiración, tratando de justificar el descontento popular, en lugar de reconocer errores.
Para que reine una verdadera democracia, no solo es necesario que el pueblo asista a depositar su voto en las urnas, sino que exista equilibrio en las instituciones, para que se puedan fiscalizar y controlar todas las acciones de los otros poderes del Estado. Si un gobernante llega al poder por el voto, y acapara las demás funciones, ese sistema deja de ser democrático y se convierte en autocrático.
Y nada más dañino, pues el poder absoluto por largo tiempo, le hace creer al gobernante que ha sido elegido por el destino para regir la vida, conducta y pensamiento de su pueblo, y que su voluntad está por encima del bien y el mal. Estas características son propias de los líderes fascistas como Mussolini, Hitler, Mao, Castro y Chávez, entre otros. En los regímenes en los cuales la institucionalidad desapareció, la democracia es un concepto referencial manipulado y maleable, de acuerdo con la conveniencia del gobernante, porque tiene el  poder absoluto en sus manos, como es el caso venezolano.
Preguntamos: ¿Cómo definen los boliburgueses y comunalburgueses la organización jurídico-política que adoptó la Nación – según la Constitución – como un estado democrático y social de Derecho y de Justicia, para procurar el bienestar de los venezolanos creando las condiciones necesarias para su desarrollo social y espiritual y procurando la igualdad de oportunidades para que todos los ciudadanos puedan desarrollar libremente su personalidad, dirigir su destino, disfrutar de los derechos humanos y buscar su felicidad?
He allí los hierros que desnudan la realidad que hoy en día vive y padece el pueblo venezolano,  que hace 15 años confió sus destinos en manos de quienes están llevando a la nación al borde un profundo barranco, por el que corren pútridas aguas.

careduagui@yahoo.com  // @_toquedediana

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EDUARDO GUZMÁN PÉREZ, IN MANU MILITARI

Escribo esta  reflexiones  sobre el 18 de octubre, un año más de aquel alejado y hoy olvidado día, pero de 1945 de hace 68 años, cuando  los adecos  “revolucionarios-socialistas del siglo XX” le sirvieron de comadrones a la logia “Unión  Patriótica militar” encabezada por  el mayor Marcos Pérez Jiménez para derrocar el gobierno constitucional de Isaías  Angarita, a solo 3 meses para terminar su  exitosa gestión presidencial. 
Derribado   por  una  sangrienta asonada militar hasta ahora no justificada para la historia,  al menos,  ni política  ni constitucionalmente.
Tres años luego, el 24 de noviembre de 1948 los mismos milicos, se llevaron por delante el tambaleante  gobierno sietemesino  de Rómulo Gallegos que no pudo  enfrentar  el inmenso desastre ni la  factura  impagable que le dejo  Rómulo Betancourt, quien había gobernado los dos años anteriores   como presidente de la “Junta Revolucionaria de Gobierno”, que fue  un pre chavista  ensayo  pero  en tiempo muy  corto, pero igual de dañino y destructivo. Hoy,  se repite  la historia con esta protempore y transitoria pasantía del ahora multinacido, por cuarta vez según la niña del CNE, pero ahora  en  la españolizada parroquia la Candelaria de Caracas. 
Golpe 18 Octubre protagonistas
Fue tal, el desastre adeco que  ese 24 de  noviembre de 1948 una vez derrocado  Gallegos  y presos todos los capitostes  adecos, de ese ensayo nefasto  chavista de gobierno, llamado  “el milenio adeco”,   que ese día desde Miraflores el Jefe militar de la asonada Tecnel. Carlos Delgado Chalbaud  en cadena nacional radial dijo al país: “Las Fuerzas Armadas Nacionales  han asumido el control de la situación, ante la gravedad del estado de cosas que vivimos los venezolanos”….  Más nada.
El 25 de   enero  de 1952  la periodista Dessiré Defoe de la agencia de noticias  France Press, le pregunto a Betancourt  en  New York: ¿Por qué a ustedes los tumbaron los militares?,  y  Betancourt  le contesto: “Mire fablistana  a nosotros no nos tumbaron los militares,  nos caímos solos.” Y, 43 años más tarde, el 11 de  junio de 1966,  siendo yo ayudante del Gral. Llovera  Páez, quien  para esa época fue  miembro de esa Junta Militar del 48  le pregunte: “Mi general, ¿porque ustedes tumbaron a los adecos?, y saben lo que me contesto: “Guzmán Pérez, nosotros tumbamos a los adecos el 48 por qué se dedicaron a echarle vaina a todo el mundo.”   En un escenario  muy similar, salvando el tiempo y algunos hechos y personajes, el plurinacido Maduro junto al primer yerno de la patria,  en su desespero e inercia  tal como  Gallegos, también habla de golpes y acusa a la llamada oposición (¿Cuál?), de fraguar un golpe, que no tienen ni cómo ni con qué. Mientras,  el multinacido  se mete cada vez más en problemas y visita a los milicos  y les da más responsabilidades  para comprometerlos, y ver a ve,  mientras  sigue  en su equivocada ruta por sostenerse  en el poder  sin  buscar ayuda para resolver lo que él no va a resolver, algo del cual el no responsable, cuando ya pareciera tarde, lo demás lo hace la historia. Alea jacta est      
Jose Eduardo Guzman Perez

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FORTUNATO GONZÁLEZ CRUZ, PREGUNTAS A FITVEN, POR LA CALLE REAL

La realización de la Feria Internacional de Turismo de Venezuela es un gran acontecimiento para Mérida, porque difunde el conocimiento de nuestros recursos turísticos y no sé si permitirá la discusión sobre las debilidades y problemas que entorpecen el desarrollo del sector. De allí que propongo unas preguntas que deberían ser objeto de análisis en tan importante evento.

¿Por qué a México van 24 millones de turistas al año, a Argentina 6 millones, a Brasil 6, a República Dominicana 5, a Puerto Rico 4, a Chile 3, a Cuba 2.5 a Colombia 2.5, a Uruguay 2.3, al Perú 2.2 y a Venezuela escasamente 600.000 de los cuales 300.000 vienen a visitar familiares y 150.000 por negocios? Venezuela tiene bellísimos paisajes, playas paradisíacas, Canaima, Mérida. ¿Por qué no vienen a visitarnos?

¿Por qué el gobierno estimula a los venezolanos a vacacionar al exterior en vez de hacerlo dentro del país? Es evidente que son más costosos los hoteles y demás servicios turísticos en Venezuela que en el exterior. No obstante, los venezolanos gastaron (2011 MINTUR) un promedio de 150 bolívares por pernocta y promedio por estadía (4.6 días) de 662 bolívares. ¿Esas cifras les preocupa?

El control de cambios hace inmensamente oneroso al extranjero hacer turismo en Venezuela. ¿No podría implementarse correctivos al control cambiario?

¿No creen que la existencia de miles de reductores de velocidad y de cientos de alcabalas en todas las carreteras venezolanas retarda el viaje y lo hace pesado, costoso y peligroso?  

¿Podrían establecer formas de control menos molesto a los viajeros que usan Maiquetía? La espera para abordar un avión es una tortura que desestimula al viajero internacional.

La ley de Turismo reconoce como bienes turísticos las ferias taurinas que se realizan en Venezuela. Entonces: ¿Por qué el acoso contra ellas?

La calidad de los servicios turísticos es clave ¿Existe un buen programa de asesoría, supervisión y apoyo a los operadores turísticos? ¿Y la calidad de los servicios públicos? ¿De la electricidad?

¿Por qué se discrimina a la Universidad de Los Andes en FITVEN? ¿No es acaso la principal institución pública de Mérida? ¿No promueve el turismo de convenciones? ¿Todos los municipios no tienen igual de competencias en turismo local? ¿Por qué se les da espacios sólo a los rojos? ¿No es un evento del Estado Venezolano?

La inseguridad es un flagelo que desestimula al turismo. ¿Por qué en 15 años hemos alcanzado el triste record de ser uno de los países más inseguros del mundo? Para el turismo es clave la comodidad, la tranquilidad, la belleza, la buena atención y también la seguridad. 

Ojalá los aires de la Sierra Nevada les refresque y el Sol de los Nevados les ilumine el entendimiento.

Fortunato González Cruz

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RICARDO VALENZUELA, LA NUEVA GENERACIÓN AL TIMÓN, REFLEXIONES LIBERTARIAS, DESDE MEXICO

La humanidad finalmente arriba al milenio tan ansiado, anunciado y profetizado por los grandes pensadores, filósofos, clérigos. Estamos atestiguando, más que expresiones de fe, el surgimiento avasallador de la confianza del individuo ordinario en la libertad, como el único sistema que lo puede beneficiar.

A pesar de que en México retrocedemos, el mundo avanza hacia esa era económica de libertad con una nueva y poderosa arma; la tecnología, lo que la hace cada día más elusiva para los glotones gobiernos; pero no hay que olvidar quien es el líder de la banda. Esta es la era del dominio de los liberales en EU a pesar de Obama. La tecnología ha promovido la consolidación de su poder hegemónico mundial en todas las áreas; económica, política, militar, cultural. En este confuso panorama la nueva forma de capital es las ideas, el conocimiento y la información.

Los paradigmas con los que vivió el Siglo XX han sido derrumbados y son en estos momentos reliquias de un pasado que ya no existe. Pero la mayoría tradicional no solo no lo entiende, lo rechazan con fiereza y es el grupo que el autor D’ Souza ha bautizado como “los conservadores negativos.” Pero hay otro que no solo lo entiende, ellos lo han provocado y lo siguen construyendo, es a quienes D’Souza llama “liberales positivos.” Estos dos campos se encuentran en una lucha frontal por el control del futuro. Los conservadores lo quieren como una réplica del pasado. Los “nuevos liberales” lo quieren construir mediante un  divorcio total con ese pasado.

Las raíces de estos conservadores se remontan hasta el mismo inicio de la historia. Platón en su famosa obra “Leyes” proponía severos castigos para los ciudadanos dedicados al comercio y los negocios. Confucio afirmaba: “El caballero entiende lo que es moral. El hombrecillo solo busca la ganancia.”Las sociedades antiguas consideraban que la mejor forma de adquirir riqueza era heredándola e inclusive a través de la conquista y el despojo—era mucho más honorable que través de producción y comercio. La iglesia católica lo definía con más agresividad: “Todas las riquezas proceden del pecado. Nadie gana sin que alguien pierda.”

Las raíces de los liberales se inician con los enfrentamientos entre protestantes y católicos en los siglos XVI y XVII que degeneraron en sangrientas guerras religiosas. Los pensadores europeos de la época para detener la carnicería, decidieron abandonar la anciente empresa de basar la sociedad  en la búsqueda de las grandes virtudes y reorientarla hacia la satisfacción de las necesidades terrenales—debían así redirigir su energía de la poderosa fuerza de la religión, hacia algo igual de poderoso: la búsqueda de ganancias materiales. Como consecuencia de ello una nueva sociedad emergería alrededor de tecnología y prosperidad—. En esos momentos nacía la economía como ciencia independiente mediante un desprendimiento de la filosofía.

Emergerían también los nuevos pensadores. En 1714 Mandeville publicó su obra “La Fábula de las Abejas” en la cual exponía el que los vicios privados producen el beneficio público. Mandeville afirmaba que una sociedad organizada alrededor de lo que la iglesia consideraba diabólico; ambición, glotonería, avaricia, orgullo, envidia produciría una increíble ola de prosperidad. Pero fue Adam Smith quien refinando esos conceptos estableció los fundamentos para el verdadero liberalismo. Luego fueron los filósofos Franceses y escoceses del renacimiento quienes mejor lo definieron: “Cuando se trata de dinero, todos somos de la misma religión. El judío, el cristiano y el mahometano hacen negocios entre ellos—y le cuelgan el nombre de infidel sólo a los que quiebran.”  

El campo del liberalismo tradicional ha sido invadido por esa nueva ola de liberales positivos; es la nueva generación X, la que nunca escuchó “no se puede,” a la cual no se le controló a base de culpa, a ellos no se le amenazó con el infierno y el pecado original. Es una nueva generación que no está a la defensiva. Los principios emanados de “la vieja ola” fueron el de la queja, el sacrificio y el valle de lágrimas. Los de la nueva se basan en su pasión por el futuro. Esta no es una generación de pensadores o críticos sociales. Ellos nunca han leído a Platón o a Max Weber. Lo que ellos leen es “Wired o Fast Company” en las revistas tecnológicas de MIT o Stanford. Respetan a Einstein, pero admiran a Edison. Ignoran a San Agustín pero les gusta Gutemberg.

Esta nueva generación no pierde tiempo tratando de definir cuál debe ser el papel del gobierno en nuestra organización social, simplemente lo ignoran y lo consideran un estorbo más. Entienden muy bien las palabras de Jefferson cuando en la declaración de Independencia escribió el que todos los hombres fueron creados igual; “igual ante la ley y con los mismos derechos,” pero tienen muy claro que no todos tenemos las mismas dotes y habilidades. No les interesa la política porque la política ya no es interesante y mucho menos relevante. Saben que el Estado amo y divino creado por el hombre, está regresando a su origen de simplemente ser un sirviente y el conserje de la sociedad.

Estos nuevos liberales entienden también el concepto de la moralidad de los mercados. Saben que aun cuando hay iglesias que pretenden controlar a las sociedades y lo han hecho con el monopolio del perdón; los mercados no perdonan. Algunos de ellos son profundamente religiosos, pero sólo aceptan la religión que a Tonqueville tanto impresionó cuando escribió: “Los Americanos combinan en sus mentes la noción de Cristianismo y Libertad con tal intimidad, que es imposible el concebir el uno sin el otro.” Ellos creen en el Dios de la Biblia promoviendo libertad para sus hijos. Pero saben que esto ya no es su realidad. Voces eclesiásticas muy poderosas se unen al coro de colectivismo posicionando las iglesias en esa lucha contra una sociedad libre. Entonces al igual que al Estado las ignoran.

La sociedad en EU no solo los acepta, los admira. Entienden que esa competencia estilo Bill Gates, Milken etc, para seguir acumulando dinero, permanece como el primitivo motor atrás de las incansables energías de esa nueva elite empresarial. Aun cuando el uso de ese dinero está sujeto a la ley de las utilidades marginales, la satisfacción de acumularlo no lo está. Adam Smith lo definió muy claramente: “Ha sido muy beneficioso el que la naturaleza nos haya dado esta capacidad. Esto es lo que mantiene en constante movimiento el esfuerzo del ser humano.” Traducido; dejemos a estos hijos de suchi que se harten de acumular. No nos importe si con ello son más felices o no. Lo que sí sabemos es que al seguir produciendo bienes y servicios mejores y más baratos, aportan para mejorar la sociedad; y lejos de explotarnos, somos nosotros los que con su consentimiento los explotamos a ellos.

Esta es la generación que está esculpiendo el nuevo Siglo XXI y aquí tenemos un ejemplo:http://m.soundcloud.com/panchoburquezsenador/seningfranciscoburquezvalenzue

@elchero
Ricardo Valenzuela

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ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRO, DIAGNÓSTICOS, GOLAZOS Y CORRUPCIÓN, CASO ARGETINA

 “Nuestros representantes actuales gustan de marcar que la corrupción es un hecho imposible de evitar. Quien no acepta el negocio no es apto para participar del verdadero mundo del poder. Y además se convierte en una molestia”. Julio Bárbaro

Han comenzado a filtrarse, desde el profuso círculo médico que ha atendido a la señora Presidente desde que asumió su mandato, algunos detalles mucho más impresionantes que la pretendida trepanación de cráneo que fue la versión oficial de la causa de la última internación. Quien mejor ha acompañado este proceso es, obviamente, el Dr. Nelson Castro que, además de médico y periodista, ha investigado en forma exhaustiva el tema de la salud de los presidentes y vices argentinos. Con su habitual y mesurado estilo, ha descripto con precisión cuanto ha sucedido, pero no garantizó la veracidad de la información suministrada por la Casa Rosada.

He hecho consultas al respecto, y cirujanos de altísimo prestigio y enorme trayectoria me han asegurado que es prácticamente imposible que, después de una operación craneana como la que, en teoría, se practicó a la señora de Kirchner, el alta médica se otorgue con tal velocidad, ya que hubiera debido permanecer, en terapia intensiva y en observación, al menos quince días. Algo de cierto debe haber en lo que me dicen, ya que Lancha y Abalito tuvieron que recular en chancletas después de informar que la viuda reaparecería en escena a los tres días.

La verdadera razón, entonces, podría ser –en términos físicos- la arritmia cardíaca cuya existencia ha trascendido y que, además, sería la causa de los habituales desmayos y caídas presidenciales. El periodista mejor informado de la Argentina, en un imprescindible boletín privado, contó esta semana que Cristina se presenta ya en público con un colaborador que, en las cercanías, porta un desfibrilador. Todo ello, en el fondo, tampoco reviste demasiada gravedad, ya que podría ser solucionado, rápidamente, con la implantación de un marcapasos, que el progreso de la ingeniería médica permite que sea colocado bajo la piel.

En cambio, lo realmente preocupante es la confirmación de su padecimiento del “mal de Pick”, que anuncié el 2 de enero de 2013 en una nota que puede verse en mi blog, titulada “La Nariz”. Una sencilla búsqueda en Internet permitirá a los interesados entender por qué este tema es en verdad grave, sobre todo por la descripción de los progresos de esa enfermedad mental y el deterioro que implican sobre el cerebro de quienes lo sufren.

Resulta clara la razón por la cual el Gobierno no ha efectuado mención alguna al tema, tanto por los efectos electorales que produciría reconocer que la única y concentrada líder del “modelo” es, en realidad, alguien incapaz de continuar ejerciendo tan alto cargo, cuanto por las implicancias institucionales que acarrearía ese conocimiento sobre los dos últimos años de mandato presidencial. O, si se quiere, a la misma voluntad de la viuda de Kirchner de huir para evitar pagar la cuenta de esta década malversada y perdida ya que, descarto, no querrá desactivar algunas de las minas que está dejando armadas para el próximo gobierno.

Seguramente, la afección debe haberse complicado aún más con el vergonzoso golazo en contra que Juancito Cabandié acaba de infligir al equipo del ¿Frente para la Qué?. No ha bastado el despegue de la responsabilidad política que, rápidamente, ejercieron Martín Insaurralde y Daniel Filmus para compensar el daño que este niñato prepotente ha producido en el futuro marcador del partido que se disputará el próximo domingo 27.

Tanto el propio candidato a Diputado nacional por la Ciudad, con sus idas y vueltas para disculparse, como el Intendente de Lomas de Zamora, que ofreció a la inspectora despedida su reincorporación y, a la vez, echó al Director de Tránsito municipal, han sido contratados por Kolynos Massa como jefes de su campaña electoral, ya que permiten que el tema permanezca en las pantallas y primeras planas de todo el país.

Todavía mayor, porque ha traído a la memoria los luctuosos crímenes de Once y Castelar, será la repercusión –medida en daño electoral- de lo sucedido ayer, nuevamente en el Ferrocarril Sarmiento, tal vez el más emblemático en la sociedad criminal que mantuvo don Néstor (q.e.p.d.), a través de Jaimito, con los concesionarios de los trenes urbanos. Aquí, la frase con que terminaré esta nota adquiere su verdadera importancia.

En otro orden de cosas, todavía más grave, si cabe, es la violencia que se ha reinstalado en la sociedad argentina, de la mano de los barras bravas de los clubs de fútbol, ponderados públicamente por la Presidente, y de los narcotraficantes, que ya han comenzado a transformar a la Argentina en un espejo de México o Venezuela. Si no asumimos ya mismo el problema, y no le ponemos coto, en poco tiempo más contaremos los muertos por miles, como sucede en la nación azteca y en el “paraíso” bolivariano. La obvia complicidad del Gobierno, probada por la forzada desprotección de nuestras fronteras y por la falta de radarización (tema al cual Anímal Fernández, siendo nada menos que Jefe de Gabinete, le restó toda importancia), preanuncia cuánto se agravarán estas situaciones –letales para cualquier país- en los dos años que restan del reinado K.

Rosario, que ha recuperado su fama de “la Chicago argentina” en recuerdo de aquélla que, en Estados Unidos, fue tan afectada por las bandas mafiosas, ya ha batido todos los records en materia de asesinatos de chicos, “soldados” de los narcos, no es más que una muestra de anticipación. Por otra parte, los balazos a la casa del Gobernador de Santa Fe o los hondazos –que pudieron ser infinitamente más graves- a Massa en La Matanza, o el caos provocado por los seguidores de un barra muerto a tiros en Munro en su entierro, deberían decirnos qué sucederá si no actuamos ya.

Para concluir, un anuncio y un pedido. El Frente Cívico y Social, al cual adelanto no pertenezco, presentó un proyecto de ley para establecer una Comisión Anticorrupción; he ofrecido mi colaboración a la misma –que aún no ha sido aceptada- y pido a quienes queremos otra Argentina, que sólo será posible si actuamos, se incorporen a esta iniciativa. Usted, lector, sabe cuánto he escrito sobre este tema y qué propuestas (juicio de residencia, por ejemplo) he formulado para combatir este flagelo; además, siempre puede ingresar a http://egavogadro.blogspot.com.ar, donde todo se encuentra publicado.

Esta misma semana, una ONG, Contadores Forenses, presentará a la Justicia un informe que ratifica todo y cuanto he dicho en estas notas respecto al vaciamiento de YPF, realizado por los Ezkenazi –socios y testaferros de Kirchner- y Repsol, a partir de la “venta” del 25% de las acciones de la petrolera a la familia “dueña” del Banco de Santa Cruz; ese accionar fue la causa fundamental de la crisis energética por la que atraviesa la Argentina, que deriva en la necesidad de importar US$ 13,000 millones de dólares por año en combustibles y, a su vez, es la razón primigenia de la inflación que soportamos. 

La corrupción se vincula a la indispensable independencia del Poder Judicial, a la transparencia de los debates legislativos, a la honestidad policial y, sobre todo, a la probidad del funcionariado, pero también evitará la esencial e indispensable complicidad de los empresarios. Terminar con ella implicará que los fondos que hoy acaban en los bolsillos de quienes pueblan Puerto Madero y los distintos countries que rodean a las capitales de todo el país lleguen a la vivienda, a la salud, a la educación, a la seguridad, a la infraestructura que todos necesitamos. No hay que olvidar, nunca, que LA CORRUPCIÓN MATA.

Enrique Guillermo Avogadro
Twitter: @egavogadro

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NELSON CASTELLANO HERNÁNDEZ, LA EXTREMA DERECHA

¿Qué quiere hacer Maduro con tanto poder? Acaba de pedir una ley habilitante para legislar por decreto, al jefe de la Asamblea. Según ellos para enfrentar la batalla económica contra la derecha extrema.

Eufemismo que le sirve en primer lugar, para no reconocer el fracaso de la gestión del Socialismo del siglo XXI, al que solo le queda el camino de radicalizarse si pretende seguir gobernando.

El segundo objetivo es acumular la mayor cantidad de poder posible ante la previsible crisis que se vislumbra. En La Habana se piensa que, en el futuro, Cabello podría representar un peligro para la marioneta sentada en Miraflores. Los Castro no quieren Parlamento en Venezuela, así eliminan "dos pájaros de un tiro": la voz de la oposición y el sector militar que controla Diosdado.

Maduro intenta manipular la opinión pública, haciendo pasar la descarada corrupción de su régimen y el gravísimo problema de desabastecimiento, como consecuencia de un complot y de un  sabotaje, y no como el resultado de la manifiesta incapacidad y la improvisación de los ministros, que entre él y "el pajarito" pusieron a dirigir el futuro del país.


¿A quién llama Maduro "Extrema Derecha"? Comenzó con los políticos, gobernadores y alcaldes, despojados de presupuestos y atribuciones. Designa también a los diputados, que hemos visto salir sangrando del Parlamento, después  de los ataques de las hordas "Psuvistas".

Allí incluye a los curas y a los judíos para complacer a sus "socios" del Medio Oriente. El término les sirvió para perseguir productores agropecuarios, comerciantes, industriales, medios de prensa, estudiantes y universidades. Hoy en día tendríamos que incluir a los sindicalistas que protestan por sus beneficios salariales, los médicos, personal de hospitales y los docentes.

El resto de venezolanos suponemos que para ellos, son la "Extrema Izquierda" que los acompaña. El problema es que esa "Derecha" que intentan destruir, es la que orienta, educa, cura, da empleo, produce comida, informa, lucha por nuestra soberanía, la libertad y la democracia.

¿Entonces dónde está el problema? Termina por preguntarse el ciudadano. También se pregunta dónde colocar a los comisarios presos por defender a inocentes que manifestaban constitucionalmente, o la juez Afiuni por cumplir con lo que la ley establece.

Peor aún, un Baduel su exgran amigo, o los prófugos estilo Aponte Aponte, el narcotraficante Makled, o los hombres de los maletines llenos de dólares "rojitos", todos en su momento, figuras de poder dentro del régimen.

Sin entrar a analizar los que controlan el sistema de control de divisas (Cadivi), o el paradero  del exteniente, exministro y exgobernador Rafael Isea, según dicen refugiado en Miami, con un "maletincito" de 70 millones de dólares.

¿Será que quiere construir un país con motorizados sin ley, con pranes dirigiendo desde las cárceles, con la delincuencia reinando en las calles, con carreteras llenas de huecos, con puentes que se caen, refinerías que explotan, con apagones y falta de agua, pollo, harina de maíz precocida, leche o café?

Todo eso abunda y presenta un panorama confuso, para que podamos creer que la "Extrema Derecha" es la causante de todo.

La Venezuela creadora, preparada, patriota, existe. Piensa que si perteneces a una cofradía, toda Venezuela la conoce, está integrada por Evo de Bolivia, Ortega de Nicaragua, Correa de Ecuador, la Kirchner de Argentina, tienen satélites en el Medio Oriente, en grupos guerrilleros. Muchos te sirven porque les financias sus intereses y sabemos que la dirigen Raúl y Fidel

Esta Venezuela que pretendes ignorar y que acusas de "Derecha", prefiere un país que produce. Que no que tenga que importar todo, donde no corten la luz, que vaya a un mercado y consiga lo necesario, donde pueda regresar a su casa vivo, después de tomar un transporte en común.

De tanto acusar a los otros, solo demuestras que el gobierno ni sabe ni tiene con qué gobernar. ¡Qué ironía, con tanto poder y pierdes la batalla!

nelsoncastellano@hotmail.com

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ENRIQUE PRIETO SILVA, ¡SI EL DIFUNTO VIVIERA……!

¡Qué engaño y cuánta miseria nos depara la vida! Hoy pensamos, que los ciclos históricos se repiten con más frecuencia que lo imaginable y estos 15 años nos han revivido ese pensamiento

¡Si el difunto viviera……!
  
Se cumplen 68 años del movimiento político denominado “Revolución de Octubre”, ese movimiento, que hace 18 años, cuando cumplió 50, calificamos su celebración como estoicismo, al “querer reencontrar la democracia perdida”, refiriéndonos al 23 de Enero. 
Pensamos entonces, “…que la generación gestora lo enraizó en nuestro país, con una idea democrática fundamentada en el grupismo partidista, en el engaño al ignorante y en la lucha contra el golpe de Estado, es decir, contra ‘los militares’, tratando de evitar que ocurriera lo de 1948, cuando los gestores del movimiento del 45, desplazaron con un ‘ojo por ojo y diente por diente’ a los traidores ‘demócrata-comunistoides’”.
Escribimos, sin imaginarnos lo que nos vendría, que: “los que crecimos y vivimos escuchando el verbo político de entonces, pero que logramos zafarnos del engaño, nos sentimos impotentes y frustrados, al tener que vivir como miserables entre ‘ricos de cuna’ y politiqueros ‘bonchones y malamañosos’, gestados en esa detestable e inmoral democracia, lamentándonos de haber servido de tontos útiles a tantos incapaces que nos han gobernado y dirigido”.
¡Qué engaño y cuánta miseria nos depara la vida! Hoy pensamos, que los ciclos históricos se repiten con más frecuencia que lo imaginable y estos 15 años nos han revivido ese pensamiento. Nuestras palabras entonces fueron: “Si la celebración del ‘cincuentenario de la Revolución de Octubre’, permitió un mea culpa de algunos de los sobrevientes de aquel golpe de Estado, es por demás interesante, que los no tan jóvenes que hoy nos dirigen como herederos de los héroes de esta marchita ‘revolución’, se percaten de la inconsistencia de su patrimonio y dejen de culpar a otros, de la desbancada del país. 
Los Bolívar, los Miranda y los Marx venezolanos ricos de cuna, dejaron de existir. Hay muchos capitales nacionales y nacionalizados amasados en esta democracia, siendo pocos los moralistas que pueden arrimarse al fuego sin que se les queme el rabo. Y, aunque parezca mentira, hemos estado y estamos en manos de extranjeros que han manejado y manejan nuestras finanzas con la habilidad de la mafia y se atreven con el beneplácito de congresantes y otros gobernantes, a ridiculizar y menospreciar la pobreza del nacional ‘pata por el suelo’, que con sacrificio, pretende disfrutar de un poco de la riqueza y el ahorro que le han brindado el trabajo y en muchos casos la viveza aprendida de ellos”. 
Sin dudas, son copias al carbón las dos fatalidades, que solo nos han dejado en nuestras mentes “fatalidad, tristeza y desesperanza”. No son pocos los años de nuestras vidas que hemos dedicado a encontrar el verdadero camino de la democracia con desarrollo y buena calidad de vida. Hoy, luego de la desaparición del “difunto”, han surgido nuevamente las esperanzas.
¡Maduro no es Chávez!, y la ilusión creada en ese humilde pueblo desengañado hace 18 años de una “revolución”, hoy igual que ayer, revierte su ilusión para dejar esta “revolución socialista” como una nueva utopía. Se ha convencido el humilde pueblo, que ¡Si el difunto viviera!, continuaría el engaño de un personaje capaz de asumir la responsabilidad, ante la evidente malandrería, el robo y el despilfarro, para cumplir su deseo idólatra narcisista. 
Se ha dado cuenta, que en el nido de escorpiones se desató la guerra intestina porque nadie quiere asumir la responsabilidad del desastre. Por eso el eslogan: ¡Chávez vive y la lucha sigue! Pero ¿Qué pasaría si el difunto viviera….?
Enrique Prieto Silva -g-

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