martes, 15 de octubre de 2013

CARLOS R. PADILLA L., LA FAMILIA: CENTRO DE TOMA DE DECISIONES

Para nadie es un secreto que la hegemonía comunicacional impuesta por el régimen es una realidad. Apenas quedan rendijas por las cuales colarse para las voces e imágenes disidentes.

Internet aun brinda una oportunidad de expresión más o menos libre que cada día se está condicionando a las exigencias de los poderes facticos de la represión impuesta a punta de billete.

Pero nos queda la realidad vívida cada día con todas esas carencias que nos aplican para hacernos precaria la existencia.

En Venezuela existen varios tipos de familia. Las hay de variado tipo y de distinta composición; pero son familias que de alguna manera comparten el destino de sus integrantes.

Esas familias sufren juntas los problemas de la inseguridad, el alto costo de la vida, el desabastecimiento y la deficiencia de los servicios públicos que son responsabilidad de quienes hoy nos desgobiernan.

Esos temas son de diario tratamiento entre quienes conviven en un espacio físico y en un ambiente afectivo y no se vislumbra una solución a dicha problemática mientras sea el castro comunismo el que este en el poder para malbaratar los ingresos que debieran revertirse en bienestar para todos.

Si ello es así, la familia integra debe tomar la decisión de oponerse, con los medios a su alcance, a que esa situación continúe. El más concreto de ellos es el voto y la familia toda tomará la decisión de ir a votar el ocho de diciembre para elegir su gobierno local en ese plebiscito nacional que le demostrará al mundo que el gobiernito no tiene el apoyo de la ciudadanía venezolana.


carlos.padilla.carpa@gmail.com

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PEDRO A. PALMA, MONETIZACIÓN DE LOS DÉFICIT PÚBLICOS.

En noviembre de 2009 escribí en esta columna un artículo sobre la reforma a la ley del Banco Central de Venezuela que se acaba de aprobar. Decía entonces que dicha reforma, además de inconstitucional, violaba un principio económico fundamental, cual es la capacidad que tienen que tener los bancos centrales de negarse a financiar gasto público deficitario, acción conocida también como la monetización de los déficit, con el fin de evitar la materialización de presiones inflacionarias. Expresaba allí que a través de esa reforma "se le permite, o mejor, conmina al Banco Central financiar programas determinados por el Ejecutivo como prioritarios, así como descontar y redescontar títulos provenientes de esos proyectos especiales. 

Esto se puede convertir en una fuente inagotable de financiamiento de gasto público, ya que el BCV tendría que adquirir obligaciones gubernamentales los títulos emitidos por entes públicos en las cantidades que el Poder Ejecutivo decidiere, simplemente con declarar que esos papeles están destinados al financiamiento de proyectos prioritarios, incluyendo aquellos orientados a cubrir las cuantiosas y recurrentes pérdidas de múltiples empresas del Estado".

Más adelante manifestaba que la reforma en cuestión también establecía que el BCV podría adquirir obligaciones de Pdvsa, organización que "tendría asegurada la colocación de los bonos que emita en condiciones favorables, y así contar con recursos adicionales para cubrir una serie de obligaciones impuestas por el Gobierno y ajenas a su actividad medular, tales como importación y comercialización de alimentos, financiamiento de misiones y otras tantas". Señalaba, finalmente, que lo que angustiaba de esa reforma era la posibilidad de que el instituto emisor se viera forzado a crear grandes cantidades de dinero para financiar gasto deficitario que generaran grandes presiones alcistas de los precios.

Pues bien, después de casi cuatro años de haber hecho esas advertencias ¿qué ha sucedido? ¿tenían éstas fundamento? Desgraciadamente sí.

Al momento de aprobarse la reforma de la ley, es decir, a fines de 2009, Petróleos de Venezuela mantenía una posición acreedora en el BCV, y fue sólo durante el año siguiente que comenzó a buscar financiamiento en ese ente, aun cuando de forma moderada.

No fue sino a partir de 2011 cuando los préstamos del BCV a la petrolera comenzaron a expandirse fuertemente, al punto de que al cierre de ese año su deuda neta con el instituto emisor era superior a los 96 millardos de bolívares, un monto equivalente a algo más de 22 millardos de dólares. En los meses subsiguientes, y hasta hoy, ese financiamiento no ha parado de crecer, ubicándose esos pasivos netos en la actualidad en más de 256 millardos de bolívares, lo cual equivale a más de 40 millardos de dólares, una magnitud similar a las divisas que anualmente le vende Pdvsa al BCV.

Algo semejante, aun cuando en mucho menor escala, ha sucedido con otras empresas públicas no financieras, tales como las empresas de Guayana, las cuales han acudido al BCV en busca de financiamiento para cubrir sus pérdidas, particularmente desde fines de 2012 hasta esta parte, acumulando a fines de septiembre de este año unas deudas netas con ese ente de 27 millardos de bolívares. Este masivo financiamiento a empresas públicas ha generado un fuerte aumento del dinero primario, o base, es decir, aquel creado directamente por el BCV, contribuyendo ello a expandir la oferta monetaria en poder del público en más de 64% en doce meses, un incremento muy intenso que se ha traducido en mayor inflación.

Esto tiene que cambiar, porque de continuar el financiamiento de gasto público deficitario por el instituto emisor de manera recurrente y creciente en el tiempo, se generarán presiones inflacionarias mucho más intensas que las actuales, con efectos devastadores sobre la población, particularmente sobre aquellos que menos tienen.

palma.pa1@gmail.com

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EL COLOMBIANO.COM, MADURO Y SU REALIDAD PARALELA, EDITORIAL,

Quince años de desastre en la gestión gubernamental, y el chavismo sigue culpando del fracaso a otros: la derecha, el imperialismo. Nada de autocrítica. Maduro quiere decretar "un hombre nuevo".

Todos los medios de comunicación internacionales independientes seguimos día a día la situación venezolana. Situación desesperada en lo económico, turbulenta en lo político y social y directamente calamitosa en lo institucional.

Hay desabastecimiento de productos básicos de la canasta familiar. Y no por mucho que lo niegue el gobierno, hace que aparezcan los bienes de consumo en los estantes vacíos de los supermercados.

Y desde allí mismo se reporta, por parte de los medios que aún resisten el acoso por cumplir su deber democrático de informar, que el desorden y la ausencia de autoridad legítima en los centros urbanos es alarmante. Entre milicias bolivarianas y grupos de moteros que aplican sus particulares leyes de la selva, la ciudadanía se encuentra acorralada entre unos gobernantes vociferantes y sin rumbo, esa escasez de productos básicos y una corrupción desmedida. Esta sí, fuera de todas las "justas proporciones".

El martes pasado, el presidente Nicolás Maduro solicitó a la Asamblea Nacional que le concediera poderes habilitantes para ejercer, durante un año, la facultad legislativa extraordinaria que le permita expedir decretos ejecutivos con fuerza de ley, sin necesidad de pasar por el Congreso.

Maduro carga con el peso de una herencia caudillista de un líder carismático -Hugo Chávez -, a quien no iguala ni siquiera en lo malo; de un sistema económico que no funciona; de una falta de capacidades para gobernar que avergüenza incluso a cierta izquierda crítica; y de una dispersión del poder que lo mantiene en permanente zozobra, al vaivén de las apetencias de su principal rival, Diosdado Cabello, y de los militares "boliburgueses" que no lo respetan.

Y el denominado heredero de Chávez considera que con poderes normativos excepcionales podrá contener por lo menos dos de los descomunales problemas (corrupción y crisis económica) que tienen a la República Bolivariana en estado de postración moral y financiera.

En uno de los párrafos de su macondiano discurso ante la Asamblea Nacional, Maduro sostuvo que "si la corrupción sigue reproduciéndose y perpetuando su lógica capitalista de destrucción, aquí no habrá socialismo, el socialismo nunca podrá afianzarse plenamente en su dinámica profundamente humana entre nosotros, en medio de los antivalores de la corrupción".

La corrupción, dijo, es derivada del sistema capitalista, de sus desórdenes y de su equivocada concepción del hombre. No es, en el caso de su país, resultado de 15 años de un mismo régimen, ni de la consolidación de camarillas de discurso socialista, pero de bolsillos sin fondo para atiborrarse de recursos públicos.

Igual con la economía. El desabastecimiento es producto de un bloqueo de la derecha fascista y de enemigos externos, que no permiten que los bienes lleguen al ordenado sistema de planificación estatal. La cadena productiva murió no por arbitrariedades gubernamentales, expropiaciones y falta de gestión. No: no funciona porque hay un complot de la derecha, que no deja producir bienes y servicios.

El discurso de Maduro podría indicar una patología política ya irremediable, de buscar cambiar la realidad con ruidosas arengas revolucionarias, o acabar la corrupción gubernamental no sancionando a quien incurre en ella, sino acorralando a la oposición. La farsa, en fin, de crear un hombre nuevo con políticas fracasadas y sin futuro.

http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/M/maduro_y_su_realidad_paralela/maduro_y_su_realidad_paralela.asp

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TAMARA SUJU ROA, DESPOTISMO VS CIVILIDAD

Entre los conceptos que se consiguen en la red, se define Despotismo como: 1   Gobierno absoluto, no limitado por las leyes y 2: Abuso de superioridad, fuerza o poder en la relación con las demás personas. Tiranía.  La verdad es que esta palabra describiría perfectamente la actitud con que gobiernan quienes hoy ostentan el poder en Venezuela y cuya cúpula se ha puesto el nombre de Alto Mando Cívico Militar. Observamos como suelen  dirigirse a los ciudadanos con aquella altanería y prepotencia propia de aquellos que creen que porque hoy están en el poder pueden insultar, discriminar, maltratar y burlarse no sólo de sus oponentes políticos y de los ciudadanos disidentes, sino también de sus propios electores.

Muchos de ellos fueron medio formados, y digo medio formados porque a pesar de que pasaron por la Academia Militar o Escuela respectiva no les quedó mucho del respeto que le deben no sólo a la República y su Constitución, sino al ciudadano. Chávez y ahora Nicolás no solo han pretendido destruir la estructura política territorial que la democracia construyó sino que también han deformado a su manera la meritocracia en todas las Instituciones y Empresas públicas,  sustituyendo a personal altamente calificado y estudiado cuya formación muchas veces ha significado un alto costo para la nación, por personas que no tienen el conocimiento suficiente  para gerenciar o dirigir Empresas e Industrias de alta tecnología.

La imposición de militares en actividades típicas del mundo civil, tratando de dirigir desde Embajadas, Parlamentos, Ministerios, Gobernaciones, Alcaldías, Empresas Básicas del Estado, Complejos  Agro Industriales, hasta supermercados y abastos, ha significado un cambio no sólo en la psiquis del propio militar, sino en la forma como los civiles los perciben. No quiero decir con esto que muchos miembros de la Fuerza Armada no sean capaces de asumir estos cargos, porque muchos de ellos poseen estudios paralelos al de la  carrera militar que los faculta para hacerlo bien, pero, ¿Porque  apartarlos de su carrera militar cuando están activos para ponerlos en cargos administrativos propios de civiles y no esperar a su retiro?

El ser militar activo puede influir en el trato que se le da al personal civil.  Como si estuvieran en un cuartel y todos tienen que obedecer sin chistar. Pero también hay quienes se han quitado el uniforme hace años y todavía piensan que siguen en el cuartel.   Así mandó Chávez, así manda Diosdado Cabello en la Asamblea Nacional y así mandan todos los que tienen altos cargos y que han sido duramente criticados. No olvidemos por ejemplo el caso del pueblo Pemón en el estado Bolívar y la retención que hicieran de 28 oficiales y 14 soldados por los malos tratos recibidos y la militarización de la región. El documento presentado por los pemones decía que  habían militarizado las regiones ancestrales como si no hubiera leyes que aplicar o principios que respetar. Ellos exigían la renuncia del Mayor General Cliver Alcalá Cordones, para aquel entonces Jefe militar de toda la región.

 Pienso que es necesario hacer un estudio serio que nos diga como ha afectado el comportamiento de estos militares que dirigen personal civil ,  la psiquis de los que son objeto de este trato y si de alguna manera ha sido alterado su comportamiento psico-social. También habría que hacer una evaluación de como ha sido afectada la "carrera militar" de aquellos oficiales que se preparan para serlo, el que ahora puedan aspirar a cargos administrativos a los que antes no tenia acceso y que no tienen nada que ver con su formación. ¿Habrá competencia por aspirar a ser mejores militares de carrera o mas bien la competencia es para lograr de alguna forma ser favorecidos con cargos administrativos que le pertenecen al mundo civil?

Sólo un militar como Chávez pudo tramar aquello de "la unión cívico-militar" porque  era lo que conocía, incluso me arriesgaría a afirmar que en verdad solo confiaba en sus compañeros de armas. Como un cuartel trato de gobernar a Venezuela y ahora estamos pagando las consecuencias. Nunca sabremos que pasó por su cabeza el día que le levantó la mano a Nicolás y no a uno de sus compañeros de armas, pero pienso que influyó el hecho de que Nicolás si creía verdaderamente  en  el sistema implantado por los Castro en Cuba, y sería uno de los pocos que podrían continuar con esta "revolución" retrógrada que Chávez  trató de imponer a la fuerza en un país con valores y principios democráticos que sencillamente no se cala el castro comunismo y está dando una férrea pelea.

 La FAN hoy en día es un cruzado  llanero en donde todos portan el mismo uniforme verde olivo, los oficiales de carrera interactúan con la milicia y a los civiles nos cuesta mucho diferenciar quienes están en las alcabalas  o quienes están sentados en las cajas registradoras de los supermercados. Hoy en día organismos como Cadivi, Banvenez, Banco Bicentenario, Mercal, La Corporación de Abastecimiento y Servicios Agricolas (Casa), Silos, Almacenes y Depósitos Agrícolas (SADA) y Bantesoro, están presididos por militares activos, pudiendo ser perfectamente dirigidos y administrados por profesionales civiles que hayan dedicado sus estudios y hayan hecho carrera dentro del sector bancario y empresarial y que pudieran estar mejor capacitados para estos cargos.  ¿Porqué los dirigen militares activos? ¿Es esta su función? La militarización del mundo civil enmarcado en un sistema despótico podría ser el fin de la civilidad y la anulación de las acciones que los ciudadanos demócratas que somos la mayoría mantenemos  para rescatar la gobernabilidad democrática de nuestro país.

Tamara Suju <tamarasuju96@gmail.com>

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LUIS"BALO"FARÍAS, "LA REBELIÓN DE LAS REGIONES, DESCENTRALIZACIÓN Y AUTONOMÍAS REGIONALES, AUTONOMIA Y RECURSOS, PARTE 11

A partir de ahora nuestros articulos se referiran al desglose y explicacion de los 12 ejes que proponemos establecer, con un trabajo de reingenieria constitucional para la transformacion profunda que requiere el pais; este trabajo realizado por   El Movimiento Independiente Democrático –MID- organización, no electoralista,  constituida por miembros de la sociedad civil, con la finalidad de actuar, en las luchas que los ciudadanos libramos a diario por la libertad, la democracia y sus derechos constitucionales y humanos.
      

Fruto de ese esfuerzo de años, es la presente propuesta de Proyecto País. Vía…Constituyente, muy trabajadas pero aún perfectibles, que ofrecemos a TODOS los venezolanos, para que sirva de guía de acción, para transformar las estructuras del Estado, en la ruta de construir una mejor Venezuela, donde quepamos todos, con una ciudadanía basada en principios y valores que garanticen la descentralización , el desarrollo, equilibrio,  libertad, democracia, justicia, modernización y la prosperidad común, ellos son: Enrique Colmenares Finol, Jorge Rangel, Humberto Acosta, Anita Varela, Rafael Román Pernia, José Alberto Alcalde, Alejandro Bautista, Orlando Ramírez, Llander Delgado, el apoyo siempre presente del Ing. julio Belisario Mejías entre otros y su servidor quien les escribe.
Con este obligatorio preámbulo comenzamos: El Estado Federal Descentralizado (EFD)  requiere de entes regionales y locales de poder, con suficiente autonomía y recursos, con rango constitucional, para poder responder de manera rápida y eficaz. De nada vale que un pueblo se proponga por un lado a participar masivamente, si por el otro el funcionario o institución regional, están atados de manos para resolver y/o solucionar esos anhelos y necesidades mediatas e inmediatas.
Establecer en la nueva Constitución la verdadera Autonomía Regional basada en el concepto de Autonomía derivada (Capacidad que se reconoce, constitucionalmente y en las leyes respectivas al Estado-Región y a los Municipios para regirse por sus propias normas y darse sus Autoridades).
Establecer, asimismo, la Autarcía (Autosuficiencia económica de una región o municipio para asumir sus responsabilidades sea por impuestos o servicios.
La Autoría (Responsabilidad directa de entes y funcionarios, conforme a sus correspondientes competencias y, también, control, reconocimiento y sanción por el pueblo e instancias competentes, de los resultados, eficacia y eficiencia obtenidos. Los éxitos de las pequeñas entidades administrativas menores, apuntan en lograr los “municipios fuertes”.
Las autocracias se distinguen y caracterizan por la concentración del poder en el Ejecutivo Nacional, en la praxis del circunstancial Jefe de Estado, para desde allí, someter todas las estructuras e instancias de mando como propósito de permanecer en el poder. Por  tanto se asume como una máxima de indubitable comprobación: que no es posible que funcione el poder autoritario con la descentralización y no es posible democracia sin descentralización. Se podría agregar, aún más, que con  centralismo no es posible un desarrollo armónico, en lo económico, cultural y social en general. No hay duda, que  es un retroceso al pasado.  
Se refieren  estos dos principios universales: “Sin descentralización efectiva del poder, la democracia, en el futuro, no podrá sobrevivir.”
“No hay democracia occidental consolidada después de la segunda guerra mundial que no se haya descentralizado”.
El Preámbulo de la constitución de 1.999 reza así:  “El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado…”
Y, los Principios Fundamentales, en su Artículo No. 4. “La República Bolivariana de Venezuela es un Estado Federal descentralizado en los términos consagrados en esta Constitución, y se rige por los principios de integridad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad.” Asimismo, sus Artículos 6 y 158 se expresa que:
“El gobierno es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo”…el Articulo 158: “La descentralización como Política nacional, debe profundizar la democracia acercando el poder a la población”.  
Pero la Constitución es tan contradictoria y confusa que cuando tiene que ser coherente  y establecer lo que ella prefija, considera   en su Artículo 164 una  enorme  y terrible contradicción:
Sólo  una competencia exclusiva tiene el gobernador de un Estado: El producto de la venta de papel sellado y  estampillas. Igual, en cuanto a la materia tributaria el artículo 164,4 de la Constitución, le asigna competencia exclusiva a los Estados en materia de "La organización, recaudación, control y administración de los recursos tributarios propios, según las disposiciones de las leyes nacionales y estadales".
Esta competencia "exclusiva", sin embargo, conforme a la Constitución, es una competencia vacía de contenido ya que la propia Constitución no prevé "recursos tributarios propios" para los Estados-Regiones. Esos recursos dependen totalmente de la ley nacional que asigne a los Estados impuestos, tasas y contribuciones especiales "para promover el desarrollo de las haciendas públicas estadales" (Art. 167,5).
En consecuencia, no sólo la materia tributaria como competencia exclusiva, es una competencia vacía en la constitución, sino que su ejercicio depende íntegramente de una la ley nacional que sin mayor debate y menos aún el consenso democrático, la mayoría legislativa impone hegemónica sus criterios, conforme  a los intereses del jefe del estado.
En todo caso, la única competencia en relación con los tributos que se asigna directamente a los Estados, en forma exclusiva, es la creación, organización, recaudación, control y administración de los ramos de papel sellado, timbres y estampillas (Art. 164,7). En tal sentido se declaran como ingresos estadales el producto de lo recaudado por venta de especies fiscales (Art. 167,3).
LUIS "BALO" FARIAS

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NARCISO GUARAMATO PARRA, LA ESPECULACION, EL ACAPARAMIENTO, LA INFLACION Y LA GUERRA ECONOMICA

El Gobierno Nacional sigue insistiendo en señalar  como principal causa de la inflación a la especulación y el acaparamiento, con la novedad de que ahora estas forman las armas principales de una “Guerra Económica. Esto obliga a tocar una vez más este tema (ya analizado en marzo de 2009) a fin de que el lector comprenda que el único culpable de la inflación es el gobierno y su insistencia en tratar de implementar un modelo fracasado.

            Gente de la mal llamada “Izquierda”, siguen insistiendo (con desconocimiento de la materia) en definir, la especulación como sinónimo de robo, apropiación y delito. Si no lo creen, vean el comentario que escribió en mi blog un partidario de la intervención estatal: “Hermano, me disculpa la expresión, pero no sea cara de tabla. Decir que "en economía, especular es simplemente tratar de generar un beneficio al realizar una transacción comercial" es el ardid más utilizado y gastado de todo capitalista, de aquél que oculta adrede el verdadero origen de toda ganancia, para hablar de que se hizo rico "a través del mero esfuerzo y dedicación individual", cuando que toda ganancia es producto de la plusvalía, y el precio es precisamente el valor agregado que el capitalista hace a un producto; y para que tenga sentido para el capitalista producir, necesariamente tiene que producir plusvalía, si quiere obtener alguna ganancia. Haya control de precios o no el capitalista siempre va a ganar porque toda producción dentro del sistema capitalista se basa en la generación la plusvalía por parte del trabajador y el robo de la misma por parte del capitalista

Como, se puede leer, el comentario repite las mismas sandeces que repiten los socialistas Marxistas-leninistas. Analicemos algunas de ellas: En primer lugar, la definición no es de nosotros. Especulación es un término tomado de las Finanzas. En el Diccionario de la RAE, se puede leer, en su acepción No 4, que especular es: “Efectuar operaciones comerciales o financieras, con la esperanza de obtener beneficios basados en las variaciones de los precios o de los cambios”. Igualmente, la enciclopedia virtual Wikipedia, señala al respecto: “En economía, la especulación es el conjunto de operaciones comerciales o financieras que tienen por objetivo la obtención de un beneficio económico, basado en las fluctuaciones de los precios. Una operación especuladora no busca disfrutar del bien o servicio involucrado, sino obtener un beneficio de las fluctuaciones de su precio con base en la teoría del arbitraje. En sentido extenso, toda forma de inversión es especulativa; sin embargo, el término se suele aplicar a aquella inversión que no conlleva ninguna clase de compromiso con la gestión de los bienes en los que se invierte, limitándose al movimiento de capitales (mercado financiero), habitualmente en el corto o medio plazo. La especulación se basa, por tanto, en la previsión y en la anticipación, de forma que el especulador también puede equivocarse si no prevé correctamente la evolución de los precios futuros, de forma que tendrá que vender barato algo que compró caro. El mercado especulativo por tanto premia a los buenos previsores y castiga a los malos.

            Esta definición es importante para entender la acción especulativa al resaltar dos hechos. En primer lugar se destaca la fluctuación de los precios. Teóricamente si hay  precios regulados  no debería existir la especulación. Pero la hay, es decir hay presencia, o los agentes económicos así lo perciben, de que hay un diferencial de precios que permite una ganancia a corto plazo. El otro punto a destacar es que la especulación implica riesgo. Como se puede ganar, se puede perder ¿Será que el amigo que me envío el cometario, nos puede asegurar que todo especulador (en el buen sentido de la palabra) se  hace rico? Si lo hubiera sabido antes, ¿por qué no monté mi empresa? hace años que me hubiera vuelto millonario. Las personas vinculadas al emprendimiento coinciden en que el 80% de las pymes fracasa antes de los cinco años y el 90% no llega a los diez años ¿no parece tan fácil verdad?

No hay duda que el acaparamiento, es una violación en contra el buen desempeño de la economía productiva. En eso no hay discusión. Ahora bien, ¿Quién acapara? Para responder a esta pregunta hay que distinguir entre dos tipos de acaparamientos: el que busca afectar los precios y el doméstico precautalativo. Comencemos por el segundo. Es innegable que en los últimos mees se ha registrado un aumento en las compras de ciertos productos, que no pueden ser atribuibles a un aumento al consumo. Los hogares están realizando compras nerviosas dada la escases de varios productos de la dieta diaria y la cual bastante notoria en los anaqueles de los supermercados ¿Cómo puede usted criticar a un padre o madre de familia de estar nervioso si no tiene suficiente leche para sus hijos, o alimentos en general ¿No fue el propio presidente Chávez quien comentó que no era delito robar para alimentarse? En este caso no  es robar sino adquirir los bienes necesarios con un dinero que cada vez rinde menos. Recordemos que la escases genera inflación, nunca al revés.

¿Quién acapara, el que quiere o el que puede? El acaparamiento involucra una serie de costos que no es realista que un pequeño comerciante incurra en ellos, almacenaje, seguridad, transporte, etc. Aparte de que el volumen que pudiera guardar no puede modificar el precio del producto. De tal forma que solo una empresa grande con una participación importante en el mercado pudiera obtener un beneficio del acaparamiento..

En un libro de reciente publicación: “La quiebra moral de un país”,  la socióloga Isabel Pereira, nos presenta un cuadro cuya fuente es el economista Moises Naím  y cálculos realizados por su equipo de investigación. En el mismo se puede ver que en el período 1998-2011 el parque industrial venezolano paso de 14.000 industrias a  9.000, lo que representa una reducción de 36%. Así mismo más de 100 empras han sido expropiadas, algunas de las cuales son monopolios en su área, como lo son: Agropatria, monopolio en el suministro de insumos agrícolas, La cementeras, las procesadoras de harina de maíz, en la actualidad una sola marca a quedado en manos del sector privado (harina Pan del grupo Polar). Como se puede observar, el Gobierno es el que tiene mayor capacidad de acaparar (esto no quiere decir que lo haga). Para el mes de septiembre de 2013 la el aumento acumulado en los precios de los BIENES REGULADOS es de 38,2%, alrededor de 8 puntos superior a la variación general.

Los voceros gubernamentales han agregado un nuevo componente, la existencia de una guerra económica basados fundamentalmente en la experiencia Chilena, cuando la CIA intervino en el gobierno del presidente Allende. A este respecto resulta muy  esclarecedor el artículo del periodista Vladimir Villlegas de fecha 08/10/13, en el cual podemos leer: “… Pero tampoco se puede, en nombre de lo que pasó en Chile, establecer paralelismos mecánicos. El presidente Allende tenía minoría en el Congreso, no contaba con el apoyo de las Fuerzas Armadas, y de hecho es derrocado, y ni siquiera habían transcurrido tres años de su gobierno. Es decir, era un presidente rehén de las circunstancias históricas. Por una parte la ultraderecha sembrando la ingobernabilidad y la violencia, y también por la otra una ultraizquierda desesperada por calcar escenarios de otros procesos, para lo cual promovían acciones que terminaban por apoyar indirectamente los planes de los factores de poder que no aceptaban los cambios en la sociedad chilena.”

Para concluir debemos afirmar que en Venezuela, el proceso inflacionario es explicado fundamentalmente por el rotundo fracaso de un modelo económico basado en la regulación de precios y de la economía en general. Es decir el fracaso del Socialismo del siglo XXI como  modelo económico-social.

Narciso Guaramato Parra
@guaramatoparra

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SAÚL GODOY GÓMEZ, POLÍTICA EXTERIOR CHAVISTA,

Ese nombre tan rimbombante de “pluripolar” era el mejor disfraz para ocultar la verdadera intensión de Chávez con respecto al mundo, que no era otra que la imposición del “otro imperio”, el de los suyos, el de los que pensaban como él, de los que creían que el mundo industrial-capitalista había fracasado y que ahora le tocaba el turno a los países del hambre, a las ex-colonias, al tercer mundo, a los socialistas integrados como bloque, a los gobiernos del fundamentalismo islámico, a los hombres fuertes del autoritarismo mesiánico.
¿Y cuál era su pensamiento? Era sencillo: llegó la hora de la justicia planetaria, de invertir los papeles y entregarle el testigo del nuevo orden mundial a una especie de politburó, a la usanza del modelo estalinista en la Rusia comunista; su fantasía de un orden rojo mundial admitía la fórmula maoísta, la de las dictaduras de la Europa del Este antes de la caída del muro de Berlín, el comunismo agrario de Polt Pot, de los zapatistas, de los Sin Tierra, , la de los regímenes autoritarios de África, como el de Idi Amín o el del hermano Gadafi, y por supuesto el castro comunismo, que lo alimentaba ideológicamente.
Chávez carecía de imaginación política, aunque audaz y frontal con sus posiciones, toda ella era una colcha de retazos de muchos pensamientos amalgamados en la licuadora de su cabeza, y reflejaba un profundo resentimiento en contra del orden mundial que regía los destinos del mundo.
El resorte que movía sus discursos y acciones era la filosofía de la liberación, la del oprimido que tenía la oportunidad de insultar y enredarle la vida a su enemigo. Era la filosofía del esclavo Espartaco en contra del imperio romano. Toda su argumentación, su dignidad, justificación ética, sentido de justicia provenían de un centro, él era un oprimido, “un pata en el suelo” y billones como él, que son mayoría en el mundo, sabían que les había llegado la hora de su venganza, porque en el fondo, lo que lo movía era el odio, no el amor que proclamaba a los cuatro vientos.
Y con esa actitud no había muchas opciones, “o estás conmigo o en mi contra”.  Su política exterior se resumía a un simple listado de países amigos o enemigos, de socios y aliados, si podía sonsacarlos y llevárselos a su lado, bien, si no, que se atuvieran a las consecuencias.
Bajo ese patrón diseñó una política de estado, de oportunidades y amenazas, de fortalezas y debilidades, que respondían a su interés de ser reconocido como líder de ese otro orden mundial, aunque eso significara – ahora estamos viviendo las consecuencias – que el país y sus prioridades quedaran en el olvido. Su estrategia de acaparar el foco de atención de la opinión pública resultó, trató de acostumbrar a sus relacionados a la “política de micrófonos”, Chávez resolvía todo ante las cámaras de televisión - de esa manera se ahorraba, evadía, el tener que contar con un cuerpo diplomático de carrera y profesional - sus asuntos los arreglaba en sus maratónicos viajes alrededor del mundo, de manera personal, mirándose a los ojos con el otro, como tanto le gustaba.
Aprovechó de hacer rodar rumores, información falsa, infundios y fantasías sobre su persona, entre ellos el emparentarse con los héroes de las guerras federales, hizo de su intento de golpe de estado un acto de justicia social, se presentó como el responsable del aumento del petróleo en el mundo al inicio de su mandato, dijo que cuando le dieron el golpe de estado, el “pueblo” fue a rescatarlo y restituirlo en la presidencia, presumió de que nunca perdía una elección, se autoproclamó sucesor de Fidel… en fin, que gracias a su esfuerzo Venezuela podía lucir los mejores índices de calidad de vida y progreso ante el mundo.
Esa intensa campaña de RRPP le valió que muchas puertas se le abrieran, su figura de rebelde y pendenciero gustaba en muchos lugares, donde la gente, aburrida por jefes de estado convencionales, saboreaba las declaraciones disonantes de este personaje exótico.
Esa forma de manejar los asuntos externos del país también le permitió que unos hombres grises e incapaces, que sólo obedecían órdenes, tuvieran el rango de cancilleres de la república. Sin una Cancillería preparada y atenta al desarrollo de una agenda nacional, siguiendo la pista de eventos y compromisos que venían de muy atrás en el tiempo, se descuidó políticas que concernían a las fronteras, al comercio exterior, a tratados internacionales que iban en curso de colisión con las políticas del líder, se desatendió juicios y demandas donde la nación tenía mucho que perder.
El mundo era su ostra, Venezuela le quedaba pequeña, es por ello que hizo suyo el lema que lanzó el comunista Ignacio Ramonet, en su pasquín Le monde Diplomatic, “Salvar el Planeta”, esa era su gran misión.
Si, por un lado, la figura del presidente Chávez era un éxito mediático en el mundo, en términos de la Real Politic era un fracaso, el país se hizo más vulnerable, reaccionando a las situaciones, aislándose progresivamente de la comunidad internacional, sin instituciones, sin un marco legal confiable, convirtiéndose en un socio poco confiable e impredecible.
Pero era una política exterior sumamente costosa, Chávez creía tener en su puño a una serie de países - que eran votos a su favor en los organismos internacionales - como clientes, países vasallos que por petróleo y dólares saltaban, daban vueltas o se hacían los muertos.  De esa manera, por 13 años de mandato, desangró y arruinó al país, pues no sólo eran ayudas costosas para infraestructuras, sino créditos y compra de deuda y bonos de países amigos que terminaban en cuantiosas pérdidas para el tesoro nacional.
El gran premio para los gobiernos que siguieran su línea eran los grandes pedidos de productos para exportar a Venezuela, compitiendo deslealmente con los productores nacionales y trancando las posibilidades de desarrollo interno del país. Sacrificó, incluso, la independencia alimentaria de su propio pueblo para dar inicio a una peligrosa economía de puertos; nos hizo, como nunca, dependientes de la renta petrolera, entregando nuestra soberanía a otros países.
No sólo cambió de manera drástica nuestra exitosa estructura de mercado petrolero, sino que sacó a la república de la participación de importantes pactos y foros regionales y mundiales, y nos impuso otros acuerdos donde se sentía más cómodo. ¿Quién no recuerda las “cumbres paralelas”, cercanas a las reuniones de mandatarios, que su entorno le preparaba y los “foros alternativos” que se corrían paralelamente a las actividades institucionales de los gobiernos? Llenaba estadios con “los pueblos sin voz” para, en interminables discursos, torpedear y descalificar los esfuerzos de los países de occidente. Cómo le gustaba retar a las potencias capitalistas y sus estrategias militares, rompiendo cercos y zonas de seguridad para reunirse con los enemigos del imperio, que era la red mundial de déspotas que imaginaba, serían los herederos del nuevo mundo.
Separar el culto a su persona de los intereses del país fue un labor harto difícil, le gustaba rodearse de escritores, artistas - una parte de Hollywood se rindió a sus pies, - indudablemente se trataba de una “star” del jet set internacional, pero, en realidad, ¿Representaba los intereses de nuestro país? Hasta su muerte fue convertida en un evento del mass media, rodeada de secretos, trucos, desinformación… el combustible de la vida se le acabó sin lograr lo que se proponía.
Su legado fue una Latinoamérica confundida, más dividida que nunca, con organismos multilaterales debilitados, con nuevas organizaciones que responden a oscuros designios, que en vez de ayudar a la convivencia regional se dedican a crear conflictos, despertó un populismo clientelar y agresivo, volvió a poner la palabra revolución en la boca de mucha gente que necesita paz y trabajo, revolvió el militarismo y lo puso a competir con la sociedad civil.
Y mientras Venezuela cae en barrena, en medio de una espantosa crisis económica y social, el orden mundial parece haber cambiado muy poco. Chávez montó su acto sobre nuestras cabezas y lo que dejó, sobre nosotros, ni huele ni se siente bien. – 

saulgodoy@gmail.com

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JOSE LUIS MENDEZ LA FUENTE, YO NO QUIERO PUEBLO

La palabra pueblo  en frases como “Hoy tenemos pueblo”, “Yo no pido la reelección, quien la pide es el pueblo”, “Yo estaré aquí hasta que Dios quiera y hasta que el pueblo mande”, “Yo ya no soy yo. Yo soy el pueblo", “iré con el pueblo a recuperar Sidor” o “Llamo al pueblo a no tolerar la corrupción”,  etc., ha sido la muletilla, el estribillo, el comodín para llenar y rellenar todos los discursos, peroratas y mensajes presidenciales, en estos tres lustros de gobierno  chavista.


Identificarse con el pueblo y apoderarse luego de su alma, es uno de los recursos políticos más antiguos y eficaces que el mundo conoce. No todo el mundo puede hacerlo, se requiere liderazgo y carisma, pero sobre todo que una parte de la sociedad se sienta disminuida, menospreciada o ignorada en todos los sentidos, con respecto al resto, que permita su manipulación. 

Es la esencia misma del populismo como fase corrompida de la democracia; eso que los antiguos griegos conocieron como demagogia. Aunque el pueblo no es propiamente una masa, se comporta casi siempre como si lo fuera, llevado de un lado para otro por su líder. 

Puede ser tan maleable y dócil que en algunos casos, e incluso por un periodo de tiempo largo, puede comportarse como un rebaño de ovejas siguiendo a su guía, hasta el punto que durante el despotismo ilustrado, en pleno siglo XVIII, el paternalismo de la monarquía hacia su pueblo era de una naturaleza tal, que un lema de la época lo expresaba  de un modo lapidario: “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Frase que muy bien pudiera aplicarse a la Venezuela  actual.

Chávez  se jactó, durante los últimos catorce años,  de gobernar siguiendo la voluntad del pueblo y de hacerlo todo en su nombre. Un pueblo  que se asemeja a un títere movido por los hilos de su amo, que no solo vota cuando se lo piden por el gobierno de turno, sino que es capaz de hacer interminables colas para comprar harina o aceite, esperar horas para tomar un transporte público que lo lleve a su casa después del trabajo, que se resigna a un aumento de salario por partes, que no le alcanza para cubrir tan siquiera la inflación, o que tiene que sufrir el maltrato de los funcionarios públicos cuando acuden a un ministerio u organismo cualquiera a solicitar información o ayuda, no se diga justicia. 

Ese es el mismo pueblo que se conforma  con lo que le  dan, pero que no reclama lo que le corresponde. Y esa es la diferencia que aún no se ha hecho en algunos países, entre ellos los nuestros hispanoamericanos. Hay que empezar a desarrollar el concepto de ciudadanía y a darle vida en desmedro del de pueblo; un concepto complejo, ambiguo a veces, que en todo caso se presta para  ser manoseado y adulterado.

Por eso, yo no quiero pueblo.  Prefiero, en su lugar, hablar de ciudadanos; es decir, hombres y mujeres con derechos y obligaciones. Personas que sepan que es la ley la que los hace iguales y les da la fuerza para reclamar y pedir. Que conozcan por qué y cuándo  exigir y  no mendigar las migajas, que les caen a veces de la mesa repleta. Actuar si, pero por impulso propio, no a control remoto, porque alguien los empuja o engatusa.

Se hace necesario pasar del pueblo soberano,  concepto sentimental, pero que como masa informe, abstracta, no tiene derechos, a la  ciudadanía que se concreta y particulariza en todos y cada uno de los individuos con derechos y deberes que la constituyen, esto es, en los ciudadanos. Cuando esto ocurra, si no logramos un cambio profundo en la cultura política del país, al menos dejaremos de escuchar tanta tontería, de tanto pueblo.

  Xlmlf1@gmail.com

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SUSANA MORFFE, NACE Y MUERE LA CENSURA, ENTRE CIELO Y TIERRA,


“El bien de la comunidad es mayor y más divino que el bien de uno solo”.  Aristóteles

Con la creación del Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria (Cesspa) cuyo objetivo es controlar noticias, viene a reaparecer la enemiga número uno del periodismo, como en otras partes del mundo: la censura. La legislación venezolana tiene suficiente materia jurídica que normaliza la actividad informativa, pero cuando se asoma una nueva estrategia sobre la materia, nadie duda en pensar que se trata de un ataque a lo establecido, por ejemplo, en la constitución venezolana.

El fenómeno se da, particularmente, cuando los gobiernos se sienten amenazados por la prensa, cuando esconden algo o simplemente no quieren obstáculos para sus acciones gubernamentales, las cuales, al ser descubiertas y divulgadas, ponen en riesgo la gestión política dirigida a controlar el área social y económica del país. Gobernar para todos y con amplia aceptación es la meta a la que ningún gobernante ha logrado llegar, si las intenciones desvían el propósito de mantener en condiciones favorables y equitativas a la nación.

De tal manera que los más perjudicados, además de los medios y sus periodistas, es el pueblo que tiene el derecho consagrado a tener información veraz y oportuna. Para el periodista su método de trabajo consiste en recoger información verbal y visual que le permita llevar al público la noticia ampliamente, por lo tanto, hay hechos que tienen injerencias en la actividad social como los casos de  corrupción y narcotráfico.

Con el nacimiento del Cesspa no se podrá entonces divulgar que 800 contenedores declarados en abandono legal en Puerto Cabello tienen alimentos, que las narcomaletas pasan por correaje y escáner y nadie ve nada. Así como también, que la radioterapia privada colapsa por los hospitales, los alimentos escasos y por las nubes debido a la inflación, los motorizados imponen la ley del más fuerte y finalmente, quiebra del Puerto Libre y periódicos que cierran por falta de divisas, entre otras tantas deformaciones de la vida diaria.

El monitoreo que tendrá el nuevo organismo ha levantado el pronunciamiento del Colegio Nacional de Periodistas, Espacio Público, Reporteros Sin Fronteras y expertos de la docencia, por el carácter de reserva de las informaciones, las cuales serán interpretadas por una Dirección Política-Militar de la Revolución Bolivariana, cuando considere que “alteran el nivel estratégico de la nación, asociada a la actividad enemiga interna o externa”.

Así como en Estados Unidos con Obama y en Ecuador con Correa, las relaciones del gobierno venezolano con la prensa son tan malas que recurren a obstaculizar el trabajo de los reporteros para inundar al público con mensajes que solo favorecen al gobierno. Después de estar tan devaluada la riesgosa profesión del periodista, con este nuevo organismo se atenta peligrosamente el ejercicio profesional del periodismo y lesiona el derecho de informar por parte de los medios y el de todos a estar informados. Pero no solo es la intención, lo que se evidencia es el propósito de preservar las actuaciones de un grupo hegemónico de la sociedad venezolana.

La ruta que se va marcando para desaparecer a la prensa, refleja la inestabilidad que existe en el país y se utiliza para ello la información y así dejar solamente una radio, una televisión y un panfleto como el “Gramma” de Cuba. De lo que si podemos estar seguros es que, digan lo que digan, finalmente los gobernantes y su “sabiduría” terminaran en nada ¿Por qué no lo aceptan?

Susana Morffe
@susanamorffe
www.desdelaisla.hazblog.com

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GONZALO PALACIOS G., EL “BUDÚ” EN VENEZUELA, OTRO ASPECTO DE LA DICTRAICIÓN CHAVISTA

“Vamos a ver si me aguanta esta copla en la que miento las Tres Divinas Personas, la Virgen y San José con su santo Niño en brazos.
Se oye un alarido espantoso, de rabia y de quemaduras de brasa viva en la carne, ruedan por el suelo las maracas y en el rincón junto al arpa, donde estaba el cantador, se desvanece en el aire una humareda de azufre. Y la concurrencia exclama:

‘ ¡Ten cuidado, Cantaclaro Era el Diablo y se ha ido porque escuchó el canto del gallo que anuncia la hora en que empezó la Pasión del Señor; pero ya volverá a buscarte en cuanto los sayones apeen a Jesucristo de la cruz.”
Rómulo Gallegos, Cantaclaro, 1930.

Protagonizada originalmente por Hugo Chávez Frías y con el pueblo venezolano como elenco, una de las tragicomedias más estúpidas que hemos vivido en Venezuela durante los últimos años se entenderá mejor si se conoce el papel que juega la superstición en el devenir histórico de la nación. Chávez manifestó estar gravemente enfermo de esa estupidez al tomar posesión de la presidencia de la República y al confesarle a varios de los presentes que no diferenciaba entre sus creencias religiosas y las supersticiones de muchos venezolanos.

         Por ejemplo, es bien conocida la intervención del fallecido dictraidor en las Naciones Unidas en la que identificó al Diablo y el olor a azufre con el Presidente de los Estados Unidos, George W. Bush. Pues bien, el Diablo no vive en Washington; mantiene residencia en cada uno de nosotros. Podemos escuchar sus alaridos en una criollísima parrillada, en Miraflores, y hasta en medio de la soledad personal al vernos abandonados por nuestros supuestos amigos. Rómulo Gallegos nos recuerda que es imprescindible conocerse a sí mismo para evitar las estupideces heredadas.

            La estupidez de la superstición siempre ha jugado un papel importante en la fundación de todas las naciones.. Por ejemplo, las tumbas y sarcófagos de los faraones egipcios evidencian la influencia que las supersticiones y religiones ejercían en la vida política y religiosa de aquella gran civilización. Los regímenes teocráticos y autoritarios que han regido los destinos de otras naciones (por ejemplo, Israel, Arabia Saudita, España, e Inglaterra) comprueban el poder de las supersticiones en fomentar la estupidez. Como lo dijera  Machiavelli: “Así como el respetar las instituciones divinas es la causa de la grandeza de las repúblicas, el despreciarlas produce su ruina; ya que donde falte el temor de Dios, el país terminará en la ruina. Salvo en el caso de que el temor al mandatario (el príncipe) sustituya
 temporalmente la falta de religión.” Niccolò Machiavelli, Discursos sobre los Diez Primeros Libros de TitoLivio,  I, xi; énfasis añadido.

La superstición, el abandono de lo auténticamente religioso, es el medio más eficaz para lograr la estupidez de una nación. Tal desviación atribuye poderes “mágicos” a signos, rituales, imágenes y objetos religiosos que de por sí no los tienen. Los supersticiosos no entienden en qué se diferencia una religión auténtica de la magia y de la superchería: son estúpidos. Y una vez que un pueblo acepta la brujería, la magia, y la superstición, entonces está listo para Presidentes como Chávez y Maduro. ¿Habrá acaso manera más eficiente que las prácticas supersticiosas de curanderos y brujos para corromper la religiosidad del venezolano y para apartarlos de la verdadera fuente de autoridad – la voz del pueblo, la voz de Dios (vox populi, vox Dei)? Porque sólo así pueden justificar su régimen de terror:

“A mí me han denunciado hasta la Corte de Satanás por allá, me tenían una brujería. Me tenían una brujería. Pero seguro me tenían una brujería ¿cómo se llama esto? De budú. Por allá apareció. Miren, cerca de Miraflores en los alrededores aparecieron cuatro animales unos
bichos raros que yo vi uno, que me lotrajeron ¿qué animal es éste vale, parece el diablo? Un animalito muerto, yo no sé qué animal es ése, pero es un animal raro con unos ojos satánicos así huecos y unos colmillones. Y entonces yo le dije a los muchachos ‘boten a ese bicho  de aquí’ ¿jejeje? Boten a ese bicho de aquí. Y resulta que  empezaron a investigar, y habían otros animales en la  otra esquina y en la otra esquina en una forma de cruz consiguieron cuatro animales de esos vale y tenían por dentro metidos un poco de cosas, unos papeles, unas piedras ¿no? Me tenían montado un trabajo de budú, esos son los golpistas ahora, se metieron a brujo también los golpistas ¿jeje?, están tan desesperados que mandaron a buscar como doscientos brujos –no estoy mamando gallo no estoy inventando – hasta eso han llegado a hacer lo que llaman ¿cómo es? Montar un trabajo y me tiraron a sacar ¡mire! Me tiraron a sacar porque me lanzaron budú. Sí, budú....”(Alo Presidente, Radio Nacional, Campo Muscar, 16 febrero 2003: se cita como se publicó).

Perdone el lector lo largo de la cita, pero se facilita así la comparación con la del maestro Gallegos en su novela Cantaclaro. La diferencia fundamental entre lo auténticamente “religioso” y la superstición es  que lo primero eleva al hombre a una dimensión espiritual en la que establece contacto con su Dios y con sus conciudadanos. En esa dimensión puede ejercitar su libertad y demás virtudes cívicas. En cambio, la superstición lo reduce a un nivel animal sin inteligencia ni voluntad, esclavo de su circunstancia, un objeto material más entre todos los que lo rodean y lo controlan:

“Kanaima no está sólo en los árboles y en las rocas, en los ríos ni en las montañas, sino por encima de las cosas que rodean al hombre, como algo contra lo que nadie se puede prevenir”. María Manuela de Cora, Kuai-Mare, Mitos Aborígenes de Venezuela, Monte Avila, Caracas, 1972, p. 274.

            El estúpido supersticioso carece de libertad personal y permite que creencias idolátricas definan su vida. Este proceder demuestra que no le da importancia alguna a la libertad ni a los derechos que de ella se derivan: automáticamente se impone la opresión como forma de gobierno. Sólo si respetamos lo verdaderamente religioso –si nos definimos como seres espirituales, diferentes de lo que nos rodea – podremos establecer una sociedad basada en la libertad personal y en la justicia colectiva.

Desde los gobernadores coloniales hasta los presidentes Chávez y Maduro, personas dominadas por creencias supersticiosas han guiado al pueblo venezolano:

“El criollo es devoto, supersticioso, crédulo e ignorante...Las damas de la alta sociedad tienen cada una su santo particular a quien le son muy devotas; con su imagen colgando día y noche en sus pechos por una cadena de oro... Yo he conocido a señoras con más de una docena de imágenes del mismo santo en diferentes áreas de la residencia. A estas imágenes habría que
añadir crucifijos, santas vírgenes, otros santos, ángeles, etc.” H. L. V. Ducoudray Holstein, Memoirs of Simon Bolivar, Boston, 1829: p. 49.

Es lamentable que Hugo Chávez Frías no fue lo suficientemente ambicioso, valiente e inteligente para llevar a cabo una revolución verdadera en Venezuela. Ocurrió todo lo contrario y ahora Maduro continúa siendo estúpido.

Ahora me refiero a los cultos mágicos o supersticiones estúpidas que el presidente Maduro promueve y que entorpecen la inteligencia de los venezolanos. Urge eliminarlos, en lugar de promoverlos desde el Palacio de Miraflores. Que hayamos descendido al nivel de corrupción al que nos trajeron los dictraidores y sus compinches tiene una sola explicación: apenas apearon “a Jesucristo de la cruz”, volvió a buscarnos el Diablo. 

Gonzalo Palacios Galindo.

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MANUEL MALAVER, EL DESMADRE





desmadre 
El ministro para la Alimentación, Félix Osorio, informó el jueves  que “en lo que va del año han llegado al país 740 toneladas métricas de alimentos procedentes de Colombia para satisfacer las necesidades del pueblo”.

Y, como buen funcionario que lleva una correcta estadística de las cantidades y clases de productos que ingresan a los anaqueles vacíos de abastos, mercados y supermercados del país, agregó:
“Trigo: 270 toneladas métricas de harina panadera. Leche: 100 toneladas métricas de leche en polvo. Carne: 370 toneladas”.

Y concluyó citando una frase del presidente Maduro dicha a raíz de su reunión el 22 de julio pasado con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, en Puerto Ayacucho: “Hemos firmado y acordado, y debe empezar a llegar a Venezuela la próxima semana, más de 600 millones de dólares en compras a Colombia para fortalecer el abastecimiento de productos para el pueblo de Venezuela”.
El ministro, lamentablemente, no informó (quizá por un olvido involuntario),  de las cantidades de arroz que se están importando del Estado de Arkansas en USA, del maíz que se le compra a Brasil, del papel toalet a Nicaragua, del café a El Salvador, del algodón a Paraguay, de los quesos a Uruguay y de los cuantiosos volúmenes de carne, pollo, cochino y otros ingredientes que llegarán para las hallacas de diciembre que a lo mejor incluyen hasta las hojas de plátano.
Si… ¡las hojas de plátano!…porque este aditamiento tan capital para que nuestro manjar navideño tenga su sabor característico  también está escaseando, y todo porque la producción de “maduros” ha caído tan dramáticamente en los estados Zulia, Táchira, Barinas y Apure que, lógicamente, las hojas tampoco se encuentran.
Cuatro de las entidades más afectadas, por cierto, por las invasiones, expropiaciones, y confiscaciones de fundos y haciendas que se arreciaron desde el 2005, y  en las cuales, jugó un papel de primer orden, el tristemente célebre exministro de Agricultura y Tierra, Juan Carlos Loyo, quien dirigía, pistola en mano, supuestas bandas de campesinos “sin tierras” que no eran sino agentes contratados por los partidos oficiales, a los cuales, se entregaron  los centros productivos “expropiados” para abandonarlos al poco tiempo.

Pero no sin antes dotarlos de buenos créditos, insumos y maquinarias, que en la generalidad de los casos, devinieron en lujosas camionetas 4×4 para los beneficiados y en chatarra que, con los rastrojos, quedaron como monumentos para la corrupción, la ineficiencia y la irracionalidad revolucionarias.
“Agroisleña” es un nombre de cita obligatoria en este tramo del artículo, puesto que emblematiza, cómo se estatiza una empresa privada que daba un impulso sostenido a la agricultura de varios estados de la región centrooccidental para convertirla en un antro de corrupción, ineficiencia e improductividad.
Eran los tiempos del difunto presidente, Chávez, época del último ciclo alcista de los precios del crudo, cuando entre 2004 y 2008, el petróleo se elevó de 20 a 128 dólares diarios el barril, y el comandante-presidente contaba con gigantescas cantidades de petrodólares para cubrir las ineficiencias del sistema socialista comprando la comida que necesitaba donde se encontrara y cuanto costara.

Hoy, no producimos alimentos como consecuencia de las confiscaciones de Loyo y compañía, y,  para ponerle la guinda a la torta, los precios del crudo, que se han estacionado en 100 dólares el barril (con tendencia a la baja), ya no pueden cubrir la bancarrota  del sistema productivo agrícola y el país corre apresuradamente al infierno de no tener alimentos, ni dólares para importarlos.
Y debe ser por eso que “Maduro y sus ministros” andan hablando de “guerra económica”, que se debería llamar más bien “economía de guerra”,  que es la situación que vive una nación cuando, como consecuencia de una “catástrofe natural”, o un accidente político como una invasión extranjera, o una guerra, tiene que dirigir los pocos recursos de que dispone para procurarle lo indispensable a su población para sobrevivir.
Pues bien, en eso es en lo que anda Maduro, Cabello, Ramírez, Jaua,  Osorio y sus cofrades, comprando aquí, comprando allá, por la caída en picada de la producción agrícola que ha significado la “catástrofe natural” del socialismo, seguida por la “invasión cubana” que, por los pocos servicios sociales que presta en asistencia médica y entrenamiento deportivo al país, nos impone el impuesto de financiarle su vetusta y anacrónica economía que no produce ni trenzas de zapatos.

Y no hablo de su presencia en la FAN, las policías, cuerpos de inteligencia y oficinas públicas de registro e identidad, o sea, en la maquinaria que realmente ejerce el control de los ciudadanos, pero que corre pareja al incremento de la represión política, la delincuencia organizada, el tráfico de armas y el narcotráfico.

Desaguadero que, conjuntamente con los dólares que se gastan importando la comida que podríamos producir -y producíamos- es la causa del desastre del desabastecimiento y de todas las tragedias que, paralela y sucedáneamente vienen desatándose, como resultado de imponerle al país un  sistema político y económico que destruyó a la exURSS, a la China de Mao, a los países Europa del Este y tiene como muestras “vivas” de lo metódicamente corrosivo que puede operar,  a Cuba y Corea del Norte.

Traería, como ejemplo, más reciente e irrefutable, el colapso del puente de Boca de Uchire, importantísima estructura de comunicación  indispensable para conectar a los cientos de miles de viajeros diarios que se desplazan entre el centro y el oriente del país, pero que, ahora, tendrán que circular por trochas porque el gobierno no hizo las inversiones necesaria para mantener la vía.
Pero como el puente de Boca de Uchire, también se cayó el Cúpira en el 2012, y se han caído y seguirán cayendo otros, hasta que toda la infraestructura nacional concluya en una sola ruina, en una sola catástrofe, con carreteras intransitables por los baches, y las fallas de borde que, además, por falta de uso, serán un  solo y simple montaral.
Paisajes desolados y en trance de desertificarse que deberían motivar a Maduro y compañía a desmontar el devastador sistema socialista, pero que al contrario, lo que tratan  es de mantenerlo y profundizarlo, amenazando a la oposición con leyes habilitantes que no harían otra cosa que hacer crónica a la hambruna que casi nos alcanza, mientras vivimos de la poca renta que todavía  nos procura la también vapuleada y en caída libre producción petrolera.
Que tampoco quedará en pie, como no quedó la industria azucarera cubana, que fue por siglos la más eficiente y rentable del mundo occidental, hasta que llegaron Fidel y Raúl Castro con su socialismo y de la misma queda apenas el recuerdo.
Ya Venezuela está importando gasolina de alto octanaje que, como es de suponer, está escaseando, y por haberlo denunciado hace cuatro días,  se le hace un juicio, ordenado por Maduro,  al diario “2001”, con cuya directora, la colega, Luz Mely Reyes, nos solidarizamos.
“Denunciar”, he aquí la palabra que consideran Maduro y compañía, “guerra económica” y contra cuyos ejércitos, los periodistas que recogemos en medios impresos y radioeléctricos la denuncia popular, piensa lanzar sus huestes de fiscales, jueces, policías, soldados y guardia nacionales, como que dice que pronto contará con una ley habilitante que la “legalizará”.

Una ley que a lo mejor se escribirá pero no publicará, porque es de tal magnitud la escasez de papel, que para la fecha de su promulgación, es posible  que ya no existan la Gaceta Oficial, ni medios impresos.

Será entonces una “ley oral”, como las que se aprobaban antes de los tiempos de la invención de la escritura que se conocen como prehistoria, que es hacía donde nos lleva el socialismo de los compinches Maduro, Fidel y Raúl Castro.

 Manuel Malaver
@MMalaverM

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