martes, 27 de marzo de 2012

VÍCTOR MALDONADO C: NUEVA LEY DEL TRABAJO ¿PARA QUÉ?

La segunda ley más importante después de la Constitución es precisamente la Ley del Trabajo. No sólo por la universalidad que pretende su cobertura, sino porque toca directamente la esencia del régimen económico. Por eso no extraña que su formulación tenga exigencias especiales, entre otras la ineludible discusión tripartita y pluralista, que no se puede escamotear con “cheques en blanco otorgados al redactor solitario por habilitación”, y mucho menos con ese tipo de monólogos que ocurre entre los que piensan de la misma manera y con los mismos puntos de vista. Una ley del trabajo que se gestione secretamente y que escamotee el debate será siempre una ley mala porque las leyes buenas persiguen finalidades, consideran los medios que tienen disponibles (son realistas) y parten de una condición dada. Y todos estos aspectos se discuten abiertamente. Si no cumplen estos requisitos son irracionales y poco contribuyen al bienestar y la prosperidad del país. Veamos entonces cuáles pueden ser los objetivos de una nueva ley del trabajo.

Su primer propósito debería ser fomentar el empleo productivo: “Sin empleo productivo será imposible lograr el objetivo de alcanzar niveles de vida dignos, integración social y económica, y desarrollo personal y social” (Fuente OIT http://bit.ly/GANkDJ) El segundo es garantizar la debida incorporación de los jóvenes al mercado de trabajo, porque los jóvenes tienen tres veces mayores dificultades para emplearse. El tercero, propender al trabajo digno: “Significa contar con oportunidades de un trabajo que sea productivo y que produzca un ingreso digno, seguridad en el lugar de trabajo y protección social para las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración a la sociedad, libertad para que la gente exprese sus opiniones, organización y participación en las decisiones que afectan sus vidas, e igualdad de oportunidad y trato para todas las mujeres y hombres”. (Fuente OIT http://bit.ly/l3d800) Y el cuarto, garantizar la sostenibilidad del mercado laboral dentro de un sistema de mercado fuertemente asentado en empresas privadas. Fuente OIT http://bit.ly/GD5U2c) No es un buen negocio para ningún país que el empleo se encubra bajo los eufemismos de una burocracia creciente (En Venezuela es ya el 18% de la P.E.A.) o de los ajustes hacia el sector informal de la economía (que en nuestro caso gravita alrededor del 41%).
¿Qué ley del trabajo necesitamos? Al parecer nadie se ha formulado esa pregunta. Por ahora el secretismo y el fanatismo ideológico amenazan con encoger la capacidad de empleabilidad del país formal y con alejarnos de los parámetros que miden los empleos de calidad. Si no acertamos, la única ganancia será de la pobreza, que seguirá creciendo, y la constatación de que por la florida ruta del populismo solo llegamos a la ruina del país, porque no hay atajos posibles para la productividad.
La productividad es la relación que hay entre la producción total y los recursos –tiempo, dinero y esfuerzo- invertidos en lograrla¬. Por supuesto que entre los insumos utilizados y los resultados obtenidos tiene que haber la máxima eficiencia posible, porque solamente así podemos aspirar a ser competitivos con otros países. La respuesta a la pregunta que nos hemos planteado es precisamente si con los actuales niveles de eficiencia se puede financiar una mayor retribución al trabajo sin afectar dramáticamente la productividad.
Hay varias aristas relevantes a la hora de considerar el problema. La primera y la más importante es la vigencia de una economía controlada y con una fuerte vocación para el desmantelamiento de los activos productivos. Con menos empresas hay más presión hacia el empleo público y hacia el sector informal de la economía, que cuenta con sus propias reglas. La segunda tiene que ver con la taxonomía del sector empresarial venezolano, en el que nueve de cada diez empresas son pequeñas y medianas. Estas tienen menos capacidad para ajustarse a una ley laboral más exigente, y por lo tanto, medidas como las que se vienen anunciando ocasionaran una gran mortandad en esos estratos. La tercera está relacionada con el grado de escolaridad de nuestra población económicamente activa: El 68% en el mejor de los casos culmina el bachillerato. Y de éstos, el 41% apenas culmina el sexto grado. La poca escolaridad de un porcentaje tan alto del sector laboral explica las debilidades existentes para comprender y asumir la complejidad de las empresas y los principios y valores que permiten un trabajo organizacional competitivo. La cuarta tiene que ver con la distribución del mercado de trabajo entre el sector formal y el sector informal. Para el mes de febrero del 2012 estaban trabajando en este último el 41,6% equivalente a 4.950.975 personas, accediendo difícilmente a un trabajo precario, sin seguridad social y otros beneficios. El endurecimiento de las condiciones laborales inundará de nuevos desempleados el sector informal, hará más precaria nuestra producción y relegará al país al sótano de los países menos competitivos.
Una ley que decrete la inamovilidad perpetua se convierte en un obstáculo para la obtención de valores modernos como la responsabilidad, la honradez, la productividad, la calidad de servicio y la sana competencia. No hay organización que pueda mantenerse sin que la gente tenga incentivos para mejorar sus destrezas, incrementar su motivación y mejorar su desempeño. Nada de esto es posible con una condición que asegura sueldo y beneficios sin que importen conocimientos, habilidades, actitudes y resultados. El pretender que el trabajo es un derecho adquirido sin que haya contraprestación de un marco mínimo de obligaciones es un error que conduce a tragedias sociales como las que estamos apreciando en países como Grecia o España. Nadie puede exigir si antes no contribuye, y todos deberían saber que no existe el milagro de arroparse más allá de donde alcanza la cobija.
Venezuela es un país endeudado. El petróleo, ni siquiera a buenos precios, alcanza para sostener a 29 millones de personas si estas no tienen un compromiso con el trabajo productivo. Lo que está haciendo Chávez al promover una LOT inconsulta e insensata es enterrar la esencia básica de la institucionalidad republicana, cual es que no hay país que no se deba al arduo trabajo de sus ciudadanos, porque para repartir primero hay que producir excedentes. Ojalá la expectativa a este saqueo nacional de paso a una mirada más serena de nuestras propias posibilidades.

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MERCEDES MONTERO: LA VISITA DE BENEDICTO XVI A CUBA

La represión trata de silenciar a la disidencia y los hipócritas hermanos.
Castro planifican un despliegue de argucia diplomática
Ante la anunciada visita de Benedicto XVI a Cuba, La Habana se maquilla para esconder la miseria, la represión trata de silenciar  a la disidencia y los hipócritas hermanos Castro planifican un despliegue  de argucia diplomática para tratar de ocultar la sempiterna contradicción entre discurso y acción, característica fundamental de su régimen.
Por su  parte  la resistencia cubana, representada por diferentes organizaciones y grupos, ha llevado a  cabo acciones para pedirle  al Papa ser oídos. Entre estas manifestaciones esta  la protesta en la Iglesia de la Santísima Virgen de la Caridad del Cobre, con el fin de llamar la atención de Su Santidad  sobre la situación en la que vive el pueblo cubano bajo la cincuentenaria tiranía de los hermanos Castro. Por supuesto el valiente grupo fue desalojado de la Iglesia por las fuerzas de represión, con toda la violencia posible.
Las Damas de Blanco,  organización de esposas y familiares de los 75 presos políticos, pertenecientes al movimiento disidente Primavera Negra y cuya cuya líder Laura Pollan falleciera recientemente en extrañas circunstancias, han solicitado que el Papa les conceda un minuto de su tiempo a fin de exponerle la situación que azota a la nación bajo el régimen castrista. Ellas nuevamente han conocido la represión con la que pretenden silenciarlas, 70 de sus miembros fueron detenidas durante horas, siguen recibiendo hostigamiento, maltratos y amenazas continuas.
También las  organizaciones de defensa de los derechos humanos, entre estas La Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia han hecho  circular cartas y peticiones dirigidas a Benedicto XVI pidiéndole que “se reúna con las Damas de Blanco y otros miembros de la disidencia durante su visita a Cuba; que abogue por el cese de la represión, y se inicie un dialogo, en el que impere la libertad de expresión  y el respeto por los derechos humanos, que han sido tan vejados bajo la égida de los Castro. Cabe recordar que con anterioridad estas mismas peticiones han sido formuladas por la disidencia cubana a cualquier mandatario, funcionario, organización y personalidad que esté o no dispuesta a oírlos. La presencia Papal tiene un significado muy especial para los cubanos que han sido victimas de la saña de una dictadura férrea y longeva.
La visita de Benedicto XVI, podría representar para el pueblo cubano una oportunidad de ser visto y oído en su verdadera realidad de miseria, represión, injusticia, algo tan diferente a la imagen de la Cuba del turismo, con la que se esconde la segregación de los ciudadanos comunes, a los cuales  no  se les reconoce derecho alguno; O, al castrismo que derroco a la dictadura de Fulgencio Baptista  y creo un “Estado revolucionario”, cuyo verdadero significado ha sido la destrucción de un pais, la diáspora de millones de ciudadanos, la intervención con fines irritos prácticamente en el resto del mundo.
Surge la inquietud sobre si Benedicto XVI y el Cardenal Jaime Ortega, entenderán  el dolor del pueblo cubano,  de esos disidentes que han dejado sus vidas luchando por la libertad, y, por lo tanto del ruego  que es cursado ante ellos con la esperanza de ser oídos, de tener una oportunidad de expresar lo que sienten. La disidencia cubana no esta solicitando una declaración de guerra. Resta saber si el Pastor del Catolicismo y su máximo representante en la Isla, serán capaces de cumplir con su deber religioso, de tener  un acto de compasión hacia el prójimo al que dicen representar, y, escuchan en forma directa a la disidencia que les suplica se les conceda una audiencia. O,  si por el contrario preferirán hacer un despliegue de política y diplomacia que cubrirá con  legitimidad a las acciones de la cincuentenaria tiranía castrista.
Benedicto XVI  antes de iniciar su viaje a México y Cuba, declaró “el comunismo ya no funciona en Cuba, la Iglesia Católica está dispuesta a ayudar a la Isla a encontrar nuevas formas de avanzar en nuevos modelos sin "trauma
Si el fin que persiguen Benedicto XVI y el Cardenal Ortega, es afianzar al Catolicismo en Cuba, mediante el establecimiento de un dialogo, habría que hacerlo sobre la base que la Iglesia Católica  la conformamos todos los creyentes y que si existe una jerarquía eclesiástica, es porque hay una base que la sustenta a la que hay que oír para entenderla
Es necesario reconocer  que mientras exista la dictadura de los Castro, cuyos fundamentos son la confiscación de los derechos humanos,  el establecimiento de un gobierno hegemónico, (que ya cuenta con 53 años en el poder), una economía parasitaria en la que solo los personeros del régimen gozan de un altísimo nivel de vida, mientras el pueblo muere de hambre, la discriminación y siembra de odio  entre quienes piensan diferente, y, el miedo como forma de relación, es imposible que la imagen y realidad de Cuba sean diferentes a la de la Isla Cárcel.
¡Por supuesto al régimen de los Castro, la proyección de su verdadera realidad  no les conviene!
mechemon99@yahoo.co.uk
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CURSO VIRTUAL: LIBERALISMO CLÁSICO. PERSPECTIVA CRISTIANA ACADEMIA ODLV

La Academia ODLV y el Centro del Liberalismo Clásico ofrecen a partir de abril de 2012 el curso virtual: Liberalismo Clásico. Perspectiva Cristiana; dictado por el maestro bíblico y abogado Alberto Mansueti.  El curso está dirigido principalmente al público cristiano que desée entender la relación entre religión y política.
¿QUÉ ES EL LIBERALISMO CLÁSICO?
El Liberalismo Clásico es una visión de la sociedad, la economía, la política y el derecho,basada en la separación entre la esfera de lo público respecto de las esferas privadas y susinstituciones particulares: empresas, bancos, escuelas, iglesias, medios de prensa, etc.
La doctrina del Liberalismo Clásico se fundamenta en tres principios básicos: los Gobiernos limitados, tantoen funciones como en poderes y recursos; los mercados libres y abiertos a la competencia; y el irrestricto respeto a la propiedad privada, fundamento de la rigurosa independencia de lasinstituciones privadas respecto al Estado. Los Gobiernos limitados constituyen la única garantíapara gozar de la libertad, y también de otros valores como el orden, la seguridad y la justicia,la paz y la prosperidad.
El Liberalismo Clásico es una tradición de pensamiento y una práctica cuyas raíces másremotas se encuentran en la Biblia, y en la historia de Europa, EEUU y Occidente en general, y que en América latina no conocemos bien, y jamás hemos practicado.
El Liberalismo Clásico se opone al estatismo en general, sea en su versión neo-mercantilista (a veces llamada “Neo” liberalismo), sea en sus variantes nacionalistas y socialistas o comunistas, osea en una combinación de todas ellas, que es la fórmula imperante en Latinoamérica, actualmente y desde siempre.
TEMARIO
¿Qué es ser cristiano? La Biblia y las iglesias cristianas
Cristianos y política. Ortodoxos, católico-romanos, protestantes y evangélicos
Cinco clases de cristianos. El mensaje central de la Escritura
¿Qué dice el Antiguo Testamento? ¿Y qué dice el Nuevo Testamento?
¿Cuál evangelio? El Evangelio del Reino de Dios. Los diez principios bíblicos de gobierno
¿Se mezclan religión y política? Socialismo cristiano. Cosmovisiones. La Nueva Era
Los cinco pilares del orden social. Historia de Occidente. Teocracia, Teología y Teonomía
Pietismo, antinomianismo y clase media. Ética de intenciones versus ética de resultados
Juan Althusius, ciencia política cristiana. Las Leyes Malas: un programa de acción política
METODOLOGÍA
El curso tendrá una duración de ocho (8) sesiones dispuestas a lo largo de cuatro (4) semanas en el aula virtual de dos horas cada una. La lectura del material asignado y la participación en las sesiones son fundamentales.
Al final del seminario se entregará un certificado digital de participación avalado por la ODLV y el Centro de Liberalismo Clásico de Perú.
SESIONES ON-LINE
Las sesiones se realizarán a través del aula virtual de la ODLV (http://odlv.webex.com) que utiliza Webex®, plataforma líder en servicios de conferencias y formación virtual. Las sesiones serán grabadas y los estudiantes podrán descargarlas. Se cuenta con un campus virtual (http://www.odlv.org/academia) en donde los participantes deberán registrarse y podrán descargar la bibliografía principal del curso, el libro “Las Leyes Malas” de Alberto Mansueti.
Las sesiones tendrán una duración de dos horas y serán los días miércoles y jueves entre las 7 pm y 9 pm (hora de Santo Domingo, -4 GMT)
FECHAS
Sesión 1: 18 de abril de 2012
Sesión 2: 19 de abril de 2012
Sesión 3: 25 de abril de 2012
Sesión 4: 26 de abril de 2012
Sesión 5: 03 de mayo de 2012
Sesión 6: 04 de mayo de 2012
Sesión 7: 09 de mayo de 2012
Sesión 8: 10 de mayo de 2012
Costo del Seminario
EN VENEZUELA 180 BSF.
El pago debe ser realizado por medio de un depósito o transferencia a la siguiente cuenta bancaria:
Banco Nacional de Crédito (BNC)
cuenta número 0191-0052-96-2152031913
A nombre de A.C. Organización por la Democracia Liberal en Venezuela. RIF: J-29710783-5
En el Exterior 45 US$
Se aceptan pagos con tarjeta de crédito por PayPalEL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

EDITORIAL DE ANALÍTICA PREMIUM. CAPRILES REPRESENTA EL CAMBIO EN PAZ

Si algo ha caracterizado a la oposición en los últimos años, incluso para insatisfacción de algunos, ha sido no solamente la prédica sino la práctica de la paz y de la reconciliación entre los venezolanos como norte de una nueva manera de hacer política
"Lo que tienen es odio y ambiciones bastardas, tienen una carga de violencia que no pueden ocultar"  Con esas palabras se despidió el presidente Chávez cuando fue a Cuba a sanar su cuerpo. La pregunta que nos hacemos: ¿cuando sanará su alma?. Para curarse  se requiere dejar de lado el odio y el resentimiento. No se puede vivir trasladando lo que se ve en el espejo hacia otros que ciertamente no están en esa onda.
Si algo ha caracterizado a la oposición en los últimos años, incluso para insatisfacción de algunos, ha sido no solamente la prédica sino la práctica de la paz y de la reconciliación entre los venezolanos como norte de una nueva manera de hacer política. Henrique Capriles ganó las primarias con un 60% de votos a favor porque su discurso así como su ejercicio del poder en la gobernación del estado Miranda, reflejan una actitud de tolerancia e inclusión como una nueva manera de ejercer el poder en nuestro país.
Esa visión maniquea que divide a la población entre ángeles y demonios es típica de todo género de fundamentalismo, ya sea este político o religioso. Los cementerios del mundo están llenos de cadáveres que son consecuencia de esa manera de pensar en la que sólo son buenos y merecen vivir aquellos que estén con el orden establecido. Ejemplos sobran con el nazismo, el comunismo, el fundamentalismo islámico y toda otra fórmula humana de redentorismo.
Es hora de entender por qué la alternativa democrática no quiere ni caer en, ni practicar ese juego ya que sólo una Venezuela unida y con mirada de futuro podrá acometer el duro reto de reconstruir al país y sus instituciones para qué de verdad Venezuela sea de todos.
A la violencia no se le gana con más violencia sino con educación y justicia.
Envíe sus comentarios a editor@analitica.com

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VICTOR RODRIGUEZ CEDEÑO \ RECONCILIACIÓN SIN IMPUNIDAD

Las situaciones de violencia en el mundo, provocadas por irresponsables con pretensiones mesiánicas,  se traducen por lo general en crímenes internacionales y en violaciones de los derechos humanos,  hechos de extrema gravedad que ultrajan la consciencia de la humanidad y que imponen una actitud solidaria de la comunidad internacional en su conjunto.
Una vez superada la crisis surge la reconciliación nacional, un proceso en el que las partes enfrentadas abandonan la violencia y los odios, deponen las armas y acuerdan reconstruir el país en base a la comprensión mutua. En todos los casos, la sociedad afectada exige conocer la verdad de los hechos, para establecer responsabilidades, lo que no responde a simples sentimientos de venganza, sino a la necesidad de aplicar la justicia, para prevenir la realización  ulterior de actos criminales de esa naturaleza.
LA LEY ES DURA
PERO ES LA LEY
La reconciliación no significa olvido y perdón. Los crímenes y las violaciones cometidos desde posiciones de poder o de mando deben ser investigados, procesados y castigados conforme a derecho. La erradicación de la impunidad es una cuestión fundamental en la lucha contra estas atrocidades. La impunidad debe entenderse como “la inexistencia de hecho o de derecho de responsabilidad penal por parte de los autores de violaciones de los derechos humanos…(…) porque escapan a toda investigación con miras a su inculpación, detención, procesamiento y en caso de ser reconocidos  culpables, condenas a penas apropiadas, incluso la indeminzación del dano causado a la víctima.” (Principios adoptados por el Consejo de DDHH, en 2005).
La lucha contra la impunidad releva del Derecho Internacional. Los Estados estan obligados internacionalmente a respetar los derechos humanos y a adoptar medidas internas para garantizarlo (Art.1-1 y 2 de la Convención del Pacto de San José, de 1969). Esta obligación es reiterada en distintos instrumentos internacionales, entre los cuales, en los Preámbulos de la Convención Interamericana contra la corrupción y en el del Estatuto de Roma, en el que se señala, al referirse a los crímenes objeto de la competencia de la Corte Penal Internacional, que “para la comunidad internacional en su conjunto no deben quedar sin castigo (esos crímenes) y que, a tal fin, hay que adoptar medidas en el plano nacional e intensificar la cooperación internacional para asegurar que sean efectivamente sometidos a la acción de la justicia (…) Decididos a poner fin a la impunidad de los autores de esos crímenes y a contribuir así a la prevención de nuevos crímenes…”
El pais vive, lamentablemente,  un estado de violencia sin precedentes. La violación de los derechos humanos y la realización de crímenes que para algunos, incluso,  pueden ser considerados de lesa humanidad, dado el carácter generalizado y sistemático de los ataques (no necesariamente en conflictos armados) es una constante en el acontecer diario en el país.  Se persigue, se discrimina,  se realizan juicios politizados, se condena y se encierra a inocentes, se ataca a los defensores de derechos humanos, todos víctimas de torturas y de tratos inhumanos y degradantes, algunos de ellos expatriados forzadamente.
El Estado es responsable de esas violaciones, pero tambien quienes realizan los actos, independientemente del rango y de las instrucciones que pudieren recibir. Son también responsables quienes no cumplen con sus funciones, quienes dejar de actuar para complacer al autócrata, haciéndose cómplices por omisión de tales crímenes.
Todos apostamos a la reconciliación nacional, a la paz y a la estabilidad, pero  ello no excluye el procesamiento y castigo de los responsables de estos crímenes, imprescriptibles por su propia naturaleza y en relación con los cuales el indulto y la aministía o aplicación del principio tabula rasa, en contradicción con las obligaciones internacionales del Estado, no son procedentes. La adopción de estos mecanismos, válidos sólo en ciertas circunstancias, contrarían el principio de la jurisdicción penal universal y la competencia de tribunales internacionales, como la Corte Penal Internacional.
En todo caso, por el bien común, no se pueden olvidar las acciones y omisiones de unos y otros apegados al régimen que han causado tanto daño a hombres y mujeres honestos, algunos de ellos abandonados en las cárceles, los Comisarios de la PM, la juez Afiuni y muchos otros, ejemplos de crímenes sobre los cuales tendrán que responder.

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NOEL ALEJANDRO LEAL ROJAS / LO PRIMERO ES DEJAR DE MENTIRSE

Si Ud. aún alberga dudas sobre cuál es el destino del país de continuar avanzando la revolución Ud. se está mintiendo.
Un proceso revolucionario como el que vivimos va ocupando cada espacio del quehacer nacional, buscando penetrar en cada espacio de nuestras vidas. En su andar va socavando instituciones, deformando la historia y pervirtiendo el futuro. Su avance siempre constante puede verse matizado por sucesivas alcabalas electorales que van legitimando su accionar maquillando el cariz autoritario y totalitario del proceso, todo dentro en una pseudo-legalidad autoestablecida, la cual es tolerada, aceptada y hasta aplaudida por los que se están mintiendo.
Muchos aun celebran el “triunfo” del 2007 como si hubiese habido alguno que no fuese encauzar a la población nuevamente en el corral del CNE. Pretender celebrar ese triunfo es mentirse, cuando la realidad hoy, es que legal y legitimadamente Hugo Chávez  es candidato a regir el futuro de nuestros hijos bajo los mismos deformes conceptos con los cuales ha venido destruyendo nuestro presente.
Si dejamos de mentirnos entenderemos que es realmente imposible al grado de ser antinatural que tengamos una población de 27 millones de habitantes y contemos con mas de 18 millones de electores, si dejamos de mentirnos comprenderemos que es realmente inútil, por no calificar de cómplice, la presencia del Rector Vicente Díaz en el CNE. Al dejar de mentirnos entenderemos que el otro “triunfo” electoral, el de la Asamblea Nacional, no es más que entrenamiento democrático, que en cada debate en la plenaria, se legitima un poder legislativo plural y democrático que aprueba leyes que coartan más la libertad y legalizan el fin de la propiedad.
Al dejar de mentirnos, despertaremos a la verdad, la cual lamentablemente es dura y dolorosa, una verdad que señala que el tiempo de reaccionar se esta acabando, una verdad que aclara el camino y elimina los espejismos, una verdad que tumba caretas y muestra las horribles costuras que tiene este disfraz.
Tenemos que dejar de mentirnos para recuperar a Venezuela y la mejor manera es recuperando el orgullo de ser venezolano.
@noelleal

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CARLOS R. AL VARADO GRIMÁN: ANTISEMITISMO EN AMÉRICA LATINA. FUENTE: HISPANOS REPORT – MIAMI

 “…Si es cierto que la humanidad siempre ha insistido en asesinar a los judíos, entonces el asesinato de judíos es una actividad normal y humana y el odio a los judíos una reacción que ni siquiera hace falta justificar” Hannah Arendt

En la novela de Shakespeare, El Mercader de Venecia, Shylock un prestamista judío, condiciona el incumplimiento de pago por una deuda, a que un comerciante en apuros, le entregue media libra de su propia carne. En la Inglaterra del siglo XVI se acusaba a los judíos de comer carne humana, sacrificar niños cristianos y envenenar manantiales. La satanización de los judíos no es nada nuevo y ha servido para expiar culpas, justificar fracasos, polarizar sociedades y como argumento para desatar guerras. .
El antisemitismo como política de Estado surge en Venezuela con la llegada al poder del Socialismo del Siglo XXI y se expande peligrosamente por Latinoamérica. El finado mentor del chavismo Norberto Ceresole, para redondear su tesis ideológica necesitaba enemigos que cohesionaran masas. En consecuencia optó por lo que sin dudas resulta más común y fácil de introducir en el mundo como el antiimperialismo y el chivo expiatorio de todos los tiempos: el antisemitismo.
Como dijo Jacinto Benavente “más se unen los hombres para compartir un mismo odio que un mismo amor”. Esto ha quedado patentemente demostrado con la alianza anti-natura entre el bolivarianismo y el régimen de los ayatolas iraníes, que ha permitido la penetración en nuestra región de grupos fundamentalistas radicales que propugnan odio hacia el pueblo judío.
Los gobiernos afectos al socialismo del Siglo XXI están contribuyendo a que como el cáncer, el antisemitismo crezca silenciosamente, pero aceleradamente en nuestro hemisferio, sobre todo en los sectores más vulnerables y atrasados de nuestras sociedades.
La propaganda antisemita, que se esparce a través de la radio, televisión y páginas digitales en la región, obedece a líneas editoriales muy bien orquestadas por los gobiernos de los países bajo la influencia chavista y con asesoramiento de agentes pro-islamitas que pretenden usar muestro continente como base de operaciones en su guerra contra occidente. El financiamiento de este entramado conspirativo, que inocula el veneno antisemita en nuestros pueblos, proviene principalmente del gobierno venezolano, el gobierno iraní y sus redes de narcotráfico y legitimación de capitales internacionales.
La comunidad judía no está sola, pero debe permanecer alerta y sin abstraerse de la lucha que libramos los pueblos libres de América, para la consolidación de nuestra forma de vida. Los judíos son nuestros hermanos, pertenecen a nuestra sociedad, no son extranjeros en su propia tierra, además compartimos los mismos valores y principios democráticos.
La unidad en la protesta contra la intolerancia es vital. Un grito de libertad antes que los fanáticos antisemitas adeptos al chavismo intenten robarnos la voz. Parafraseando a Vladimir Maiakovski: No esperemos el día en que el más frágil de ellos, entre solo en nuestra casa, nos robe la luna, y conociendo nuestro miedo, nos arranque la voz de la garganta.

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CARLOS BLANCO: TIEMPO DE PALABRA: ODIAR A PRÓJIMO COMO A TI MISMO


¿Por qué el Presidente se trata su padecimiento en Cuba? Las respuestas parecen obvias, pero no lo son tanto.

Una respuesta es la debilidad terminal que siente por los Castro, en particular por Fidel. Allí funciona una devoción que ha sido documentada en discursos, regalos, intercambios y amapuches. La consigna que tiene la campaña de Hipólito Mejías en República Dominicana, “¡llegó papá!”, es asimilable al grito de júbilo que profiere el Comandante cuando se encuentra con su barbado mentor de quien ha confesado sentirse como hijo.

Otra respuesta es la de la seguridad. Ya se ha reportado el miedillo que posee al hombre. Hasta que apareció la dolencia los magnicidios que solía anunciar, dan cuenta de sus sustos; es de suponer que es más segura para la nomenclatura una isla-cárcel que un país en el que los respondones tienen más resquicios.

Una respuesta adicional es la del secreto. Los autócratas, más aun si son ajenos a cualquier escrúpulo, sienten una pasión irreflexiva por el secreto. En sus laboratorios se cocinan desastres, maldiciones, crímenes que no pueden revelarse sin pagar altísimos costos. En este caso, la incidencia de la enfermedad en la salud política de Venezuela y de Cuba, los obliga más al secreto, no tanto por los opositores venezolanos sino por la cúpula chavista que tiene a sus integrantes en la línea de partida, ansiosos y sudorosos, a la espera de la arrancada para despedazarse entre ellos por la antorcha de la sucesión.

Todas esas razones cuentan, pero este narrador sostiene que hay una más poderosa: el odio a los venezolanos. Sí, como lo lee, el odio a los venezolanos.

¿QUÉ TE HAN HECHO?. Los autócratas lo son porque, entre otras razones, se sienten exaltados a cumplir un papel estelar en la historia de la humanidad. En el caso de Chávez es evidente su transformación: de ser un militante de la causa que él cree revolucionaria, pasó a ser su representante, una vez que llegó a la Presidencia y más adelante se convirtió en la transustanciación del pueblo, para ser su dueño y su voz. La patología se ha profundizado con las morbideces que han precipitado una mezcla tóxica entre el pueblo, yo, Fidel, yo, Jesús, yo, Bolívar, yo, y Dios, Él.

A los iluminados se les presenta el problema de la disidencia. No la soportan porque, en vez de reconocer sus debilidades y errores, achacan a los disidentes confusión, malas influencias o, en el mejor de los casos, la condición de víctimas de las manipulaciones del “imperio”. Recuérdese cómo comenzó la trifulca entre los medios de comunicación y Chávez. El inicio fue con El Universal y El Nacional, cuando el Caudillo comenzó a enmendarle la plana a los editores; se quejaba de que las noticias que él consideraba fundamentales, no ocupaban los más importantes espacios. De allí, a insultar a Andrés Mata y a Miguel Henrique Otero, más adelante a Marcel Granier, Guillermo Zuloaga y a Nelson Mezerhane, a Gustavo Cisneros y a Omar Camero, no hubo sino un paso; sin dejar de mencionar a Teodoro Petkoff, con quien Chávez no se mete directamente, pero sí sus lugartenientes, especialmente los tenientes.

Así ha ocurrido con sectores importantes de venezolanos a los que Chávez desprecia porque se le oponen. Cuando les dice “apátridas” se revela algo más grave que un insulto: es la convicción de que pertenecen a otra patria o no pertenecen a esta; no son compatriotas sino extraños, foráneos; diferentes hasta la náusea. Con ellos, no tiene nada en común; ante todo, los odia.

En la medida en que la oposición ha crecido y los sectores democráticos se han robustecido con las defecciones progresivas del chavismo de base y del de arriba, el número de venezolanos “apátridas” manipulados por burgueses e imperialistas se ha incrementado hasta convertirse en mayoría, de acuerdo con las cifras de las elecciones parlamentarias. 

Si se observa, se verá que el Presidente de la República de Venezuela es agente activo del odio hacia una porción inmensa de seres humanos a los que considera enemigos; a unos porque los tiene como agentes conscientes del “imperio”, y a otros porque sus valores y cultura les habrían permitido ser manipulados por la burguesía. El resultado es que, como todos los autócratas que pierden apoyo, lejos de verse en el espejo, inician el largo recorrido de su aislamiento. El verdadero y final pensamiento es “estos venezolanos imbéciles no me merecen”. 

A otro megalómano le ocurrió idéntico en Alemania entre 1944 y 1945.

VENEZUELA REDUCIDA. La Venezuela con la que Chávez se identifica es cada vez más pequeña porque quienes se le oponen son cada vez más, en más amplios espacios del territorio nacional. El hombre no quiere a los caraqueños ni a los zulianos, tampoco a los de Carabobo ni a los de Lara, ahora tampoco a los de Anzoátegui ni a los de Monagas, menos a los mirandinos o tachirenses… Véase cómo las referencias del personaje son cada instante más reducidas. Para él Venezuela es sólo un pedazo del llano entre Barinas y Apure, donde vivió sus primeras felicidades y traumas, la única música que existe es la llanera, los únicos personajes venezolanos memorables, fuera del Bolívar que ha construido a la medida, son sus parientes, entre quienes destaca Maisanta.

Adviértase un detalle. Mientras se mantuvo la democracia, era posible ver caravanas presidenciales que iban y venían en Caracas. Luis Herrera asistía a eventos culturales los domingos; a J. Lusinchi se le podía ver ocasionalmente en un restaurante; Carlos A. Pérez y R. Caldera concurrían a eventos de diverso orden; todos eran parte del tejido social. Chávez no. Su paranoia le impide surcar de día las calles caraqueñas; su desprecio sólo le permite adorar un llano mítico, el de las soledades, y unas instalaciones militares nocturnas que cada vez más le son ajenas. Chávez es un fantasma en Caracas y en las demás ciudades, salvo en los tinglados tomados por la seguridad cubana y la Casa Militar. El pueblo de Venezuela sólo ve a un Chávez de pantalla, pero lo más grave es que el propio Chávez sólo ve a una Venezuela cada vez más encogida, la que cabe en los artificios que le montan. Desde hace tiempo no se atreve ni siquiera a un cara-a-cara con los periodistas venezolanos.

ODIAR. Muy peligroso es el odio del Caudillo hacia el país que lo abandona. Esto no quiere decir que no tenga apoyo; lo que significa es que muchos que estaban ya no están de su lado y los odia con más fuerza que a los originales “escuálidos”. Con este panorama, no le importará mucho lo que le ocurra al pueblo que no fue capaz de merecer a un benefactor de la talla suya; que no supo entender después de tanto esfuerzo lo que significaba su revolución. Refugiado en su bunker, regaña a sus generales que no supieron ganar la guerra, mientras el Ejército Rojo avanza sobre Berlín.

Fue publicado el domingo, marzo 25, 2012 a las: 8:42 am y se encuentra en la categoria opinión.

Twitter @carlosblancog

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CAROLINA JAIMES BRANGER | ¡MI SOL TAMBIÉN ES SUYO!

A todas las colonias de musiúes que viven en Venezuela: ¡Mi país es su país!


En junio de 2000 escribí en El Universal un artículo para la comunidad italiana en Venezuela, "Ese Sol también es mío", en el que relataba mi admiración por Italia y los italianos. 

Doce años después ese artículo me sigue trayendo satisfacciones: entablé una bellísima amistad con Adriano y Marina Benedetti, para el momento embajadores de Italia en Venezuela y con el Dr. Gaetano Bafile, editor de La Voce d'Italia. Fui condecorada como Cavaliere dell'Ordine al Merito della Repubblica Italiana, el grupo Siam Camerotani me convirtió en protagonista de una obra de teatro suya y tengo el cariño de buena parte de la comunidad italiana, que sintió su autoestima elevada por mis palabras. Más tarde, mis artículos sobre y para los ítalo-venezolanos me hicieron Commendatore della Stella della Solidarietá. 

Desde el año 2000 he escrito oponiéndome a la campaña xenófoba desatada por sectores progobierno en contra de italianos, portugueses y españoles, campaña que no ha cesado, por desgracia. 

La semana pasada mi amiga Mariuccia Sorci me regaló el último número de la revista Incontri, que trae un artículo que me dedica el doctor Giorgio Mazzuchelli, conspicuo representante de la comunidad italiana en Venezuela, donde recuerda su llegada hace 50 años, su deseo de ser aceptado y "la cordialidad alegre, espontánea generosidad y explosiva amistad" de los venezolanos que rápidamente le hicieron sentirse en casa. 

"¿Por qué eso no existe ya?". El Dr. Mazzuchelli cita la frase chauvinista que se ha puesto de moda: ¡Vete a tu país! "¿Cuál es mi país?", se pregunta. "Después de 50 años, 4 hijos nacidos aquí y tanto trabajo... ¿cuál es mi país?". 

Yo le respondo, querido Giorgio, que este es su país. Es su país porque usted lo escogió y lo asumió como suyo. Porque como muchos otros nacidos allende el océano, usted vino a sembrar y ha cosechado. 


Mi país es su país porque para tener una nacionalidad no importa dónde se nace, sino donde se echan raíces, donde se ríe, donde se sufre, donde se ama, donde se sueña.

El por qué pasan estas cosas lo sabemos. Pero le aseguro a usted, a la colonia italiana -y a todas las colonias de musiúes que viven en Venezuela- que el sentimiento general sigue siendo el mismo que usted encontró cuando llegó. ¡Mi país es su país, mi Sol es también el suyo! 

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ALBERTO MEDINA MÉNDEZ: DISCUTIR IDEAS Y NO PERSONAS, DESDE ARGENTINA

Muchas veces recibí comentarios negativos sobre diferentes artículos de opinión que he compartido con los lectores. También me llegaron expresiones de adhesión, pero ese no es el punto. Después de todo, de eso se trata, de la diversidad, de gente que está de acuerdo y otros que no.
Pero si llama la atención como algunos insisten con la necesidad de dar nombres, de mencionar personas, de evitar que las consideraciones expresadas sean imprecisas en cuanto a quienes se refiere.
No es habitual que decida escribir bajo este formato, refiriéndome a comentarios que me hacen llegar, mucho menos aún de profundizar en lo que tiene que ver con un estilo de plantear los problemas. Pero considero pertinente hacerlo en esta oportunidad, para ir al hueso, y aprovechar la cuestión para dejar en claro, esta visión.
No es precisamente temor, cobardía, ni se trata de evitar planteos jurídicos, o cosa que se le parezca, es mucho más simple, y al mismo tiempo pretendidamente más reflexivo.
Lo concreto es que creo con convicción que el mundo está gobernado por ideas y no por personas. Si bien son los individuos los que ejercen el poder, y los que cambian el rumbo de los acontecimientos, a la hora de ejecutar acciones o tomar decisiones, ellos se apoyan en posiciones políticas preconcebidas, en ideologías o sistemas de ideas que avalan su accionar.
Es cierto que le imprimen su estilo personal e impronta y hasta su cuota de bondad o perversidad manifiesta. Pero no menos cierto es que sus paradigmas culturales, su estructura mental y parámetros fija el escenario y el marco dentro del cual se mueven.
De hecho, la inmensa mayoría de los problemas que el mundo vive, viene de larga data y muchos ciudadanos parecen seguir esperando al “mesías político”, ese líder carismático, genial, plagado de inteligencia y atributos que los rescate del pantano. Y claramente eso no sucede.
Y no ocurre, simplemente, porque las personas pasan, pero las ideas persisten si no son revisadas, cuestionadas y replanteadas.
Es evidente que ciertos personajes dejan su huella, en los más de los casos por su inmoral actitud frente a la tarea, por sus métodos despreciables y mezquindad manifiesta, y por sus defectos y debilidades, más que por sus aciertos, fortalezas y atributos personales.
Es que, hemos desperdiciado oportunidades, demasiadas tal vez, convencidos de que el problema son las personas, los nombres, los lideres circunstanciales y entonces, equivocadamente nos abocamos a contribuir con el final de sus ciclos y declaramos una especie de batalla política “anti”, en la que el objetivo principal es acelerar los tiempos para que cierto mandatario culmine su etapa de poder.
Los que seguimos creyendo que la democracia es el menos malo de los sistemas conocidos, cuando el caudillo de turno no nos seduce con su visión, siempre intentaremos prepararnos para que en la próxima renovación electoral se produzca el recambio de modo pacífico e institucional. Los otros, los más intolerantes y autoritarios, de esos que aun pululan por la sociedad, hasta admitirán formas inaceptables, directas o indirectas, de dar por terminada abruptamente esa etapa.
Pero lo que muchos siguen sin comprender, es que ese esfuerzo, ese desgaste de energías en intentar disputar el poder con el líder de turno, solo nos enfoca de modo inadecuado y nos lleva irremediablemente a discutir personas.
En ese esquema, demasiada gente termina enojándose con los valores personales del mandamás, con sus modos y formas, su estilo y discurso, su impronta y entorno.
Son temas del presente, de la coyuntura, pero hay que entender que la inmensa mayoría de ellos, pasaran a formar parte del anecdotario de la historia política local y de ningún modo influirán definitivamente en el rumbo de los acontecimientos.
Si queremos cambiar la historia, debemos enfocarnos en la necesidad de discutir ideas, aportar argumentos que permitan superar ideas que no funcionan, que no resisten análisis alguno, y lo que es mas grave, cuyo impacto cotidiano genera inequidad, injusticia e inmoralidad.
No es posible que por discutir personas nos perdamos de bucear en lo profundo y debatir sobre lo relevante. Que al líder actual lo suceda otro con idénticas ideas, pero con modos diferentes, no nos permitirá cambiar la historia. Seguiremos por la misma ruta y rumbo al mismo destino.
Es mas, a veces, hasta se puede dar la paradoja que cambiar de partidos gobernantes, o líderes circunstanciales, por otros mejores, con formas más refinadas, prolijas y pulcras, con personajes más carismáticos, nos lleven más rápidamente al destino inadecuado.
Sigo pensando, que plantear nombres, hablar de situaciones puntuales, solo debe hacerse de modo referencial, pero de ninguna manera central. Lo que debemos discutir es el núcleo de creencias que una sociedad defiende. Es eso lo que explica el lugar al que hemos llegado. No estamos como estamos por obra de la fatalidad, la casualidad, o las mentiras de algún gobernante. Estamos como estamos porque pensamos lo que pensamos, porque defendemos un sistema de ideas incorrecto, un dogma inapropiado, un credo improcedente, respecto de nuestros fines últimos.
Pretendemos encaminarnos al éxito y crecimiento, al progreso y desarrollo, a la paz y a la libertad, deseamos una sociedad mejor, más justa, donde podamos sentirnos orgullosos de vivir, pero muchos creen poder llegar donde desean, con intolerancia, autoritarismo, métodos violentos y practicas manipuladoras.
Lamento no acordar con quienes prefieren la denuncia, el escrache y la acusación como método para hacer política, periodismo o simplemente defenestrar al mandatario de turno. Son muchos los que lo hacen. Demasiados tal vez. Prefiero esta senda elegida, la de discutir ideas y no personas.
albertomedinamendez@gmail.com

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AXEL KAISER * CHILE, EL PRECIO DE NUESTRO BIENESTAR

por John Stuart Mill se quejó alguna vez de aquellos espíritus “superficiales“ que despreciaban la filosofía especulativa por considerarla ajena a los asuntos de la vida diaria. Para Mill, estos personajes ignorantes no entendían que la filosofía, las ideas, eran a  largo plazo la fuerza más aplastante que pudiera existir sobre los asuntos humanos. Mill, por cierto, no está solo en esto. En su famosa Teoría General, John Maynard Keynes alertó que las ideas de economistas y filósofos políticos, correctas o equivocadas, eran más poderosas de lo que comúnmente se creía. Incluso más, según Keynes, el mundo se rige por poco más que ideas.
El curso de la evolución social entonces, si Keynes y Mill estaban en lo correcto, lo definen las ideas que en ella predominan. En consecuencia, el avance de ideas de una u otra naturaleza llevarán a la sociedad por el camino de la decadencia o el de la prosperidad.
Históricamente no ha habido grupo de ideas más contagioso y destructivo que el colectivismo. El mejor ejemplo de ello es Alemania. Desde medidados del siglo XVIII hasta  principios del siglo XX, el mundo germano fue el faro intelectual, cultural y científico del mundo occidental. En su bestseller The German Genius, el británico Peter Watson explica cómo, la alemana, más que cualquier otra cultura moderna, fue la que forjó el mundo que conocemos hoy. El hecho de que hacia 1910 más de la mitad de la literatura científica del mundo se publicara en alemán y que en 1933 Alemania contara con más premios Nobel que Inglaterra y Estados Unidos juntos, son un reflejo de la pasada preeminencia intelectual germana.
Todo eso se evaporó con el avance de las ideas socialistas. Como bien explicó Friedrich von Hayek en Camino de Servidumbre, fue el ataque sistemático de intelectuales alemanes a la filosofía indvidualista sobre la que se fundó la civilización occidental, lo que proveyó las bases para que el nacional socialismo se hiciera del poder. Y así, una nación de la que se llegó a argumentar que constituía la verdadera heredera de la civilización romana y griega, se sumiría en el barbarismo y la oscuridad  del colectivismo. El mismo colectivismo que bajo el nombre de "marxismo" sacrificaría a más de 100 millones de seres humanos.
La lección que debemos extraer de esta historia es que nada de todo aquello de lo que disfrutamos hoy en Chile gracias a la revolución liberal iniciada hace más de tres décadas está asegurado. Si continúa avanzando el discurso estatista redistributivo, la ideología igualitarista, la retórica anti empresarial y la moralina anti lucro, veremos severamente dañado nuestro sistema de libertades. Esto llevará a Chile al fracaso en su proyecto de alcanzar la paz y prosperidad que han logrado otros países, sumiéndolo en un nuevo período de estancamiento y conflictividad. Quienes piensan que mientras haya consumo las mayorías defenderán el sistema caen en una simplista ilusión. Las mayorías  —ni hablar de las minorías bien organizadas—, infectadas por la demagogia estatista, pueden perfectamente optar por destruir un sistema que las beneficia. Las malas ideas, así lo prueba el socialismo, pueden y suelen triunfar frente a toda evidencia. Pues el problema, como bien ha explicado Douglass North, es uno de fe y no de racionalidad. Y las ideologías, como advirtió el mismo North, son materias de fe antes que de razón y subsisten pese a las abrumadores pruebas en contrario.
Hoy, a nuestro sistema de libertad económica se le ataca desde la oposición, desde el gobierno, desde la academia y desde las calles. Mientras tanto, salvo excepeciones, sus partidarios guardan silencio o transan derechamente sus principios. Creen que pueden cosechar los beneficios de la libertad sin comprometerse con su defensa. Se equivocan. Thomas Jefferson advirtió que hay un precio que pagar por nuestra libertad y prosperidad: la eterna vigilancia. No basta con el cheque a fin de mes, pues nadie quedará libre de las consecuencias cuando lo alcanzado hasta ahora se haya perdido.
* investigador del Instituto Democracia y Mercado (Chile) y columnista de ElCato.org. Axel obtuvo el primer lugar en nuestro primer concurso de ensayos, Voces de Libertad 2008.
Este artículo fue publicado originalmente en El Mercurio (Chile) el 20 de marzo de 2012.

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