jueves, 2 de junio de 2011

ADOLFO TAYLHARDAT: ¿DEFENDER A PDVSA?


No faltará quien me acuse de antipatriota o de pitiyanqui por lo que a continuación escribo.

Considero que algunas opiniones y pronunciamientos en defensa de PDVSA a raíz de las sanciones que ha impuesto el gobierno norteamericano a varias empresas transnacionales, entre ellas la petrolera venezolana, lucen desproporcionadas.

Comprendo que el führer y su comparsa aprovechen esa “bombita” que puso en sus manos el gobierno norteamericano para exacerbar el sentimiento nacionalista de los venezolanos presentando las sanciones como una agresión contra PDVSA y que, además, se valga de la oportunidad para utilizar la supuesta agresión con fines electoreros en momentos en que la intención de voto claramente no le favorece.

Pero me parece absurdo que para escapar de la retórica patriotera del oficialismo figuras de la oposición se desgarren las vestiduras presentándose como defensores de PDVSA frente a lo que se ha pretendido presentar como una envestida criminal contra la empresa venezolana de petróleo.

En primer lugar hay que preguntar: ¿Cuál PDVSA se defiende? ¿Esa de la cual fueron expulsados arbitrariamente y despiadadamente más de 20.000 funcionarios y empleados que hoy están o fuera del país o simplemente están dedicados al buhonerismo porque la lista Tascón les cerró las puertas para encontrar empleos dignos y adecuados a su formación técnica o profesional? ¿Esa que dejó de ser una empresa dedicada exclusivamente a gerenciar el aprovechamiento de nuestro principal recurso natural para convertirse en importadora de alimentos que luego deja podrir en los puertos o en los sitios de almacenamiento? ¿Esa que dejó de ser un modelo mundial de empresa estatal administrada como empresa privada en la cual prevalecían la excelencia y la meritocracia para convertirse en instrumento al servicio del régimen donde la única credencial para ocupar un cargo es ser “rojo rojito”? ¿Esa que sirve de caja chica del régimen para financiar sus populistas e ineficientes programas sociales donde además impera la corrupción? ¿Esa que con sus operaciones comerciales y financieras ayuda al régimen iraní a burlar las sanciones que le ha impuesto la comunidad internacional para obligarlo a desistir de su proyecto de desarrollo de tecnología nuclear con fines militares?

Y es sobre todo esto último lo que se ha debido tener en cuenta antes de lanzarse a defender a ultranza a PDVSA. A nadie debe sorprender que el gobierno de los Estados Unidos decida aplicar sanciones al gobierno venezolano y a empresas venezolanas (PDVSA y CAVIM). Parafraseando el refrán, el soldado estaba avisado de que la guerra contra quienes cooperan directamente o indirectamente con el proyecto nuclear militar de Ahmadinejad va en serio. 

No se trata de un capricho, sino de un esfuerzo combinado de la comunidad internacional para impedir la proliferación de armas nucleares y todo el que de una manera u otra interfiera contra ese esfuerzo es susceptible de ser objeto de medidas disuasivas.

El gobierno de Estados Unidos había advertido al de Venezuela que lo estaba observando muy de cerca y que si seguía ayudando a Irán a soslayar los controles internacionales podía ser objeto de sanciones.En febrero de este año Estados Unidos anunció que tomaría acciones si Venezuela viola las sanciones internacionales impuestas contra Irán “Si hubiera evidencia de que han violado las sanciones, actuaremos contra ellos”, dijo la Secretaria de Estado Clinton durante una interpelación en el Congreso. También el Departamento de Estado había informado a la Embajada en Washington y a PDVSA que estaba investigando si el Gobierno venezolano viola el régimen de sanciones. El subsecretario de Estado adjunto de EE.UU. para Energía, Sanciones y Materias Primas, Robert Cekuta, se reunió con el encargado de negocios venezolano en Washington para “abordar temas como la Ley Integral de Sanciones, Responsabilidad y Desinversión” (CISADA en su sigla en inglés). Esa ley, que data de 2010, amplió los alcances de la Ley de Sanciones a Irán de 1996 y prohíbe a personas, entidades y Gobiernos efectuar transacciones, contratos y exportaciones de ciertos bienes, servicios y tecnologías, actividades financieras, invertir en el sector energético de Irán y exportar petróleo refinado, lo que incluye la gasolina, entre otras estipulaciones.

En aquella oportunidad el presidente de PDVSA aseguró que ya no le vende gasolina a Irán. Sin embargo, y este es uno de los motivos para la imposición de las sanciones, se constató que recientemente Venezuela compró en Estados Unidos sustancias que se emplean en mejorar la calidad del combustible y las envió a Irán.

El fúhrer y sus acólitos aducen que las sanciones violan la soberanía de nuestro país. ¿Y qué derecho tiene el mandón de Miraflores para hablar de violación de la soberanía cuando es él quien la ha ultrajado entregando el país al régimen fidelo-comunista cubano, ha convertido a Venezuela en una colonia cubana y le ha abierto de par en par las puertas (o mejor, la “rampa 4” de Maiquetía) a los cubanos, iraníes, chinos y nacionales de otros países para que entren en el país como pedro en su casa? Además, si se trata de hablar de soberanía, las sanciones son una decisión soberana de los Estados Unidos, dictadas en consonancia con las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Actuar en rebeldía con las decisiones de la comunidad internacional siempre trae serías consecuencias y convierte en forajido al gobierno que lo hace. El presidente de PDVSA y el conductor de la cancillería dicen que Venezuela tiene derecho a mantener relaciones con quien le dé la gana. Eso es verdad pero los gobiernos, como las personas, deben evitar las relaciones peligrosas. El caso de Irán es más que ilustrativo.
adolfotaylhardat@gmail.com
@taylhardat


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IVAN OLAIZOLA DALESSANDRO: AL COMUNISMO, CARRERA MAAAARCHHH


No sé que esperamos para llamar las cosas por su nombre. Desde hace años he planteando que a este gobierno hay que llamarlo de acuerdo a sus verdaderas intenciones. Pocos tenían esa misma percepción. Lo propuse en mi partido, y nada. Se lo sugerí a amigos dirigentes y analistas políticos, y nada. Recientemente algunos cuantos se han montado en esa propuesta. Y esas intenciones las ha dado a conocer el teniente coronel desde el mismo comienzo de su actuación pública. En los papeles que se le incautaron cuando dio el fracasado golpe del 4F, habían una cantidad de decretos de puro corte castro comunista, negados durante algún tiempo, pero en los actuales momentos ya se han convertido, la mayoría de ellos, en leyes. Total que a estas alturas lo de que vamos rumbo al comunismo es público y notorio.

Expropiaciones de fincas. Expropiaciones de fábricas. Expropiaciones de viviendas. Comunas. Estatuas de guerrilleros. Imágenes del Che. Planificación centralizada. Destrucción del aparato productivo. Hegemonía comunicacional. Partido único. Gobierno y partido una sola cosa. Un solo líder con todos los poderes. Un solo poder. Un solo color. La FAN al servicio del partido. Las milicias del partido. Regulación de todas las actividades ciudadanas. Se come lo que el gobierno dice que se coma y la tarjetica de razonamiento ya debe estar en imprenta. El teatro y el cine que se hace es lo que permite el gobierno. Se pretende que se estudie lo que al gobierno le conviene. 

La propaganda es avasallante. El lavado de cerebro es diario. Desde el preescolar se comienza el adoctrinamiento. La educación privada con sus barbas en remojo. Se marcha. Se desfila. Todo se militariza. No hay ciudadano presidente, hay mi comandante en jefe. Se ataca a la iglesia y a sus prelados. Ahora se destrozan las imágenes sagradas. El anti imperialismo se hace militante. No se permite la disidencia. Se ataca violentamente al adversario, que más que adversario es enemigo. La propiedad privada en pico de zamuro. Ser rico es malo. Los pobres contra los ricos. Los negros contra los blancos. Socialismo es paz y amor. Capitalismo es guerra y odio. Las cosas son de quien las necesita. El trabajo es malo. Y mil ejemplos más. Solo faltan los tribunales populares y los fusilamientos. Los curas y monjas guindando de un poste. “No vale eso no va a pasar. Tú lo que eres es de extrema derecha. Macartistas”. Nos vemos en Miami.

PDVSA necesitaba un conductor, y le nombraron a Maduro en su directiva.

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CHILE LIBERAL: KEIKO FUJIMORI DEBE SER LA PROXIMA PRESIDENTA DE PERU


Una elección polarizada, con poco debate, menos respeto y ninguna propuesta. Después de una pequeña bonanza económica, Keiko Fujimori no es ni siquiera el mal menor: es apenas la más incapaz de derruir Perú

La campaña presidencial peruana ha sido deplorable incluso bajo estándares sudamericanos. Entre agresiones y bruscos cambios de programas, nada augura que en los próximos años sea posible consolidar los recientes logros de Perú. Su crecimiento es alto, y ha reinado la estabilidad. Todo esto hoy está en jaque gracias a los dos candidatos que disputan la presidencia.

Ambos, la joven e inexperta hija del dictador Fujimori, Keiko, y el ex golpista e inquietante Ollanta Humala, son igualmente populistas, torpes e histéricos. Ninguno podrá contar con una Oposición constructiva. No obstante, al menos, será más fácil mantener a Keiko a raya.

Ollanta Humala, un ultranacionalista que ha incorporado el odio a Chile a su estilo de vida, puede perfectamente inflamar los ánimos de tal manera que una posible guerra con nuestro país debe ser una hipótesis de trabajo. Si Chile, con un ministro de Defensa que tan fácilmente se deja provocar, no maneja con habilidad un Perú bajo Humala, esto se pondrá feo, muy feo. No está demás decir que como chileno es prácticamente imposible considerar si quiera la presidencia de Humala como un mal menor.

El ex oficial ha celebrado un solemne acto en la mítica Universidad de San Marcos donde juró que no despedazará la Constitución del país. ¿Le recuerda esto el "Estatuto de garantías democráticas" de Allende? Un candidato que presenta cuatro programas de gobierno carece de credibilidad. Ollanta Humala a cargo de Perú es capaz de pulverizar el país en menos de lo que tardamos en decir "Diferendo marítimo Perú-Chile".

El currículum, por otro lado, de Keiko Fujimori es tan corto como sus años. No exhibe ningún logro ni posee experiencia. Su único mérito en política es ser la hija de un dictador aborrecible (como todos los dictadores). No obstante, ha recibido el apoyo de Pedro Pablo Kuczynski, quizás el único candidato con proyectos serios, y ella misma se ha convertido en la darling de la prensa pro-business peruana y de las clases medias. Esto sólo nos hace pensar que un eventual gobierno suyo, si se compromete —como lo ha hecho— a hacer valer acuerdos comerciales e impulsar la economía a partir del respeto a los derechos de propiedad, será cuestión de cruzar los dedos y esperar que los peruanos defiendan su país de lo que de otro modo sería una candidata improbable.

Desde que comenzó el balotaje, Keiko ha progresivamente ganando en adeptos, convirtiendo su inicialmente rezagada candidatura en una que hizo sombra al señor Humala, y llegó a igualarlo, al punto incluso de superarlo levemente. Démosle algo de mérito por esto. Aún quedan muchos indecisos por lo que en esta elección, en que lamentablemente se juega la vida o muerte de Perú, nadie puede cantar victoria.

En Chile reside una enorme colonia peruana a quienes en Chile tenemos la obligación moral de cobijar como agradecimiento por su enorme contribución a nuestro desarrollo económico, a nuestra cultura, e incluso a nuestra forma de hablar. Como sabemos, los peruanos, hasta los más humildes, poseen excelente dicción, el chileno de la condición socioeconómica que sea apenas balbucea con una voz de pito irritante. Ni hablar de la gastronomía peruana, que gracias a la reciente estabilidad política ha alcanzado notoriedad internacional (hace poco vi un documental francés sobre la cocina peruana) y que en Chile ha posibilitado salir del arroz con pollo y el asado. Todos queremos a Perú y les deseamos bien. Los del Rímac además de la cátedra en lenguaje y gastronomía nos dan una lección democrática porque pueden votar desde el extranjero. Esta gran colonia peruana en Chile puede ser decisiva. Es deber de ellos el resguardar lo que Perú ha logrado, yChile Liberal los invita a votar por Keiko Fujimori y nombrarla como su presidenta este domingo. Luego, será también su deber proteger al país de lo que venga.

Chile Liberal chileliberal@gmail.com
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GUSTAVO TARRE: PERSPECTIVAS PARA EL 2012

Son pocas las veces en las que a un gobierno le toca enfrentar un proceso electoral en condiciones tan adversas y con pruebas tan absolutamente palpables de su ineptitud y corrupción. A ver:

Venezuela está entre los países con mayor inflación del mundo y, en todo caso, la más alta de América; la tasa de inversión (nacional y extranjera) es ridícula comparada con otros países de la región; las importaciones crecen mientras que la producción interna cae de manera estrepitosa, con la correspondiente destrucción del empleo. En medio de una avalancha de petrodólares, vivimos una severa crisis eléctrica, los apagones forman parte de la vida diaria de los venezolanos y los demás servicios públicos van por el mismo camino. No hay agua ni siquiera para servir el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar. 

La infraestructura se derrumba ante las lluvias y la falta de mantenimiento; PDVSA hace agua por todas partes y el Estado se da el lujo de perder dinero hasta en el manejo del mejor negocio del mundo: Las minas de oro. Los alimentos escasean, los precios suben y la única cifra en ascenso es la de robos y asesinatos. 

Para tomar de la muestra un solo botón: Es imposible en toda Venezuela, conseguir un Vergatario. (teléfono celular chino, medio ensamblado en nuestro país y cuya producción fue planificada, financiada y anunciada en cientos de miles de unidades). Circunstancias del día a día hacen aún más precaria la situación del Gobierno: 

La escasez de productos en los anaqueles de los mercados, cuando no es la carne es el café o el aceite; la llegada de Whalid Makled con su bagaje de políticos y militares asalariados; la publicación en los medios internacionales de informes que involucran de manera estrecha e incuestionable al régimen con las FARC; unas lluvias que no cesan y una incapacidad insólita para enfrentarlas; una rebelión obrera que pone seriamente en duda el carácter popular y revolucionario del chavismo y por último una continua rotación de funcionarios y ministros, cada uno más inepto que el anterior.

Como si todo esto fuera poco, el Gobierno de Chávez está internacionalmente aislado. Los pocos países “aliados” son aquellos que dependen de su asistencia económica o aquellos cuyas empresas hacen jugosísimos negocios en Venezuela. Ciertas “amistades” sólo pueden traer consecuencias nefastas para el país y para PDVSA. El único amigo “nuevo” es el Presidente de Colombia a quien el propio Chávez había calificado de gánster y cuya elección había pronosticado como una tragedia para América Latina.

¿Cuántas veces Farruco Sexto ha sido designado Ministro del Poder Popular para la Cultura? ¿Cuántas veces ha sido destituido Francisco Ameliach sin que nadie sepa por qué (aunque todos sospechamos las razones de la última defenestración).

En estas circunstancias, y después de doce años de gobierno, ya es difícil achacar culpas a la Cuarta República o al paro petrolero o a los fenómenos naturales. Y, sin embargo, Chávez puede ganar las elecciones presidenciales del 2012. ¿Por qué?

LOS CINCO EJES DEL CHAVISMO

La fuerza de Hugo Chávez descansa sobre cinco ejes fundamentales: 

1) Chávez supo y sigue sabiendo despertar esperanzas. Ha logrado que los excluidos de siempre se sientan tomados en cuenta, que crean que el Gobierno está pendiente de ellos y que, si bien su situación personal no ha mejorado nada o muy poco en estos doce años, la perspectiva de un futuro mejor, que nunca llega, sigue presente. El gobierno más excluyente de la historia de Venezuela es visto como el gran promotor de la inclusión social. En los mercales no hay productos pero los precios son bajos, los módulos de Barrio Adentro no atienden a nadie o a pocos y mal, pero están allí como símbolo de la preocupación de mi Presidente-Comandante; el Hospital donde acudo no me atiende, no está dotado y me maltratan, pero algún día las cosas cambiarán; no puedo salir sin riesgo a la calle pero la Policía Nacional Bolivariana pronto impondrá el orden; a mí no me han dado vivienda pero veo al Presidente, con el cariño de un padre, asignar unas pocas casas a gente como yo, lo que indica que algún día me tocará a mí. Máxime si la Misión Vivienda es exitosa y se construyen centenares de miles, millones de casas. Por ahora me conformo con un papelito donde consta que en el 2013 o el 2014 se cumplirá la promesa. ¿Quién quita? 

2) Chávez es expresión cabal de la “cultura” de un porcentaje minoritario pero importante de la población venezolana. Este planteamiento, expresado con mucha lucidez por Alonso Palacios, puede resumirse en el siguiente silogismo, profundamente enraizado en la mentalidad de muchos: Venezuela es un país riquísimo; Yo, sin embargo soy pobre, luego, a mí me debería tocar, por el mero hecho de haber nacido en esta Tierra de Gracia, una parte de esa riqueza, así yo no haga nada para obtenerla. Dentro de esa visión cuadran perfectamente las decenas de programas asistenciales del gobierno en los que fundamentalmente se reparten dineros, bienes y subsidios a todo aquel que diga que los necesite¸ siempre y cuando se ponga una franela roja, o se inscriba en el PSUV y no aparezca en la lista Tascón. Todos esos becarios que no estudian; “empresarios” de maletín que reciben créditos que se quedan en sus bolsillos, madres del barrio que no cuidan niños, bachilleres graduados en seis meses, licenciados que terminan sus estudios sin haber aprobado un solo examen, “analfabetas” que han aprendido a leer varias veces pero que siguen recibiendo una asignación económica, los nuevos millonarios que nunca han producido nada y que se enriquecen traficando influencias y cobrando comisiones. Todo ellos quieren que Chávez se quede y poder seguir siendo los “vivos”, los que saben colocarse “donde haiga”. En fin, somos el país más feliz del mundo.

3) Chávez no sólo siembra esperanza, también siembra miedo. Todo en Venezuela está sometido al control del Presidente-comandante quien gobierna con el primitivo principio del premio y del castigo. Para el que se porta bien con la revolución, todo, para quien, a juicio del caudillo, le traiciona, nada. Ni siquiera la esperanza. Hay en nuestro país más de dos millones y medio de empleados públicos, centenares de miles de beneficiarios de las misiones, con mérito o sin ellos para serlo. Muchísima gente depende de una u otra forma del Estado. Todos ellos son objeto de presión constante: Deben asistir a las marchas, ponerse gorras y franelas rojas, donar días de salario. Los jefes constantemente les recuerdan que el voto no es tan secreto como lo pauta la Constitución, que el CNE está en la posibilidad de enterarse de todo. Para ello son las máquinas que con un costo de 45 millones de dólares se van adquirir y que se activan con la huella del elector. También busca el Jefe del Estado sembrar la idea de que es mejor conformarse con lo que se tiene, que estar buscando cambios que no se sabe bien a dónde llevan. La oferta es “vivir viviendo”, es decir conformarse con la mediocridad antes de correr el riesgo de buscar otros caminos. 

4) Chávez controla todos los poderes. En cualquier democracia, el Presidente de la República es la cabeza del Poder Ejecutivo pero su autoridad tiene fuertes limitaciones. No es así en Venezuela, donde el Presidente gasta el dinero público sin control alguno; no respeta la Ley de Carrera Administrativa ni la Ley de Procedimientos Administrativos, ni permite la sindicalización y las convenciones colectivas en el sector Público. La Fuerza Armada está totalmente politizada y se intenta lograr su parcialización completa. Para Chávez el principio de legalidad no existe. Aquello de que la administración no puede hacer sino lo que la Ley expresamente le autoriza, es letra muerta.Chávez controla además, el Poder Legislativo. Podría decirse que es normal en muchas democracias que el Presidente disponga de mayoría parlamentaria, pero en el régimen chavista la Asamblea Nacional no legisla, pues la función legislativa fue delegada al Presidente por una habilitación írrita concedida por la Asamblea saliente en diciembre del 2010 “para atender la emergencia de las lluvias” pero que en realidad es ilimitada. La Asamblea no controla en forma alguna al Ejecutivo y el papel de la mayoría del PSUV se limita a levantar la mano cuando el Ejecutivo así lo ordena.
El caso del Poder Judicial es aún más antidemocrático. No hay independencia alguna por parte de los jueces, que viven en el temor a ser destituidos o encarcelados si sus sentencias no son del agrado de Miraflores. El TSJ responde obcecadamente a los dictados del Jefe del Estado y no se conoce de una sola sentencia que vaya en contra de sus designios.
Los dos nuevos poderes están en las mismas condiciones: El Poder Ciudadano (Ministerio Público, Contraloría General y Defensoría del Pueblo) no puede ser más dócil. Y por último, de los cinco rectores que componen la directiva del Poder Electoral, cuatro respaldan categóricamente al Proceso. Todo ello configura la concentración de poder más grande que se ha conocido en nuestra historia y es obvia la influencia que esa fuerza tendrá en el próximo proceso electoral. Chávez puede, entre otras cosas, inhabilitar candidatos o rehabilitarlos según su conveniencia. 

5) Chávez dispone de inmensas cantidades de dinero y de bienes. El gasto público no está sometido ni al control de la Asamblea, ni al control de la Contraloría General ni al control de los tribunales. La total opacidad y discrecionalidad con la que se manejan los Fondos permiten a Chávez la disposición ilimitada del dinero público y además puede usar los bienes públicos sin ningún control. Dentro de los bienes, hay que mencionar el llamado Sistema Nacional de Medios Públicos que unido a la autocensura de muchos medios privados sometidos a amenazas y chantajes, dan al oficialismo una buena ventaja comunicacional.

Estos cinco puntos deberían asegurar la victoria de Chávez¸ pero no es así. Afortunadamente para Venezuela las encuestan revelan que la mayoría de los venezolanos quiere un cambio y vamos ahora a examinar por qué es perfectamente posible que ello ocurra.

1) Volviendo al inicio de este informe, debemos tomar en cuenta el factor “Chacumbele”. El Gobierno puede perder la elección “porque él mismito se mató”. Es decir que los doce años de Chávez han estado marcados por tanta ineficiencia, tanta ineptitud, tanto despilfarro, tanta habladera y tanta corrupción que el país clama por un cambio. Las encuestas revelan que una buena parte de los venezolanos que veía con simpatía al Presidente Chávez, está consciente de que no está en capacidad de dirigir eficientemente al país. Esto es perfectamente explicable. A pesar de los que diga el oficialismo que los venezolanos nos encontramos entre los pueblos más felices de la tierra, es difícil ser feliz cuando la búsqueda de un litro de aceite o de un kilo de carne puede tomar varios días; cuando se producen casi 20.000 asesinatos impunes al año; cuando los aumentos salariales ni siquiera compensan la inflación; cuando en los primeros 5 meses del año se construyen sólo 12.000 viviendas de las 150.000 prometidas para el 2011, y así podríamos seguir enumerando las cifras y los hechos que evidencian el fracaso. Se dice que los electores votan con el bolsillo más que con el corazón y cuando el bolsillo está casi vacío y no alcanza para comprar lo más básico, la gente saca sus propias conclusiones y las protestas sociales se producen como expresión de una inmensa frustración. Cuando la protesta no tiene respuesta se traduce en un descontento electoral que refuerza a la oposición. 

2) Dicen los publicistas que ninguna publicidad es efectiva si el producto anunciado es sencillamente malo, no cumple con las expectativas que suscitan las cuñas y defrauda diariamente a los televidentes, radioescuchas y lectores del Sistema Nacional de Medios y de la propaganda que los medios privados están obligados a difundir. La publicidad engaña a mucho durante cierto tiempo pero al final pierde su efecto y produce más bien rechazo.

3) El proyecto que se quiere imponer a Venezuela, aunque no se llame por su nombre, es el comunismo. Fidel Castro lo dijo de manera clara cuando se le preguntó ¿Qué es el socialismo del siglo XXI? Y contestó, “la misma cosa que el comunismo”. Los venezolanos no piensan que “ser rico es malo”; defienden, en alto porcentaje, la propiedad privada y observan cómo las empresas y tierras nacionalizadas no producen y los trabajadores terminan perdiendo sus empleos. Esto ocurre no sólo entre los que adversan a Chávez, sino también en los electores que se definen como “chavistas” No causa ninguna extrañeza que los primeros opositores a las nacionalizaciones no sean los dueños sino los sindicatos, aún aquellos identificados con la Revolución. 

4) Los venezolanos están cansados de la confrontación constante, de las descalificaciones, de los insultos, de la falta de diálogo y de la intolerancia. Quieren un Gobierno que realmente sea de todos y que gobierne para todos. Quieren vestir como les da la gana; no les gusta que los obliguen a inscribirse en un partido o a asistir a marchas a las que no quieren ir. El venezolano es libertario y Chávez se convierte día a día en opresor. 

5) La historia nos enseña que las revoluciones requieren del apoyo de tres sectores sociales: los trabajadores, los jóvenes y los intelectuales. Esta es la única revolución adversada por la mayoría de los sindicatos y por todas las organizaciones estudiantiles que son producto del sufragio juvenil. El mundo de la Academia, de la cultura y de las artes en un porcentaje altísimo rechazan la concentración del poder, el militarismo, el centralismo, el pensamiento único, la cursilería, la ridiculez y el militarismo. 

6) La política de concentración del poder, acompañada por la falta de resultados, propicia la percepción de que los problemas sin solución tienen un solo responsable: Chávez. El mismo se ha encargado de acentuar esta visión al decir, por ejemplo, que asume personalmente el problema de la vivienda. “Se me va la vida”, afirma, pero en realidad lo que le van son los votos si no cumple. La destrucción del proceso de descentralización, tampoco ayuda al Gobierno. Alcaldes y Gobernadores eran una especie de colchón entre el descontento y el Presidente. Ya no es así. La gente siente que eligió a mandatarios regionales y locales y que no los dejan trabajar. 

7) El funcionamiento de la Mesa de la Unidad, la metodología aprobada para la escogencia del candidato presidencial de la oposición, la consciencia del carácter inevitable de la acción unitaria y la creciente existencia de una maquinaria de control electoral, hacen que las fuerzas que adversan a Chávez sean mucho más temibles ahora que hace cinco años. A pesar de las trampas, de los atropellos, del desconocimiento sistemático de la voluntad popular, la oposición no ha hecho otra cosa que crecen tanto en número como en contundencia. Si a esto se acompaña la presentación de una propuesta de país clara, factible, bien fundamentada y claramente expresada, las cosas se pondrán difíciles para el Gobierno.

No escapan a nuestro análisis las fallas y carencias que presenta la Mesa, ni la ausencia de grandeza que algunos de sus líderes evidencian de cuando en vez. Pero son muchos más los factores positivos que los negativos.

Quedan pendientes dos grandes preguntas: 

1) A la hora de definir la estrategia global de la oposición, se enfrentan dos grandes corrientes: La primera sostiene que hay que manejar con prudencia los ataques a Chávez y a su gobierno, porque lo importante es atraer a los ni-ni, al chavismo light. El problema no es fundamentalmente ideológico sino de mala gestión administrativa. Para la segunda, se debe enfrentar radicalmente a Chávez y a su gobierno, más no al chavismo de base. Tolerancia cero: No dejar pasar ni una falla, ni una carencia, ni un fracaso, ni una corruptela, ni una promesa incumplida. El que esto escribe se inclina hacia la segunda opción, pero la pregunta queda planteada y es bueno que nuestros lectores piensen en la mejor respuesta. 

2) ¿Entregará Chávez el poder? Muchos piensan que de perder las elecciones el Presidente desconocerá el resultado. Es la tesis del palo a la lámpara. Hay quien sostiene que un resultado adverso liquida la posibilidad de resistencia del chavismo, en todos los niveles. Otros ven el asunto con gran preocupación. La pregunta que queda planteada es qué hacer para minimizar este riesgo.

Chávez puede ser derrotado, pero hará lo imposible para evitarlo. El mandado no está hecho y no son aceptables visiones triunfalistas. En manos de los venezolanos está escoger entre el desarrollo económico, la libertad y la inserción en el mundo globalizado del siglo XXI o seguir transitando un camino que sólo es válido en los trasnochos de un déspota no ilustrado.

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CARLOS BLANCO: VENEZUELA: PAÍS ROTO

Un país descuadernado, deshecho, arruinado en muchos sentidos, ¿cómo se recupera? Casi siempre se piensa en lo que Venezuela fue. A veces aflora el deseo de volver a lo que fue cuando se recuerdan buenos y amables momentos de amistad y felicidad. Tal aspiración es imposible de satisfacer. No por la consigna oficial según la cual "ellos" no volverán, sino porque nuevas realidades se han conformado y el alma conoce que un viejo amor, después de algunas décadas, no es el mismo, ni conviene recomienzo alguno por la humana tendencia de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, lo cual equivale a decir que quien ve las arrugas en la vieja querencia no se da cuenta de los plisados y fruncimientos de su propio rostro.

No hay vuelta atrás. Es verdad. Los derrumbes, los exilios de afuera y de adentro, los llantos, las esperanzas abatidas o renovadas, según los casos, toda esta historia tan revuelta ha hecho diferentes a los seres humanos de esta comarca. Ciertos rasgos que se mantienen como virus durmientes en los pliegues del espíritu, como el odio, el resentimiento, el deseo de venganza, la revancha contra el destino, cuando se les cultiva y alimenta, se lanzan desaforados a su faena. Sobre estos ánimos y sobre una vasta catástrofe institucional se tendrá que ejercer la construcción de un país que en algunos rasgos se parecerá al que fue y en otros al que es, pero, esfuerzo mediante, a algo que no sabemos y hay que imaginar.

¿QUIÉN SERÁ PRESIDENTE?. Desde esta esquina no hay triunfalismo. Chávez no ha sido derrotado y sólo lo derrota una política -todavía parcial y en parte incógnita- que combine las ideas con los sueños, la fuerza con la decisión. Los votos existen, pero sólo un proyecto de poder hará que no disminuyan, filtrados por el temor y la desesperanza, y logrará que se cuenten e impongan al binomio Chávez-CNE.

Un proyecto de poder no es un candidato sino una disposición a movilizar todas las fuerzas de la sociedad, de derecha y de izquierda, civiles y militares, de arriba y de abajo, para lograr el objetivo propuesto. Un proyecto de poder no le pide perdón a nadie por serlo, ni se excusa ni se arrepiente. No se conforma con un cucurucho de maní porque se tenga un exclusivo club de dirigentes. Un proyecto de poder, como el que conformó R. Betancourt en la década de los 40 no busca mediocridades sino que se expande hasta conseguirse con Rómulo Gallegos, Andrés Eloy Blanco, Luis Beltrán Prieto, Juan Pablo Pérez Alfonzo, Vicente Emilio Sojo, entre muchos de los brillantes de ese tiempo.

El candidato presidencial que se escoja en la travesía de las primarias sería eventualmente el conductor de un país roto que requeriría descomunales capacidades de dirección y de sacrificio. De dirección, para convocar lo mejor donde quiera que se encuentre, sin el pequeño libro de facturas que los odios han engordado en el Gobierno y en la oposición; de sacrificio, porque muy probablemente la persona escogida y aclamada, a las primeras de cambio puede ser la denostada porque no pueda satisfacer en tiempo record la inundación de demandas, y tal vez tenga que tomar medidas que no satisfagan a todos todo el tiempo. El nuevo presidente tal vez tendría que convocar a una asamblea constituyente que hasta es posible que recorte su propio mandato. ¿Quién se arriesga?.

Una persona así, con decisión de guerrero pero con espíritu de santidad para el sacrificio, debe ser el emblema del esfuerzo por venir. Si se mide desde allí el liderazgo necesario hay que ver quiénes calzan los puntos para ganarle a Chávez y, antes, ganar las primarias. No hay que ver quién puede triunfar en esta consulta para después parapetarlo y ver cómo le gana a Chávez y más adelante considerar cómo hace para gobernar. El camino es exactamente el opuesto: hay que saber quién se necesita para gobernar, quién de los que reúna esas características puede vencer al caudillo y en consecuencia cómo puede hacer para prevalecer en las primarias.

LIDERAZGO. Hasta el sol de hoy los candidatos más o menos existentes emergen de las decisiones de las cúpulas dirigentes. Tal vez acierten, pero las probabilidades de error son grandes. Se dirá que no importa, ya que las primarias resolverán el apoyo de las masas; sin embargo, no sería inapropiado que los militantes dijeran su palabra para que sus jefes tuvieran el respaldo necesario en lo que sin duda tendrá mucho de aventura, incertidumbre, riesgo y desafío. ¿Puede resolverse alrededor de una conversa si eres tú o si soy yo el candidato? ¿Puede eso depender de que yo quiera que te lances para que me dejes el puesto vacío para que lo ocupe quien yo controlo? ¿Puedo disponer de mi apoyo a uno o a otro sin importar lo que mis compañeros piensen?

Siempre es conveniente recordar que en un país roto no hay liderazgos fuertes; el único que pervive es el de Chávez que, aunque deteriorado, se inflama con el combustible petrolero y la carencia de escrúpulos para ofrecer lo ofrecido, con la siempre grata compañía de la amnesia política. No es que la oposición no tenga líderes sino que se muelen muy rápido. Unos molidos al calor de las masas y otros por el calor de las mesas. Las masas, debe tenerse presente, son calurosas y abrasivas, si no les respondes te dejan de abrazar para comenzar a abrasarte. Las mesas, sean de tres, cuatro o cinco patas, son el escenario para los grandes acuerdos, pero muy especialmente para los falsos, los que esconden la disputa y la rebatiña; funcionan mejor para los entendimientos de baja intensidad y de mayor duración; en este caso, las primarias y la tarjeta única son un buen resultado.

El liderazgo no es un atributo de las personas sino de las situaciones en las cuales se participa. Venezuela produjo desde el 2007 una de las más brillantes generaciones de líderes estudiantiles, pero téngase presente cómo su increíble talento no fue obstáculo para que muchos de ellos fueran devorados por ambiciones, por su desusada exposición en los medios, y el hambre de organizaciones, grupos, partidos y cofradías por tenerlos a su lado. La falta de apoyo puede hacer fracasar las promesas, pero el exceso de apoyo puede freírlas en un santiamén.


LAS AGUAS FLUYEN... En un país roto lo que fue ayer no es hoy y lo que es hoy no es mañana. Es posible que el cuadro político no se conforme sólo con los elementos electorales, sino con la revuelta social dado el alto nivel de conflictividad existente; también es posible que los actores de hoy no sean los que dominen dentro de pocos meses; no debe descartarse que la desesperación de aquel lado lleve a concebir la Misión Imposible para acabar con la participación electoral de los demócratas a través de trucos conocidos y desconocidos, sin desechar la inestimable cooperación de Tibisay. La rueda está en movimiento y la pelotica no ha caído en la ranura. Todo es posible.

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RONNY PADRÓN: EL VIRUS DEL POPULISMO PARALIZA A LA MUD

Lo veníamos advirtiendo: nuestra dirigencia demócrata organizada en la MUD, lleva meses con la "brújula" perdida. A partir de la elección parlamentaria del pasado 26 de septiembre, la MUD ha pretendido simular con argumentos de prudencia discursiva lo que no era más que ineptitud y fútil mediocridad.

Salvo la histórica intervención de María Corina Machado con ocasión de la interpelación al ministro socialista de Planificación y Finanzas, celebrada el pasado 24 de febrero en el hemiciclo del Parlamento Nacional, la actividad parlamentaria de nuestros representantes transcurría con más pena que gloria. Ello es así, por la falta de compromiso con la causa que dicen defender, inopia característica a la generalidad de nuestra dirigencia nacional.

Aún llama la atención cómo ante un verdadero cataclismo nacional, como lo es el socialismo en gobierno, nuestra dirigencia demócrata en general, y estos parlamentarios en lo particular, continúan sin saber "interpretar" el descontento popular que "bulle" por todo el territorio patrio.

Pero una cosa era la inocuidad del discurso demócrata, otra muy distinta cuando, por su falta de "pegada" retórica, no se les ocurre nada mejor que "acompañar" al régimen socialista, en la búsqueda desesperada de un esquivo apoyo popular.

Tal despropósito aconteció el pasado martes 24 de mayo en la sede del Parlamento y en otras tantas tribunas políticas a nivel nacional. "Partidos políticos y dirigentes nacionales, del Gobierno y de la oposición, coincidieron en rechazar la medida de sanción impuesta por Estados Unidos a la estatal petrolera Pdvsa por la relación comercial que mantiene Venezuela con Irán". De tal manera encabezó un periódico de cobertura nacional, lo que fue una de sus principales informaciones del día.

Tal sanción tiene como supuesto de hecho, que Pdvsa envió al menos dos despachos de compuestos para gasolina, a Irán, entre diciembre de 2010 y marzo de 2011, valorados en aproximadamente 50 millones de dólares, a sabiendas de que esto iba en contra de resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como la 1.929 (2010), aprobada por dicho Consejo en su 6.335a sesión, celebrada el 9 de junio de 2010, en virtud de la preocupación por los riesgos de proliferación que plantea el programa nuclear de Irán. E incluso contra la normativa legal estadounidense (Ley Integral de Sanciones, Responsabilidad y Desinversión [Cisada] de julio de 2010, y el Acta de Sanciones contra Irán [ISA], que data de 1996).

A ciencia cierta, la tan publicitada sanción sólo establece que Pdvsa no podrá contratar directamente con el gobierno estadounidense, ni acceder a programas de financiamiento ni a tecnologías estadounidenses para su sector. Sanciones revisables en un lapso de dos años. Según el subsecretario de Estado norteamericano James Steinberg, tales sanciones no impiden la venta de petróleo de Pdvsa a EEUU o a otros mercados, y las sanciones tampoco afectan a filiales, información ésta reconocida por el mismo régimen de Hugo Chávez.

Entonces ¿a que se refería el diputado Julio Montoya cuando ese 24 de mayo, fungiendo como vocero de una postura conjunta de la bancada de la MUD afirmó: "Por los intereses de ambos pueblos, es necesario que no se decidan acciones como estas"? Supongo que no lo dijo pensando en "...la intromisión en asuntos de soberanía nacional" tal como proclamó la bancada del régimen.

A todo evento, la crisis que envuelve a la MUD, es de una gravedad tal que amerita profunda y comprometida reflexión de sus miembros con miras a un pronto cambio de rumbo y conducción, pues el actual sólo garantiza la más vergonzosa entre las tantas derrotas sufridas a manos del socialismo en gobierno.

Porque en tanto nuestra dirigencia demócrata nacional rehúse al compromiso total exigido por la restauración constitucional, en contra del régimen gobernante, en esa misma medida que nos enseñan patriotas como Alejandro Peña Esclusa, sólo armados con la convicción en los valores de la República democrática y su régimen de libertades políticas, sociales y económicas, en pleno contraste a la esclavitud socialista, mientras continúe la MUD atada al resabio populista de otrora, ese mismo que posibilitó el ascenso y ahora la permanencia del régimen, continuará el CNE de Hugo Chávez otorgándole a él la razón. ORA y LABORA.

caballeropercival@hotmail.com
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ZENAIR BRITO CABALLERO: LAS MALAS PRÁCTICAS DE LA POLITIQUERIA VENEZOLANA

Si en la vida pública de los venezolanos existen vicios atribuyéndoles poca responsabilidad en la confrontación interna y existencia del conflicto, uno de ellos es el karma de la politiquería, constituyéndose en las peores lacras de la vida nacional. Tiene gran implicación en los asuntos atinentes al gobierno revolucionario socialista-comunista. Es muy difícil que no deje de estar en boga por ser el directo responsable de la vigencia del conflicto y del mal manejo que se le ha dado, traduciéndose como la avidez desmesurada por conseguir un cargo público con una intención de usufructo más que de servicio, obligando el estancamiento del desarrollo del país y de la búsqueda de la tranquilidad.
El hecho de no dar resultados en el desempeño de funciones públicas ocasiona que los grandes problemas continúen año tras año, con el consiguiente estancamiento del desarrollo del país y la búsqueda por la tranquilidad. Por eso, quien llega a una alta posición del Estado como fruto de la politiquería arrastra consigo su equipo de personas, igualmente ineptas, con lo cual se forman "roscas" o grupos cerrados que hacen del ejercicio institucional un círculo de influencia personal o política dentro de las entidades.
Este fenómeno predominantemente burócrata configura el llamado "clientelismo", amiguismo, genuflexión, adulaciòn o servilismo incrementando el descontento popular hacia las administraciones gubernamentales y concreta la ineficiencia oficial, además de dejar abiertas unas troneras grandes a la corrupción porque muchos llegan a la administración pública con la única intención de llenar sus bancos y sus bolsillos.
Y trasladando las situaciones precedentes al marco de la delincuencia y la corrupción se concluye que el manejo que se le ha dado al orden público muestra muchos vacíos, magnificados por la burocracia. Por satisfacer contingentes politiqueras se han nombrado ministros de defensa, consejeros de paz y de seguridad o ministros de otras carteras no idóneos para esos cargos, que requieren un hondo conocimiento del cargo que ostentan y estar graduados en la Universidad con el título correspondiente a las funciones que desempeñan y de los medios y recursos con que cuenta la nación para enfrentarlos.
Sí. Las complicaciones que resultan de la politiquería, la genuflexión y el clientelismo se presentan en mayor grado en los cargos de elección popular como la Asamblea Nacional, las gobernaciones, las alcaldías, las asambleas legislativas de los Estados o regiones, concejos y ediles. También hacen parte de la politiquería los ofrecimientos, promesas, ofertas de campaña que por lo regular SABEMOS QUE no se cumplen. Los candidatos a la Presidencia, casi sin excepción, afirman que durante su mandato, el país, por medio del diálogo con los líderes de los partidos de la oposición, alcanzará la paz; esto es un engaño. El país no está ciego, ni sordo ni mudo, pero no quiere ver, ni escuchar ni hablar. De igual manera, los aspirantes a diputados, a gobernadores y alcaldes no ofrecen negociaciones con los ciudadanos que los eligen porque ese asunto es del exclusivo resorte del gobierno central, pero el resto de promesas tampoco las cumplen.
Una práctica que se puede ubicar dentro de la politiquería venezolana en forma del conflicto interno es la costumbre de los presidentes de pontificar sobre aspectos relacionados con el orden público que ellos deberían haber solucionado pero no lo hacen en su momento. Sus impertinentes conceptos vienen acompañados de críticas a las acciones del gobierno anterior, siempre todo es culpa de la IV REPÙBLICA; no dejan estimular la oposición irreflexiva y de darles argumentos a los violentos, generar descontento, crear falsas expectativas y ponerle talanquera a la gobernabilidad del presidente en ejercicio.
Debido a la actitud de la politiquería en Venezuela hay una enorme distancia entre las grandes necesidades del país -incluida la paz- y la acción procedente para atenderlas; acción que les corresponde a quienes alcanzan niveles de poder, pero como en la mayoría de los casos le dan prioridad al derecho personal, al final se extravía el beneficio asociado. britozenair@gmail.com
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ELINOR MONTES: POLÍTICA INTERNACIONAL INMORAL (CASO SANCIONES A PDVSA)

Si esto fuese una democracia, los responsables de esta política internacional inmoral serían juzgados porque han destruido moral y económicamente a los venezolanos.
Como siempre el régimen pretende manipular la verdad; intencionalmente se hace sancionar para enardecer un nacionalismo falso contra el enemigo externo creado para este fin, el imperio norteamericano.

El Consejo de Seguridad de la ONU 

La sanción contra PDVSA aplicada por el Gobierno Estadounidense es la consecuencia de la política internacional inmoral de la jefatura de asociarse con totalitarios y terroristas. Las acciones consecuentes de esta política violaron las Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y la ley Norteamericana Cisada que prohíbe, entre otros, el envío de gasolina a Irán, lo cual al principio fue negado por los voceros del régimen, quienes menospreciaron las advertencias del Gobierno Estadounidense. 

Al verse evidenciados por la sanción a PDVSA, dejaron de mentir y cual matones de barrio, dijeron que le venden y le seguirán vendiendo gasolina a Irán porque son soberanos, en otras palabras, violan y seguirán violando las Resoluciones de la ONU y de cualquier Estado que les prohíba suplir a terroristas porque Cubazuela es soberana, (lo cual me recordó al Che cuando dijo en la ONU: “hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando”) ¿De cuándo acá la soberanía es una patente de corso para que los Estados violen el orden internacional y promuevan el terrorismo? ¿De cuál soberanía hablan? En 1999 la perdimos, somos una miserable colonia Cubana, “el nuevo pensamiento militar” es el que impone Cuba que controla nuestro sistema de identificación, notarias, registros -nuestros bienes- y de salud pública –para verse en un hospital el paciente debe ser remitido por los cubanos de barrio adentro-. El TSJ copia el sistema de justicia cubano, tal como lo ha admitido su presidenta. Hoy la gente vota pero no elige, gracias a la perversión del sistema electoral. 

¿Le consultaron a la gente si quería que Cubazuela vendiera gasolina a Irán y que se nos sancionara por ello? No, la “democracia participativa y protagónica” ni dialoga ni consulta, es un sistema de control social –espionaje y sapeo- en el cual la gente está subordinada a la jefatura sin capacidad para influir en nada.

Los funcionarios públicos son empleados de la nación y responsables penal, civil y administrativamente por los perjuicios que nos están causando en el ejercicio de sus funciones y en su momento serán juzgados por su abuso de poder, por su política internacional que viola nuestra idiosincrasia, nuestros valores y nuestro repudio al terrorismo y al antisemitismo, la cual nos daña moral y patrimonialmente, al hacernos cómplices de regímenes como el de Irán ¡No al comunismo! ¡No a su política internacional inmoral! Los venezolanos no somos terroristas ni antisemitas.

elmon35@gmail.com
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TEXTO DE LA PARTICIPACIÓN DE CARLOS PADILLA EN EL FORO ““VENEZUELA: CIUDADANOS, DEMOCRACIA Y ESTADO”

Menos Estado y más libertad es lo que reclamamos.

La Fuerza de la esperanza se mueve. Hay que esforzarse por la restauración moral de la República.

CONTRATO SOCIAL PARA LA
PROSPERIDAD  DEMOCRÁTICA

Ser liberal significa estar dispuesto a entenderse con el que piensa de otro modo y no admitir jamás que el fin justifica los medios, sino que, por el contrario, son los medios los que justifican el fin. El liberalismo es una conducta y, por lo tanto, es mucho más que una política. Si eres de los que creen que ya es hora de que los demagogos y populistas le devuelvan el poder y/o la iniciativa a los ciudadanos. Si crees que tú estás más preparado para cambiar el mundo que muchos de los que nos dirigen. Si estás en contra de la manipulación -venga de donde venga-. Si estas de acuerdo con que el dinero pueda circular a sus anchas por todo el planeta, pero no lo puedan hacer las personas, los bienes y las ideas. Si estás por las listas abiertas. Si no estás por la subida de impuestos. Si se te enciende la cara al escuchar la palabra libertad. Si te resistes a mentir. Si te ocurre algo de lo anterior, es muy posible que lleves algo de liberalismo en tu ADN.

Estamos recorriendo a Venezuela. Dieciséis estados son testigos de nuestra presencia.  No es la primera vez que lo hacemos. Conocemos a este país insólito. La destrucción actual no tiene precedentes. 

El contrato social para la prosperidad democrática que la ciudadanía pide a gritos, es la conceptualización de un plan económico, político y social, que calificamos 'de Postguerra'. Yo me lo imagino como un reactualizado   'Plan Marshall, aquel plan de los Estados Unidos para la reconstrucción de los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial, que como aquél, el nuestro también debe destinarse a contener el avance del comunismo en nuestro país. 

Con un plan similar, adaptado  a nuestra realidad y alterno de manera transversal en un Contrato social para la prosperidad democrática  y con la apertura económica necesaria, de 2013 en adelante Venezuela debe experimentar el periodo de máximo crecimiento económico de su historia, con un plan que incentive la producción industrial no menos de un 35%, y la agrícola aún más, para sobrepasar los niveles de antes del desastre del presente 'socialismo del siglo 21', para que la pobreza y el hambre de estos nefastos 12 años de pos-democracia desaparezcan, como resultado de nuevas décadas de crecimiento sin precedentes, que se reflejen sin duda alguna, en un aumento espectacular del nivel de vida y de satisfacción de los venezolanos para que se viva en bienestar con libertad y la sociedad se construya a partir del éxito de un país de propietarios y  exitosos ciudadanos emprendedores.

Requerimos de un Plan que contribuya a la recuperación de los mercados naturales de nuestra economía y a la integración de Venezuela a todos los mercados, impulsando la participación de la actividad privada y de los ciudadanos, no solo en la reconstrucción de la planta física e industrial del país, sino en la reedificación de la institucionalidad de la res-pública, conditio sine qua non para crear los escenarios de crecimiento y progreso.

Una nueva democracia, no restauradora ni reeleccionista, debe surgir de esta sobredosis de socialismo. Lo lograremos mediante una autentica unidad de la alternativa democrática que votando consolide una pujante mayoría apasionada por la libertad.

Ante el casi inevitable adelanto de la fecha de las elecciones de 2012, sería de sabios rectificar y convocar las primarias para finales de 2011.

A la alternativa democrática no le queda otra alternativa que apurar lo de la tarjeta única y hacer campaña por ella y  así elevar las expectativas. Pues tanto el candidato de la anti historia, del populismo y la demagogia, como el candidato para la nueva democracia parten con un respaldo sólido del 40%. Y si la demagogia y la manipulación de la mentira le suma al gobierno, ¿cuánto no sumará la tarjeta única a la candidatura que lo derrotará? ¿O cuánto le restará la tarjeta única al candidato asesorado por cuanto dictador se eterniza subyugando a su pueblo.

De modo que aquellos partidos que se oponen a la tarjeta única deben inclinarse por ella pues el objetivo en 2012 es derrotar a quienes hoy nos desgobiernan y no construir partidos.

Si el comunismo castrista  gana no habrá partidos. En cambio, sacrificando la tarjeta partidista, al menos para la candidatura presidencial, el futuro pinta mejor para el partido, aunque ello parezca una paradoja. 


carlos.padilla.carpa@gmail.com

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