E n tiempos cuando el concepto de neoliberalismo ha desplazado deformándolo a ojos de muchos- aquel que le dio origen, no está demás revisar el justo sentido de este último: "El liberalismo es un sistema filosófico, económico y político, que promueve las libertades civiles; se opone a cualquier forma de despotismo, suscitando a los principios republicanos, siendo la corriente en la que se fundamentan la democracia representativa y la división de poderes.
"Aboga principalmente por: *El desarrollo de las libertades individuales y, a partir de ésta, el progreso de la sociedad. *El establecimiento de un Estado de Derecho, donde todas las personas sean iguales ante la ley, sin privilegios ni distinciones, en acatamiento con un mismo marco mínimo de leyes", Wikipedia.
* * * Hubo un tiempo reciente cuando a partir de revoluciones triunfantes la noción de lo colectivo se impuso sobre lo individual, el Estado interventor asumiendo toda representación social. Eso ha cambiado luego del Muro de Berlín y lo individual ha recuperado algo de su justa dignidad, sin duda en buena medida marcado por el triunfo del mercado sobre el socialismo real.
Hoy la izquierda universal se encuentra en una encrucijada relativa a la reivindicación o no del originario significado de liberalismo, tomando en cuenta que, después de todo, se trata de un vástago clave de la Ilustración, no superado por algún aporte posterior ajeno a esa victoria burguesa.
Un precepto importante del pensamiento liberal es la división de los poderes, cuya división en Venezuela el Estado ha ido desvirtuando, rechazándola de hecho y de palabra Luisa Estela Morales, cuyo candor la honra. Desde la esquina opuesta, Margarita López Maya criticó el pasado domingo en El Nacional el giro autoritario que ha venido asumiendo el Gobierno, refiriéndose por cierto a lo aquí comentado: "Está emergiendo un Estado no liberal con tendencias totalitarias, del tipo estalinista".
* * * Leamos la opinión de Bernard-Henri Lévy: "el liberalismo es patrimonio de la izquierda. (...) El verdadero liberalismo nunca defendió la ley de la jungla o el mercado desregulado. Por el contrario exige reglas, pactos, obligaciones que enmarcan la relación de las fuerzas económicas. El liberalismo no es el mercado, es el contrato". Y: "La izquierda está enferma de derechismo. En Francia tenemos cantidad de cretinos que dicen que la nación, la seguridad, la bandera y Juana de Arco -conceptos reivindicados por la derecha- pertenecen también a la izquierda. ¿Cómo es posible entonces que, tratándose de algo tan importante como el liberalismo, no hagan el mismo trabajo? Hacer ese trabajo corresponde a una izquierda crítica. Criticar quiere decir separar lo bueno de lo malo. Pero en la izquierda radical se declaran antiliberales. La verdad es que hay algo en la idea misma de libertad que les da miedo... Ese miedo fue el que produjo a Castro ayer y a Chávez hoy". (El Nacional, 11/08/09).
"Aboga principalmente por: *El desarrollo de las libertades individuales y, a partir de ésta, el progreso de la sociedad. *El establecimiento de un Estado de Derecho, donde todas las personas sean iguales ante la ley, sin privilegios ni distinciones, en acatamiento con un mismo marco mínimo de leyes", Wikipedia.
* * * Hubo un tiempo reciente cuando a partir de revoluciones triunfantes la noción de lo colectivo se impuso sobre lo individual, el Estado interventor asumiendo toda representación social. Eso ha cambiado luego del Muro de Berlín y lo individual ha recuperado algo de su justa dignidad, sin duda en buena medida marcado por el triunfo del mercado sobre el socialismo real.
Hoy la izquierda universal se encuentra en una encrucijada relativa a la reivindicación o no del originario significado de liberalismo, tomando en cuenta que, después de todo, se trata de un vástago clave de la Ilustración, no superado por algún aporte posterior ajeno a esa victoria burguesa.
Un precepto importante del pensamiento liberal es la división de los poderes, cuya división en Venezuela el Estado ha ido desvirtuando, rechazándola de hecho y de palabra Luisa Estela Morales, cuyo candor la honra. Desde la esquina opuesta, Margarita López Maya criticó el pasado domingo en El Nacional el giro autoritario que ha venido asumiendo el Gobierno, refiriéndose por cierto a lo aquí comentado: "Está emergiendo un Estado no liberal con tendencias totalitarias, del tipo estalinista".
* * * Leamos la opinión de Bernard-Henri Lévy: "el liberalismo es patrimonio de la izquierda. (...) El verdadero liberalismo nunca defendió la ley de la jungla o el mercado desregulado. Por el contrario exige reglas, pactos, obligaciones que enmarcan la relación de las fuerzas económicas. El liberalismo no es el mercado, es el contrato". Y: "La izquierda está enferma de derechismo. En Francia tenemos cantidad de cretinos que dicen que la nación, la seguridad, la bandera y Juana de Arco -conceptos reivindicados por la derecha- pertenecen también a la izquierda. ¿Cómo es posible entonces que, tratándose de algo tan importante como el liberalismo, no hagan el mismo trabajo? Hacer ese trabajo corresponde a una izquierda crítica. Criticar quiere decir separar lo bueno de lo malo. Pero en la izquierda radical se declaran antiliberales. La verdad es que hay algo en la idea misma de libertad que les da miedo... Ese miedo fue el que produjo a Castro ayer y a Chávez hoy". (El Nacional, 11/08/09).
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