I)
“13:1
Vivía en Babilonia un hombre llamado Joaquín.
13:2
Se había casado con una mujer llamada Susana, hija de Jilquías, que era muy
bella y temerosa de Dios;
13:3
sus padres eran justos y habían educado a su hija según la ley de Moisés.
13:4
Joaquín era muy rico, tenía un jardín contiguo a su casa, y los judíos solían
acudir donde él, porque era el más prestigioso de todos.
13:5
Aquel año habían sido nombrados jueces dos ancianos, escogidos entre el pueblo,
de aquellos de quienes dijo el Señor: "La iniquidad salió en Babilonia de
los ancianos y jueces que se hacían guías del pueblo."
13:6
Venían éstos a menudo a casa de Joaquín, y todos los que tenían algún litigio
se dirigían a ellos.
13:7
Cuando todo el mundo se había retirado ya, a mediodía, Susana entraba a pasear
por el jardín de su marido.
13:8
Los dos ancianos, que la veían entrar a pasear todos los días, empezaron a
desearla.
13:9
Perdieron la cabeza dejando de mirar hacia el cielo y olvidando sus justos
juicios.
13:10
Estaban, pues, los dos apasionados por ella, pero no se descubrían mutuamente
su tormento,
13:11
por vergüenza de confesarse el deseo que tenían de unirse a ella,
13:12
y trataban afanosamente de verla todos los días.
13:13
Un día, después de decirse el uno al otro: "Vamos a casa, que es hora de
comer", salieron y se fueron cada uno por su lado.
13:14
Pero ambos volvieron sobre sus pasos y se encontraron de nuevo en el mismo
sitio. Preguntándose entonces mutuamente el motivo, se confesaron su pasión y
acordaron buscar el momento en que pudieran sorprender a Susana a solas.
13:15
Mientras estaban esperando la ocasión favorable, un día entró Susana en el
jardín como los días precedentes, acompañada solamente de dos jóvenes
doncellas, y como hacía calor quiso bañarse en el jardín.
13:16
No había allí nadie, excepto los dos ancianos que, escondidos, estaban al
acecho.
13:17
Dijo ella a las doncellas: "Traedme aceite y perfume, y cerrad las puertas
del jardín, para que pueda bañarme."
13:18
Ellas obedecieron, cerraron las puertas del jardín y salieron por la puerta
lateral para traer lo que Susana había pedido; no sabían que los ancianos
estaban escondidos.
13:19
En cuanto salieron las doncellas, los dos ancianos se levantaron, fueron
corriendo donde ella,
13:20
y le dijeron: "Las puertas del jardín están cerradas y nadie nos ve.
Nosotros te deseamos; consiente, pues, y entrégate a nosotros.
13:21
Si no, daremos testimonio contra ti diciendo que estaba contigo un joven y que
por eso habías despachado a tus doncellas."
13:22
Susana gimió: "¡Ay, qué aprieto me estrecha por todas partes! Si hago
esto, es la muerte para mí; si no lo hago, no escaparé de vosotros.
13:23
Pero es mejor para mí caer en vuestras manos sin haberlo hecho que pecar
delante del Señor."
13:24
Y Susana se puso a gritar a grandes voces. Los dos ancianos gritaron también
contra ella,
13:25
y uno de ellos corrió a abrir las puertas del jardín.
13:26
Al oír estos gritos en el jardín, los domésticos se precipitaron por la puerta
lateral para ver qué ocurría,
13:27
y cuando los ancianos contaron su historia, los criados se sintieron muy
confundidos, porque jamás se había dicho una cosa semejante de Susana.
13:28
A la mañana siguiente, cuando el pueblo se reunió en casa de Joaquín, su
marido, llegaron allá los dos ancianos, llenos de pensamientos inicuos contra
Susana para hacerla morir.
13:29
Y dijeron en presencia del pueblo: "Mandad a buscar a Susana, hija de
Jilquías, la mujer de Joaquín." Mandaron a buscarla,
13:30
y ella compareció acompañada de sus padres, de sus hijos y de todos sus
parientes.
13:31
Susana era muy delicada y de hermoso aspecto.
13:32
Tenía puesto el velo, pero aquellos miserables ordenaron que se le quitase el
velo para saciarse de su belleza.
13:33
Todos los suyos lloraban, y también todos los que la veían.
13:34
Los dos ancianos, levantándose en medio del pueblo, pusieron sus manos sobre su
cabeza.
13:35
Ella, llorando, levantó los ojos al cielo, porque su corazón tenía puesta su
confianza en Dios.
13:36
Los ancianos dijeron: "Mientras nosotros nos paseábamos solos por el
jardín, entró ésta con dos doncellas. Cerró las puertas y luego despachó a las
doncellas.
13:37
Entonces se acercó a ella un joven que estaba escondido y se acostó con ella.
13:38
Nosotros, que estábamos en un rincón del jardín, al ver esta iniquidad, fuimos
corriendo donde ellos.
13:39
Los sorprendimos juntos, pero a él no pudimos atraparle porque era más fuerte
que nosotros, y abriendo la puerta se escapó.
13:40
Pero a ésta la agarramos y le preguntamos quién era aquel joven.
13:41
No quiso revelárnoslo. De todo esto nosotros somos testigos." La asamblea
les creyó como ancianos y jueces del pueblo que eran. Y la condenaron a muerte.
13:42
Entonces Susana gritó fuertemente: "Oh Dios eterno, que conoces los
secretos, que todo lo conoces antes que suceda,
13:43
tú sabes que éstos han levantado contra mí falso testimonio. Y ahora voy a
morir, sin haber hecho nada de lo que su maldad ha tramado contra mí."
13:45
y, cuando era llevada a la muerte, suscitó el santo espíritu de un jovencito
llamado Daniel,
13:46
que se puso a gritar: "¡Yo estoy limpio de la sangre de esta mujer!"
13:47
Todo el pueblo se volvió hacia él y dijo: "¿Qué significa eso que has
dicho?"
13:48
El, de pie en medio de ellos, respondió: "¿Tan necios sois, hijos de
Israel, para condenar sin investigación y sin evidencia a una hija de Israel?
13:49
¡Volved al tribunal, porque es falso el testimonio que éstos han levantado
contra ella!"
13:50
Todo el pueblo se apresuró a volver allá, y los ancianos dijeron a Daniel:
"Ven a sentarte en medio de nosotros y dinos lo que piensas, ya que Dios
te ha dado la dignidad de la ancianidad."
13:51
Daniel les dijo entonces: "Separadlos lejos el uno del otro, y yo les
interrogaré."
13:52
Una vez separados, Daniel llamó a uno de ellos y le dijo: "Envejecido en
la iniquidad, ahora han llegado al colmo los delitos de tu vida pasada,
13:53
dictador de sentencias injustas, que condenabas a los inocentes y absolvías a
los culpables, siendo así que el Señor dice: "No matarás al inocente y al
justo."
13:54
Conque, si la viste, dinos bajo qué árbol los viste juntos." Respondió él:
"Bajo una acacia."
13:55
"En verdad —dijo Daniel— contra tu propia cabeza has mentido, pues ya el
ángel de Dios ha recibido de él la sentencia y viene a partirte por el
medio."
13:56
Retirado éste, mandó traer al otro y le dijo: "¡Raza de Canaán, que no de
Judá; la hermosura te ha descarriado y el deseo ha pervertido tu corazón!
13:57
Así tratabais a las hijas de Israel, y ellas, por miedo, se entregaban a
vosotros. Pero una hija de Judá no ha podido soportar vuestra iniquidad.
13:58
Ahora pues, dime: ¿Bajo qué árbol los sorprendiste juntos?" El respondió:
"Bajo una encina."
13:59
En verdad, dijo Daniel, tú también has mentido contra tu propia cabeza: ya está
el ángel del Señor esperando, espada en mano, para partirte por el medio, a fin
de acabar con vosotros."
13:60
Entonces la asamblea entera clamó a grandes voces, bendiciendo a Dios que salva
a los que esperan en él.
13:61
Luego se levantaron contra los dos ancianos, a quienes, por su propia boca,
había convencido Daniel de falso testimonio
13:62
y, para cumplir la ley de Moisés, les aplicaron la misma pena que ellos habían
querido infligir a su prójimo: les dieron muerte, y aquel día se salvó una
sangre inocente.
13:63
Jilquías y su mujer dieron gracias a Dios por su hija Susana, así como Joaquín
su marido y todos sus parientes, por el hecho de que nada indigno se había
encontrado en ella.
13:64
Y desde aquel día en adelante Daniel fue grande a los ojos del pueblo”. Sagrada
Biblia. Libro de Daniel. Capitulo 13.
II)
Para
que haya verdadera democracia, además de elecciones libres, transparentes y
veraces, en las que el gobierno de turno actué sin ventajismos, abusos, trucos,
fraudes y violencia, hace falta que haya también respeto a los derechos
humanos, prensa libre y poder judicial independiente. Si no se dan estos
elementos, no habrá democracia, así se autodenomine “democracia”, tal como
sucedió en Alemania, que estaba dividida en dos partes: Alemania Occidental,
auto denominada “Alemania Federal” y “Alemania Oriental”, auto denominada “Alemania
Democrática”, que de democrática, no tenía nada y que además tenía la
denominada “STASI”.
La
STASI fue estrenada y dirigida por la temible KGB: la policía política
soviética. Este tipo de policías, son verdaderas policías secretas y
tenebrosas. La STASI podía ser definida como una suerte de GESTAPO, de lo que
fue la Alemania Oriental.
Los
Estados Unidos de América, es un país que con todos los defectos e
imperfecciones humanas, próximamente, en el venidero año 2016, va a cumplir 240
años de ininterrumpida democracia. El 4 de julio de 1776, se declaró la
independencia de dicho país, que dice lo siguiente:
“Sostenemos
como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que
son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos
están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”.
Hay
una frase que dijera nuestro Libertador Simón Bolívar, en el Congreso de
Angostura, que muchos se han encargado de ocultar. Al referirse a los Estados
Unidos, Bolívar dijo lo siguiente:
“La
libertad ha sido su cuna, se ha criado en la libertad y se alimenta de pura
libertad” (Congreso de Angostura, 15 de febrero de 1819).
Pues
bien, en Los Estados Unidos, llamados por algunos “el imperio del diablo”, se
dio el caso de un juez sumamente correcto y honesto, que no se dejó ni
influenciar, ni manejar por órdenes o influencias políticas. Se trata del juez
John Sirica, juez que tuvo que ver con el caso Watergate. Sirica era magistrado
del Tribunal Supremo de Los Estados Unidos. Este juez era también del Partido
Republicano, del mismo partido de Nixon.
No
soy de los que cree que Nixon fue todo lo malo que mucha gente dice. Nixon sacó
a los Estados Unidos de la guerra de Vietnam, Nixon reabrió las relaciones de
USA con China, etc.
Ahora
bien, Nixon tenía fama de pícaro y tramposo. Tanto era así que le decían
““Tricky Dicky” (“Ricardito el tramposo”), apodo que le puso Helen G. Douglas,
su contrincante, que fue junto con Nixon, candidata a senadora al Congreso
Nacional, representado a California. Fue en el año 1948. Nixon ganó pero Helen
Douglas lo acusó “tramposo”, etc. Otras veces, Nixon fue acusado de lo mismo y
en todos los casos, Nixon sabía salir ileso, hasta que se tropezó con el juez
Sirica, en el llamado “caso Watergate”.
Y
es precisamente este juez, copartidario de Nixon, el que conmina a Nixon a que
entregue las cintas de casete que presuntamente contenían las pruebas del
espionaje del caso Watergate. Nixon se niega y en consecuencia se produce una
debacle y una espantosa tempestad para Nixon, porque al Nixon negarse entregar
las cintas, el partido Republicano le quita el apoyo. Para el partido
Republicano, significaba enterrarse junto con Nixon ya que obviamente los
demócratas tenían contra las cuerdas a los republicanos por el caso Watergate.
Nixon se quedó políticamente solo.
Si
Nixon hubiera asistido al tribunal que lo hubiera citado, le iban a pedir que
declarara bajo juramento si había ordenado el espionaje o no. Si Nixon hubiera
seguido negando los hechos en el tribunal, Nixon estaba en peligro de ser
declarado culpable de perjurio: juramento en falso, porque podía haber
significado un encubrimiento de dicho espionaje por parte de Nixon, el negarse
a entregar las cintas probatorias que presuntamente tenía en su poder, relacionadas con el presunto
espionaje, presuntamente ordenado por Nixon en la convención del partido
demócrata en el hotel Watergate, lo cual podía haber producido su destitución y
posterior encarcelamiento.
En
esta situación, el mal menor para Nixon era renunciar, como en efecto lo hizo
en el mes de agosto de 1974. Lo sucedió el vicepresidente Gerald Ford, quien
posteriormente perdiera las elecciones de noviembre de 1976 con el candidato
Demócrata Jimmy Carter.
III)
El
relato de Susana del libro de Daniel, que transcribimos en el punto número I,
es uno de los libros del Antiguo Testamento, que forma parte de la Sagrada
Biblia, que es “Palabra de Dios”. No se trata de un cuento para dormir niños,
ni de una fábula, ni de una historieta. Se trata de un libro sagrado, que si
bien fue escrito por hombres, fue inspirado por el Espíritu Santo.
Susana
es una mujer que existió. No se trata de la “diosa” Isis o de cualquier otra
mujer u hombre, que forma parte de mitos, leyendas o mitologías.
En
el relato de Susana se terminó haciendo justicia. Dios la hizo a través del
profeta Daniel.
“Entonces
la asamblea entera clamó a grandes voces, bendiciendo a Dios que salva a los
que esperan en él”. Daniel, 13: 60
“Aquel
día se salvó una sangre inocente”. Daniel, 13: 62
Los
jueces injustos, lujuriosos e inicuos, terminaron mal:
“Les
aplicaron la misma pena que ellos habían querido infligir a su prójimo: les
dieron muerte”. Daniel, 13: 61.
IV)
También
terminó bien, el relato de Nixon que expusimos en el punto II. Para bien de la
justicia, el caso de Nixon-Watergate, fue un buen ejemplo de lo que debe ser la
justicia, no solo para los Estados Unidos de América, sino también para todos
los países del mundo. En efecto:
El
presidente más poderoso de la tierra, como para ese momento lo era Richard
Nixon, salió del poder, pacíficamente, sin derramamiento de sangre y con las
instituciones fortalecidas, por la fuerza de la libertad, la verdad y la
justicia. El caso Watergate no derrumbó la democracia en los Estados Unidos, al
contrario, la afianzó. El honesto y valiente juez Sirica, hizo historia y pasó
a la posteridad, como un ejemplo a imitar. En cambio, de los jueces deshonestos
que a lo largo de la historia, se dejaron llevar por presiones y órdenes
políticas, nadie se acuerda.
En
dos palabras:
Un
juez, que supo decir que no a las presiones y órdenes políticas, pudo más que
el presidente de la primera potencia mundial. Muy probablemente, de no haber
sido por la honestidad a toda prueba del juez Sirica, Nixon se hubiera salido
con la suya en el caso Watergate y la historia de los Estados Unidos de América
y por ende de toda la humanidad, hubiera sido otra.
Como
antes dijimos, a Nixon lo sucedió el vicepresidente Gerald Ford. Una de las
primeras medidas de Ford, fue el haber indultado a Nixon, con lo cual le dio
impunidad ya que le cerró el paso a la justicia. Nos sumamos a la opinión, de
los que opinan que Ford perdió las elecciones presidenciales de 1976 contra
Jimmy Carter, por haber indultado a Nixon.
Carter
había sido gobernador de Georgia, para 1976, era prácticamente un desconocido,
a tal punto, que había una expresión sobre Jimmy Carter que era “Jimmy Who?”
(“¿Quién es el tal Jimmy?”).
También
nos sumamos a la opinión que dicen que Carter ganó las elecciones de 1976, por
una reacción anti Nixon y anti Watergate de la mayoría de los norteamericanos.
Esto último puede tener su base en que en 1980, Carter pierde la reelección de
manera abrumadora contra Reagan. En 1980, ya se había diluido en el tiempo, el
efecto anti Watergate de 1980.
V)
El
caso de Susana y el caso de Nixon, tienen similitudes y diferencias, con el
caso de la injusta condena que acaba de recibir Leopoldo López. Diferencias
porque obviamente que son tiempos, circunstancias personajes y resultados totalmente distintos,
ya que por ejemplo, el caso “Nixon-Watergate” quedo impune en cuanto a la
comparecencia ante los jueces se le refiere por una presunta negociación
política secreta, entre Richard Nixon y Gerald Ford.
Las
similitudes, entre otras, son que Susana y Leopoldo López, tuvieron que
comparecer ante jueces inicuos, siendo el caso de Susana, que sus depravados
jueces eran un par de viejos aberrados, lujuriosos y enfermos sexuales, no
siendo lo mismo con el caso de la innombrable juez que por motivos no
lujuriosos pero sí por órdenes de tipo político, condenó a Leopoldo López con
conciencia plena y total, que Leopoldo López es inocente, caso que que clama el
cielo, como clamó el de Susana.
El
relato de Susana, es el clamor del inocente, que clama a Dios por ayuda, cuando
los jueces inicuos pretendían proferirle la injusticia de condenarla a muerte,
no por equivocación, sino por mala fe. Es decir, se trataba de unos jueces, que
sabiendo que la imputada era inocente, pretendían condenarla a muerte. En este
caso particular, se trataba de unos ancianos llenos de lujuria y malos deseos.
Muchas
veces se habla de la deshonestidad de los jueces y lo que se pregunta es cuánto
les habrán pagado. No siempre el pago es
en dinero. Lo que estaba en juego en el caso de Susana no era “pago en dinero”.
Era la satisfacción de bajos instintos y malas pasiones, como este par de
pervertidos y depravados jueces.
Si
extrapolamos el caso de Susana al campo político, vemos que en dictaduras,
muchas veces los jueces son usados para lavarle la cara a un régimen
dictatorial. Una vez, le escuché a un político decir que él felicitaba a los
jueces honestos que aún quedaban. El comentario de “honestos”, venía porque no
habían recibido dinero. El comentario anterior, es erróneo porque el concepto
de corrupción que dicho político tenía, era que bastaba no recibir dinero para
ser honesto, pero resulta que no basta con no recibir dinero para ser un juez o
un político honesto. Resulta que hay jueces que no reciben sobornos pero que
condenan a inocentes, sabiendo que son inocentes. Así no reciban dinero, estos jueces también
son deshonestos.
Estas
condenas vienen por órdenes políticas “de arriba”, en las que muchas veces, los
sobornadores se pueden dar el lujo de no pagarle dinero a los sobornados ya que
bastan y son suficientes las órdenes políticas “de arriba”, ya que si no acatan
dichas órdenes “de arriba”, los jueces pierden el cargo o son encarcelados,
sirviendo de paso, esto como escarmiento para otros jueces que se atrevan a
desobedecer las órdenes políticas “de arriba”.
En
consecuencia, la forma actual en Venezuela, de mantener el cargo de juez, es
obedeciendo órdenes “de arriba”, así no se reciba dinero, como también pasa en
otros países dictatoriales, aunque día de hoy, todas las dictaduras se cuidan
en cuidar las apariencias democráticas, así no vivan en democracia.
En
el caso de Susana, como antes vimos, Dios hizo justicia a través del profeta
Daniel. El caso Susana, es el típico
caso, donde directamente actúo la justicia divina.
Susana
era inocente. De Nixon, no hay seguridad, porque precisamente renunció antes de
ir a juicio, pero se puede presumir que sí era culpable por el caso Watergate.
Lo de Nixon-Watergate, era un caso de espionaje político, desde el más alto
nivel político de Washington, en que lo más importante fue que Nixon mintió. En
Estados Unidos se perdona todo menos la mentira. Si Nixon hubiera asumido su
responsabilidad, como dicen: “otro gallo hubiera cantado” pero al Nixon mentir
y más mentir, lo que hizo fue hundirse y más hundirse, hasta que en agosto de
1974, no le quedo otra cosa que renunciar.
En
el caso Nixon- Watergate actuó la justicia humana (o mejor dicho, no actuó).
Nos volvemos a sumar a la idea de los que dicen que en el caso de Nixon, hubo
una negociación política.
En efecto: Ford
fue un vicepresidente que no había sido electo en las elecciones de 1972,
cuando Nixon fue reelecto. Ford tuvo que ser nombrado a dedo por Nixon ya que
Spiro Agnew era el vicepresidente para el momento previo a la renuncia de Nixon
y es el caso que Spiro Agnew se había visto obligado a renunciar precisamente
por el caso Watergate. En consecuencia, como el Congreso de USA tenía que
ratificar el nombramiento del nuevo vicepresidente, Nixon necesitaba un hombre
de consenso, de buena fe y de recto proceder, y ese hombre era Gerald Ford.
Pero
es el caso que luego de la renuncia de Nixon y la subsiguiente sucesión de Ford
como presidente, como antes dijimos, Ford indulta a Nixon y en muchos
norteamericanos hubo la sensación, cierta o no, que el nombramiento de Ford,
fue una negociación política secreta entre Nixon y Ford: Nixon nombraría a Ford
como vicepresidente a cambio de que cuando Ford fuera posteriormente
presidente, indultaría a Nixon, como en efecto hizo.
No
sabemos, si Nixon pagó con su sufrimiento, lo que hizo. Quizás su sufrimiento
fue la forma de pagar algo que tenía que pagar. Muy probablemente solo Dios y
Nixon donde quiera que ahora su alma esté, saben si se hizo justicia humana en
el caso de Nixon. Decimos esto por o siguiente:
Luego
de salir de Washington, Nixon se fue a vivir a New York. Nixon dejó establecido
que luego de morir, lo enterraran en su pueblo “Yorba Linda”, en California y
que no quería volver a Washington ni siquiera después de muerto, y que por lo
tanto, renunciaba a los funerales de estado y que desde donde fuera que
muriera, lo llevaran directo al pueblo donde había nacido. Y así fue, Nixon muere en New York, de ahí lo
llevan a Yorba Linda; a donde se trasladó el presidente Clinton junto con los
ex presidentes Reagan, Carter y Ford; donde por cierto, hicieron una ceremonia
muy sencilla muy emotiva.
VI)
Con Susana se aplicó la justicia divina que Dios ejerció a través del profeta
Daniel. Con Nixon, hasta donde sabemos, no hubo justicia humana.
Ahora
bien, en esta materia, ¿qué sucede con Leopoldo López?
En
cuanto a la justicia humana:
Lo
primero que nos viene a la mente es el artículo 350 de nuestra Constitución
Nacional:
“El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición
republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá
cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores,
principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos”.
Obviamente
que la injusta sentencia contra Leopoldo López, contraría los valores,
principios y garantías democráticos, y menoscaba los derechos humanos. Además
la innombrable juez juez que la dictó, es una
autoridad del poder judicial pero autoridad al fin y al cabo. Por lo
tanto, dicha sentencia injusta debe ser desconocida.
Sin
embargo, en este momento y en esta circunstancia, el artículo 350, no es viable
ni aplicable, Este desconocimiento, para aplicar el artículo 350, será para
posteriormente, cuando se den las circunstancias, si es que en esta vida, se
dan.
Por
otra parte, Lilian Tintori leyó un mensaje de su marido, Leopoldo López, en la
que éste asegura que continuará en la lucha. Entre otras cosas, Leopoldo López
dijo lo siguiente:
“Debemos
quitar del poder a la élite corrupta que nos gobierna…”
También
se dirigió a sus hijos:
“A
mis hijos, van a escuchar que su papi es culpable. No es cierto. Hoy su papá es
más libre que nunca. Mi alma, mis ideas, mi amor por ustedes vuela muy alto en
el cielo de nuestra hermosa Venezuela. Estoy aquí y no me iré a ningún lado.
Les prometo que juntos viviremos en la mejor Venezuela…”.
También
Leopoldo López insistió en la vía electoral:
“El
6 de diciembre tenemos una excelente oportunidad para avanzar en esta
dirección. Ese día, con irreverencia, con revire democrático, salgamos con
todas nuestras fuerzas a votar y a defender, en todos y cada uno de los centros
electorales, la voluntad de cambio que de manera arrolladora la inmensa mayoría
de los venezolanos vamos a expresar en las urnas…”.
Sin
embargo, no todo se puede quedar en la vía electoral. La vía electoral es una
vía constitucional, democrática y pacífica pero existen otras vías, como por
ejemplo la protesta pacífica que también es una vía constitucional, democrática
y pacífica. No todos los huevos se deben poner en la misma cesta.
En
consecuencia, Leopoldo López convocó a una marcha el 19 de septiembre pero ésta
sería realizada “bajo estricta disciplina no violenta”.
VI)
Hay
una película muy exitosa, llamada “Los Juicios De Núremberg”. La película se
basa en hechos reales y trata que en 1948, en Núremberg, Alemania, fueron
juzgados 4 nazis, como responsables de los crímenes del holocausto, crímenes
atroces y de lesa humanidad.
La
película es del año 1961. Actúan personales de la talla de Spencer Tracy,
Richard Widmark y Maximilian Schell. La película tuvo 11 nominaciones al premio
“Oscar”: mejor guión adaptado y mejor actor que se lo ganó guión adaptado y
Mejor actor, que se lo ganó Maximilian Schell, quien posteriormente hiciera el
papel de Simón Bolívar, en la película “La Epopeya de Bolívar”.
Entre
muchas otras cosas, la película narra lo siguiente:
De
los 4 imputados, solo uno admitió sus hechos y asumió su responsabilidad, y
admitió sus crímenes atroces y de lesa humanidad, en relación al “Holocausto”.
Los tres restantes alegaron que ellos “desconocían” los horrendos crímenes de
Hitler, que “no sabían”, que habían “sido engañados”, que habían “sido
manipulados”, etc.
Es
decir, usando el venezolano modo coloquial de hablar, pusieron “carita de yo no
fui”, “yo no supe, yo no vi, yo no oí”. El culpable había sido el “malo” de
Hitler. Los tres nazis de declararon “palomitas inocentes”. También Se auto declararon “pobrecitos”, que
ellos (supuestamente) habían actuado de buena fe, simplemente era unos
“pobrecitos” que no habían llegado a tener real cocimiento de lo que realmente
estaba sucediendo en el “Tercer Reich”.
En
esto de la injusta condena de Leopoldo López, quien fue sentenciado a 13 años y
nueve meses de prisión, no hay “pobrecitos” y engañados, que (supuestamente)
fueron abusados y sorprendidos en su buena fe y que por lo tanto, fueron
“madrugados” y en consecuencia, “no sabían” que Leopoldo López, era inocente.
La
innombrable juez que injustamente condenó a Leopoldo López, no fue engañada, ni
por nada ni por nadie. Tampoco, los también innombrables, que le dieron la
orden a la innombrable juez, para que que condenara a un inocente, como lo es
Leopoldo López, sabiendo que es inocente.
Entre otras cosas, para eso sigue estando presa la también inocente juez
María de Lourdes Afiuni, para que ningún juez, se atreva a desobedecer una
orden “de arriba”, a la que por presiones internacionales, se vieron obligados
a darle “casa por cárcel·, lo cual sigue siendo cárcel.
En
este tiempo y en esta circunstancia, que se vive en Venezuela, no hay ingenuos.
Nadie se chupa el dedo. Todo el mundo está claro en todo lo que realmente pasa.
Todos sabemos, sea del lado político en cada uno de los venezolanos estemos,
que son inocentes, tanto la juez Afiuni, como Leopoldo López, como los demás
presos políticos que hoy existen en Venezuela.
También
todos estamos claros, que la aberrante e injusta sentencia contra Leopoldo
López, es por motivos políticos y ordenada desde arriba. Ojalá que en esta
vida, más tarde o más temprano, la historia haga su juicio inexorable y ponga
todo en su lugar. Ojalá que en esta vida, la historia, en su debido momento,
haga Justicia.
Sin
embargo, si bien justicia” no es cacería de brujas, tampoco puede ser
impunidad. La cacería de brujas no trae paz pero tampoco la trae la impunidad.
La impunidad es una forma disfrazada de injusticia. Una de las cosas que más
contribuyó la segunda guerra mundial, fue con la impunidad hacia Hitler con la
que Chamberlain pretendió negociar la paz con Hitler e incluso, antes de
comenzar la guerra, Stalin también pretendió negociar la paz con Hitler desde
la misma manera que lo pretendió hacer Chamberlain, dándole impunidad a Hitler,
mediante lo que se llamó “tratado de no agresión mutua”, que firmaron por
separado con Hitler, tanto Stalin como Chamberlain.
Lo
inesperado que pasó fue que Hitler invade a Rusia en el invierno de 1941 y por
lo tanto, se dio la alianza entre Churchill y Stalin, por aquello que dice que
“el enemigo de mi enemigo, es mi amigo”.
En
consecuencia, si en un futuro no muy lejano, se quiere lograr la reconciliación
en Venezuela, no debe haber cacería de brujas pero tampoco impunidad. La
cacería de brujas es una forma de venganza. La venganza no trae la paz. La
venganza es lo que está descrito en el libro “El Conde de Montecristo”, de
Alejandro Dumas pero tampoco debe haber impunidad que tampoco trae la paz.
Nuestro
verdadero Libertador, Simón Bolívar, dijo:
“A
la sombra de la impunidad se cometen todo tipo de crímenes”.
Por
lo tanto, sería ideal que a la innombrable juez, que sabiendo que la cometía y
a plena conciencia, cometió la flagrante injusticia contra Leopoldo López, por
la injusticia que cometió, comparezca ante la justicia, lo cual, como antes
dijimos, no implica venganza.
Si
lo anterior se llegara a realizar, es muy probable que los que le dieron a la
innombrable juez, la injusta orden de sentenciar a Leopoldo López, que cual
Poncio Pilatos, se lavaron las manos, los veamos decir que ella “actuó por su
cuenta·, que “en Venezuela existe autonomía de poderes”, etc; dando lo anterior
al cumplimiento del dicho que dice que “así paga el diablo el que bien lo
sirve”.
En
cuanto a la Justicia Divina:
Lo
que tocaba era lo siguiente:
En
los Hechos De Los Apóstoles, se nos dice que «Hay que obedecer a Dios antes que
a los hombres» (5: 29).
Prevalece
la ley de Dios, cuando hay contradicción, entre la ley de Dios que dice que un
juez no debe condenar inocentes (V Mandamiento de la Ley de Dios: “no matarás”)
y las injustas órdenes humanas en la que le puede ordenar a un juez que condene
inocentes (cuando un juez condena a un inocente sabiendo que es inocente, de
alguna manera lo está matando).
Lo
que tocaba a la innombrable juez, era confiar en Dios, tal como confió Susana.
Varios pasajes bíblicos, así nos lo indican:
“Fui
joven y ahora soy viejo, pero nunca vi a un justo abandonado.” Salmo 37: 25.
“In
te, Domine, speravi, non confundar in aeternum; in iustitia tua libera me”. En
ti, Yahveh, me cobijo, ¡oh, no sea confundido jamás! Recóbrame por tu justicia,
líbrame”. Salmo 31: 2.
También
está la frase de confianza en Jesucristo: Dios verdadero y hombre verdadero:
“No
temáis”, “en el mundo tendréis tribulaciones, pero confiad: yo he vencido al
mundo” (Mateo 28,10. Juan 16,33).
En
dichas frases sagradas, la innombrable jueza se ha podido haber apoyado, cuando
la presión “desde arriba”, hubiera arreciado por haberse negado a condenar al
inocente de Leopoldo López:
Lo
anterior era lo que ha debido de haber hecho la innombrable jueza: desobedecer
la injusta ley que le dieron “desde arriba”, de condenar a Leopoldo López y al
igual que Susana, ponerse en manos de Dios, que sabe hacer justicia, tal cual
la hizo en el caso de Susana, por medio del profeta Daniel, pero lejos de eso,
se puso en manos del diablo, produciéndole un inmenso sufrimiento a Leopoldo
López, su familia y a muchísima gente.
Ahora
bien, el perdón y la justicia no son excluyentes, son complementarios. Dios es
amor, cierto; pero también Dios es justicia. Dios es infinitamente
misericordioso pero también es infinitamente justo. Por lo tanto, el perdón de
Dios no es incompatible con la justicia de Dios. El término infinito no admite
límites, porque Dios sería imperfecto, si fuera solo infinitamente
misericordioso y no infinitamente justo, y Dios si fuera imperfecto, no sería
Dios, y así fuere, Dios no existiría; pero Dios existe, así no le convenga a
algunos, que se fabrican un “dios” particular alcahuete, permisivo e injusto,
que según ellos es solo amor pero no es justicia; pero por otra parte, si Dios
fuera solamente infinitamente justo y a la vez, no fuera infinitamente
misericordioso, también sería imperfecto y por lo tanto, también sucedería que
Dios no fuera Dios, porque sería un tirano pero eso es otro asunto teológico
que escapa del presente análisis. Pero no es así. Dios es Misericordia Infinita
y a la vez, Justicia Infinita. La misericordia no repele la justicia y
viceversa. Para Dios, no quedará crimen impune. Esto es algo en que parecieran
perder de vista los que cometen injusticias.
Hay
muchos textos bíblicos, en los que se habla de la justicia de Dios:
15
Cuando extiendan sus manos,
Esconderé
Mis ojos de ustedes.
Sí,
aunque multipliquen las oraciones,
No
escucharé.
Sus
manos están llenas de sangre.
16
Lávense, límpiense,
Quiten
la maldad de sus obras de delante de Mis ojos.
Cesen
de hacer el mal.
17
Aprendan a hacer el bien,
Busquen
la justicia,
Reprendan
al opresor,
Defiendan[c]
al huérfano,
Aboguen
por la viuda”. Isaías 1:15-17.
“Apártate
del mal y haz el bien, y tendrás una casa para siempre. Porque el Señor ama lo
que es justo y no abandona jamás a sus amigos. Los pecadores perecerán para
siempre y se acabará la raza de los malos. Los justos poseerán la tierra y
habitarán en ella para siempre. Salmo 37: 27-29.
“7
y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche,
y les hace esperar? 8 Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el
Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?». Lucas 18, 7: 8”
“Hazme
justicia, oh Dios, defiende mi causa
contra
gente sin piedad,
sálvame
del hombre traidor y malvado” (Salmo 42).
“Buscad,
pues, primero el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por
añadidura” (Mateo, 6: 33).
No
podemos olvidar lo que es el Juicio Final, que está dicho en el Credo:
“Creo
en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor,
que
fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació
de Santa María Virgen,
padeció
bajo el poder de Poncio Pilato,
fue
crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos,
al
tercer día resucitó de entre los muertos,
subió
a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso.
Desde
allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Lo
antes dicho se complementa con el texto del Evangelio de San Juan, que tiene
que ver con la Resurrección de Lázaro:
“Apenas
oyó Marta que Jesús llegaba, salió a su encuentro; pero María se quedó en casa.
Le dijo Marta a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi
hermano. Pero aún ahora estoy segura de que Dios te concederá cuanto le pidas”.
Jesús
dijo: “Tu hermano resucitará”. Marta respondió: “Ya sé que resucitará en la
resurrección del último día”: Jesús le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida.
El que cree en mí, no morirá para siempre.
¿Crees
tú esto? Ella le contestó: “Sí, Señor, creo firmemente que tú eres el Mesías,
el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”. Juan 11, 20-27
Muchas
veces, las cosas aquí en tierra, quedan impunes El día del Juicio Final, se
hará la justicia que no se hizo aquí en la tierra. Todo se aclarará. Todo se
pondrá en su justo lugar. Las cuentas pendientes se pagarán. Lo burlado y
estafado, también se pagará. Se sabrá, todo lo de todos. Por ejemplo, se va a
saber algo pareciera que va a quedar en esta vida, por siempre oscurecido y
ocultado, como por ejemplo, lo que verdaderamente pasó con el asesinato de John
Kennedy.
No
siempre se hace justicia en esta vida. En El Juicio Final, lo torcido será
enderezado. El mal será reparado.
A
veces, los jueces son sobornados y a veces se les ordena a condenar a inocentes
como en el caso de Leopoldo López. Si en esta vida no se hace justicia y se
repara el daño causado a Leopoldo López con su injusta condena, la debida
justicia se hará el día del juicio final (uno de los requisitos de la justicia
es que haya reparación).
Por
otra parte, lo de la justicia divina, lo entendió muy bien la Madre de Bassil
Da Costa quien dijo lo siguiente:
“Allá arriba hay un Dios que todo lo ve”
Bassil
Alejandro Da Costa, era estudiante de la Universidad Alejandro Humboldt y que
perdió la vida de un disparo en la cabeza el 12 de febrero de 2014 en la
esquina de Trocabordo de la capital venezolana, tras culminar una marcha
convocada por la oposición”. ACN/La Patilla.
VII) Napoleón tenía enemigos, uno de ellos era el
duque de Enghien. Éste vivía en un castillo cerca de la frontera pero del lado
de Alemania. Pues bien, un buen día Napoleón comete la tontería de ordenarle al
General Savary, jefe de Policía, que lo secuestrara y se lo trajera a París
para fusilarlo, como en efecto hizo. Fue
fusilado en París, en el foso del Chateau de Vincennes en presencia de su fiel
perro Mohilof, que permaneció horas al lado del cadáver de su dueño, historia
muy hermosa aún en medio de aquella tragedia (todas las historias de fidelidad
de los perros son hermosas).
Sin
embargo, hay quienes dicen que Napoleón había dado la orden de perdonarlo pero
que la orden fue distorsionada y que cuando se aclaró todo ya era tarde: el
duque de Enghien ya había sido fusilado.
Sea
como sea, el caso es que a raíz de este fusilamiento, Napoleón perdió el apoyo
de la nobleza y de paso se los echó como enemigos y en no poco contribuyeron al
final del imperio napoleónico.
El
canciller de Napoleón, Talleyrand, un hombre muy pragmático le dice una frase
que quedó para la historia:
“Eso
que usted hizo, más que un crimen, es una estupidez”
Obvio:
se echó encima a la nobleza que hasta ese entonces lo había acompañado, luego
vino la invasión de Rusia en el invierno hasta el final de Napoleón, en
Waterloo (el mismo error que
posteriormente cometiera Hitler), etc.
El
caso es que lo que la injusta y aberrante sentencia de la innombrable juez
contra Leopoldo López, más que un crimen, es una estupidez.
La
injusta y canallesca prisión de Leopoldo López, ha creado en este, algo más que un coloso político, que de
hecho, antes de la sentencia, ya lo era.
Mientras
más tiempo esté preso Leopoldo López,
más fuerza, más carisma y más popularidad, seguirá ganando Leopoldo
López.
Gandhi
estuvo vario tiempo preso y eso no le impidió haber libertado a la India del
Imperio Británico. Los ingleses se llegaron a dar cuenta que Gandhi les hacía
más daño dentro de la cárcel que fuera
de la cárcel. Igual pasó con Martin Luther King.
Mandela
pasó 27 años preso y no por eso dejó de ser el líder que fue y tampoco le
impidió el haber contribuido en gran medida, a la eliminación del apartheid en
Suráfrica.
No
importa que mil innombrables contralores, políticamente inhabiliten a Leopoldo
López. No importan que mil innombrables juezas lo sentencien a mil años de
cárcel. No importa que el más alto poder, tras bastidores, les den la orden
injusta a mil innombrables juezas, que lo tienen que sentenciar a mil injustas
sentencias.
Lo
que el régimen, parece no haberse dado cuenta, es que hasta ahora, han cometido
la mayor estupidez política, al haber creado un carismático, super monstruo
líder político, llamado Leopoldo López.
Luis Alberto Machado Sanz
luismachadosanz@gmail.com
@Caballitonoble
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