sábado, 31 de enero de 2015

PEDRO ELÍAS HERNÁNDEZ, REGRESAR AL BOLÍVAR ORO

Según lo establecía la Ley de Moneda de 1918, un bolívar era el equivalente a 0,29 gramos de oro. En tal sentido, el número de bolívares que estaba en circulación en el circuito monetario venezolano, tenía que ser igual a la cantidad de oro que estuviese depositada en los bancos venezolanos que poseían para entonces la facultad de emitir dinero. Luego, a partir de 1939, con la creación del Banco Central de Venezuela, la totalidad de los bolívares que había en el país, tenían que ser equivalentes al oro acumulado en las bóvedas del ente emisor. Por eso nuestra moneda llevaba el nombre de “bolívar-oro”. Esta Ley de Moneda fue elaborada por hombres como Román Cárdenas (Ministro de Hacienda del régimen gomecista), promulgada por el Congreso de la época y el general Juan Vicente Gómez en persona, ordenó su ejecútese. Este modelo que establecía la mencionada Ley de moneda establecía un tipo de cambio fijo del dólar respecto al bolívar anclado al valor internacional del oro.
El anclaje monetario
Este anclaje del bolívar con un metal noble, era lo que se denominaba el patrón oro de la moneda. Los bancos privados primero, y El BCV después, no podían emitir dinero que no tuviera su equivalente o respaldo correspondiente en oro, lo que evitaba que se emitieran billetes, o se acuñaran monedas, sin su correspondiente respaldo metálico.
Pero durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, este patrón oro se elimina mediante una reforma a la Ley del Banco Central de Venezuela, junto con su estatización, y la emisión de bolívares deja de realizarse en base a la cantidad de reservas de oro que existían en posesión del BCV, sino en base a la cantidad de necesidades para la emisión de dinero que financien el gasto en bolívares de los gobiernos de turno. En otras palabras, pasamos del dinero con respaldo en un valor intrínseco (como lo es un metal noble), a uno de puro papel. Voltaire decía que "el papel moneda siempre tiende a su valor intrínseco: cero".
A partir de la referida reforma, (la cual coincidió con la eliminación de la relación oro-dólar que promovió la administración de  Richard Nixon en el régimen monetario internacional sostenido en parte en base al patrón oro, según lo que establecían los acuerdos de Bretton Woods de 1944) cada bolívar que se emitía debía tener teóricamente su respaldo en moneda estadounidense en sustitución del oro. De esta forma, los bolívares en circulación dentro de nuestra economía tenían que ser el equivalente al número de dólares o divisas depositados en el BCV en atención al precio del tipo de cambio. Esto desde luego no se respetó y abrió la puerta para que los gobiernos no cumplieran en lo sucesivo con la relación reservas de divisas –emisión de bolívares, se relajara la disciplina monetaria y existiera mayor discrecionalidad por parte del BCV.  Distinto fue lo que ocurrió desde que se fundó el BCV en 1939 hasta 1974, donde existió disciplina monetaria y menos discrecionalidad, ya que con el sistema de la Ley de Moneda de 1918, las divisas petroleras que entraban al BCV se usaban para adquirir oro y emitir dinero lo que hacía que los bolívares tuvieran en la práctica el doble respaldo de oro, divisas petroleras.
Un bolívar igual a 12 dólares
Una Onza Troy, unidad de peso que se utiliza para cuantificar el valor del oro, equivale a un poco más de 31 gramos. Si una Onza Troy de oro se cotiza en la actualidad en alrededor de 1.300 dólares, tenemos que un gramo de este metal precioso tiene un valor de aproximadamente 41 dólares. De haberse mantenido la relación bolívar-oro que instauró con su Ley de Moneda de 1918 el general Juan Vicente Gómez, un bolívar de la época, es decir, 0,29 gramos de oro, al precio que actualmente tiene en el mercado este metal precioso, tendría una capacidad de compra hoy equivalente a aproximadamente 12 dólares o a más de 75 bolívares fuertes, calculados al tipo de cambio oficial de bs 6.30 por dólar. Haciendo el cálculo al valor del dólar llamado paralelo que se transa en la ciudad de Cúcuta, un bolívar gomero representa hoy más de 2.000 bolívares.
En otras palabras, el bolívar oro en el presente no compraría 0,30 dólares aproximadamente, como sucedía en los tiempos del Benemérito, sino 12 dólares. En vez de un tipo de cambio de 3,50 bolívares por dólar que era el existía en Venezuela en 1934, en la Venezuela de 2015 la fortaleza del bolívar lo hubiera llevado a comprar 12 dólares por unidad de nuestra moneda de haberse mantenido el esquema establecido en la Ley de 1918. Esto nos da una idea de cómo  se ha devaluado el dólar en todos estos años y de lo que perdimos los venezolanos cuando renunciamos en la década de los 70 del siglo pasado a nuestro poderoso bolívar oro.
En definitiva, un bolívar gomecista es 75 veces superior al que tenemos actualmente, al tipo de cambio oficial y más de 2000 mil veces al tipo de cambio del dólar paralelo.
El Fuerte de Plata
Por ejemplo, si usted revisa la fecha de la primera acuñación de una moneda de plata, cuya denominación era de 5 bolívares (el famoso “fuerte de plata”) podrá encontrar que corresponde al año de 1879. Yo particularmente poseo una que heredé de mi padre, que data del año 1876, era lo que se denominaba un “venezolano”. Los “venezolanos” acuñados previos a 1879 empezaron a tener el mismo valor de los fuertes de plata  5 bolívares
Esos “fuertes de plata”, cuya denominación era de 5 bolívares, circularon como monedas de curso legal hasta mayo de 1973, cuando fueron retirados de circulación para ser sustituidos por los primeros fuertes de níquel de 5 bolívares. Para ser más claros, aquellas monedas conservaron su poder de compra casi intacto durante un poco menos de 100 años. Estamos hablando prácticamente de un siglo completo de estabilidad y fortaleza monetaria, tiempo en el cual otras monedas como la alemana y el propio dólar, experimentaron severas devaluaciones. En rigor, el bolívar era una de las divisas más fuertes del mundo, y fue la única que no se devalúo en la primera mitad del siglo XX.
Esa estabilidad y solidez monetaria de la que gozó Venezuela, íntimamente relacionada con el patrón oro, se acabó en el momento en que los gobiernos de turno empezaron a manipular el precio al tipo de cambio (se acabó la disciplina monetaria), lo cual coincidió con el sobre ingreso fiscal petrolero que empezó a recibir el país a raíz de la crisis energética del año 1973 (los precios del barril de crudo pasaron de 2 dólares a 14 dólares). Pero el cambio crucial se produjo cuando el Estado se apoderó de la mayoría de las divisas que ingresaban a la nación por medio de Petróleos de Venezuela.
Antes de la mal llamada nacionalización, los gobiernos de turno recibían su ingreso petrolero en bolívares. Las empresas transnacionales, cambiaban sus dólares por moneda nacional, al cambio de la época,( 3,30 hasta 1960 y 4,30 hasta el momento de la estatización del petróleo en 1975) para cancelar sus obligaciones por concepto de impuestos y regalías por la explotación de los hidrocarburos.
Pero cuando los gobiernos de turno se apoderaron de los dólares petroleros, a través de PDVSA, se produjo una distorsión muy grave, ya que el ejecutivo nacional ajustaba el precio del dinero emitido por un país extranjero, es decir, la tasa de cambio, y al mismo tiempo controlaba la mayoría de las divisas que ingresaban al país. En otras palabras, se despachaba y se daba el vuelto. Lo que realmente ocurrió es que los gobiernos de turno, a través de PDVSA, se apoderaron del sector externo de nuestra economía.
A partir de ese momento los gobiernos, para financiar sus crecientes gastos de funcionamiento, abandonaron la disciplina fiscal y monetaria que se había mantenido por décadas y apelaron al expediente de la devaluación para obtener mayor número de bolívares por la misma cantidad de dólares, arrojando al circuito monetario del país un volumen de dinero superior a la cantidad de bienes y servicios que producía Venezuela. La consecuencia inmediata fue el crecimiento de medios de pago a un ritmo muy superior al de las cosas que se pueden que comprar con ellos. La consecuencia inevitable: inflación y depreciación de nuestra moneda.
Moneda y pobreza
Buena parte del masivo empobrecimiento que hemos vivido los venezolanos en los últimos años tiene un origen monetario. A partir de la estatización del petróleo en 1976, los gobiernos de turno se apoderan de la principal fuente de ingreso de la nación, lo que les dio un avasallante poder económico sobre toda la sociedad.
La irresponsabilidad del aumento del gasto presupuestario, financiado con endeudamiento público masivo y con extracción de renta petrolera, llegó un momento que estranguló las finanzas del Estado y éste no tuvo otro remedio que empezar a devaluar para financiar su déficit fiscal.
Al devaluar, los gobiernos obtienen más medios de pago para sufragar sus gastos, pero a costa de la destrucción del ahorro interno de los venezolanos, del poder adquisitivo de los salarios y de la estabilidad de la moneda. Por eso no es casual que a partir de la estatización petrolera del año 76, se haya producido una caída estrepitosa de índices como el ingreso per cápita, del consumo privado per cápita y de la inversión privada no petrolera.
En conclusión, al tener los gobiernos de turno en sus manos la mayoría de las divisas que ingresan al país y al mismo tiempo el poder de controlar el precio de la tasa de cambio, los incentivos devaluacionistas son demasiado poderosos. Se aumenta el gasto del Estado (casi siempre improductivo) y para financiarlo se recurre al endeudamiento y a la extracción de renta del recurso petrolero, a través de una política que se apoya en los precios del barril, más que en las inversiones y el crecimiento de la producción y del negocio petrolero . Pero cuando se agota la capacidad de endeudamiento público y la extracción de renta petrolera no alcanza por los movimientos cíclicos de los precios del crudo, o porque simplemente los costos del funcionamiento del gobierno y el gasto del Estado se salen de control, entonces siempre se puede recurrir a la devaluación para cubrir los huecos fiscales, obteniendo más bolívares devaluados por la misma cantidad de dólares. Esto explica que el bolívar se haya depreciado en un 150.000% en las últimas tres décadas.
Una ecuación monetaria letal
Todo esquema fiscal, en Venezuela o en cualquier otra, parte, tiene un componente de ingresos y otro componente de gastos. Pero en el caso de nuestro país, el Estado funciona en la economía doméstica haciendo uso de dos tipos de monedas, el dólar y el bolívar. Sólo que el dólar lo utiliza para los efectos de su ingreso y el bolívar para los efectos de su gasto. Como lo que importa son los ingresos y la capacidad de compra de esos ingresos (ya que de ellos depende la capacidad de gasto), a nuestros gobernantes nada más les importa el bolívar en lo que respecta a la variable del gasto, es decir, de sus obligaciones económicas internas. De allí que no les interese mucho el poder adquisitivo de nuestra moneda nacional, sino el poder adquisitivo de la divisa extranjera y la preservación del valor de esa divisa en el tiempo. En otras palabras, el bolívar como moneda no sirve para ahorrar o para invertir, cosa que es indispensable para que toda economía crezca, sino sólo para consumir.
Por otra parte, en un país en el cual cada vez las importaciones crecen más, se produce cada vez menos y es el Estado el que viene asumiendo la responsabilidad de ser un importador directo de bienes, aumenta sin duda la ventaja de tener ingresos en dólares y esta ventaja se convierte en un elemento crucial para la hegemonía económica del gobierno. Por eso, qué mejor cosa que tener que honrar compromisos en el sector interno con una moneda débil y que se deprecia constantemente, mientras que al mismo tiempo recibimos ingresos en una moneda dura que preserva su valor. Sin duda una ecuación monetaria perfecta para quien la disfruta, pero letal para quien la padece.
Como vemos, desde hace casi 30 años hasta el Sol de hoy, se ha utilizado la devaluación de la moneda para financiar el déficit fiscal, ya que se eliminó el patrón oro como ancla de nuestro sigo monetario y los gobiernos de turno decidieron emitir dinero a su antojo tasando discrecionalmente el precio del tipo de cambio.
Qué tiempos aquellos cuando los ingresos petroleros del gobierno se obtenían en bolívares-oro (la moneda creada por el general Gómez), los dólares estaban en manos de los privados y el Estado no estaba interesado en devaluar ya que tal cosa le quitaba capacidad de compra al sector público.
Pedro Elias Hernández
pedroeliashb58@yahoo.com
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GABRIEL S. BORAGINA, ¿ESTADO "DE BIENESTAR" O CAPITALISMO?

El capitalismo no tiene nada que ver con los gobiernos. Por ende, menos tiene que ver con gobiernos "de ricos o de burócratas". Los gobiernos siempre están conformados por burócratas. Y los burócratas se hacen ricos gracias al poder del gobierno. Perennemente ha sido así, salvo honrosas excepciones. Por ello, es del todo incorrecto hablar de "gobiernos capitalistas" lo cual es una aberración ya que, por su propia naturaleza, los gobiernos son anticapitalistas en la medida que ninguno de ellos puede jamás producir absolutamente nada, y el capitalismo es un sistema de producción por encima de cualquier otra consideración.
La mayoría de las personas son ideológicamente anti-capitalistas en tanto que sostienen que "lo ideal" son modelos "intervencionistas", "mixtos", "híbridos", etc., que combinen "lo mejor" del capitalismo y del socialismo. Más allá que no puede hallarse ninguna certeza empírica sobre qué cosa podría catalogarse como "lo mejor" del socialismo, yo no conozco ningún caso de "éxito" de economías "híbridas", ni pasados ni presentes, aun cuando la mayoría de los planes económicos mundiales son de este tipo. Es decir si, son exitosos para sus burócratas, los directores al frente del gobierno y su corte de pseudo-empresarios prebendarios, pero no lo son para nadie que no forme parte de dicho círculo. A partir de la "hibridez", el nivel de vida de esos pueblos cayó en comparación al que tenían a comienzos del siglo XX. En lo que el capitalismo se respeta, pueden mostrar algunas variables positivas. Pero el balance neto es regresivo. Altas tasas fiscales son negativas respecto del nivel de vida de esos pueblos.
Se mencionan -como "modelos"- los casos de los países nórdicos, o de Europa occidental y los denominados "tigres asiáticos" como "ejemplos" de casos "exitosos" de intervencionismo económico o "mixto". Si por "éxito" lo que se quiere decir -en este contexto- es "riqueza", los datos de la historia económica nos revelan que aquellos eran mucho más ricos antes de la primera guerra mundial de lo que lo son hoy. La diferencia radica en que desde el fin de la primera guerra ha avanzado mucho el socialismo. En términos relativos, son menos ricos, aun cuando estén por encima de los países hispanoparlantes. En Latinoamérica existe más socialismo que en Europa y que en U.S.A. Por eso, es comparativamente más pobre, a pesar de sus criollos esquemas "híbridos" que los hunden más en la indigencia. En Argentina, la tasa de fiscalidad gira en torno al 45 % y cada vez hay más necesitados.
En esta línea, el "éxito" de los países europeos occidentales, los nórdicos, y asiáticos, radica en que son mas capitalistas que "híbridos", y no a la inversa. No hay un solo caso de "hibridez" exitoso. Después de la segunda guerra mundial Europa recibió un fuerte impulso económico en virtud del denominado Plan Marshall de postguerra, lo que permitió -en gran medida- la recuperación alemana y de las demás naciones devastadas por la contienda. Los fondos del "plan Marshall" fueron provistos por los contribuyentes de un país con una economía mayormente capitalista (los EEUU). Y si bien fueron otorgados a Europa por el gobierno americano, no quita su origen capitalista (capitales privados).
Lamentablemente, la inyección de capitales recibidos en Europa en virtud de dicho plan no fue adecuadamente aprovechada por los países recipiendarios, en la medida que se reemplazó el fascismo y nazismo por el "estado benefactor" o "de bienestar", no se abandonó el comunismo, ni se implantó una economía capitalista en ninguno de los países que habían estado involucrados en la conflagración. Con todo, se logró un restablecimiento importante que superó el de otras partes del mundo (exceptuando a los EEUU). Pero sería un gravísimo error creer o atribuir al intervencionismo o a la hibridez económica la reconstrucción. Por el contrario, esta se obtuvo merced a la adopción de cierto libre comercio (interno y externo) fuertes desregulaciones de precios y salarios, bajas tasas fiscales, reducción del gasto público, etc. Es decir todas medidas capitalistas.
El gobierno destruye riqueza. Jamás la crea, ni menos aun la "nivela". En el mejor de los casos, le quita a "Juan" para darle a "Pedro". Con lo cual, "Juan" pasa a ser pobre y "Pedro" rico. Es decir, es "un juego de suma cero". La redistribución (esencia del "paradigma mixto" en el que el capitalista produce lo que el gobierno reparte) no crea riqueza. A lo máximo la estanca, pero no la aumenta. Pretender lo contrario es un oxímoron. Argentina es otro ejemplo de país con una alta tasa de redistribucionismo, y a la vez una tasa creciente de pobreza. El resto de Latinoamérica no está en condiciones demasiado diferentes.
Relativo a las populares políticas redistributivas, lamentablemente, la historia no confirma la "tesis" en cuanto a que "quitarle al rico mejora al pobre". Tanto la teoría como la práctica nos dicen lo contrario. Hay suficiente evidencia empírica al respecto.
El capitalismo nada tiene que ver ni con la "autocracia" ni la "corporatocracia", porque son antiéticos estos esquemas con el capitalismo. Como explicó L. v. Mises: el capitalismo es el orden de cooperación social por excelencia, no superado por ninguno otro. El capitalismo no es un sistema político, sino económico.
Por desgracia, quedan pocos países capitalistas hoy en día. Y cada vez menos. Y no subsisten porque tengan "políticas públicas" socialistas, sino a pesar de ellas. Argentina es otro ejemplo de país con "políticas públicas" por toneladas. Y ¡cada vez es más pobre! EEUU declina en la medida que aumenta la cantidad de "políticas públicas". Y así sucede en el resto del planeta. Es una relación proporcionalmente inversa.
Nada hay "gratis" en la vida. Ni educación, ni seguro médico, ni seguro de desempleo, ni vivienda, ni préstamos. Todo tiene un costo. Nada es gratis. Seria hermoso que hubiera algo "gratis". Pero no existe. Todo eso se financia vía impuestos que pagan todos, ricos y menesterosos. Ninguno se salva de pagar impuestos. Hasta el mendigo de la calle los paga vía menor nivel de vida. Nadie se escapa de sufragar directa o indirectamente. Lo que no paga "Juan" es porque lo costeó "Pedro". Y lo que "Pedro" no solventó es porque "Juan" lo pagó. Ni Juan ni Pedro lo recibieron "gratis". Esto es una ley de la naturaleza, más que de la economía.
Gabriel Boragina
gabriel.boragina@gmail.com
@GBoragina

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CIPRIANO HEREDIA S., ¿NOSOTROS A RAMO VERDE O UDS. A LA HAYA?

Ya para finales del año pasado, el piso del tablero internacional empezaba a moverse con fuerza para el debilitado gobierno de Nicolás Maduro. Su mayor aliado político y principal receptor de nuestra beneficencia petrolera, Cuba, dejó atrás más de 50 años de pugna con los Estados Unidos y llegó a un acuerdo pragmático que comienza con el levantamiento del bloqueo en lo económico, pero que marca también el inicio formal de la transición política hacia la democracia. Frente a esto, un sorprendido Maduro no pudo sino celebrar la “victoria” de Cuba y reconocer la “valentía” de Obama. Pero todos sabemos de que se trata esto: es el fin de un modelo político-económico que se extingue con la ancianidad de los Castro y con la merma del subsidio venezolano. ¡En Cuba el show no continuará!
Luego de ello, Maduro salió en una gira mendicante por China y los países OPEP del Medio Oriente que incluyó su capítulo de vacación familiar navideña. En China no obtuvo un préstamo sino algunas promesas de nuevas inversiones controladas por ellos mismos, pues no confían en la honestidad del gobierno venezolano, y en el medio oriente no encontró receptividad –salvo en Irán- a su planteamiento de reducir oferta para hacer aumentar los precios del petróleo. Es decir, se vino con las tablas en la cabeza.
Con estos dos duros reveses geopolíticos a cuestas, el averiado barco de la revolución con Maduro en el timón empieza ahora a recibir otros torpedos desde diversos sitios de altamar, que complican aún más su situación (todo ello sin referirnos al motín de una parte de la tripulación y la creciente tensión que se vive entre los pasajeros dentro del barco). En este sentido, por un lado, los ex presidentes demócratas del continente parecen estar decididos a alzar su voz y salir en defensa de las libertades mínimas que deben existir en cualquier país; y por el otro, estallan diversos escándalos de corrupción y narcotráfico que involucran a cabezas muy poderosas y visibles del régimen.
En cuanto a lo primero, quien esto escribe tuvo la oportunidad de asistir al reciente foro celebrado en Caracas con tres ex presidentes latinoamericanos, organizado por María Corina Machado, David Smolansky y Antonio Ledezma. En él, los antiguos mandatarios dejaron mensajes muy claros, que van desde el optimismo que debemos mantener en esta etapa de la lucha, hasta poner las cosas en su sitio respecto a quien es quien con relación al narcotráfico. A grosso modo, resumiría la posición de los tres con estas frases de sus discursos: 1) Pastrana llamó “paisano” a Maduro y le recordó que él fue un secuestrado de Pablo Escobar Gaviria, por lo que vincularlo al narcotráfico es simplemente ridículo, y además destacó que Maduro es un aliado de Ernesto Samper, de quien dijo haber sido el vehículo usado por el narcotráfico para comprar la presidencia de Colombia en su momento; 2) Calderón expresó textualmente: “vine a solidarizarme no sólo con la oposición, sino con todo el pueblo de Venezuela que pasa hambre, hace largas colas para adquirir bienes, encuentra todo cada vez más caro, padece la delincuencia y sufre”; y Piñera sostuvo con mucha fuerza que “la defensa de la democracia no tiene fronteras… A la idea de hacer posible una Venezuela enteramente libre, le ha llegado su hora”. Vale la pena destacar que todos los ex presidentes coincidieron en señalar que “la no violencia activa” es el camino que debe seguir la lucha para recuperar la libertad en Venezuela.
Y en cuanto al segundo elemento, el mismo lunes 26 de enero explotaron dos bombazos noticiosos internacionales: por un lado, el ex embajador panameño Willy Cochez señaló que Aristóbulo Isturiz tiene una cuenta en Suiza que asciende a casi 10 millones de dólares; y por el otro, mucho más grave y delicado, el ex subsecretario de Estado de USA, Roger Noriega, asegura que a ese país habría llegado un oficial venezolano que formó parte de la seguridad del mismísimo Chávez, y quien tendría pruebas de que Diosdado Cabello sería el Jefe del llamado “cartel de los soles”, pieza fundamental del narcotráfico internacional. Este oficial, según la prensa, sería un testigo protegido por la DEA en una causa que sigue la Fiscalía Federal norteamericana.
Hay que recordar que hace poco USA revocó visas a varios altos jerarcas de la revolución por violación a Derechos Humanos y vínculos con el narcotráfico, así como que también el año pasado el General Carvajal fue retenido en Aruba por las mismas razones, aunque luego la petrochequera venezolana lo salvara de la extradición. Paralelamente, no hay que olvidar que en la Haya y la ONU hay varios procesos y hasta decisiones sobre Venezuela relativos a los DDHH, uno de ellos sobre la ilegítima prisión de Leopoldo López.
En conclusión, si yo fuera el Vicepresidente Jorge Arreaza no estaría de fanfarrón ofreciendo celdas a los demócratas que nos atrevemos a protestar, sino que estaría muy preocupado por las celdas que le esperan a muchos jefes rojos rojitos, bien sea en USA por narcotráfico, o en la Haya por violadores de DDHH. Tal vez al propio Jorgito le espere una. ¿Quién sabe?

Cipriano Heredia S.
cipriano.heredia@gmail.com
@CiprianoHeredia    


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DANIEL CHALBAUD LANGE PODER PARROQUIAL PARA EL DESARROLLO Y BIENESTAR CIUDADANO

PODER PARROQUIAL PARA EL DESARROLLO Y BIENESTAR
Después de la familia, la Junta de Condominio y la Junta Comunal, la Parroquia constituye la institución que más acerca al ciudadano para oír su voz sobre múltiples y diarios problemas que lo afectan en su convivir parroquial. El centralismo, al que hemos sido sometido durante muchos años, le convierte las vías de reclamos en hilos de telaraña, especialmente sobre gestiones y servicios públicos.
El ciudadano parroquial no es que tenga una venda en los ojos que le impida ver, oír, oler, palpar y sentir los problemas que, simultáneamente a los suyos, estén padeciendo miles de millones de personas en el mundo incluyendo, por supuesto, a los problemas nacionales, estadales y municipales en toda Venezuela. Su diaria preocupación es que cada día, por culpa del centralismo, municipal, estadal o nacional, ve más lejos, en tiempo y lugar, la solución o la inmediata búsqueda de ella, que bien podría estar en manos de una Gerencia Municipal. La “estimulación de la participación ciudadana” para luchar por su comunidad, como lo sugiere Gamal Sol, debe empezar a nivel parroquial.
La ubicación para las quejas y reclamos a servicios públicos y a problemas vecinales debería estar a nivel parroquial como serían, entre otros: el bote y  la recolección de basuras; las roturas en ductos de agua en medidores en las aceras o en calles; el servicio de mantenimiento y ornato de plazas, jardines y aceras; pago de servicios de electricidad, aseo, impuestos municipales y estadales; choques de vehículos que impidan el tránsito automotor; la contaminación sónica producto de estridente música en vehículos, autobuses, clubes y familias; carencia de iluminación en calles o avenidas; rutas de los transportes públicos de pasajeros; compra de estampillas y papel sellado; obtención de documentos relacionados con nacimientos, matrimonios, fallecimientos, traslado de bienes personales, permisos de tránsito para menores de edad, constancia de domicilio, fe de vida; denuncias sobre abusos contra el ambiente tal como el corte de árboles, bote a la calle de productos tóxicos; la figura del Juez de Paz y algo muy importante, contar con una racional distribución de Policía Parroquial que logre el sano y muy necesario convivir entre funcionarios policiales, que de ser posible que habiten en la parroquia, y los parroquianos.
Por supuesto, hay otros más otros que, en un análisis más profundo justifique el volver a la antigua figura del Prefecto, ó como modernamente se llamaría: GERENTE PARROQUIAL.
Considero que esta descentralización de funciones hoy aisladas y repartidas entre Municipios y Gobernaciones tendría un gran efecto positivo hacia la población parroquial la cual, muy pronto, se verá reflejado en desarrollo, bienestar colectivo y reducción de costos y, por sobretodo, en la importancia que tendría el reconocimiento de que, con todas sus imperfecciones, EN UN SISTEMA DEMOCRÁTICO SE VIVE MEJOR.
Ocupémonos.
Daniel Chalbaud Lange
vonlange1939@gmail.com
@danielchalbaudl

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KIKO SIERRA, VECINOS DE BARUTA SE PRONUNCIAN POR LE 23E Y PRESENTAN EL DECÁLOGO DEL CANDIDATO A DIPUTADO 2015

Vecinos de Baruta se pronuncian por el 23E, Decálogo del Candidato a Diputado 2015, @kiko2004



Declaración de la Red de Consejos Comunales y Asociaciones Vecinales de Baruta en ocasión del 23 de Enero de 2015.

Considerando:
1.    Que el 23 de Enero es una fecha de especial conmemoración para la democracia venezolana.
2.    Que el 2 de diciembre de 2007, en el Referendo para la Reforma de la Constitución, dijimos NO al Estado Comunal, en consecuencia al Socialismo del Siglo XXI, y luego desde el 2010 la Asamblea Nacional a espalda de nosotros los representados, sancionó un conjunto de Leyes que son contrarias a la Constitución Nacional.
3.    Que la violación a la Constitución, en referencia al Estado Comunal se refuerza con la sanción, también inconsulta e inconstitucional, del Plan de la Patria 2013-2019 por parte de la mayoría de la Asamblea Nacional.
4.    Que la Asamblea Nacional demuestra de nuevo su desconocimiento de la soberanía popular, pues la mayoría de sus diputados, a espaldas de la voluntad de sus electores naturales, decidieron burlar el espíritu constitucional y designaron, valiéndose de subterfugios jurídicos, nuevas autoridades de los Poderes Públicos Nacionales, a las que consideramos todas ilegítimas.
5.    Que esta Asamblea Nacional abusando de su cuestionable mayoría y desconociendo la representación que detentan, se convirtió en juez y decidió separar de su cargo a una Diputada electa con la mayoría de los votos legítimos que la población de Baruta le otorgó, privándonos de nuestro derecho a ser representados, más cuando el diputado suplente traicionó la motivación de los electores.
6.    Que la inocultable crisis económica cuyo irresponsable manejo por parte de Nicolás Maduro por su incapacidad, obliga a romper el círculo vicioso que va de los controles a la escasez, de la escasez al contrabando y del contrabando a nuevos controles, en medio de la más devastadora devaluación e inflación, impidiendo el acceso regular de alimentos, medicinas y otros insumos, colocando al ciudadano en una situación de incertidumbre y desesperanza jamás vivida por los venezolanos.
7.    Que la solución a la crisis política de manera constitucional y pacífica, siempre conducirá a un escenario electoral, que enmarcado en el espíritu del 23 de Enero, debe acompañarse de la necesaria organización, movilización, protesta pacífica y denuncia de los problemas que aquejan al pueblo venezolano.

En consecuencia:

Exhortamos a los Electores:
1.    A participar libremente en la recuperación del parlamento en su circuito electoral, como primera tarea en el camino de reencontrarnos con la democracia y recuperar el valor de la representación política.
2.    A acompañar a nuestros candidatos en el proceso electoral, pero también en su ejercicio parlamentario, a través de los mecanismos de participación y utilizando la tecnología para efectos de comunicación e información.
3.    A promover y defender nuestro libre ejercicio al voto, directo, secreto y universal, e implementar las medidas necesarias para garantizar la más amplia participación y la voluntad expresada en las urnas electorales.
4.    A defender al Parlamento como espacio para el debate político, plural y como caja de resonancia de la diversidad social, económica y política que el país representa.

Y Exhortamos a los Partidos Políticos:
1.    A comprometerse con nosotros en la elección de candidatos que asuman su misión política de recuperar al parlamento y la credibilidad de su función frente a los ciudadanos, sin descartar incluir en tal ejercicio a ciudadanos independientes y líderes vecinales sin filiación partidista.
2.    A dejar de lado sus intereses particulares, demostrar su compromiso ético y moral con las exigencias que el país reclama en la necesaria tarea de reunificar a los venezolanos, recuperar el debate político y plural, desde la casa donde el debate construye consensos para legislar y ordenar pacíficamente a los ciudadanos.
3.    A conciliar sus visiones estratégicas y presentar de manera unitaria una alternativa democrática para dar solución a los problemas que aquejan al país.


Nosotros asumimos el compromiso de continuar nuestra lucha por los principios y valores que nutren nuestra democracia, con énfasis en la participación libre, masiva y unitaria para dar el primer paso en el restablecimiento del equilibrio y autonomía de los poderes públicos.

Con esta declaración consignamos ante los Partidos Políticos, el perfil del candidato(a) a Diputado que el país reclama en estos tiempos difíciles, producto del debate y la discusión en el seno de nuestra RED.

Firman en representación de los Consejos Comunales y Asociaciones Vecinales de Baruta que se mencionan, así como de los ciudadanos que han asumido el reto de participar directamente en los asuntos públicos locales.

En Caracas hoy 23 de enero de 2015, fecha que nos recuerda el nacimiento de un período histórico que garantizó movilidad social, pluralidad política y participación ciudadana.


Perfil del candidato o candidata a Diputado a la Asamblea Nacional, El Decálogo del Parlamentario.

1.       Un candidato(a) que asuma la defensa de la función parlamentaria, que legisle, controle y que logre consensos dentro de un ambiente plural y diverso.

2.        Un candidato(a) que asuma su rol de representante de sus electores, con independencia partidista, defendiendo la Constitución por encima de su ideología.

3.        Un candidato(a) dispuesto a estar en contacto permanente con el ciudadano, a través de la formación de REDES y el uso de las tecnologías de comunicación e información para la divulgación oportuna y necesaria de la realidad del parlamento, permitiendo la comunicación bidireccional y la realización de reuniones o asambleas ciudadanas periódicas.

4.        Un candidato(a) que esté dispuesto a asumir su rol parlamentario a tiempo completo, su compromiso impedirá que se postule a otros cargos de elección popular en el periodo para el que ha sido elegido.

5.        Un candidato(a) que esté al servicio del ciudadano, de las iniciativas en defensa de la democratización y la ampliación de derechos ciudadanos. Trabajará en colaboración con los movimientos sociales y organizaciones ciudadanas y tendrá una agenda pública y concreta.

6.        Un candidato(a) con sensibilidad social, con experiencia comprobable en liderazgo en su área de acción y con respaldo popular.

7.        Un candidato (a) que sea originario de la circunscripción electoral a la que se postule, o que al menos tenga 5 años residenciado en ella, con amplios conocimientos del territorio que representa.

8.        Un candidato(a) con experiencia comprobable en trabajo parlamentario, ó en trabajo social con sus comunidades ó con experticia en alguna área sensible (economía, salud y medicina, ingeniería, educación, sociología, agricultura, etc.)

9.        Un candidato(a) que asuma la responsabilidad de asistir a las Plenarias y a las Comisiones Permanentes a las que pertenezca de manera obligatoria, informando extensiva y continuamente sobre su actividad parlamentaria.

10.    Un candidato(a) que esté dispuesto a asumir de manera permanente su función Contralora con el apoyo de la sociedad civil organizada y con el liderazgo local, que conocen en detalle lo que acontece en sus comunidades.

Firmas en resguardo

Kiko Sierra y R.Daneel Olivaw
apertura.ven@gmail.com
@KIKO2004


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SIMON GARCIA, NUEVOS SIGNOS.

Es probable que la mayoría le haya aplicado al mensaje presentado a la Asamblea Nacional la recomendación que Walther  von der Vogelweide, hizo a sus vecinos de Wurzburgo: “Cuidad vuestras orejas/, no prestéis atención a malos discursos/ seria infamia el aceptarlos”. El poeta alemán formuló esta advertencia alrededor del año 1200.
            El mensaje fue malo porque estuvo muy por debajo de las expectativas que sirios y troyanos albergaron durante largos días. No satisfizo a quienes aguardaron con esperanza ni a quienes prejuzgaron que sería más de lo mismo.
            El interés en el discurso, incrementado por dos aplazamientos, un raund robin de rumores y el creciente descontento contra las políticas gubernamentales, se tornó en desconsuelo y decepción. El orador ni habló claro ni fue preciso. En vez de tomar los problemas por los cachos, inexplicablemente optó por torearlos. Dejó más interrogantes que certidumbres. 
            El grave problema es que se trataba de oír, no la opinión de un particular, sino la del presidente de la República. Y si un presidente normalmente tiene mucho que decir, en tiempos de crisis desatadas su orientación, sus propuestas, sus soluciones deben constituir motivaciones de futuro, palabras para la unión y estímulos colectivos para superar las dificultades.
            Un primer hecho relevante es que la insatisfacción con el discurso, más allá de los apoyos por compromiso, fue general. Las cámaras revelaron que no generó entusiasmo, ni siquiera en figuras emblemáticas que han debido reflejar más fervor. Las barras estuvieron lejos de llegar al climax de manifestar orgullo por el orador. Los aplausos del oficialismo lucieron aplausos del oficialismo.
            Cuando más se necesita reaccionar para sacar a la población de las colas, contener la inflación, blindar el sistema de control de cambios frente a las poderosas  corrupciones, ofrecer garantías para la reconstrucción del aparato productivo capitalista o sustituir las políticas sociales clientelares por unas que generen en la gente capacidades para vencer a la pobreza, sólo se ratificó el modelo que está dando al traste con el gobierno.
            El discurso, es decir, la política asumida por el Presidente se redujo a unir todas las arrugas para correrlas hacia un mismo riesgoso punto: no hacer nada para que algo cambie. Actitud que hay que lamentar, no sólo porque castigará a los sectores social y económicamente más vulnerables, sino porque amenaza con extinguir las oportunidades país de pertenecer al siglo XXI.  
            Otra novedad importante, que debe desarrollarse durante este 2015, es que el descontento no tiene una naturaleza partidista. Ya el país no está emocionalmente dividido en dos mitades, sino que se ha unificado en torno a un sentimiento de inconformidad y rechazo a los estragos que ocasionan las políticas erradas del gobierno.  La cifra del rechazo es contundente: 85 % de la población está revirando.
            La tercera novedad tiene que ver con el resquebrajamiento de la unanimidad en el PSUV y el increíble desmoronamiento de la base popular que sustentó las victorias electorales del oficialismo.
            Estos signos de cambio han conducido a un descubrimientos que es importante para sustituir el socialismo autoritario por un modelo que una solidaridad social, bienestar y libertad: se puede ser revolucionario sin seguir el modelo al que Maduro no quiere o no puede renunciar.
            Pero la novedad de las novedades es la aparición de una nueva mayoría, proveniente de diversas trayectorias anteriores, que va a conquistar mayor protagonismo. También la exigencia de cambios está moviendo el piso a las viejas certezas de la oposición y abriendo la posibilidad de que compartir prioridades y aproximar estrategias ayuden a tener un mismo lenguaje y a formas de lucha democráticamente eficaces.
Simon Garcia
simongar48@gmail.com
@garciasim

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GUSTAVO YEPES, GESTIÓN DEL TIEMPO: EL DILEMA DE ALICIA

En la obra Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll, puede leerse un diálogo entre Alicia y el Gato, cuando ella se encontraba ante una encrucijada de caminos: “¿te importaría decirme, por favor, qué  camino debo tomar desde aquí? --Eso depende en gran medida de adónde quieres ir, -dijo el Gato. --¡No me importa mucho adónde...! --dijo Alicia. --Entonces, da igual la dirección --dijo el Gato, ¡cualquiera que tomes está bien!"
Si no sabemos a dónde vamos, cualquier camino es igual. Si no sabemos qué queremos lograr, cualquier actividad que emprendamos da lo mismo. Este concepto es clave para los que quieren  mejorar la gestión de su tiempo, tanto personal como de trabajo.
Hace unos cuantos años dictamos un curso a un grupo de Gerentes de una empresa, muy exitosa en su ramo, y conversábamos acerca de este tema cuando el Vicepresidente Ejecutivo nos solicitó permiso para decir unas palabras. En seguida comentó que la empresa, por decisión de la Junta Directiva, estaba comprometida con el logro de una serie de objetivos estratégicos, y él se acababa de dar cuenta de que ellos, los Gerentes, no habían sido informados de cuáles eran esos objetivos. De inmediato, les explicó los 5 objetivos estratégicos. Para nosotros, como Facilitadores, fue un momento muy interesante, porque logramos uno de los propósitos del curso: alinear a todos los Gerentes en torno a objetivos comunes.
Hoy en día, nos seguimos encontrando con muchos participantes que nos indican que no conocen sus objetivos de trabajo. Otros los conocen pero no se encuentran realmente comprometidos con ellos. Es impresionante la mejora en la productividad que se puede lograr por el hecho de concentrarse en trabajar con la mirada puesta en objetivos. Cuando esto sucede, ante una encrucijada de caminos, sólo debemos preguntarnos, ¿cuál de estos caminos me conduce a lograr lo que me he propuesto? Entonces, la decisión será más fácil de tomar.
La idea de concentrarse en el objetivo no es válida sólo para un trabajador. Es válida para cualquier persona en cualquier aspecto de su vida, bien sea personal, familiar o profesional. El hecho de clarificar cuál es el objetivo en un momento de incertidumbre, nos ayudará a resolver el dilema y tomar el camino más apropiado, el que nos conduce a ser más productivos con menos esfuerzo.
Gustavo Yepes
gyepesp@gmail.com
@gyepesven

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GERMÁN GIL RICO, RESTABLECIDA LA PENA DE MUERTE

Hace un poco más de 151 años, el 16 de Agosto de 1863 el, general Juan Crisóstomo Falcón, Presidente de la República,  emitió el Decreto Sobre los Derechos Individuales que en el Artículo 1 reza a la letra: Se garantiza a los venezolanos: 1º. La vida: queda abolida la pena de muerte y derogadas las leyes que la impongan.
En Venezuela, desde fecha tan remota ningún funcionario gubernamental, de los incontables regímenes tiránicos  padecidos, tuvo la propensión criminal, acompañada de inocultable desfachatez, de proponer la restitución de la PENA DE MUERTE y mucho menos darle apariencia jurídica, mediante RESOLUCIÓN MINISTERIAL de alguno de los despachos. Por supuesto que, durante ese espacio-tiempo, se produjeron ejecuciones extrajudiciales, con o sin la aquiescencia de los altos cargos gubernamentales; pero una Resolución o Decreto de tan nauseabundo contenido… Ni en tiempos de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez o de Marcos Pérez Jiménez.
Por supuesto que no sorprende, salvo a desprevenidos, una acción colindante con la criminalidad proveniente de un régimen gubernamental inspirado en el castro-comunismo y el accionar de sus líderes, a su vez copia de la troica soviética: Lenin-Trotski-Stalin en los de la Revolución Soviética. Criminales por partida doble. Ambos comandos ejecutaron primero al sector productivo y, como consecuencia de semejante aberración, a sus pueblos víctimas de las hambrunas provocadas por la irracionalidad del fanatismo. 
De tal manera que, con la RESOLUCIÓN de marras, el régimen castro-chavista se termina de quitar la careta como en la “octavita de carnaval”. Ha dado el paso que le faltaba para dejar de ser una falsa democracia y absolutista, para plantar la bota del tirano. Y así lo registrará la historia aun cuando José Vicente Rangel le “enmendara la plana” y los hiciera recoger velas, porque la aclaratoria será la confirmación de la aviesa intención.
German Gil Rico
gergilrico@yahoo.com
@gergilrico

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OSCAR GARCÍA MENDOZA, LLLEGAMOS: PRIVATIZACIÓN

1. Restitución Propiedad Privada
2. Estado de Derecho
3. Privatización
4. Dolarización
5. Restitución
3. Privatización de todas las empresas del estado.
Una de las muchas peculiaridades de Venezuela es que somos un país en el que el gobierno no vive de los ciudadanos, sino al contrario. Normalmente los gobiernos para poder funcionar tienen que cobrarles impuestos a los ciudadanos. Los gobiernos son instituciones de servicio cuyas actividades no generan ingresos suficientes para permitirles funcionar.
Un estado ideal tiene entre sus actividades las relaciones exteriores, la seguridad interior y exterior, la justicia, etc., todas las cuales son necesarias pero no generan ingresos. Al contrario generan erogaciones cuantiosas que deben ser cubiertas con impuestos.
Esos impuestos, para poder ser cobrados, deben estar justificados y haber sido aprobados por organismos legislativos. Los impuestos disminuyen los ingresos de los ciudadanos que, por tanto, tienen menos dinero para generar riqueza. Esta perfectamente comprobado que mientras menos impuestos se cobran, más dinero le ingresa al estado, pues los ciudadanos generan más riquezas.
En Venezuela es lo contrario. Los ciudadanos vivimos del estado. La gran riqueza del país está en el subsuelo y la propiedad de este, desde los tiempos de Felipe II, es del estado. Hasta el descubrimiento del petróleo fuimos un país muy pobre. Llegado éste pasamos a ser una potencia mundial. Pero al ser la riqueza petrolera administrada por los gobiernos, en lugar de generar mayores beneficios que permitieran diversificar los ingresos, se concentró todo ese poder en manos de los gobiernos, quienes lo han despilfarrado y mal administrado de la manera más desastrosa, pero completamente comprensible.
Estos últimos quinquenios han sido la más evidente demostración. Con mayores ingresos petroleros se ha empobrecido y más que eso se ha destruido a la sociedad.
La vía lógica es que la propiedad del subsuelo, de las riquezas, tanto petrolera como de otros tipos de materias primas, sea de los ciudadanos. Y que también toda la infraestructura industrial que se ha creado pase a éstos.
Para ello es necesario privatizar de la manera más transparente y justa todas las empresas del estado, regresando su propiedad a manos de sus legítimos dueños que son los venezolanos.
Existen distintas fórmulas para hacer esto, entre ellas el otorgamiento de derechos o acciones, la venta en pública subasta, etc.
Lo más importante es que el estado no tenga más injerencia en la administración de esos bienes y que solo actúe como vigilante y cobre los impuestos (aprobados por los ciudadanos) que le correspondan.
Oscar Garcia Mendoza
ogarciamendoza@gmail.com
@ogarciamendoza

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GUSTAVO BRICEÑO, CON CARÁCTER OBLIGATORIO

En estos días, conversando con un amigo que labora en un órgano del Estado, me comentaba que los empleados y obreros de la administración pública les enviaron un oficio según el cual debían acudir al mitin de Maduro por motivo de la celebración del 23 de Enero con carácter obligatorio. 
Obligación que se materializa no solo yendo a la concentración, sino que del mismo modo eran sujetos a una lista en pleno mitin y debían decir “presente” de su asistencia, tal como cualquier escuela de párvulos o de bachillerato. 
Se acompaña el susodicho oficio con la obligatoriedad de ir vestido de rojo en pantalón y camisa. Esto es realmente lo más humillante que se puede oír en una dictadura por cuanto, además de violar absolutamente la Ley del Estatuto de la Función Pública, que lo expresa de manera formal como una prohibición de manifestación política por parte de los funcionarios al servicio del Estado, tiene de igual forma su respaldo constitucional, de manera, pues, que la vulneración del derecho del agente del Estado de no asistir obligado a una manifestación política es evidente.
Ahora bien, ¿qué nos queda a los demócratas y libres pensadores frente a tal ignominia? ¿Qué podemos hacer frente a tal vergonzoso atropello social hecho por un gobierno inescrupuloso e incapaz?: protestar fuertemente contra ello, pero debemos indicar que existe igualmente una condición que deberá manifestarse en la naturaleza del propio funcionario obligado, y es su denuncia formal y su rebeldía ordenada ante los órganos competentes. He aquí el problema principal, la valentía en responder con otra manifestación que de una u otra forma reaccione abiertamente e impida semejante humillación. Solo así se podrá curar esa herida fatal que permanece en la intimidad del empleado, en su expediente mental, que transita por los órganos administrativos del Estado.
La democracia no solo es el disfrute de la libertad con armonía y dedicación, y bajo parámetros formales; muy al contrario, la democracia es lucha por la libertad y sus consecuencias, por sus beneficios y sus obligaciones, en fin, sus calamidades y sus alegrías, es un combate a diario por el todo que se magnifica cuando ocurren hechos como los descritos, perseguidos por situaciones jamás vistas en nuestro país.
Además, y ya para concluir, la situación de humillación no solo no se justifica por lógica referencia legal y constitucional, sino que una dictadura como la que tenemos no tienen atribución alguna para celebrar la caída de una dictadura como fue la del general Pérez Jiménez, es decir, una dictadura celebra otra dictadura. Impávida situación saturada de coloridos y diagramas harto incomprensibles, para lo cual los ciudadanos y no los simples habitantes desconcertados estamos, cuando estas situaciones ocurren en nuestro mundo actual.
Como expongo a mitad de artículo, la democracia es lucha y combate, acarrea, pues, un Estado de conciencia latente que debe acompañar nuestras acciones y peripecias en el andar de la vida. Ello exige manifestación diaria de un compromiso con los que nos rodean y más con nosotros mismos, una situación como la descrita no puede ser consentida por un pueblo, más cuando las leyes de ese país consagran la libertad como un valor esencial.
Hay que fijarse realmente en esto, no vaya a ser que amanezcamos de pronto en una situación peor, y un buen día recibamos una orden presidencial que diga: Se acabó la libertad y tiene carácter obligatorio. Así lo creo.
Gustavo Briceño Vivas
gbricenovivas@gmail.com
@gbricenovivas

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