martes, 27 de enero de 2015

NELSON MAICA C., DE UNA FALSA A UNA VERDAERA UNIDAD

Comenzamos riesgosamente con una afirmación: parece ser que estamos en tiempo de unidad; pero sin definir esa unidad. Parece ser que el tiempo de los partidos políticos, por ahora, no es este.

Es hora de entender que para los venezolanos, en general, “la unidad es necesaria” y después, los partidos y otras organizaciones de presión acumuladora y distribuidora.

Ningún partido político se va a declarar antidemocrático o anti unitario, sectario, excluyente, exclusivo. Es la práctica democrática, la amplitud y hacer dejación de intereses mezquinos y personalistas, lo que se ha convertido en una demanda tan apremiante  de la sociedad democrática venezolana en su conjunto que actuar en contrario, se pagaría bien caro, sobre todo si la gente lo percibe como una burla o irrespeto al valor emocional de la unidad, máxime si además trae como consecuencia, la perdida de las elecciones.

¿Estamos seguros de cuál es la forma, la manera, en que los electores quieren, hoy, participar, quieren unidad? No. Pero para estos efectos declarativos, sin embargo, partimos del supuesto de que, dada la actual situación especial del país y los sentimientos recogidos de viva voz a lo largo y ancho del país, interpretamos que un amplio sector de los electores (según encuestas rondan el 45%) no aceptan ni al gobierno y a la MUD, quieren participar mediante denominaciones de “movimientos”, más cercanos al día a día, y que los partidos pueden ayudar a conformar, a constituir.

El ciudadano actual, a nuestro entender y comprender, quiere ser protagonista, empático, con ilusiones personales compartidas, con el suficiente ánimo como para rescatar lo que éramos y perdimos, acercarse a un futuro de paz y de mutuo respeto, para hacer realidad sus sueños más preciados y ambiciosos; y no quiere estancarse y mucho menos desgastarse en la diatriba de cuán importante pueda ser una elite partidista y darle prioridad, ganancias a esos partidos, electorales, prioridades, grupales, antes que al resurgimiento de la democracia plural, participativa, incluyente y su ejercicio pleno.

Los partidos, en estos momentos, como tales, y como los están percibiendo parte de los electores, desde los más grandes hasta los más pequeños, no son la única vía para la movilidad electoral y para obtener ganancias netas electorales, caragos por elecciones.

Sostenemos que es y sigue siendo la política, la palabra, el discurso, el mensaje, la trasmisión de la emoción, la pasión y la identidad con la psiquis emotiva personal del electoral, lo que puede hacer posible ganar elecciones.
Es un lugar común, se afirma a cada momento, y lo repetimos: los partidos políticos tienen un papel fundamental que deben ganar cada día para desempeñarse en el caso de una transición democrática, bien adelantada o bien dentro de la ruta señalada en la Constitución y Leyes en nuestro país.

Ojo. Hemos constado el hecho de que algunos movimientos  sociales, de manera pública y notoria se manifiestan o bien contra los partidos y/o en contra de sus decisiones y/o actuaciones, en contra de publicitados dirigentes políticos o no, incluyendo algunos, muy pocos por cierto, medios de comunicación convertidos en especie de actores políticos o como los denominan ahora operadores políticos.

Ante tal hecho y, por ahora, manifestamos lo siguiente: creemos que no hay porque sentir recelo, y mucho menos “armarse” de una prédica anti-partido, por el hecho de que los partidos desarrollen plenamente acciones ligadas a su razón de ser y existir.

También creemos que los partidos políticos de un país tienen la obligación de promover los valores democráticos, el respeto de los derechos humanos, la práctica de la convivencia en la pluralidad, y muy celosamente, el derecho al disenso y la tolerancia.

Sin duda, esta función es la más importante de los partidos y refuerza la necesidad que tienen las democracias de conservarlos y perfeccionarlos.
Sin partidos que organicen y estructuren, en alguna medida la competencia por el poder en todos los niveles del gobierno, la democracia será imposible. Tampoco sin el apoyo, trabajo, movilización e incorporación entusiasta y convergente de los partidos con la ciudadanía, la sociedad venezolana y su pueblo, el triunfo electoral para cualquier oposición, será posible.

Tal como dijimos al comenzar, parece ser que las condiciones políticas y sociales de la actual Venezuela, imponen la unidad, la concertación, la integración de todos los factores que puedan motivarse para el cambio democrático,  y objetivamente no son los partidos los únicos, e inclusive, los que estén en mejores condiciones subjetivas y objetivas, para abrogarse en lo particular y de manera excluyente, tamaña tarea.

Pero la actual unidad MUD, tal como se ha concebido, organizado, integrado y comportado, está lejos de una praxis ética y honesta; está lejos de desprendimientos, de espíritu de contribución, de claridad para valorar y sustantivar el triunfo electoral del 2015, lo que niega la construcción de una identidad  prestigiosa y de empatía con el elector, que además se constituya, en un requisito previo y vinculante a la posibilidad del mantenimiento de la democracia y de su propia vigencia existencial.

Basados en lo dicho anteriormente y porque hoy, un amplio sector de la población y electores, los ciudadanos no militantes de partidos, juntos y actuando estrechamente con quienes si militan, y en empatía con todos los sectores, clases, profesiones, estratos y actores públicos relevantes en distintos niveles partidistas y de las organizaciones sociales no-partidistas, y seducidos por el valor y la emoción de otra vía, también unitaria, pero con otro signo, responsable y consecuente, donde se integra lo novel con la experiencia, los planes con ejecutorias probadas, son factores claves que pueden concretar el anhelado triunfo electoral en el 2015 y en ese sentido, próximamente lo anunciaremos a la nación.

El papel histórico de los partidos en los procesos electorales democráticos, son, además, una justificación para su existencia. Pero al tratarse de funciones tan elevadas y de tan particular exigencia, se corre el riesgo de no estar a la altura de las circunstancias.

No podemos olvidar en ningún momento la apremiante necesidad de ideas y propuestas de desarrollo social integral, productivas, para erradicar la imposición “de esclavo y de mendigo” en que este régimen castro comunistas pretende convertir a los ciudadanos venezolanos.

Tampoco podemos olvidar que la inteligencia emocional existe y juega un papel fundamental en la decisión de votar, porque la gente no es estúpida, tonta, torpe, para no darse cuenta de que la están “conquistando” o “mareando” con mentiras y promesas falsas.

Las organizaciones que venimos trabajando en la constitución de esa otra unidad, otra alternativa ciudadana, creemos estar a la altura de las circunstancias, en un máximo esfuerzo por la recuperación de la democracia en Venezuela.

Sin embargo hacemos votos porque, ojala, haya un intento serio por parte de los partidos de llegar a arreglos ciertos, de modificar las reglas del juego político para obrar, ello en primer lugar, conforme a esas nuevas reglas y realidades, y cuando se entienda que la transición, de la tiranía a la democracia, es, también, una revisión de la mayor parte de sus prácticas político-partidista.

Ojala no se actúe, como lamentablemente se aprecia, en la búsqueda de un beneficio político-partidista y, además, con corta visión.

La Unidad es la que hace la fuerza: las palabras claves son la exaltación en la asistencia, reglas claras, respeto y cimentación de confianza; pero no la Unidad que nos está presentando la organización electoral MUD.

Entendemos que puede ser un hito histórico el actual momento, por eso decidimos dar este paso que puede ser como aquel que dio un hombre un día en la luna y a donde ahora hasta se va de tour. Las ideas primero; los hechos después.

Nelson Maica
nelsonmaica@gmail.com
@jupiterxc

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CLAUDIO FERMÍN, FALSAS CELEBRACIONES DEL 23 DE ENERO

Comenzando el año 1958 la protesta contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez fue general. Los muertos, los desterrados y los presos los habían puesto Acción Democrática y el Partido Comunista de Venezuela a lo largo de diez años. Pero el país, a fuerza de golpes y frustraciones había tomado conciencia de la gravedad del asunto. Otros partidos se sumaron a presionar y reclamar por la Democracia. Y al final, los políticos ya no estaban solos en esa lucha.
La Nación toda alzó su voz y se movilizó contra los intentos continuistas de los violadores de los Derechos Humanos. Los estudiantes fueron a la calle. Los militares se alzaron. El Colegio de Ingenieros, la Asociación de Periodistas, la Iglesia, las federaciones obreras y los empresarios, se unieron en un solo hombre para derrocar al dictador. El 23 de enero Pérez Jiménez huía, echado por un pueblo que lo repudiaba.
Quedaba así depuesto un régimen que mantuvo campos de concentración, que reprimió inclementemente al pueblo, que hizo de la tortura su marca de identidad, que asesinó dirigentes sindicales, agrarios y políticos que reclamaban democracia. Que instauró un sistema sanguinario.
Son falsos los torturadores de hoy, los encubridores y promotores de asesinos de estudiantes y de manifestantes quienes marchan por las calles celebrando el 23 de enero.
Esa jornada de 1958 fue contra verdugos como ellos.
La chispa final fue la convocatoria de un plebiscito que tuvo lugar el 15 de diciembre de 1957. Una vulgar maniobra de Pérez Jiménez para reelegirse. Eliminó de un plumazo las elecciones que debían efectuarse para esa fecha y se declaró ganador. Sobre esa trampa electoral que repetía violaciones a la Constitución, usurpación de funciones, alteración de resultados y engaños a los electores, como había ocurrido en 1952, el dictador blindaba su poder.
Son falsos también quienes hoy elogian el 23 de enero de 1958 y no son más que delincuentes electorales, tracaleros que amañan registros de electores, hacen del voto asistido un mecanismo de coerción, otorgan miles de miles de cédulas de identidad a extranjeros para disponer de un electorado cautivo, dirigido y controlado por el partido de gobierno. Es un engaño que quienes han hecho de la trampa en las elecciones su código de viveza y mantienen un sistema institucionalizado de ventajismo en el Consejo Nacional Electoral pretendan mostrarse como admiradores de una fecha cuyo origen es la protesta contra un fraude electoral.
La rosca militar depuesta no se quedó tranquila en 1958. Estaban perdiendo el poder. Se levantaron, con el general Jesús María Castro León a la cabeza, contra la Junta de Gobierno presidida por Wolfgang Larrazábal reclamando la eliminación de Acción Democrática y del Partido Comunista. Exigían instaurar la censura previa y un gobierno tutelado por las Fuerzas Armadas. En fin, querían el regreso a la dictadura.
Después, instalado el gobierno electo por el pueblo, se alzaron Castro León y Moncada Vidal en la frontera con Colombia. Ese mismo año terroristas internacionales atentaron contra la vida del presidente Betancourt. Se sublevó Edito Ramírez desde la Academia Militar en febrero de 1961 y el 25 de junio de ese año grupos militares se alzaron en Barcelona. Todos empeñados en desconocer la voluntad del pueblo.
Año luctuoso el de 1962. Causaron más de 500 muertos y 1000 heridos en los alzamientos dirigidos por Molina Villegas, Vegas Castejón y Fleming Mendoza en Carúpano y por Ponte Rodríguez, Medina Silva y Víctor Hugo Morales en Puerto Cabello. Insistían en otro modelo de dictadura militar, reconstruir el oscuro mundo de privilegios a su favor, asociados con intereses extranjeros.
Es de farsantes que los personajes más conspicuos del militarismo que desgobierna a Venezuela desde hace dieciséis años estén al frente de los actos de celebración del 23 de enero. Ese fue un movimiento que construyó un gran frente democrático para impedir el regreso del militarismo, de gente como ellos.
El espíritu unitario que sirvió para derrocar la dictadura fue el hilo que cosió las costuras de partidos políticos antes enfrentados y los unió en defensa de la Democracia. Betancourt logró algo inédito: los perdedores gobernarían junto al ganador de las elecciones de 1958 y los demócratas se unirían para recuperar el país. Eso fue el Pacto de Puntofijo: un compromiso colectivo por hacer respetar los resultados electorales, por gobernar conjuntamente alrededor de un programa previamente acordado.
Empresarios y trabajadores fueron llamados por el gobierno para integrar directivas de empresas del Estado y de institutos públicos. Se dio inicio a la cultura de la tripartita. Fue un gobierno de inclusión.
También por eso es una grosera simulación que el militarismo de hoy, sectario y arbitrario, excluyente y promotor del odio entre trabajadores y empresarios, ande pavoneándose por las calles celebrando el 23 de enero, cuando esa jornada de 1958 fue una de amplitud, de cooperación y de fraternidad, no de discriminación y de exclusión como “la lista de Tascón”, los cierres de empresas, las invasiones y expropiaciones selectivas, la promoción del odio social y del partido único en desmedro del legítimo derecho a la participación política de todos los venezolanos.
El 23 de enero de 1958 fue una jornada de la democracia contra el militarismo. Fue el triunfo de la amplitud de los partidos políticos, en transparente muestra de civilismo, contra el espíritu sectario de quienes hacían de dueños del poder. Fue un momento de ejemplar convivencia y solidaridad entre empresarios y obreros para acordarse en estrategias y acciones de crecimiento de la economía. Fue el inicio del consenso como método en la toma de decisiones públicas.
El 23 de enero estuvo sustentado en premisas filosóficas y éticas diametralmente opuestas a las que han servido de fundamento a los gobiernos de Chávez y Maduro. Por más que intenten falsificar la historia y hacer política a punta de propaganda y lavado de cerebros, lucen como intrusos en una celebración que siempre será una bandera contra el militarismo, la corrupción, la violación de los derechos humanos y el espíritu sectario en la política.

Claudio Fermin
claudioefm@gmail.com
@claudioefermin       

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ANTONIO JOSÉ MONAGAS, VENDEDORES DE HUMO, PIDO LA PALABRA, VENTANA DE PAPEL,


Estos gobernantes disfrazados de demócratas, asumen la política a manera de camisa de fuerza para subyugar procesos sociales creativos cuya complejidad nunca podría subordinarse a la absurda pretensión de dominación con pretextos infundados.
Se dice que la política es como el amor. O sea, que en medio de sus realidades todo es posible. Aunque no siempre pareciera cumplirse. A pesar de los recursos que ahora dispone el mercado político para arreciar cualquier procedimiento mediante el cual pueda ofrecer, convencer o colocar artilugios con la intención de sobornar y chantajear. O sencillamente, seducir. Al fin de cuenta, lo que con ello se busca en política, es valerse de cualquier oportunidad para imponer una decisión tomada de manera cerrada. O mejor dicho, egoístamente. Así el esfuerzo en lograr el objetivo calculado, es menor.
Así suele bandearse la política. Pero para hacerlo, necesita personajes que sepan asediar, confundir, ilusionar, engañar y estropear. Sobre todo, que estorben y arruinen todo cuanto puedan. Todo lo que a sus manos llegue o su maldad conciba. Estos individuos, además de actuar marrulleramente, son finamente hipócritas. Curtidos de la malicia necesaria para prometer villas y castillos que se desvanecen al primer intento de concertarlas. Más aún, son seres con la habilidad para inculcar mentiras y sugestionar esperanzas imposibles. Pero precisamente tan inicua cualidad, hace que activistas y dirigentes de partidos políticos logren ganar elecciones. A pesar de la incapacidad reiteradamente demostrada de que cuando alcanzan el poder, gobiernan con entera ineficacia.

Es el problema que frecuentemente acorrala a realidades sociopolíticas y socioeconómicas de países cuyas poblaciones no escarmientan pese a los errores cometidos desde instancias de gobierno. En el fragor de situaciones así, se dan gruesas contradicciones que revelan la precariedad no sólo del pensamiento político de la población. También, de una cultura política achacosa por la cual tales sociedades decantan actitudes y comportamientos que pecan de ignominiosos. Es cuando esos mismos dirigentes de gobierno, convertidos por circunstancias en gobernantes, se dan a la tarea de distraer al país con insípidos argumentos que ni siquiera se corresponden con las consideraciones de la historia. Tampoco, respetuosos de la moderación administrativa. Emplean métodos de planificación primitivos, rígidos e impotentes para servir a una dirección política que gobierna a un sistema plagado de vicios, criterios únicos y monótonos de validez e incertidumbre. Por tanto, sus actuaciones se reducen a una  ceguera espantosa. A lo mucho, miope. El reduccionismo los consume. El inmediatismo los mantiene atrapado entre las paredes del sectarismo, la improvisación y la demagogia.

Estos gobernantes disfrazados de demócratas, asumen la política a manera de camisa de fuerza para subyugar procesos sociales creativos cuya complejidad nunca podría subordinarse a la absurda pretensión de dominación con pretextos infundados. Además, carentes de verdad histórica. Es  la forma de acción bajo la cual el populismo no sólo se fortalece como esquema de gobierno. También, porque se articula a modelos econométricos cuya pesadez supera las posibilidades de movilización que debe tener de cara a las exigencias económicas nacionales. Estos personajes de marras, acuden  diariamente a la mentira pues en su difusión encuentran mecanismos políticos para pautar prácticas de corrupción, de violencia, de opresión y de descarrilamiento de toda razón que sirven de apuntalamiento al sistema de institucionalización de la democracia. Por eso, fungen como oferentes de falsedades, ilusionistas de esperanzas, magos de orilla, alborotadores de oficio. Su gritería los lleva a ser manipuladores de la política pues al final de cuentas son tristemente, simples vendedores de humo.

VENTANA DE PAPEL

¿Y DÓNDE ESTÁ EL PILOTO?

La bulla de calle es la barrera que debe superar el mercader para persuadir a la gente de las bondades de lo que vende, de los productos o servicios que ofrece mediante cada alarido. Igual sucede con el discurso de cualquier político que, en su afán por ganar prosélitos o adeptos a su causa ideológica, busca llamar la atención a partir de lo que su avidez le apunte. De manera que para el dirigente político, todo vale. Desde la mentira piadosa, hasta el engaño a juro. Para alcanzar sus propósitos, se vale, incluso, de la dramaturgia para así darle fuerza a su hueca palabra. Hace pantomima, parodia, mímica, payasadas, y hasta de comediante.
La idea es montar alguna farsa que sensibilice desde ilusos hasta incrédulos. Pasando por desilusionados y avispados. Pero siempre de frente con la mentira como criterio de trabajo. Fue un tanto lo que sucedió con el cuento de la Memoria y Cuenta contada por el personaje principal de una fábula llamada “Un país que ya no existe. Solía llamarse Venezuela”. Sus anuncios pretendieron superar la capacidad del ciudadano de sorprenderse ante sensaciones extraordinarias. Pero no fue así. Sólo se redujo tímidamente a hablar de lo que se sabe sin que se le ocurriera decir algo nuevo y efectivo. Su perorata fue de un amague infructuoso. De hecho no se atrevió a hacer referencia alguna de que su largo y concurrido viaje solo fue un paseo de postín. Ni siquiera trajo alguna noticia que brindara esperanzas al ya agobiado pueblo que, aunque “bravo pueblo”, todavía o por ahora sigue calándose el yugo pues no ha podido lanzarlo. Poco ha valido escuchar y cantar el Himno patrio en su parte que precisamente dice: “Gloria al bravo pueblo, que el yugo lanzó (…)”. En todo caso, aquel acto que caracterizó la parafernalia propia de un momento cuyo protocolo semejó al de una coronación imperial, no dejó nada. Salvo, más decepciones y desencantos.
En el marco de tanta prosopopeya, las realidades petroleras auguraban fuertes restricciones pero sólo para el pueblo pues para el alto gobierno no hay ninguna. Por lo contrario, a pesar del flácido presupuesto que habrá de regir en 2015, habrá más armamento para unas Fuerza Armadas cuya otrora integridad pareciera haberse menguado. Menos para Educación. Mucho menos, para Salud y pare de contar lo que estas Cuentas o mejor dicho, Descuentas, dejaron ver. Al final de todo esa parodia de ironía presidencial, habrá que preguntarse ¿dónde está el país que se perdió del mapa? Tal como el nombre de aquella película que trata de la conducción de un avión que quedó a la deriva pues los pilotos de la aeronave quedaron indispuestos por una comida en mal estado: ¿y dónde está el piloto?

SIN AMOR PARA EL CORAZÓN

La crisis de la salud, al igual que la crisis política y económica que padece Venezuela, gracias a la ineptitud de quienes presumen de gobernantes, es de tal magnitud, que pareciera que el “remedio es peor que la enfermedad”. El régimen busca paliar la crisis con falsas soluciones. Y es que esto así, no puede resistirse. A tal extremo ha llegado tal situación, que ante la grave situación que vive la salud en el país, el personal del Hospital Universitario de Mérida, al lado de quienes integran su Instituto de Cardiología, han elevado una protesta pública al considerar la inmensa cantidad de reclamos y solicitudes hechas a las correspondientes Autoridades Médicas nacionales y regionales sin que las mismas hayan tenido algún tipo de respuesta. Habida cuenta, los servicios de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, constituyen “una de las especialidades más costosas tanto en el aspecto diagnóstico como terapéutico”.
A decir de un comunicado de Cardiología lanzado a los cuatro vientos, y firmado por miembros de dicha comunidad profesional, técnica y administrativa, “se requiere de una política bien concebida y diseñada, con objetivos muy claros y precisos para garantizar la continuidad operativa de los respectivos servicios”. La mayoría de los equipos, están fuera de servicio. En Ecocardiografìa, Hemodinamia, en el área de Coronarias, de Pruebas de Esfuerzos, en el servicio de Cirugía Cardiovascular, la situación es caótica. Y mientras que “el jefe de servicio siga viéndose como un simple gestor intermediario ante los directivos regionales y nacionales, con una muy menguada capacidad de dirigir y coordinar la actividad de atención al paciente”, poco o nada podría esperarse de “una política de gestión que impulse con ahínco y esmero la noble función del médico que cumple una necesaria y loable misión en la institución hospitalaria venezolana”.
No hay duda de que es ineludible e inexcusable, “brindarle una oportunidad a la potencialidad del personal médico hospitalario, con apoyo logístico tanto de insumos como equipos, dentro de una concepción de políticas reales y manejables, para que los hospitales del país recuperen el sueño de quienes han mantenido viva la llama de la esperanza y la fe”. En este sentido, Carlos Guillermo Cárdenas Dávila, jefe del Instituto de Cardiología, manifiesta que “no debe permitirse que el colapso que atraviesa el Hospital Universitario de Los Andes y la salud nacional en general, se profundicen más”. De lo contrario, y por lo maula del régimen, el país se verá sin amor para el corazón.

“El engaño político sólo garantiza más perdición a una realidad ya abatida por las majaderías de politiqueros que buscan del populismo demagógico, la fórmula mágica para fundirse al poder”

Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas

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MANUEL MALAVER, MADURO Y EL SOCIALISMO DE “DIOS PROVEERÁ”

Tres fracasos en los escasos 38 días que cuentan de diciembre a enero, han determinado el fin del socialismo petrolero y el ingreso del país a una suerte de naufragio que Maduro ha calificado como de “Dios proveerá”.

En orden cronológico los articularía: 1) La decisión del gobierno cubano de descongelar sus relaciones con Estados Unidos y empezar un proceso que puede, en el corto plazo, instalar embajadas en Washington y La Habana, y en el largo, poner fin al embargo estadounidense a Cuba que rige desde 1960.- 2) El fracaso colosal de la reciente gira de Maduro por China, Rusia y el Medio Oriente buscando un crédito jumbo para medio recuperar las maltrechas finanzas nacionales. 3) La negativa de los países de la OPEP (menos Irán) a oír hablar siquiera de recortes en la producción de crudo para recuperar los precios, añadiendo (¿cómo premio de consolación?) que un petróleo a 100 dólares no se conocerá en decenas de años
.
Seguramente cuando ya Maduro no esté, o haya abandonado la política, y de los años en que destruyó los vestigios de lo que quedaba de la economía venezolana sólo recuerde que, algunas veces, hablaba con un pajarito, o que viajaba en unos jets que alquilaba por 500 mil dólares diarios al gobierno cubano, o que era muy elogiado entre presidentes, jefes de Estado, príncipes y reyes por lo cuidada y abundosa de su negra cabellera.

“También me gustaba vestir bien” se diría “y con trajes de marca, que, por lo general, me recomendaban Rafael Ramírez, Cilia, el camarada Ruperti, o los muchachos de la televisión, Winston y Roque. Última moda, sí señor. Aunque si había que irse por lo étnico, ahí estaba yo, luciendo mi turbante árabe, o mis plumas de Inca boliviano.

Los camaradas cubanos… !Qué decepción!… O mejor dicho… !Qué traición!

…. Sacarnos el jugo de esa manera para después decirnos: “Chao chigüire” o “si te he visto no me acuerdo”. Menos mal que el “presidente eterno” ya había fallecido. No diría que se hubiera muerto, pero sí que habría sufrido mucho, demasiado. Ver impotente como Raúl le daba un golpe de Estado a Fidel, porque eso fue lo que pasó, le dio un golpe, no a su hermano, a su padre, aprovechándose que ya los años no le daban, y sacándolo de juego sin permitirle hablar, ni escribir una palabra, una sola palabra… Traición, traición.

Me acuerdo de la noche, de la fatídica noche, en que me enteré. Yo estaba en una Cumbre, creo que la 47 de jefes de Estado del Mercosur. Un una ciudad argentina, Paraná, en plena selva amazónica. ¿Amazónica? ¿Eso no queda muy al sur? Bueno, donde quedara. Lo cierto es que estaba en mi habitación del hotel jugando una partida de truco con el canciller porteño, Héctor Timerman. E irrumpe Rafael Ramírez, y sin mediar palabras, empieza a gritar: “Nicolás, Nicolás, lee esta vaina” y me da un papel.

La verdad es que no lo podía creer, leía el papel y no lo podía creer. Lo leía y lo leía y no lo podía creer. Me acuerdo que Timerman decía: “¿Qué pasa, qué pasa?” Y en eso entra Cristina, como una loca, y dice, más bien grita: “Héctor, llama a la cancillería y confírmame esto”. ¿Pero qué tengo que confirmar? pregunta Héctor. Y Cristina: “Boludo, lo que están gritando todos los medios en el mundo, páginas web y redes sociales, que Cuba y Estados Unidos acaban de restablecer relaciones diplomáticas. No joda, y ustedes jugando truco. Lo anunciaron Obama y Raúl en trasmisión simultánea”. El canciller sale y regresa en minutos, 10, 15, 20 y dice: “Confirmado, absolutamente confirmado” y de un lado se oye: “Nos jodió el negro”. Y de otro: “El negro no, Raúl”.

Quiero contar ahora, pasados tantos años, que después me enteré que el gobierno de Raúl había contactado a los gringos a las pocas horas de expirar el “presidente eterno”, cuando aún no se habían secado las lágrimas de cocodrilo que derramaron por su muerte. También que los imperialistas aceptaron, pero con el compromiso -que igualmente debían cumplir los mediadores canadienses y el Papa- que ningún gobierno latinoamericano, y en especial. los de Venezuela y Brasil, debían saber nada del inicio de las negociaciones. Y fíjense ustedes que el traidor de Raúl lo cumplió al pie de la letra, puesto que todos los presidentes del Mercosur (creo que menos Pepe Mujica que era medio obamista) pasaron la noche estupefactos.

Pero sobre todo nosotros, los venezolanos, que fuimos los más jodidos y burlados, porque hay que ver los reales que se gastaron durante 10 años para levantar aquel dinosaurio, para sacarlo de la tumba donde yacía medio enterrado y ya muerto, y darle aquella dosis o transfusión de 125 barriles diarios de petróleo cuya mitad (todo el mundo lo sabe) era liquidada en el mercado spot, y la refinería de Cienfuegos que se llevó más de mil millones dólares, y las misiones Barrio Adentro y tantas otras, y las triangulaciones, y el dinero líquido, y las urbanizaciones, y la modernización del tendido eléctrico. ¡Dios mío, tanto, tanto dinero que yo creo pudo alcanzar los 200.000 millones de dólares!

Sí, recursos que se dilapidaron, se tiraron al mar, o más bien, a las fauces de aquellos dictadores insaciables y, con los cuales pudimos solucionarle tantos problemas a nuestros pobres, a nuestros sufridos pobres. Pero nadie lo advirtió, y menos el “presidente eterno”, que en todo acertó, menos en la traición que nos caería desde La Habana. Bueno, dicen que los maridos cornudos son los últimos en enterarse.

Pero con todo lo doloroso que pudo ser el acto de la traición de Raúl Castro, no fue el único ni traumático que me sucedería en la tragedia que viví en los 38 días que corrieron de diciembre del 2014 a enero del 2015, pues me esperaban la puñalada trapera de los chinos, de los que llamaban “los camaradas chinos”, y de seguidas, cuando aún no nos reponíamos, el “atentado ” de los árabes, “de los hermanos árabes”.

Y otra vez, qué fortuna que el “presidente eterno” no estuviera vivo, porque de seguro, si no hubiera muerto de un patatús, sí pienso que la deserción de aliados tan íntimos y cercanos le habrían arruinado la salud para siempre.

Empiezo relatando lo especialmente cruel que resultó el “camarada” Ji Jinping en las dos reuniones que sostuvimos, y en las cuales, asomé nos concediera un préstamo, crédito o financiamiento de 10.000 a 15.000 millones de dólares para aliviar las colapsadas cuentas nacionales, y con un aval que fuera extensión del Fondo Chino, o de más participación (sin adelantos) en la Faja Petrolífera.

Si les cuento que empezó preguntándome cómo se habían evaporado en tres años el total de 20.000 millones de dólares del Fondo, y si me había dado cuenta que las garantías del mismo se había hecho espuma con un petróleo que se iría a 20 dólares el barril en los próximos años, que qué había pasado con los casos de corrupción que lo espalillaron, y si era cierto que el único preso era un chino, un triste chino, pues les diría poco.

Porque siguió lo peor, y vino cuando me “sugirió” que fuera al Fondo Monetario y negociara un acuerdo con el FMI, y después cuando, al final, propuso que podían darnos 5000 millones de los verdes pero a cambio de una participación del 30 por ciento en PDVSA, le entregáramos tierra venezolana hasta 10 millones de hectáreas para desarrollarlas con campesinos chinos y traspaso de todas las empresas de la CVG.

Oh, vergüenza de vergüenza, humillación de humillaciones que de, todas maneras, fue digerible comparado con la petición de Rouhaní, el presidente de Irán, de que Cilia usara burka, o shador -¡qué se yo cómo llamaba esa vaina!- en Teherán, y con la frase que me zumbó el jequecito de los Emiratos en Qatar, de que por qué no nos dedicamos a desarrollar la agricultura en vez de estar viviendo de las regalías petroleras… ¡Desgraciado!

En definitiva, que último acto de la tragedia, que, de todas maneras, esperó por un epílogo, como fue la tristemente célebre “Memoria y Cuenta” que me obligaron a presentar a los venezolanos talibanes del proceso como Cabello, Adán Chávez, el Negro Aristóbulo, Darío Vivas, García Carneiro, Tareck El Aissami, el purgantico de Arreaza, Bernal y demás alcaldes y gobernadores incursos en delitos de cualquier naturaleza, pienso yo.

Y muy asustados, y amenazándome con golpes de Estado, o los colectivos, o con lanzar las turbas a la calle y no dejar piedra sobre piedra. “De aquí no se mueve nadie” me decía Cabello por teléfono “porque no nos vamos a dejar joder”.

Y no los “dejé joder”, haciendo el ridículo de mi vida, asistiendo a la Asamblea Nacional, y hablando de un país que no existía, con estadísticas falsas y trucadas que no creía nadie y diciendo aquella inocentada que recorrió el mundo: “Dios proveerá”.

Puedo afirmar que aquel fue mi último acto de gobierno, pues desde entonces, la agarré por viajar, por no perder ninguna invitación -y hasta autoinvitándome- a países extranjeros, y cuanto más lejos mejor, Burundi, Burkina Fasso, Nueva Zelanda, Australia, lejos, lejos.

Y así hasta que un día me informaron que me habían dado un golpe de Estado, o me habían ganado unas elecciones (no recuerdo bien) y que ya no era más presidente.

Y me quedé por aquí, dando vueltas, por Kartum, Kabul, Islamabad, y Prasanty Nalayan, pueblo del sur de la India donde nació, vivió y murió mi amado maestro. Satya Say Baba. Muy escondido, sí señor y casi sin recursos. 

Pero "Dios proveerá”.

Manuel Malaver
manuelmalaver@gmail.com
@MMalaverM

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SAÚL GODOY GÓMEZ, EL SOCIALISMO COMO UNA ENFERMEDAD,

El socialista cree que a fuerza de buena voluntad y solidaridad puede eliminar las injusticias y hacer de la convivencia humana una experiencia igualitaria.

Su gran crítica en contra del capitalismo es que éste promueve desigualdades por medio de la consecución del lucro y la acumulación del capital, y su receta ante este “pecado”, es la caridad por medio de un estado benefactor, que no es otra cosa que un gran Robin Hood.

Tal posición, más que ingenua, es mal intencionada, desconoce una realidad insoslayable que se da en la naturaleza, y es la variedad de especies que existen y las múltiples relaciones que se suceden: unas de dominio, otras de competencia, de colaboración, parasitarias, de dependencia, etc.

En ese mundo de múltiples formas, potencialidades y términos existe el hombre, sujeto a las mismas reglas y circunstancias que todas las demás especies vivientes: unos asentados en territorios de enormes riquezas, otros no tanto, algunos con talentos y habilidades, unos menos capacitados, otros impedidos... las desigualdades pueden llegar a ser extremas.

Únicamente por medio de la cultura el hombre ha podido salvar diferencias tan irreconciliables, por medio de las leyes, la moral, la equidad y la justicia, gracias a las instituciones que hemos creado para amortiguar tales desigualdades, es que los menos favorecidos tienen oportunidades, el hecho de que existan multiplicidad de redes sociales, nacional e internacionalmente para atender las necesidades que ocasionan estas diferencias, es una prueba de que la desigualdad es un hecho del mundo, ningún hombre es igual al otro.
Ronald Dworkin en su clásico estudio sobre la igualdad, La Virtud Soberana, considera a un gobierno ilegitimo si no trata con igual consideración la suerte de todos sus ciudadanos a los que gobierna y exige lealtad, es la virtud soberana de toda comunidad política, sin igualdad el gobierno es solo una tiranía.

El capitalismo, como sistema económico que es, moviliza el trabajo y los recursos para la producción de riqueza, utilizando las empresas para elaborar productos y servicios de la manera más eficiente posible, ofreciéndolas en un libre mercado, creando fuentes de trabajo, promoviendo la inventiva y los cambios. 

Con la creación del capital se disponen de recursos monetarios para la inversión de nuevas propuestas e iniciativas, con nuevas empresas se puede elevar el consumo que a su vez generan más producción y, por lo tanto, más trabajo; mientras más gente está empleada más familias podrán satisfacer sus necesidades, podrán ahorrar e invertir.

Para que todo esto suceda es necesario un mercado donde las relaciones productivas y comerciales sean lo más libres posible y que los intercambios se rijan por medio de la oferta y la demanda, donde el estado intervenga solamente para garantizar la pulcritud de las operaciones y evitar el robo y el fraude.

Qué propone el socialismo? La idea que han acariciado desde que   existe esta ideología, que no es un sistema económico, que quede esto muy claro, es una ideología en la cual un Estado fuerte y regulador es el que decide quién tiene qué, cuándo, cómo y a qué precio.

El socialismo en vez de aplicar los principios de igualdad luego de que el proceso de producción este finalizado, lo aplica antes, de modo que el Estado le roba la iniciativa a los ciudadanos para emprender actividades productivas, ya que todo lo acapara el Estado: dinero, tierras, empleos, recursos naturales, empresas, bienes.

Cuando todo es del Estado, inevitablemente se produce el fenómeno del capitalismo de Estado, un ente económico centralizado que se ocupa de repartir cargas y beneficios por igual, donde los grandes beneficiados son los que tienen la suerte de pertenecer a la gran burocracia, y para quienes su única obligación es suprimir las diferencias.

El socialista queriendo promover la igualdad, castiga la productividad y la iniciativa, y convierte al humano en una aberración colectiva bajo la excusa de la felicidad.

Los socialistas confunden en su ideología lo que es un sistema económico con ideales morales y políticos, que son incompatibles con los fines de producción, y creen que el capitalismo como sistema económico, tiene la misma obligación que esta ideología, es decir, los socialista le exigen al capitalismo que uno de sus fines sea la justicia social, que responda por asuntos morales, políticos y
sociales lo cual no hace, porque no es su función, aunque a la larga, el sistema capitalista termine siendo mucho más justo y equitativo que el socialista.

¿Qué nos dice la experiencia de estas dos visiones del mundo? Pues todos los socialismos `puros´ han terminado en terribles tiranías, en pueblos dominados por un Estado fuerte que los han hecho sufrir desde grandes hambrunas, guerras y hasta holocaustos.

El socialismo que todavía existe en el mundo y funciona, es aquel que comprendió que debe respetar e interferir lo menos posible con la economía productiva, son los que han dejado que el capitalismo haga lo que sabe hacer: crear riqueza.

Es entonces cuando los gobiernos socialistas  llamados “de avanzada”, administran los recursos que el país produce para solucionar injusticias y hacer progresar a las comunidades, es decir, la justicia
social la aplican sobra la riqueza que se genera.

Los países nórdicos de Europa, Canadá y otros países desarrollados que se tienen por socialistas, permiten que el capitalismo funcione sin trabas, pero una vez producida la riqueza la pechan, imponen altos tributos que el estado utiliza para hacer una redistribución de esa riqueza, dirigiéndola a los sectores que ellos consideran más necesitados, en un intento por igualar las condiciones socioeconómicas de sus poblaciones.

El capitalismo al contrario del socialismo, ha sobrevivido muy bien, a pesar de sus crisis, del mal uso que algunos sectores le han dado, de los desequilibrios que experimenta, el capitalismo siempre encuentra su propia estabilidad por la sencilla razón que evoluciona, se adapta y lo más importante, no acepta contradicciones.

En nuestro país ha ocurrido la peor de las desgracias, la de un socialismo interpretado por un militar, predicador y exagerado autócrata, que ha propiciado el más salvaje de los capitalismos de Estado creyendo que de eso se trata el socialismo, y ha convertido a una buena parte de la población en mendigos, que no saben valerse por sí mismos.

Chávez no solo arruinó el aparato productivo de la nación, malbarató de manera criminal las riquezas del país y dejó en las mentes de los venezolanos una serie de ideas equivocadas y absurdas, que su sucesor, Nicolás Maduro se ha encargado de perpetuar, con la corruptora influencia de un estamento militar codicioso y violento, agravando de esta manera la posibilidad de sustento de nuestra sociedad y poniendo en peligro su viabilidad.

Por esta razón, porque el modelo socialista que quieren imponer es el más primitivo, retrógrado e inhumano de los socialismos que existen, es que Venezuela se encuentra en quiebra; no hay manera que puedan avanzar en producción si no permiten que el capitalismo actúe de manera libre, que se olviden de la economía propulsada por comunas, por empresas socialistas, por cooperativas, por nacionalizaciones e intervenciones del estado, que desmonten el aparato contralor y injerencista que han creado para la empresa privada, ese camino no sirve.

Más que nunca están vigentes aquellas sabias palabras de Abraham Lincoln: “No se puede alcanzar la prosperidad desatendiendo el ahorro. No se puede ayudar al obrero derribando al patrono. No se puede promover la fraternidad humana fomentando el odio de clase. No se puede ayudar a los pobres destruyendo a los ricos. No se puede uno ver libre de dificultades gastando más de lo que gana. No se puede formar el carácter y el valor arrebatándole a un hombre la iniciativa. No se puede ayudar permanentemente a los hombres haciendo por ellos lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos”.

La enfermedad del socialismo es una enfermedad de los valores éticos y morales de la sociedad, destruye el tejido que une a la nación promoviendo un odio de clases que tarda mucho tiempo en sanar. Ya lo ven ustedes en los medios de comunicación que este socialismo maneja a discreción, todo es una guerra, se refieren a quienes no somos socialistas como enemigos, el empresario y el capital privado son perseguidos, la libertad individual es un estorbo, la inversión extranjera y las grandes corporaciones son imperialistas y el emprendimiento es un pecado y por ello hay que exterminarlos; con ese modelo en la cabeza no vamos a ningún lado.  

Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul

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MIGUEL CONDE, CRÓNICAS DE LUNES A LUNES, ALGO EN AUTOCRITICA

Oido en privado: se dice que hay malestar en funcionarios. Una marcha de ollas vacias. Trabajadores preocupados.

Leyendas:    Jorge Arreaza. La lealtad.

                     Morel Rodríguez Avila. Un discurso sonoro.

                     Luis Miquilena.Una recomendación.

             Para iniciar esta conversación, elegimos como tema un discurso cometido por El vicepresidente Jorge Arreaza, para  pedir lealtad al publico con el Maduro. Y también  critico a los funcionarios oficialistas que critican al inquilino de Miraflores.

           Y Señaló que esos funcionarios que critican al Gobierno deberían sentir "vergüenza" y "meter la cabeza debajo de la tierra".

Tambien expertos  en Economía  afirman que la Crisis económica de Venezuela, es  peor Porque "Durante 15 años  el país se está derrumbando; Y  las crisis económica, política y social en el país necesitan solución, según Dimitris Pantoulas, un consultor político en Caracas.

Por su parte  se informa que: “La oposición democrática unida, MUD,  convocó a los venezolanos a la "Marcha de las Ollas Vacías".

También convocaron  a "un sonoro cornetazo y cacerolazo de protesta.

Y se espera entonces comprensión y nada de violencia.

SOBRE PRIMARIAS

Por cierto, sobre este tema de protestas, El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) en su más reciente informe  señaló que en 2014 se registraron en el país 9286 protestas, las cuales equivalen a unas 26 diarias.

La investigación reveló, además,  un aumento de la protesta pacífica en Venezuela, estableciendo un record mundial en la historia contemporánea de esta  nación nuestra.

También,  con efectos y consenso popular, el diputado a la Asamblea Nacional por Nueva Esparta, Morel Rodríguez Rojas, se elaboró un discurso que debió repercutir en todas partes.

En efecto. Dijo compartir y comprender el malestar por la crisis económica. Y tambien expresó que la escogencia de los candidatos a las parlamentarias, programadas para este año, deben tener el aval de las primarias.

Así lo aseguró en  el programa radial “Bajo La Lupa”,  donde señaló que, “ luego de la victoria para la oposición en los próximos comicios legislativos nacionales, propondrán la convocatoria a una reforma constitucional para eliminar la reelección indefinida”.

 Y subraya, además y en el mismo discurso que:  “Estamos ante una crisis o una debacle económica”.

Al respecto, un amigo de Valencia nos envía un comunicado o informe atendible, cuyo contenido se comparte. Dice, en efecto:

“ALBECA,  empresa valenciana del sector alimenticio, emplea 420 trabajadores. Pero está bajo seria  amenaza de paralización. Y también con un rango del 50% de eficiencia, debido a que se suma la carencia de materias primas y el retraso en la asignación de divisas para su importación”.

 Esa preocupación se comparte. Pero este mismo informe precisa que: “la empresa ALBECA fue recientemente  visitada por la comitiva presidencial  encabezada por el Ministro José David Cabello, el Sr. Saúl Ameliach y el Gobernador  Francisco Ameliach. Para buscar las soluciones deseadas y necesarias”.

En efecto. También el gobierno anuncia que tiene el objetivo de consolidar el equilibro financiero y de satisfacer las necesidades del pueblo.

Se concede entonces:  es lo más deseado y también que se cumpla lo anunciado.

ALGO CONMOVEDORA

Me permito ahora reproducir o comentar una conmovedora y compartida conversación con un grupo de preocupados trabajadores. Ciertamente la preocupación  es notable y comprensible.

En efecto, Se explica: los trabajadores temen perder sus puestos  de trabajo y aumentar  los sufrimientos de la pobreza extrema.

Lo mas ingenioso y grato, sin embargo, tuvo que serlo los eventos pasados  y recordados. Y que tambien se comparten.

Cierto. A modo de ejemplo relevante, este mismo grupo de  trabajadores preocupados  compartió enteramente la convicción y certidumbre de los beneficios proporcionados por el líder neoesparano Morel Rodríguez Avila, bajo si gestión como gobernador insular.

En efecto. Convienen estos trabajadores, y los comparten conmovidos, que los beneficios, el progreso y desarrollo en los pueblos de Margarita y Coche fueron toda una sana y  bien  recibida realidad tangible e innegable bajo la gestión de Morel Rodríguez.

Y  las pruebas sobran  en obras servidas en los once municipios insulares. Ttambien conceden entonces:

 “Esta comprobado que la  gestion de Morel gobernador ha sido  una solución concreta  a problemas sociales del pueblo  y cuantas claras”.

Tambien agregan: “Las cifras de Presupuestos son una demostración  del buen servicio de Morel Rodriguez a su pueblo y sus comunidades. Y en once municpios, se invirtieorn  más de mil 106 millones de bolívares en obras y beneficios populares, al servicio de los mas humildes. Lo que no se ve hacer ahora”.

Por su parte y en participación con esta conversación, un colega periodista visitante nos dijo “saber y comprobar que los programas sociales exitosos y la larga lista de obras creadas y terminadas por Morel Rodríguez afianzaron el progreso y el bienestar de Nueva Esparta y su atractivo turístico. Y estos mismos programas abatieron  la pobreza extrema.

Y se agrega, además que “en ese esfuerzo tambien cooperó el sector privado, con entusiasmo y armonía positiva,  para resolver necesidades de los mas desposeídos”.

De acuerdo entonces, según lo conversado: “Morel Rodriguez es visto aun como un excelente gobernador en su región insular. Y sin demagogia se dedicò siempre al servicio y favores de su pueblo”.

 Y este mismo pueblo, según miden las encuestas,  le reconocen  con afecto y consenso popular. Y ese consenso, el líder dice agradecerlo, sin excesos

En privado:

+++Luis Miquilena, ex ministro del Interior del fallecido ex presidente Hugo Chávez, instó a la oposición a luchar. Y subrayó: “ Hay que mover al pueblo para que el país se ponga de pie, con un mensaje que vibre y explique a los venezolanos el drama que padecemos''.

+++ Y de acuerdo con una encuesta de Datanalisis, el 80 `pr ciento del pueblo dice que la situación económica  es muy negativa. Y dicen los encuestados: “El país atraviesa por uno de sus peores momentos económicos, con desabastecimiento, por causa de la vertiginosa caída del precio del petróleo.

+++ Cierto. UNASUR, Union de Naciones Suramericanas , dice colaborar para restablecer el dialogo en Venezuela. Y apartar el conflicto político y social. Bien venido entonces:.

+++ Complace saber que aumenta la batalla contra la inseguridad. Y ahora se informa que la GNB desmanteló esta semana  cuatro bandas de delincuentes en la Caracas, Capital del país y la ciudad mas atormentada por la inseguridad.

Miguel Conde
mconde4@gmail.com
@MiguelConde_

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