sábado, 4 de julio de 2015

JEAN PASQUALI, EL GOBIERNO DE VENEZUELA: ASÍ LO VEÍA BRIAN

La literatura sobre las formas de gobernar, tipos de gobiernos, historia y cambios de gobiernos, funciones de gobiernos, características de gobernantes,  asociaciones políticas, determinación de políticas económicas, relaciones entre gobiernos y temas relacionados es verdaderamente extensa y abarca desde la antigüedad hasta el presente y está expresada en múltiples idiomas.

Este hecho es una demostración de que el interés que el gobierno despierta en los ciudadanos de las diversas sociedades , en especial, en aquellos que lo estudian académicamente o con fines prácticos, no es un asunto que pase de moda.

Este mismo hecho demuestra que gobernar es una función compleja que requiere de una preparación previa de los ciudadanos y, en especial, de parte de aquellos que aspiren a ocupar posiciones directivas o gerenciales dentro del gobierno. En consecuencia, no nos debería extrañar si frecuentemente llegasen personas a cargos gubernamentales sin la preparación o la habilidad necesarias para atender a sus responsabilidades.

Ante esa posibilidad: ¿Qué se le podría aconsejar a un ciudadano cualquiera si quisiese averiguar por su cuenta si su gobierno es competente? El proverbio “El hombre es la medida del hombre” puede servir de guía. Utilizando un concepto paralelo se pudiera proponer el símil “Los demás gobiernos son la medida para cualquiera de ellos”. Con esto en mente, la tarea de evaluar un gobierno a través de las características de la sociedad a quién sirve, se facilita. La existencia y el fácil acceso a múltiples indicadores sociales y a otros datos estadísticos para la mayoría de los países, publicados regularmente tanto por Naciones Unidas como por otras instituciones, son herramientas básicas para hacer comparaciones entre sociedades y entre gobiernos. Algunos de estos índices y datos estadísticos se refieren a: Salud, educación, alimentación, exclusión y aislamiento social, salarios e ingresos, desempleo, violencia y crímenes, producto interno bruto per cápita, desarrollo sustentable, gobernanza, desarrollo económico, patrones de producción y consumo, corrupción, demografía, derechos humanos etcétera. Para el lector que desee explorar algunos datos asequibles en la red informática puede visitar: http://www.un.org/esa/sustdev/natlinfo/indicators/guidelines.pdf http://www.transparency.org/country http://www.unodc.org/documents/gsh/pdfs/2014_GLOBAL_HOMICIDE_BOOK_web.pdf.

Con éstos, cualquier persona puede iniciar una comparación de su gobierno con el resto y, quizás, visualizar posibles maneras de arreglar sus deficiencias, si las tuviere.

El ciudadano o cualquier persona, mencionados en el párrafo anterior, se refieren a aquellos que tienen acceso a la red informática. Por esta razón, es importante que la población cuente con un buen servicio de comunicación a través de la Web, sea éste personal o suplido por computadores de bibliotecas públicas. Adicionalmente, cada gobierno debería abstenerse de impedir el acceso de su población a portales que ofrezcan información confiable. Desafortunadamente, existen gobiernos que impiden en su territorio el acceso a fuentes de información que consideren políticamente inconvenientes. El derecho a informarse y a decidir si la información que recibe es cierta o incierta, útil o inútil, pertenece a cada individuo, no a unos pocos individuos, por estar en el gobierno.

Existe también otra manera de analizar sistemáticamente a un gobierno: Es el estudio de la sociedad a que debe servir: La Constitución nacional, las prácticas políticas dominantes, las expresiones ciudadanas colectivas e individuales etcétera. La información obtenida es interpretada en términos de los efectos que cada factor tiene sobre el desarrollo de la sociedad como un todo. Es el estudio académico.

Un trabajo de esa naturaleza sobre el gobierno de Venezuela fue realizado y publicado por Brian Crisp (1994) en la revista científica World Development. El autor es un profesor universitario que investiga en el campo de las ciencias sociales. Debe tomarse en cuenta que, en este tipo de revistas, cada artículo sometido a publicación es enviado a árbitros internacionales que estudian en detalle el texto, le hacen observaciones y recomiendan o no su publicación. Adicionalmente, cualquier lector tiene el derecho de hacerle al artículo una crítica substanciada para que sea publicada en la misma revista y a la cual el autor tiene derecho a réplica. Este procedimiento asegura la alta calidad de las informaciones que se publiquen.

El artículo de Brian Crisp (1994) me ha sido muy útil para entender el funcionamiento del gobierno de Venezuela durante el periodo 1959-1989. Pienso que también pudiera ser de interés para los venezolanos de la actualidad y, quizás, para los ciudadanos de algunas otras naciones, ya que su autor encontró similitudes, entre el gobierno de Venezuela de ese periodo, con los de muchos otros países.

La observación más resaltante del autor mencionado es que el poder ejecutivo del gobierno de Venezuela, entre los años de 1959 y 1989, a través del nombramiento a dedo de 330 comisiones presidenciales, en efecto, substituyó al poder legislativo. Es decir, neutralizó el poder elegido por el Pueblo a través de elecciones y lo reemplazó por comisiones presidenciales en donde sólo estaban representados: El mismo poder ejecutivo y miembros de dos grupos organizados que reconocía cómo legítimos. En esos 31 años se turnaron en el poder los partidos políticos Acción Democrática en un 68 por ciento del tiempo y COPEI en el 32 por ciento restante. A pesar de que las ideologías de los dos partidos políticos fuesen distintas, en cada caso, el número de comisiones utilizadas fue proporcional a su tiempo en el gobierno.

La creación de numerosas comisiones presidencias, cada una con objetivos diferentes, tuvo como resultado la fragmentación de las políticas nacionales, dando lugar a un conjunto no necesariamente armonioso. Así mismo determinó que dicho conjunto favoreciese a los intereses de las minorías involucradas, en detrimento del resto de la sociedad. Brian Crisp vaticinó que: “Si no ocurre una reforma tanto en el área electoral como en el área de las consultas, la crisis de ilegitimidad probablemente continuará y los disturbios y los intentos de golpes de estado se harán más frecuentes” y “… esta situación pudiera significar el fin de la democracia”.

Para aquellos que deseen analizar en detalle el trabajo mencionado, la referencia bibliográfica es: Crisp, Brian, 1994, Limitations to democracy in developing capitalist societies: The case of Venezuela: World Development, v. 22, n. 10, p. 1491-1509.

Pudiéramos preguntarnos: ¿Estamos de acuerdo con las observaciones de Brian Crisp?
                                     
¿Qué pensamos de sus vaticinios?
                                     
¿Deberíamos haber tomado o tomar en cuenta su trabajo?

Una de las razones para compartir este artículo ha sido resaltar la importancia de los estudios académicos, el apoyo a su realización, su lectura y el pensar en sus contenidos. Todos conocemos las condiciones que los promueven.

Jean Pasquali
38jcaj@gmail.com

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