Un perfil honesto es
el que indica cómo lograr una posición en la sociedad sin haber metido la mano
en el erario público, sin dejarse contaminar por un zagaletón.
Todos hemos
conocido y vivido al lado de un sujeto de malas mañas, pero ahí está la gran
capacidad de una persona para retroceder ante circunstancias peligrosas y poco
honorables.
Esto suena bonito,
pero en la práctica no es así. Ser optimista es reconocer que Venezuela tiene
grandes ventajas propias para salir de la crisis, pero el punto más difícil no
es la reconstrucción del país, sino acabar con el actual periodo de odio. No es
tarea fácil, pero una vez que el régimen desaparezca habrá que erradicar a
los envenenados, encarrilarlos y
someterlos al orden social de convivencia humana con normas y leyes que los
rebeldes deberán acatar, de lo contrario vivirán en el destierro.
El terrorismo, las
prácticas islamistas introducidas en el país para aniquilar a los ciudadanos es
la arremetida cobarde del régimen. Que le pasa al heredero monárquico, ¿se
olvida que los trabajadores de la prensa venezolana también son pueblo?, ordena
a sus esbirros como el “gran jefe” de la
tribu masacrar al pueblo si la revolución llegara a terminar. Si vemos que es
la síntesis del plan socialista para intimidar y arrodillar a los venezolanos,
recuerda que ese mismo intento terminó en un ataúd. Lo inexplicable es que los
organismos internacionales, FAO, ONU, OEA respaldan las arbitrariedades del
régimen, sin dar un paso al frente para censurar lo que ocurre día a día en
nuestra nación. Son ellos los alcahuetes, por lo cual no les pedimos que ayuden
porque ensucian y deshonran a 30 millones de ciudadanos.
Habría que
recordarles a los organismos “complacientes” lo que ellos mismos han sacado a
la luz pública, como es el caso del Índice de Desarrollo Humano o IDH de
Venezuela, que elabora las Naciones Unidas para medir el progreso de un país,
fue de 0,764 puntos en 2013, con lo que se situó en el puesto 63 de la tabla de
178 países. Que el Índice de Percepción de la Corrupción del sector público en
Venezuela ha sido de 19 puntos, con el que se colocó en el puesto 168 de los
174 publicados en este ranking, en el que los países en los que hay menor
percepción de corrupción ocupan los primeros puestos.
Refrescarles la
memoria sobre lo que ocurrió en años
pasados cuando se produjo la muerte de
un venezolano expropiado de sus terrenos. Franklin Brito en protesta se sometió a una huelga de hambre y el
difunto mandatario lo dejó morir. Pero parece que los venezolanos confinados en
las cárceles del país no aprenden la lección y nuevamente se esclavizan dejando
de comer ante un personaje con escasos conocimientos de la vida y la libertad
¿A quién están desafiando?, solo a la muerte que tampoco los va a salvar. La
lucha es vivir para alcanzar la victoria y no morir para quedar estigmatizados.
En Venezuela no puede
haber paz mientras exista el desorden. Los derechos humanos son cada momento
pisoteados, las violaciones a la condición humana es un reflejo del horror
y la precaria actuación de los agentes
de seguridad en clara demostración de su lealtad al grupo de exterminio
imperante en el país.
Los comunistas no son
gente, no razonan, solamente existen para esclavizar, exterminar bajo una
consigna supuesta de paz y aumentar el número de ignorantes que a la postre son
su más fuerte capital para dejar en retazos al país.
Nos queda seguir de pie,
recoger los retazos y defenderlos, que no es de la FAO, la ONU o la OEA, nos
pertenece el territorio y los miserables engañadores y corruptos tendrán que
salir del país, ¡FUERA SATANÁS!
Susana Morffe
susana.morffe@gmail.com
@susanamorffe
www.susanamorffe.blogspot.com
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