Primero fue Guyana. Ahora es
Colombia la que se considera afectada por el Decreto 1787 mediante el cual se
crearon las Zodimain (Zonas Operativas de Defensa Integral Marìtima e Insular).
Colombia ha presentado al gobierno venezolano una nota formulando una protesta
por considerar que dicho decreto genera un conflicto en un sector de los
limites marinos y submarinos que todavìa no han sido definidos en las
negociaciones bilaterales.
En mi artìculo de la semana
pasada me referì al decreto 1787 y sus efectos sobre el espacio marìtimo de
Guyana con la creaciòn de la Zodimain Atlántica. Ese decreto, totalmente
reñido con las normas del derecho internacional, de manera unilateral priva a
Guyana de todo el espacio marìtimo que le corresponde mientras no se haya resuelto
el diferendo originado en la reclamación venezolana sobre el territorio
esequibo.
Segùn la canciller Rodriguez, el
Decreto no más que un acto inofensivo, “una norma administrativa
dirigida a organizar, mediante la asistencia de las nuevas tecnologías de
información, labores cotidianas de supervisión y protección marítima, dentro
del marco de su pleno ejercicio jurisdiccional y constitucional”.
Lo cierto es que se trata de
una acción unilateral, una medida autoritaria, que convierte los espacios
marìtimos e insulares en Zonas Operativas de Defensa Integral, y al territorio continental del
país en Areas de Defensa Integral (ADIs) o
lo que es lo mismo, transforma a toda Venezuela en una gran zona militar.
Hay quienes piensan que ese
Decreto solo persigue hacer vibrar la fibra patriotica de los venezolanos para
tratar de recuperar algo de la popularidad que ha perdido el ilegítimo en los
últimos meses. Pero la lectura de los “considerandos” pone en evidencia que se
trata más bien de una medida imbuida por la obsesión militarista del règimen,
estimulada por el fantasma recurrente de una guerra que solo existe en la mente
distorsionada de quienes detentan - o detentaron - el poder en nuestro país.
El último considerando del
Decreto habla de la “necesidad
de consolidar un sistema defensivo territorial capaz de dirigir al país en
tiempos de guerra desde tiempos de paz, estratègicamente defensivo y
eminentemente popular, mandato que impone la coordinación eficiente entre las
instituciones y los organos en función de la defensa integral de la nación para
el despliegue del poder nacional y rechazar las amenazas o agresiones contra la
patria en todoslos niveles del poder púiblico en el campo de la lucha armada y
no armada” Si alguien
entiende esto, le ruego que me lo traduzca, aunque es inocultable el soplo
guerrerista..
Además de la Zodimain
Atlántica, el Decreto 1787 crea una Zodimain Central y una Zodimain Occidental.
Es esta última la que da origen a la protesta colombiana cuyo gobierno
considera que el Decreto pretende imponer unilateralmente una delimitación
marítima entre los dos países en el Golfo de Venezuela y crear teatros de
operaciones en un área donde todavía está pendiente una acuerdo de delimitación
marítima.
Según el Decreto, la jurisdicción
de la Zodimain Occidental contempla “las areas marinas y submarinas de la
fachada occidental” del país y define una serie de coordenadas que parten de
Castilletes, el punto donde termina la frontera terreste venezolano-colombiana.
El carácter unilateral y
arbitrariamente autoritario le resta al Decreto toda validez jurídica
internacional, con el resultado de que, salvo los conocidos gobiernos
fantoches, la comunidad internacional se alineará con Colombia en rechazo de
este accionar iresponsable del règmen madurista como en el caso de Guyana..
La nota del gobierno colombiano
es deliberadamentte moderada. A todas luces trata de impñedir que el ilegítimo
dé rienda suelta a su intemperancia y de esa manera evitar que puediera
originarse una nueva crisis entre los dos países. Es una lección de diplomacia
dirigida a un gobierno que desconoce las normnas más elementales de la buena
vecinda. El gobierno colombiano se limita a solicitar al de Venezuela que
adopte las medidas necesarias para corregir el decreto 1787 en lo que afecta a
las areas martítimas todavía sin delimitar.
De todas maneras ese pedido
coloca al ilegítimo en una situación conflictiva. Por una parte, si modifica el
Decreto para complacer a Colombia tiene que modificarlo también en lo que
afecta a Guyana. Por otra parte, ¿rechazará el pedido de Colombia a pesar de
que él mismo le exigió al Presidente Obama que derogara un Decreto (la Orden
Ejecutiva que impuso sanciones a un grupo de violadores de los derechos humanos
y de corruptos ladrones del erario nacional)?. En todo caso, el Decreto ya ha
causado un impacto negativo sobre la relaciones bilaterales que siempre están
pendiendo de un hilo por culpa de soberbia del ilegítimo. No hay que olvidar lo
peligroso que es batirse en dos frentes (Colombia y Guyana) simultáneamente.
No descarto que en cualquier
momento emerja una protesta por parte del Gobierno de los Paises Bajos ya que
la “Zodimain Occidental” afecta también la frontera maritima con Aruba y
Curazao.
Por último y no por eso menos
preocupante, el Decreto 1781 nos afecta a los venezolanos porque crea toda una
serie de “Areas de Defensa Integral (ADIs) que abarcan prácticamente todo el
territorio continental de Venezuela y transforman a nuestro país en una gran
zona militar expuesta a los excesos de la casta militar irresponsable y abusiva
que se ha impuesto con la complicidad del ilegítimo. Este aspecto del Decreto
ha pasado desapercibido.
Adolfo Taylhardat
adolfotaylhardat@gmail.com
@taylhardat
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