SUSANA MORFFE, BACHAQUEO INTEGRADO (ENTRE CIELO Y TIERRA)

El bachaqueo se ha hecho viral y  retroviral en nuestra sociedad, una palabra acuñada en el estado Táchira, donde se desplazan las células del contrabando. A los que antes llamaban de cuello blanco, hoy son los bachaqueros de oficio, situados en direcciones claves de “poder”, posiciones políticas y altos rangos. Así tenemos esta nueva especie que bien podría calificarse de “bachaqueros cooperantes” con la causa para lograr lo que quieren, valiéndose de artimañas y utilizando a cualquier incauto que se les atraviese por el camino, tal como lo hacen en las cárceles venezolanas.

Citamos a manera de ejemplo, el bachaqueo en la clase política y las polémicas elecciones primarias. El 7 de julio del año 2014, bajo el título LA VERDAD EN PRIMARIAS, www.desdelaisla.hazblog.com, escribí acerca de los electores cansados de tantos embustes, “comienzan a murmurar, en voz alta y baja, que quieren escoger sus candidatos por cuenta y gusto propio, de manera democrática. Significa que no quieren candidatos a dedo o por listas preparadas en los laboratorios siniestros de los partidos. El país quiere PRIMARIAS”, aunque en la esfera política insisten en imponer a personas que no cuentan con la gracia de los electores.

Del mismo modo, contamos con los “bachaqueros de la información”, circulando en el apasionante mundo de la comunicación audiovisual, muchas veces con la anuencia de periodistas, cuya profesión ha sido devaluada durante el actual régimen, por ello  sirven de comodines y portaviones para otros que, con buen tino, visualizan la posibilidad de meterse un buen dinero en el bolsillo, entrevistando a políticos o hablando de un tema estéril para alcanzar ciertos propósitos financieros, con un micrófono radioeléctrico.

Tal es la descomposición social en la Venezuela actual que hay permisividad para el bachaqueo de alimentos por parte de las autoridades, que haciéndose los locos legitiman las ventas ilegales y desproporcionadas con los precios, como manera de “ponerse en unos reales”, según el argot utilizado por la pléyade filibustera. Se suma a las anteriores deformidades, los bachaqueros de la construcción, de la vivienda, la electricidad y las divisas.

Lo más insultante es bachaquear con el poder para intentar perpetuar un régimen que poco a poco va armando su propia fosa, en la cual no va a caber tanta gente que ha utilizado el robo, engaño y desangrando los recursos de los venezolanos con fines siniestros, en franca componenda con foráneos quienes divisaron años atrás, cómo vivir a costilla de la gallina de los huevos de oro, a la que por cierto no le quedan los pollitos.

Como una casta se impone en Venezuela el bachaqueo porque el régimen ha logrado en los últimos dos años con desenfrenado socialismo, que  nuestro país ocupe el primer lugar entre las economías más miserables y ha pretendido lavar su imagen con una exposición en Madrid, mostrando una Venezuela de mentiras, desplegando todo el bachaqueo informativo, lo cual tampoco tuvo el respaldo de los españoles y un fuerte rechazo el día de la inauguración. Que tarde piaste pajarito.

Susana Morffe

susana.morffe@gmail.com

@susanamorffe

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