DANIEL CHALBAUD LANGE, A PREPARAR LA MESA, PORQUE LA MASA ESPERA

Los episodios políticos en Venezuela parecieran que fueran más avisados que los próximos capítulos de una novela por televisión. Los actores principales, siempre son los mismos y con una envidiable característica, en especial cuando son representantes del gobierno, la de poseer gran habilidad para simular dos personajes en el mismo capítulo o distintos papeles en diferentes capítulos, a pesar de no ser egresados de ninguna academia especializada. Baste que sea amigo, curruña, pariente o arrejuntado a los mandamás de la cúpula, para garantizarse uno o varios cargos, todos bien remunerados y por tiempo definido según el grado y la fidelidad de acurrucamiento. Para ellos la seguridad del poder de su mandato está sustentado por una suerte de carrusel de mentiras producto del ocultamiento de las grandes verdades que a diario grita y exhibe el pueblo y que impide ser conocidos por los gobernantes y acólitos, pues, como el Hombre en la Hilandera les colocaron “una larga venda en la cara que no les permite ver nada”.

Han sido tantas las mentiras que ya ni ellos mismos se las creen por lo que unos están abandonando el barco, otros identificando a los mentirosos o reconociendo sus errores y, los menos, mintiéndose a sí mismos inventan nuevos fracasos. Por supuesto, el resultado no puede ser otro que brindarle a la oposición “en bandeja de plata”, las condiciones para un cambio, radical y sin trauma, hacia un gobierno eficaz, eficiente y por sobre todo: democrático.

Llegó la hora en la que el Hombre (el pueblo como actores de reparto) le está diciendo a la Hilandera que le quite la larga venda que le puso en la cara, pues ya no puede ver nada y comienza en coro, a repetir: “Hilandera, que bien se ve todo el mundo por el cristal de las lágrimas”. Lágrimas de alegría por la confianza y el optimismo de un mejor vivir para todos.

Pero…., porque en política todo siempre tiene un pero, también sabemos que del lado de la oposición hay actores con mucha experiencia en las tablas, que repiten y repiten las mismas actuaciones en la obra y pretenden mantenerse enchufados. Y no sólo eso, sino que con el cambio de algunas frases en la misma obra, consideran que la de ellos y ellos, son los que deben ir al concurso. Todavía no se han quitado la venda de sus caras y se olvidan o no pueden ver a un pueblo que está exigiendo, a gritos, un solo drama con los mejores actores, de los muy buenos que existen en el país, jóvenes, adultos, egresados o con mucha experiencia, quienes sean escogidos por la elección del propio pueblo, el cual, a la larga, será el que juzgará las actuaciones individuales.

Con mucha cordura, sensatez y sentimiento de patria llegó la hora de preparar la mesa, porque la masa lo está esperando. Ya se está asomando el 17 de mayo como fecha para la escogencia de los actores, quienes, si Dios quiere, para el próximo mes de diciembre irán a competir para el cargo de Actores Principales en la gran ASAMBLEA.

Daniel Chalbaud Lange

vonlange1939@gmail.com

@danielchalbaudl

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