A la memoria del
Hugo Rafael y la de Nicolás.
                                                                                              
La realidad del presidente  Chávez, su realidad,  en nada era la realidad existente, externa a
él.   Ni siquiera se parecía  en algo 
a la que en su cabeza guardaba con celo, es un decir, pero quise decir,
en  todo él.  La versión sobre su nacimiento e infancia,
constituye  una magnifica fuente para la
literatura y él mismo como narrador  se
recreó en ella.  
Sus proezas, como la de
subirse a una mata de naranjas y hallar en ella patillas, mangos o haber
cruzado el Arauca, a nado limpio, 
desnudo, con su brazo derecho levantado, como un periscopio, pero
cargando  con  su mano su equipo completo,  escafandra, capotera, botas, pistola, fusil,
proyectiles del FAL, bayoneta calada, cacerinas …y así al llegar a la otra
orilla,  la eficiente  y gloriosa fuerza armada colombiana, lo hizo
preso. 
Ah! Pero dios es grande como el Amazonas,  quiero decir mayor. El teniente que lo
esperaba era joven,  buen muchacho.  Hablaron de la libertad, de Bolívar, coincidieron,
el imperialismo, convencidos  se fueron
al único bar de putas que había en el Arauca y en lugar de hacer lo que todos
hacen en esos espacios de Dionisio, hicieron 
su catequesis  revolucionaria y
fue de tal magnitud la intensidad y cualidad del catecismo  que las chicas se  unieron a la causa libertaria y con tanta
reflexión y devoción que algunas, ya en desuso, andan por ahí predicando que la
prostitución es culpa del imperialismo. 
Creyó, firmemente,  que  se
debe a su obra la resurrección  de la OPEP
y que el precio del crudo alcanzara 
astronómica cifra de 100 dólares barril, en ello veía una de sus mejores
batallas, si no su ópera  magna, quizá  estaba empatada con el ALBA. Mercosur,
CARICOM.  
Creyó, totalmente, que no
habría jamás niños en la calle, creyó que era un buen cantante,  que tenia más capacidad que Florentino para
la improvisación y que él mismo, sin invocar a dios, santos ni ángeles,  había derrotado al diablo, o al menos, puesto
de rodillas.  
Creyó que era el líder del
mundo, heredero superador de Cristo y de Bolívar.  
Y creyó que era bueno, totalmente pío, y si
hubiese algo malo en sus obras,  como
haber impuesto el terrorismo de estado, 
siempre creyó que era una guerra santa, una cruzada como la mas eficaz
forma de gobierno democrático, patagónico y participativo, fortaleció e impulsó
el odio como el amor que une a los pobres contra los ricos pero, y, a
éstos,  los colmó de miedos y temores
para que no confiasen nunca más en el vecino y 
perdieran la fe en sí mismos…  y
muchas mas cosas creyó que eran suyas. Que todo era suyo.  
El creía qué el Teresa Carreño era su
pesebre,  creyó que había  hallado el camino para alcanzar la felicidad
y creyó, de verdad verdad, que su gobierno era el mejor del mundo porque había
creado al pueblo más feliz del mundo… 
Creyó que el Maestro Abreu era su Simón
Rodríguez  y Wagner  a la vez.
En algunos momentos de duda,  quizá dos o tres, consultó a un psiquiatra,
grande entre los grandes,  rector de la
UCV,  Chirinos, Edmundo  si 
bien acierto, en quien vio sabiduría, bondades, virtudes, un
Maisanta   de la psiquiatría e inagotable
fuente de sabiduría y  éste le reafirmó
su convicción que  nada mejor que su
salud, que eran verdad sus  sueños.  
Edmundo había leído repetidas veces a
Calderón, pero su labor de psiquiatra le permitía demostrar   que la soledad y los sueños son la mejor
obra que solo dios ha hecho  y que él
estaba  destinado a superar esas cosas
mas allá del Génesis.   
Creyó que sus
mentiras eran verdad, que  el lenguaje
coprolálico, la injuria, la difamación, etc. eran una bendición para el pueblo
que lo conduciría  a llegar a la verdad
absoluta y a mantener la esperanza y que se salvarían  y eternamente vivirían  en este 
suelo. 
Juzgaba como el rey Salomón y acertaba con el rey David.  Donde ponía el ojo llegaba la justicia y  reinaba la paz. La juez Alfiuni, Simonovis,
Baduel … son su mejor ejemplo de amor, de redención,  de infalibilidad.
Su deidad, su justicia, su amor,  sabiduría, conocimientos, y demás  de sus miles de virtudes, tuvieron un coro
que lo aplaudía con entusiasmo. Algunos apóstoles, Rodríguez, Ramírez, Izturiz
y post morten Interfaces. 
Jamás nadie como Usted, le decían. Y siguen, hasta
llegar a ser el comandante eterno, el líder supremo, y todos los demás
adjetivos con los cuales  se distingue a
Dios.  
Su última  decisión fue la más trascendental que tomó,
dejar a Nicolás   para que fuera  el presidente y terminara su obra.    
Creyó que con ello crecerá la historia de
Maduro, tal como dijo Choquehuanca a Bolívar, “Con los siglos crecerá vuestra
gloria como crece la sombra cuando el sol declina" solo que será mucho
mayor, mas grande esa sombra, porque Maduro es grandote.  Pues si.   
Yo no entendí nunca eso  de que
Cristo dijese a Pedro, tú  eres piedra y
sobre esa piedra edificare  mi
iglesia.  Y me es tanto más difícil
porque  Cristo sabía que Pedro, estos
pedros, señor, antes de que cantase el gallo le negaría tres veces.  Es como poco coherente, pero, Dios es sabio,
le buscó a Pablo para que se encargase de ese complejo asunto y a Pedro lo
mantiene en la puerta  del cielo, como
amo de llaves, con lo cual pienso, evitará que lo traicione una vez mas y,
obvio,  quien idolatre a Pedro, tendrá
abierta la puerta del paraíso, la felicidad total, con Pedro y cerquita de
dios. 
Lo de Maduro sí lo entiendo, después de muy
cuidadosas consultas, a mi psicoterapeuta, a científicos, filósofos, políticos
del PSUV,  de la MUD, no alcancé  a los del MID, ni a Judas me contaron que
estaba asesorando a los terroristas de Hamas, pero sí  consulté a practicantes del  vudú, algún 
adventista del  Séptimo Día,  y otras consulta hice  con la lecturas de Atalaya y Despertad.  
Ya lo tengo, me dije.  Es la voluntad de Jehová, nada se hace sin su
voluntad y eso que esta pasando, sin que lo evaluemos  es  el advenimiento
del final, el Apocalipsis  está  al llegar. Y 
así fui rellenando mi ignorancia. Maduro vino para exterminar las cosas
mal hechas de Hugo Rafael y eso se lo ordenó hacer como su misión.  Y en eso anda Maduro, superando las cosas
malas que Hugo le dejó. 
En efecto. 
Si maduro extermina lo malo que dejó Chávez acabará con la  corrupción, el autoritarismo, devolverá la
autonomía  a los poderes,   la defensoría del pueblo se ocupará  de problemas graves y  se solidarizará  con el que sufre injusticias,
persecuciones,  la señora fiscal tendrá
la verdad como argumento de sus acusaciones, 
la AN controlará,  como función
moral, al ejecutivo y legislará con ética, los medios de comunicación
asaltados, chantajeados,  se devolverán a
sus  legales y legítimos dueños,  se acabarán las expropiaciones y devolverán
sus bienes a sus  legales
propietarios.  Los colectivos se
convertirán en carmelitas, los PRAM se harán franciscanos, la adoración a Fidel
dará paso  a la libertad de cultos, la
centralización hegemónica y el autoritarismo a la descentralización
democrática, las cadenas de Radio y TV desaparecerán, en fin y  bueno: se acatará  la Constitución. 
Pero… quien sabe.  En lugar de 
exterminar lo malo, perfecciona lo bueno de la maldad. Quiero decir, la
eficacia y eficiencia de la maldad.  Las
amenazas no cesan como tampoco los errores semánticos y gramaticales de su
habla y el fundamentalismo se multiplica. La corrupción se hace negocio del
régimen. La ley se transforma en  eficaz
medio que llena las ausencias de papel sanitario.  El terrorismo de estado se incrementa y
se  diseñen programas no solo para evitar
comprar lo que no hay, sino para el control social e individual. La lista
Tascón se hace un juego de niños, como arrullos de paz.
En lugar del a cada quien según sus
capacidades y necesidad, se trueca  a
cada quien según sus habilidades para ejercer el poder y la fidelidad al
presidente, comandante en jefe de las 
FANB, de los Colectivos del  PSUV…
La soberanía nacional y esas cosas que llaman la patria con grotesca
petulancia, desapareció, y ahora no solo somos más dependientes de la renta
petrolera y sus reglas, sino que estamos entregados a China y a la impertérrita
barba de Fidel.
Pero, ah! El show no se termina.  Pan y circo, repetían los romanos. Séneca se
encargaba de manipular a Nerón. Lejos está Maduro de Nerón,  este tocaba la lira y hacía poemas. Cuando se
caldeaban las cosas, se iba a Grecia a participar en los juegos dionisiacos.  Probablemente sea cierto que incendió  a Roma, para vivir el placer  del fuego que conforman las llamas del juego
según la intensidad de los vientos y la combustión de sus fuentes.  Maduro, en cambio establece la miseria como
la paz y quizá sea porque José Vicente está muy lejos de Seneca y es un crimen
de lesa cultura y ética que alguna vez se 
tratara de identificar con Ciceron. Es un decir.
Pero, la realidad está ahí.  Todas las fuerzas armadas chavistas exhiben
sus triunfos bélicos con lo decomisos de mercancías que, por los caminos
verdes, se van a Colombia.  En boca de
Francisco Javier Arias Cárdenas,  hoy
coronel, alrededor del 40% de la comida venezolana se va para saciar el hambre
de los bienaventurados colombianos. 
Nuestros buenos  hermanos y jamás
bien ponderados mejores vecinos.  Mas del
30%, según las proclamas de Maduro aplaudiendo los éxitos del Padrino
General.   Ufanos dicen que decomisaron
unas  poquitas toneladas de alimentos,
pero son tan poquitas, que si usted utiliza una sencilla regla de tres muy
simple, verá qué   vergüenza pesa sobre
nosotros.  El hambre impera! Complete, si
se decomisan 4 TM de carne y eso es el 30% de la carne que producimos
importada,  si 4 es el 30% cuanto  es el 100%?. 
Saque, pues, la cuenta. Cuanta pobreza. Cuanta  escasez. Cuanto show en ese “artilugio” de la
manipulación. 
Ahora vendrán las capta huellas en los
comercios, supermercados,  me imagino que
se instalarán también en las casas de citas, moteles, hoteles y como en Cuba,
las niñas pagarán sus impuestos por sus travesuras en batallas de amor  y las aventuras de turistas que vendrán, como
en Cuba, a satisfacer sus juegos libidinosos al estilo de Sodoma y Gomorra,
solo que allá eran innecesarias las capta huellas, las huellas se guardaban en
la memoria de vinos y en  cuentos de
doncellas. 
Siempre quise saber y aún carezco de
respuesta alguna, cómo llegan los pueblos a estos  modos de existir sin ser. Siempre quise saber
cómo una dama noble,  buena, bella puede
adorar a un gánster, refugiarse en él, creer en él, dar la vida por él. No
tengo respuestas, porque Venezuela  se me
parece a esa dama, bella aun, buena aun. Sus nalgas soberbias  por 
inhiestas como la Cordillera de Los Andes, sus bustos arrogantes  sin lujuria como Las Tetas de María
Guevara,  su vientre como La Sabana de
Simón Díaz, su grandeza de alma como la inmensidad del Orinoco y los acordes
mágicos del Salto El Ángel…
                                                                                              
Americo
Dario Gollo Chávez
americod@gmail.com
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