La
lucha permanente de Claudio Fermín por acceder al poder, fue un camino
permanentemente lleno de obstáculos. Contrario a los designios de la cúpula dirigente,
siempre contó con el apoyo popular de las bases de su partido, lo cual le valió
para ser candidato presidencial de AD, a pesar de no formar parte de la cúpula
dirigente.
http://youtu.be/ksnTzGVdEz4?list=PLdoqKTXk_Tc2cOClGa0OhXqUP94xh_Ik2
Sociopolíticamente hablando podríamos
señalar, que la llamada generación del 28 cumplió asertivamente con el rol
político asignado por la historia, entre las décadas del cuarenta y cincuenta.
Tiempo de la fundación de los partidos de primera generación, nacimiento e
interrupción del proceso de instauración de la Democracia en Venezuela,
interrumpido por la dictadura cuya vigencia se mantuvo por dos lustros.
Precisamente, tal circunstancia incidió claramente en la interrupción del
proceso de relevo natural de las generaciones políticas siguientes, postergando
los relevos adosados a la dinámica de los tiempos políticos. Rómulo Betancourt,
Raúl Leoni y Rafael Caldera, ocuparon la Presidencia de la República en el
lapso de tres períodos, en la primera etapa de la era democrática. otros
líderes de esa generación como Jóvito Villalba, Luis Beltrán Prieto, Gonzalo
Barrios, Arturo Uslar Pietri, Lorenzo Fernández, Pompeyo Márquez, Gustavo
Machado y muchos más, aunque no fueron Presidentes, si participaron en cambio
en distintas instancias de poder durante la misma época.
La generación de relevo del liderazgo antes
mencionado, se forjó en la fragua de la lucha clandestina contra la dictadura
de Pérez Jiménez y una buena parte de sus integrantes, prolongaron esta
dinámica durante los dos primeros lustros de la década de los sesenta. Por las mismas
razones antes expuestas, figuras como las de Teodoro Petkoff, Carlos Andrés
Pérez, Américo Martín, Luis Herrera Campins, Abdón Vivas Terán, Eduardo
Fernández, Oswaldo Álvarez Paz, Jesús Paz Galarraga y toda la camada política
formada en las luchas universitarias de los sesenta, inició el verdadero
protagonismo hacia las décadas de los setenta y ochenta.
El personaje de nuestra crónica de hoy en el
Museo Electoral de konzapata.com, es Claudio Eloy Fermín Maldonado. Dirigente
político de oficio y sociólogo de profesión, nacido por circunstancias de la
vida en el llanero estado Barinas, en marzo del año 1950. Claudio Fermín, como
se le conoce en la vida pública, al igual que muchos políticos de su
generación, se inició a temprana edad en la militancia político partidista, en
este caso, en Acción Democrática. Pagó el noviciado militante a partir del
liceo, escenario de formación política para quienes comenzaron la militancia
tanto en AD como el PCV, URD, COPEI o el MIR de la época. Es la generación que
accede el derecho al voto por primera vez el año 1968, período marcado por la
turbulencia política originada de acontecimientos determinantes en los cambios
políticos de la época. Algunos de estos
eventos fueron: la tercera división de AD, de la cual se derivan la candidatura
presidencial del maestro Prieto Figueroa y la fundación del MEP; la pérdida del
poder de AD como consecuencia de lo anterior; el triunfo de Caldera y Copei,
hito determinante en el traspaso del poder a otro partido de distinto signo
político y la culminación de la lucha armada, cuando la guerrilla bajo la
consigna de la paz democrática, decide acogerse a la llamada política de
pacificación.
Claudio Fermín fungió como líder de las
nuevas promociones, relacionado con la base del partido en Chacao y el estado
Miranda. Al lado de Carlos Andrés Pérez como Secretario General y Luis Piñerúa,
en su condición de Secretario de Organización de AD, formó parte de los jóvenes
cuadros dirigentes cuyo aporte contribuyó a la recuperación de ese partido, a inicios
de la década de los setenta. Desde la División de Activismo Político, inicia un
periplo por la estructura organizativa que le permitió de manera temprana a
establecer lazos con la dirigencia de base a nivel nacional. Desde la posición
encomendada, promovió la formación política en la estructura dirigente de
municipios y parroquias, en la fase preparatoria de la que sería luego una de
las campañas electorales más exitosas vistas en Venezuela, la de Carlos Andrés
Pérez para las elecciones presidenciales de 1973. Es la oportunidad para
demostrar la capacidad de trabajo en los temas organizativos y de formación, a
través de los cuales adquiere la notoriedad que le serviría de base para
alcanzar posiciones de mayor importancia en el seno de la organización. Una vez
recuperado el poder por CAP y AD, Fermín pasó a formar parte del aparato
gubernamental, incorporándose a colaborar aportando la experiencia profesional
en Fundacomún. Desde la agencia gubernamental dirigida por Sonia Pérez, hija de
CAP y colega de profesión de Fermín en el área de la sociología.
La experiencia de gobierno le fue de utilidad
para ampliar el conocimiento sobre los problemas del país, desde una
perspectiva mucho más amplia de la exclusivamente partidista. El gen de
servidor público se alimentó en Fermín con el conocimiento a fondo de los temas
que luego serían su objeto de estudio y manejo apropiado en el aporte de
soluciones a los mismos. Centenas de comunidades le ven transitar de manera
activa, implantando el famoso Decreto 332, cuto objetivo principal consistió en
el estudio y evaluación integral de los barrios más desasistidos del país, con
la finalidad de lograr la implantación del proceso de reordenamiento de estos
espacios geográficos y asentamientos humanos.
La campaña electoral para las elecciones de
1978, en las cuales compiten fundamentalmente Luis Piñerúa y Luis Herrera
Campins, traen a Claudio Fermín de nuevo a la tarea política. La experiencia
obtenida en ambos campos, el partidista y el gubernamental, es ahora volcada en
la orientación a transmitir a la militancia y cuadros dirigentes de todo el
país. Claudio se convierte en uno de las factores de mayor capacidad de
convocatoria, contribuyendo con ello a la exigente tarea de intentar retener el
poder por la vía electoral. El objetivo del triunfo le es esquivo al candidato
y AD pasa de nuevo a ser el principal partido de la oposición. Claudio continúa
su tránsito por la estructura de base de AD ampliando las relaciones con el
liderazgo a esos niveles. El trabajo por la recuperación del poder no se
detiene. Las contradicciones de la lucha interna no le son ajenas y alineado
como muchos otros en el apoyo a la candidatura de David Morales Bello, quien
compitió con Jaime Lusinchi por la posición para las elecciones de 1983, pasa
junto a otros compañeros por el tráfago de la derrota interna.
Jaime Lusinchi es el triunfador en 1983 y el
nuevo Presidente de la República. En el contexto de esa campaña, Claudio es
postulado como candidato a diputado por el estado Cojedes. Es la primera
campaña electoral realizada para intentar alcanzar, en el contexto general, la
primera posición política por el voto popular. Una maniobra interna dirigida a
impedir su triunfo en esta instancia, se convierte en obstáculo para lograr la
curul en el Congreso Nacional. Sin arredrarse, mantiene su ritmo de trabajo
característico y meses después es llamado por el propio Jaime Lusinchi para
pedirle que ocupe el Viceministerio de la Juventud. Al lado de la Dra. Milena
Sardi de Selle, profesional de la medicina y compañera de estudios de Lusinchi,
condición por la cual es designada en el cargo, Fermín desarrolla una intensa
actividad que a la postre se hace inconveniente a los ojos de quienes dirigen
el Ministerio. El choque de visiones distintas relacionadas con los intereses
particulares y los del partido, lo llevan a abandonar esta posición de gobierno
para incorporarse nuevamente a la lucha partidista. El año 1985 se plantea la
renovación de las autoridades del partido y Claudio Fermín, animado por líderes
locales de la seccional Caracas, se lanza a la conquista de la Secretaría
General de AD en la capital. El peso del aparato del gobierno se hace sentir,
impidiéndole la posibilidad de acceder al cargo aspirado. No obstante, mantiene
el vínculo con los sectores populares de la ciudad y cuatro años después, logra
conquistar la ciudad desde otra perspectiva.
El año 1988 se produce el retorno a la
contienda presidencial de Carlos Andrés Pérez. Acción Democrática una vez más
se convierte en campo de batalla. Las tendencias internas se mueven con
fruición en la búsqueda del poder para los grupos en pugna. Claudio Fermín se
alineó en el apoyo a Pérez, aportando con el liderazgo ganado en Caracas, un
triunfo estimado en siete a tres a favor de la candidatura de CAP en esta
localidad. El mismo escenario que antes le fue desfavorable, lo premia con el
triunfo ante el escepticismo incluso del propio CAP. La campaña electoral
reafirma la condición de candidato victorioso de Pérez. Claudio Fermín asumió
en esa campaña la organización de una de las operaciones más novedosas hasta
ese momento. A instancias del candidato y el Comando Nacional de Campaña, se
creó la unidad denominada Fuerza Popular.
Desde esta novedosa plataforma de campaña,
Claudio Fermín pone a prueba la experiencia y conocimiento sobre el país
obtenida hasta entonces. El diseño de una estrategia, cuyo objeto fundamental
consistió en la búsqueda y fortalecimiento del grueso del electorado para la
candidatura y el partido en los barrios populares más densos del país, cumplió
el cometido para lo cual fue elaborada. Una de las principales actividades
contempladas en el plan de campaña de la Fuerza Popular, fue la denominada
operaciónDe Costa a Costa, mediante la cual, Fermín y sus huestes lograron
impactar a todas las poblaciones del país ubicadas en la zona costera de
Venezuela. Un recorrido iniciado en la zona de Paraguaipoa en el estado Zulia y
cuyo punto final fue la población de Guiria en el estado Sucre, lo llevó a
recorrer durante varios meses los estados Zulia, Falcón, Carabobo, Aragua,
Vargas, Miranda, Anzoátegui, Nueva Esparta y Sucre, consolidando de esta manera
la exitosa campaña nacional de CAP. Finalmente, Claudio Fermín formó parte de
las listas de candidatos de AD al Congreso Nacional, en esta ocasión por el
estado Aragua, resultando elegido como diputado principal por esta entidad.
La victoria de Pérez produjo una cadena de
cambios político no sólo en el seno del partido sino además, en el contexto
político nacional. Uno de los más importantes fue le reforma de las leyes que
abrieron las compuertas políticas para la creación de la figura del Alcalde a
nivel municipal y la elección por el voto popular de los gobernadores de
estado. En este sentido, una vez recuperado el poder por AD, Fermín retorna a
la actividad política caraqueña, pues, en esa ocasión se propuso conquistar la
Alcaldía de Caracas, objetivo que logró de manera amplia, convirtiéndose así en
el primer Alcalde de la ciudad elegido por el voto popular. Atrás quedaría la
función parlamentaria, puesto que ahora los temas urbanos y de gestión
municipal pasaron a ocupar el interés del nuevo burgomaestre. Desde la Alcaldía
de Caracas Claudio Fermín proyectó una fructífera actividad que lo colocó como
una de las figuras más prominentes de ese momento en el contexto político
nacional. El mandato es de apenas tres años, los cuales pasan “volando”. La
atención sobre los problemas de la capital se bifurca hacia la mirada obligada
a los acontecimientos políticos que impactan al país. En el siguiente video,
veremos una breve aparición de Claudio como Alcalde, en uno de los programas
humorísticos más importantes de la época:
Los sucesos que impactaron la marcha de la
gestión de CAP, lo hicieron también en el partido. De nuevo la lucha interna
por la renovación de las autoridades se hace presente. Aunque Claudio no
participa de manera directa en la dinámica partidista, dada las obligaciones en
la Alcaldía, sin embargo, se hace copartícipe del grupo que intenta cambiar la
orientación de la Dirección Nacional de la organización. Esta tendencia interna
es liderada a nivel nacional por Héctor Alonso López, quien aspira a conquistar
la Secretaría General de AD. Los acontecimientos exógenos a la organización,
tales como el llamadoCaracazo en febrero de 1989 , los intentos de
derrocamiento del gobierno encabezados por Hugo Chávez y Francisco Visconti en
febrero y noviembre de 1992, crearon el peor contexto político histórico vivido
en alguna ocasión por Acción Democrática. en diciembre de ese mismo año, se
llevan a cabo las primeras elecciones para renovar el mandato de gobernadores y
alcaldes. Claudio Fermín, compelido por las circunstancias y aunque tuvo la
decisión de no optar a la reelección, asumió nuevamente la candidatura para las
elecciones de Alcalde de Caracas, de la que salió derrotado por el causaerrista
Aristóbulo Istúriz.
El país y la política siguen su marcha
impertérrita. Para el año 1993 está planteado la realización en diciembre de
nuevas elecciones presidenciales. El país es un hervidero político. Fuerzas
disímiles entre sí se alinean de manera consistente para lograr la salida de
Carlos Andrés Pérez de la Presidencia de la república. Tal objetivo es logrado
por la vía del establecimiento de un juicio político que incluye la
participación de las instancias parlamentaria, judicial y partidos políticos,
sin dejar de contar poderes fácticos actuantes tras bambalinas y que se
configuraron de manera definitiva para poner fin de manera adelantada al
mandato de CAP. La destitución se produce en mayo de ese año y con ésta el
juicio a CAP. En el marco de tales acontecimientos también se abre otro juicio
en contra del ex presidente Jaime Lusinchi. A esta circunstancia se suma la
participación de la dirección política de AD, instancia que avala con sus votos
en el Congreso todo el proceso.
En este marco de referencia, AD convoca a un
proceso interno de elección del candidato presidencial para las elecciones de
diciembre de ese año. Carmelo Lauría, Paulina Gamus, Carlos Canache Mata y
Claudio Fermín conforman el cuadro de competidores en la lucha interna. Canache
se retira a tiempo al no lograr los apoyos necesarios. Al realizar las
elecciones con el concurso de la base de AD, Claudio Fermín se impone con
facilidad, obteniendo el apoyo mayoritario y contundente de la organización,
para convertirse de esa manera en el octavo candidato del partido para unas
elecciones presidenciales en Venezuela. La candidatura de Claudio tuvo la
particularidad de haber sido lograda desde la posición de militante de base,
pues, para el momento no formaba parte de la estructura directiva del partido,
conocida como el poderoso Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de AD, como si fue el
caso de los anteriores candidatos.
La campaña de Claudio Fermín para la
presidencia estuvo llena de obstáculos de diversa índole, basta reiterar “la
ristra” de acontecimientos anteriormente señalados, para firmar que la de
Fermín, fue sin duda alguna la candidatura de AD con el marco de mayor
conflictividad política de su historia. Probablemente no sea posible encontrar
una situación que le sea comparable, desde el punto de vista histórico, dada
las características de los diversos conflictos que operaron de manera
determinante en su contra. La figura de Claudio quedó sembrada en el ánimo
popular como uno de los líderes de mayor identificación con el electorado a
nivel nacional. En el siguiente video, algunos testimonio de esa campaña:
Luego de una ausencia del país por razones
familiares y profesionales, Claudio retorna a la lucha política en Venezuela.
En esta ocasión lo hace en el marco de una nueva posibilidad de renovar las
autoridades del partido a todos sus niveles. El ambiente ya no le es favorable
a quienes dirigen la organización, es el momento en el cual con la finalidad de
evitar la competencia leal, el equipo político al frente del cual se encuentra
aún Luis Alfaro Ucero, decide ejecutar la expulsión masiva de militante y
dirigentes de la organización. Una razzia encabezada por Héctor Alonso
López, quien esto escribe, junto a más
de diecisiete mil militantes y cuadros dirigentes de base, son extrañados de la
organización sin fórmula de juicio. Es la manera como queda liquidada cualquier
posibilidad de renovación de los cuadros de AD, creando así la mayor crisis
interna vivida por esa organización en ese momento.
Claudio Fermín intenta recomponer la
situación mediante la búsqueda de algunos acuerdos internos, las gestiones son
ignoradas por quienes ven en su figura una nueva aspiración a la candidatura.
El planteamiento de la posibilidad de optar por la Secretaría General de AD, le
crea mayor resistencia en la cúpula partidista. Finalmente termina siendo
excluido del partido, si no de manera expresa, si se hizo impidiéndole la participación
en el proceso de toma de decisiones, tal como le correspondía en su condición
de ex candidato presidencial, lo cual le otorgaba la cualidad de miembro nato
de la dirección política. Una vez fuera de la organización, en alianza con
diversos sectores políticos y una buena cantidad de ex compañeros de
militancia, se dispone a presentar por segunda ocasión su nombre para competir
por la Presidencia de la República. Luis Emilio Rondón, Gabriel Peña Navas,
Cristóbal Hernández, Raúl Parra, Jesús Rodríguez, quien eso escribe y una larga
lista de ex compañeros y amigos de Claudio venidos de diferentes sectores del
país, conforman alrededor del partido RENOVACIÓN, la nueva plataforma de apoyo
a la candidatura para las elecciones de 1998. De esa campaña presentamos el
siguiente video, en el cual Hugo Chávez intenta confrontar de tú a tú con
Claudio Fermín:
Estamos frente a los últimos estertores no
sólo del gobierno de Caldera sino además, de la influencia de las viejas
estructuras políticas que rigieron la vida del país en los últimos cuarenta
años. Las candidaturas de Irene Sáez y Hugo Chávez, terminan por copar el
ambiente político electoral de ese momento. Al final del proceso la situación
da un vuelco. Las direcciones de los partidos AD y COPEI, encabezadas por Luis
Alfaro y Donald Ramírez respectivamente, ante la inminencia de la pérdida
definitiva del poder, ejecutan una maniobra política e imponen el adelanto de
las elecciones de gobernadores y parlamento nacional. Ante las circunstancias
evidentemente irregulares, propiciadas por la élite dirigente, Claudio Fermín
decide retirar su postulación como candidato, dado el enrarecido ambiente
político. En los días previos a la realización de las elecciones, se suceden
una serie de acontecimientos que dan al traste con la realidad política del
momento. COPEI le retira el apoyo a Irene Sáez, AD hace lo propio con su
candidato Luis Alfaro.
Ambos partidos deciden entonces volcar su
apoyo a la candidatura independiente de Enrique Salas Romer y al final, sólo
quedan compitiendo éste y Hugo Chávez. El triunfo es para Chávez con una
votación mayoritaria, cercana al 56% de los votos. Es el final de un esquema
gobernante agotado, el cual es superado por las circunstancias venidas del
sentimiento de cambio que inunda el país. Hugo Chávez ejecuta la primera y más
contundente maniobra política que busca consolidarlo en el poder recientemente
obtenido. Convoca a la realización de la Asamblea Nacional Constituyente. La
figura de Claudio Fermín emerge del estado de confusión que impera en el país.
La impronta de Chávez se impone de manera protuberante en el respaldo popular.
A pesar del control y la influencia ejercida por Chávez para controlar de
manera totalitaria la composición de la Asamblea Constituyente, Claudio se
postula para integrar esta instancia política y parlamentaria, logrando la
elección como miembro nacional, con una votación que lo coloca como el más
votado de quienes optaron por este sistema. Una vez más, le toca participar de
un ambiente totalmente contrario, lo cual no lo arredra y se destaca como uno
de los proponentes de temas claves para la elaboración de la nueva Constitución
Nacional.
Hugo Chávez logra el objetivo de reformar la
Constitución y con ello apoyo para convocar a un nuevo proceso de relegitimación
de autoridades. En unas elecciones sobrevenidas, convoca para el nuevo evento
el año 2000. En el marco de estas elecciones, diversos sectores de la vida
nacional, opuestos a la idea hegemónica del poder de Chávez, resuelven
organizar un consenso para impedir que al menos el parlamento no quedara
totalmente controlado por el nuevo régimen. En ese sentido, luego de una serie
de consultas y negociaciones, deciden ofrecerle a Claudio que los represente
como candidato presidencial. Después de pensarlo mucho y consciente de la
imposibilidad de derrotar al nuevo régimen, Claudio acepta conducir esta lucha
para lo cual se sacrifica en aras del objetivo antes propuesto.
Lamentablemente, la confusión y falta de sindéresis se impone nuevamente. Una
circunstancia absolutamente fortuita, se produce en el ínterin. Los antiguos
socios de Chávez en el golpe militar de 1992, Francisco Arias Cárdenas, Jesús
Urdaneta Hernández y Yoel Acosta Chirinos, deciden presentar la candidatura de
Arias para competirle la presidencia a Chávez.
En una maniobra mucho más sorpresiva, la mayoría de los factores que antes le
propusieron a Fermín la representación simbólica de la candidatura, cambiaron
su opinión y se fueron a brindarle apoyo al teniente coronel Arias Cárdenas.
Claudio mantuvo dignamente su opción y aunque consciente estuvo siempre del
simbolismo de la candidatura, decidió mantenerla como señal de confrontación y
rechazo al rostro militarista que en ese momento asomaba con fuerza en la
política.
Más adelante, Claudio Fermín presento su
nombre en varias ocasiones como opción electoral en las elecciones municipales.
Lo hizo primero para la Alcaldía Metropolitana de Caracas en las elecciones de
2004 y luego para la Alcaldía de Caracas, en las elecciones municipales de
2008. En ambas ocasiones no logró consolidar las aspiraciones en términos
electorales, sin embargo, ello no fue óbice para mantenerse activo en el
contexto político nacional. De ello queda constancia en varios videos
Actualmente la figura de Claudio Fermín se muestra
de manera discreta en el escenario político nacional. Incorporado a la docencia
universitaria, comparte la actividad académica con otras relacionadas con su
participación en programas de TV, fundamentalmente en algunas regiones del
interior país y realizando giras y encuentros con distintas comunidades de la
geografía nacional. Consecuente como ha sido a lo largo de su trayectoria
política, con el conocimiento no sólo de la geografía nacional sino además, de
los problemas del país en todos sus rincones, mantiene su conexión con la
comunidad actualizada, mediante el contacto directo en barrios y poblaciones de
todo el país.
Johan
Perozo
@johanperozo
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