domingo, 9 de marzo de 2014

MARIO VARGAS LLOSA, LA LIBERTAD EN LAS CALLES

Hace ya cuatro semanas que los estudiantes venezolanos comenzaron a protestar en las calles de las principales ciudades del país contra el gobierno de Nicolás Maduro y, pese a la dura represión –20 muertos y más de 300 heridos reconocidos hasta ahora por el régimen, y cerca de un millar de detenidos, entre ellos Leopoldo López, uno de los principales líderes de la oposición–, la movilización popular sigue en pie. 
Ha sembrado Venezuela de “trincheras de la libertad” en las que, además de universitarios y escolares, hay ahora obreros, amas de casa, empleados, profesionales, una ola popular que parece incluso haber desbordado a la Mesa de la Unidad Democrática, MUD, la organización sombrilla de todos los partidos y grupos políticos gracias a los cuales Venezuela no se ha convertido todavía en una segunda Cuba.
Pero que esas son las intenciones del sucesor del comandante Hugo Chávez es evidente. Todos los pasos que ha dado en el año que lleva en el poder que le legó su predecesor son inequívocos. El más notorio, la asfixia sistemática de la libertad de expresión. El único canal de televisión independiente que sobrevivía –Globovisión– fue sometido a un acoso tal por el gobierno que sus dueños debieron venderlo a empresarios adictos, que lo han alineado ahora con el chavismo. El control de las estaciones de radio es casi absoluto y las que todavía se atreven a decir la verdad sobre la catastrófica situación económica y social del país tienen los días contados. Lo mismo ocurre con la prensa independiente a la que el gobierno va eliminando poco a poco mediante el sistema de privarla de papel.
Sin embargo, aunque el pueblo venezolano ya casi no pueda ver, oír ni leer una información libre, vive en carne propia la descarnada y trágica situación a la que los desvaríos ideológicos del régimen –las nacionalizaciones, el intervencionismo sistemático en la vida económica, el hostigamiento a la empresa privada, la burocratización cancerosa– han llevado a Venezuela, y esta realidad no se oculta con demagogia. La inflación es la más alta de América Latina y la criminalidad una de las más altas del mundo. La carestía y el desabastecimiento han vaciado los anaqueles de los almacenes, y la imposición de precios oficiales para todos los productos básicos ha creado un mercado negro que multiplica la corrupción a extremos de vértigo. Solo la nomenclatura conserva altos niveles de vida, mientras la clase media se encoge cada día más y los sectores populares son golpeados de una manera inmisericorde que el régimen trata de paliar con medidas populistas –estatismo, colectivismo, repartos de dádivas y mucha, mucha propaganda acusando a la “derecha”, el “fascismo” y el “imperialismo norteamericano” del desbarajuste y caída en picada de los niveles de vida del pueblo venezolano.
El historiador mexicano Enrique Krauze recordaba hace algunos días el fantástico dispendio que ha hecho el régimen chavista en los 15 años que lleva en el poder de los 800.000 millones de dólares que ingresaron al país en este período gracias al petróleo (las reservas petroleras de Venezuela son las más grandes del mundo). Buena parte de ese irresponsable derroche ha servido para garantizar la supervivencia económica de Cuba y para subvencionar o sobornar a esos gobiernos que, como el nicaragüense del comandante Ortega, el argentino de la señora Kirchner o el boliviano de Evo Morales, se han apresurado en estos días a solidarizarse con Nicolás Maduro y a condenar la protesta de los estudiantes “fascistas” venezolanos.
La prostitución de las palabras, como lo señaló Orwell, es la primera proeza de todo gobierno de vocación totalitaria. Nicolás Maduro no es un hombre de ideas, como advierte de inmediato quien lo oye hablar; los lugares comunes embrollan sus discursos, que él pronuncia siempre rugiendo, como si el ruido pudiera suplir la falta de razones, y su palabra favorita parece ser “¡fascista!”, que endilga sin ton ni son a todos los que critican y se oponen al régimen que ha llevado a uno de los países potencialmente más ricos del mundo a la pavorosa situación en que se encuentra. ¿Sabe el señor Maduro lo que fascismo significa? ¿No se lo enseñaron en las escuelas cubanas donde recibió su formación política? Fascismo significa un régimen vertical y caudillista, que elimina toda forma de oposición y, mediante la violencia, anula o extermina las voces disidentes; un régimen invasor de todos los dominios de la vida de los ciudadanos, desde el económico hasta el cultural y, principalmente, claro está, el político; un régimen donde los pistoleros y matones aseguran mediante el terror la unanimidad del miedo y el silencio, y una frenética demagogia a través de los medios tratando de convencer al pueblo día y noche de que vive en el mejor de los mundos. Es decir, el fascismo es lo que va viviendo cada día más el infeliz pueblo venezolano, lo que representa el chavismo en su esencia, ese trasfondo ideológico en el que, como explicó tan bien Jean-François Revel, todos los totalitarismos –fascismo, leninismo, estalinismo, castrismo, maoísmo, chavismo– se funden y confunden.
Es contra esta trágica decadencia y la amenaza de un endurecimiento todavía peor del régimen –una segunda Cuba– que se han levantado los estudiantes venezolanos, arrastrando con ellos a sectores muy diversos de la sociedad. Su lucha es para impedir que la noche totalitaria caiga del todo sobre la tierra de Simón Bolívar y ya no haya vuelta atrás. Leo, esta mañana, un artículo de Joaquín Villalobos en El País (“Cómo enfrentarse al chavismo”), desaconsejando a la oposición venezolana la acción directa que ha emprendido y recomendándole que espere, más bien, que crezcan sus fuerzas para poder ganar las próximas elecciones. Sorprende la ingenuidad del ex guerrillero convertido (en buena hora) a la cultura democrática. ¿Quién garantiza que habrá futuras elecciones dignas de ese nombre en Venezuela? ¿Lo fueron las últimas, en las condiciones de desventaja absoluta para la oposición en que se dieron, con un poder electoral sometido al régimen, una prensa sofocada y un control obsceno de los recuentos por los testaferros del gobierno? Desde luego que la oposición pacífica es lo ideal, en democracia. Pero Venezuela ya no es un país democrático, está mucho más cerca de una dictadura como la cubana que de lo que son, hoy en día, países como México, Chile o Perú. La gran movilización popular que hoy vive Venezuela es, precisamente, para que, en el futuro, haya todavía elecciones de verdad en ese país y no sean esas rituales operaciones circenses como eran la antigua Unión Soviética o son todavía las de Cuba, donde los electores votan por candidatos únicos que ganan, oh sorpresa, siempre, con 99% de los votos.
Lo que es triste, aunque no sorprendente, es la soledad en que los valientes venezolanos que ocupan las “trincheras de la libertad” están luchando por salvar a su país, y a toda América Latina, de una nueva satrapía comunista, sin recibir el apoyo que merecen de los países democráticos o de esa inútil y apolillada OEA (Organización de Estados Americanos), en cuya carta principista, vaya vergüenza, figura velar por la legalidad y la libertad de los países que la integran. Naturalmente, qué otra cosa se puede esperar de gobiernos cuyos presidentes comparecieron, prácticamente todos, en La Habana, a celebrar la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Celac, y a rendir un homenaje a Fidel Castro, momia viviente y símbolo animado de la dictadura más longeva de la historia de América Latina.
Sin embargo, este lamentable espectáculo no debe desmoralizarnos a quienes creemos que, pese a tantos indicios en contrario, la cultura de la libertad ha echado raíces en el continente latinoamericano y no volverá a ser erradicada en el futuro inmediato, como tantas veces en el pasado. Los pueblos en nuestros países suelen ser mejores que sus gobiernos. 
Ahí están para demostrarlo los venezolanos, como los ucranios ayer, jugándose la vida en nombre de todos nosotros, para impedir que en la tierra de la que salieron los libertadores de América del Sur desaparezcan los últimos resquicios de libertad que todavía quedan. Tarde o temprano, triunfarán.
@vargas_llosa

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ISAAC VILLAMIZAR, EL ENGAÑO DEL COMUNISMO

“Un espectro se cierne sobre Europa: el espectro del comunismo”. Así comenzaban  Karl Marx y Friedrich Engels su “Manifiesto comunista” de 1848, un poderoso movimiento político que tomó auge a finales de del siglo XIX y comienzos del XX.  En el entorno de estos autores, el comunismo era un movimiento marginal asociado a unas cuantas revueltas fracasadas y algunas obras difíciles y crípticas de la filosofía alemana. Sin embargo, un siglo después, dominaba medio planeta.  Los comunistas aseguraban que el capitalismo creaba mucha riqueza, pero la clase media, llamada burguesía, quería mantener su posición de poder en la sociedad en lugar de compartir dicha riqueza con los trabajadores, llamados el proletariado.

¿Cuál era la solución propuesta por Marx y Engels? Su doctrina básica se sustentaba en la supresión total de la propiedad privada de los medios de producción para llegar a una sociedad sin clases. Para el comunismo, la auténtica democracia consiste en que el pueblo gobierne realmente también sobre el control de esos medios de producción. De allí que muchos países comunistas (que no eran democráticos en el sentido contemporáneo del término) se llamasen a sí mismos “democracias populares”. Para Marx y Engels, como la burguesía jamás cedería su poder de forma voluntaria, era necesario realizar una revolución violenta, para instaurar lo que denominaban “la dictadura del proletariado.” Los comunistas no sólo mostraban su hostilidad hacia el capitalismo, sino también hacia el imperialismo y la religión, a la que Marx calificaba como “opio para el pueblo”
Es importante adentrarse en las características de esta doctrina, en sus argumentos falaces y en las causas de su total fracaso. Así los venezolanos podemos comprender aún más el por qué de esta lucha, para no dejarnos imponer semejante barbaridad ideológica. Hay una gran diferencia entre lo que el comunismo predica y lo que hace cuando llega al poder. La diferencia es tan enorme que uno puede pensar que nunca salvarán la brecha entre la teoría y la práctica.  Cuando Marx y Engels trataron de impulsar la revolución del proletariado, o cuando Lenin posteriormente lideró una rebelión real, el ideal por el que luchaban parecía noble a sus seguidores. El proletariado eran los desposeídos de la historia. Habían hecho todo o casi todo el trabajo en la sociedad y habían recibido muy poco de sus beneficios. El comunismo partía de una afirmación perfectamente razonable: vosotros sois la gran mayoría de la sociedad. A partir de ahora controlaréis el poder económico del Estado y por tanto recibiréis los beneficios económicos que genera.  Durante un tiempo poseeréis incluso un poder absoluto, tiránico, pero ese poder será utilizado en realidad en beneficio de todos. Al final, esperamos, el Estado se marchitará  y todos gobernaréis, en una especie de utopía, en beneficio de todos. Y este paraíso durará para siempre.
Sin embargo, ¿cómo funcionó en la práctica el comunismo? Stalin lo dejó evidente en Rusia, el primer país comunista. Los kulaks, campesinos independientes, querían continuar  siendo propietarios de sus tierras y vender lo que producían con su trabajo en un mercado libre. “Esto no es comunismo –dijo Stalin-. El proletariado, actuando como clase, debe ser propietario de todos los medios de producción, vuestras tierras incluidas. Aun así, el cambio os beneficiará; por supuesto ¡no dejamos a nadie fuera del paraíso de los trabajadores!”  Durante un tiempo dejaron a los kulaks con su trabajo independiente, pero al final, la “mayoría” decidió que debían “desaparecer como clase”. El exterminio comenzó a finales de 1929. Al cabo de cinco años, la mayoría de los kulaks, junto con millones de campesinos que también se opusieron a la colectivización de las tierras de cultivo, habían sido asesinados o deportados a regiones remotas como Siberia. Nunca se supo cuántos en realidad murieron en este proceso, pero según las estimaciones más precisas, se calcula que perdieron la vida unos veinte millones de personas. Ello sin incluir a los muchos millones más que murieron de hambre durante los años siguientes, después que la colectivización destrozara la agricultura rusa.
Ninguna mayoría, no importa lo grande que sea, tiene derecho a matar a los que no están de acuerdo con ella, no importa los pocos que sean. Este es un principio básico de la democracia. Si en verdad Lenin y Stalin hubieran contado con la mayoría, le decisión de colectivizar la agricultura, si se hubiera llevado a cabo de una forma más humana, pudiera haber llegado a ser considerada aceptable, a pesar de algunas injusticias para algunos ciudadanos. Pero la mayoría nunca fue mayoría en la Unión Soviética. La “mayoría” era en realidad una minoría muy pequeña, en ocasiones formada sólo por el propio Stalin.
En teoría, el comunismo debía convertirse en la dictadura del proletariado, que debía ser temporal y evolucionar inevitablemente hacia un no gobierno –hacia una especie de anarquía utópica- de todos y para todos. Pero en la práctica el comunismo siempre ha sido, en todos los países en los que ha existido (es decir, en todo país que se ha definido a sí mismo como comunista, o en donde pretenda implantarse, como actualmente ocurre en Venezuela) la tiranía  brutal de una pequeña minoría sobre la enorme mayoría de sus ciudadanos o súbditos. El pueblo jamás ha reinado en ningún Estado comunista. Además, en la realidad, nunca ha existido razón alguna para que un gobierno comunista deba abandonar jamás su posición de poder absoluto y tiranía, a menos que se produzca una revolución en su contra. En las tiranías comunistas del siglo XX, en principio, la revolución pareció siempre casi imposible, pues la minoría dirigente ejercía el control total, no sólo sobre la economía, sino también sobre la policía y el ejército. La gente no podría jamás levantarse y gobernar por sí mismos en esas circunstancias.
Pero el momento llegó y la gente lo logró, en Alemania Oriental, en Hungría, en Checoslovaquia, en Rumania. En China trataron de rebelarse y aunque el comunismo subsiste como partido, es evidente que se han revestido del capitalismo para potenciar su poder económico. Sucedió también en varias partes de la Unión Soviética cuando en 1989 empezó la lucha por la independencia. Y nada pudo detener esa reacción en todos esos países. La poderosa maquinaria del Estado, con todos sus policías y soldados, con toda su represión, con todos sus censores y terroríficas leyes, jueces e instituciones secuestradas, demostró tener los pies de barro.  Cuando el sol empezó a brillar en los ojos, en la mente y en el corazón de los oprimidos, la nieve que rodeaba a los tiranos los hizo aguas, y reveló que estaban desnudos y solos.
Venezuela debe verse en estos espejos. El comunismo no es una forma viable, porque la mayoría, que sí somos tal, sabemos de estas atrocidades del comunismo, de la pobreza con la cual su práctica ha cubierto a países cercanos como Cuba y porque en vez de la dictadura del proletariado, aquí  ya tenemos una dictadura de Estado, que sojuzga, reprime, masacra y niega todo bienestar individual y colectivo.
No se puede dejar de hacer una pregunta: ¿Existe algún legado positivo del comunismo? Tal vez sí.  Las tiranías comunistas no funcionaron económicamente y por ello tarde o temprano han caído. La colectivización de la agricultura, por ejemplo, simplemente no es una forma inteligente de organizar el cultivo de la tierra. Los fundos zamoranos en Venezuela es un claro ejemplo de su fracaso. Pero la idea de que los desposeídos del mundo por fin debían empezar a recibir una parte justa de los beneficios que generaba su trabajo es una idea justa. ¿Qué hicieron las democracias? Aceptar esta idea. Han aprendido esto de los comunistas. Asimismo, la idea de que los hombres y mujeres deben ser tratados igual, recibir y tener las mismas oportunidades económicas, en la que Lenin insistió mucho, también es justa. Y  también las democracias lo ha hecho su postulado, aunque lentamente.
Los gobiernos comunistas tuvieron su gran oportunidad, primordialmente en el siglo pasado. Llegaron al poder luego
de que el pueblo siempre había estado sometido a un gobierno injusto, tiránico y corrupto. La excepción a esto se pudiera encontrar en la Europa Oriental, en donde los soviéticos impusieron el comunismo entre gente poco dispuesta a aceptarlo y que quería la democracia. Las mayoría de estos pueblos ansiaban ser libres. Y tomando estas esperanzas, el comunismo los engañó, los estafó, los defraudó con sus tiranos, que sí sabían lo que era la libertad e intencionalmente ocultaron este conocimiento a su gente. Pero los venezolanos hemos vivido en libertad. La saboreamos. Hemos sabido lo que significa. La hemos perdido y la quieren sustituir por ese comunismo tirano y ruin. Hemos aprendido, tal vez a trancas y mochas, que la libertad es mejor que la esclavitud del comunismo. Y eso es lo que precisamente está renaciendo en la reacción popular de estos meses de febrero y marzo.
La libertad, entonces, en los genes de los venezolanos, es como un río que baja crecido de la montaña e inunda las llanuras. Al final, este río indetenible va a cubrir nuestra geografía. Y esta pesadilla del comunismo, ese espectro con sus falsas promesas, con su etéreo ideal y su maltrecho accionar, habrá muerto. Porque, como señaló Miguel de Cervantes, “no hay en la tierra contento que se iguale a alcanzar la libertad perdida.”
Isaac Villamizar
isaacvil@yahoo.com
@isaacabogado

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TOMAS HORACIO HERNÁNDEZ, ¿DESAFIARON LOS COLECTIVOS A MADURO?

Las protestas y las guarimbas están poniendo muy nervioso al presidente de la República. Ni los militares en las calles, ni las tanquetas de guerra,  ni las continuas amenazas, ni la conferencia de la paz, ni los carnavales extendidos, ni las represiones brutales, ni mucho menos los payasos de otros países que son cómplices de lo que estamos viviendo, han podido calmar el ánimo de las personas que se encuentran en las calles.
Dado que nada de lo que está a su alcance le ha funcionado, el presidente apeló a lo más revolucionario de su libro de estrategia. Apeló por lo seguro. Desde el Cuartel de la Montaña el presidente Nicolás Maduro soltó esta perla: "Hago un llamado a las UBCH, a los consejos comunales, a las comunas, a los colectivos: candelita que se prenda, candelita que se apaga".
Analicemos cuidadosamente esta afirmación. Debemos entender por candelita, según el lenguaje que utiliza el señor presidente, toda protesta y/o guarimba que se encuentren actualmente en las calles del país ¿cierto? Siendo esto así, asumimos  que por "apagar la candelita" el presidente está mandando a todos estos grupos a convertirse en pseudobomberos para que apaguen con cubetas de agua todas las guarimbas que tengan cauchos quemados, ¿no?
Lo que ocurrió el día jueves en Los Ruices y Los Cortijos, en Caracas, dejó en evidencia que los colectivos son incontrolables. A través de las redes sociales pudimos ver cómo un grupo de motorizados llegaba a la zona de las guarimbas y en lugar de tener en sus manos cubetas de agua tenían pistolas de verdad verdad. El saldo final de esta candelita apagada fueron dos venezolanos muertos.
Muchas de las personas que denominamos guarimberos forman parte de un grupo de venezolanos muy molestos con el régimen y encuentran en este modo de protesta una manera de expresarse. Personalmente no comparto esta manera de expresar el descontento, sin embargo lo respeto. Ahora bien, lo peligroso de la masificación de la guarimba es que estos grupos son tan espontáneos como incontrolables. No tienen un liderazgo claro ni mucho menos una estrategia asociada a su protesta. De tal manera que una guarimba puede evolucionar prácticamente cualquier cosa, incluso a la antipolítica, cosa que le haría mucho daño a la oposición.
El gobierno nacional suele enfrentar las protestas con cuerpos policiales entrenados y formados para este tipo de situaciones. Los cuerpos de seguridad deben seguir órdenes dado que son estructuras fundamentalmente verticales. Pero que el gobierno apele a grupos armados para resolver los problemas del país es básicamente declarar todo el territorio nacional en zona de guerra. Estos grupos son incontrolables y no tienen, en principio, ningún liderazgo claro.
Con un gran cargo viene una gran responsabilidad, y estas declaraciones del presidente de la República no se las puede llevar el viento...
Tomás Horacio Hernández
@Tomashhr

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MILOS ALCALAY, MADURO Y LA PERDIDA DE ESPACIOS INTERNACIONALES, BRUJULA DIPLOMATICA

A raíz de las manifestaciones iniciadas por los jóvenes el 12 de Febrero para denunciar la crisis económica, política, social y ética del Gobierno, la respuesta fue una feroz represión que produjo 20 muertos, centenares de heridos, un millar de detenciones y multiples torturados. Pero esta acción, en vez de atemorizar a la sociedad civil, generó una explosión popular que se ha prolongado hasta este día.
En esta oportunidad, por primera vez, no operó la solidaridad automática e inmediata que en el pasado se había producido a través de los mecanismos que se impulsaron desde las Cumbres de ALBA, MERCOSUR o UNASUR  en las que lograron imponer  respaldos incondicionales a situaciones como las de Honduras (Zelaya), Paraguay (Lugo), Bolivia (negativa de paso aéreo) Ecuador (huelga de policías) Argentina (Malvinas) y en particular, en situaciones en Cuba y Venezuela.
Lo que sí se produjo, fue que surgieran diferentes llamados de países miembros de la OEA interponiendo sus buenos oficios para poner fin a este hostigamiento injustificado, y en especial para propiciar un dialogo entre las partes identificando formulas de solución pacífica al conflicto. Pero en vez de aceptar esta propuesta orientada en construir la confianza necesaria, la respuesta oficial fue el insulto y la descalificación, tal como ocurrió en los casos de  Colombia (Santos), Chile (Piñera), Costa Rica (CELAC), EE.UU (expulsión de tres diplomáticos) y Panamá que se llamó primero a consulta a  la Embajadora de Venezuela, y como si ello fuera poco, debido a la convocatoria que hizo  para que se realice la reunión de la OEA, tuvo como inaudita y poco sensata respuesta el anuncio de la ruptura de relaciones diplomáticas, políticas y la “congelación” de las relaciones comerciales, que muestra  el  nerviosismo de un régimen que cree ser el centro del planeta.
El viaje del Canciller Jaua  por los países de América del Sur para impedir la reunión de la OEA, no logró frenar la convocatoria del Consejo Permanente y sustituirla por otra amigable de UNASUR. Lo único que lograron los aliados del régimen Bolivariano es que el encuentro se hiciera a puertas cerradas. Ahora el Gobierno “Bolivariano” pretende convertir en gran triunfo su derrota, pero  la resolución no recoge las absurdas denuncias del Golpe  de los Estados Unidos y de Álvaro Uribe
El aislamiento del Gobierno de Venezuela se evidenció además a través de las múltiples expresiones -similares a la de Panamá- recogidas en las declaraciones del Consejo de Europa, del llamado del Papa Francisco, de la portavoz de la República Popular China, del Secretario General de la ONU, de la Alta Comisionado de Naciones Unidas para los DDHH, de las resoluciones del Parlamento Europeo, además  de las resoluciones del Senado de Chile, del Senado de México, del Senado de los Estados Unidos. Igualmente se pronunciaron los Alcaldes de las Capitales Suramericanas, de las ONGs representativas y de destacados artistas universales. Los venezolanos de la diáspora fueron bien recibidos al denunciar la represión en más de cien ciudades de todo el Mundo Todo ello demuestra que Maduro perdió la calle además de perder también los espacios internacionales.
Milos Alcalay
milosalcalay@yahoo.com
@milosalcalay

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CARTA DE ANTONIO LEDEZMA A RAÚL CASTRO

Gral. Raúl Castro Ruz
Presidente del Consejo de Estado
Primer Secretario del Partido Comunista
República de Cuba

Todos los venezolanos sabemos el papel tutelar que el gobierno de Cuba tiene en relación con el régimen venezolano. Sabemos y nos avergüenza que las decisiones fundamentales de nuestra patria sean finalmente resueltas con consideraciones ajenas a nuestra soberanía y que los intereses de Cuba estén primero que los más altos intereses de Venezuela. Sabemos que ha ocurrido una transferencia inmensa en divisas que ustedes dicen pagar en bienes y servicios costosos. Sabemos que esa ha sido la forma que han conseguido ustedes para mantenerse en el poder y administrar con mano de hierro las penurias de la población cubana, sometida a la represión y el racionamiento. Sabemos que ustedes manejaron información privilegiada sobre la enfermedad y fallecimiento del Presidente Hugo Chávez y que esa circunstancia fue alevosamente aprovechada por ustedes para imponer un heredero inexplicable.

Ustedes se han comportado como los dueños del país y por eso denuncio públicamente que son corresponsables directos de la ruina de Venezuela, la corrupción imperante, y las violaciones constantes de los derechos humanos que sufren ciudadanos que solo quieren vivir en libertad y soñar con oportunidades de prosperar sobre la base del trabajo productivo y no de la limosna racionada del modelo que usted propone.

Ustedes son los mentores del gobierno de Venezuela, quien no tiene escrúpulos en reconocer la dependencia psicológica y política que mantiene con el régimen que preside. Por eso mismo le exijo en nombre del país que se pronuncie claramente sobre la libertad de los presos políticos, la vigencia de los derechos humanos y el apego a la Constitución que el régimen venezolano debe exhibir si quiere seguir formando parte del conjunto de países democráticos.

Nosotros estamos conscientes que las mutuas lealtades entre su gobierno y el régimen venezolano están sustentadas por la transferencia neta de recursos y la posibilidad de seguir esquilmando los ingresos petroleros de nuestro país.
Por eso, en nombre de todos los venezolanos que quieren vivir en libertad y democracia sin adjetivos, le exigimos que deje de interferir en las decisiones que el Gobierno de Venezuela debe tomar sobre la inmediata  libertad de los presos políticos venezolanos, como Leopoldo López e Iván Simonovis, que exima a los estudiantes de cualquier proceso judicial en curso y desarme a los grupos paramilitares venezolanos que sostienen al gobierno.

Se despide, un venezolano en pie de lucha,.
Antonio Ledezma
Alcalde Metropolitano de Caracas.

@alcaldeledezma

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JOSÉ “CHEO” SALAZAR, UN PUEBLO REBELDE ES UN PUEBLO LIBRE, ALDABONAZOS

 “El amor a la libertad hace al ser humano indomable y a las naciones invencibles” Benjamín Franklin (1706 – 1790). Político, científico e inventor estadounidense.

En medio de la bonanza petrolera, más larga y prolongada de la historia patria, la revolución empobreció al país a paso de vencedores. El declive es político, económico, moral, ético y social. La crisis política mantiene a la sociedad en permanente crispación, la profundización de la económica crea una acumulación de angustia, que mantiene al ciudadano en estado depresivo. La moral y la ética para el gobierno no existen y la descomposición social es tan evidente que el desempleo y la impunidad empujan a muchos venezolanos a la violencia criminal. La pavorosa crisis toco fondo.

En medio de esa vorágine, en donde reina el hampa, la impunidad, la escasez, la inflación, la progresiva devaluación, se roban de CADIVI cerca de 30 mil millones de dólares, algo similar a las reservas internacionales del país, los responsables, ni siquiera son investigados, los amos del poder, se niegan nombrar un Contralor y mucho menos rendir cuentas. El saqueo es descomunal y la gente en la calle sobreviviendo en una humillante cola para poder comprar, de forma racionada y miserable, los productos de la dieta más básica. Revolucionarios ricos y pueblo pobre. Inaudito, pero cierto.

No hay dudas. Hay quienes viven para la revolución y muy pocos vivianes, que se viven la revolución. En medio de la más más inmensa riqueza, el hambre y la miseria capean por el territorio nacional. No hay que comer por tres razones. No hay producción nacional. No hay conque comprar. En el mercado negro, los productos importados, con los cuales especulan con precios estratosféricos, presionan la inflación y, tenemos un gobierno corrupto y saqueador, que no se preocupa y ocupa por buscar solución a la crisis y mucho menos  concertar esfuerzos para reactivar la economía del país. No llevan rumbo al abismo. El que tiene ojos ve.

Los diálogos que ofrecen desde el gobierno, es sumisión y cháchara televisada. No hay voluntad de rectificación. La política del gobierno es mantener al pueblo empobrecido para que no acceda a la clase media y se meta a escuálido, tal como lo declara, sin empacho, el Ministro del Poder Popular para la Educación. Giordani ya lo había dicho: hay que mantener al pueblo pobre y, con esperanza, para que voten por la revolución.  Hay que abrir los ojos. Llegó el momento de luchar por la libertad y detener el saqueo de nuestras riquezas. No hay marcha atrás. Un pueblo rebelde es un pueblo libre. No os desmayéis.

José “Cheo” Salazar
@ Cheotigre
sjose307@gmail.com

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IVAN FERNANDEZ, MI MENSAJE PARA LOS ESTUDIANTES, CRÓNICAS DE UN BUHONERO.

La lucha que _ muchas veces acompañados de sus padres y abuelos_ libran los estudiantes, me hace evocar con nostalgia mi época de estudiante en la eterna UCV. Por supuesto que mi lucha de ninguna manera puede igualar la trascendencia de la lucha de hoy. Los estudiantes obviamente no son los mismos, tampoco los recursos ni el sacrificio. En mi época perdieron la vida algunos estudiantes y como hoy, eso no hizo más que incentivar la candela.

Sin embargo nunca como ahora, cayeron tantos estudiantes, tantos jóvenes cargados de futuro y con una claridad que ya quisieran tener algunos políticos.

Personalmente quiero manifestar mi admiración por esos jovencitos, que con un lenguaje muy particular y a veces con una gorra de revés emocionan por su tesón, creatividad, valentía y sacrificio. Ese estudiante, no siempre  acompañado por la sociedad civil, es el mismo que vive y sufre en Mérida, en Táchira, en el Zulia, en Miranda, y en muchos pueblos y ciudades de Venezuela, a pesar que el opresor de hoy, afirma que “sólo es una minoría porque la gran mayoría del país, le apoya y está de acuerdo con la entrega del país a los cubanos”.

Nuestro estudiante, tiene la misma edad del irresponsable y resentido colectivo que armado por el gobierno, le dispara en una manifestación pacífica, simplemente porque recibieron las armas y la orden de un apátrida que ordenó masacrarlo porque piensa distinto. De un individuo que como loro, nos llama fascista porque como otros tantos, desconoce el término y la historia.

Nuestro estudiante tiene  la misma edad del uniformado que armado en forma desproporcionada, se une al colectivo para cobardemente amedrentarle y maltratarle como demuestra hasta la saciedad la evidencia documental tomada en cada una de las poblaciones donde los estudiantes libran tan heroica batalla. Ese uniformado que asesina con perdigones, tiros y granadas importadas desde España, ignora por fanatismo y por traidor que ese estudiante es el futuro de la patria.

Nuestro estudiante, tiene la misma edad de nuestro gloriosos jóvenes uniformados que fueron sacrificados en Machurucuto por el intento de invasión del sátrapa que es el mismo de hoy, a quien llaman padre de los últimos dictadores venezolanos. Ese estudiante tiene la misma edad de nuestros guardias, cuando tenían honor, que fueron sacrificados en Cararabo por los mismos invasores de hoy. 

Recientemente, le pregunté a un estudiante ¿Por qué luchas hijo? Me contestó “yo lucho mayor, por mis padres, por mis abuelos y por mis hijos que aún no han nacido? Porque quiero un país libre y verdaderamente soberano, cuyas riquezas sean invertidas en la educación y no sean usadas para comprar armamento que no sé en cual guerra serán utilizados mientras en nuestros hospitales la gente muere por falta de insumos.

Mientras las universidades padecen por falta de recursos. Mientras la gente muere porque no hay medicamentos. Lucho porque mi madre no tenga que hacer largas colas en busca de un producto que sólo consigue cuando a ellos les da la gana. Yo lucho mayor, porque no me la calo más. Yo lucho maestro, porque no me quiero ir de mi país. Yo lucho porque no me da la gana de ser comunista y porque me cago en el alma de Fidel y de todos sus admiradores”

Muy emocionado por esta respuesta, tuve la oportunidad poco después, de escuchar a un amigo que sumamente preocupado por la participación muy activa de su hijo en la protesta, le llamó la atención y le recomendó, que se quedara tranquilo, que pensara en que ya tenía familia e inclusive un hijo de corta edad. Entre lágrimas mi amigo me contó que su hijo le respondió:

“Papá, nunca olvido que tengo una familia, que ya tengo un hijo y que los amo con todo mi corazón. Precisamente estoy en esta lucha por ellos, porque no quiero que mañana mi hijo se tenga que ir de su país o que vivir bajo la opresión de una bota extranjera. No quiero que mi hijo me recuerde como alguien que no luchó por su futuro y por su país. Si me llega la mala hora, le cuentas el motivo de mi lucha. Estoy seguro que me recordará con orgullo en la misma forma como yo amo y recuerdo a quienes lucharon por mí. Dile que lo amé y que su momento, él también deberá luchar por Venezuela porque como dijo nuestro poeta, CUANDO LA PATRIA LLAMA, HASTA EL LLANTO DE LA MADRE CALLA.

Contagiado por la emoción, sin palabras, me despedí de mi amigo y me prometí orar por su hijo y por todos los hijos de Venezuela que hoy luchan por su país. Que Dios les Bendiga y proteja.

Cuando esto termine, porque tiene que terminar, nos reuniremos todos con los que lo merecen para juntos, aún con los que disentimos,  luchar por Venezuela. Pero, también nos reuniremos para llevar la justicia a todos aquellos que fueron maltratados, a los familiares de los asesinados, a los saqueados y los asesinos, violadores de derechos humanos, corruptos, traficantes, ladrones y traidores a la patria serán castigados con todo el peso de la Ley porque no habrá piedra bajo la cual puedan esconderse. Palabra del Buhonero.

POR EL REGRESO DE LOS EXILIADOS. POR LA LIBERTAD DE LOS PRESOS POLITICOS ¡RESISTENCIA, RESISTENCIA, RESISTENCIA!
 ¡FUERA LOS CUBANOS DE MI PAIS!.

Iván Fernández.
Chicho2512@hotmail.com
@chicho2512

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ANGELICA MORA, CUENTOS DESDE LA CRIPTA: LA VAINA DE LA BANDERA, APUNTES DE UNA PERIODISTA,

¿QUÉ DECIMOS?¿'QUÉ FUE LA CIA, QUÉ OTRA COSA PODRIAMOS DECIR? 
Yo sabía que el episodio de la caída de la bandera cubana, al paso del Castro II, iba a desembocar en otro Cuento desde la Cripta. Ahora no sólo son los cubanos los que me piden estos relatos, sino que los venezolanos se han unido a la solicitud.

Me terminó de convencer Luisa, mi amiga caraqueña, quien me advirtió: "Angélica, estás pelando bola, Laureano Márquez te la ganó y escribió sobre el tema".

Asi qué, con Laureano corriendo varios palmos adelante, yo, relajadamente me meto en esta vaina:

Resulta que Raúl Castro bajó del avión venezolano que lo había ido a buscar a La Habana, todo feliz. Con paso varonil comenzó, como una estrella de Hollywood, a caminar airoso por la alfombra roja.

Castro II llegaba a Venezuela, no tanto a rendirle homenaje a Hugo Chávez,  quien le cayó mal desde siempre y no se explicó por qué su Hermano Fide lo consideraba tanto y lo llamaba Hijo, cuando los propios se criaron todos ignorados.

No, no llegaba a eso. Era a lo otro. Llegaba a demostrar que ahí estaba EL. El Supremo.

La Vaina en papel plateado, encarnada en un ser humano.

Asimismo  quería hacerle trompetillas a los millones de opositores que lo calificaban como Invasor. Cómo puede ser Él un Invasor, si Venezuela y Cuba son una sola nación, decretada por Él mismo hace dos años!!! Cómo.

Decía que marchaba Raúl Castro con paso atlético por la alfombra roja.(Está el video para confirmarlo).

En Caracas, en los estudios de la Televisión Unica, el jefe de Programa pasó  al camarógrafo número 2, quien se encontraba en la escena y quien había sido movido a un lado en forma brusca por un celoso guardaespaldas. (Están los videos para confirmarlo)

Este camarógrafo, todo un artista, "paneó" la cámara desde su nuevo lugar hacia las banderas venezolana y cubana flameando en sus astas.

Era una buena toma...

...Y en ese momento -según explicó más tarde Raúl Castro- el agente de la CIA y del Imperialismo cortó el mecate y la bandera de Cuba se vino abajo.

Un soldadito vestido de blanco (Está el video para confirmarlo) que sale en la escena y que se estaba quedando dormido, ni se dio cuenta del desastre...
Raúl Castro se hizo el loco y subió rápido al coche blindado.

Solo cuando estuvo adentro se puso histérico y dicen que gritó - rojo como un tomatico- como si volviera a la Sierra Maestra:

FUSÍLENLO!!...FUSÍLENLO!!.. Pero nadie supo a quien se refería.
La cosa es que Raul llegó todo fúrico a La Habana pegándose hasta al gato de Punto Cero... y botando de su puesto de trabajo al Ministro de Curtura... dizque por inculto.

Total, algo es algo en su desahogo.

EL VIDEO MEJOR QUE LO VEA SIN SONIDO...

http://youtu.be/AHn_Xwk4Zfg

angelicamorabeals@yahoo.com
@copihueblanco

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PACIANO PADRÓN, PERLITAS: LO LEÍ, NO ME LO CONTARON (Nº 396)

v “Apagar las candelitas causó 2 muertos en Los Ruices”. Creo saber quién es el asesino.

v “Escucha Maduro: El fuego no se apaga con gasolina”. La candelita se hace fuego y las llamas te van a alcanzar.
v “Primera Hora fuera de circulación por escasez de papel”. El gobierno ya ha cerrado 12 periódicos. En la calle es la protesta.
v “Diosdado: Chávez era el muro de contención de las ideas locas que se nos ocurren a nosotros”. Locas, sí, son locas.
v “Hay sectores dentro del gobierno interesados en desestabilizar a Maduro”. Fuego dentro de la misma trinchera.
v “77,9% de la población siente la crisis económica”, y el porcentaje restante también, pero no lo dice.
v “Crisis venezolana ha motivado reacciones en todo el mundo”, que ya conoce que este es un régimen castro-comunista.
v “La revuelta civil que recorre el país es la cosecha de un régimen que ya no puede más”. Cambio y fuera.
v “La incomunicación de detenidos es ya una práctica del gobierno”, práctica violadora de los DD.HH.
v “G.N. infiltra protestas y espía a opositores”. Sapos y asesinos, son un dos en uno.
v “Sin insumos es inminente la paralización total de la industria química y petroquímica”. Responde Maduro.
v “Expertos afirman que el país entra en un proceso recesivo”, de hambre, escasez e inflación.
v “Se requiere una modificación cambiaria de envergadura”. Lo que hay que cambiar es al gobierno.
v “Maduro: El Presidente Martinelli, de Panamá, es un lacayo, indigno y rastrero”. Maduro es un estadista.
v “Maduro produce un promedio de 2 cadenas por día”. Récord Guinness. ¿Hasta cuándo abusa de nuestra paciencia?
v “Maduro: Pese a las voces agoreras de la derecha, el país funciona bien”. Si, bien mal.
v “Raúl Castro, deje de intervenir en asuntos de los venezolanos”, ocúpese de la Cuba empobrecida y hambrienta.
v “Maduro: Queremos la paz”. Sí, la paz de los sepulcros.
v “Chávez dejó crisis económica y social”, superada por el torpe y atropellante Maduro.
v “Maduro, ¿tú dices una mesa de paz o mesa de gas?”. A la paz no la dejan ver las nubes de gas.
PACIANO PADRÓN
Twitter: @padronpaciano

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PEDRO LUIS ECHEVERRIA, LO QUE APRENDEMOS EN LA CALLE

“Porque a veces es demasiado increíble, la verdad deja  a menudo de ser conocida” Heráclito.
El país asiste al degradante espectáculo de la sumisión y capitulación de la “nomenklatura” gobernante ante un país extranjero. Asimismo, presencia atónito y con asco, el grado de envilecimiento que existe al interior  del régimen y el nivel de deterioro al que lo han llevado los auténticos apátridas. Experimenta en carne propia la cruel represión y vesania a la que es sometido por defender sus derechos. Comienza a conocer las corruptelas, traiciones, conspiraciones y delitos de personeros de la entente gubernamental y de  la existencia de un poder, no el nominal que aparenta detentar quien usurpa la presidencia, sino del poder real, que ejercen en la sombra individuos e instituciones, íntimamente vinculados con el nauseabundo “proceso”, y que otrora se presentaban, bajo juramento constitucional, como los soldados de la patria.
Lo que el común de la gente intuía, desde hace mucho tiempo, su  presencia en la calle se lo ha venido revelando clara y desgarradoramente y un abismo de desconfianza se ha abierto entre todos: los que creen en la perversa utopía del Siglo XXI y quiénes somos disidentes. 
La masiva presencia en la calle de los que estamos “arrechos” ha contribuido a abrir conciencias y ha logrado que el tiempo de los secretos del régimen llegue a su fin. Aparecen muchas y nuevas revelaciones que hacen saltar por los aires las tapas de la gran cloaca en que las bandas de burócratas facinerosos, han convertido al poder en Venezuela. 
La sospecha se ha instalado entre nosotros y nadie es capaz de poner las manos en el fuego por ningún miembro del funcionariado gobernante. Es el signo de estos tiempos en los que el ciudadano se siente indignado ante tantas mentiras y engaños urdidos por los segundones del que se fue. 
El país, volcado a la calle, sabe que lo que se ha develado no es más que el introito del desmoronamiento de un tinglado construido con las endebles bases de grandes patrañas, embustes y falsedades. Sabe que los asesinos de la historia, no sólo patrocinaron y cimentaron una falsa democracia, sino que, además crearon mecanismos arbitrarios e ilegales de censura a gran escala, destinados a controlar, silenciar y destruir cualquier indicio que pudiera llevar  la verdad a los millones de hombres y mujeres que aquí habitamos.
Desde las sombras, la cárcel, la tortura, exilio político, persecuciones y diversas otras formas de opresión y represión han tratado de encerrarnos en un asfixiante círculo de silencio. La  verdad, hasta hace poco ignorada por la ceguera ideológica de adentro y de afuera, estimuladas ambas por el dinero fácil y el verbo encendido y falaz, ahora se hace presente y grandes masas la  comprenden, la asimilan y las induce a luchar y perseverar en el empeño de no permitir que el país continúe transitando por los utópicos, falsos, alucinantes y totalitarios caminos impuestos por el régimen y que irremisiblemente  lo llevan a  su propia destrucción.
Lo que acontece en Venezuela no son situaciones esotéricas; se trata de hechos conocidos pero que no había sido posible difundirlos con el ropaje de la verosimilitud que ahora tienen. Ahora tenemos la certeza que el régimen  siempre ha fundamentado su funcionamiento en el fraude, la mentira y la intriga.
Finalmente, sólo queda a modo de conclusión reproducir una frase del Evangelio: 
“Los pongo en guardia contra los falsos profetas que vendrán a ustedes vestidos de oveja, mientras por dentro serán como lobos rapaces. Por sus obras los conoceréis”

Pedro Luis Echeverria
pedroluis.echeverria33@gmail.com
@PLEcheverria

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POLÍTICA CAMBIARIA: EJE DE LA INESTABILIDAD ECONÓMICA.

La estabilidad económica, entendida como una situación en la cual no se registran variaciones negativas en la producción, renta, empleo y precios es procurada  mediante la instrumentación de tres ramas que se desprenden de la Política Económica, las cuales son: la Política Fiscal (variaciones en los ingresos y gastos del Sector Público a la luz de la decisión unilateral del Gobierno Nacional); la Política Monetaria (medidas tomadas por el Banco Central para aumentar o disminuir la cantidad de dinero en circulación); y la Política Cambiaria (medidas instrumentadas por el Gobierno en aras de regular el tipo de cambio). 
Estas tres políticas conforman la cadena de causalidad económica, siendo las dos (02) primeras las que influyen notoriamente sobre la tasa de inflación, la cual a su vez afecta la determinación del tipo de cambio (precio del bolívar expresado en una moneda extranjera o divisa) que es fijado por el Gobierno Nacional teniendo en paralelo una restricción en el flujo de divisas; todo ello para intentar reducir la tasa de inflación a corto plazo mediante los precios bajos de productos importados (acción muy  difícil de mantener por mucho tiempo).
En el presente artículo centramos el análisis en la Política Cambiaria, habida cuenta del efecto directo que tiene el tipo de cambio sobre la inflación, las exportaciones, las importaciones, el empleo y el crecimiento económico. Es conocido que el tipo de cambio refleja el comportamiento del mercado de divisas (oferta y demanda), donde la oferta proviene de las exportaciones (petroleras en nuestro caso) y de los flujos de entradas de capitales (inversiones extranjeras) de poca presencia en Venezuela; mientras que la demanda responde a la necesidad de importar bienes y servicios y para preservar el patrimonio monetario en economías altamente inflacionarias. De igual modo, el tipo de cambio está altamente condicionado por las tasas de inflación interna entre países, en razón a que un incremento de los precios nacionales (característico hoy día en nuestro país) superior al aumento de precios en los países con relaciones de comercio, torna las exportaciones venezolanas no tradicionales menos competitivas y sus importaciones gubernamentales más atractivas; lo cual obviamente disminuirá la oferta futura de divisas ante el estrangulamiento del aparato productivo nacional, induciendo que el tipo de cambio se deprecie (pérdida del valor de una moneda con relación a otra moneda) para mantener la “paridad del poder adquisitivo” (PPA); acelerando aún más la inflación interna.
Desde otro ángulo complementario, es de resaltar que el uso reiterativo y descontextualizado de la devaluación como un impuesto cambiario para aumentar los ingresos de la Tesorería Nacional en pro de nutrir el Presupuesto Nacional en aras de aumentar el gasto público, encarece de igual modo las importaciones y eleva la tasa de inflación al inducir un aumento de la liquidez monetaria con recursos no provenientes de la estructura productiva nacional (dinero inorgánico) que evidentemente entra al torrente de inversión social como estrategia para intentar una redistribución de la renta a través del consumo, con nulo impacto sobre la movilidad social y una negativa  visión a futuro en cuanto a la potencial  contribución de los ciudadanos hacia su propio progreso y hacia el crecimiento económico nacional (¿perpetuación de la pobreza?). Ese aumento de la liquidez monetaria, sin la contrapartida de una equilibrada oferta interna (sólo posible en lo inmediato mediante un aumento de las importaciones) impactará de nuevo sobre la inflación, ante la existencia de un modelo socio-económico-ideológico generador de  rigideces en el aparato productivo nacional que actualmente le impide reaccionar de manera ortodoxa y oportuna ante un  tipo de cambio permanentemente o ante una  devaluación monetaria,  como sería un aumento de las exportaciones no petroleras (¿cuáles?) y una sustitución de importaciones con producción doméstica (¿con cuál producción?).
En tal contexto, la pretensión(y terquedad) del Gobierno Nacional de mantener una política antiinflacionaria apuntalada por un anclaje fijo (paridad oficial congelada por largo tiempo) a un tipo de cambio sobrevaluado de 6,30 Bs/$ para nuestro caso  (en contraste a los más de 60 Bs/$ que resulta de dividir la masa monetaria por las reservas internacionales), condujo al   desastre económico,  al extremo de haber inducido, entre otras realidades, un enanismo estructural del aparato productivo nacional que ha propiciado una marcada tendencia decreciente del flujo de divisas, una sistemática caída de las reservas internacionales e impulsó  una refundación magnificada del rentismo petrolero bajo la figura de un totalitarismo económico.
Nos permitimos una reflexión final: La ingenuidad (¿?) del Gobierno, al sostener que en Sicad II (compra-venta de dólares a precios prefijados manteniendo un rígido control de cambio) a mayor oferta de divisas provendrá de vías privadas que mantienen fuertes cantidades de recursos plácidamente colocados en el sistema financiero internacional sin ningún tipo de riesgo y que estarían dispuestos (¿?) a traerlos para invertirlos en una economía cargada de incertidumbres; y por otro lado de los más de USD 30.000 millones que fueron obtenidos indebidamente por personas naturales y jurídicas (aparentemente identificadas)en buen resguardo de la banca internacional, reflejando la obviedad de una complicidad pasiva a nivel nacional e internacional. Esta hipótesis de funcionamiento del Sicad II es, a nuestro parecer, una cortina de humo para esconder la verdad subyacente: los grandes proveedores serán PDVSA y el BCV por intermedio de los bonos de la República que poseen  (y marginalmente otros entes del sector público). De tener éxito la hipótesis anterior (lo cual dudamos), induciría la cercana eliminación del Sicad I (dado un mayor volumen de oferta del II)  propiciando otra devaluación no menor al 217% (6.30Bs/$--20Bs/$); mientras que el mercado paralelo (el único no controlado) pudiere seguir funcionando (a pesar de la brecha con relación a la paridad oficial superior al 1.000%) como reacción ante una oferta restringida de divisas por intermedio del Sicad II. Este posible escenario marcadamente inflacionario (puede alcanzar una tasa 2014 de más del 80%) hará recrudecer la escasez y el desabastecimiento que intentarán controlar artificialmente mediante la Ley Orgánica de Precios Justos.

Economista Jesús Alexis González
jagp611@gmail.com
@jagp611

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