Desde
el 1 de Enero de 2015 hasta el 31 de Diciembre de 2016, Venezuela formará parte del Consejo de Seguridad de la ONU
representando a la América Latina en el mandato de cumplir con la
responsabilidad impuesta por la Carta para “mantener la paz y la seguridad
internacionales”, y no como han declarado falsamente las autoridades del país
que se trata de “un reconocimiento del mundo a la revolución bolivariana y a
sus logros” hecho que nada tiene que ver con esa elección.
En
esta oportunidad, el cabildeo utilizado difirió radicalmente del estilo usado
en el 2006 para optar por ese mismo cargo, caracterizado en ese entonces por un
lenguaje de confrontación llevado en un interminable periplo del Presidente
Chavez por el planeta en una campaña poco usual, que a pesar del carisma del
Comandante y de sus generosas ofertas, no logro convencer, ya que Venezuela
obligo a que se repitieran 46 vueltas electorales sin éxito. Esta vez el
trabajo silencioso logro el endoso de la región, que le permitió recurrir a la
practica habitual que es el intercambio de votos, sumado al hecho que Venezuela
no tenia adversarios para la representación de la región, por lo que las otras
regiones -incluyendo a Europa y a Estados Unidos- aceptaron la practica usual y
automática que es el de la rotación.
La respuesta inicial de la Cancillería reconoce este mandato al afirmar que actuara “en defensa de la paz y la protección de los derechos humanos” omitiendo la profunda confrontación existente en el país, el incumplimiento del mandato de la ONU en temas de derechos humanos como en los casos de las detenciones de Leopoldo Lopez y Ceballos y la radicalizacion de la violaciones de los derechos humanos en el país,usando un lenguaje Orweliano de “Paz, Amor, Justicia” mientras arremete contra los opositores con acciones claras de “guerra, odio e injusticia”
Me
encuentro entre los que expresaron criticas por la aspiración de que el
Gobierno “Bolivariano” formara parte de ese organismo por la preocupación de
que en vez de ser un aporte a la
consolidación de la paz y de la vigencia de los derechos humanos, pudiera ser
un factor de desestabilización por las profundas contradicciones de apoyar
regimenes como el de Kadafi, Bashir el Assad, al Hamas, al Hizbola, al Irán, y
ello en estos momentos tan difíciles para la Paz Mundial. A ello hay que
sumarle las contradicciones debido a la ausencia de soluciones pacificas en la
propia Venezuela. No tardó mucho el Canciller Ramirez en declarer con
entusiasmo que “será la primera vez en
la historia que Venezuela ocupará simultáneamente una silla en el Consejo de
Seguridad y la presidencia del Movimiento de los países No Alineados. Asumimos
este reto para luchar en contra de los
pueblos a la subyugación”
Ojala no represente un nuevo paso de contradicciones
y confunda sus responsabilidades de acatar el consenso del Consejo de Seguridad por una “diplomacia del conflicto”
Milos
Alcalay
milosalcalay@yahoo.com
@MilosAlcalaym
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.