sábado, 18 de octubre de 2014

EUGENIO MONTORO, LA PIEL DE ZAPA

         Durante el siglo XIX vivió Honoré de Balzac uno de los grandes escritores franceses. Sus primeros años no fueron muy buenos pero una novela de título “La piel de zapa” lo haría famoso, le abriría las puertas a la sociedad francesa y a la fortuna económica. Su obra empezó a viajar por Europa y una baronesa ucraniana tuvo el atrevimiento de escribirle firmando con el seudónimo de “la extranjera”. Se inició así una intensa relación epistolar durante muchos años y cuando la baronesa enviudó terminaron por casarse.

         Como todas las obras de Balzac esta derrocha en finura explicativa. Narra el fantástico cuento de Raphael, un joven mundano que se arruina en el juego y decide suicidarse tirándose al río Sena. 
En su caminata final se encuentra con una tienda de antigüedades y al recorrerla ve un trozo de cuero con una inscripción en símbolos árabes que promete complacer a su dueño en lo que desee. Por cada deseo cumplido la piel se encoje y así va perdiendo su poder.
         Pues por respeto a los posibles lectores de la obra no diré más, pero la usaré como inspiración para este artículo.
         Tengo poca duda que a la mente de millones de venezolanos ha ido a parar las muchas pieles de zapa que cada quien necesita. 
El deseo de tener una familia con unos hijos deslumbrantes y triunfadores. 
Las ganas de tener un trabajo retador y divertido con una remuneración que nos permita vivir alegres y poder tener un carrito, una vivienda y viajar de vez en cuando. 
La ilusión de tener un país lleno de posibilidades de futuro, con turistas a montón, científicos creando cosas nuevas, proyectos de todo tipo en ejecución, artistas en todas las posibilidades.
         Y creo que la piel de zapa la han cuidado todos, los gobernados y los que gobiernan. No solo en el presente sino en el pasado cercano. Los venezolanos siempre hemos deseado una patria de orgullo.
         Pero el tiempo ha pasado y nuestros mejores deseos también han ido encogiendo a la piel mágica. Hoy la piel es tan pequeña que ya no funciona.
         Ni siquiera importa ya como llegamos aquí pero aquí estamos llenos de problemas y faltos de esperanzas para resolverlos Lo curioso es que al gobierno le parece que su piel le ha funcionado y tenemos una situación muy buena y de mucho futuro. Por su parte hay otro inmenso grupo de ciudadanos, que crece cada día, que piensa todo lo contrario.
         Pero ni siquiera el mayor de los fanatismos puede evitar observar lo malo de nuestros hospitales, de nuestro sistema de educación, de nuestra economía infame, de una inseguridad ya a niveles inexplicables, de un país con poco desarrollo, de miles de personas emigrando cada día y una división propiciada por el mismo gobierno que genera el odio entre hermanos.
         Ya no tenemos la piel de zapa y la única forma de obtener una nueva es renovar a un gobierno que ha demostrado su incapacidad.
          Y tal vez lo primero por hacer es lo que dice la bella canción de Neguito: “No quiero ser la mitad, quiero ser la patria entera”.

Eugenio Montoro
montoroe@yahoo.es
@yugemoto67


EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.