lunes, 18 de agosto de 2014

ÁNGEL LOMBARDI BOSCÁN, LA IZQUIERDA DISNEY

Hoy, ante el desmadre de la “Revolución”, luego de 15 años en donde la cadena de errores se ha vuelto pertinaz y las heroicas ejecuciones sólo se manifiestan en el limbo de la fantasía, ha surgido una nueva fauna en la izquierda: la “trasnochada” compuesta por insospechados traidores y desalmados como el emblemático “Monje”, capaz de auto-denunciarse como co-responsable del desastre económico sin que haya consecuencias o sanciones. Luego, tenemos la sub-especie de los “arrodillados”, esos militantes del Partido, cuya lealtad político/ideológica es proporcional a que les otorguen su respectivo “plato de lenteja”.

Desde los predios universitarios, los “intelectuales orgánicos” se devanean los sesos para hacer coincidir las tropelías rojas con el ideal pre-figurado de un mundo feliz esquivo. Lo normal entre ellos es percibir la realidad en blanco y negro, justificando el despelote nacional como si no pasara nada. Su capacidad para la auto-crítica es nula, prefieren descalificar a debatir. Su ideal es una Universidad unidimensional y dogmática, sumisa al poder de turno por lealtad política-ideológica. Hoy estarían prestos a llevar cabo su respectiva “Revolución Cultural” y sanear de tantas impudicias capitalistas los espacios universitarios.

Aunque la especie de izquierda a la que quiero hacer mención es la internacional, la “izquierda Disney”, la de los turistas, bajo el liderazgo de Ignacio Ramonet y Oliver Stone. El primero encargado de la hagiografía del Comandante mientras que el otro ha mostrado la fotografía en movimiento de la “Revolución” a través de sendas películas y documentales.

No está demás decir que tanto Ramonet como Stone son publicistas muy bien pagados de la “Revolución” y que han preferido imponer un punto de vista deformado sobre el principio de realidad.

Es mérito de la Profesora de la UCV, Gisela Kozak Rovero, acuñar lo siguiente: “De este modo Venezuela viene a sustituir a Cuba y a Nicaragua para esta izquierda, a las que algunos venezolanos en redes sociales calificamos de “Disney” por su propensión a contemplar a América Latina como un parque de diversiones anti-hegemónicas”.

Lo paradójico de esto es que la “hegemonía” es la piedra medular del proyecto de la “Revolución”. Lo fue en la extinta URSS, lo es en Cuba, Nicaragua y Venezuela, más allá de los simulacros electorales y un entramado institucional que trueca la legalidad a conveniencia.

Por otro lado es inimaginable que estos miembros ilustres de la “izquierda Disney” se vengan a patear el barro o a vivir en comunidad en algún barrio miserable de los muchos que tenemos como sí hacen los jesuitas sin tanta alharaca y contando con escasos recursos y nulo apoyo del Estado.

Concluyo citando éstas lucidas palabras de Kozak Rovero: “Es preciso decirle adiós al neo estalinismo y adiós a la izquierda Disney que se apropian de la voluntad de cambio para convertirnos en esclavos de abstracciones. El gran enemigo de esta izquierda autoritaria es la herencia del Liberalismo político: pluralismo, derechos humanos, creatividad individual, diversas visiones del bien común. Nuestro deber como gente de estudio y escritura es ayudar a plantear la reinvención de la democracia y hacer de la libertad la fuerza del cambio, no retroceder al desvencijado archivo del estatismo filantrópico del reparto de la pobreza ni conformarnos con una socialdemocracia burocrática y apocada”.

Ángel Lombardi
alr.lombardi@gmail.com
@angellombardi

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