domingo, 6 de julio de 2014

PEDRO R GARCÍA, BOLÍVAR Y SU OBSTINADO DISCURSO DE CONTENIDO, CIVILISTA, PEDAGÓGICO Y MORAL FRENTE AL CONGRESO DE ANGOSTURA…, PUNTO DE QUIEBRE

Muchas razones, hicieron de él, el símbolo y la voz de la libertad Americana, tal como reflexiono el apóstol de la Revolución Libertadora Cubana, José Julián Martí (1863-1895) al señalar en una de sus obras, “hay hombres que viven contentos aunque vivan sin decoro, hay hombres que padecen en su agonía cuando ven que los hombres viven sin decoro a su alrededor. 

En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tiene en si el decoro de muchos hombres. 

Esos son los que se revelan con fuerza terrible contra los que le roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, van un pueblo entero, va la dignidad humana. 

Esos hombres son sagrados. Bolívar de Venezuela; San Martín de Río de la Plata; Hidalgo de México. Se les debe perdonar sus errores, porque el bien que  hicieron fue más que sus faltas. Los hombres no pueden ser más perfectos que el sol. El sol quema con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas. Los desgraciados no hablan más que de manchas. Los agradecidos hablan de la luz.

Ubicando algunas pistas…
Deduciendo que el pensamiento criollo de ese tiempo, advirtió que la crisis de la monarquía española encarnaba una grave amenaza  para su posición como clase dominante, pero que le faltaba la clave de la estructura del poder imperante, que podía evaporarse.
Por eso especulamos que “siempre será posible discutir sobre si se trato de estrategia o de argucia. Tendrán buenas razones en uno u otro sentido” no se olviden que son expresiones sociales, las cuales tienen que ser indagadas por la búsqueda acuciosa del historiador, para ser sometidas al análisis critico, invariablemente en correlato con la rigurosidad del método histórico.
Posiblemente sea, “por ello mas fecundo investigar sobre las condiciones que hacían ineludible una u otra alternativas o ambas entremezcladas según momentos y personajes “por eso cualquiera que sea la motivación del explicito lealtismo del 19 de abril de 1810, se tributa en una misma aproximación: “la ausencia de una autentica conciencia monárquica” embridada con la conciencia cristiana católica, es decir la invocación de uno origina de inmediato la del otro, pues en el imaginario de ese contexto se planteaba la dualidad de “se es en Dios como se es en el Rey” quizás en esta afirmación estaría la combinación, que permitiría la comprensión de los acontecimientos históricos en su complejidad.
“Este fue el caso de Venezuela: los que intuyeron que su  condición de clase dominante se vería seriamente comprometida si se debilitaba la estructura de poder fundida en la conciencia monárquica”  frente a esta aprehensión aquel 19 de abril de 1810, la Junta Suprema de Gobierno se declararía Conservadora de los Derechos de Fernando VII, desconociendo al Concejo de Regencia. Pues “los mantuanos fueron partidarios de que la proclamada Junta se convirtiera en permanente. Los blancos peninsulares se opusieron a esa pretensión, porque significaba compartir el poder con los blancos criollos. Igualmente los mantuanos rechazaron toda vinculación con Francisco de Miranda: el 24 de octubre el Márquez del Toro le entrego al capitán general una esquela que desde Londres le había remitido Miranda el 29  de julio, en la cual le estimulaba a promover la instalación de un Junta en Caracas a través del Cabildo y  ponerse de acuerdo con los Cabildos de Santa Fe  de Bogotá y de Quito, para lograr, decía Miranda, nuestra salvación e independencia.
El 19 de abril de 1810 aportaría elementos necesarios que evolucionarían la historia política venezolana, desde ese punto de quiebre ya no seria lo mismo, pues se estaba incubando el empeño de participación del pueblo que vio vulnerados sus sueños por intereses clasistas imperantes, y que fue utilizado para arengar a viva voz frente a Emparan “No lo queremos” acción que bien podría ser descrita como el primer acto de consulta popular, que la historia política-electoral debería valorar como pertinente, pues allí, esta expresado el espíritu libertario de un pueblo apostando a decidir los cambios políticos inmediatos.
Transcurridos los sucesos que detonan en el 19 de abril de 1810, con sus derivaciones inmediatas, del orden social, político, militar y económico, se agudiza en el país la disputa por la libertad e igualdad, en la cual estará presente a lo largo de todo el proceso las contradicciones dialécticas que serán dispositivo dinamizador de la Emancipación venezolana.
Impulsados por un conjunto de factores, tales como: a) las ideas del movimiento de l Revolución Francesa (1789) que llegarían profusamente a Venezuela de manera indirecta, b) por una notable decadencia del poder monárquico, c) por una complejidad ideológica en correlato a los intereses de clases, bajo la versión ideológica: inglesa, francesa y española, y d) por el surgimiento constante y creciente de una conciencia y de clase a lo largo de la gesta Libertadora. Hasta el estallido bélico como expresión de la crisis, que justificaría el replanteamiento integral de la sociedad colonial venezolana.
Con este señalamiento estamos arribando a la última parte de estas reflexiones historiográficas.
Recogido pródigamente por la historiografía venezolana a la luz de todos los acontecimientos narrados resalta la figura antropológica de Simón Bolívar, no solo en su accionar militar sino por la claridad de su visión política e histórica que alcanzo la madurez, en la participación directa en su cotidianidad, lo que demuestra, como logro el haber diseccionado las particularidades de su tiempo histórico. Esto lo manifiesta en cada una de sus sucesivas intervenciones de manera inalterable.
Una vez que Simón Bolívar elabora el análisis critico de la situación del país, tanto en el orden socioeconómico, táctico militar, político administrativo, geopolítico e ideológico entre otros, expuestos en un conjunto de comunicaciones y discursos precedentes a  la proclama de Angostura, en los que refleja su preocupación por el país y las motivaciones que inciden en los fracasos de la primera y segunda República; Bolívar propone con urgencia en el año de 1818 ante el Concejo de Estado, la convocatoria a elecciones de un grupo de ciudadanos, a celebrarse el 22 de octubre del mismo año, quienes en su rol de Diputados por las provincias de Caracas, Barcelona, Margarita, Cumana, Barinas y Guayana, instalarían el segundo Congreso Nacional Constituyente, con el cual se le diera salida a la crisis y se demostrara al mundo la capacidad que se tenia de organizar y poner en funcionamiento el Poder Legislativo, a pesar de que el control del territorio era precario, porque “además de asegurar el respeto por parte de los extraños, daba una sensación de seguridad a los que habían acogido al régimen republicano”. Sobre la base de estas justificaciones, Bolívar logra que los Diputados electos instalaran el 15 de febrero de 1819, en Santo Tomé de Angostura (hoy Ciudad Bolívar), provincia de Guayana, el Congreso de Angostura, en el que legaría para los estudios históricos-historiográficos venezolanos y del mundo el tratado Constituyente, sociológico, político, educativo y filosófico en el que muestra el pensamiento mas acabado para la llamada Gran Colombia y algunos países hermanos. Este discurso es conocido con el nombre de “Discurso de Angostura”, en el cual Bolívar registra y afirma la soberanía nacional, al expresar “a veces son los hombres no los principios, los que forman los gobiernos. Los códigos, los sistemas, los estatutos por sabios que sean son obras muertas que poco influyen sobre las sociedades: ¡hombres virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados constituyen las Repúblicas!”
Esto explica el porque de la propuesta del establecimiento del poder moral “cuya función era admirable, abrir camino al hombre sudamericano que Tocqueville, nos muestra en su Democracia en América llena de vicios…e innumerables males.
Para Bolívar la construcción de una sociedad ejemplar, debe descansar en el soporte moral visto como el elemento cardinal que permita deslastrarse de los vicios y dependencias del hombre hispanoamericano.
 Para la consecución de tal propósito, se inspira en el antiguo cuerpo de leyes de las culturas clásicas: Grecia y Roma, y de manera consciente propone ante el Congreso reunido en Angostura un nuevo Poder, el Poder Moral que ejercerá una autoridad plena y autónoma sobre las costumbres publicas, especialmente sobre la educación, bajo la égida compuesta por dos cámaras: Moral y Educación. Lo que representaría la figura del Areópago tomado de la experiencia Griega Ateniense y de los guardianes de las costumbres romanas tomaría sus censores y tribunales domésticos, y de Esparta, sus austeros establecimientos, con lo que se formaría, para Bolívar, tres manantiales una fuente de virtud para dar a la República de la Gran Colombia una “cuarta potestad cuyo dominio sea la infancia y el corazón de los hombres, el espíritu publico, las buenas costumbres y la moral Republicana”.
Esta propuesta fue rechazada por los legisladores, quienes después de largos y acalorados debates decidieron que para su aplicación era necesario, “consultar la opinión de los sabios de todos los países por medio de la imprenta. Hacer algunos ensayos parciales y reunir hechos que comprobasen las ventajas o los perjuicios de esta nueva institución”, por lo que se decreto que la propuesta del Poder Moral se publicase como apéndice de la Constitución con la intención de que los ciudadanos del mundo pudiesen considerarla y comunicasen sus opiniones.
El Poder Moral en Venezuela, tras aprobarse en el proceso Constituyente de 1999, es una realidad, es letra Constitucional. En ella se analizo y se asumió la propuesta de Bolívar, por la imperiosa necesidad de crear instituciones que se ocupasen de cuidar para sanar la frágil salud moral de nuestro país.  Donde la realidad política y social hoy nos muestra con crudeza, que los vicios subsisten y que si no hay voluntad política para apuntalar las transformaciones la corrupción con sus derivaciones, múltiples, tráfico de influencias, peculado, impunidad, y demás  seguirán alimentando esa hidra de mil cabezas que corroe el cuerpo de la República, lo mismo en dictaduras, que en democracias, representativas o participativas.
El historiador Ramón J. Velásquez, hace una precisión que compartimos, considera obligatorio observar que estos flagelos, han estado presentes en la Venezuela de ayer como en la Venezuela de hoy. Estos fueron uno de los numerosos males que enfrento, denuncio y enjuicio el Libertador. Contra los cuales tomo medidas contundentes, quizás algunas coherentes y otras confusas, pero siempre  en la búsqueda de corregir tal situación, es por ello su obstinación frente al Congreso de Angostura en su empeño de la conjugación del Poder Moral con el Educativo, para el buen ejercicio del gobierno. Por ello señalo “la educación popular debe ser el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso. Moral y luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras primeras necesidades”. Esta es una de las ideas que hoy tienen mayor presencia en nuestra modernidad y, a la cual hay que darle capital importancia para la transformación del país.
Mas cuando se esta convencido, que el Libertador tenia absoluta razón al pensar y hacer la autocrítica referente a la forma de dominio o esclavitud, a la cual el “pueblo Americano” “uncido” al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud”.
Por ello, nuestro Libertador, entendió el papel esencial del binomio social, moral y luces, para la formación del ciudadano.
Asimismo Barbosa de la Torre, al analizar el ideario educativo de Bolívar, concluye que él siempre coloco “la moral exactamente al lado de la Educación, al momento de hablarle al Congreso Revolucionario Constituyente”, y que lo dijese el hombre fuerte y poderoso que tenia pendiente de la cintura una espada, constituye un acontecimiento donde el protagonista rutilaba ante los ojos y oídos colmados de asombro. Quienes asistieron a tal importante acto, escucharon de labios de el Libertador al sentenciar que, “por el engaño se nos ha dominado mas que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado mas bien que, por superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es una instrumento ciego de su propia destrucción”.
Nuestro Libertador, asumió y defendió un elevado concepto de los principios educativos y morales, que para él fueron de una gran significación, de allí, que en innumerables documento, estos sean el eslabón básico de sus ideas.
A 221 años del advenimiento de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios, del 198 aniversario de la firma del acta de la independencia y 186 años de la gloriosa batalla del Lago de Maracaibo, dirigida con maestría por el Almirante José Prudencio Padilla. Hoy más que nunca sus gritos de libertad, y en especial los Libertador, con su denso y profundo pensamiento, siguen estando presentes en América, en nuestra América morena.
Simón Bolívar (1783-1830) tal vez no poseyera la cultura universal de Miranda, ni los conocimientos militares de San Martín, pero si su pasión por la independencia de América, su carismático poder de convicción, sus ideas sobre la integración, la moral y la educación, la fuerza contundente de sus palabras al igual que la firmeza de su pluma que hoy nos interpela. Es igualmente innegable la influencia que ejercieron en Simón Bolívar el pensamiento de sus maestros, quienes dejaron honda huella en su personalidad, con lo que se muestra que los hombres excepcionales se nutren del pensamiento que refleja la realidad del mundo y de la praxis que desarrollan las capacidades crecientes de la historia en correlato con su tiempo. Entre el retumbar de los cascos, de los caballos y el olor acre de la pólvora, estelarizaría Bolívar al lado de los grupos populares, al calor de la gente de  color del pueblo llano, algunas de las acciones más hermosas y proféticas del acontecer histórico militar y político con rostro ético de Hispanoamérica en los siglos XVIII Y XIX, y proyectadas para vergüenza nuestra en la palpitante actualidad.
Pedro R. Garcia M.
pgpgarcia5@gmail.com
@pgpgarcia5

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.