Una cosa es lo que la mayoría de los venezolanos
sabemos sobre la crisis eléctrica y otra es lo que el gobierno quiere que
creamos; los venezolanos sabemos que fue un error garrafal apartar a la empresa
privada y a las inversiones extranjeras del sector eléctrico, cuando en el 2007
nacionalizaron a La Electricidad de Caracas, porque supuestamente, los
inversionistas gringos estaban ganando “demasiada plata” a costa de los
venezolanos, y se implantó el modelo de empresa de producción social, la mayor
parte de nosotros sabíamos para que serviría la mentada nacionalización.
Los venezolanos estamos clarísimos que Chávez y su
gobierno no hicieron las inversiones que el país necesitaba en el sector de la
energía eléctrica, algunos “geniecillos” le habrían dicho que no se preocupara,
que con la represa de El Guri tendríamos electricidad de la buena por mucho
tiempo, de modo que los presupuestos para el área fueron mermando, las obras se
paralizaron, el mantenimiento se hiso nulo, y lo poco que se asignaba, era inmediatamente
“chupado” por la golosa corrupción socialista que se instaló en las empresas
responsables del área.
Cuando en el 2009 el gobierno cayó en cuenta de la
magnitud de la crisis que habían alimentado ya era tarde, pero en vez de llamar
a los expertos, a quienes más sabían de estas crisis, lo que hicieron fue
llamar a los cubanos.
A Chávez le encantaba una crisis, y la crisis
eléctrica de Venezuela fue el negocio del siglo para sus asociados, entre las
que se encontraban varias empresas de maletín manejadas por boliburgueses que
sabían, que bajo un estado de crisis, sus presupuestos y ofertas serían
aprobadas sin preguntar mucho y los negocios se darían sin mayores exigencias,
igual para los cubanos, quienes no solo nos vendían bombillos ahorradores, de
los que usan bastante mercurio para envenenar nuestro medio ambiente una vez
desechados, que ellos maquilaban desde Asia, sino que nos llenaron de planticas
chimbas que compraban en España y China para instalar en los pueblos, no solo
consumían ingentes cantidades de gasolina y gasoil sino que se echaban a perder
con un suspiro, pero el contratico con Cuba no incluía repuestos y servicios, y
si los incluía, se hacían los tontos.
De las empresas que más se beneficiaron de esta
crisis eléctrica y de las compras de emergencia se encuentra la firma Derwick,
involucrada en diversas denuncias e investigaciones nacionales e
internacionales como contratista y proveedora de tecnología para diversas
dependencias gubernamentales incluida CORPOELEC y que el gobierno se ha negado
a investigar.
Los ingenieros cubanos y chinos se instalaron a las
principales plantas generadoras de electricidad a descifrar la tecnología de
las turbinas para repararlas, estuvieron metiéndole la mano a cada generador y
transformador que encontraban y los dejaban desarmados en los talleres,
abandonando el trabajo pero cobrando completo por ello.
A medida que el país se sumía en la oscurana, las
comunas, cooperativas, empresas socialistas, colectivos, sindicatos chavistas,
empresas de maletín, importadores, constructores se abocaban a la tarea de
gastar los presupuestos de emergencia aprobados en Consejo de Ministros; si era
para el problema eléctrico no se hacía preguntas, de esta manera personeros
como Argenis Chávez, hermano del presidente y ex presidente de CORPOELEC hasta
hace poco, permitió tal cantidad de negociados, que se vieron en la obligación
de “renunciarlo”.
Eso sí, le solucionamos el problema eléctrico a
Cuba, a Nicaragua, a Bolivia, al Salvador y a algunas islas del Caribe quienes
recibieron ayuda para construir estaciones eléctricas, plantas y tendidos,
ellos sí tienen resuelto el problema de la luz, eso era importante.
En cuanto a las construcciones de nuevas represas
hidroeléctricas, Caruachi y Tocoma son dos represas gemelas que según los
planes aportaría cada una 2.160 megavatios al sistema eléctrico nacional;
Caruachi se empezó a construir en el año 1997 y nueve años después, en el 2006,
fue inaugurada a un costo de Bs. 2.500 millones de dólares.
Tocoma empezó su construcción en el 2002 y este es
momento que todavía no lleva ni la mitad de las obras pero se ha tragado 10.000
millones de dólares, según el periodista Pedro Benítez por causa de la
corrupción y negociados, no hay argumento que justifique tal retraso y sobre precio.
Más de 7.000 millones de dólares después, botados
en la crisis eléctrica, llega nuestro amigo Jesse Chacón, un apaga fuego
profesional del gobierno, con la orden de intervenir el sector y meterlo en
cintura por instrucciones del muy cuestionado “presidente” Nicolás Maduro.
Pero mal comienzo, en vez de decir la verdad, de
hacer un balance de la gestión socialista en el sector eléctrico, admitir sus
fallas, distanciarse de la corrupción que imperó y exigir responsabilidad a
quienes participaron en ese banquete de Baltasar, nos impuso el discurso de la
mentira y trató de ocultar la calamitosa situación.
La culpa de la crisis- declaró Chacón- la tenían
los venezolanos que somos unos consumidores inconscientes e indisciplinados, no
es posible que el consumo del país haya aumentado cuando el esfuerzo socialista
ha sido arruinar la base industrial y comercial del país, casi no hay actividad
económica y todavía sigue el incremento de demanda (el ministro no cree que los
electrodomésticos que regala el gobierno en las campañas políticas, influyen,
ni tampoco los grandes sectores populares que no pagan por el servicio, ni los
desarrollos habitacionales mal
construidos que rifa la Misión Vivienda de cuando en vez, entre su masa
clientelar partidista).
Es por ello que, los platos rotos lo pagamos los
consumidores venezolanos con las alzas de las tarifas, racionamientos de luz
“programados”, cortes, multas y otros inventos rojos rojitos, hasta se habla es
de suprimir definitivamente los aires acondicionados en Venezuela, si los
indios podían vivir sin ellos, nosotros también podemos, parece que hay un
programa de cientos de miles de estos aparatos que van hacer sustituidos por
otros ahorradores y muy eficientes, la pregunta es, ¿Quien se va a llevar ese
negocio entre las garras?
Vuelven las excusas de siempre cada vez que se
produce un apagón, animales que se quedan pegados a las líneas y producen
cortos, el Niño y sus trampas climáticas, incendios forestales (esta sí, porque
no limpian), papagayos que se enredan en los cables, tomas ilegales, disparos,
sabotajes (de todos lados, empezando por los mismos trabajadores de CORPOELEC,
pero principalmente por operaciones clandestinas de la oposición con el
Imperio) las excusas cada vez son más creativas, pero jamás escucharemos un mea
culpa del gobierno, eso sí, sacaron al pobre ejercito para militarizar el
sistema eléctrico y ahora resulta que es imposible brindarle seguridad al
sistema.
Y sin embargo, eluden lo esencial del asunto,
nuestro sistema eléctrico está sobre explotado, no hay de donde sacar más
energía; al menos que la exportemos, la única solución posible y real es hacer
las inversiones y aumentar la producción de energía, pero las represas
hidroeléctricas tienen el problema del cambiante clima y los largos veranos que
se pronostican, lo que implica aumentar la producción de energía
termoeléctrica, en plantas que consumen diesel y que hoy en día se “tragan”
300.000 barriles diarios, es decir, consumimos lo que producimos en nuestra
refinería petroleras y además tenemos que importar del Imperio 12.000 barriles
diarios.
Dice el Ministro Chacón que hoy Venezuela genera
21.000 megavatios por día, 3.000 megavatios por encima de la demanda nacional y
que eso explica la buena calidad y estabilidad del servicio en recientes
tiempos, bueno, sin contar estos apagones que dejan sin energía a la mitad del
país de sopetón.
El gobierno de Maduro, a pesar de la difícil
situación que presenta el país en materia energética no deja de gastar recursos
en el sueño de la revolución continental y de mantener a los gobiernos
extranjeros que parasitan de nuestro petróleo.
Si los venezolanos le importáramos al gobierno
chavista, en esas sumas que regalamos a Cuba a diario, por ejemplo, estarían
los recursos financieros (algunos expertos calculan unos 20.000 millones de
dólares) para construir más plantas termoeléctricas, finalizar las obras en los
embalses, hacer nuevas proyectos, cambiar buena parte de las líneas de
transmisión que están obsoletas, poner al día las tecnologías en estaciones y
subestaciones, entre otras muchas cosas, pero eso no lo hacen porque el interés
de los cubanos está por encima del nuestro.
Poner orden en el sector y recuperarlo a los
estándares mundiales de calidad va a tomar su tiempo, para ello es necesario
convocar a los mejores hombres y mujeres, nacional e internacionalmente, las
empresas de avanzada con la mejor tecnología, abrir procesos licitatorios de
manera transparente, invitar a las empresas y empresarios venezolanos
discriminados por lustros y poner manos a la obra.
Pero como no lo van hacer, entre otras razones
porque sin energía eléctrica está garantizada la permanencia del país en el
subdesarrollo y esa es una política del gobierno, además, resulta ser un
mecanismo de control poblacional muy útil, quitarle la luz a una región
incapacita a sus pobladores, los afecta psicológicamente reduciendo su
autoestima y creando terror en sus mentes.
Lo único viable para solucionar el problema de la
energía eléctrica, es con un cambio de gobierno, no hay otra, lo demás, lo que
está haciendo Jesse, es simplemente, un engaño.
Saul
Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul
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