domingo, 6 de julio de 2014

SAÚL GODOY GÓMEZ, LA CRISIS ELÉCTRICA,

Una cosa es lo que la mayoría de los venezolanos sabemos sobre la crisis eléctrica y otra es lo que el gobierno quiere que creamos; los venezolanos sabemos que fue un error garrafal apartar a la empresa privada y a las inversiones extranjeras del sector eléctrico, cuando en el 2007 nacionalizaron a La Electricidad de Caracas, porque supuestamente, los inversionistas gringos estaban ganando “demasiada plata” a costa de los venezolanos, y se implantó el modelo de empresa de producción social, la mayor parte de nosotros sabíamos para que serviría la mentada nacionalización.

Los venezolanos estamos clarísimos que Chávez y su gobierno no hicieron las inversiones que el país necesitaba en el sector de la energía eléctrica, algunos “geniecillos” le habrían dicho que no se preocupara, que con la represa de El Guri tendríamos electricidad de la buena por mucho tiempo, de modo que los presupuestos para el área fueron mermando, las obras se paralizaron, el mantenimiento se hiso nulo, y lo poco que se asignaba, era inmediatamente “chupado” por la golosa corrupción socialista que se instaló en las empresas responsables del área.
Cuando en el 2009 el gobierno cayó en cuenta de la magnitud de la crisis que habían alimentado ya era tarde, pero en vez de llamar a los expertos, a quienes más sabían de estas crisis, lo que hicieron fue llamar a los cubanos. 
A Chávez le encantaba una crisis, y la crisis eléctrica de Venezuela fue el negocio del siglo para sus asociados, entre las que se encontraban varias empresas de maletín manejadas por boliburgueses que sabían, que bajo un estado de crisis, sus presupuestos y ofertas serían aprobadas sin preguntar mucho y los negocios se darían sin mayores exigencias, igual para los cubanos, quienes no solo nos vendían bombillos ahorradores, de los que usan bastante mercurio para envenenar nuestro medio ambiente una vez desechados, que ellos maquilaban desde Asia, sino que nos llenaron de planticas chimbas que compraban en España y China para instalar en los pueblos, no solo consumían ingentes cantidades de gasolina y gasoil sino que se echaban a perder con un suspiro, pero el contratico con Cuba no incluía repuestos y servicios, y si los incluía, se hacían los tontos.
De las empresas que más se beneficiaron de esta crisis eléctrica y de las compras de emergencia se encuentra la firma Derwick, involucrada en diversas denuncias e investigaciones nacionales e internacionales como contratista y proveedora de tecnología para diversas dependencias gubernamentales incluida CORPOELEC y que el gobierno se ha negado a investigar.
Los ingenieros cubanos y chinos se instalaron a las principales plantas generadoras de electricidad a descifrar la tecnología de las turbinas para repararlas, estuvieron metiéndole la mano a cada generador y transformador que encontraban y los dejaban desarmados en los talleres, abandonando el trabajo pero cobrando completo por ello.
A medida que el país se sumía en la oscurana, las comunas, cooperativas, empresas socialistas, colectivos, sindicatos chavistas, empresas de maletín, importadores, constructores se abocaban a la tarea de gastar los presupuestos de emergencia aprobados en Consejo de Ministros; si era para el problema eléctrico no se hacía preguntas, de esta manera personeros como Argenis Chávez, hermano del presidente y ex presidente de CORPOELEC hasta hace poco, permitió tal cantidad de negociados, que se vieron en la obligación de “renunciarlo”.
Eso sí, le solucionamos el problema eléctrico a Cuba, a Nicaragua, a Bolivia, al Salvador y a algunas islas del Caribe quienes recibieron ayuda para construir estaciones eléctricas, plantas y tendidos, ellos sí tienen resuelto el problema de la luz, eso era importante.
En cuanto a las construcciones de nuevas represas hidroeléctricas, Caruachi y Tocoma son dos represas gemelas que según los planes aportaría cada una 2.160 megavatios al sistema eléctrico nacional; Caruachi se empezó a construir en el año 1997 y nueve años después, en el 2006, fue inaugurada a un costo de Bs. 2.500 millones de dólares.
Tocoma empezó su construcción en el 2002 y este es momento que todavía no lleva ni la mitad de las obras pero se ha tragado 10.000 millones de dólares, según el periodista Pedro Benítez por causa de la corrupción y negociados, no hay argumento que justifique tal retraso y sobre precio.
Más de 7.000 millones de dólares después, botados en la crisis eléctrica, llega nuestro amigo Jesse Chacón, un apaga fuego profesional del gobierno, con la orden de intervenir el sector y meterlo en cintura por instrucciones del muy cuestionado “presidente” Nicolás Maduro.
Pero mal comienzo, en vez de decir la verdad, de hacer un balance de la gestión socialista en el sector eléctrico, admitir sus fallas, distanciarse de la corrupción que imperó y exigir responsabilidad a quienes participaron en ese banquete de Baltasar, nos impuso el discurso de la mentira y trató de ocultar la calamitosa situación.
La culpa de la crisis- declaró Chacón- la tenían los venezolanos que somos unos consumidores inconscientes e indisciplinados, no es posible que el consumo del país haya aumentado cuando el esfuerzo socialista ha sido arruinar la base industrial y comercial del país, casi no hay actividad económica y todavía sigue el incremento de demanda (el ministro no cree que los electrodomésticos que regala el gobierno en las campañas políticas, influyen, ni tampoco los grandes sectores populares que no pagan por el servicio, ni los desarrollos habitacionales  mal construidos que rifa la Misión Vivienda de cuando en vez, entre su masa clientelar partidista).
Es por ello que, los platos rotos lo pagamos los consumidores venezolanos con las alzas de las tarifas, racionamientos de luz “programados”, cortes, multas y otros inventos rojos rojitos, hasta se habla es de suprimir definitivamente los aires acondicionados en Venezuela, si los indios podían vivir sin ellos, nosotros también podemos, parece que hay un programa de cientos de miles de estos aparatos que van hacer sustituidos por otros ahorradores y muy eficientes, la pregunta es, ¿Quien se va a llevar ese negocio entre las garras?
Vuelven las excusas de siempre cada vez que se produce un apagón, animales que se quedan pegados a las líneas y producen cortos, el Niño y sus trampas climáticas, incendios forestales (esta sí, porque no limpian), papagayos que se enredan en los cables, tomas ilegales, disparos, sabotajes (de todos lados, empezando por los mismos trabajadores de CORPOELEC, pero principalmente por operaciones clandestinas de la oposición con el Imperio) las excusas cada vez son más creativas, pero jamás escucharemos un mea culpa del gobierno, eso sí, sacaron al pobre ejercito para militarizar el sistema eléctrico y ahora resulta que es imposible brindarle seguridad al sistema.
Y sin embargo, eluden lo esencial del asunto, nuestro sistema eléctrico está sobre explotado, no hay de donde sacar más energía; al menos que la exportemos, la única solución posible y real es hacer las inversiones y aumentar la producción de energía, pero las represas hidroeléctricas tienen el problema del cambiante clima y los largos veranos que se pronostican, lo que implica aumentar la producción de energía termoeléctrica, en plantas que consumen diesel y que hoy en día se “tragan” 300.000 barriles diarios, es decir, consumimos lo que producimos en nuestra refinería petroleras y además tenemos que importar del Imperio 12.000 barriles diarios.
Dice el Ministro Chacón que hoy Venezuela genera 21.000 megavatios por día, 3.000 megavatios por encima de la demanda nacional y que eso explica la buena calidad y estabilidad del servicio en recientes tiempos, bueno, sin contar estos apagones que dejan sin energía a la mitad del país de sopetón.
El gobierno de Maduro, a pesar de la difícil situación que presenta el país en materia energética no deja de gastar recursos en el sueño de la revolución continental y de mantener a los gobiernos extranjeros que parasitan de nuestro petróleo.
Si los venezolanos le importáramos al gobierno chavista, en esas sumas que regalamos a Cuba a diario, por ejemplo, estarían los recursos financieros (algunos expertos calculan unos 20.000 millones de dólares) para construir más plantas termoeléctricas, finalizar las obras en los embalses, hacer nuevas proyectos, cambiar buena parte de las líneas de transmisión que están obsoletas, poner al día las tecnologías en estaciones y subestaciones, entre otras muchas cosas, pero eso no lo hacen porque el interés de los cubanos está por encima del nuestro.
Poner orden en el sector y recuperarlo a los estándares mundiales de calidad va a tomar su tiempo, para ello es necesario convocar a los mejores hombres y mujeres, nacional e internacionalmente, las empresas de avanzada con la mejor tecnología, abrir procesos licitatorios de manera transparente, invitar a las empresas y empresarios venezolanos discriminados por lustros y poner manos a la obra.
Pero como no lo van hacer, entre otras razones porque sin energía eléctrica está garantizada la permanencia del país en el subdesarrollo y esa es una política del gobierno, además, resulta ser un mecanismo de control poblacional muy útil, quitarle la luz a una región incapacita a sus pobladores, los afecta psicológicamente reduciendo su autoestima y creando terror en sus mentes.
Lo único viable para solucionar el problema de la energía eléctrica, es con un cambio de gobierno, no hay otra, lo demás, lo que está haciendo Jesse, es simplemente, un engaño.
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul

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