"Se
trata de contribuir a unificar la lucha con un instrumento capaz de incluir a
todos"
CONGRESO CIUDADANO
La
intención es construir un gran movimiento ciudadano que contribuya a diseñar la
ruta hacia la reconstrucción y la unidad nacional, además que se constituya en
un ámbito popular y democrático para el florecimiento de nuevas ideas y
propuestas de consenso sobre las tareas inmediatas y mediatas. Se trata de
contribuir a unificar la lucha con un instrumento capaz de incluir a todos los
sectores y estados del país en las actividades que impulsarán el cambio por
venir.
Ha
comenzado una amplia discusión en diversas organizaciones de la sociedad civil
y el Congreso tiene el apoyo de la mayoría de los partidos políticos
democráticos. No se trata solo de un encuentro de opositores sino que se abre a
variados sectores ciudadanos, independientemente de las simpatías políticas que
hayan tenido, pero que hoy se encuentran con el cambio. El objetivo es
concertar un "movimiento de movimientos" que, en el marco de la
Constitución, se proponga el advenimiento de un régimen de libertades lo antes
posible, para la reconstrucción nacional.
El
perfil del Congreso Ciudadano (CC) no es definitivo porque hay una dinámica de
incorporaciones a su diseño y organización que le va dando cuerpo. Hay acuerdos
básicos en que debe haber asambleas de ciudadanos en todo el país para discutir
los temas esenciales de la transición y de los principios que orientarán la
reconstrucción nacional, también se procederá a escoger delegados en esas
asambleas así como en cada uno de los sectores que participará. El evento
nacional será una culminación en 2014 de esta primera etapa de discusiones y es
deseable que le siga un impulso mayor y más denso hacia la organización de la
sociedad civil.
Este
narrador estima que el CC puede ser un formidable evento, resultado de la
interacción de redes políticas y ciudadanas, y que desde allí serán potenciadas;
supone una dinámica de organización que arranca desde las asambleas de
ciudadanos en cada localidad, hasta llegar al evento nacional, lo cual supone
agregaciones sucesivas en los planos municipal, estadal y nacional; así como
local, sectorial regional y nacional.
EL
CC Y LA UNIDAD DEMOCRÁTICA.
Este
proyecto no es una organización paralela a la Mesa de la Unidad, MUD. No lo es
por varias razones que es bueno precisar. En primer lugar, nadie se ha
propuesto tal objetivo; en segundo lugar, la MUD es una organización
interpartidista destinada a abordar el tema electoral en la perspectiva de la
oposición; y, por último, porque la unidad de los partidos democráticos está en
un proceso de reorganización en el marco del Informe Hospedales, varias veces
engavetado pero ahora a la mano -al parecer- como fuente de inspiración.
Mañana
lunes deberá hacerse "la encerrona" gestionada por Antonio Ledezma,
con la concurrencia de todos los partidos políticos, para puntualizar los
objetivos. Seguramente, a partir de esa definición, se producirá la
reestructuración de la alianza interpartidista, se determinarán los voceros y
administradores del día a día del entendimiento electoral opositor.
Tampoco
el CC es una plataforma para aprobar -e imponerle a los demás- una visión del
método en el reemplazo constitucional del régimen. Como se sabe, hay quienes
proponen un gran movimiento por la renuncia de Maduro y su corte imperial,
otros plantean la Constituyente, hay quienes sostienen que debe convocarse un
referéndum consultivo, otros más sugieren esperar el momento del revocatorio,
no deja de haber quienes exigen aplicar el artículo 350 constitucional que
consagra el derecho a la rebelión; también existen los que han sugerido no
hacer olas hasta que llegue la marea alta de las parlamentarias de 2015.
Afortunadamente, parece haber un acuerdo en el sentido de que hay que buscar el
reemplazo constitucional del régimen lo más pronto posible y nadie está hoy en
la defensa de esperar con paciencia el 2019. Pero como hay diferentes aproximaciones
sobre los métodos más plausibles, salvo que se llegue a un entendimiento previo
entre partidos y representaciones de la sociedad civil, no parece útil
enfrascarse en una discusión de ese tenor.
Por
supuesto, el CC no es una plataforma para consagrar unos líderes en detrimento
de otros o ungir candidaturas o bendecir roles perpetuos. Es un proceso de
iguales en el cual no caben vivezas o zancadillas.
ENTONCES,
¿QUÉ ES?
Desde
la perspectiva de quien esto escribe y como interpretación de las discusiones
en las cuales ha participado, podría decirse que el CC se propone tres
objetivos esenciales. Primero: estimular la organización ciudadana, no en la
forma de una estructura piramidal con "jefes" y "bases"
sino de una estructural reticular, redes interconectadas, obviamente autónomas,
unidas alrededor de comunes anhelos democráticos y participativos. Segundo: que
se impulsen los elementos de un programa para la transición hacia la
democracia, se trata de establecer metas compartidas de lo que habría que
promover de manera inmediata. Algunos temas son obvios, como el de la libertad
de los presos políticos y el retorno de los exiliados, pero podrían estar temas
como el de la Comisión de la Verdad para establecer responsabilidades en
materia de derechos humanos; sobre estos aspectos la discusión ciudadana será
muy enriquecedora. Tercero: establecer los principios para el proceso de
reconstrucción nacional, aquellas ideas potentes que pueden orientar programas
y políticas hacia el futuro. No se trata de programas de gobierno con políticas
públicas específicas, sino de orientaciones en materia de valores y principios
para rehacer el país. Temas como, por ejemplo, las formas de
reinstitucionalización del Estado; la defensa de la integridad territorial amenazada
en todos los confines; la profesionalización de la Fuerza Armada; la
recuperación de la dignidad de la Presidencia de la República; lucha contra la
pobreza y desarrollo de la clase media; entre otros temas relevantes.
Seguramente
los objetivos serán redimensionados, ampliados o sustituidos, pero es el camino
para establecer grandes lineamientos hacia el futuro -el próximo y el mediato-
de la sociedad civil. No se pretenden camisas de fuerza ni mandatos sino
núcleos de entendimiento entre organizaciones políticas y sociales autónomas.
VIENE
EL CAMBIO.
El
cambio se siente en el ambiente. Nadie sabe cómo será, pero todo el mundo sabe
que viene y viene bravo. Los tiempos son imprevisibles, siempre imperfectos,
con inmensos riesgos e inmensas oportunidades. Sea que el cambio lo preceda o
lo siga inmediatamente, el CC es un esfuerzo para que un nivel superior de
compromiso y de objetivos compartidos contribuya a la libertad. Allí se hará
presente la energía social acumulada, con miles de delegados, que le darán un
renovado impulso a la búsqueda del futuro solidario para todos. Usted está
invitado.
Carlos
Blanco G.
@carlosblancog
www.tiempodepalabra.com
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