Observaciones
tal como hechas para el Testimonio del Comité Senatorial de Relaciones Exteriores de
los Estados Unidos
Moisés
Naím, Asociado Senior PHd, International Economics
Program, Carnegie Endowment for International Peace 8
de mayo de 2014
En
la audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado
Traducción
de Carlos Armando Figueredo.
Gracias.
Presidente Menéndez, gracias, Miembro de Mayor Rango Corque y miembros del
comité, por haberme invitado a comparecer ante ustedes hoy. Es un honor estar
aquí.
Quisiera
empezar sobre una base personal. Paso la mayor parte de mis días de trabajo
analizando las tendencias económicas y políticas globales y la capacidad de las
naciones de cumplir con sus metas sociales. Para mí, el caso de Venezuela es
diferente. Crecí allí, estudié allí, enseñé allí y a principios de los noventa
trabajé con un equipo extraordinario de funcionarios gubernamentales como
Ministro de Comercio e Industria para llevar prosperidad a un país con una
democracia defectuosa pero vibrante. Por más de cuarenta años, los resultados
de las elecciones en Venezuela eran bastante impredecibles, se cumplía con las
limitaciones a los períodos y los controles y contrapesos ayudaban a ponerle
freno a la concentración de poder.
Seré
tan desapasionado como sea posible en mi análisis y mi recomendación en cuanto
la política de los EU hacia Venezuela. Pero vengo a cumplir con esta tarea con
un corazón aquejado. Veo a un país que amo, y que tanto me dio a mi y a mi
familia, en una espiral descendiente hacia un caos económico, luchas en las calles,
una sociedad profundamente dividida, abusos masivos por parte del gobierno e
inimaginable corrupción. El hecho de que este maravilloso país adquiera muchas
de las características comunes a estados mucho más pobres y fallidos, y
testimoniar como el sufrimiento humano crece es para mí, para mi personalmente,
para mi familia y, por supuesto, lo que es más importante, para el pueblo
venezolano nada menos que una tragedia.
Venezuela,
hoy en día, no es una democracia y, claramente es un fracaso económico. Políticamente,
es una autocracia post-moderna. ¿Qué es eso? Es un gobierno autoritario que
sabe como parecer democrático a la vez trampeando las elecciones, ahogando a
los medios, reprimiendo a la oposición y acabando con lo controles y la
verificación, de ese modo concentrando el poder mientras mantiene una
apariencia de democracia. Tan solo un ejemplo puede ilustrarlo: durante los
catorce años del gobierno de Chávez y uno de Maduro, no hay ni un solo caso en
el que los poderes legislativo o judicial se hayan opuesto a una iniciativa o
le hayan impedido al presidente que haga lo que a él le parezca, cuando le
parezca.
El
gobierno, a hurtadillas y efectivamente anuló todos los controles y contrapesos
sobre el poder del ejecutivo. La rendición de cuentas y la transparencia se han
erosionado sistemáticamente y, para todos los fines prácticos, han dejado de
existir desde hace años.
Dicho esto, compartiré con ustedes cinco pasos
prácticos que creo que el gobierno de los EU podría emprender que constituirían
una contribución positiva para entender la realidad venezolana, aliviando este
sufrimiento y prestándole ayuda a una nación en nuestro Hemisferio para que se
aleje de esta horrenda situación.
Es
importante, sin embargo, subrayar que cero firmemente que los conflictos en
Venezuela sólo pueden resolverlos los venezolanos y que los Estados Unidos no
pueden ni deben ser un protagonista en lo que allí está ocurriendo. Las medidas
que recomiendo apuntan a facilitar la resolución de conflictos y a aclarar la
situación que las autoridades venezolanas están oscureciendo deliberadamente.
Desgraciadamente,
mientras hablamos hay otro improbable y sorpresivo poder externo que conduce el
juego en Venezuela e interfiere con la voluntad del pueblo allí: Cuba. Espero
que el Comité discutirá el papel de definición de Cuba en una próxima
audiencia.
.
El
contexto para los pasos que recomiendo se trata de una crisis de los derechos
humanos grave y mal entendida. Tengo pleno conocimiento del alcance de las
detenciones arbitrarias, de la falta de revisión judicial, los secuestros, las
palizas, las amenazas, las restricciones a los medios, y el encarcelamiento de
jóvenes que protestan en prisiones horribles para brutales delincuentes.
Sé que
ustedes recibirán un informe comprehensivo
y confiable sobre estas y otras violaciones de derechos humanos,
proveniente de Miguel Vivanco, de Human Rights Foundation, de manera que no las
enumeraré aquí, salvo para comentar que mi más arduo deseo es que esa prácticas
que quedaron atrás al finalizar los días de brutales dictaduras militares en
América Latina no resurjan. Tristemente, han regresado en Venezuela. El choque
más importante en la Venezuela de hoy no es el de la izquierda contra la
derecha, los ricos contra los pobres ni siquiera de las buenas ideas contra las
malas ideas, o como gobernar un país. No; el problema que define lo diario en
Venezuela es la violación al por mayor, aprobada por el estado y ampliamente
documentada de los derechos humanos de quienes se oponen al gobierno; las
violaciones llevadas a cabo por la guardia nacional y por milicias civiles bien
entrenadas de corte delincuencial, los infames “colectivos”.
Bajo
esas circunstancias es un reto para los EU intervenir de modo constructivo. En
el mejor de los casos, los EU pueden tomar medidas que ayudarán a prestar apoyo
a los motores centrales de un cambio para lo mejor: el pueblo venezolano.
Las
cinco medidas que recomiendo son:
(1)
Ayudar a los venezolanos y al mundo a entender el verdadero impacto de quince
años del modelo de gobernar que instauró Hugo Chávez;
(2)
Ayudar a desenmascarar y hacer público el nivel de corrupción y de influencia
extranjera en el actual gobierno;
(3)
Sancionar a los responsables de abusos de los derechos humanos, así como a los
oligarcas conectados a la elite de Chávez que han amasado fortunas
inimaginables a través de negocios corruptos y empresas delictivas;
(4)
Prevenir medidas que alimenten la táctica de “culpar a otros” para evitar
responsabilidad por un estado fallido y una economía en colapso que el gobierno
venezolano y sus apologistas dentro y fuera de país utilizan con tanta
frecuencia; y
(5)
Promover que los aliados latinoamericanos abandonen su silencio en cuanto a los
abusos gubernamentales en Venezuela que no tolerarían en su propio país. No les
estoy pidiendo a los vecinos de Venezuela o a la Organización de los Estados
Americanos (OEA) que intervengan en la política venezolana. Pero es
absolutamente válido esperar que los gobiernos decentes –y los líderes
decentes– no permanezcan indiferentes respecto de la forma cómo el gobierno
venezolano reprime a sus opositores.
Ahora,
elaboraré brevemente sobre cada una de estas cinco propuestas.
1)
Combatir a las Mentiras con Hechos
Una
de las herramientas más potentes utilizadas por el gobierno venezolano es la
manipulación y el ocultamiento de la información social, económica, política e
institucional.
Para
enfrentar esta realidad, recomiendo que el gobierno de los EU ejerza la
influencia significativa que tiene en instituciones internacionales y
nacionales que recopilan datos y publican informes sobre el estado de la
economía, la sociedad y las libertades políticas del país, las relaciones
internacionales y la seguridad nacional e internacional. Valerse del voto en
organizaciones internacionales tales como las Naciones Unidas, el Banco
Mundial, la Organización Internacional del Trabajo, el Banco Interamericano de
Desarrollo e incluso la vergonzosamente inefectiva OEA, para promover
investigación de calidad sobre la realidad venezolana. Instituciones nacionales
de los EU tales como el Servicio de Investigación del Congreso, fundaciones
privadas y ONGs podrían comprometerse también.
La
primera víctima en una dictadura es con frecuencia la verdad. La realidad
venezolana no está siendo presentada por el gobierno ya que no se reportan
datos, se manipula o se fabrica. Hay legítimas dudas respecto de lo correcto de
los datos relativos a la pobreza y la desigualdad, no se ha llevado a cabo
valoración de los programas sociales, el público ignora cuanto cuestan los
masivos programas de ayuda a países extranjeros o la naturaleza de las
obligaciones que la nación ha adquirido con países como China, Rusia o
Bielorrusia.
Ni siquiera tenemos información confiable acerca de homicidios,
secuestros y los crímenes. El gobierno explota hábilmente, con fines de
propaganda, sus números y sus beneficios maquillados a partir del vacío de
información.
Recientemente, por ejemplo, el Presidente del Banco Central
anunció que los datos sobre escasez de bienes de consumo y medicinas ya no se
publicarían.
Haciendo
brillar una luz sobre las verdaderas condiciones de la pobreza, la desigualdad,
las prácticas laborales, la productividad, la producción petrolera, los saldos
fiscales y monetarios, la censura, y, por supuesto, los derechos humanos
ayudaría a revelar la falla del liderazgo venezolano en adentrarse en un camino
económico y social que le sirva a su pueblo.
No
estoy pidiendo que los EU “clasifiquen” explícitamente al gobierno venezolano
como una dictadura, sino que los EU usen su poder para combatir a un gobierno
abusivo con la fuerza de la información: obtener los hechos reales para que
rodos los vean y debatan sobre ellos. Es imperativo ponerles las cosas más
difíciles al régimen y sus apologistas a la hora de mentir sobre lo que esté
ocurriendo en el país, y de ocultar el impacto devastador de sus políticas
2)
Descubrir los Oscuros Secretos
Rumores,
casos individuales, revelaciones susurradas, confesiones salvajes e informes
esporádicos, todo habla de la influencia cubana sobre las políticas
gubernamentales venezolanas, de la enorme influencia de los narcotraficantes y
sus cómplices en el gobierno y de la masiva corrupción en el uso de los
ingresos y de la contratación. Las agencias de seguridad y fiscales de los EU
están bien informadas acerca de cada una de estas realidades. Mi recomendación
es que se lleve a cabo una información de auditoría de todos los informes de
inteligencia y de aplicación de la ley que dan luces sobre la situación
venezolana y difundir la información que
pueda hacerse pública sin amenazar los activos de seguridad ni dañar la
necesidad que tienen las comunidades de inteligencia de proteger fuentes y
métodos. Estoy seguro de que dicha auditoría hallará que el gobierno de los EU
posee información secreta cuya revelación podría arrojar importante luz sobre
el funcionamiento del gobierno venezolano y de sus socios cubanos (o los narcotraficantes en el medio) sin causar
algún daño duradero a la inteligencia de los EU.
Es
críticamente necesario presentar información, acerca del nivel de influencia
extranjera, los flujos ilegales de dinero, la criminalidad gubernamental y las
prácticas corruptas en Venezuela y para documentar cómo su gobierno se ha
convertido en un importante facilitador del comercio ilícito de drogas, gente y
armas. Bajo condiciones de extensa censura de, y coerción a, los medios, el
potencial de manipular al público con falsa información es alto. De una vez, el
gobierno de los EU podría dar un paso importante para obstaculizar es
desinformación al revelar sistemáticamente lo que sabe sobre esas prácticas
corruptas
3)
Pongan en la mira a los oligarcas bolivarianos y a sus socios
Los
EU tienen un número de herramientas para sancionar a los individuos que
ingresan al territorio de los EU. Es bien sabido que los mismos individuos
corruptos que roban en las arcas del gobierno, aceptan comisiones sobre
contratos y legitiman dinero de la droga mientras condenan a plena voz a los Estados Unidos, también
vienen aquí para disfrutar de los bienes y servicios de este país. Estos nuevos
multimillonarios, que han amasado fortunas personales inimaginables al
apoderarse de fondos públicos, viajan a los EU en jets privados, se aprovechan
de los mejores servicios de salud de los
EU, envían a sus hijos a colegios universitarios de los EU y pasan sus
vacaciones haciendo compras en Nueva
York, esquiando en Aspen o navegando en yates en Florida. También son fuertes
usuarios de bancos de los EU e invierten sus mal habidas ganancias en inmuebles
y otros instrumentos de inversión bajo jurisdicción de los EU.
Mi
propuesta concreta es ampliar la extensión y el alcance de las sanciones que
apunten individualmente contra individuos específicos y sus familias y socios
de negocios. Desde que Hugo Chávez llegó al poder, hace quince años, ha sido
casi imposible mejorar en el sector privado de Venezuela sin celebrar
operaciones comerciales con el gobierno. Es raro que esas operaciones se
realicen diáfanamente y sin corrupción. Hay una larga y creciente lista de venezolanos
obscena e inexplicablemente opulentos que se hacen pasar por “gente de
negocios” pero no son sino delincuentes que se enriquecieron a espaldas de los
venezolanos pobres que el gobierno bolivariano tan ardientemente alega
representar. Estos ladrones y sus socios deberían ser objeto de sanciones
individuales. El gobierno de los EU sabe quienes son.
Negar
una visa, congelar cuentas bancarias y limitar el acceso a los EU de los
oligarcas de Chávez y sus familias obviamente tendrá un impacto sobre estos
individuos. Es gualmente importante, ello hará pública la naturaleza corrupta
del régimen e identificará a algunos de sus ricos beneficiarios. Demostrar que
los EU no condonan este género de comportamiento corrupto e ilegal, les
mostrará a estos individuos, y al mundo, lo que los EU admiten y lo que no
admiten.
Traduccion
de
Carlos
Armando Figueredo
figueredo.carlosar@gmail.com
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