domingo, 20 de abril de 2014

NELSON MAICA C., MUNDO PARALELO

1.      Los políticos. En general, cuando tienen que comunicar algo lo hacen grandilocuentemente con fanfarria y titulares muy llamativos; pero, casi siempre, en la mayoría de las ocasiones, lejos del meollo en donde está metida la gente en su cotidiana vida.
2.      Así se presentan y muestran a la política como un medio de supervivencia para unos cuantos, un mundo aparte, un mundo paralelo al mundo de la ciudadanía, de las personas, del pueblo.
3.      La política ha dejado de ser, para buena parte de la población, una actividad orientada a la solución de problemas sociales, comunes y se ha enfocado, últimamente, a la supervivencia de los políticos, de los partidos, a sus problemas personales. Esta percepción genera desconfianza hacia la política, hacia los partidos y hacia los políticos.
4.      Es un verdadero problema para una persona común, para el ciudadano de a pie, el no disponer de un balance real sobre lo que hace su gobierno y/o su partido y/o sus lideres, sentirse coaccionado al momento de votar por un conjunto de informaciones superficiales, incoherentes, carentes de bases ciertas.
5.      La percepción, en el mundo político es muy importante. Es manipulada a menudo en base a imágenes, números y argumentaciones superficiales sobre cambio y acción de gobierno.
6.      Es frecuente y común en la política el uso de imágenes para comunicar sistemas de creencias, para definir problemas y posibles soluciones. Las metáforas gozan de gran aceptación para expresar finalidades; pero son ambiguas e imprecisas.
7.      Cuando se refieren al progreso casi nunca se habla de categorías y mucho menos de contextos distintos. Es el juego del todo y la parte. Se atenderá a una parte del problema planteado; pero en la resolución y/o la ley se hará referencia a todo el problema.
8.      Las estadísticas y los indicadores son usados para darle precisión, credibilidad y autoridad a sus afirmaciones. Se cree que la ambigüedad no tiene cabida al usar cifras. Pero los números también presentan problemas. ¿Cuántas nuevas empresas? ¿Cuántos nuevos empleos por mes? ¿Cuántos niños mueren al día? ¿Cuántos dejan de comer cada día?
9.      ¿Cohesión social? ¿Igualdad de oportunidades? ¿Eficacia y eficiencia publica? ¿Transparencia? Hay resistencia a presentar cuentas claras. Se capta la manipulación de las cifras e indicadores. Dominio y control sobre los medios. Uso y abuso de la fuerza bruta.
10.    En ocasiones los números contribuyen a ofrecer una imagen ilusoria y manipulada. La ciudadanía, generalmente, no tiene elementos de referencia o comparación para interpretar los números grandes ¿Cómo saber si la inversión inmensa en un proyecto es buena, razonable? ¿Cuántas familias siguen en refugios? ¿Cuántas viviendas se han construido? ¿Por qué siguen personas y familias en refugios si, supuestamente, se han construido muchos más?
11.    Los políticos utilizan numerosos indicadores de actividades cuando en realidad deberían ocuparse de las actividades y los beneficiarios. Los datos sobre lo macro opacan la información sobre las categorías desagregadas.
12.    Los políticos se fijan prioritariamente en los problemas que llaman la atención de los medios, no de la gente, y están vinculados con la gestión de gobierno. En la medida en que es necesario establecer responsabilidades los políticos del gobierno y de la oposición pretenden someter “bajo control” toda interpretación ciudadana. Carecen de transparencia.
13.    Los políticos tratan de asegurarse de que las cosas van bien. Se manipulan los actos, todo. Por supuesto, nada de ello aporta claridad al proceso político, a la discusión de las políticas, a superar el bajo interés por la política, a que los ciudadanos dejen las actitudes pasivas y cínicas que, hoy por hoy, muestran gran cantidad de ciudadanos.
14.    Los ciudadanos, en gran número, hoy, expresan su decepción sobre los políticos, los partidos, las instituciones, adoptando conductas alejadas del ciudadano participativo y activo que requiere un sistema político vigoroso, democrático, plural.
15.    Cuando se perciben bajos niveles de participación y alta cota de desprestigio de los políticos, lógicamente, la democracia funciona mal, se viene a menos. Allí aprovechan los totalitarios, los comunistas, los castro comunistas. Pero, bueno, eso hay que cambiarlo. Trabajar una salida constitucional.
Tips:
•        ¡Algo paso! ¿Cuántos y cuáles vieron y oyeron, en cadena, ese algo? Vaya usted a saber… Comentarios y opiniones sobran…
•        Ese y su “combo” es el responsable de los asesinatos de estudiantes, jóvenes y del pueblo, su verdugo, su hambreador, es el brazo ejecutor del Stalin del Caribe; es un impostor, ilegal e ilegitimo, usurpador; es satanás… Los acompañantes, facilitadores, etc., con excepción del Vaticano, son sus socios, compañeros ideológicos y de ruta… ¿Qué esperan de eso?... ¡Por Dios!.. ¿Qué queda?... ¿350?...
•        A la vista: CINISMO + CODICIA + CEGUERA + COMODIDAD / ¡Fatal!

“Cuando la estafa es enorme ya toma un nombre decente”, Ramón Pérez de Ayala.

Nelson Maica
nelsonmaica@gmail.com
@NoMaica

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