En 1960, la juventud de Acción Democrática encabezada por Domingo
Alberto Rangel, Simón Sáez Mérida, Américo Martín, Gumersindo rodríguez, Moisés
Moleiro, Rafael José Muñoz y una pléyade de brillantes dirigentes juveniles que
se habían curtido en la lucha de resistencia contra la tiranía de Marcos Pérez
Jiménez tomaron la decisión de oponerse públicamente a las políticas que desde
el gobierno implementaba Rómulo Betancourt. La decisión de estos jóvenes, se
supo inmediatamente, estuvo influida maquiavélicamente por el cochambroso
intelecto del recién instaurado dictador de Cuba Fidel Castro Ruz, quien no lo
ha ocultado nunca, siempre pensó que Venezuela era la más preciada presa que
debía controlar para manejar el ajedrez político de América Latina para su
megalomaníaco juego de confrontarse de
tú a tú con sus “odiados” Estados Unidos de América.
Fidel Castro impúdicamente influyó en
los jóvenes adecos y comunistas venezolanos y los condujo a alzarse en armas
contra un gobierno nacido de las luchas populares contra una dictadura militar,
que era la continuación de 150 años de dominio de los militares sobre la escena
política venezolana. Visto ese proceso retrospectivamente y entendiendo que
quienes en la actualidad controlan el gobierno en Venezuela reivindican
enfáticamente la lucha guerrillera de los años 60 contra la “democracia
burguesa” debemos preguntarnos ¿Cómo
reaccionaría Nicolás Maduro si un importante número de jóvenes venezolanos con
el respaldo financiero y militar de otro país decidieran alzarse contra su
cuestionado gobierno? Si fue bueno que eso ocurriera contra los gobiernos
democráticos y decentes de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y el primero de Rafael
Caldera ¿Por qué habría de ser malo si eso ocurriera contra un gobierno
autoritario, profundamente corrupto y corrompido, violador de los derechos
humanos como el que encabeza Nicolás Maduro? Lo que es bueno para el pavo lo es
para la pava.
Lo único constante hasta el día de hoy
es que durante más de 50 años las maléficas maquinaciones de un asqueroso
asesino, violador consumado de los derechos humanos y supremo y desvergonzado
actor del ingerencismo en los asuntos internos de los países latinoamericanos
como lo es el muy despreciable Fidel Castro Ruz han causado dolor, muerte y
sufrimiento en millares de hogares venezolanos y latinoamericanos y durante los
últimos 15 años, gracias a unos vulgares traidores a su patria y entreguistas
de la soberanía nacional, se ha robado inmensas cantidades de dinero de la
riqueza de todos los venezolanos con el consecuente estrago para nuestras condiciones
de vida hoy depauperadas, cuando hasta no hace muchos años se nos habló de una
“Venezuela saudita” y hoy gracias a la robolución y a la ladronera socialista
inepta e incompetente hemos vuelto a lo que José Rafael Pocaterra llamó “Los
años de la decadencia”
Es una decisión inexcusable hoy para los venezolanos
escoger si queremos seguir siendo una caricatura de país o si rescatamos
nuestro orgulloso sitial de TIERRA DE LIBERTADORES.
Jorge Ramírez Fernández
jorgeramirezfernandez@hotmail.com
@jorgeramfer
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