sábado, 22 de marzo de 2014

SAÚL GODOY GÓMEZ, PORQUE EL CHAVISMO DEBE DESAPARECER

Lo digo sin que me quede nada por dentro, el chavismo no es una manera de pensar ni es una ideología, mucho menos es una filosofía, es una manera de ser delincuencial que nació con un hombre y debe ser enterrado con él.  
El chavismo fue un fiasco de marca mayor, una estafa al pueblo, que no debe gozar de ningún tipo de simpatía por parte del país nacional, principalmente, porque el chavismo nos engañó haciéndose pasar por un movimiento de justicia social, nos arruinó, nos hizo más vulnerables, nos puso a pelear y sirvió de plataforma para que una mafia sin corazón y traidora, nos entrampara en una situación de vida o muerte.
No comparto las voces de la oposición que quieren negociar con ellos, incorporarlos, compartir con ese movimiento fascista lo que hemos alcanzado con honor y valor, que es nuestra libertad y el rescate de nuestra soberanía; me niego a compartir con militares traidores, comunistas filocubanos, asesinos de jóvenes y mujeres, violadores y entreguistas de la Patria, el triunfo de mi pueblo y de sus estudiantes, que tanta sangre y sacrificio nos ha costado, no me asocio con criminales, si eso es ser radical, pues soy un radical.
A todos los venezolanos, embaucados de buena fe en esta trampa contra la democracia, se les perdona, se entiende que, por ignorancia o por necesidad, se sintieron obligados a hacerse parte de ese circo del horror; aquellos que tengan un carnet del PSUV, quémenlo y arrepiéntanse de lo que han hecho, del apoyo brindado a estos facinerosos que asaltaron al país y nos quitaron los mejores años de nuestras vidas, que dejaron el país endeudado, saqueado, en ruinas, allá ustedes con su conciencias… no puedo estrecharle las manos a ninguno de esos bandidos, no puedo elogiar a los rojos rojitos en nada de lo que hicieron, pero subrayo, su labor de destrucción del país, su odio para todo lo que representa ser venezolano, su obsceno resentimiento por lo que es moral y ética.
Los chavistas y el PSUV deben desparecer de la historia política de nuestra patria como un mal recuerdo, no tengo ninguna intención de irme a la cama con ellos, ni siquiera de reconocerlos como facción política; igual que los nazis en Alemania, luego de la guerra, igual que el Ku-Klux-Klan, que jamás pudo convertirse en una fuerza política institucional, igual que los innumerables partidos que nacieron de las fuerzas armadas en el mundo, de la misma manera el chavismo y el PSUV deben ser erradicados del paisaje como fuerza política y relegados al olvido; pretender darles voz, posición, relevancia, es caer en una abyección que no sólo insulta la memoria de sus víctimas, sino que disminuye la acción heroica de un pueblo en la calle, que enfrentó las armas con puro coraje ciudadano, y derrotó a unos apátridas dispuestos a masacrarnos.
El chavismo aparte de ser una primitiva forma de idolatría hacia una persona que se hacía pasar por Cristo reencarnado, es una clara incitación a la destrucción de la democracia como forma de gobierno, detrás de esos llamados a la participación directa, al gobierno popular y comunal, a la unión cívico-militar se encuentra la semilla del autoritarismo más salvaje, promovido por un partido, un pensamiento y un líder único, cuya tarea ha sido destruir el ideal bolivariano que lamentablemente tomaron como bandera.
El llamado de la oposición, una vez que termine esta orgía de sangre y terror, debe ser a todos los venezolanos, no a los chavistas, los cambio por un venezolano, les doy mi reconocimiento si aceptan vivir, de ahora en adelante, como hermanos y conciudadanos, los recoceré como venezolanos no como chavistas; soy un firme creyente de la pluralidad política, de la variedad del pensamiento como recurso natural de la democracia, excepto aquellas formas políticas que predican el apartheid, el odio de clases, la guerra y la violencia, por contradictorias con los principios de convivencia social y la paz entre los hombres, una forma de comportamiento chavista no pueden ser aceptada y mucho menos permitirle que se institucionalice, dándoles derechos y escenarios, no solo es absurdo, es un suicidio.
¿Quieren estos venezolanos extraviados en el chavismo retornar a la vida en el país? bienvenidos, eso sí, que se quiten la franela roja, que escondan sus insignias, sus banderas, que callen sus consignas, porque las escucho y oigo al cubano invasor, al guerrillero asesino, al hampa que secuestra y mata a mansalva, al narcotraficante que arruina a mis compatriotas, al boliburgués que se hizo millonario a costa del sufrimiento de los más pobres, al guardia nacional que golpea a nuestros estudiantes con saña… el chavismo pasó, no hay glorias ni memorias que agradecer, fue sembrado para destruirnos y fracasó.
Al argumento de que fueron la mitad del país, le digo: el pueblo se equivoca porque las personas se equivocan, y si se equivocaron deben pagar las consecuencias de sus ideas y de sus actos, tienen que aprender a ser responsables, y comprender que con malas mañas y una vida en el delito sólo se va al infierno. La democracia no trata de una imposición estadística, si a la mayoría le gusta la vagancia e imponerse en gavilla contra la gente decente, son unos delincuentes, el ser mayoría ni los hace mejores ni justifica sus errores y comportamientos atávicos.
La responsabilidad que tenemos los venezolanos por delante es que jamás se vuelva a repetir la locura del chavismo en nuestro país, que esa arrogancia derivada de la ignorancia, que esos vicios convertidos en virtudes, que ese resentimiento enfermizo queden definitivamente desterrados de nuestras vidas, y para ello es necesario atender a toda esa masa de gente donde pudiera prosperar este virus de la violencia y la sin razón. 
Que nunca más un venezolano se levante en contra de otro para exigirle sumisión, obediencia y pleitesía, como reyes bárbaros, que jamás puedan callar nuestras voces ni pretender doblegar nuestras ideas, que no se vuelva a constituir un gobierno racista, vulgar y violento, que nunca más volvamos a ver a unos oficiales cobardes ordenando a la tropa a apuntar sus armas en contra del pueblo.
Estoy seguro de que el grueso de los venezolanos, que se vieron obligados a concurrir a las filas del chavismo fue porque se sentían amenazados, pero de ninguna manera podemos aceptar que quede una sola raíz viva de esta organización política contra natura; el chavismo representa todo lo que va en contra de la vida, de la inteligencia, de la democracia y de la venezolanidad.
A la primera oportunidad hay que poner a ese movimiento felón fuera de la vida institucional y política del país, declararlo ilegal y desbandar a sus miembros; quien quiera rendirle respeto y culto a la figura de Chávez, si cree que hizo algo bien, que lo haga como ciudadano venezolano, no como un violento y, mucho menos, como un traidor a la Patria, porqué ser chavista es entregarle el país al comunismo internacional. 
Las personas que somos demócratas y apoyamos la pluralidad de ideas, lo hacemos porque fundamentalmente creemos en el diálogo, en la discusión de ideas, razonando y convenciendo, pero nunca con las armas, con la corrupción, con el miedo, el chantaje y la violencia.
Ya basta de desencuentros, de antagonismos banales, las ideologías pueden coexistir en democracia pero, cuando los enemigos de las sociedades abiertas agreden otras formas de pensar para imponer el pensamiento único, la sociedad debe repelerlos. 
La debilidad nunca ha sido buena consejera en los sistemas democráticos, ya es difícil desentrañar las mentiras  e imposturas de quienes quieren acceder al poder para satisfacer intereses personales; no debemos permitirle a exgolpistas y criminales con prontuario penal el acceso a las vías del poder, mucho menos a extranjeros que mienten sobre su propio origen y usurpan por el fraude posiciones de poder.
Si veinte millones de moscas disfrutan de la basura y los detritos, las personas civilizadas no nos vamos a comparar con ellas; todos aquellos venezolanos que en algún momento se prestaron para esta farsa sangrienta y horrible, renuncien a ella y sigan el camino con nosotros, como venezolanos, no como chavistas criminales, esa es la única reconciliación en la que creo.
La lección ha sido muy dura, espero que hayamos aprendido algo. –
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul

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