sábado, 15 de marzo de 2014

GERÓNIMO FIGUEROA FIGUERA, LAS BATAS BLANCAS Y LAS BATAS ROJAS, NUESTRA OPTICA

Lo que debió ser un día de paz y respeto por la salud de los venezolanos, se convirtió en una jornada mas de intolerancia y confrontación promovida por el gobierno de Nicolás Maduro. Religiosamente  desde hace mas de un centenario, el 10 de marzo por ser el día en que nació ese ilustre científico venezolano, Don José María Vargas, con cuyo nombre se bautizaron muchos hospitales en Venezuela, es la fecha que también se celebra El Día del Medico en nuestro país.   

El 10 de marzo como todos los años, los galenos venezolanos fueron convocados por sus organizaciones gremiales para salir a marchar con motivo del natalicio de J.M Vargas y a conmemorar El Dia del Médico Venezolano. Nuestros médicos egresados de las escuelas de medicinas reconocidas mundialmente, se concentraron en la Plaza Venezuela  con el propósito  de ir hasta la Vicepresidencia Ejecutiva en la esquina de Carmelitas de Caracas, para entregar un pliego de peticiones a favor del abastecimiento de insumos médicos para los hospitales y ambulatorios de todo el país, donde nuestros médicos trabajan con mucha voluntad  pero con pocos recursos.
Pero ese día, el gobierno de Nicolás Maduro, en vez de mandar efectivos policiales para resguardar la vida de nuestros médicos, siguió en la onda de la represión y la violación de los derechos humanos enviando un batallón de esbirros disfrazados de guardias nacionales y de policías nacionales, quienes armados hasta los dientes al estilo del Rambo Gringo, se pararon frente a nuestros médicos y les impidieron caminar por la ruta trazada, a pesar que la Federación Médica Venezolana con semanas de anticipación, tal como lo establece la Constitución Nacional,  había participado a la alcaldía de Libertador  que dirige Jorge Rodríguez, de la realización de la marcha.
En contraste con la marcha de los médicos venezolanos con batas blancas que usan como símbolos de curación de salud, y que son formados en  nuestras escuelas de medicinas en seis años de estudios y uno de ejercicio en la rural,   marcharon unos cubanos acompañados por algunos jóvenes venezolanos que supuestamente son médicos integrales, “graduados” en tres años en aulas no acondicionadas para ese tipio de docencia, y donde la mayoría de las clases impartidas es ideológica y activismo partidista para defender una supuesta revolución amenazada por el imperio norteamericano. 
Ahora bien, algunos enchufados dirán que nuestros médicos son apátridas y salieron a la calle cumpliendo órdenes del imperio para conspirar contra el gobierno de Maduro, pero la vaina no es así. Nuestros médicos que trabajan en los hospitales del estado, a pesar de ganar sueldos de hambre, que en algunos casos no llegan al salario mínimo, solo querían entregar un documento a Jorge Arreaza solicitando insumos para los hospitales, los cuales no tienen curitas, mercurocromo, gaza y alcohol, entre otras cosas.
Mientras en Miraflores los cubanos con batas rojas en presencia de Nicolás Maduro decían el mismo discurso con los calificativos de apátrida, derecha venezolana, agentes del imperio, golpistas y terroristas que les dicta literalmente la policía cubana, los médicos venezolanos que son formados con los valores de la paz para prestar servicio de salud a quienes lo necesiten, sin medir al partido que pertenecen ni que color de franela tiene puesta el paciente, declaraban a la prensa nacional y extranjera, que ellos solo querían conmemorar el natalicio del ilustre científico José María Vargas, y llamar la atención sobre el desabastecimiento de los hospitales y ambulatorios en toda Venezuela.
  Nicolás Maduro por un lado habla de paz y amor, pero al mismo tiempo ordena a los colectivos armados que ataquen a los estudiantes y a todo aquel que este manifestando su descontento con la inflación, la escasez, el desabastecimiento y la corrupción que azota a Venezuela. Los integrantes de estos colectivos pareciera que están entrenados para matar, actúan con mucha saña contra la población, y en la mayoría de las ocasiones disparan a la cabeza. Por lo tanto, en Venezuela no puede haber paz mientras el gobierno de Maduro mantenga un discurso de odio y exclusión que solo lleva a la confrontación.

Gerónimo Figueroa Figuera
geron2ff@yahoo.com
@lodicetodo
CNP: 569

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