El verdadero candidato a concejal o alcalde
de cualquier localidad es el inquilino de Miraflores; con cada voto lo
ratificaremos, o le pediremos que se esfume y quede solo como un mal recuerdo.
El debate sobre la corrupción que pidió, y
está evitando, se celebrará hasta diciembre en pueblo tras pueblo, si
aprovechamos esta oportunidad que quizá no se repetirá. Es urgente que cada
aspirante a concejal o alcalde sepa que importa tanto buscar que voten por él
como denunciar al responsable de la inflación, del desabastecimiento, que a su
aspiración local añada un tema: votar a favor o en contra de Nicolás Maduro.
No hay una ocasión mejor que una campaña
electoral para agitar un país, a pesar de que no se cuenten con estaciones de
televisión se dispondrá miles de candidatos que repetirán un mensaje sobre el
significado del 8 de diciembre. ¿Están conscientes ellos de su tarea? ¿Saben lo
que está en juego? El 8 de diciembre no es una elección cualquiera.
En elecciones locales como las del próximo 8
de diciembre tradicionalmente la abstención supera con mucho a la de las
presidenciales. Si esta vez la oposición votara en masa Nicolás Maduro
recibiría una derrota histórica, lo que no está garantizado, ni quiere decir
que al día siguiente presentara su renuncia. Todavía los venezolanos no han
comprendido lo que se juega el 8 de diciembre y no sabemos si despertarán a la
realidad. El chavismo dispone de mayores medios para movilizar a los suyos,
solo con un gran entusiasmo, convenciendo al venezolano de la trascendencia de
esas elecciones saldrá a votará contra Nicolás Maduro, porque se requiere una
victoria decisiva, inocultable. No es nada fácil. El día de las elecciones el
Gobierno, repetimos, dispondrá de vehículos para buscar a los beneficiarios de
las misiones, los empleados públicos, a los que estén en cualquier lista del
plan de viviendas.
De hoy hasta el día de las elecciones los
líderes políticos hablarán con el pueblo, tocarán las puertas; esta campaña
electoral quizá agite al país, coloque sobre la mesa los grandes temas del
debate, se desmonten las mentiras oficiales, en especial si los candidatos de
la MUD comprenden que el 8 de diciembre no solo se elegirán alcaldes y
concejales, sino ocurrirá un plebiscito, donde los venezolanos dirán si están
contentos con no conseguir alimentos, o soportar unos precios impagables,
Hay que hablar incansablemente de Nicolás
Maduro en esta campaña que comenzará en los próximos días, ya el propio
Gobierno promociona sus candidatos. Ofrece en algunos lugares el PSUV unos personajes
de la farándula que en el pasado no dieron resultado, pero utilizará todos los
recursos del poder.
El 9 de diciembre amaneceremos con otro país.
Quizá el 8 de diciembre sea la última oportunidad de votar porque al chavismo
le han encantado las elecciones hasta ahora, que enfrenta el peligro de
perderlas una tras otra.
Tan pronto sea evidente la victoria sin
resquicios ni dudas, a la MUD deberá explicar la vía de ruta que enfrenta el
país, pero para llegar al 9 inevitablemente hay que pasar por el 8 como diría
el sabio Perogrullo, el día en que hay que ganar una elección local y un
plebiscito, para lo cual hay que dar dos mensajes a la vez.
fausto.maso@gmail.com
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