Arrancó un nuevo enfrentamiento electoral de la tarjeta única contra
Nicolás Maduro.
Todavía no se conoce oficialmente el resultado de la primera disputa, por falta del fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sobre la apelación de la oposición en relación al estrecho resultado final de las elecciones presidenciales realizadas el pasado 14 de abril. Este nuevo enfrentamiento, lo asumió el propio Nicolás Maduro, anunciando él mismo los candidatos a alcaldes de las principales ciudades y municipios del país. Igualmente, el abanderado de la oposición,
Henrique Capriles, se encargó de la jefatura de campaña de todos los candidatos que van por la tarjeta única. Ambos asumen la derrota o la victoria. Es un ejercicio democrático y como tal debemos desearles: ¡Suerte!
Todavía no se conoce oficialmente el resultado de la primera disputa, por falta del fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sobre la apelación de la oposición en relación al estrecho resultado final de las elecciones presidenciales realizadas el pasado 14 de abril. Este nuevo enfrentamiento, lo asumió el propio Nicolás Maduro, anunciando él mismo los candidatos a alcaldes de las principales ciudades y municipios del país. Igualmente, el abanderado de la oposición,
Henrique Capriles, se encargó de la jefatura de campaña de todos los candidatos que van por la tarjeta única. Ambos asumen la derrota o la victoria. Es un ejercicio democrático y como tal debemos desearles: ¡Suerte!
En la primera contienda del 14 de abril, Nicolás Maduro sufrió anímica y
porcentualmente un fuerte rechazo de la propia estructura del gobierno chavista
y del mismo poderoso PSUV, a pesar de que según el CNE, sacó el 50,61 % de los
votos, incluyendo el de sus aliados, frente al 49,12 de Henrique Capriles. En
ese entonces hubo quejas de los altos niveles del gobierno y de la cúpula del
partido de gobierno contra aquellos que siendo chavistas, no le dieron su voto
a Maduro o se abstuvieron de votar. Ahora, a un poco menos de cuatro meses,
Nicolás Maduro presenta la selección de los candidatos y deja por fuera en su
anuncio, a la opinión mayoritaria de la dirigencia del PSUV, al extremo de que
en el caso de Maracaibo, donde le presentaron un abanico de ocho aspirantes,
entre ellos algunos que decían estar en las encuestas por encima de la actual
alcaldesa, fueron rechazados, y por esta lista que fue llevada a Caracas, le
impusieron al Zulia un señor de apellido Pérez Pirela y su nombre es Miguel
Ángel. Igual sucedió en Barquisimeto (Municipio Iribarren) y en la mayoría de
las principales ciudades y municipios del país, entre ellos los del estado
Miranda y la propia capital de la república.
Hay un silencio en el partido de gobierno, como se observó el 14 de
abril. A algunos voceros se les ha escuchado que el PSUV “acata y comparte la
decisión de Maduro”. Dicen estar contentos, pero en sus rostros se ve que no es
verdad. La realidad es que el resultado del 14 de abril debilitó al partido de
gobierno y entonces Nicolás Maduro se dedicó a fortalecer más su imagen de jefe
dentro de las Fuerza Armada y no dentro del partido. Se abrazó con la Fuerza
Armada y en agradecimiento a altos oficiales en situación de retiro los fue ubicando
en puestos de relevancia gubernamental, incluyendo ahora aspirantes en algunas
alcaldías, pero nadie pensó que fuera a tomar la decisión de ubicar en los
aspirantes de las alcaldías a hombres de la farándula por hombres o mujeres
dirigentes del PSUV. Tal vez nadie en Venezuela
llegue a saber por qué lo hizo, pero lo que si se sabrá será el resultado de
estas imposiciones.
Por su parte, la tarjeta única, donde se agrupa la oposición venezolana,
no está realmente blindada del todo, a pesar de que el 12 de febrero del año
pasado, los partidos políticos que la suscriben y la sustentan, ratificaron en
ella su compromiso de Unidad, una vez realizada en esa fecha las elecciones
primarias para la elección de los aspirantes a las diferentes alcaldías del país.
Durante este año aparecieron pretensiones individuales, incluyendo el caso del
MAS que deserta e iría con su propia tarjeta. Como vemos, este es el comienzo
de una campaña que incluye no sólo a los aspirantes a alcaldes de las 337
alcaldías del país, sino también de los aspirantes a las 2.435 concejalías. La
campaña tomará su rumbo. Son muchos los aspirantes, pero en esta oportunidad o
gana o pierde Maduro. Si el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) no decide sobre
la apelación de Capriles, antes del 8 de diciembre cuando se realizarán las
elecciones municipales, Nicolás Maduro se ve obligado a ganar, y en el caso de
que el TSJ decida, el fallo tendrá repercusión en la campaña, sea admisible o
inadmisible por el Tribunal Supremo. Estas elecciones y la campaña, son mucho
más importante de lo que pensamos. ¡Suerte!, compañeros.
Lenin Valero
leninvalero2@gmail.com
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