lunes, 11 de marzo de 2013

NELSON MAICA C., DESOBEDIENCIA 9, POLITICA

01.    Nota 9. Continuamos. Veamos: A la Ética dialógica se le ha achacado que termina siendo una Ética de carácter procedimental, con las deficiencias que de ello se derivan, aunque para Habermas sí que tiene un contenido material: las mismas condiciones del discurso.
02.    De hecho, el propio carácter procedimental es lo que termina asegurando la apertura y dinamismo de la construcción habermasiana: el procedimiento no obliga a un regreso hacia al infinito ni incurre en un círculo vicioso; antes bien, pone de manifiesto el carácter abierto y las posibilidades de reactualizar las “sustancias normativas” (Cfr. HABERMAS, J.; Tiempo de transición, Madrid, Trotta, 2004).
03.    Robert Spaemann, alemán, 1927, filosofo, ha objetado que la situación de diálogo resulta insuficiente por dos cuestiones: una, relativa a la conclusión del mismo, para el caso de que no se haya logrado acuerdo; y una segunda que tiene que ver más con la neutralidad con la que cada participante comienza el diálogo: “Pues quienes toman parte en tal diálogo han de ser ya morales para hacer negociable la satisfacción de un interés. Más aún, para que el diálogo pueda tener lugar, han de tener ya una idea del equilibrio de intereses justo dotada de contenido. Los diálogos no son el lugar en que la justicia tiene su origen, sino que se refieren siempre a las ideas previas de justicia aportadas” (Cfr. SPAEMANN, R.; op. cit., p. 27). (Autor de numerosos libros y artículos, traducidos a doce idiomas. Entre los más destacados traducidos al español se pueden citar Crítica de las utopías políticas, Conceptos éticos fundamentales, Lo natural y lo racional, Felicidad y benevolencia).
04.    Sería a fin de cuentas, y siguiendo al autor citado, como trasladar al terreno de lo ético el proceso de decisión democrática. Ni la verdad teórica ni el bien práctico pueden depender de un acuerdo alcanzado discursivamente (INNERARITY, D.; Praxis e intersubjetividad. La teoría Crítica de Jürgen Habermas, Pamplona, Eunsa, 1985, p. 251; p. 257-258. En esta obra se achaca a Habermas un error de partida en su teoría discursiva: ni la verdad ni las normas pueden ser fruto del consenso; en todo caso, el consenso es señal inequívoca de una verdad o un bien independiente del mismo).
05.    El Estado de Derecho es una construcción política legítima en su origen. A diferencia de otras teorías políticas, las tesis contractualistas han tomado cuerpo y realidad en los llamados procesos constituyentes.
06.    Los Estados democráticos aparecen como una decisión política de los ciudadanos que apuestan por darse a sí mismos un marco de convivencia. El Estado nace derivado de la libre voluntad de los hombres. Es destacable la apelación a la libertad y a la voluntad de consenso que domina durante el surgimiento de los modernos sistemas de Gobierno, frente a aquellos que destacan la apelación a la fuerza a fin de escapar del estado de naturaleza hobbesiano.
07.    Pero es el propio sistema, por varios motivos (como puede ser la eficacia o la rapidez a la hora de tomar de decisiones o la simple imposibilidad de concertar un consenso para todo y en todo), el que establece un procedimiento obligatorio del que depende la validez de las normas.
08.    Frente a la utopía de la democracia directa (o del diálogo universal de Habermas) se hace necesario simplificar todo en un procedimiento de aprobación de normas. A este respecto, el propio autor expresa que “la obediencia a la ley tiene que darse en un reconocimiento reflexivo y, por lo tanto, voluntario, de aquella aspiración normativa a la justicia que late en todo ordenamiento jurídico. Habitualmente, este reconocimiento se fundamenta en el hecho de que la ley es debatida, aprobada y promulgada por los órganos constitucionalmente competentes. De esta forma, la ley alcanza vigencia positiva y determina el comportamiento lícito en el ámbito de aplicación. Llamamos a esto legitimación procedimental”.
09.    Se ha apuntado ya en incontables ocasiones el riesgo que se deriva del “procedimentalismo”. Como ha puesto de relieve Andrés Ollero (OLLERO, A.; Democracia y convicciones en una Sociedad plural, Pamplona, Cuadernos del Instituto Martín de Azpilcueta, 2001, p. 24-29.) las propuestas procedimentales, ya sean las de carácter ético o político, resultan del intento de partir de cero en la Política y en la Ética, es decir, de la búsqueda de la neutralidad axiológica.
10.    Pero a la vez, tras estos intentos siempre se esconde, cimentando el edificio, algún contenido material (Entre otras cosas, este es uno de los puntos en la controversia entre el liberal Rawls y comunitaristas: estos últimos denuncian que Rawls parte de un concepto determinado del individuo y de un concepto de bien. Cfr. MULLHALL & SWIFT, El individuo frente a la comunidad: el debate entre liberales y comunitaristas, Madrid, Temas de Hoy, 1996, passim).
11.    El procedimiento en todo caso serviría para decisiones insustanciales, relativas. Porque, aunque el propio Habermas salga al paso, la legitimación procedimental de las leyes acaba concluyendo en un círculo vicioso. Si las leyes son válidas y, por lo tanto, obligan a los sujetos por el hecho de estar promulgadas siguiendo el trámite adecuado, la pregunta de por qué es obligatorio ese trámite sería la misma: porque se ha decidido que el procedimiento sea ése.
12.    En el fondo, el edificio democrático, siguiendo la lógica procedimental, vendría de una decisión, ni buena ni mala, sino neutral. A nadie se le escapa que erigir el sistema democrático como fruto del decisionismo no resulta adecuado.
13.    Así, para Habermas, “en cuestiones fundamentales no es suficiente la legitimación procedimental: el propio procedimiento y la totalidad del ordenamiento jurídico han de poder justificarse en principios”.
14.    Históricamente, el ascenso de Hitler al Poder (una cuestión que, en la mente alemana, hay que traer a colación) ha obligado a no considerar el procedimiento democrático como algo exento de consideraciones sustanciales. De hecho, y siguiendo el razonamiento de Ollero, la democracia se basa también en valores incuestionables por el propio procedimiento (como el reconocimiento de la dignidad humana o los derechos fundamentales), lo que diría mucho a favor de incluir un núcleo duro de consideraciones sustanciales en las propuestas “procedimentales” reducidas al formalismo.
15.    Habermas recurre a principios constitutivos como contenido material incontrovertible del ordenamiento. Con ello se completaría la necesidad de esa legitimación material requerida por el procedimentalismo legal. Principios indudables, como los derechos fundamentales de las personas, la igualdad o la justicia. Seguiremos.-
Tips:
•        ¿Usurpador? ¿Usurpadores? ¿Apropiador, despojador, expoliador, estafador, invasor, ocupante, suplantador? ¿Por separado y/o juntos? ¿Verdugos voluntarios? La usurpación y el fraude continúa. Van 14 años.
•        Un show tipo “sainete”, con actores disimiles, incluso de otras latitudes y mostrando sus “actitudes”, “intereses” y “poses”, intenciones y, demás”. Insólito: en pleno desarrollo: estamos observando, desde hace 4 meses, por lo menos, como se usa y abusa de un enfermo y de un finado y de sentimientos con fines políticos y electorales. Es el estilo socialista-comunista en acción, por ahora.
•        Habíamos olvidado la palabra “plañideras”; pero una plañidera, (tomado de Wikipedia), era una mujer a quien se le pagaba por ir a llorar al funeral de alguna persona. La palabra viene de plañir (sollozar) y ésta del latín plangere. Se hace mención de estas mujeres desde la más remota antigüedad. Para expresar de un modo más enérgico la desolación que debía causar al pueblo judío la devastación de Judea, el profeta Jeremias dice que el Dios de Israel mandó a su pueblo a hacer venir lloronas que él designa bajo el nombre de lamentatrices. Este uso del pueblo hebreo pasó a otras naciones y sobre todas, se conservó entre los griegos y romanos. Estos últimos daban el nombre de praefica a la principal de cada comitiva de lloronas porque era ella la que presidía las lamentaciones y la que daba a sus compañeras el tono de tristeza que convenía según la clase del difunto. Las lloronas iban cubiertas con un velo y llevaban un vaso en que recogían las lágrimas que derramaban. Todo actual, pero muy viejo. Según vox populi, se caletean todavía en innumerables autobuses llenos de todo el país y los pagos son como en otras ocasiones. Quien tenga ojos que vea. Son los hechos.
•        La verdad se impone y más cuando se vive y trabaja en ella y por ella. Hay que exponer y difundir los hechos. La evidencia.
•        Los estudiantes, como lo registra nuestra historia, dieron, una vez más, gallarda y valientemente su cuota… pero… ¿y los demás?... ¿Cuándo veremos a un máximo dirigente nacional de un partido, sus diputados, etc., al frente de una manifestación pacífica, de resistencia, de exigencia, de oposición?... ¡Pero si aspiran las máximas posiciones burocráticas y políticas!
•        ¿Cómo explicar? Lo que no pudo hacer el liderazgo nacional opositor mediante procedimientos democráticos durante 14 años lo hizo quien se beneficio totalmente de él y a quien le entrego hasta su país, sus riquezas, sus FA, su soberanía. Pero ya no les servía, tenían el sustituto “hecho a la medida”. ¿Paradoja? ¿Ley de la reciprocidad en acción? ¿Justicia Divina? ¿Cálculo y planificación política de los invasores? ¿Ignorancia? ¿Improvisación? ¿Casualidad?
•        Evidente: ¿Espectáculo continuado? ¿Presentación de un escenario para seguir la usurpación con aprobación nacional e internacional? ¿Cuántos tontos útiles?
•        ¡Cuantas, variadas y sistemáticas mentiras dichas con toda la intención! ¿Cuántas muertes violentas van desde 1999? ¿Y, este pueblo, al menos da la impresión de ser víctima de si mismo? ¿Auto flagelación? ¿Expiación?
•        Estos que se dicen socialistas comunistas son, en la praxis, según autóctonos, unos capitalistas frustrados, improductivos, parásitos, voraces, a la caza de riqueza y posición social, cuya única aspiración es gozar del trabajo y riqueza de los demás, tomándolo con la protección del gobierno, malbaratar el patrimonio de todos, mediante la usurpación, usando la mentira, la fuerza y la violencia del régimen. Le entregaron el país y sus riquezas que no producen, ni les cuesta, a otros. Indudable: todo será efímero. Se inicia otro ciclo.
•        ¿Qué hacer? Luchar. Empinarse. Encorajinarse. Resistir. Oponerse. Del diario deportivo Culiblanco: “Si luchas puedes perder, sino luchas estas perdido”. De Aníbal: “Las batallas se ganan con ejércitos cansados”.
•        Pensadores del siglo XX: BERTRAND RUSSELL: Bertrand Arthur William Russell, 3º conde de Russell, 1872-1970, nació en Trelleck (Gales), fue filosofo, matemático, lógico y escritor británico, ganador del Premio Nobel de Literatura y conocido por su influencia en la filosofía analítica, sus trabajos matemáticos y su activismo social. Contrajo matrimonio cuatro veces y tuvo tres hijos.  Cursó sus estudios en el Trinity College de la Universidad de Cambridge, graduándose en 1894. Ese año pasó por Francia, Alemania y Estados Unidos, y algún tiempo después le nombraron miembro del consejo de gobierno del Trinity College. Mantuvo colaboración durante ocho años con el filósofo y matemático británico Alfred North Whitehead con el fin de elaborar la monumental obra Principia Matemático (Principios Matemáticos; 3 volúmenes, 1910-1913. Su siguiente gran obra fue Los problemas de la filosofía (1912). Desde el primer momento de la I Guerra Mundial, Russell mostró su desacuerdo. Por este rechazo fue encarcelado y privado de su puesto de trabajo en Cambridge. Durante su permanencia en prisión escribió Introducción a la filosofía matemática (1919). Cuando la guerra finalizó, visitó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y en su libro Práctica y teoría del bolchevismo (1920) mostró su desacuerdo con la forma en que allí se llevaba a cabo el socialismo. No estaba de acuerdo con los métodos que se utilizaban para alcanzar un sistema comunista. Entre 1921 y 1922 trabajó como profesor en la Universidad de Pekín (China). Regresó a su país y, desde 1928 a 1932, dirigió el Beacon Hill School, escuela privada y muy progresista donde se aplicaban innovadores métodos de enseñanza para niños. Desde 1938 hasta 1944 continuó impartiendo clases en varias instituciones de los Estados Unidos. En 1944 volvió a Inglaterra donde fue restituido en su puesto del Trinity College. Tuvo que dejar el pacifismo para apoyar la causa aliada en la II Guerra Mundial, pero fue un ardiente y activo detractor de las armas nucleares. En 1949 el rey Jorge VI le concedió la Orden al Mérito. En 1950 consiguió el Premio Nobel de Literatura y fue calificado como "un campeón de la humanidad y de la libertad de pensamiento". En opinión de muchos, Bertrand Russell posiblemente haya sido el filósofo más influyente del siglo XX, al menos en los países de habla inglesa, considerado junto con Gottlob Frege como uno de los fundadores de la Filosofía Analítica. Es también considerado uno de los dos lógicos más importantes del siglo XX, siendo el otro Kurt Godel. Escribió sobre una amplia gama de temas, desde los Fundamentos de las Matemáticas y la Teoría de la Relatividad al Matrimonio, los Derechos de las Mujeres, y el Pacifismo. También polemizó sobre el Control de la Natalidad, la Inmoralidad de las Armas Nucleares, y sobre las deficiencias en los argumentos y razones esgrimidos a favor de la existencia de Dios. En sus escritos hacía gala de un magnífico estilo literario plagado de ironías, sarcasmos y metáforas que le llevó a ganar el Premio Nobel de Literatura. Falleció el 2 de febrero de 1970.
•        Declaración universal sobre la Democracia, adoptada por el Consejo Interparlamentario en su 161ª sesión, El Cairo, Egipto, Septiembre 1997: 5. “El estado de democracia garantiza que los procesos de llegada al poder y de ejercicio y alternativa en el poder permitan una libre competencia política y surjan de una participación popular abierta, libre y no discriminatoria, ejercida conforme el dominio de la ley, tanto en la letra como en el espíritu”.
“Los únicos procedimientos de que puede valerse un pueblo para protegerse a sí mismo, contra la tiranía de gobernantes que cuentan con fuerzas modernas de policía, son los procedimientos no violentos, como la no cooperación en masa y la desobediencia civil”, Aldous Huxley.

Nelson Maica nelsonmaica@gmail.com

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