miércoles, 23 de enero de 2013

RUBÉN CONTRERAS, LA MISERIA DEL SOCIALISMO, IDEAS PARA EL DEBATE

Al ganar las elecciones del año 2006, el presidente Chávez expresó que quienes habían votado por él, lo habían hecho por un régimen socialista. Es a partir de ese momento que se declara convicto y confeso, como seguidor de Marx, aclarando que nunca lo había leído, analizado, ni entendido, pero decide que a partir de ese momento va  a transitar la ruta marxista.
Atrás quedó su propuesta de encarnar la tercera vía, que propulsara el Primer ministro Ingles Blair, o su enamoramiento de Mao. La nueva ruta era la socialista impuesta por Lenin  a través de la colectivización de la tierra, para que esta fuese de todos por igual, o mejor conocida como la de la proletarización de la sociedad en la que todos fuesen iguales, con los mismos deberes y derechos.
A partir de ese momento empezó la expropiación de los bienes inmuebles de los hacendados, agricultores y empresarios, de los dueños de capital, de los explotadores de los trabajadores, para revertirle a los ciudadanos tierras para que la cultivaran y sembraran en la modalidad del conuco,  con la finalidad de lograr el desarrollo endógeno para los hijos de la patria de Bolívar.
Como el camino al infierno está preñado de buenas intenciones, observamos que esas iniciativas del gobierno no estuvieron acompañadas de planes, programas y proyectos, al extremo que el presidente tuvo que reconocer en su campaña electoral la desorganización del gobierno y prometió que para su gestión a iniciarse en el 2013, iba a crear el Ministerio el seguimiento a la gestión pública a fin de subsanar esa falla y tratar de ser eficiente en las políticas públicas a implementarse a futuro.
Hoy estamos en el primer mes del año 2013, y el Banco Central de Venezuela  acaba de emitir  el primer reporte acerca de los índices de producción de los rubros agrícolas básicos para el consumo  de los ciudadanos venezolanos, mediante el cual reconoce la caída de la producción en harina de maíz, arroz, aceite, leche,  azúcar, mantequilla, carne bovina, sardinas, entre otros.
Esto no es raro en un país en cual el gobierno con esa filosofía socialista, todos los días arremete contra sus modos y medios de producción. Basta hacer un viaje por la autopista regional del centro y observar como los tablones de caña de azúcar producidos en los fértiles Valles de Aragua fueron arrasados para y que sembrar hortalizas por núcleos endógenos, igual cosa se ve cuando usted va para San Felipe, en el estado Yaracuy, cuya producción de azúcar estaba por el orden del 20%, de la producción nacional, o por el Valle del Turbio, en el Estado Lara y del Complejo Azucarero Ezequiel Zamora, en Sabaneta de Barinas, queda solamente el recuerdo, a pesar  que la inversión hecha en el ronda el billón de bolívares.
De igual  manera Hatos como El Charcote y La Marqueseña, entre otros, cuya producción de carne y de leche alimentaban a los ciudadanos de este país, no a sus  dueños,  fueron destruidos mediante el  novedoso “Método Chaz”. Y si revisamos la situación del sur del Lago de Maracaibo, en la cual se daba la mayor cuantía productiva de plátanos en el país, también fueron quitados a sus dueños y entregados a empresas rusas, que solo conocían las matas de plátanos mediante fotos.
Ese empeño destructivo se percibe cuando este gobierno que quiere preservar al planeta, eliminó la pesca de arrastre y convirtió  a  los  puertos del país en cementerios de barcos pesqueros. Los mejores testimonios de esta política se aprecian  en Puerto Sucre y Guiria en el estado Sucre y en Paraguaná en Falcón.
Por eso es que en los últimos meses apreciamos el desespero de la población venezolana haciendo colas para comprar en los negocios los alimentos de primera necesidad, de una manera racionada como se hace en los países socialistas, porque en el afán del gobierno de querer controlar todo, no permite que la libre empresa compita y produzca bienes y servicios, porque eso es un mal del capitalismo.
Muchos de quienes me están leyendo  deben recordar  cómo  se compraban los bienes y alimentos hace 15  años en Venezuela, no  había necesidad de hacer cola y no se racionaban ni los alimentos ni el papel toilette, ahora si porque estamos en la patria nueva del socialismo del siglo XXI.
Winston Churchil, como gran visionario que era lo dijo: El Socialismo es la manera más perversa para destruir la economía y  distribuir de manera igualitaria la pobreza y la miseria, y eso es lo que ha pretendido hacer hasta ahora el gobierno socialista de Hugo Chávez en Venezuela.
En las manos nuestra esta impedir la destrucción de Venezuela.
rubencontrerasg@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

1 comentario:

  1. Durante el tiempo que laboré en The Miami Herald tuve la suerte de compartir con intelectuales y periodistas de primera línea del exilio cubano como Carlos Alberto Montaner, Mirta Ojitos y Andrés Reynaldo. De este último nunca olvidaré una frase: “la “jama” (el hambre) es uno de los mejores instrumentos de control político”, dijo Reynaldo. “Mientras mantengas a un pueblo con la mano extendida pidiendo limosnas y el gobierno el único en proveerlas tendrás un pueblo dócil sin voluntad de cambiar esta situación”.
    Esto es parte de una artículo en mi blog titulado "La institucionalización del hambre", escrito en diciembre de 2011. Para seguir leyendo ir a este enlace: http://masalladegutemberg.blogspot.com/2011/12/la-institucionalizacion-del-hambre.html

    ResponderEliminar

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.