lunes, 20 de febrero de 2012

ANTONIO JOSÉ MONAGAS: “POBRE PODEROSO SOLITARIO" (PIDO LA PALABRA)

La enfermiza obstinación de gobernantes aturdidos por halagos de hordas de sectarios, fanáticos, furibundos y aduladores, estimulan en ellos un comportamiento tan recalcitrante que actúan por el efecto inercial de una historia falseada a instancia de intereses egoístas plasmados en pasquines que atreven a llamar: planes nacionales. El tétrico ejemplo del presidente de la República, lo patentiza de manera vehemente.

En política, las circunstancias son impredecibles. Es decir, que no siempre lo que está arriba permanece en lo alto indefinidamente. Por muchas leyes que puedan sancionarse a tales respectos. Por mucho poder y maquinaria que pueda ostentarse. Por muchas trampas que puedan operarse. En política, todo puede resbalarse cuando menos lo parezca. Todo lo que en un momento alcanzó a subir, baja. Simple consecuencia de física elemental. A pesar de todas las argucias que puedan activarse usurpando facultades y violando preceptos.

La enfermiza obstinación de gobernantes aturdidos por halagos de hordas de sectarios, fanáticos, furibundos y aduladores, estimulan en ellos un comportamiento tan recalcitrante que actúan por el efecto inercial de una historia falseada a instancia de intereses egoístas plasmados en pasquines que atreven a llamar: planes nacionales. El tétrico ejemplo del presidente de la República, lo patentiza de manera vehemente. Tanto así que la tonalidad emocional de su discurso rabioso y sin contenido, lo traiciona cada vez que se dirige al país en cadena de radio y televisión. Lejos de referirse a su obra de gobierno, que además es efímera, su tiempo lo utiliza en insultar o recriminar a quien pueda. Sobre todo ahora, luego del 12-F, día éste en que la sociedad democrática, organizada a través de la Mesa de la Unidad Democrática, demostró al país político su potencial fuerza para enfrentar al candidato golpista quien sigue creyéndose supremo e invencible.

La incapacidad del soez comandante para soportar la frustración que le causa el hecho de verse perdido el 7 de Octubre próximo, es propio del primitivismo político que padece quienes como él carecen de la más mínima tolerancia anímica para gerenciar el país toda vez que las exigencias nacionales e internacionales se tornan inexorables. Cada día viene desplomándose el edifico de miseria que alevosamente, en nombre del vetusto socialismo del siglo XXI, ha construido en un terreno de sensibles características donde los problemas claman a los cuatro vientos la inminente necesidad de ser atenuados.

Sin embargo, después de haber transcurrido más de doce años de gobierno vuelve a prometer lo que nunca ha podido cumplir. O sea, devolverle al pueblo los derechos extraviados entre los sofocones y confusiones de los dos últimos decenios cuando el populismo de entonces alentó acritud contra valores políticos que fundamentaban criterios de praxis social a partir de los cuales se validarían importantes y necesarios cambios en la concepción del Estado venezolano.


El carácter iracundo del presidente, pone al descubierto su intimidad cuya debilidad más aflorada es aquella de la que más debe cuidarse quien tiene la máxima investidura pública del país. Es precisamente el problema que exhibe cada vez que se dirige a la nación. Particularmente, cuando tiene que considerar la presencia de su contendor, el candidato de la alternativa democrática: Henrique Carriles Radonski. Reacciona tan peligrosamente como un animal herido con lo cual evidencia una inmadurez política que no se compadece del cargo que ostenta. Pareciera un niño malcriado a quien le han quitado su chupete y para protestar acude a pataletas, lloriqueos, gritos y refunfuños. Es la conducta de quien piensa en si mismo. O quien le habla al débil, al iluso, al alabador de oficio que aplaude sin entender la razón de su fingido aplauso. O quien pelea con su sombra o con su verborrea. Qué triste. Es como lo apuntó Gabriel García Márquez para reflejar el sentimiento de desasosiego de un personaje militar en uno de sus libros: El coronel no tiene quien le escriba. Alguien también habría dicho “pobre poderoso solitario”.

VENTANA DE PAPEL

 ¡QUÍTESE LA CARETA DE SOCIALISTA!

El discurso presidencial dejó de ser interesante. Quedó en el pasado. Sus frases sólo refieren un tiempo que además alude de forma exagerada. Aunque sus alocuciones intenten disfrazarse con expresiones de “amor el pueblo y obrerista”, lucen insinceras. A pesar de que utilice buena parte del día encadenándose a través de la red nacional de radio y televisión. Más, cuando se sólo se dedica a insultar y ofender. Como si humillando va a frenar la voluntad de cambio de la mayoría del pueblo expresada en las elecciones primarias de la oposición democrática.
¿Quién dijo que insultar y hacer ofensas personales a los adversarios políticos es cosa de revolucionarios? A menos que haya sido aconsejado por el sátrapa Fidel Castro Ruz al pensar que las ideas se sustituyen con ofensas e insultos. Bien lo dijera Damían Prat C. desde su columna de opinión: Público y Confidencial, en El Correo del Caroní: “está picado por la Unidad, por los 3 millones de votantes con coraje a quienes no pudo frenar con amenazas de despidos y represalias y por el mensaje de Unidad, esperanza, progreso igual para todos, del candidato que representa al nuevo liderazgo joven del futuro, electo por tanta gente, Henrique Capriles Radonski”. Cuando a una idea de cambio y futuro le llega su momento, nada la detiene. Así que señor presidente, quítese la careta de socialista.
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MAJUNCHES SERÁN OTROS

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, indica que el término “majunche” proviene de la voz “macuache”. Como adjetivo coloquial de uso popular en Venezuela, significa “De calidad inferior, deslucido, mediocre”. Pues nada de eso es el venezolano. Ni los de acá, ni los de allá. Tampoco los de la mitad. Es decir, ningún venezolano a saber por las condiciones naturales que sociológicamente ha desarrollado con el devenir de las crisis políticas que han afectado su entorno familiar, económico y cultural. Es incomprensible que la persona del máximo gerente de la administración pública venezolana, o sea el presidente de la República, tenga que expresarse con desprecio de sus coterráneos sólo por el hecho de ser quienes políticamente lo adversan o se resisten a aceptar sus políticas divisionistas y destructivas.
El escarnio presidencial, molesta. Aunque un sabio aforismo dice: a palabras necias, oídos sordos. Esto deja ver que una palabra necia, o dicha por ignorancia (sin saber lo que se dice), por imprudencia (en el momento en el que no se debe) o por presunción (con mala intención), no debe escucharse. Normalmente son palabras que resultan críticas destructivas. O sea, para desmoronar a alguien. No para ayudar. Por eso no hay que hacerle caso a quien las expresa porque pueden decirlas, no porque sean ciertas o tengan sentido, sino simplemente para lastimar. Por tanto, majunches serán otros.

INDEPENDENCIA, PURA ALHARACA

Expone José Mayora, en El Universal, que uno de los avances políticos más cacareado por el funcionario mayor del régimen, “es el logro de la independencia de toda atadura imperial” No obstante, la aludida “independencia”, por efecto del populismo militarista, ha sido convertida en una especie de señuelo con el cual el régimen busca convencer sobre la absurda necesidad de evitar que las nefastas influencias extranjeras contribuyan a facilitar el libre flujo de las ideas que contaminarían la pureza del proceso socialista que pretende imponerse desde Miraflores, a trocha y mocha. Habrá que entender que para este sistema político, “la independencia es una especie de proceso aislacionista que crea un marco protector en el cual la capacidad de relación con el exterior se deriva de la capacidad de pago que tiene el país vía ingresos petroleros.
En otras palabras, todo aquello que se pueda traer del exterior, se traerá”. Para el proyecto socialista, la independencia constituye la excusa para importar todo cuánto sea posible ya que Miraflores dejó que en el país se perdiera la capacidad de abastecimiento a partir de una producción nacional. Con el cuento chimbo de que “la independencia continua”, se condenó la intelectualidad consolidando la mediocridad. Ahora se habla de “soberanía alimentaria” lo cual no es otra cosa que la incapacidad que por ahora se tiene para producir lo que se come, habida cuenta de las potencialidades que tiene. La trillada “independencia” se ha utilizado para inducir falsas expectativas obligadas a congraciarse con el mal llamado socialismo. Por fortuna, el país sigue teniendo petróleo por lo cual todavía subsiste la economía nacional. Así que eso de independencia, es pura alharaca.

 amonagas@cantv.net
@ajmonagas

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1 comentario:

  1. Claro que no esta solo. Lo acompañan las moscas chavistas revoloteando en su entorno en espera de su viaje al infinito. ¿Junto a qué revolotean las moscas?

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