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viernes, 4 de marzo de 2011
QUÉ ES SER LIBERAL? OSCAR CAPRAV
Para entender qué es ser liberal, primero debemos tener en cuenta que el hombre es el único ser sobre la tierra que no tiene asegurada automáticamente su supervivencia, tal como ocurre con las plantas y el resto de los animales. El hombre posee una naturaleza específica y sólo puede sobrevivir adquiriendo conocimiento. Para ello debe recurrir a un método que le es propio por su naturaleza, también único entre todos los seres, que le sirve para conseguir ese conocimiento: la razón. Ayn Rand define a la razón como la facultad que identifica e integra el material enviado por los sentidos.
Me puse a pensar qué pasaría si el hombre estuviera sólo en una isla desierta. Llegué a la conclusión que en ese caso no habría problema en entender que el hombre puede hacer lo que le plazca y tiene derecho a la propiedad de su vida y la de todos los bienes que pudiera adquirir de la naturaleza o que pudiera producir por transformación.
El asunto se entra a complicar cuando el hombre, que es un animal social, empieza a descubrir que es más sencillo sobrevivir intercambiando valores con sus semejantes, gracias a lo que hoy en día se conoce como la división del trabajo y la ley de asociación de Ricardo donde el débil y el fuerte salen ganando por su mutua cooperación. Se puede deducir de ello que al interrelacionarse cada ser humano con el resto de su especie crea diversos grupos, pero nunca pierde su individualidad y que por su naturaleza es libre (derecho natural). Las acciones humanas no son nunca cambiantes en esencia y el hombre necesita para conducirse una ética objetiva que puede ser descubierta y puede ser efectiva, y una ética política basada en la libertad, es decir en el derecho natural del hombre.
ANGEL DE LA LIBERTAD |
La ética de la libertad es la ética de la propiedad, porque la primera y principal es la propiedad de su propio cuerpo y mente, y por tanto, cada uno tiene el derecho de preservarlo tanto a ellos como a los bienes que puede producir y aquellos que pueda adquirir en los intercambios voluntarios. De acá nacen los que llamamos derechos a la vida, a la libertad y a la propiedad, que en realidad se puede resumir en el derecho de propiedad, que es la causa y origen de los demás. De este Derecho Natural surgen las leyes naturales porque son intrínsecas a la naturaleza humana, que gobiernan las relaciones entre los hombres y permiten a cada uno buscar su propia felicidad y bienestar como individuos libres y soberanos que se entrelazan cooperando en forma voluntaria para beneficio mutuo.
El derecho natural de propiedad -que como dije presupone los derechos a la vida y a la libertad- es negativo en el sentido que no representa demanda sobre la energía o producción (en definitiva sobre la propiedad) de otro que no sea sin su consentimiento voluntario.
De lo anterior se deduce la que para mí es la principal ley natural “ningún ser humano tiene el derecho de iniciar el uso de la fuerza, o amenazar con ella, para obtener valores de otros hombres”. Esto vale tanto para cada individuo como también para cualquier asociación de ellos, no importa el nombre que adopte (gobierno, sindicato, etc.).
Llegado a este punto podemos hablar de los derechos de la ética, que significa que el hombre puede defender su propiedad (en sentido amplio, su vida y sus bienes) de aquellos que quieran sacársela por la fuerza. Esa defensa puede hacerla por su propia cuenta o contratando en forma voluntaria a una empresa productora de seguridad para que vele por él.
Ser liberal significa, como primera medida, reconocer la ética de la libertad, que no se puede ejercer coerción sobre otro y que cada hombre, así como es parte inalienable de sí mismo, también debe sustentarse por su propio esfuerzo productivo alcanzando cada uno de ellos el nivel que su capacidad y talento le permita, implicando que ha de hacerse responsable de sus propias acciones que realiza libre y voluntariamente. Ninguna persona tiene la obligación de pagar las imprudencias, errores o desidia de ninguna otra. Desde el punto de vista del derecho natural ningún hombre tiene el derecho de hacerse mantener por otro a la fuerza o bajo amenaza de ella. Esta actitud a todas luces es inmoral, pero lamentablemente el lavado de cerebro realizado es tan fenomenal que hasta muchos de los que se dicen “liberales” lo aceptan como “natural”.
Como dije antes, todo individuo tiene derecho a proteger su propiedad por su cuenta o a través de terceros especializados en la materia (división del trabajo) por contratos y honorarios voluntariamente establecidos por ambas partes.
Si bien es fácil concebir el origen contractual de un sistema competitivo de proveedores de seguridad, es inconcebible que los propietarios firmen un contrato que les asignaran para siempre y en forma irrevocable el poder definitivo de toma de decisiones de su propiedad (incluida la de su persona) y el poder de cobrarse el “servicio” a la fuerza a través de impuestos y además con el cinismo de decir que lo hacen en nuestro propio beneficio.
Resulta absurdo pensar cómo alguien podría estar de acuerdo con un contrato que le permitiera a otro determinar en forma permanente lo que podría hacer o dejar de hacer con su propiedad, dado que al hacerlo se estaría rindiendo indefenso frente a semejante tomador definitivo de decisiones. Y más inconcebible aún, es pensar como alguien puede estar de acuerdo con un contrato en donde el proveedor del servicio determinara unilateralmente, sin consentimiento del cliente, la suma que debe pagar por el mismo.
Pero esto que parece tan ridículo, si no fuera trágico, es lo que tenemos hoy en todo el mundo y exacerbado en la Argentina: se llama “estado”.
Ser liberal consiste en comprender cabalmente estos conceptos impuestos en la mente de la gente por un lavado de cerebro, al decir de Rothbard, de muchos siglos. Primero por una alianza entre la iglesia y los gobernantes para hacer creer que estos cumplían su misión por derecho divino, y después reemplazados por los intelectuales que hacen creer que cualquier cosa que hagan los gobernantes está avalado por la voluntad de la mayoría. Esta alianza hoy es muy efectiva por la socialización (estatización) de la educación, basada en escuelas y universidades estatales o subsidiadas por el estado con programas y bibliografía impuestos por los gobernantes de turno (adoctrinamiento estatista).
Todo estado se asienta sobre la necesidad de que muchas personas deben ser coaccionadas para que varíen su comportamiento hacia el deseado por los políticos. De lo contrario su existencia sería irrelevante.
Ser liberal es comprender que los gobernantes “legalizan”su poder en la fantasiosa idea de la soberanía estatal. Le es lícito al estado (siempre recordando que son hombres sus integrantes) imponer su ideal de mundo porque tiene la soberanía. Absoluta falsedad.
Pero esto es lo que hay y si no lo podemos desarticular totalmente, por lo menos deberíamos esforzarnos en reducir al máximo su campo de acción y no convalidar ninguna de sus tropelías y flagrantes violaciones a nuestros derechos a la vida, a la libertad, a la propiedad y a la búsqueda de nuestra propia felicidad
Entonces dentro de este sistema estatista, que por ahora nos toca vivir:
ser liberal significa comprender que todo legítimo concepto de ley debe estar basado en los derechos naturales y en la ley natural. La soberanía individual, única legítima y moral, debe ser el fundamento de todo sistema legal legítimo y ético. La declamada seguridad jurídica debe ser entendida como la protección irrestricta de los derechos individuales a través de una legislación objetiva y no arbitraria.
La ley debe tener como única misión la protección de la propiedad privada (esto de acuerdo a lo que dijimos antes comprende la propia vida de cada individuo, sus bienes y la libertad para realizar todas las acciones voluntarias y pacíficas que no representen el inicio o amenaza del uso de la fuerza para lograrlo). Debemos comprender que la UNICA función del gobierno es que ello se cumpla en la práctica. El gobierno debe estar para aplicar la justicia no para crearla. Como el “estado” es un monopolista jurisdiccional, lo que hace constantemente es causar y provocar conflictos para arbitrar e imponer su decisión de última instancia.
Ser liberal significa entender que ninguna asociación de personas, cualquiera sea el nombre que reciba, como por ej. gobierno, sindicato, gremio, cámara empresaria, pueda tener derechos distintos a cualquiera de sus individuos que la integran. Cómo puede ser que si ninguno de ellos puede legítimamente obtener valores de los demás usando la fuerza, misteriosamente mediante un edicto que hacen llamar “ley” se autoarroguen tal facultad. Esto es inmoral y debería ser delictivo como lo es para cualquier particular.
Ser liberal significa, en definitiva, comprender que la economía de mercado o capitalismo es la resultante necesaria de la actuación de todos los hombres de acuerdo a la ética de la libertad en el intercambio de sus valores. Esto implica que únicamente deberán tenerse como válidos los contratos en los cuales las partes intervinientes presten consentimiento expreso y voluntario. También todo liberal debe sostener y defender la postura, para ser consecuente con su pensamiento, que ninguna ley votada por las legislaturas puede regular, desvirtuar, impedir o anular dichos acuerdos porque ello comprende el uso de la fuerza y, por tanto, deben considerarse nulas, ilegítimas e inmorales. Tampoco podrá defender el otorgamiento de monopolios legales ni privilegios ni prebendas de ningún tipo a determinados individuos y/o grupos, ya que ellos representan restricciones o cargas para el resto.
Uno de los casos más emblemáticos de ficciones contractuales que ha ganado la aprobación de muchos “liberales” es la legislación laboral, basada en su totalidad en la teoría de explotación marxista, demolida desde un punto de vista consecuencialista hace 120 años por Eugen Bohm Baverk pero el tema queda resuelto, a mi criterio definitivamente, por George Reisman en su libro “Capitalismo” y éticamente por Israel Kirzner en “Creatividad, Capitalismo y Justicia Distributiva”. Los liberales debemos tener bien claro que en realidad estas reglas laborales sólo son muy buenas para los fines de los políticos, burócratas, sindicalistas, abogados y tecnócratas que medran con ellas.
Ser liberal significa entender qué es la producción Esta comprende sólo aquellos bienes y servicios que se venden libre y voluntariamente. Entonces productor es la persona que vende libre y voluntariamente a quien le quiere comprar de la misma forma.
Ser liberal significa, si se entendió lo que recién expuse, que hay sólo dos métodos de obtener ingresos para que cada hombre pueda sustentar su vida. Adoptaré la clasificación que hizo el pensador Franz Oppenheimer quien habla por un lado del método de la producción, voluntario y pacífico, propio del comercio, consonante con la ética de la libertad y de la propiedad. En segundo término se refiere al método político, que utiliza la extorsión y la violencia para apropiarse de los bienes y servicios producidos por los demás. Este último es el método de los asaltantes particulares que es eventual y esporádico, pero también es el de los gobernantes que es permanente y sistemático.
Ser liberal significa comprender que el método político es el de los parásitos, que necesitan de una producción previa para posarse sobre los productores como sanguijuelas y chuparles la sangre. Es un método a todas luces inmoral y contrario a la ética de la libertad y de la propiedad.
Ser liberal significa no confundir el robo (cobro de impuestos) con el reparto del botín (es decir a quién destinado).
Ser liberal significa darse cuenta que a los políticos lo único que les interesa es asegurarse el cobro de impuestos y para ello usan mil pretextos basados en “la justa distribución de la riqueza”, cuando en realidad lo único que proponen es robo y violencia contra los creadores de riqueza (los productores) creando agencias de inteligencia, espionaje y persecución llamadas: DGI, Aduanas, AFIP, Direcciones de Rentas provinciales y cualquier otro nombre que se les dé, poca importancia tiene, todas son aprendices de la GESTAPO, de la KGB o de la policía secreta cubana. Por eso la gente se deja robar, por miedo a las represalias del estado. Evasión es un delito sin causa creado artificialmente por los parásitos dominantes.
Ser liberal significa entender cabalmente que democracia no es libertad, ni son términos sinónimos, es una simple regla de la mayoría y para ilustrarlo claramente podemos recordar dos dichos. Jefferson. decía “es como poner a votar a dos zorros y una gallina qué van a comer en la cena”. Jorge Luis Borges por su parte se refería a la democracia como el abuso de la estadística.
Confundir esto es el problema de los liberales utilitaristas, quienes creen en el mayor bien para el mayor número, sin pasar por el tamiz de la ética lo que se propone.
Los derechos naturales a la propiedad, a la vida y a la libertad no pueden nunca jamás estar sujetos a la votación de nadie, pues son anteriores a la formación de cualquier gobierno, no importa cómo haya sido elegido.
En resumen, sólo la libre interacción humana puede ser coherente con la ética, sólo cada individuo puede saber lo que le beneficia o perjudica, nadie puede obligar a otro a nada si no es con su consentimiento libre, voluntario y expreso. La ética se basa en el individuo y en la propiedad privada, y cualquier actuación que vulnere este principio es anti-ético.
Finalmente debo decir que un liberal íntegro debe basar su postura en argumentos éticos y morales. Sólo estas convicciones le brindan a uno el coraje y la fuerza necesaria en la batalla ideológica. Pocos están dispuestos a aceptar sacrificios si a lo que se oponen es simple error y derroche.
Leonard Read decía al respecto: “Quienes se oponen al socialismo están en una posición muy débil si suponen que van a convencer con argumentos materialistas o estadísticos a grupos que asumieron como derechos los privilegios que disfrutan. Mientras los socialistas pusieron de su lado supuestos “derechos humanos”, nosotros creemos que vamos a salir airosos recordando el índice del costo de vida, el ingreso per cápita o cuestiones de pesos más o centavos menos”
LA OTRA OPOSICIÓN. RAFAEL GROOSCORS CABALLERO
Si nos damos cuenta de que es lo ocurrido en Venezuela, tanto en cuanto a lo electoral, como en cuanto al tratamiento de la opinión pública por parte de los operadores políticos, en los últimos doce años, no podremos sentirnos felices y ni siquiera esperanzados. Uno tras otro, los acontecimientos nos hablan de un régimen autócrata, dueño de las instituciones, propietario del poder, en aparente enfrentamiento a una débil oposición, más o menos conformista y a una masa de indefinidos, invisible, la cual sólo se muestra en una persistente abstención y en un inescrutable silencio. Si nos remitimos a las cifras oficiales, dadas por el CNE, en referencia a la última jornada electoral (26 de Septiembre del año pasado) la Oposición unida (MUD) obtuvo la aprobación de 5.900.000 electores y el Oficialismo reunió 5.300.000 votos, dentro de una extraña, inconstitucional interpretación de la norma, mediante la cual los aliados del régimen consagraron 98 Diputados, contra 67 que fueron adjudicadas a la MUD y al PPT. Más votos, menos Diputados. Pero lo que nos desalienta no es sólo la permisiva actitud de los oposicionistas burlados, quienes aceptando la ilógica conjugación matemática señalada (33% contra 30%), legitimaron la trampa con su presencia en un cuerpo legislativo que sigue sin representar al pueblo, sino que por razones no imputables a la falta de motivación, más de SEIS MILLONES Y MEDIO de electores no concurrieron a la cita, facilitando con su abstención, la grotesca usurpación parlamentaria.
Es muy difícil pensar que esta enorme masa de compatriotas, al silenciar su voz, --¡constituyen, nada menos, que el 37% del electorado¡-- le hayan dado la espalda al país, probablemente desinteresados en su suerte, en cierto modo, como si fueran traidores a la patria. Lo hemos dicho más de una vez, por diferentes vías. Es que la gran mayoría de nosotros, opuestos como estamos a la aventura que patrocina el grupo gobernante; convencidos de que navegamos sin rumbo, a riesgo de caer en una sima profunda, similar a la que hunde a Cuba, a la que amenaza a otros pequeños países de nuestro Continente –afortunadamente, muy pocos-- no podemos aplaudir una estrategia que sólo consiste en aprovechar los espacios que, en nombre de una fatua democracia de palabra, nos permite un régimen que hace mucho tiempo y por múltiples razones, perdió toda legitimidad. Si no adoptamos una actitud valiente, agresiva, inteligente y audaz, como la que por estos tiempos ha hecho despertar al mundo árabe y al norte del continente africano, estaremos condenados a servir de mampuesto a un grupo insignificante de incapaces, quienes, con un proyecto de falaz vínculo ideológico socialista, han abordado el poder, para su propio beneficio, engañando a un pueblo que merece nuestra mayor atención y fracturando a un país que si no se alza a tiempo, terminará por desaparecer.
El 11 de abril del 2002 probamos que la fuerza real de los autócratas que nos gobiernan es sumamente frágil. La propia de los uniformados que arengan a sus subalternos. La del payaso principal del circo, que grita sus órdenes a las domadas fieras sin garras. Lo probamos, pero no fuimos capaces de imponernos inteligentemente. El 15 de agosto del 2004 probamos, una vez más, que somos mayoría los que no queremos la continuidad de un decadente régimen inspirado en doctrinas del Siglo 19. Pero aceptamos una rectoría electoral que nos inventó la inversión de la norma constitucional y transformó la actitud revocatoria en una traviesa ratificación, fundamentada en aquello del millón de firmas planas, maniobra que hundió el respeto a la ley de leyes y que inhabilitó a valiosos venezolanos, a quienes se les privó su derecho de participar políticamente. Más adelante, en el 2007, dijimos que no queríamos reformas indeseables a la Constitución y que rechazábamos cualquier propuesta para transformar a Venezuela en una parcela sectaria, inscripta en un viejo socialismo fracasado. Pero tampoco fuimos capaces de responder con contundencia. Por eso es como esa otra oposición, a la que nos sumamos sin vacilaciones, se niega a continuar aceptando lo inaceptable y seguirá absteniéndose de participar en procesos regidos por autoridades ilegítimas. Esto debe ser bien y oportunamente entendido. La última trampa tuvo que ser la del 26S.
Acaba de producirse otra demostración de la evidente debilidad del régimen usurpador, tan presuntuoso como los que sometieron por años, casi por siglos, al Egipto de Mubarak y la Libia de Gadafi. Los estudiantes, quienes como en el 28, apenas aparecen en el escenario nacional, provocan estrafalarias reacciones a los pupilos del dictador y a su esencia cobardona. Hace dos años un llamado Parlamento Estudiantil nos colocó expectantes ante lo que pudo ir a más. Ahora, luego del inútil sacrificio de Franklin Brito, un centenar de jóvenes, de distintos centros universitarios, se declaró en huelga de hambre y obligó al gobierno a liberar a dos Diputados electos por el pueblo, presos de conciencia, a capricho de la gendarmería gobernante. Y apenas unos días después, los mismos estudiantes, sin organización, sin connivencia con la oposición formal, provocaron la reacción de vastos espectros sindicales del país y, ante la amenaza de los trabajadores, el régimen tuvo que dar un paso atrás y liberar a un importante dirigente obrero, inicialmente afiliado a las huestes oficialistas.
¿Cuánto supone esta significativa revelación, si no es la extrema debilidad de un factor de poder sin legitimidad? Factor, por lo demás, cada vez más disminuido y cada vez más desautorizado por la realidad. La otra oposición, la que pudo haberse organizado con la propuesta de la Segunda Mesa de la unidad, oportunamente planteada por nosotros, respondería cabalmente, aportando muchos de los seis millones invisibles, en una próxima jornada electoral, si con los profesionales de la otra mesa, los estudiantes en renovada vigencia y los sindicalistas en rebelión, se va a la protesta en grande, quebrando una de las bases de sustentación del régimen y provocando el surgimiento de un nuevo aval, una nueva garantía, reclamando la integración de un nuevo Consejo Nacional Electoral, que sea verdaderamente representativo y transparente, así como la revisión en profundidad del Registro Electoral Permanente (REP) y de las normas legales asumidas en los últimos años, entre ellas la de la diferenciación por Distritos a lo que la Ley señala en consonancia con la división político territorial del país. Norma que hizo posible que una minoría pudiese tener mayoría en la actual Asamblea Nacional, la cual, por cierto, escogió como Presidente a un ex guerrillero, quien, en Machurucuto, en 1967, invadió a Venezuela, guiando a una fuerza militar extranjera, enviada por Fidel Castro, desde La Habana, combatida y aplastada exitosamente por nuestra Fuerzas Armadas Nacionales (FAN) dirigidas para entonces por oficiales leales al credo democrático, concientes de su obligación republicana y constitucional, intérpretes cabales del sentimiento popular venezolano.
La otra oposición, la cual es mayoría sobre la que ya está organizada en la MUD y la que supera con creces, numérica y electoralmente a las fuerzas del gobierno, se unirá y actuará en consecuencia en la calle, en las urnas, donde quiera que Venezuela la necesite, si cambiamos los paradigmas, la estrategia, la conducta política mantenida hasta ahora y rompemos para siempre la pérfida agenda impuesta por quienes quieren implantarnos una repetición del autoritarismo cubano, gobernante bajo la férula de un psicópata, desde hace más de 50 años en La Habana. Es imprescindible, pues, que esta otra oposición sea incorporada a nuestro quehacer político, inmediatamente, y comencemos a darle un giro diferente, radicalmente distinto, a nuestra expresión ciudadana. Sólo así salvaremos a Venezuela.
grooscors81@gmail.com
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TRIBUNA LIBERTARIA. COMPENDIO OPINÁTICO. RAUL AMIEL. 04/03/11. OPINIONES DE ROBERT A. SIRICO, ABELARDO GARCÍA CALDERÓN Y RÓMULO LÓPEZ SABANDO
"y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres." Juan 8:32
1.- LA TEOLOGÍA DE LA LIBERTAD. ROBERT A. SIRICO
2.- EL BUEN PROFESOR. ABELARDO GARCÍA CALDERÓN
3.- REBECA. RÓMULO LÓPEZ SABANDO
La Fuerza de la esperanza se mueve. Esfuérzate, anímate y trabaja. Solo faltan 676 días, cuenta regresiva inexorable. Artículo 231. Constitución de 1999. El nuevo Presidente tomará posesión el 10/01 del primer año de su período constitucional.- @raulamiel
LA TEOLOGÍA DE LA LIBERTAD. ROBERT A. SIRICO
Ahora la Iglesia ve la conexión entre el socialismo y la pérdida de libertades.
Los obispos, sacerdotes y otros líderes de la Iglesia Católica en Latinoamérica solían ser un aliado confiable de la izquierda, gracias a la influencia de la "teología de la liberación", la cual trata de ligar al Evangelio a la causa socialista. Hoy, la Iglesia empieza a reconocer la conexión entre el socialismo y la pérdida de la libertad, lo que está produciendo un cambio en su manera de pensar.
En una región que es más de un 90% católica, este cambio podría tener enormes implicaciones. Una Iglesia que haga hincapié en la libertad podría jugar un papel en Latinoamérica similar al que jugó en Europa del Este durante los años 80, como un contrapeso en defensa de la libertad, durante una época de auge del despotismo.
Una prueba de este cambio se encuentra en un comunicado reciente de los obispos católicos de Venezuela: atacaron la agenda política del presidente Hugo Chávez por su asalto a la libertad bajo el disfraz de ayudar a los pobres. Es moralmente inaceptable, decía el comunicado, y significa un retroceso para el país en términos del respeto a los derechos humanos.
El comunicado de los obispos desde Caracas no fue el primer desafío presentado por la Iglesia a Chávez. El fallecido Cardenal Rosalio Castillo presentó alguna vez la visión de la Iglesia sobre el socialismo bolivariano. El gobierno, explicó, aunque elegido democráticamente, se estaba transformando en una dictadura. Le preocupaban los resultados de este proceso. "Todos los poderes están en manos de una persona que los ejerce de una manera arbitraria y déspota, no con el interés de conseguir el bien común de la nación, sino por un proyecto político arcaico y retorcido: el de implantar en Venezuela un régimen desastroso como el que Fidel Castro ha impuesto en Cuba…"
En México, la Iglesia también se ha enfrentado a la izquierda radical. El mes pasado, un grupo de 150 personas asociadas con el socialista Partido de la Revolución Democrática (PRD) entraron a la catedral de la capital un domingo en la mañana cuando comenzaba la misa. La turba volteó bancos, denunció a los sacerdotes y pronunció arengas anticlericales. El PRD asegura que no fue directamente responsable. Pero el mensaje era claro: cualquiera que no esté a favor de la militancia colectivista está en contra de ella.
Estos son tan sólo dos ejemplos de la creciente tensión entre la Iglesia Católica y la extrema izquierda en Latinoamérica. En Argentina y Cuba, la Iglesia también está asumiendo el rol de la oposición.
Es importante anotar que los líderes de la Iglesia que están desafiando a gente como Chávez no están recomendando que la Iglesia se involucre en política. Su posición, que está de acuerdo con las enseñanzas del Papa Benedicto XVI, es que la relación entre la Iglesia y el Estado en Latinoamérica es compleja y que debería haber una separación clara. Pero también saben la importancia de preservar la libertad y el pluralismo.
Los casos de involucramiento político que hemos leído con más frecuencia tienen que ver con una colaboración con las llamadas "dictaduras de derecha". Pero no se sabe en qué sentido difieren del total control estatal o "dictaduras de izquierda". La teología de la liberación puede apelar al clero con conciencia social, sin embargo también politiza el rol de la Iglesia al bendecir otra forma de control totalitario.
La teología de la liberación apareció hace cerca de tres décadas. La Biblia inculca la preocupación por los pobres, dijeron los teólogos liberacionistas, y luego fueron un paso más allá al decir que Jesús fue un símbolo y defensor de la guerra de clases para expropiar a los ricos en beneficio de los pobres.
Hoy en día, la teología de la liberación aún está de moda y, debido a la confusión intelectual en Latinoamérica, muchos aún creen que el socialismo de Chávez, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, e incluso de Fidel Castro, ofrece esperanza a los pobres. Cuando Chávez anuncia que "democratizará" las propiedades para golpear a los ricos, puede contar con los vítores de muchos admiradores religiosos.
Los líderes sinceros de la Iglesia, que están justamente convencidos de su misión especial para asistir a lo pobres, a veces son atraídos por la falsa esperanza de que impuestos más altos, la redistribución de la tierra, la nacionalización de las industrias y los grandes proyectos gubernamentales ofrecen una salida. Esto es trágico debido a que amenaza con inmiscuir a la Iglesia en la política, poniendo en riesgo su reputación y el mensaje del Evangelio en una agenda política.
Al menos 100 años de evidencia contradicen la afirmación de que un Estado más poderoso (eso es todo lo que la teología de la liberación ofrece) es el medio adecuado para el avance material. Nadie gana nada al aplastar a los ricos, aparte del Estado. Lo que la sociedad necesita no es la expropiación, sino una ampliación de las oportunidades para que todas las clases mejoren sus estándares de vida.
Sólo hay un camino hacia la liberación y es una genuina liberalización de la vida económica y política, que separe al Estado, no sólo de la Iglesia, sino de la cultura y de la vida comercial de la nación.
En mis viajes por la región he detectado una reconsideración honesta. Los líderes presentes y futuros parecen estar reconociendo que, para que la clase media crezca, se necesita tener una comprensión más vibrante de cómo funciona el mercado, en donde la gente se gana la vida. También existe la necesidad de un entendimiento más profundo de los riesgos morales y las oportunidades que la economía política presenta.
La Iglesia, pese a los terribles golpes a su credibilidad en los últimos años, está en la mejor posición para proveer liderazgo y asumir un rol de enseñanza en este momento. Los textos del Papa Benedicto proveen una base sólida. El Papa advierte sobre los riesgos del poder y sus efectos moralmente corruptores, así como los efectos materialmente corrosivos de las políticas socialistas.
La Iglesia puede proveer un liderazgo independiente en la sociedad. Sobre todo, debe haber una independencia de la política. Expandamos ese modelo de independencia a todos los sectores de la sociedad. Así, Latinoamérica se volvería menos vulnerable a los déspotas, desarrollaría una pujante clase media y aseguraría un futuro de libertad y prosperidad. En el rol de la oposición, la Iglesia Católica puede encontrar su verdadera voz como defensora de los derechos humanos y la libertad.
EL BUEN PROFESOR. ABELARDO GARCÍA CALDERÓN
No hace muchos días conversábamos con grupos de educadores y analizábamos el cómo poder medir al verdadero educador, a aquel que realmente logra sus objetivos enseñando a sus alumnos.
Veíamos el primer caso, el del hombre estudioso que dedicó buena parte de su vida a enriquecer sus conocimientos, a saber a más de las ciencias que tienen que ver con la didáctica y la pedagogía mucho de aquellos conocimientos propios de su asignatura y llegamos a la conclusión que este es el sabio, el gran conocedor, el consultor, pero que aun no daba el salto, que todo aquello no le servía todavía para ser buen educador.
El segundo caso era el del espléndido expositor, es decir de aquel que a más de conocer encantaba a su auditorio porque era capaz de sostener su atención y expresar con relativa facilidad, su versatilidad, su conocimiento, sus propias destrezas y características. Sus clases sin duda resultaban maravillosas pero aun todo aquello no le ratificaba como buen educador, demostraba tan solo tener conocimiento, dominarlo y saber expresarlo, pero le faltaba algo más, algo que sí podía aportar el tercero.
Este último, acaso menos sabio, dominando la explicación, llevando su lenguaje a los niveles del alumno no detenía ahí su atención sino buscaba la comprensión real en ellos de lo expresado; a este, al buen educador, le interesa cuánto su alumno aprendió, no cuán hermosa fue su clase o cuán amplio fue su conocimiento, sabe que su medida está dada por la respuesta de sus alumnos, sabe que su calificación no puede ser otra que aquella que obtengamos del conocimiento interiorizado en cada una de las mentes que constituyen su auditorio. Este sin duda es el que logra proyectar a su estudiantado hacia el dominio del conocimiento, el que puede hacer que ese grupo de niños y jóvenes trabajen con este, porque lo han hecho suyo, porque lo manejan, porque saben de lo que están hablando.
Sin duda todos a lo largo de nuestras vidas hemos tenido de los tres tipos de educadores, el que mucho sabe, el de las clases lindas, y el que se entregó hasta hacernos comprender, hasta estar seguro de que dominábamos el tema, de que podía estar tranquilo porque el conocimiento había saltado desde su inteligencia o desde los textos adonde debía estar, a nuestras capacidades, a nuestra mente, para desde ahí poder ser la herramienta práctica y fructífera en nuestro crecimiento personal y en nuestro desarrollo.
La pregunta final sería, estamos formando este tipo de educadores?, nos estamos conformando con los sabios eruditos a los que en ocasiones llamamos maestros y autoridades por todo lo que saben?, nos estamos conformando con aquellos que hablan lindo, que expresan con grande erudición temas tras temas con los que pomposamente pavonean su saber frente a su estudiantado? o estamos en los normales, perdón, institutos pedagógicos, y en nuestras facultades de filosofía letras y ciencias de la educación, haciendo lo posible porque surjan estos artistas y artesanos del conocimiento.
REBECA. RÓMULO LÓPEZ SABANDO
Daphne du Maurier (1907-1989), británica, publicó en 1938 “Rebeca, una mujer inolvidable” con la que Alfred Hitchcock, también británico, (1899-1980) director de cine, conocido como el mago del suspenso, llevó al cine en 1940 una adaptación de la obra, seductora e intrigante que, gracias al genio de Hitchcock, se convirtió en un éxito y por la cual ganó un Oscar por mejor película y otro por mejor fotografía aparte de varias nominaciones de la Academia.
Rebeca, la protagonista, jamás aparece, pues había muerto. Su recuerdo hace que su presencia parezca tan real que obnubila a todos, al extremo de someter a la segunda cónyuge de Máximo De Winter, dueño de la mansión.
Ambición, romance, intriga, intereses y suspenso, todo se hacía en función de Rebeca. Estaba en todas partes. Retratos, óleos, el piso, alfombras, los gastos y hasta los pensamientos y acciones eran para satisfacer a lo que Rebeca representaba, y a quien nadie veía ni conocía sino el atormentado viudo y la ama de llaves, fiel a la difunta señora de Winter, a cuyo nombre ejercía el poder en el territorio de la mansión, con plenitud soberana.
La administración y control (hasta policial) nacía y se realizaba en Rebeca a través de su ama de llaves. La pareja y sus amigos terminaron subordinándose a los dictados de Rebeca y su (poderosa mandataria) ama de llaves.
La influencia que la fallecida Rebeca (una entelequia, un recuerdo, una abstracción,) ejerce en la mansión es de tal naturaleza que el diario vivir es sólo para Rebeca. La vida y el presupuesto de todos estaban sometidos a Rebeca y a quien gobernaba la mansión. Rebeca es todo.
Sus fines eran preservar a Rebeca, someter las personas y sus derechos a esa entelequia para robustecer el poder y presencia de Rebeca y su administradora (“ama de llaves”).
En la vida actual ocurre igual con el Estado. Muchos teóricos en Filosofía, Economía, Derecho y Ciencias Sociales solo privilegian a esta abstracción, a esta entelequia que es el Estado. Algunos son como los aprendices de brujos que dan criterios para curar enfermedades. Y hasta curan.
Otros, políticos, son como los que operan, sacan muelas y promocionan ser expertos y estrellas en cirugía plástica sin formación, fundamentos ni experiencia. La mala práctica política es frecuente.
Todos los sistemas económicos y políticos que privilegian al Estado son estatistas. Obvio. Los que privilegian la libertad son libertarios.
El socialismo nacional (nazi) y el socialismo internacional (comunismo) al igual que el corporativismo (fascismo) concentran el poder del Estado en personas y/o pequeños grupos que disfrutan y usan las riquezas de todos los demás en sus “trabajos”. Son totalitarios que no producen. Viven de los impuestos que los ciudadanos le pagan al Estado.
¿Qué es el Estado? El Estado es todo. Y hubo quien, embriagado de poder y ahíto de soberbia y arrogancia dijo “El Estado soy yo”.
VARGAS LLOSA Y LOS ARGENTINOS. EDITORIAL I. LA NACIÓN - 03-MAR-11 - OPINIÓN
Tratar de impedir la presencia del flamante premio Nobel en la Feria del Libro revela un inocultable desprecio por la libertad
Antes de que la Argentina, por causa de algunos compatriotas desorbitados, se sumiera una vez más en el ridículo internacional, un oportuno llamado de la presidenta Cristina Kirchner puso las cosas en su lugar, recordándoles de paso a muchos de sus seguidores que, mal que les pese a ellos y al Gobierno, el Estado siempre debe garantizar la libertad de expresión. Según el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, depositario directo del mensaje presidencial, la mandataria dijo que "el Estado debe intervenir sólo como garante específico del uso libre de la palabra".
La intervención de la Presidenta, que seguramente previó una avalancha de críticas frente a la trasnochada tentativa de evitar que Mario Vargas Llosa hablara en la inauguración de la Feria del Libro de Buenos Aires, el mes próximo, puso orden en un desgraciado episodio del que el director de la Biblioteca Nacional se convirtió en protagonista central.
Es cierto que González fue uno más entre los intelectuales oficialistas (la mayoría integrantes del grupo kirchnerista Carta Abierta) que expresaron su repudio a la presencia del premio Nobel 2010 como orador principal en una de las más prestigiosas ferias del libro del mundo. Sin embargo, el hecho de que, además de ser un intelectual reconocido en el ámbito local, sea por sobre todo el director de la Biblioteca Nacional lo transformó en el adalid natural de esta causa lamentable.
Borges se refirió alguna vez a la perpetua obsesión por el "desnivel que siempre acecha".
¿Alguien podría haber conjeturado que quien se desempeña al frente de la institución que fue dirigida por José Mármol, Paul Groussac y Jorge Luis Borges podía oponerse a que una entidad del ámbito privado y dedicada a exaltar a los libros y la cultura invitara a su acto de apertura al flamante premio Nobel de Literatura?
Nadie, por impropio e inoportuno, hubiera sugerido siquiera esa posibilidad, ante la presencia de uno de los talentos literarios más reconocidos de la contemporaneidad, una de las glorias vivas de la lengua que hablamos los argentinos y el resto de Hispanoamérica.
Es cierto que González rescató en todo momento la "hondura humana y política" de la novelística del gran escritor peruano. Habría sido, sin duda, un esfuerzo inhumano pretender negarla. Pero la abierta disidencia de Vargas Llosa con el gobierno de los Kirchner, y con los gobiernos más autoritarios de América latina, no autoriza a nadie a aconsejar que se desista de la invitación que le había sido formulada.
Claro que no siempre se puede ordenar a toda la tropa al mismo tiempo, porque, a pesar de haberse alineado con la decisión presidencial, el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, volvió a criticar ayer al escritor. Con su habitual desparpajo, Fernández se permitió observar que aunque lo había leído, pensaba que es un talentoso escritor que pertenece "a la derecha más reaccionaria, enemigo de los gobiernos populares y, particularmente, del argentino, al que ha insultado millones de veces, gratuitamente y sin ninguna necesidad".
No es la primera vez, lamentablemente, que Vargas Llosa es maltratado por parte de algunos argentinos. Podríamos recordar que pocos años atrás fue objeto en Rosario de vejaciones, e incluso corrió riesgos físicos, por culpa de un grupo del que nunca se dilucidó con exactitud si eran más guevaristas que kirchneristas. En el fondo, daba lo mismo, porque los unía un idéntico desprecio por las ideas liberales que campean desde hace tiempo en el escritor experimentado que, después de las frustraciones de la militancia en la izquierda radicalizada, se convirtió en un infatigable cruzado de la libertad que detestan por igual los dogmáticos de todos los credos.
Habría más de una razón para que Vargas Llosa, que justamente recibirá mañana en México la Orden del Aguila Azteca en una ceremonia encabezada por el presidente Felipe Calderón, termine privándonos a todos del honor de inaugurar la Feria del Libro. Y, si esa contingencia se produjera, no faltarán tal vez voces que señalen al director de la Biblioteca Nacional como "uno de los que hizo más méritos" para lograr tal propósito.
Por el bien y el honor de la cultura argentina, es de desear que el premio Nobel no se desanime -ya conoce el paño-, venga a inaugurar la Feria del Libro 2011 y les dé a sus lectores y a todos los argentinos que saben apreciar la coherencia y la libertad de su pensamiento el gusto enorme de recibirlo una vez más.
http://www.lanacion.com.ar/1354366-vargas-llosa-y-los-argentinos
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SI MARÍA CORINA PUDO, ¿POR QUÉ LOS DEMÁS NO? RONNY PADRÓN
"32 horas de cuentos por parte de los ministros en sus interpelaciones", "Venezuela tiene ante sí dos modelos de país: uno de la sumisión que ha destruido las instituciones venezolanas, sus valores, donde reina la exclusión, que solo distribuye pobreza, un modelo que pretende imponer una dictadura comunista que a los mismos parlamentarios socialistas les avergüenza reconocer", "los empleados públicos son los prisioneros políticos del PSUV". "En tanto hay otro modelo político que propugna la justicia y la libertad, la inclusión y la propiedad privada para todos".
MARÍA CORINA |
Las frases anteriores no refieren a comentarios de esos que a diario podríamos escuchar en cualquier cafetín, en el abasto o en la misma vía pública, relativos a la actualidad política nacional. Solo se trata de una transcripción puntual de algunas expresiones puestas de manifiesto por la diputada demócrata, María Corina Machado en ocasión de la interpelación al ministro socialista de Planificación y Finanzas, celebrada el pasado día jueves 24 de febrero en el hemiciclo del Parlamento Nacional.
¿Qué tiene de especial ese conjunto de expresiones orales? Pues resulta que tales afirmaciones, de incontrovertible veracidad incluso para el más despistado de los venezolanos, por primera vez han sido puestas de manifiesto por un parlamentario demócrata en el seno de la Asamblea o bien fuera de ella, valga decir con la firmeza requerida, ello desde la instalación del órgano legislativo nacional el pasado 5 de enero.
Una omisión, más bien grave incapacidad, inexcusable a todas luces considerando la naturaleza inconstitucional del régimen en gobierno, sin embargo ha devenido en la regla a seguir por nuestros parlamentarios, cuya única facultad política real es precisamente la función discursiva, mediante denuncias, debates en asamblea, o interpelaciones ministeriales como ésta de marras.
Es el caso, que bastó con solo una intervención, expresada en los términos de firmeza y convicción convenientes, para lograr lo que nos ha sido esquivo en 12 años de parlamentarismo inconstitucional: acorralar y exponer las miserias del socialismo en gobierno ante todos los venezolanos.
María Corina Machado, haciendo gala de una retórica tal que ya desearían para sí parlamentarios más duchos, colocó en su justo lugar la gestión gubernativa socialista, siempre de espaldas al texto constitucional, igualmente símbolo de la ineficiencia gubernativa a nivel mundial, verbigracia el índice inflacionario nacional actual.
Pero más allá de tal virtuosismo, el carácter excepcional de la mentada intervención, estriba en el ánimo que supo imprimirle, durante el lapso que se le concedió. Fueron 5 minutos, tiempo éste en que a ningún oyente, presente o televidente, llegaría a quedarle razonable duda, sobre la certeza contenida en cada afirmación. Prueba de ello, la actitud discordante del interpelado ministro, y las posteriores refutaciones socialistas, solo útiles para contrastar la fuerza de una verdad expuesta con pertinencia, ante la falacia que pretendía contrariarla.
Esperamos que esta clarinada, sea solo el inicio del nuevo rumbo, el que desde hace tanto pedíamos a la MUD, por cuanto será a través de una implacable confrontación ideológica como podremos aniquilar de una buena vez al mito socialista, base de esta estafa hecha gobierno; condición sine qua non si aspiramos fundadamente al triunfo por la vía electoral. ORA y LABORA.
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LA SENTENCIA “RUBÉN GONZÁLEZ” ROCÍO SAN MIGUEL
Una condena de 7 años y 6 meses ha sido dictada contra el defensor de derechos laborales, Rubén González, secretario general del Sindicato de los trabajadores de Ferrominera del Orinoco (Sintraferrominera), el pasado 28 de febrero del año en curso por el tribunal sexto de juicio en función penal del estado Bolívar, a cargo de la jueza Marta Hidalgo, imputándosele, entre otros delitos, la violación de la zona de seguridad.
A partir de este momento, se ratifica en Venezuela una de las más feroces formas de criminalizar la protesta, aplicando el régimen de seguridad nacional para amenazar a los ciudadanos, impidiéndoseles en la practica el ejercicio de derechos fundamentales como el libre tránsito, el derecho de manifestación, el derecho a la igualdad ante la ley y el derecho a huelga en el 34 % del territorio nacional, porcentaje que ocupan el total de las zonas de seguridad dictadas en Venezuela, según datos de la ONG Control Ciudadano.
Constituye esta sentencia una bofetada a las conquistas civiles, políticas, sociales y económicas y se materializa por primera vez contra "un civil" la aplicación del artículo 56 de la temida Ley de Seguridad de la Nación, pues ya había sido útil contra un militar, el General CARLOS ALFONZO MARTÍNEZ en el 2002.
Qué casualidad esta sentencia cuando las sociedades oprimidas del Medio Oriente están dando, con la protesta ciudadana, un ejemplo de dignidad en el mundo.
En Venezuela se produjeron 3.315 protestas durante el año 2010 y más del 30% fueron por reivindicaciones laborales, según datos de Provea, que ha documentado además que actualmente se encuentran en el país más de 2.500 personas sometidas a regímenes de presentación en tribunales, por haber ejercido su derecho a la manifestación pacífica.
A partir de esta sentencia, quienes vivimos en la capital, estaremos amenazados por un régimen de seguridad si ejercemos el derecho de protesta en 12 áreas extendidas de la ciudad, que son actualmente Zonas de Seguridad y abarcan urbanizaciones y barrios del este y oeste:
Prado de María, Avenida Nueva Granada, Caño Amarillo, El Calvario, La Pastora, Avenida Urdaneta, Urbanización La Carlota, Campo Claro, Los Ruices, El Rosal, Chuao, San Bernardino, Bello Monte, El Paraíso, Los Laureles, Las Flores, Avenida Rómulo Gallegos, Avenida Francisco de Miranda, parte del Country Club, Las Brisas, El observatorio, Turmerito, Las Mayas, La Rinconada, El Valle, El Guarataro y La Cañada, entre otros.
ROCÍO SAN MIGUEL |
Algo debe activarnos como resortes frente a esta oprobiosa sentencia dictada contra Rubén González, que inhabilita a 1/3 parte del territorio nacional para el ejercicio de manifestar. Y ese algo es dignidad.
Por lo pronto, las 103 zonas de seguridad que existen en el país se traducen en una declaratoria de utilidad pública que facultan al Ejecutivo Nacional a ejercer su control sobre personas y bienes allí contenidos. Una atribución inconstitucional que puede acarrear, a quien esté dispuesto a desobedecer, hasta 10 años de prisión. -EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA
OTRO 19 DE ABRIL HA DE VENIR. PEDRO PAÚL BETANCOURT
La historia de nuestra Independencia presenta, en sus inicios, dos etapas claramente distintas: la primera fue la de una declaración formal de separación respecto a la Metrópoli; la segunda, la de la separación legal. La separación formal cubre todos los hechos que culminaron en el 19 de abril de 1810; la separación legal se inició, formalmente, el 2 de marzo de 1811 cuando se reunió el Primer Congreso de las Provincias de Venezuela y culminó el 5 de julio siguiente con la solemne Declaración de Independencia.
El 19 de abril de 1810, el Cabildo de Caracas, ampliado con la participación improvisada de representantes de los estamentos sociales --como Juan Germán Roscio y José Félix Sosa como “diputados del pueblo”, José Cortés de Madariaga representante del pueblo y del clero o Francisco José Ribas del clero-- presionó al Capitán General Emparan hasta hacerle renunciar al mando lo que, en la práctica, no fue otra cosa que destituirlo.
Asaz se conoce la enorme importancia que, en hechos posteriores, correspondió a las llamadas “Capitulaciones o Cesiones de Bayona”, maniobra urdida por Napoleón para poner en el trono de España a un familiar suyo, pero muy vergonzoso para la Corona española. Lo ocurrido en la España de esos años correspondía perfectamente a los planes expansivos que tenía en mente Bonaparte, evidenciados cuando bloqueó a Inglaterra para impedir todo comercio de Europa con su enemigo inglés.
El 17 de marzo de 1808 se produjo el Motín de Aranjuez, hecho que hizo caer a Godoy y provocó la renuncia de Carlos IV en favor de su hijo, todo lo cual desembocó en Madrid, el 2 de mayo de 1808, como insurrección general de la población civil y militar contra las aspiraciones de Bonaparte y la brutal represión por parte de las fuerzas francesas que ocupaban el territorio nacional de España.
Estos acontecimientos en España despertaron un sector social de la Capitanía General de Venezuela que se había mantenido indiferente, pero que a partir de Bayona descubrió, abierta, una ocasión inmejorable para desvincularse de la Metrópoli que le prohibía el libre comercio y amenazaba, muy en serio, con centralizar definitivamente el poder en manos peninsulares. La constitución de la Junta Defensora (o Conservadora) de los Derechos de Fernando VII, fue hábil artimaña que buscaba despistar las autoridades metropolitanas sobre las verdaderas intenciones de los mantuanos caraqueños. El 3 de mayo, la Junta Suprema de Caracas hizo conocer al Consejo de Regencia de España que le desconocía como autoridad. La reacción del Consejo fue nombrar como Capitán General a Francisco Miyares, gobernador de la Provincia de Maracaibo (que no se había sumado a la rebelión). También solicitó de Puerto Rico, del ministro del Consejo Supremo de España e Indias, el envío de barcos contra Caracas.
La separación “legal” se perfeccionó con la Declaración que hizo, el 5 de julio de 1811, el Congreso de las Provincias que se reunió por vez primera en Caracas, el 2 de marzo de 1811, bajo la presidencia del jurista, amigo y abogado de la familia Bolívar, Felipe Fermín Paúl y Terreros; con vicepresidencia del doctor Mariano de la Cova, siendo secretarios Miguel José Sanz y Antonio Nicolás Briceño. El 28 de marzo, el Congreso sustituyó a la Junta Suprema Defensora de los Derechos de Fernando VII constituida luego de la destitución de Emparan. Se designó un triunvirato encargado del Poder Ejecutivo que integraron Cristóbal Mendoza, Juan Escalona y Baltasar Padrón. También, entre otras medidas, fue creada la Alta Corte Federal de Justicia y se dispuso iniciar la redacción de la primera Constitución de Venezuela.
El Presidente del primer Congreso de Venezuela del 2 de marzo de 1811, llamado Congreso de las Provincias, Felipe Fermín de Paúl y Terreros, nació en Caracas el 7 de diciembre de 1774 hijo mayor de Francisco Antonio de Paúl y Alburga, natural de Tertanga, Provincia de Álava en Vizcaya, España, y de Petronila Terreros. Tuvo por hermanos a Francisco Antonio, conocido como “Coto”, quien casó con Josefa Almeida, sobrina carnal, por su madre, del Gral. Francisco de Miranda y fue gobernador de Caracas en 1810-11, se hizo famoso por su vehemente participación en la Sociedad Patriótica destacando por la elocuencia y fuerza de su verbo y murió en Santa Marta, Colombia; a Ignacio, Joaquín, Francisca y Petronila Paúl y Terreros. El padre de esta familia llegó, en 1751, a la entonces Santiago de León de Caracas, con el cargo Escribano Mayor de la Corona, y se estableció en la Esquina conocida por su apellido, como “del Doctor Paúl.”
Felipe Fermín Paúl y Terreros fue, en 1800, Doctor en Teología de la Real y Pontifica Universidad de Caracas, que había sido así denominada el 18 de diciembre de 1722. También fue Doctor en Derecho Canónico y en Jurisprudencia en 1803, siendo Decano del Colegio de Abogados de Caracas en 1809 “cuando ya su fama había conquistado un puesto de distinción en todos los círculos científicos y sociales de Venezuela”.[1] Desde niño, como sus hermanos y hermanas, estableció una sólida y permanente amistad con los Bolívar y fue el abogado de confianza de Simón, el Libertador, y de María Antonia. Fue diputado en el Congreso de 1811 cuyo hecho más resaltante fue propiciar la ya referida declaración de definitiva independencia de Venezuela, que aprobó el Congreso, el 5 de julio de 1811, y firmó la correspondiente “Acta Declaratoria de Independencia” suscrita por los representantes de las “Provincias Unidas”.
El día de hoy, al cumplirse dos siglos de la instalación del Primer Congreso de Venezuela, que se reunió en la Casa de quien fuera el Conde de San Javier, situada en la llamada Esquina del Conde, rendimos homenaje a nuestro esclarecido e ilustre antepasado al tiempo que hacemos votos para que los ciudadanos de nuestra querida Patria, asumiendo la Verdad y la Justicia como valores que fundamentan la vida democrática, con el coraje y la entrega de sus fundadores, superen las presentes situaciones de abusos, atropellos y corrupción a fin de que Venezuela siga mereciendo el calificativo de bendita tierra de gracia.
A quienes somos sus descendientes directos nos preocupa, duele y molesta cómo este Régimen despótico, tirano y opresor como lo fuere el mismo del que nos liberaron hombres insignes, como Felipe Fermín Paúl y su hermano “Coto” Paúl, quiere distorsionar todos los valores de Justicia, Libertad y Honestidad que promovieran con tanto vigor y sacrificio los venezolanos de aquellos tiempos de independencia. El Régimen de Hugo Chávez Frías insiste en promover una versión, prostituida a su complacencia, de los hechos históricos que nos liberaron de la opresión española señalando que aún no hemos cumplido, los venezolanos, con nuestra misión independentista. ¡Sí la cumplieron los venezolanos como Bolívar, Miranda, Sucre, los hermanos Paúl y muchos otros que derramaron su sangre por esta tierra! Lamentablemente, en estos tiempos de “socialismos del siglo XXI” los venezolanos hemos deshonrado la gesta de nuestros antepasados permitiendo se instaure en Venezuela un traidor a la Patria que permite la invasión de nuestro suelo a manos de los hermanos Castro de Cuba y que se atreve a mancillar nuestra historia defendiendo a capa y espada a sus “amigos” genocidas como el tirano de Libia Muhamar Gadafi, a quien por lo demás otorgara una réplica de la espada de nuestro Libertador Bolívar comparándolos en sus gestas.
¡Vergüenza! ¡Vergüenza sentimos los descendientes de los firmantes del Acta de Independencia un día como hoy! Deploramos y rechazamos con toda nuestra indignación que el tirano de Miraflores hago uso de nuestro apellido para su propaganda proselitista y despótica.
Y hoy, desde cada gota de nuestra sangre, doscientos años después, repetimos a todo pulmón las palabras que Francisco Antonio “Coto” Paúl declamara en aquel Primer Congreso de Venezuela un 19 de Abril 1811:
“¡La anarquía! ¡Esa es la libertad cuando para huir de la tiranía desata el cinto y desanuda la cabellera ondosa! ¡La anarquía! Cuando los dioses de los débiles ---la desconfianza y el pavor--- la maldicen, yo caigo de rodillas a su presencia. ¡Señores! ¡Que la anarquía, con la antorcha de las furias en la mano nos guíe al Congreso, para que su humo embriague a los facciosos del orden, y la sigan por las calles gritando libertad! Para reanimar el mar muerto del Congreso estamos aquí, estamos aquí en la alta Montaña de la santa demagogia. Cuando ésta haya destruido lo presente, y espectros sangrientos hayan venido por nosotros, sobre el campo que haya labrado la guerra se alzará la libertad...”
Sr. Chávez, hoy 2 de marzo de 2011 le juro sobre mis antepasados y sobre cada gota de sangre que derramaron por esta tierra que otro 19 de Abril ha de venir y la historia volverá a tomar su andar en el rumbo que hace ya doscientos años vislumbraran nuestros próceres. No se equivoque.
Pedro Guillermo Paúl Betancourt
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EL RÉGIMEN EN EL BANQUILLO. ADOLFO R. TAYLHARDAT (CASO LEOPOLDO LOPEZ Y LA CIDEDH)
Ha comenzado el proceso incoado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIdeDH) por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra el régimen venezolano en el caso “Leopoldo López Mendoza”. Resulta importante destacar que quien demanda al gobierno de Venezuela no es Leopoldo López sino la CIDH. También es importante señalar que este es el primer caso relacionado con la violación de derechos políticos que ventila la CIdeDH.
Después agotar todos los recursos y las vías judiciales internos, Leopoldo López acudió, el 4 de marzo de 2008, a la CIDH. Luego de admitir la petición de López, ese órgano invitó a las partes (el agraviado y el gobierno venezolano) a explorar la posibilidad de llegar a un acuerdo amistoso. Esta gestión no tuvo resultado.
El 8 de noviembre de 2009 la CIDH emitió un informe en el cual concluyó que el gobierno incurrió en responsabilidad internacional por la violación de los derechos políticos de Leopoldo López y de su derecho a las garantías judiciales y a la protección judicial al haberle impuesto “por vía administrativa y en contravención con los estándares convencionales”… “una inhabilitación para el ejercicio de la función pública”. La CIDH pidió en su informe al gobierno que adoptara “las medidas necesarias para restablecer los derechos políticos” de López y que adecuara el artículo 105 de la Ley Orgánica de la Contraloría General (LOCG) a las disposiciones del artículo 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José).
El 30 de junio de 2009, el gobierno venezolano respondió solicitando a la CIDH que revisara los planteamientos, conclusiones y recomendaciones de su informe porque en su opinión “su contenido se aparta de la realidad objetiva de los hechos, viola la soberanía del Estado venezolano y lesiona su ordenamiento interno.”
El 11 de diciembre de 2009 la CIDH decidió someter el caso a la Jurisdicción de la CIdeDH por cuanto el Estado no cumplió sus recomendaciones ni informó sobre las medidas adoptadas para dar cumplimiento a sus recomendaciones y el 14 de diciembre introdujo formalmente ante la CIdeDH la demanda contra del Estado venezolano “por su responsabilidad internacional de haber inhabilitado al señor Leopoldo López del ejercicio de la función pública”
En el petitorio de la demanda, la CIDH solicita que se ordene al gobierno de Venezuela que: 1) “adopte las medidas necesarias para restablecer los derechos políticos de Leopoldo López”, 2) adecúe el artículo 105 de la LOCG a las disposiciones del Artículo 23 del Pacto de San José, 3) “fortalezca las garantías del debido proceso en los procedimientos de la CG conforme a los estándares del Pacto de San José”, 4) pague las costas y los gastos incurridos por López en la tramitación del caso en el ámbito internacional”
La decisión de ese alto tribunal, en un sentido u otro, tendrá un impacto trascendental tanto en el ámbito interno como en el regional y hasta mundial.
Una sentencia contraria significará, como lo ha dicho Leopoldo López, el triunfo de la arbitrariedad y la legitimación de las inhabilitaciones. Consagraría el derecho del régimen a bloquear candidaturas opositoras que cuenten con apoyo popular y con posibilidades electorales ciertas. El gobierno tendría la potestad para decidir que sólo personas que no representen una amenaza para sus propios candidatos pueden postularse en un evento electoral.
Una sentencia favorable – personalmente tengo la convicción de que este será el resultado del juicio – significará la restitución a la víctima de sus derechos políticos violados como resultado de un grotesco montaje, de una evidente confabulación concebida y ejecutada como medio de persecución política contra una figura política que el oficialismo quiso excluir de la contienda política por temor de que resultara electo Alcalde Mayor de Caracas. La sentencia beneficiará también a mas de 300 ciudadanos que se encuentran igualmente inhabilitados para impedirles candidatearse para cargos de elección popular. También obligará a suprimir o modificar la absurda norma contenida en la LOCG que consagra la inhabilitación por la vía administrativa. La sentencia sentará jurisprudencia y constituirà un precedente no solo al nivel interno de Venezuela sino también a los niveles regional e internacional.
El artículo 62 del Pacto de San José establece que todo Estado Parte puede declarar que reconoce “como obligatoria de pleno derecho y sin convención especial, la competencia de la Corte sobre todos los casos relativos a la interpretación o aplicación de la Convención.” El artículo 68 establece que los Estados Partes en ese tratado “se comprometen a cumplir la decisión de la Corte en todo caso en que sean partes”
En su sentencia No. 1942 de 15 de julio de 2003 el Tribunal Supremo de Justicia reconoció que cuando un país signatario de un Convenio internacional cede en alguna forma su soberanía, las decisiones de cualquier clase que se dicten dentro del marco de ese Convenio deben ejecutarse forzosamente e incondicionalmente.
Cuando el 24 de junio de 1981 formuló la declaración a que se refiere el artículo 62 del Pacto de San José y reconoció la Competencia de la CIdeDH, Venezuela hizo renuncia parcial pero expresa de su soberanía. En consecuencia, el gobierno está obligado a acatar la sentencia que dicte la CIdeDH en el Caso de Leopoldo López.
Adolfo Taylhardat
adolfotaylhardat@gmail.com
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“NO HAY CAMINO PARA LA PAZ LA PAZ ES EL CAMINO”. ZENAIR BRITO CABALLERO
Es un hecho lamentable: Todos los días la guerra es noticia en cualquiera de sus manifestaciones. Muere un soldado o un policía prestando sus servicios a la patria, pierde la vida un joven para quitarle los zapatos o un celular, alguien es atacado con un arma de fuego para robarle el carro, otro resulta agredido en cualquier circunstancia, hay maltrato en el interior de los hogares…
Es terrible que tanto los campos como las ciudades del país se hayan transformado en el escenario natural y permanente de la violencia en las más diversas y terribles modalidades. Lo más atroz es que hasta las instituciones educativas, que deberían ser templos de armonía y convivencia, estén siendo espacios para la agresividad… Hay algunas que en verdad se esmeran por ser oasis de paz y lo logran, instituciones que trabajan con denuedo para ser el modelo a escala de la sociedad pacífica que deberíamos construir, donde todos los estamentos: directivos, docentes, administrativos, estudiantes, padres y madres de familia, cuidan la armonía existente en su interior, la preservan y hacen de la relación humana una oportunidad para la fraternidad; sin embargo, no ocurre de la misma manera en el ciento por ciento de los casos. Asombrosa y entristecedora en grado sumo la noticia que escuchamos recientemente, en la cual dos chicas de una institución se agredieron salvajemente (sí, tal como quedó escrito, no hay otra palabra para describirlo) causándose daño físico y emocional, por una causa cualquiera, tan tonta e irrelevante como la mayoría de las que generan este tipo de conductas. No se trata de responsabilizar a nadie, ni de abrogar culpabilidades que en nada contribuyen a la solución del problema.
No es un asunto de políticas públicas educativas (creo que en el marco del desarrollo de competencias ciudadanas ellas son acertadas), no es tampoco un hecho que corresponda de manera directa a las autoridades (¿cómo puede un Secretario de Educación o incluso un rector responder por la conducta de los miles y miles que habitan las aulas de todos los establecimientos? Es imposible), tampoco corresponde a los docentes quienes seguramente hacen su mejor esfuerzo por inculcar en sus discípulos valores imprescindibles como respeto, tolerancia, comprensión y aceptación entre otros…
Lo que ameritan hechos como estos no es en modo alguno hacer señalamientos, que resultan improcedentes e inútiles, creo que lo que urge, es una reflexión ciudadana, porque culpables somos todos, la sociedad completa… La indiferencia colectiva, la falta de amor que nos afecta (¿o quién puede afirmar que ama lo suficiente, que lo que hace en beneficio de su prójimo basta?), el rompimiento de la institución familiar en el cual cada uno tiene que ver, la ausencia de padres y madres (física o espiritual, de la cual no se salva ninguna clase social…
Los más pobres porque están buscando como subsistir y los más ricos, porque sus “negocios” les copan todo el tiempo… En fin…Quien esté libre de pecado que arroje la primera piedra). Todos tenemos que ver y definitivamente no es un hecho aislado. Hay violencia en prácticas deportivas, en encuentros lúdicos, en los patios de recreo, en los salones… Violencia que se expresa en palabras bruscas, en ademanes poco cordiales y a veces en gritos y golpes… Violencia que no es otra cosa que el reflejo triste de la falta de afecto y la ausencia de un buen ejemplo, del maltrato, de las tantas omisiones, de una guerra interna que consume a niños, adolescentes y jóvenes en dimensiones que asustan. ¿Qué vamos a hacer para que ésta locura colectiva frene? ¿Cómo vamos a construir una convivencia auténtica y duradera? ¿Cómo vamos a lograr que dejemos de hacernos daño y empecemos a amarnos más? Sabiamente lo dijo Gandhi: “No hay camino para la paz, la paz es el camino”.
britozenair@gmail.com
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