El Estado solo no puede mantener al país. La Sociedad en su conjunto debe participar en el proceso de su desarrollo. Dentro de esa sociedad, el sector privado soporta la mayor carga en cuanto a la generación de empleo, paga impuestos, sirve de recaudador de tasas como el IVA, y presta servicios que en otras latitudes corresponden y que aquí deberían corresponder al Estado, como es el transporte público, entre otros.
Es normal ver a los distintos componentes del sector privado unidos para defender sus intereses y representarlos ante otros sectores de esa sociedad, pero es poco común verlos asociados o unidos para atender a las inmensas necesidades de la gente en un país en el que éstas reinan. Hay participación a través de programas de responsabilidad social, generalmente orientados a apoyar las actividades de otros sectores o a contribuir a llenar las falencias de las responsabilidades del Estado. Sin embargo, cuando el esfuerzo está orientado a atender a las necesidades de la gente, se ejecuta con un enfoque paternalista, mas no en atención a necesidades detectas por y para ellos, ni de acuerdo con sus prioridades. No son acciones directas del grupo o sector más poderoso del ámbito privado. Eso tiene que cambiar para que la acción individual o colectiva corresponda a las realidades del país en que vivimos.
Las organizaciones distintas al Estado pertenecientes a los distintos sectores de la sociedad tienen que incorporarse de lleno con la convicción de que en un país como el nuestro, en el que los gobiernos de turno hasta ahora no han resuelto sino incrementado los problemas, es obligatorio aportar su mejor organización y sus recursos humanos mejor calificados, para que su participación sea una verdadera contribución al Desarrollo Humano y, así, al desarrollo. No basta con cumplir su responsabilidad para con sus accionistas, ofrecer productos de calidad, ofrecer condiciones de empleo adecuadas para el éxito de la actividad que desempeñan, hay que tener en cuenta, aceptar e incorporar como una realidad ineludible que la situación del país requiere una acción distinta a la que comúnmente se denomina responsabilidad social empresarial. Ese enfoque incorpora conceptos de sociedades más desarrolladas que la nuestra y al hacerlo se desvía de una definición climatizada y adaptada a las realidades venezolanas, y no incorpora a la acción social una vigencia que contribuya al desarrollo del país, de su gente, de esas mayorías desprovistas y olvidadas dentro de su tragedia y que tienen que ser rescatadas para incorporarlas, dentro de sus posibilidades, a contribuir con el desarrollo del país, a su Desarrollo Humano.
La acción en respuesta a la responsabilidad social tiene que responder a la realidad del país, de la realidad de la gente que urgentemente requiere el soporte de todos los sectores de la sociedad. La acción del sector privado resultante de la evaluación veraz de esas necesidades específicas de la gente, debe ser producto de su consciencia y convencimiento de que, dadas las realidades del país, es necesario involucrarse para tener la seguridad de que se esté atendiendo a las necesidades reales de la gente en su cuota parte de responsabilidad social.
odoardolp@gmail.com
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.