domingo, 20 de febrero de 2011

TRIBUNA LIBERTARIA. COMPENDIO OPINÁTICO. RAUL AMIEL. 20/02/11. OPINIONES DE CARLOS ALBERTO MONTANER, JUAN CARLOS APITZ, ENRIQUE PEREIRA Y FRANCISCO ALARCÓN

Una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser o grande o democracia. Theodore Roosevelt

1.- SE HUNDE EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI. CARLOS ALBERTO MONTANER
2.- REVOLUCIÓN REVOLUCIONARIA. JUAN CARLOS APITZ        
3.- ESTEBAN SE DESINFLÓ. ENRIQUE PEREIRA            
4.- CANDIDATO ÚNICO DE UNA VEZ. FRANCISCO ALARCÓN 

La Fuerza de la esperanza se mueve. Esfuérzate, anímate y trabaja. Solo faltan 686 días. Artículo 231. Constitución de 1999. El nuevo Presidente tomará posesión el 10/01 del primer año de su período constitucional.- @raulamiel

SE HUNDE EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI. CARLOS ALBERTO MONTANER

Arturo Valenzuela, secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para América Latina, acaba de declarar que declina la influencia de Venezuela en la región. Tiene razón. Se hunde, de manera evidente, el llamado socialismo del siglo XXI. Si hace cuatro o cinco años parecía que esa sería la fuerza ideológica determinante en Hispanoamérica, comenzado el 2011 las señales que emite el continente indican lo contrario. Los cinco países de esa cuerda política están en crisis.  

Cuba, que es el cerebro del grupo y el faro ideológico, ha reconocido el fracaso de su sistema colectivista y trata de reemplazarlo por algo que llaman en la Isla el “modelo vietnamita”. Raúl Castro se propone mantener el control político y económico del país, pero autorizando la gradual creación de un tejido empresarial privado que mitigue los horrores del estatismo y aumente la raquítica productividad del país. Esa búsqueda de eficiencia incluye sincerar los precios y reconocer que el mercado es más competente que la planificación centralizada. Esta admisión de culpas y rectificación de rumbo deja al socialismo del siglo XXI sin referente ideológico. Chávez solía decir que Venezuela se desplazaba hacia el “mar de la felicidad” cubano. Cuando los pobres venezolanos lleguen a ese punto descubrirán que Cuba ya no está en el mismo sitio. Los cubanos navegan hacia el mar de la felicidad vietnamita.   

Hugo Chávez ha perdido influencia en América Latina y, especialmente, en la propia Venezuela. Según Valenzuela, solo el 30% de los latinoamericanos tiene una opinión favorable del chavismo. Es posible que dentro del país ocurra lo mismo, pese al control casi total de los medios de comunicación que Chávez posee. El pintoresco Presidente, gran caotizador, se ha gastado en 12 años 950.000 millones de dólares –una cifra mayor que todos los ingresos del Estado a lo largo del siglo XX–, y lo que ha conseguido es poner en fuga a un millón de venezolanos laboriosos y educados, crear la sociedad más corrupta y peligrosa de América Latina, cerrar la mitad del parque empresarial y comenzar la haitianización de Caracas, mientras se crispan cada vez más las relaciones personales entre chavistas y antichavistas. En un país que era un modelo de cordialidad cívica entre adversarios, hoy se respira un profundo odio político que puede desembocar en un baño de sangre si alguna vez salta la chispa.   

La popularidad de Evo Morales en Bolivia cayó estrepitosamente tras su fallido intento de subir el precio de la gasolina. El pueblo se lanzó a las calles y el Gobierno se vio obligado a revocar el decreto. Como el mecanismo funcionó, se convirtió en una lección rápidamente aprendida por los bolivianos: ante cada medida de austeridad, comienzan las protestas. Puesto en esa situación, sin capacidad para ajustar la economía ni de poner fin a los subsidios, víctima de la demagogia populista a la que Morales era tan adicto cuando estaba en la oposición, el Gobierno seguramente optará por imprimir moneda irresponsablemente para hacerle frente a las obligaciones del Estado. ¿Qué sucederá? Ocurrirá lo mismo que en el pasado: un proceso galopante de inflación que destruirá los fundamentos económicos del Estado plurinacional de Bolivia, como hoy le llaman a ese desdichado país.   

En Ecuador aumenta la resistencia frente a Rafael Correa ante su desmedido apetito de poder. Primero violó la Constitución por la que fue electo y barrió el viejo Parlamento para construir un Estado a su medida. Cuando lo logró, tras advertir que tampoco podía gobernar a su antojo, se ha dedicado a acosar a la prensa y a utilizar los tribunales para destruir a sus adversarios. Su aversión al capital nacional y foráneo ha creado el peor de los climas económicos posibles: el ahorro de los ecuatorianos se marcha al extranjero para ponerse a salvo de la corrupción y el mal gobierno, mientras los inversionistas internacionales no quieren oír hablar de Ecuador, especialmente tras el fallo de un tribunal contra Chevron, por el que multa con nueve mil quinientos millones de dólares a la compañía por unos supuestos daños ecológicos producidos en la selva entre 1972 y 1990, perjuicios que la compañía asegura que no han sido imparcialmente demostrados por peritos calificados, afirmando que se trata de una sentencia motivada por razones políticas.   

Dejo para último a Nicaragua, el más pobre y atrasado de los países del socialismo del siglo XXI, cuyo gobierno sandinista, presidido por Daniel Ortega, solo se sostiene por una razón: la incapacidad de los demócratas de la oposición para presentar un frente unido que le ponga fin. Bastaría con que los liberales tuvieran el patriotismo y el sentido común de presentar un candidato único a las próximas elecciones para sacar del poder a Daniel Ortega. Es una vergüenza que no lo hagan.

REVOLUCIÓN REVOLUCIONARIA. JUAN CARLOS APITZ             

La revolución revolucionaria de los revolucionarios que hacen la revolución junto con el pueblo bolivariano, revolucionario y socialista… bla, bla, bla, bla; la tiene agarrada con los trabajadores y sus sindicatos. ¡Ni que decir de la contratación colectiva!

Desde el 2005, la empresa Venepal fue rebautizada como Invepal y expropiada por el Estado, que se reservó el 51% de las acciones y aportó recursos para que los trabajadores se quedaran con 49% del capital, bajo un esquema de cogestión. Aunque, en esta empresa donde se inició la cogestión a través de la cooperativa Covinpa con el 49% de las acciones de los trabajadores, hoy el Estado, con un aumento de capital en 2009, se reservó sin consultarle a los trabajadores el 82,7% de las acciones. Así, con el cuento de profundizar el socialismo crearon una empresa de producción social dizque para gestionarla directamente por los trabajadores y colectivizar las ganancias. Hoy eso se traduce en la sustitución del contrato colectivo por un reglamento interno, y en la falta de pago de las prestaciones sociales y otros pasivos laborales de más de 500 trabajadores activos de la antigua Venepal.

El caso de Sidor es, todavía, más atroz para sus trabajadores. No es solo que no se han cumplido las promesas laborales hechas, sino que hay una relación hostil con los sindicatos y una intención deliberada de arrasarlos. Para lograr este cometido, el Gobierno nacional fomenta la dispersión y la división sindical erigiendo organizaciones laborales paralelas para debilitar la fuerza sindical. A la par sucede en Venalum y Ferrominera.

En Guayana resalta el caso del líder trabajador Rubén González, secretario general de Ferrominera del Orinoco, cuyo único delito fue apoyar una huelga de los trabajadores que reclamaban por el incumplimiento de algunas cláusulas del contrato colectivo, especialmente las relativas a la dotación de equipos de higiene y seguridad industrial.

Por igual, el Gobierno nacional no permite la existencia de sindicatos en las empresas creadas por el Estado, ni mucho menos la discusión de contratos colectivos. El 25 de mayo de 2005 se introdujo en la Inspectoría del Trabajo el primer proyecto de contrato colectivo de Mercal y hasta la fecha el Sindicato Unido de Trabajadores Bolivarianos (Suntramercal) no ha obtenido respuesta. Más de 11.000 trabajadores esperan por una oportuna respuesta. Además, existe un clima de hostilidad para algunos trabajadores de Mercal, por el solo hecho de protestar y pedir beneficios laborales, como el pago de horas extras y días feriados por los innumerables operativos que realizan.

Cabe destacar, de acuerdo a las estadísticas del Ministerio del Trabajo, la sindicalización en Venezuela es muy baja: 1,9 millones de personas están en sindicatos, de ese total solo 400.000 trabajadores que pertenecen al sector privado están amparados bajo contratación colectiva. El sector privado emplea a 3,7 millones. Llama la atención, que en 1998 se discutieron 440 contratos, en 2004, 220 y en 2008 70, especialmente por la demora en la discusión contractual en el sector público, en donde están amparadas 1,5 millones de personas bajo contratación colectiva. Hoy hay 200 contratos del sector público suspendidos. En la Venezuela del poder popular se criminaliza la protesta obrera, no se respetan los fueros sindicales y el Estado no le ofrece la protección respectiva a delegados y directivos sindicales prevista en la Constitución Nacional y los acuerdos de la OIT.

En fin, menos mal que el Comandante-Amo-Presidente nos advirtió: "¡No habrá revolución sin clase obrera! ¡No habrá socialismo sin la participación y el protagonismo de la clase obrera!". Así será pues…

ESTEBAN SE DESINFLÓ. ENRIQUE PEREIRA  

BANGGG
Cuál globo después de la fiesta. De vaina si no explota. Los globos lucen bonitos antes de la fiesta, pero a medida que avanza la noche, bien pierden el aire, bien explotan en manos de los niños, o bajo el calor de las bombillas. Esta fiesta va terminando y con ella los relucientes globos que la adornaban. Se desinfla la revolución, a pesar de lo que nos quieran hacer creer.

El país vibra de rabia por sus cuatro esquinas. Mérida observa el cierre de la Universidad de Los Andes, al tiempo que en Guayana no queda un solo día libre de las protestas de los trabajadores. Se alzan los petroleros, los transportistas, los refugiados, las enfermeras y todo núcleo de personas que observa los desmanes que este gobierno comete, muy diferentes a las fantasías que los ministros nos relatan en la Asamblea

“La estadística aguanta todo –me dijo hace décadas un actuario- si me dejas escoger las variables y el ancho de la muestra, te puedo esconder el mundo detrás de una buena gráfica.” Eso si lo aprendieron rápido. Juegan con los números con pasmosa habilidad y nos muestran gráficas muy bien logradas que distorsionan la verdad de las cosas. Así de fácil, comparan su trabajo de producción de viviendas, diluyéndolo con la producción de viviendas de los cuarenta años de democracia. Otras épocas, otras finanzas. Casi estiraron la comparación a los tiempos de la Colonia, para que les diera la cuenta comparativa.

Mucho amor, mucha revolución, mucho Bolívar y mucho socialismo, pero de resultados nada. Cuando les preguntas por el pasado, contestan lo que harán a futuro y así las cosas, una interpelación acerca de lo que hicieron, con preguntas especificas sobre algún tema especifico, se evade con cuentos acerca de lo que harán en el futuro. Proyecto Guaire para 2014, 15.000 megawatios para 2015, 2.500.000 de casas para 2016, gas para el pueblo para dentro de cinco años.

Son doce años de gobierno. Cuatro mil trescientos ochenta largos días y todavía algunos de ellos argumentan “deformaciones” del gobierno anterior, como causa para los desastres que hacen hoy. Hay que tener un par de b… bien puestas para poner la cara ante una cámara de televisión con esos argumentos.

Estamos en la fiesta de quince años y nos prometen la cena para cuando se case la quinceañera. El whisky se terminó por culpa de los que se lo tomaron en el bautizo de la misma niña.
Esteban se muestra orgulloso de sus cuentacuentos. Mejor así, pues no se ha dado cuenta que la fiesta está por terminar. Escucha la música sin advertir que ya no hay pasapalos y que los invitados, salen a puños del lugar. El whisky se terminó hace rato y los pocos que quedan se quejan. A este, el último set de música, le queda una pieza por tocar y la orquesta pide más dinero para seguir sonando. Los mesoneros comienzan a recoger las sillas. Los globos se desinflan.

CANDIDATO ÚNICO DE UNA VEZ. FRANCISCO ALARCÓN       

Todos debemos estar encaminados hacia la candidatura única de la disidencia venezolana. Mientras el candidato oficialista siempre único y en campaña, arrancó desde hace tiempo, el camino de la “la oposición” se ve tortuoso cuando esperan escoger su candidato a través de unas primarias y no sabemos si será este año. Pensamos, sea cual sea el mecanismo debería ser muy pronto para no seguir dándole ventajas al eterno postulado del PSUV. Los partidos políticos tienen que estar claros en esto, y no estar cavilando en función de particularidades; la Mesa de la Unidad debería de inmediato proceder en consenso a la escogencia de ese representante unitario de la Venezuela democrática.

Esa que en las últimas elecciones marcó distancia con el comunismo sacando una mayoría irrebatible entre los votantes. Terminantemente, cualquiera sea la escogencia será mejor que el candidato oficialista, y es allí donde no podemos vacilar ni perder tiempo en empresas previas que retardarían la selección. Tarjeta única y un solo candidato es la aspiración de todos, y auguramos no será un sacrificio para los actores políticos en algunos casos pendientes de figuraciones y de la adversidad estólida del país. Si en el transcurso de doce años a privado la indefinición y los indecisos, ahora deberá haber una sola voluntad colectiva para reconstruir una nación en ruinas y a la cola de Latinoamérica. No son los prejuicios circunstanciales cuales nos ocupan, son verdades indefectibles que nos conducen al foso, y si hoy no nos preparamos desde ya para aprovechar la brecha electoral, tampoco podremos asumir una plataforma de lucha para reconquistar la democracia en Venezuela.

La actitud del oficialismo es deprimente, así lo demuestran los primeros escarceos en la Asamblea Nacional, cuando vemos que los funcionarios públicos no rinden cuentas a nadie y sus intervenciones se ventilan como si se tratará de pesquisas policiales, acusando a los opositores de nimiedades para desligarse de su legítima responsabilidad. Toda formalidad y seriedad se disipa y vemos como los organismos públicos se van prostituyendo en función del comunismo. De ese comunismo marchito que nos llega y atropella desde Cuba, y que ahora nos mantendrá más supervisados por los avances tecnológicos mediante un cable de fibra óptica. ¿Eso es lo que queremos los venezolanos? ¿Estar sujetos al espionaje y tutela extranjera, y servilmente regalándoles nuestra soberanía?

Por ello, hoy llamamos a la reflexión, a la buena voluntad que pareciera estar soterrada y que no nos permite avanzar en materia de democracia, porque continuamos creyendo que estamos en la Venezuela de otros tiempos, que nos dejaba movernos en libertad. Que cada actividad era autónoma a la otra: la música, la literatura y el deporte eran cuestiones inherentes al sentimiento patrio, fuera quien fuera el presidente de este territorio. De esta manera nos batimos por varias décadas antes que deletéreos golpes de estados acabaran con el libre albedrío.

Actualmente estamos de nuevo en esa encrucijada electoral, que muchas veces hemos mirado en el horizonte como una coyuntura amable para salir del infierno, que nos abre espacio para unirnos y luchar contra el comunismo y no caer por largo tiempo en sus garras. Si esto ocurre seremos esclavos y más dependientes de lo que ahora somos, estaremos en la peor miseria, tendremos mayores carestías de los bienes de consumo y no conseguiremos ni medicinas ni nada que nos sirva para mantenernos vivos. Estaremos excluidos de ese mundo que lucha para su bienestar, ubicados del lado de los haraposos que subsisten de las desgracias. Nos retrotraeremos muchos años como vemos a los cubanos anclados en los iguales escenarios de los años cincuenta como los dejara la dictadura de Baptista.

Pareciera que nada hubiese pasado allí y que el tiempo se detuvo en desmedro de una población sin que hubiera unas manos truhanas que sembraran la infelicidad con la llamada “Revolución Cubana” Así que, si no queremos seguir montados en ese tren que dirige un “Comandante” hacia el precipicio, tendremos que plantarnos como una sociedad unida dispuestas a defender sus derechos y a afrontar las futuras elecciones con un solo candidato y una sola tarjeta, que bien podremos aclamar de la salvación. El llamado es a la Mesa de la Unidad, a los partidos políticos sobre quienes pesa la mayor responsabilidad y les atañe actuar con sindéresis.

raulamiel@gmail.com
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