sábado, 11 de septiembre de 2010

MONSERGA ROJA, POLÍTICA. NELSON MAICA C

La Constitución99 debería ser el instrumento jurídico que determina los límites del poder público y que señala los derechos que tenemos los ciudadanos y que no pueden ser violentados por quien detente el poder.

Ya se han publicado algunos balances del efecto que la constitucion99 ha tenido en la vida nacional y de la forma como ese texto ha sido interpretado y del modo como se ha aplicado. Vale una reflexión puntual más.

01. Constitución 99.- La actual Constitución señala que la Republica es un Estado descentralizado y distribuye el poder público entre las instancias municipales, estadales y nacionales, señalando precisamente cuáles son las competencias de cada uno; sin embargo, esa repartición de competencias no ha sido debidamente acatada y respetada por este régimen rojo rojito, socialismo del siglo XXI que es igual a comunismo.

Por ninguna parte de la constitución99 aparece “socialismo”, “comunismo” y mucho menos la figura de la “comuna”. Nada relacionado con esos temas esta en la constitución99, por lo tanto toda esa “monserga roja”, ese contrabando del supuesto socialismo del siglo XXI comunista es inconstitucional, ilegitimo, ilegal. Pero ¿Cuál tribunal lo sentencia? Os demanda. El pueblo lo hará.

02. Poder Nacional.- En cuanto al Poder Nacional, al Poder Publico, éste esta así como repartido y corresponde a los hoy denominados “poderes” Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral. Solo dos de ellos nacen del pueblo mediante el voto, solo dos son legales y legítimos a la vez, los otros son solo legales, delegados, están subordinados.

En teoría, esa supuesta superación del esquema clásico de Montesquieu (Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu - 1689 - 1755), cronista y pensador político francés que vivió en la llamada Ilustración y articuló la teoría de la separación de poderes implementado en muchas constituciones, repartiendo las competencias del Poder Publico en un mayor número de poderes, debería suponer un mayor control recíproco entre todos ellos, y un mayor equilibrio en el funcionamiento de los mismos.

Lamentablemente, ese sistema no ha funcionado y ha fracasado, conduciendo, en nuestro caso, a una mayor concentración de poder en el ejecutivo, de una manera nunca antes experimentada. Por lo tanto esa monserga roja hay que revisarla y reordenarla. Tarea para la próxima asamblea plural.

03. Poder Judicial.- La independencia del Poder Judicial proclamada por nuestra Constitución seria, sin duda, una de las bases del Derecho Constitucional moderno.

En nuestro caso, esa independencia debería ir de la mano con el ingreso a la carrera judicial y el ascenso de los jueces por concursos de oposición públicos, que aseguren la idoneidad y excelencia de los seleccionados. Lo cierto es que hasta hace muy poco tiempo más del 50% de los jueces son provisorios, pudiendo ser removidos sin más trámite que una simple carta, y el resto son jueces “titulares”, a quienes se ha asignado esa condición sin que supuestamente se hayan sometido debidamente al concurso público previsto por la Constitución.

Además, en el caso de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, que deberían ser designados por una mayoría calificada de la Asamblea Nacional, tampoco se ha cumplido con esta condición.

Uno de los aspectos más resaltantes es el divorcio entre la letra de la Constitución y la interpretación que de ella ha hecho la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.

Esto ha significado que haya dos constituciones paralelas: una, la Constitución99 aprobada mediante referéndum, y otra, la Constitución que de hecho tratan de aplicar los órganos del Poder Público.

Por una parte, el texto normativo que está en vigor y que obliga a todos y, por la otra, la interpretación desfigurada y torcida de ese texto, pero que es la que intenta y forcejea el régimen a aplicar y, tal vez, obligue a los ciudadanos a apelar al articulo 350 de la CN99 en su momento.

04. Derechos Humanos.- En materia de derechos humanos, la actual Constitución99 desarrolla ampliamente los derechos sociales, imponiendo obligaciones correlativas al Estado, a fin de garantizar el ejercicio de esos derechos. Esas disposiciones no han sido suficientes para señalar prioridades en la distribución del gasto público, o para asegurar el acceso a la vida, seguridad, salud, a la alimentación, o a la vivienda, a todos los venezolanos.

Los artículos 57 y 58 de la Constitución99, complementados por el artículo 337 de la misma, salvo algunos aspectos menores, desarrollan la libertad de expresión de manera compatible con los estándares internacionales. Sin embargo, sucesivas sentencias de la Sala Constitucional y leyes como la Ley Orgánica de Telecomunicaciones, la Ley de Responsabilidad Social de la Radio y la Televisión o la Ley de Reforma parcial del Código Penal, de manera incompatible con estándares internacionales, han ido estableciendo restricciones no previstas por el constituyente, y han ido vaciando de contenido un derecho fundamental en una sociedad democrática, que permite la difusión de ideas e informaciones de toda índole. Tarea para la próxima asamblea plural.

05. Fuerzas Armadas.- El artículo 328 de la Constitución nacional dispone que la Fuerza Armada Nacional (FAN) es una institución esencialmente profesional, sin militancia política, que está al servicio exclusivo de la Nación, y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna; adicionalmente, el artículo 330 prohíbe a los integrantes de la FAN, inter alia, participar en actos de propaganda o proselitismo político expresamente.

Pero lo cierto es que esa Fuerza Armada así descrita se ha ido desfigurando, haciendo suyas las consignas políticas del partido de gobierno, asumiendo una ideología que no le corresponde, y haciendo suya una función distinta a la que le asigna la Constitución. Incluso se ha denunciado públicamente la inscripción de miembros de la Fuerza Armada en el partido de gobierno, sin resultado alguno.

Desde el mismo momento en que aceptaron repetir, sin razonar, “patria socialismo o muerte” dejaron de ser de la republica para convertirse en una burocracia militar que acepta cualquier tarea ordenada por un “boss” de un partido político socialista comunista, todo fuera de la constitución.

06. Relaciones Internacionales.- En materia de relaciones internacionales, el artículo 152 de la Constitución afirma que ellas responden a los fines del Estado, y que se rigen, entre otros, por los principios de independencia y no intervención en los asuntos internos de otros Estados, subrayando que “la República mantendrá la más firme y decidida defensa de estos principios y de la práctica democrática en todos los organismos e instituciones internacionales”.

Difícilmente se puede sostener que la acción del Presidente de la República y de los órganos encargados de conducir la política exterior ha estado orientada por estos principios. De hecho, junto con permitir que otras naciones asuman funciones que son de competencia exclusiva del Estado venezolano, como por ejemplo la “ayuda” cubana, nos hemos encargado de intervenir en los asuntos domésticos de otras naciones, y hemos mantenido estrechas relaciones con países dominados por gobiernos no democráticos, totalitarios y teocráticos, etc.

Adicionalmente, en violación de principios del Derecho Internacional que decimos respetar, repetidamente hemos amenazado a otras naciones con el uso de la fuerza armada. Un caso: USA.

07. Disposiciones Transitorias de la Constitución.- Si bien las disposiciones transitorias de la Constitución obligan a la Asamblea Nacional, dentro de plazos perentorios, a adoptar diversas leyes que deberían desarrollar asuntos medulares a los que se refiere nuestra Carta Magna, a casi 11 años de la entrada en vigor de la misma, la mayor parte de esas leyes aún no han sido adoptadas.

Ante este estado, exigimos una cosa muy simple: Que los órganos del Poder Público, que son los llamados a aplicarla, respeten la Constitución99 y que la próxima nueva asamblea plural corrija la demolición que vienen haciendo de ella estos socialistas comunistas rojos rojitos. Detengan y corrijan, por favor, la gran monserga roja.

Recuento:

01. La Constitución del 99 esta en vigencia. Sin duda, se trata de una Constitución democrática, con algunos aspectos nuevos, en los que se observa, para algunos, un cierto avance con respecto de otros textos constitucionales. Cualquiera que sea nuestra opinión sobre el texto constitucional, ella está en vigor, y tiene que ser cumplida y acatada por todos.

02. Ese es el instrumento jurídico que determina los límites del poder público y que, como parte de esos límites, señala los derechos que tenemos los ciudadanos y que no pueden ser avasallados por quien detente el poder.

03. La actual Constitución señala que Venezuela es un Estado descentralizado, y distribuye el poder público entre las instancias municipales, estadales, y nacionales, señalando precisamente cuáles son las competencias de cada uno; sin embargo, esa repartición de competencias no ha sido debidamente acatada y respetada. Toda la monserga “comunas” no esta en la CN99.

04. En cuanto al Poder Nacional, éste corresponde a los poderes Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano, y Electoral. En teoría, esa ruptura del esquema clásico de Montesquieu, repartiendo las competencias del Estado en un mayor número de poderes, debería suponer un mayor control recíproco entre todos ellos, y un mayor equilibrio en el funcionamiento de los mismos. Lamentablemente, ese sistema no ha funcionado adecuadamente y ha fracasado, conduciendo a una mayor concentración de poder, de una manera nunca antes vista.

05. No existe, en la práctica, la independencia del poder judicial.

06. No se cumple, en la practica, en materia de derechos humanos

07. Se viola, en la practica, la constitución en materia de libertad de expresión

08. El artículo 328 de la Constitución nacional dispone que la Fuerza Armada Nacional es una institución esencialmente profesional, sin militancia política, que está al servicio exclusivo de la Nación, y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna; adicionalmente, el artículo 330 prohíbe a los integrantes de la FAN, inter alia, participar en actos de propaganda o proselitismo político. Pero lo cierto es que esa Fuerza Armada así descrita se ha ido desfigurando, haciendo suyas las consignas políticas del partido de gobierno, asumiendo una ideología que no le corresponde, y haciendo suya una función distinta a la que le asigna la Constitución. Esta fuera de la Constitucion99.

09. No se cumple la constitución en materia de relaciones internacionales

10. No se ha legislado sobre las materias transitorias señaladas por la constitución

11. Uno de los aspectos más resaltantes es el divorcio entre la letra de la Constitución y la interpretación que de ella ha hecho la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. Esto ha significado que haya dos constituciones paralelas: una, la Constitución aprobada mediante referéndum, y otra, la Constitución que de hecho tratan de aplicar los órganos del Poder Público. Por una parte, el texto normativo que está en vigor y que obliga a todos y, por la otra, la interpretación desfigurada y torcida de ese texto.

Ante esta realidad, alertamos a los ciudadanos, al pueblo, a las instituciones, a los líderes y partidos políticos democráticos, plurales, a la comunidad internacional y organizaciones vigilantes para que, perentoriamente, solicitemos y exijamos al régimen el inmediato cese de violaciones a la constitución, a la libertad, a la democracia plural, a la propiedad y a los derechos humanos universales. ¡NO AL COMUNISMO ESCLAVISTA CASTRISTA Y CHAVISTA!

“La naturaleza concede libertad hasta a los animales”.

Publius Cornelius Tacitus (55-120 d.J.C.): Cornelio Tácito (Cornelius Tacitus), historiador, senador, cónsul y gobernador del Imperio Romano.

nelsonmaica@gmail.com

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¿MILITARITARIZACION?. DANIEL SANTOLO

Las declaraciones del General Benavides nos da, una vez más, el talante autoritario y militarista de este gobierno.

Al afirmar que “el destino de un delincuente es la cárcel o bajo tierra”, pone de manifiesto el desprecio por la justicia, y la poca importancia que este gobierno le da a los DDHH.

La pena de muerte se ha instalado en las barriadas venezolanas, si no son los delincuentes que asesinan a sus vecinos, son los cuerpos de seguridad.

Con el agravante de que los homicidios que son catalogados como ajuste de cuenta no son investigados. La fórmula mágica para que no se investigue un crimen es darle más de veinte disparos a la víctima, logrando con esto que los autores de estos homicidios sigan en la calle. El desespero de los propios cuerpos policiales lo han permitido, es más fácil no investigar.

Lo grave es que la propia fiscalía declara que más del 80% de estos casos quedan impunes.

Y si a esto le añadimos el retardo procesal y los hechos de sangre que se dan en nuestras cárceles, donde a diario muere por lo menos un interno, como lo afirma el Observatorio de Prisiones. Y si sumamos a ello las acciones de autosuecuestro y huelgas de hambre que se realizan, nos lleva a concluir que el sistema penitenciario y judicial venezolano ha colapsado. Lo que no se arregla con más represión, y mucho menos con la militarización.

El terrorismo de Estado se convierte en el arma del gobierno para reprimir la protesta. Como lo afirma la organización PROVEA, “ha habido más de 17 mil protestas en lo que va de este gobierno, y la mayoría de ellas termina con represión por parte de los cuerpos armados”.

Se ha venido militarizando al país, con el único objetivo de someter a la población civil a la bota militar. Con la excusa de luchar contra la inseguridad, se ha logrado hacer "cotidiana" la represión. La gente se acostumbra a ella igual que a la inseguridad.

Pretende el gobierno corregir todos los problemas con mayor represión, como ejemplo, ahora el problema de los apagones es tratado como un hecho de guerra y la solución es desplegar al ejército para que cuide las instalaciones eléctricas. Al igual que en el metro, donde vemos a la policía militar custodiando las estaciones.

El pueblo, tiene de un lado a unos malandros armados hasta los dientes y del otro, unos militares y policías que disparan a mansalva. Una guerra declarada que lo que viene dejando a su paso son miles de muertos todos los años. Cuando no son los delincuentes que se asesinan entre sí, son los ciudadanos que quedan en medio de balaceras, los que pagan con su vida.

La lucha contra la delincuencia no puede ser usada como pretexto para violar los DDHH, aplicando terrorismo de estado. La militarización del país no es la solución, es al contrario un problema mayor.

danielsantolo@gmail.com

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INDEFENSOS, ENTORNO NACIONAL. RAMON GUILLERMO AVELEDO

“Hay 20.743 homicidios sin resolver en Caracas”. Ocho de cada diez muertes violentas en Caracas quedan impunes. En Vargas, las busetas se paran en protesta por el acoso del hampa, diez atracos diarios a colectivos se denuncian en esa región del Litoral Central. Tras una balacera en la que murió un asaltante de un policía, los habitantes de La Pastora se quejan del auge de la inseguridad en la tradicional parroquia caraqueña. Treinta y ocho muertes violentas en Caracas durante el fin de semana, se lee en la prensa del lunes 6.

No le abrimos a desconocidos y nunca dejamos la casa sola”, 64% de los venezolanos teme ser víctima del hampa en su propia casa. Lo que más ocurre son hurtos, secuestros y robos colectivos de edificios. Huelga de reos en las cárceles.

Tras una década y pico de indiferencia, y por razones electorales, el gobierno se da cuenta y convoca apurado una sesión extraordinaria de la Asamblea para aprobar una Ley Desarme como la que proponen los candidatos de la Unidad, cuando en todo el período no habían tenido tiempo de mirarla. Y el comandante del Core 5 de la Guardia Nacional, famoso por su desplante en la represión de una manifestación, suerte de Acosta Carles en ciernes, amenaza como el alcalde aquel con “plomo al hampa”, con el apoyo del Ministro del Interior que no hace tanto declaraba que el problema era “mediático”. O sea, que no es mediático.

Pero no son apuros, improvisaciones o bravuconadas lo que el país necesita y su realidad reclama a gritos. Es una política integral de combate efectivo a la violencia entronizada en la sociedad, que produzca seguridad para la vida y los bienes de los ciudadanos. Planes para reformar de verdad nuestro penoso sistema carcelario. Legislación acorde, políticas públicas lógicas, medidas eficaces, coordinación con gobernadores y alcaldes sin diferencias políticas, recursos suficientes.

También un Ministerio Público capaz, bien dotado y dedicado a eso, más que a la política. Y un Poder Judicial idóneo, independiente, efectivo que haga justicia.

DARSE CUENTA

“El modelo cubano no nos sirve ni a nosotros”. Lo acaba de reconocer, tras medio siglo largo empeñado en imponerlo, Fidel Castro Ruz, comandante en jefe de la Revolución Cubana donde ha sido gobernante supremo y jefe del partido.

Fue en una entrevista para la revista The Atlantic, que muy probablemente no podrán leer los cubanos de la isla, a menos que sea publicada en alguno de los pocos medios de comunicación que allí existen, todos propiedad del gobierno.

Dice Castro ahora lo que el mundo entero, con escasas excepciones románticas o insinceras, viene diciendo desde hace mucho tiempo.

Lo que vienen sintiendo los millones de cubanos que sobreviven y resuelven en medio de la precariedad más espantosa. Lo que empujó a multitud de familias y personas individuales a irse de su país, a dejar sus seres queridos, sus recuerdos, sus vivencias, sus cosas y sus casas, aunque fuera lanzándose al mar infestado de tiburones, con tal de salir de aquella asfixiante atmósfera de frustración.

Ese modelo no funciona. No funciona porque empobrece. Porque reprime la condición humana. Porque no produce los bienes y los servicios que hacen falta.

No funciona porque iguala por debajo a la mayoría, mientras el grupito de los poderosos se da la gran vida, quejándose del “acoso implacable del imperio” y vendiéndole al mundo “los logros indiscutibles de la revolución”. Cuento.

Castro, siempre sagaz, reconoce ahora que no funciona aquello que impuso a sangre y fuego. El modelo que tuvo en él primer ideólogo, ejecutor, defensor y promotor, cuya validez reclamaba hasta ayer en sus “Reflexiones” de Gramma.

Si se hubiera dado cuenta antes. Como Gorbachov. Siquiera veinte años antes, cuando la Unión Soviética se deshizo y se derrumbó el Muro de Berlín y se acabaron los llamados “países socialistas”.

Salvo Cuba y Nord Corea, porque China y Vietnam mantienen el cerrojo político pero cambiaron económicamente. Porque ese modelo fracasó, en todas partes. ¿Cuántas vidas se hubieran salvado? ¿Cuántas amarguras se hubieran evitado? Se habrían ahorrado vidas, tristezas, sinsabores, familias rotas, destierros, prisiones. Ahora es demasiado tarde para todos ellos, aunque la Patria podrá reconstruirse.

El que tenga ojos, que vea. El que tenga oídos, que oiga.

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LOS MUERTOS DEL CAMINO. ANDRES SIMON MORENO ARRECHE

La gesta independentista en Venezuela, que más bien debiera llamarse la ingesta mortuoria, cubrió los caminos de la proto patria con más de cuatrocientos mil muertos entre 1811 y 1824; muertos de todos los bandos y no sólo de hombres en combate. La mayoría de esas muertes fueron cobardes asesinatos de mujeres, niños y viejos, a veces pueblos enteros, azotados por la brutalidad de un combate a sangre y fuego, entre los mismos lugareños y a cuenta de unos ‘blancos’ que se disputaban el control militar y político de una zona en constante reclamación. Unos pertenecían a una burguesía de blancos criollos (como Miranda, Bolívar, Sucre y Urdaneta) que aspiraban asumir esos controles y que a disgusto aceptaban como sus pares a mulatos, zambos y ‘cuarterones’, Los otros blancos, los peninsulares, pretendían retener para sí las numerosas prebendas e incalculables ganancias que obtenían de las encomiendas otorgadas por gracia de ‘su Majestad’ con apoyo militar del Imperio Español.

Más parecida a una prolongada y sangrienta guerra civil que a una movilización militar de independencia, la ingesta mortuoria que se desató en los predios de la Capitanía General de Venezuela, tachonó de muertos los sinuosos caminos que entrelazaban pueblos, villorrios y ciudades. Las consecuencias del Decreto de Guerra a Muerte ordenado por Bolívar en 1813 en nada se diferenciaban de las matazones que ordenaba Boves en su trayecto de ‘sangre y muerte’ por el Llano, rumbo a Caracas. Esa y no otra es la descripción que en justeza habría que hacer de las presuntas gloriosas batallas independentistas, que muy pocas veces fueron ‘ganadas’ con las estrategias y las tácticas militares de la época, sino que fueron ‘perdidas’ por el contrario a causa de sus torpezas o por el desconocimiento del terreno y de la movilidad de sus enemigos.

Aunque parezca mentira, las angustias de los venezolanos del Siglo XXI no han cambiado desde entonces por estas calles. Sobre la misma tierra se ha derramado la sangre de más de 150.000 personas en los últimos 11 años, sólo por armas de fuego (súmele los otros fallecimientos y se asombrará) y el oficio de difuntos es el más lucrativo en esta tierra venezolana. En medio de una campaña electoral para elegir 165 diputados a la Asamblea Nacional, un zambo esgrime sus lanzas coloradas junto con la promesa de destruir a sus enemigos, mientras la polvareda de los caminos se levanta, enjundiosa, para darle la bienvenida o despedir a estos modernos montoneros que como aquellos, van de pueblo en pueblo, de caserío en caserío, haciendo promesas y reclutando gente a punta de billete y comida.

Cuando los veo pasar o los veo por televisión, todos rojitos, todos listos para ‘la batalla’, no puedo dejar de evocar la voz de Presentación Campos, el mayordomo de ‘El Altar’:

.- “Mire Natividad, venga acá.

.- A la orden, jefe.

.- ¿Qué le parece esta vaina?

.- ¿Cuál?

.- ¡Guá! Esta de habernos alzao.

.- Muy bien hecho. Hasta cuando íbanos a aguantar

.- Ahora estamos arriba, Natividad. Los de abajo que se acomoden.”

andresmorenoarreche@gmail.com

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HORA DE VOTAR POR VENZUELA. SIXTO MEDINAA

Las elecciones parlamentarias que tendrán lugar el 26 de septiembre en Venezuela, son decisivas, trascendentales, a partir de lo que revelen aquellas ánforas ocurrirán cambios fundamentales para bien o para mal. Sorprende que haya gente, escasa en verdad, que no atribuya importancia crucial a las mismas. Sin embargo debo decir que los resultados van a ser favorables para Venezuela, que en medio de las dificultades y desventajas servirán para arribar a una posición superior en la defensa de la libertad y la democracia.


Este proceso electoral que culminará ese día - domingo 26 de septiembre de 2010- transcurre frente a la degradación del Estado y la incapacidad de un gobierno para resolver los problemas; inútil para mejorar los aspectos fundamentales de la vida en sociedad. Basta observar la pantalla del televisor, o leer las noticias de un diario, para percatarse de que nuestra condición ciudadana circula por dos vías paralelas. Por un lado, el camino de los discursos y propuestas de Hugo Chávez poblado de cadenas de radio y televisión, cuñas, marchas pretendidamente movilizadoras y de abusiva propaganda oficial. Por otro, el creciente deterioro de Venezuela por el aumento de la pobreza, escasez de alimentos, cortes de energía, corrupción masiva, presos políticos, cierre de emisoras y una televisora, con el índice inflacionario más alto de América latina. Con angustioso clima de inseguridad que envuelve en ceremonia de sangre y desesperación a todos los venezolanos.


Las candidaturas del gobierno y de la Mesa de la Unidad Democrática representan no sólo dos tendencias políticas, sino una alternativa radical: la continuidad del sistema democrático que existe en el sentimiento de todos los venezolanos, que la sociedad venezolana rescato el 23 de enero de 1958 a la caída del dictadura de Pérez Jiménez, o a la instauración de un régimen populista, autoritario, al que ha apuntalado Hugo Chávez con tendencia hacia el Estado totalitario, donde el poder se concentra en torno a la figura de un solo individuo, donde la voluntad del jefe es la única Constitución vigente.


El papel de estas elecciones parlamentarias es tan decisivo en nuestra circunstancia política como los valores inscritos en el preámbulo y en los derechos y garantías de la Constitución de la Republica. La democracia es o debe ser una obra de orfebrería entre medios y fines. En ella estas elecciones son el único medio legítimo para alcanzar los fines del buen gobierno. Medios, no fines. Estamos en un país al revés: los medios se han convertido en fines y estos últimos, mientras tanto, aguardan ser satisfechos ante el gesto crispado de la ciudadanía.


Hay que salirle al paso a la polarización. Esta tiene que hallar en la calle una respuesta de la gente. Una respuesta que perfile una alternativa. De ahí la importancia de ir a votar por Venezuela el 26S con una política claramente definida. Una política de amplitud, entendiendo ésta como la posibilidad de lograr que una mayoría de venezolanos entienda que el cambio político y social pasa por comenzar a rescatar la democracia y sus contenidos esenciales.
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PERLITAS: LO LEÍ, NO ME LO CONTARON (Nº 229), PACIANO JOSE PADRON VALLADARES

v “Inflación volvió a subir pese a deseos de Giordani”. Deseos no preñan.

v “Merentes: El alza es sólo en 20 rubros”. Debe ser en los 20 que yo compro.

v “¿Cédula de Alimentación o Cédula de Racionamiento?”. Por el estómago se controla al pueblo, dijo Hitler, y también Fidel lo cree.

v “PSUV: La inseguridad será prioridad en la próxima Asamblea”. ¿Y por qué no empezaron hace cinco años? Han tenido todos o casi todos los Diputados.

v “CNE autoriza al Presidente para que, como ciudadano, participe en campaña”, mientras la Constitución se lo prohíbe. ¿Entonces?

v “Si Chávez es un ciudadano como cualquier otro, por qué no camina solo por las calles”, por las calles donde roban y matan al ciudadano de a pie como el hampa quiere.

v “Chávez ha aparecido 63 horas en TV, en 15 días de campaña” que no es suya. Cuatro Rectoras del CNE pagarán el delito que hoy no quieren ver.

v “María Lourdes Afiuni se declaro en desobediencia civil”. Estoy con usted Magistrada.

v “Problemas presupuestarios ahogan a la Cancillería”. No hay para los empleados, pero sí para regalos en el exterior, a los de la pandilla.

v “Venezuela tiene el índice más alto de embarazo en adolescentes”. Mientras más arriba se sube en los barrios, mayor es el número de embarazos de niñas embarazadas.

v “Hay que devolverle el equilibrio a la Asamblea”, los contrapesos son fundamentales para frenar las dictaduras.

v “El país se ha convertido en un gran guiso”, con cómplices en los más altos niveles del Estado, con cómplices de acción u omisión.

v “Hay 20.743 homicidios sin resolver en Caracas”. Se acerca el 26-S.

v “Coinciden en que el secreto del voto está garantizado”. Pa´lante.

v “Caso PDVAL: diferida audiencia por quinta vez”. A la justicia no le llega el hedor a podrido.

v “Hinterlaces: La mayoría quiere una Asamblea plural”, “69 % aspira ver representantes de varios partidos”. Lo verán, vengan pa´que los vean.

v “La recesión seguirá por el resto del año”. Y si fuera poco, “Al borde de la quiebra 300 mil agricultores”.

v “El Gral. del CORE 5 dijo: La cárcel o bajo tierra es el destino de los delincuentes”. Anuncia muerte, cuando queremos vida y justicia.

v “Cuando me llamaron para decirme que Franklin había muerto, me puse a llorar”, dijo el Sr. Blanco, vecino del Sr. Brito en el Fundo La Iguaraya: “lo dejaron morir”.

v “Chávez: Han intentado hacer una campañita de que soy antijudío;respetamos y queremos a ese pueblo”. ¡Qué bueno Presidente!, ¿entonces todo lo que despotricó antes era jugandito?

PACIANO PADRON

Telefax: (0212) 482-4569 / (0414) 328-1848

Email: pacianopadron@gmail.com

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TENACIDAD: EL REQUISITO. ALBERTO MEDINA MÉNDEZ. (DESDE ARGENTINA)

Los ciudadanos de este tiempo, promueven la participación y dicen querer dar la batalla para marcarle las reglas a la política, pero muchas veces pecan de ingenuidad. Suponen que gestos contundentes, una marcha, una movilización, un petitorio, una ronda por los medios de comunicación, cualquier hecho con cierto impacto, es suficiente.


Todo sirve, todo suma, pero no siempre alcanza. La actitud aislada, solitaria, inconstante no resulta eficaz y termina siendo funcional a los intereses del mandamás de turno. Los que ejercen el poder conocen esta dinámica y apuestan a que la sociedad no está preparada para soportar la persistencia que cualquier pugna encarada con seriedad lleva implícita.

Los que hacen del ejercicio del poder una religión, saben que el tiempo les juega a favor. Muchos ciudadanos empiezan con entusiasmo, para luego decaer perdiendo motivación y replegarse sin mas. El poder sobrevive, los ciudadanos desisten ante el primer tropiezo. Eso dice la experiencia en los más de los casos.


Los profesionales de la política, saben que es cuestión de resistir y de aguantar en los momentos más complicados. Otro tema vendrá a ocupar el vacío de la agenda para dispersar a los entusiastas de ayer que quedarán superados por la paciencia del poder.

Ni siquiera deben esforzarse en desactivar esa militancia cívica. Basta con ignorarlos un poco y soportar el embate impulsivo que moviliza a los que creen que la lucha es fácil, que torcerle el brazo al sistema es un juego de niños y que alcanza con reunir mayorías.

La experiencia habla por si misma y dice que si el poder resiste termina venciendo. Ni siquiera deben apelar al contraataque. Resulta suficiente soportar con estoicismo el vendaval movilizado por la ansiedad de la inmediatez, y por la contienda coyuntural.


Por eso es importante reflexionar sobre la necesidad de no desperdiciar intentos para no iniciar esfuerzos que no se podrán sostener en el tiempo. Los ataques espasmódicos de un grupo de entusiastas no alcanzan para mover las agujas de la realidad. Hace falta mucho más que eso. Se precisa de una tenacidad que pocos pueden exhibir como una virtud cotidiana.


Los que hacen el ensayo y quedan a mitad de camino, no solo sucumben derrotados por el poder, sino que culminan la aventura absolutamente desilusionados, para concluir luego entendiendo que no vale la pena, que no sirve hacerle frente al sistema. El paso seguido es la resignación y de su mano, la consecuente sumisión de la sociedad.

No resulta razonable hacer pruebas, si previamente no se esta convencido de cuanto tiempo dedicaremos a este desafío, de que tanto estamos dispuestos a invertir de nuestras vidas. Si solo se trata de pequeños empujones, sepamos que esos no trascenderán y ni siquiera significarán una señal para los que toman decisiones.

Nuestras historias están plagadas de tentativas más o menos efectivos. Todos ellos se han expresado en la línea de representar a una mayoría silenciosa que está cansada, agotada y pretende decir basta. Sin embargo son pocos los que pueden mostrar triunfos. Los más de ellos, solo consiguieron detener algún proceso, por algún tiempo, para luego claudicar frente a los ardides de los inteligentes perversos del poder circunstancial.


Desperdiciar esfuerzos de la comunidad, implica asumir cuantiosas consecuencias indeseadas. Por un lado se pierden combates ganables y por el otro se finaliza esta compleja hazaña, con desazón y cierta dosis de entrega, paso previo al sometimiento.


Tal vez debiéramos replantearnos si realmente queremos cambiar las cosas. Es probable que solo deseemos sentirnos menos culpables, o posar sobre nosotros mismos un manto de piedad para justificar nuestros errores, nuestras complicidades y silencios.

Nuestras sociedades están repletas de gente valiosa, dispuesta a poner empeño, pero es sano tomar la más exacta dimensión, porque nunca se trata de una batalla corta, ni fácil.

Siempre, del otro lado, estarán los que tienen sobrados motivos para que nada cambie. Los movilizan intereses sectoriales, personales y políticos. Ellos están preparados para soportar los embates del descontento social, expresado de modo desordenado, inconsistente y sin prácticas soluciones a la mano.


Esas verdaderas corporaciones, que se han constituido en la más temible maquinaria del “status quo”, los verdaderos “conservadores” de esta historieta, tienen gimnasia suficiente en esto de repeler a la sociedad civil movilizada.


Saben que del lado de los ciudadanos, los hay con preocupaciones, pero sin tiempo material ni recursos económicos para emprender batallas prolongadas. Ellos, por el contrario, disponen de todos los elementos, y saben que el tiempo es su mejor aliado.

Solo deben aguantar, tener paciencia, soportar alguno que otro reclamo o desmán, pero no pasará de allí y pronto lograrán desactivar, casi naturalmente, a ese grupo de personas que parecía entusiasmada con ganarle la pulseada al poder.


Para evitar una nueva frustración y la impotencia que viene de su mano, solo resta diagnosticar adecuadamente el problema a enfrentar. Para conseguir que nuestra sociedad gire en el sentido correcto, hace falta mucho más que tener la razón o creer tenerla. Dar la batalla implica prepararse para una larga travesía, atestada de escollos, y sinsabores. Si se está preparado a recorrer ese camino, pues manos a la obra. Si de lo contrario, solo se harán intentos furtivos, preparémonos para resultados exiguos y para frustraciones que se replicarán dejando secuelas irreparables.


No es muy complejo, pero aunque parezca demasiado obvio, no vale la pena empezar a recorrer ese sendero si no se tiene dimensionado que tipo de pelea se esta dispuesto a dar. Los grandes problemas que enfrentamos precisan de una sostenida potencia para torcer el rumbo. El compromiso de la sociedad resulta imprescindible. Tal vez haya que entender que la tenacidad no es un requisito más, sino el requisito por excelencia.


Alberto Medina Méndez

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PUBLICADO EN EL DIARIO EPOCA DE CORRIENTES, ARGENTINA, EL MIERCOLES 8 DE AGOSTO DE 2010.
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