A lo largo de la historia mundial se pueden detectar diversas maneras de construir el socialismo, algunas son muy violentas otras están llenas de amabilidad y dulzura, tanto que la gente ni cuenta se da que se le va sometiendo a un infierno socialista.
Aquí mencionaré algunas vías, las más comunes al socialismo. Pero antes de hablar de las rutas al socialismo, es necesario tener claro el concepto.
¿Qué es el socialismo? Se puede dar una respuesta rápida diciendo que socialismo es lo contrario al capitalismo. Pero esta definición sólo nos dice que capitalismo y socialismo son polos opuestos, agua y aceite, pero no da mayor claridad. Entonces tenemos que referirnos al concepto básico que define a los sistemas económicos: la propiedad privada. Socialismo es el sistema económico, político y social que se basa en la eliminación de la propiedad privada. En el socialismo, ningún individuo puede ser propietario de alguna fábrica, una casa ni nada que sea susceptible de vender o intercambiar y producir lucro. Vender y comprar, es decir, el comercio es una categoría propia del capitalismo, no del socialismo. Naturalmente, si ningún individuo es propietario de nada, alguien tiene que administrar los recursos "del pueblo". Se tiene que formar un gobierno, un partido, un buró o dejar todo en manos de un líder que planifique la vida de todos. De esta manera, todos comerán, vestirán y la sociedad será feliz, es la promesa socialista.
Ningún país es completamente socialista y ninguno es puramente capitalista, todos tienen una combinación de ambos. Pero todas las naciones están tratando siempre de ir a uno u otro de los extremos, esa es la dinámica inherente a la vida social, económica y política de cualquier país.
Generalmente los líderes políticos son los que están tratando de llevar a sus pueblos a uno u otro extremo, la gente se deja llevar por las promesas o por la ignorancia, algunos se oponen y otros simplemente callan y soportan.
Pero veamos algunos procedimientos de aquellos líderes que empujaron a sus países hacia el socialismo.
Vladimir Ilich Lenin formó un partido político de gente muy atrevida, decidida y disciplinada que obedecía las órdenes del comité central, o más bien de Lenin. Tenían que cumplir las tareas del partido como si fueran órdenes militares, de tal forma que el día señalado, a la hora indicada y en el lugar planeado tumbaron a cañonazos al Zar y tomaron el poder. De la noche a la mañana los rusos supieron que ya había un nuevo gobierno dirigido por el Partido Comunista de la Unión Soviética, o mejor decir, por Lenin. Este método se puede llamar "asalto al poder por sorpresa". No se puede hacer si no se tiene un pequeño ejército de militantes comunistas que obedecen las órdenes sin el menor titubeo ni vacilación, como soldados disciplinados. Este método lo usó Fidel Castro y Hugo Chávez en su primer intento por tomar el poder en Venezuela.
Otro método es el democrático. Pensemos en el caso de Salvador Allende, un líder comunista que participó en las elecciones y ganó con una mayoría relativa pues apenas obtuvo el 32% de la votación. Ya en el poder inicia su programa socialista. Empieza por destruir la propiedad de los empresarios más prominentes, los dueños de las minas de cobre. La forma de destruir la propiedad privada sobre las minas no consiste en echar una bomba para derruirlas, tendría que estar completamente desquisiado. Más bien, inició un programa de nacionalizaciones contra el capital foráneo y expropiaciones contra los ricos chilenos. Convenció al pueblo de que ahora todos los chilenos iban a ser "dueños" de las minas. La gente se lo creyó y así siguió expropiando la industria eléctrica, la ferroviaria, el transporte marítimo, la aviación entre otros. Si no lo detiene Augusto Pinochet se hubiera seguido con las tierras, las escuelas, las casas y todo lo demás para que al fin terminara todo en manos del Estado.
El tercer método se refiere a una vía fiscal. Consiste en que un gobierno empieza a aplicar impuestos cada vez más altos a la gente que más gana. El caso más representativo fue Suecia. El gobierno, de vocación socialista, convenció a la población para que aprobara un plan de impuestos progresivos "para reducir las desigualdades". La población ignoraba que era un plan de destrucción de propiedad privada y lo aprobaron sin saber que estaban destruyendo su economía. Los impuestos llegaron a subir al 85% hasta que eliminaron casi todos los incentivos para ser empresarios, "mejor me espero a que el gobierno me mantenga".
El cuarto método consiste en crear un gran aparato de regulación de los mercados y de toda actividad económica. Se pueden crear, por ejemplo, una cámara de diputados, de senadores o de legisladores para que establezcan las reglas que debe cumplir un negocio de hamburguesas, de aeronáutica, de alimentos o de droga. También se pueden crear secretarías de Estado para que regulen el turismo, la energía o la economía. Esta es la forma más amable y "civilizada" de conducir a un país hacia el socialismo, la gente no se da cuenta y hasta puede aplaudir y votar para tener gobernantes que sigan en esa línea. Un ejemplo de este método es México, Argentina y España.
Finalmente podemos señalar un quinto método. Es aquél que dice que va a salvar a la economía capitalista mediante más intervención del gobierno, son los keynesianos. La gente aplaude que el gobierno contrate trabajadores "para reducir el desempleo", no importa que sean improductivos "unos abren hoyos y otros los tapan" como sugería John Maynard Keynes. El aparato burocrático crece sin límites. Este método gusta de usar la maquinita que fabrica billetes para pagar a los nuevos empleados del gobierno, el gobierno otorga créditos a los empresarios y al público, "es para aumentar la demanda agregada", dicen. Un país que es ejemplo, hoy en día, de este método son los Estados Unidos de América con su presidente izquierdista Barack Hussein Obama. Ironías de la vida, los USA fueron alguna vez el ejemplo maravilloso de país capitalista. De seguir así los Estados Unidos de América llegarán a ser, en pocos años, el ejemplo de país socialista donde todo estará bajo control del gobierno.
Faltan de considerar los métodos socialistas que usaron Adolfo Hitler, Pol Pot, Mao Tse Tung y otros. Incluso la vía educativa con escuelas públicas, los veremos más adelante.
Sea cual fuere el método para construir una patria socialista, el resultado final es el mismo: Pobreza generalizada, destrucción del individuo, violencia, corrupción y un negro futuro para varias generaciones. Fin. 10 agosto 2010
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