lunes, 30 de junio de 2014

SAÚL GODOY GÓMEZ, HACER PERIODISMO EN SOCIALISMO,

Es grave la situación de la libertad de expresión en Venezuela y se pondrá peor; una vez que se dan inicio a los mecanismos de opresión como la política de hegemonía comunicacional del gobierno, la censura explicita o inducida, las medidas judiciales en contra de los periodistas críticos al régimen, los cierres de medios de comunicación libres e independientes, el estrangulamiento de los periódicos con la escasez del papel, la manipulación de la CANTV de la velocidad y capacidad de carga del espectro asignado a internet, el desastre de la calidad de servicio de telefonía y el abuso ilegal de organismos de seguridad del estado interceptando comunicaciones privadas, haciéndolas públicas y usándolas como pruebas en procesos amañados, la campaña de odio y descrédito que sostienen grupos afectos al gobierno en contra de periodistas ejerciendo su trabajo, estas acciones de amedrentamiento y violencia en contra de la libertad de expresión y de información sólo termina cuando se llega al oprobioso silencio de una dictadura.

El gobierno de Maduro necesita a los periodistas de rodillas y atemorizados, no puede permitir que el pueblo conozca la verdad sobre su ineptitud como mandatario, ni los desaciertos y garrafales errores de su gobierno. Su enorme y poderoso aparato de propaganda está tratando de maquillar su talante antidemocrático y su complicidad con la corrupción y el crimen.
Hemos llegado a extremos preocupantes en la relación de las instituciones del gobierno con el mundo del crimen organizado y los hechos de corrupción, el ejemplo de los militares es patético, en algún momento en el pasado reciente la mayor parte de nuestros oficiales de las FFAA eran profesionales comprometidos con el país y de un patriotismo a toda prueba, las armas de la república resguardaban las fronteras y la soberanía del país, ahora son usadas a voluntad, por una minoría partidista comunista, para evitar la contraloría social, para resguardar y manipular a gusto las escenas del crimen y proteger a quienes violan la ley.
De esta manera vemos a los uniformados custodiando a las montoneras de “pranes” y colectivos armados que agreden las manifestaciones pacíficas, son los que alejan a manotazos y empujones a las cámaras de la prensa de instalaciones petroleras y cuarteles donde se han cometido crímenes en contra de la vida, son los que amenazan con sus equipos de guerras a los estudiantes desarmados en la búsqueda de un futuro mejor, los que acordonan pueblos completos donde imperan el pillaje y la barbarie para proteger las ganancias sucias de algunos oficiales.
El socialismo convertido en fascismo militarista tiene la necesidad de silenciar a quienes exponen sus fístulas y bubas apestosas, pues es su vanidad quieren aparentar un cuerpo sano y hermoso, para lucirlo ante el mundo como virginal cuando en realidad nadie soporta su hedor a muerte.
No es cuento, instituciones como CONATEL han sido convertidas abiertamente en instrumentos de censura de los medios de comunicación; con excusas tan inmorales como la de proteger a los niños y adolescentes, amenazan y castigan el deber y el derecho de los medios libres e independientes a informar, en tanto que permiten a perversos funcionarios públicos al descarnado uso de menores de edad en sus fiestas, haciéndose cómplices en la prostitución de su inocencia y transmitido todo por los canales del Estado, a ellos, ni con un pétalo los tocan; dicen querer preservar la cordura y la salud mental de su público y permiten que unas personas de baja ralea salgan en cadena nacional amenazando y prometiendo violencia a granel.
La verdad no se puede disfrazar con discursillos semiológicos, sintácticos y lexicales, la intención salvaje y artera de distorsionar la realidad y manipular las mentes de sus seguidores es oficio diario del gobierno, alegremente deconstruyen discursos de la oposición para demostrar que son golpistas y asesinos, deberían aplicar su análisis a sus propias manipulaciones y propaganda, se darían cuenta de su hipocresía, juzgando y criticando a sus colegas periodistas y políticos por el único crimen de pensar diferente, cuando ellos, comunicadores sociales, abogados y “expertos” en semiótica se han rendido al poder y hacen todo lo posible por engañarse ellos y a su propio pueblo.
La censura tiene un solo fin: la impunidad, y beneficia únicamente a la corrupción y al crimen organizado enquistado en las estructuras del Estado ¿Es tan difícil darse cuenta de ello? Si los funcionarios públicos no tienen nada que ocultar ni temer ¿Por qué el miedo irracional a la crítica?
Aun en los excesos de la libertad de expresión, es preferible el abuso de ese derecho al silencio, porque el que se complace con un periodista asustado y hostigado es justamente el enemigo de esta patria, el crimen hecho virtud y protegido por los magistrados.
Los venezolanos parecemos no darnos cuenta del país enfermo y de discriminación que este gobierno quiere perpetuar, desde hace años ya nos tiene alterada la vida para que nos entretengamos en sobrevivir, nuestra vida social se ha convertido en una aventura para llegar vivos y sin heridas al final del día, sostener un hogar es una aventura de ingenio, colas interminables en supermercados y magia para que el presupuesto nos alcance para lo básico, cada vez menos nos enteramos de lo que realmente sucede a nuestro alrededor, nuestras fronteras están prácticamente cerradas, las oportunidades de viajar al exterior o que nos visiten se han reducido a cero, enfermarse es casi una sentencia a muerte debido a la falta de atención a la salud, vivimos prácticamente en ciudades sitiadas y en ruinas, ahora al régimen le ha dado por expropiar y privatizar líneas aéreas nacionales, que antes pertenecían al estado, a todos los venezolanos, ahora fueron tomadas por el PSUV como propias, y no permiten que las usen personeros de nuestra oposición política, los bajan de los aviones, por lo que asumimos que las listas siguen siendo usadas para aplicar el terrible apartheid que caracteriza a este socialismo salvaje e inhumano.
 No mires, no hables, no escuches, esa es la consigna de esta pobre revolución, llena de intocables, de innombrables, de extranjeros que quieren apoderarse de nuestra patria para su beneficio, pero los periodistas libres e independientes estamos dando un ejemplo de resistencia y valentía al desafiar estos muros de silencio que el chavismo a construido en el país, si bien son tiempos peligrosos para el ejercicio del periodismo de igual manera es la oportunidad gloriosa de desempeñarse en una de los trabajos más hermosos y vitales para la democracia, para la libertad y para la vida. - 
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul

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LUIS ALFREDO RAPOZO, MEDIO PREMIO DE PERIODISMO.

Allí estaba el Prof. Eleazar Díaz Rangel en pleno discurso el día del periodista, hablando de la censura en el siglo 20. Fue demoledor contra la democracia representativa. Entonces, pensé que me gustaría escuchar y ver de nuevo toda la transmisión del evento para hacer una buena crónica, porque sinceramente tiene elementos interesantes que merecen ser rescatados.

El premio Nacional Simón Bolívar de Periodismo fue filtrado, revisado y decidido por cuatro connotados periodistas que siguen el proceso revolucionario. Y como podrán observar, aquel periodista que no esté con el proceso, así haya escrito un excelente reportaje; ejecute un buen programa radial, tenga una columna crítica al gobierno en estos 15 años, pues sencillamente no fue considerado, no existe.

Ni siquiera en el selecto grupo de asistentes al evento sobresalía un Nelson Bocaranda como espectador; un Miguel Otero como Editor, un duro periodista de RCR con su visión combativa y altanera, o un Teodoro Petkcoff como intenso opinador sobre la cotidianidad, nada de eso. Entonces, gente como uno piensa en ese instante, que el premio Nacional de periodismo se ha venido a menos con tanto prejuicio: se desinfló a medio premio.

Si, queridos amigos, el jocoso profesor Eleazar Díaz Rangel estaba alegre, lleno de humor en sus coloridas palabras manifestando que la libertad de expresión en Venezuela es amplia, casi perfecta, tal como lo recoge la vida diaria y la Constitución Bolivariana-le faltó decir, “…gracias a mi presidente Chávez”-.

Luego, me puse a pensar, que al Prof. Díaz Rangel se le fueron varios roletazos entre las piernas, que un adolescente de secundaria los hubiese agarrado con una mano limpia a lo Omar Vizquel; hubiese hablado del cierre de RCTV, de articulistas como José Guerra que han perdido su columna en el mismo diario Ultimas Noticias que él dirige, de programas cerrados en la radio, del cierre completo de emisoras, de lo difícil que se viene haciendo opinar en Venezuela cuando el gobierno controla casi todos los espacios y de las dificultades que tienen los diarios para obtener las divisas y adquirir el papel.

Total que el Profesor Díaz Rangel se fumó su lumpia gorda y grandota, diciendo medias verdades y medias mentiras, pronunciando un discurso al mejor estilo de “Alicia en el país de las maravillas”.

Naturalmente, debemos decir que censuramos esta forma unidimensional de ver y entender la significación del periodismo, si entendemos que la libertad de expresión es un factor fundamental para la consolidación de la democracia; que una sociedad que no está bien informada no es plenamente libre y que el Estado debe garantizar la libertad de expresión; no promover la censura previa, fomentar el derecho a replica y evitar las amenazas a los periodistas.

En estos 15 años se ha visto que el papel aguanta todo, pero la realidad es que el gobierno revolucionario ha colocado barreras a la libertad de expresión, así el Prof. Díaz Rangel se haga el chino.

Luis Alfredo Rapozo
luisalfredorapozo@gmail.com
@luisrapozo 

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CARLOS E. AGUILERA A., LIBERTAD DE PRENSA, GARANTIA UNIVERSAL DE LA EXPRESION

El pasado viernes 27 de junio se celebró el DÍA DEL PERIODISTA, y esta nueva efeméride nos compromete aún más a luchar por la libertad de expresión, por cualquier medio, y aún cuando no es tarea de un día; es un afán permanente, ya que  se trata de una causa esencial para recuperar los derechos primigenios de la verdadera libertad de expresión, genuino baluarte y antídoto contra todo abuso de autoridad

La libertad de prensa es garantía universal de la expresión de la cultura. Es el más humano, intelectual y público de todos los derechos del hombre, y sin embargo, el más asediado por la ley. La estética y la dinámica del periodismo están reguladas en todos los países del mundo por un ordenamiento jurídico de ineludible conocimiento para todo periodista. Pero el mismo es divisible, en cuanto a los sujetos de su regulación: general y privativo, según se trate bien sea del columnista o sólo de aquellos que tienen la responsabilidad de la información diaria.

Voltaire decía que la libertad consiste en sólo depender de las leyes, pero se refería a la ley como expresión razonable y justa del ordenamiento colectivo y no a la norma singular que afecta a la libertad y ofende al espíritu, hecho espurio del acto legislador, tal es el caso del oficialismo en la Asamblea Nacional, con la aprobación de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, la cual es rotundamente rechazada por el pueblo venezolano, que no ha dudado en calificarla de “Ley Mordaza”, por cuanto con este instrumento legislativo aprobado por una pírrica mayoría, sólo se pretende coartar la libertad de expresión.

Desconocen o mejor dicho ignoran deliberadamente quienes ejercen funciones legislativas,  me refiero a los representantes de la llamada “revolución bolivariana”, que la misión del comunicador social, no puede ser meramente contemplativa y limitada a ser los ojos y oídos del mundo o a  reflejar la vida como espectáculo, o simplemente mirar, escuchar y contar, un suceso, un hecho una noticia, fríamente propensa a la cristalización.

Entendemos la objetividad no como una posición desnuda y fría de la noticia, sino como una actitud interior para verter el mundo en el yo del hombre y a una valoración y estimativa del humano acontecer. Por lo tanto, es indispensable complementar la noticia con su trascendencia humana, pues sin estos elementos necesarios, los acontecimientos serían ininteligibles a las futuras generaciones y perdería la valoración crítica y la interpretación social

Es verdad que la dinámica y la objetividad informativa son condiciones esenciales del estilo del periodismo, pero la distinción es de plano y espacio. En el periodismo se observa una expresión más plana, pero más humana y por esta razón su dinamismo no puede ser escamoteado, a tal punto de reducir el periodismo a una máquina de fabricar noticias. Si se trata de rescatar la calidad estética del periodismo, supuestamente hundida con el peyorativo concepto de que es culpable de todos los males que aquejan al país, no es con esta antidemocrática ley que se puede combatir los presuntos desafueros que hoy por hoy se perpetran contra los medios de comunicación social.

Bien lo refiere y de manera taxativa la mencionada declaración de Chapultepec, cuya premisa fundamental – de acuerdo a sus principios – subraya que “una prensa libre es condición fundamental para que las sociedades resuelvan sus conflictos, promuevan el bienestar y protejan su libertad. No debe existir ninguna ley o acto de poder que coarte la libertad de expresión o de prensa, cualquiera sea el medio de comunicación”.

Y muy claros y expeditos son los siguientes principios:

1)        No hay personas ni sociedades libres, sin libertad de expresión y de prensa. El ejercicio de ésta no es una concesión de las autoridades, es un derecho inalienable del pueblo.

2)        Toda persona tiene derecho a buscar y recibir información, expresar opiniones y divulgarlas libremente. Nadie puede restringir o negar estos derechos.

3)        Las autoridades deben estar legalmente obligadas a poner a disposición de los ciudadanos, en forma oportuna y equitativa, la información generada por el sector público. No podrá obligarse a ningún periodista a revelar sus fuentes de información.

4)        El asesinato, el terrorismo, el secuestro, las presiones, la intimidación, la prisión injusta de los periodistas,  la destrucción material de los medios de comunicación, la violencia de cualquier tipo y la impunidad de los agresores, coartan severamente la libertad de expresión y de prensa. Estos actos deben ser investigados con prontitud y sancionados con severidad.

5)        La censura previa, las restricciones a la circulación de los medios o a la divulgación de sus mensajes, la imposición arbitraria de información, la obstaculización del libre flujo informativo y las limitaciones al libre ejercicio y movilización de los periodistas, se oponen directamente a la libertad de prensa.

6)        Los medios de comunicación y los periodistas no deben ser objeto de discriminaciones o favores en razón de lo que escriban o digan.

7)        Las políticas arancelarias y cambiarias, las licencias para la importación de papel o equipo periodístico, el otorgamiento de frecuencias de radio y televisión y la concesión o supresión de publicidad estatal, no deben aplicarse para premiar o castigar a medios o periodistas.

8)        El carácter colegiado de periodistas, su incorporación a asociaciones profesionales o gremiales o la afiliación de los medios de comunicación a cámaras empresariales, deben ser estrictamente voluntarios.

9)        La credibilidad de la prensa está ligada al compromiso con la verdad, a la búsqueda de la precisión, imparcialidad y equidad, y a la clara diferenciación entre los mensajes periodísticos y los comerciales. El logro de estos fines y la observancia de los valores éticos y profesionales no deben ser impuestos. Son responsabilidad exclusiva de periodistas y medios. En una sociedad libre, la opinión pública premia o castiga.

10)     Ningún medio de comunicación o periodista debe ser sancionado por difundir la verdad o formular críticas o denuncias contra el poder público.

Observamos que de acuerdo a los principios anteriormente enunciados, la lucha por la libertad de expresión, por cualquier medio, no es tarea de un día; es un afán permanente, por cuanto se trata de una causa esencial para la democracia , y también un baluarte y antídoto contra todo abuso de autoridad.

No olvidemos jamás, que esta lucha ahora convertida en este régimen en permanente,  es el aliento cívico de una sociedad, que como la venezolana está dispuesta a defenderla, para de esta manera honrar a la historia y la memoria de nuestro Padre de la Patria y Libertador Simón Bolívar, de cuyo genio extrajimos uno de sus pensamientos: “Los estados son esclavos por la naturaleza de su constitución o por el abuso de ella. Luego, un pueblo es esclavo cuando el gobierno, por sus vicios, huella y usurpa los derechos del ciudadano o súbdito”

¡ Es el aliento cívico de una sociedad, dispuesta a dominar su propio destino, el de sus hijos y el de los hijos de sus hijos!


Carlos E. Aguilera  A.
careduagui@yahoo.com  // @_toquedediana
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)


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EDITORIAL DE LE MONDE: "LOS VENEZOLANOS EN EL CALLEJÓN SIN SALIDA DEL CHAVISMO"

Venezuela, gran productor de petróleo, es potencialmente un país rico. Sin embargo, 15 años de chavismo le han dejado fuera de combate en lo económico y social. Desde el mes de febrero los venezolanos han tomado la calle para protestar diariamente contra un régimen que ha logrado una triple corona: despilfarro, corrupción y autoritarismo político.

El “chavismo” es la doctrina heredada del otrora presidente Hugo Chávez, quien ejerció el poder desde 1999 hasta el 2013, cuando murió. Es un cóctel socio-nacionalista inspirado del ejemplo cubano, y de anti-imperialismo militante que saca sus fuerzas de un viejo fondo revolucionario latinoamericano.

Los 14 años de reino de Hugo Chávez ayudaron a una pequeña parte de la población: los más pobres entre los 30 millones de venezolanos se beneficiaron de cierta redistribución de la renta petrolera. En lo que se refiere a todo lo demás, el “chavismo” arrasó con el país: economía bajo control del Estado, inversionistas locales e internacionales desmotivados y sin incentivos, control de precios, control de cambios, control del comercio exterior…

Elegido en abril del 2013, el sucesor de Hugo Chávez, Nicolás Maduro, lo superó con creces. En un año, ha congelado la actividad económica del país. Esta semana, anunció que se veía obligado a implantar una cartilla de racionamiento parecida a la que Cuba instauró hace medio siglo…

Aparte del petróleo, del cual posee las reservas más grandes del mundo, Venezuela produce cada vez menos. Importa casi todo. Antiguo país de ganadería y agricultura, hoy en día se ve obligado a comprar más de un tercio de lo que consume.

Al país no le quedan casi divisas, ¡el colmo para un país exportador de petróleo! A los hospitales les falta de todo. Los cortes eléctricos son cada vez más frecuentes. La inflación anualizada sobrepasa el 56%, condenando a los más pobres a aún más pobreza.

Los manifestantes se enfrentan a las milicias paramilitares del régimen. Este acusa a los “burgueses” de tomar la calle. Se equivoca. Detrás de los estudiantes, punta de lanza de la manifestación, está todo el espectro completo de la sociedad venezolana que expresa su inquietud por el futuro.

Bajo la personalización del poder a ultranza que ejercía Hugo Chávez, el ejército no ha dejado de aumentar su dominación de la vida política. El “modelo cubano” produce acá todos sus efectos nocivos. Se ha creado una economía paralela, un mercado de tráfico interno y externo que beneficia a una pequeña nomenklatura sin escrúpulos.

Al derrumbamiento de la economía se agrega una inseguridad galopante: 25 mil homicidios por año, sin contar los robos, agresiones de todo tipo y secuestros. Caracas es la capital más peligrosa del planeta.

Se necesita toda la atracción del “exotismo latino” para que ciertos intelectuales franceses le encuentren algún encanto al “chavismo”. Sobre todo porque este, ya sea bajo Maduro o bajo Chávez, cercena las libertades públicas, silencia a una parte de la prensa y maltrata a toda la oposición. En la realidad, el chavismo se ha convertido en una pesadilla.

http://www.lemonde.fr/idees/article/2014/03/11/les-venezueliens-dans-l-impasse-du-chavisme_4381014_3232.html

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ADALBERTO ORTA, LIBERTAD: EL SELLO DE VENEZUELA, GOTAS DE ALBORADA

Los venezolanos somos por historia y esencia de espíritu libertario. Los sueños y hechos de nuestros Simón Bolívar, Santiago Mariño, José Antonio Páez, Manuela Sáenz, Antonio Ricaurte, Carlos  Soublette, José Antonio Anzoátegui, Luisa Cáceres, Josefa Joaquina Sánchez, Consuelo Fernández, Ana María Campos, Juana Ramírez Antonio José de Sucre y otros próceres y heroínas, así lo demuestran, al igual que las luchas de muchos hombres y mujeres de este noble país en la búsqueda de romper cadenas, abrir horizontes y ver la alborada que irradia esperanzas, fe y un destino mejor para todos. 

En consecuencia somos hermanos de los defensores de los derechos humanos, de los que suscriben y enarbolan los conceptos de justicia, paz e igualdad. La rendición no existe para los demócratas, así como tampoco silenciarnos por los atropellos, represión y violación a la dignidad humana. El coraje y fortaleza que nutre el amor a la patria, es como el viento, el agua, la luz y el infinito anhelo de lograr tener una Venezuela para todos; donde la verdad sea el norte y el bien común el pan y sustento de las relaciones en una sociedad sin pobreza, sin mendicidad, sin presos políticos, sin lápices - libros y cuadernos tras la pared de una prisión. Una sociedad para disfrutar la sonrisa de los estudiantes, para mirar con alegría el vuelo al futuro de un ideal juvenil que luego se transforme en mirar y palpar el logro alcanzado. Una sociedad con niños en escuelas de pensamiento libre y seguros del mañana. Una sociedad donde los abuelos vivan su senectud  con afecto y respeto. Una Venezuela de diálogo  y reconciliación. Un país para tocarnos con orgullo el corazón con el tricolor patrio y sus estrellas que nos relatan las hazañas de la independencia. Un Pasado y presente que no debemos olvidar, pero aprender  para construir la Venezuela que queremos. 

Hoy en día, vivimos tiempos de dificultades, momentos de angustias y pesares; nada fácil para la familia venezolana, para las madres venezolanas. 

Absolutamente  espinoso el actual estado de cosas. 

Crímenes, inseguridad, impunidad, costo de la vida, escasez, intolerancia, corrupción en las instituciones del estado, fanatismo político, discurso de división y odio, exiliados, economía de puertos y otros tantos problemas que configuran un cuadro característico de un   régimen de oprobio y negligencia en la gestión de gobierno. 

Una administración que utiliza los órganos de justicia para imponer su voluntad y trasgredir principios elementales del respeto a los derechos ciudadanos y en consecuencia a la Constitución Nacional. Un gobierno, que desde estas líneas le exigimos rectificación y magnanimidad. 

La gente vota para que sus gobernantes resuelvan los problemas y no para que busquen perpetuarse en el poder e infringir la ley. El pueblo, los jóvenes, los hombres y mujeres de Venezuela quieren futuro. 

Recordemos al padre libertador:”El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”.   

Libertad es el sello de Venezuela. Libertad para Leopoldo López, Libertad para los alcaldes Daniel Ceballos y Enzo Scarano. Medida de humanidad para Iván Simonovis, Libertad para los jóvenes y estudiantes que aun están detenidos por manifestar su derecho constitucional. 

No los olvidemos! Libertad para las ideas. Libertad para el pensamiento crítico. Libertad para la expresión rebelde. Libertad para el derecho a la protesta. Libertad para abrazarnos unos y otros con ideologías y credos distintos. Libertad para salir de la pobreza. Libertad para la unidad en la diversidad. Libertad para respetar el derecho ajeno. Libertad para que los jóvenes materialicen sus sueños. Libertad para mirar, visualizar, oxigenar, gritar, llorar, reír, cantar, amar y lograr la verdadera  

LIBERTAD DE VENEZUELA… LIBERTAD!

Adalberto Orta
orta.adalberto@gmail.com
@adalbertomas

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OMAR ÁVILA, "LA VERDAD SOBRE GIORDANI"

No podemos caer en la habilidosa trampa del gobierno que pretende lanzar al ex ministro de planificación como ‘chivo expiatorio’ de sus ilícitos desatinos e improvisaciones, simplemente porque no podemos separarlos. Giordani es corresponsable de estos 15 años de destrucción y saqueo, con su salida del gabinete, sólo pretenden distraer y engañar a sus incautos seguidores, que hoy en estampida, despiertan de su encanto y se bajan del autobús sin frenos y sin chofer que se enfila hacia el precipicio.

Debemos recordar que él es el agente de la destrucción y el saqueo Castro-Comunista, que sigue mandando con los aprovechados militares de esta dictadura disfrazada de democracia, pues el manganzón dictador, no manda ni en sus aposentos.

Igualmente merece la pena destacar varias cosas de la polémica misiva de Jorge Giordani: una, el desastre que vivimos no es por “guerra económica alguna”, otra, el reconocimiento del uso en la campaña de Chávez de dinero del erario público (corrupción), lo cual lo convierte en cómplice. Asimismo, su salida se debe entre otras cosas, a las denuncias de corrupción que hizo de las empresas de maletín que se adueñaron de divisas a través de Cadivi.

Ahora, analicemos por donde sea el llamado “Testimonio y responsabilidad ante la historia”; de verdad tenemos que decir, sin que nos quede nada por dentro, que este señor es un cara dura, al pretender hacerle creer a los venezolanos que tuvimos 14 años hermosos y que Maduro fue quien destruyó toda la “Revolución” en año y medio. Tiempo que por cierto estuvo calladito hasta que lo botaron.

Sin duda alguna hay cuatro palabras que identifican a este régimen en pleno, y en las que coincidimos con Giordani. Ellas son: “Incapaz, improvisado, despilfarrador y derrochador”, sólo le agregaríamos que él no está exento de ese grupo que se queda por ahora en el poder, por eso le cabe perfectamente otro calificativo al ex ministro: Aprovechador.  

Para finalizar, los venezolanos no olvidamos el Plan Bolívar 2000, la comida dañada de PDVAL, el caso del Banco Industrial de Venezuela, el saqueo del Fonden, el fondo chino, PDVSA,  Fontur y desde el mismo Miraflores las solicitudes de aprobaciones de créditos adicionales excesivos, así como expropiaciones a Empresas como la Central Azucarera y actualmente tenemos escasez de azúcar, por ejemplo.

Igual pasó con Café Madrid y Fama de América, que pasaron a formar esa lista de productos que “NO HAY”, con Sidor, Sidetur y compañía y ahora no tenemos cabillas, con Aceites Diana, entre otras. Siempre utilizaron la excusa de la “causa popular”, de “utilidad pública” y/o “de interés social”, pero en fin, la realidad es que tenemos un modelo económico fracasado y lo único que han logrado con esa política “revolucionaria y socialista” es que hoy en día tengamos una productividad golpeada que nos trajo desabastecimiento y aquí sólo necesitamos producir para poder salir adelante.

Omar Ávila
oavila1973@gmail.com
@omaravila2010

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MANUEL MALAVER, LA ESTAMPIDA

Aunque es temprano para pronosticar el alcance y profundidad del cisma que día a día sacude la estructura del PSUV y del gobierno madurista, sin duda que nos hayamos ante un hecho inédito por lo menos en los últimos 12 años de “revolución”.


“Inédito” no quiere decir que no hubiesen pugnas, refriegas, choques, encontronazos, pero sin duda que solapados por la voz y presencia del cacique, o macho alfa llamado Chávez, quien solo por existir creaba un magnetismo lo suficientemente fuerte como para inmovilizar liviandades.

Estaban, también, los petrodólares, la lluvia copiosa e incontenible de cifras verdes que desde el 2004 empezó a inundar el “Tesoro Nacional” (léase PDVSA, el BCV, y los fondos del estado), que, tanto como el teniente coronel, eran un disolvente que diluía cualquier disidencia o rebelión.

Años de “Vacas Gordas”, como las que pastaron durante los cinco años del primer período de Carlos Andrés Pérez, que dieron origen a un gobierno populista que no tenía precedentes en Venezuela ni en América Latina, solo superado cuando otro caudillo, carismático e incontrolablemente locuaz, trajo una nueva receta que aún produce indigestiones de puertas adentro y de puertas afuera.

Llegó, entonces, la revolución y el socialismo con petrodólares -el petrosocialismo, o el socialismo petrolero-, de verdad una cosecha no apta para espíritus quiquillosos como Felipe Pérez Martí, Efrén Andrade o Luisa Romero, los cuales, tan pronto olieron el olor a festín de buitres que se despeñaba sobre el territorio, se retiraron en silencio, muy callados y con la esperanza de -como acuñó Louis Adolphe Thiers, aquel historiador que fue ministro Luis Felipe y Napoléon II- “pasar sin más dilaciones al olvido”.

No fue el caso de quienes después resultarían los “boliburgueses”, atraídos por la idea de amasar fortunas rápidas y colosales (ya en las finanzas, ya en la construcción, ya en la importación de alimentos) pero sin percibir que cuando llegaran las “Vacas Flacas”, serían las primeras cabezas en rodar, perseguidos, acosados, expropiados, encarcelados, y extorsionados para que entregaran lo que, -decían ahora sus viejos socios-, “se habían robado”.

Pero aires y nubes de otros tiempos, y muy poco relacionados con la Venezuela del cisma que acaba de arrancar con una carta del exministro de Planificación, Jorge Giordani, quien, aparte de llamar a Maduro “incapaz, improvisado, derrochador, despilfarrador” y de falta de liderazgo, lanzó un viejo grito que, creo, ha recorrido toda la historia republicana de Venezuela: “¿DÓNDE ESTÁN LOS REALES?”.

Sí, los reales, o los 200.000 millones de dólares que, según “El Monje” que ahora no me parece tan loco, fueron sustraídos en los últimos 10 años de CADIVI, y el repele de 20.000 que en los últimos tres fueron saqueados del llamado SITME.

Cuentas que empezaron a conocerse hace un año, cuando la economista, Edmée Betancourt, estuvo de paso por la presidencia del Banco Central, y a las que, consecutivamente, se han referido los diputados Farías y Sanguino.

De modo que, el meollo, el centro, la nuez, el fuerte del enfrentamiento de Giordani (y las fichas de la “vieja guardia” que después se le han unido: Navarro, Osorio) con Maduro, tiene poco que ver con el modelo económico o las tendencias ideológicas hacia donde debería inclinarse el proceso y mucho con la abrumadora cantidad de ilícitos cuyos autores son los responsables de que el país se encuentre hoy sin alimentos, medicinas, equipos para los hospitales, repuestos para la flota automotriz y aérea y materias primas para atender las urgencias de la industria pesada, las PYMI y los sectores agroganaderos.

Claro, no hay dudas de que el modelo también ha hecho su parte, o mejor dicho, la mayor parte, pero es una peste que viene desde Chávez y sus ministros de punta, Giordani, Ramírez, Cabello, Merente y han continuado los que se han unido a Maduro en el llamado gobierno continuista o de transición.

Pero los atracos, los robos y los saqueos son otra cosa, y si fueron descubiertos, y puestos en evidencia, si sus cantidades han sido establecidas, y las empresas que se los incautaron precisadas, entonces -tal como ha denunciado Giordani, y Navarro-, lo que queda es acusarlos y ponerlos a la orden del Ministerio Público.

No es, desde luego, lo que están haciendo Maduro, Ramírez, Cabello, Merente, Jorge Rodríguez y CIA, los cuales, atribuyéndoles a los disidentes una capacidad conspirativa y de traición a la causa que nunca han demostrado, se han lanzado a acusarlos de “desleales”, “traidores” y “renegados”, pero bypaseando el tema 220.000 millones de dólares como si no existiera ni hubiera sido mencionado en las cartas de Giordani y Navarro.

Pero he aquí los hechos y este artículo también se inició prometiendo un pronóstico de sus posibles consecuencias, que no pueden visualizarse sino como un reguero de pólvora, o la chispa que incendia una pradera hasta que no quede una sola brizna calcinada.

Y la razón es muy sencilla: Ya no está Chávez, no hay petrodólares y quien está a la cabeza del gobierno es, como dice Giordani, “un incapaz, improvisado, derrochador, despilfarrador” y que padece de una irremediable “falta de liderazgo”.

Pero es más, mucho más, o menos mucho menos: el señor Maduro con un año y tres meses en la presidencia, aun no le presenta a los venezolanos la prueba que se le exige a todos los nacionales para demostrar que nacieron en Venezuela, como es la “Partida de Nacimiento” y si es hijo de padre y madre venezolanos por nacimiento, o de uno de los dos, que es requisito indispensable para que pueda ejercer constitucionalmente el cargo que usurpa.

En otras palabras: que las sospechas de que es un extranjero (tal como lo han denunciado expertos como Walter Márquez, y Nelson Ramírez Torres) son ya una certeza que colocan al señor Maduro a las puertas de una destitución por violar normas precisas e inapelables de la constitución.

Pero Maduro, por si fuera poco, también ostenta una ilegitimidad de origen en el ejercicio de su Magistratura, pues ni la nomenclatura cubana, ni el moribundo teniente coronel Chávez, tenían facultades para nombrarlo “sucesor” en un país que es por historia, vocación , tradición y constitución “republicano”.

Para colmo, su elección como presidente el 14 de abril del 2013 fue cuestionada por el candidato opositor, Henrique Capriles Radonski, quien alegó ser el triunfador por cerca de 500 mil votos.

Un presidente emanado de un fraude, en consecuencia, de los que durante 15 años se han articulado desde un CNE controlado por el gobierno, y que en el caso de Maduro, se negó a realizar una auditoría real y completa que revelará quien había sido el candidato que se había alzado con el voto de las mayorías de venezolanos.

Maduro también ha firmado de su puño y letra la más grande catástrofe económica de que tenga memoria la nación, una bancarrota que dejó 28 millones de ciudadanos sin alimentos, medicinas, servicios públicos, infraestructura y la seguridad que todo ser humano necesita para estudiar, trabajar y circular por las calles.

El jefe de un protectorado y de una ocupación, la que desde los primeros años del chavezato empezaron a imponer los cubanos, pero que ahora penden con toda su faz siniestra y criminal por todos los rincones de Venezuela.

De ahí el cisma que cada día cunde entre su propia gente, los llamados a que de cuenta de los cuantiosos recursos que se roban en su propias narices y su complicidad y a que se ponga a fin a lo que no es un gobierno…es un horror.

Manuel Malaver
@MMalaverM

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DARÍO ACEVEDO CARMONA, LA GLORIA DE SANTOS Y EL PELIGRO CASTRO-CHAVISTA, CASO COLOMBIA

Hay líderes que buscan la gloria defendiendo un ideal de importancia esencial para una sociedad, pero también los hay que por lograrla son capaces de negarse a sí mismos o de cometer graves errores sin guardar miramientos con los perjuicios que pueden ocasionar corriendo riesgos incalculables. Este último es el caso del presidente Juan Manuel Santos.

FRANELA DE CAMPAÑA EN CUCUTA
En nombre de una paz que en 1997 estaba “de un cacho”, según el primer mandatario, y que ahora está “a la mano” porque “nunca antes habíamos avanzado tanto en acuerdos con las FARC”, el presidente estigmatizó a la mitad de la población calificándola de “extremo derechista” y “amiga de la guerra sin fin”, se mostró receptivo con el apoyo electoral de los grupos guerrilleros y los puso del lado de la paz sin que hayan dejado de atacar los bienes y las tropas de la nación.

Demasiada osadía del presidente y sus asesores. Uno no sabe si las ansias de gloria les ha hecho perder de vista el peligro de abrir las puertas de la acción política a quienes se empecinan en la acción violenta, a quienes son defensores de un proyecto continental antidemocrático que en otras latitudes se ha impuesto por vía electoral, sin exigir el abandono de las armas.

El camino que se sigue conlleva el peligro de regalarle espacios al proyecto de la “patria grande” que comparten las guerrillas de las FARC, el ELN, los gobiernos del ALBA y la dictadura castrista. Y no es que se les vaya a hacer la concesión a través de un texto, decreto o capitulación, no. En los hechos y hace años, Colombia está en la mira. Cuba y Venezuela, centros del proyecto rodean y vigilan la negociación. No acompañan por hacernos un favor o prestarnos un servicio, tienen sus intereses. No es un invento de mentes enfermizas decir que en el discurso de las guerrillas colombianas y de los gobernantes de esas dictaduras existe una identidad de palabras mayores. Hablan, por ejemplo, del ideal “bolivariano” del “socialismo del siglo XXI”. No son palabras carentes de sentido. Líderes que piensan igual gobiernan a sus anchas, con reelección indefinida, en Bolivia, Ecuador y Nicaragua.

No todos tienen el mismo margen de maniobra, lo que explica las diferencias de ritmo en la aplicación de su plan anticapitalista, estatizador, con recorte o supresión de libertades individuales, asfixia a la iniciativa privada, condena al ánimo de lucro, control de los poderes públicos por el ejecutivo, silenciamiento de la prensa, atropellos a las fuerzas opositoras a las que tratan de enemigas.

En nuestro país existen grupos, movimientos, partidos, tendencias y personalidades partidarios o simpatizantes de ese proyecto. No están “a un cacho” del poder, pero, merodean, hacen bulla, estimulan y azuzan las “luchas populares” y de “clases”, se apropian de banderas que después tiran al pote de la basura.

Los viejos, ortodoxos y dogmáticos comunistas estalinistas poseen la capacidad de seducir con su discurso justiciero a un vasto conglomerado de sectores sociales, intelectuales, académicos y líderes sociales. Por supuesto, esa favorabilidad no se traduce siempre en militancia, en cambio sí en una actitud de desprecio por las instituciones que nos rigen que les da para pensar que es mejor cualquier otra cosa.

Es un sector que no ve ningún problema en que los comandantes responsables de crímenes de lesa humanidad no paguen cárcel por delitos de lesa humanidad, en que no dejen ni entreguen las armas, en que ocupen puestos en el Congreso o en una eventual asamblea constituyente. No creen que haya motivo de preocupación. Peor, aún, consideran paranoicos a quienes alertan para que no nos suceda lo de Venezuela.

No es que el “coco” vaya a venir, es que ya está aquí y bien representado. Son débiles aún, pero hábiles para sortear esa circunstancia. Como buenos discípulos de Stalin, uno de los grandes criminales de la historia, se camuflan, se parapetan, se infiltran, cambian el nombre de su partido, crean organismos con títulos pomposos que defienden principios en los que no creen. Hay comunistas clandestinos y legales, seguidores disciplinados del Movimiento Continental Bolivariano que asisten a sus congresos lo mismo que al Foro de Sao Paulo, eso no es un invento. Hay personas, como el profesor de una universidad pública que, siendo activo guerrillero de las Farc, hizo parte de la junta directiva de Empresas Públicas de Medellín. Un reconocido y otrora dirigente sindical es hoy uno de los cuatro jefes del ELN, hay congresistas de izquierda que han logrado que ideólogos de la combinación de todas las formas de lucha sean consagrados como mártires de la democracia en la que nunca creyeron.

Por el flanco civil, que es hoy día el principal teatro de batalla, uno se pregunta ¿qué hacía el líder comunista Carlos Lozano, director del semanario “Voz” en las listas al Congreso del partido Verde? Y también hay políticos del llamado “establecimiento” que no es que se hayan cambiado de bando sino que carecen de visión, de principios o de escrúpulos, que desconocen la naturaleza de ese peligro, que lo minimizan, que piensan que el problema se resuelve facilitando acceso gratuito a la política a los grupos que abrazan el proyecto de la “patria grande”. Y también hay dirigentes de estado que, como anotábamos al comienzo, solo piensan en su gloria personal.

Ruben Dario Acevedo Carmona
rdaceved@unal.edu.co
@darioacevedoc

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ALEX VALLENILLA, “EL AJUSTE” PARA GASOLINA, ELECTRICIDAD, CANTV, TASAS DE INTERÉS Y DÓLAR

Los cambios políticos y económicos que están ya en marcha, condenan a los venezolanos a pagar bien caro el desastre que cometieron los que dirigen el desastre en Venezuela.

“La troika” se prepara a aplicar medidas sugeridas por asesores cercanos al Fondo Monetario Internacional (FMI). El tan odiado ente por la izquierda ortodoxa, con sus manos metidas en lo que se puede llamar “El Ajuste”, ha desatado incluso una tormenta política en el seno del PSUV, con la “guerra epistolar”.

Las medidas, casi que dictadas por Carlos Andrés Pérez (+), tienen que ver con aumento de las tarifas eléctricas, aumento de la gasolina y ajuste de impuestos. Tome en cuenta que ya ha hay un proceso de devaluación por partes, que no ha concluido, la estocada final será la aplicación de la tasa única. Recuerde también que la semana pasada se subieron las tasas de interés, las tarifas de CANTV, sin mucha algarabía.

Ahora bien, “la troika” quiere aumentar la gasolina, mientras al Caribe y Centroamérica les beneficia con hidrocarburos en condiciones muy adversas para los ingresos al país. Toca a los venezolanos pagar con su dinero, con más pobreza y carestía, esta decisión, que beneficia a los extranjeros, a los trabajadores fuera de nuestra patria.

El sistema eléctrico nacional, destruido por falta de mantenimiento, acabado por la corrupción sobre las plantas eléctricas, le deja al venezolano de a pie, vivir a oscuras y pagar más dinero por un servicio prácticamente colapsado y de mala calidad.

Los sueldos de la gran mayoría de zagaletones ocupando puestos en la administración pública, quienes sólo cumplen tareas de orden político y no de gobierno, deben pagarlo los ciudadanos comunes con más aumentos de impuestos.

“La troika” acelera la crisis económica “socialista”, aquí van a pagar los que no se aseguraron, los más pobres, los que tomaron los ingresos que tuvieron y los derrocharon.

Se repite la historia, los anuncios próximos de Maduro, serán algo muy parecido a lo de aquel Carlos Andrés Pérez en 1992.

Alex Vallenilla
CNP 16478
@alexvallenilla

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ELÍAS A. BUCHSZER CABRILES, LA EMERGENCIA CONSTITUCIONAL, COMO MECANISMO DE LEGITIMACIÓN DE UN GOBIERNO DE EMERGENCIA PARA LA TRANSICIÓN.

1.- Conceptualización. – La “Emergencia Constituciónal”, en su sentido objetivo y de connotación constitucional, en la formulación diseñada en las normas 333 y 350 que dan vida al Título VIII  bajo el rótulo “De la Protección de esta Constitución”, emerge como una magistratura de naturaleza extraordinaria que tiene como titular natural a “todo ciudadano o ciudadana investido o no de autoridad”, que al obedecer a las Circunstancias de gravedad, necesidad y urgencia se superpone a los poderes constituidos  y que, por ese mismo carácter, una vez cumplida la específica y excepcional finalidad, desaparece o entra en estado potencial tan pronto como los factores nocivos que la originaron cesan, para dar paso a la gestión de los órganos ordinarios.

2.- ¿Cuándo aparece y se corporiza orgánicamente la “Emergencia Constitucional”?
La “Emergencia Constitucional” como mecanismo de protección de la Constitución, de sus valores, principios e instituciones, está prevista y constitucionalizada, como ya lo asentamos, en los artículos 333 y 350 de la Carta Fundamental, tanto en su aspecto valorativo y dinámico como en la instrumentación operativa para hacer efectiva su vigencia, permanencia y aplicación.
Las dos normas operan como un anillo de conjunción para nulificar los quebrantamientos de que haya sido objeto, accionadas por un mandato insoslayable fundamentado en el ejercicio del Poder Soberano que reside intransferiblemente en el pueblo, origen y base de los Poderes Públicos como realidad y esencia ontológica y dogmática de la democracia, según los señalamientos del artículo 5 constitucional.
La “Emergencia Constitucional” posee, en el sentido de mecanismo de metacontrol que preocupó al legislador constituyente en su celo de protección concreta y final ante la posibilidad de que los órganos constituidos para mantener la intangibilidad de sus preceptos (Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y Asamblea Nacional) se desviaran en el cumplimiento de su objeto-deber, la entidad o categoría de una “institución tutelar extraordinaria”, de naturaleza constitucional para hacer frente a intentos o situaciones dirigidos inequívocamente a la substitución de  un sistema  político y de un gobierno consensuado por otro sistema y otro gobierno que sólo encuentran arraigo en la letra y espíritu de las dictaduras totalitarias; degradaciones estas de modos de gobiernos prácticamente desterrados, hoy en día, de la geografía política de Europa, lugar donde estas aberraciones tuvieron nacimiento, desarrollo y vigencia. Al estar consagrada la figura, de función correctiva, de la “Emergencia Constitucional” en las normas 333 y 350 como mecanismo supra-institucional de garante último y final de la estabilidad, vigencia y observancia del orden normativo superior, tenemos que aceptar que está dotada de un alcance con fuerza soberana no limitada por ningún poder constituido; y cuya misión y autoridad está dirigida a la revisión, recomposición  y corrección de las estructuras del Estado que han hecho posible, permitieron o realizaron las conductas que quebrantaron y subvirtieron los mandatos del Constituyente.  En su labor saneadora, la figura de la “Emergencia Constitucional” (sustantivación sincrética del espíritu del legislador constituyente) funciona con toda la amplitud de “poder decisorio original” en nombre y receso del Cuerpo Soberano, según su propia y expresa voluntad contenida en las normas indicadas (333-350), por lo que sus determinaciones concretadas en actos están revestidas de la más alta juridicidad y comportan rango, eficacia y obligatoriedad superior al de las estipulaciones y normas sub constitucionales.
Cuando ocurre el dislocamiento del orden normativo por acción de los agentes del Alto Gobierno, actuando en nombre o representación de éste, se origina una crisis profunda en el ámbito funcional de las instituciones del Estado operada por la “confusión” de los límites competenciales de los Poderes Públicos que, en definitiva, se resuelve en una delegación tácita de facultades, materiales y formarles, en beneficio del titular (o ejerciente) de la Rama Ejecutiva.  De esta degradación de competencias en el ejercicio de los deberes públicos, de la obsecuencia de los titulares de los Poderes hacia la persona del jefe del Ejecutivo, nace la DICTADURA como realidad y negación de los avances y conquistas de la Sociedad en su continua y ardorosa lucha por alcanzar niveles de dignidad, que solo es posible mantener y disfrutar dentro de un esquema de relaciones políticas democráticas.
La dictadura tiene, normal e históricamente, una connotación negativa. Pero la dictadura Castro-Chavista-Madurista, además de ese significado negativo, es de naturaleza y contenido esencialmente perversos, por cuanto no sólo es un modo de gobierno, que dispone sin consultar al gobernado, sino una “forma de Estado”, una regresión a los tiempos pre-constitucionales de centralismo de autoridad; una pavorosa  mezcla de tiranía, despotismo y absolutismo que borra los conceptos y valores de sociedad, familia y ciudadanía y los reemplaza, o funde, con el de voluntad dominante, excluyente y total, donde no tiene cabida el principio de la Soberanía Popular, porque el mandatario-dictador goza de la totalidad de los poderes políticos, civiles y militares. Se trata, llana y paladinamente, de la especie de dictadura más concentrada, cruel, ambiciosa y absorbente: la dictadura totalitaria que no deja al ciudadano espacio reservado para la iniciativa, actividad y proyección individual; ni para el cultivo y desarrollo de la vida privada. En las dictaduras, y en esta especie particular, la categoría de ciudadano, en su expresión real, ha sido eliminada; en contraposición al sistema democrático cuyo gobierno se fundamenta en la opinión del ciudadano, como manifestación de la soberanía, que es su basamento esencial operativo.
Conclusión: Con apego a los resultados del análisis precedente podemos  concluir, sin temor a exagerar ni la conceptualización ni la razón de la específica finalidad de la consagración normativa de la figura que: 1 -la “Emergencia Constitucional” es, además de un mecanismo extraordinario de corrección, una magistratura de auténtico y riguroso origen constitucional, instituida de manera expresa, pero innominada, por el Constituyente del año 1999 con la función específica de oficiar como agente-custodio de la intangibilidad de los principios, valores y preceptos que estructuran y dan vida al pacto social, de garantizar la forma de Estado y sus instituciones políticas y orgánicas, consolidar el sistema democrático de gobierno y de hacer real y efectivo el ejercicio y goce integral de los derechos ciudadanos.  2 – En su rol de agente responsable del rescate para la recomposición y la reafirmación de la institucionalidad (sometida ésta, a un proceso y decurso degenerativo acentuado en la última década) la “Emergencia Constitucional” se substituye a los órganos responsables de la situación, así como a la “autoridad” que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos. 3– Que le compete, y es su tarea inmediata y final, preparar y activar los mecanismos de que dispone la sociedad civil  para que, en ejercicio pleno y diáfano de sus derechos políticos –derechos de soberanía – se  organice en Cuerpo Constituyente especial y transitorio y proceda a restablecer el diseño de Estado y forma de gobierno que consagra el texto Constitucional y no otro. En estas circunstancias de gravedad y de urgencia supremas los obligados  y titulares únicos y naturales para la legitimación de la emergente realidad política, y de su expresión organizada, lo son por imperativo de la voluntad del Constituyente consignada en el artículo 333  “todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad , tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva  vigencia”, disposición comprensiva de todo venezolano con derechos políticos, sea civil o militar.
                                   Asesores Constitucionalistas del Tercer Factor.

                                   El Coordinador Nacional del Tercer Factor
                                               Elías A. Buchszer Cabriles
                                                           Contralmirante

Elías Augusto Buchszer
@eliasbuchszer

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JOSÉ LUIS MÉNDEZ LA FUENTE, EL PODER POPULAR

Si algo se hace bien con la izquierda es la propaganda y el proselitismo mediante la creación de imágenes y realidades emocionales a través de la palabra. Frases como “control social”, “gobierno de calle” o “estado comunal”, ya forman parte de nuestro vocabulario cotidiano, dando forma además a un conjunto de entidades políticas de nuevo cuño, que independientemente de su cuestionable utilidad, dejan un sensación de mejoramiento institucional en adeptos y simpatizantes de la revolución y el socialismos del siglo XXI, este último, por cierto, una ficción de construcción verbal, semejante a las anteriores.

De entre esas singularidades políticas de raigambre socialista, destaca sin lugar a dudas la del “poder  popular”, un concepto que expresa las posibilidades reales del poder que posee el pueblo cuando se organiza, pero que más allá de eso no deja de ser una falacia. Hablar del poder popular a cada rato  y hacerlo creer participe de las más altas decisiones del Estado, es una de las mayores y más sagaces muestras de demagogia de que es capaz este gobierno y el chavismo en general. En la Venezuela actual hemos llegado a un extremo tal de hacer populismo con el propi pueblo, que a los Ministerios que conforman el Poder Ejecutivo junto con el Presidente, les hemos antepuesto al nombre de la cartera correspondiente, la rimbombante etiqueta de Ministerio del Poder Popular. Un cliché propagandístico que pretende vender la idea de que los distintos Ministerios existentes en el gobierno revolucionario, socialista y chavista emanan del poder popular y que es el pueblo, realmente, quien gobierna por medio de ellos.
Chávez le dio además, al “poder popular” fuerza y rango de ley de la república, definiéndolo  en su Artículo 2 como “el ejercicio pleno de la soberanía por parte del pueblo en lo político, económico, social, cultural, ambiental, internacional, y en todo ámbito del desenvolvimiento y desarrollo de la sociedad, a través de sus diversas y disímiles formas de organización, que edifican el estado comunal”; teniendo como finalidad  “garantizar la vida y el bienestar social del pueblo”. Todo ello sin importar que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela estableciese en su Artículo 5 que “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público” o que en el texto constitucional se hable más bien de “poder ciudadano”, en su art 273 y siguientes, que de “poder popular”.
Nicolás Maduro lo menciona igualmente, cada vez que habla en cadena nacional, es decir, casi todos los días. Recientemente, desde el estado Zulia, donde activó la segunda fase del Gobierno de Calle, recalcó que el poder popular es una fuerza determinante de la historia venezolana, “es el poder del pueblo para entender su patria, para construirla, para remontarse sobre las dificultades, para no dudar jamás”. 
En la Venezuela actual hemos llegado a un extremo tal de hacer populismo con el propi pueblo, que a los Ministerios que conforman el Poder Ejecutivo junto con el Presidente, se les ha antepuesto al nombre de la cartera correspondiente, la rimbombante etiqueta de Ministerio del Poder Popular. Un cliché propagandístico que pretende vender la idea de que los distintos Ministerios existentes en el gobierno revolucionario, socialista y chavista emanan del poder popular y que es el pueblo, realmente, quien gobierna por medio de ellos. Pero la verdad es que basta con tener algún contacto con algunos de esos Ministerios y ver las largas colas que hacen las personas, a veces desde muy temprano, esperando algunos de sus servicios, para darnos cuenta que el poder popular no está presente allí por ningún lado y que el pueblo es más bien tratado como plebe  y no como ciudadanía  con derechos.
Sin ir muy lejos, podemos visitar la página web del Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno, y bastará una simple lectura para percatarnos que no obstante tratarse de un organismo del Estado al servicio de la gente, del pueblo, de la ciudadanía en general, allí se resalta también como información de la Presidencia de la República y de su Gestión de Gobierno, noticias referentes al III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) relativas a la lealtad y disciplina exigida por el presidente venezolano a las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez (Ubch) o al interés que tiene dicho congreso. Aunque por supuesto, alguien pudiera decir que el poder popular también está en presente el PSUV y que, por lo tanto, es el propio pueblo el que ordenó colocar aquella información en  la página del ministerio en cuestión.
Un “poder popular” que, al final de cuentas, ni tiene poder, ni es del pueblo.
José Luis Méndez La Fuente
xlmlf1@gmail.com

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DÁMASO JIMÉNEZ, LOBOTOMÍA DEL MODELO ECONÓMICO DE CHÁVEZ

Tarde o temprano el ángel del resentimiento comunista, del holocausto empresarial y responsable de instaurar una de las políticas de pobreza jamás vista en país petrolero alguno, caería en desgracia.

No cabe duda que Giordani es la pieza fundamental del modelo económico castrador que permitió a Chávez construir su inigualable manto de poder desde la corrupción de sus colaboradores, la destrucción del aparato productivo nacional, la arrogancia de un sistema clientelar inviable y la ruina de miles de emprendedores que vieron perder sus sueños y proyectos y ver fragmentadas sus familias, ante el inmenso colapso económico en que devino la alucinación febril de este ingeniero que viene dando tumbos desde el monte Olimpo con una carta desgraciada.

El nuevo "traidor" del proyecto socialista es hijo de un italiano comunista de la brigada Garibaldi que peleó en la guerra civil española para luego huir con su familia al Caribe. En honor a su padre formó el grupo "Garibaldi", junto a un equipo de profesores comunistas de la UCV entre ellos Héctor Navarro, Héctor Ciavaldini y Mari Pili Hernández, con el que emprendió una feroz cruzada que expropió fincas y empresas, instauró un inhumano control cambiario para controlar y cercar a todo un país, construyó con dineros del Estado una nueva clase pudiente carente de toda ética que se apropió tanto del mercado de divisas como de importaciones gracias a un control de cambio revanchista y retrechero, persiguió empresarios, profesores, profesionales, estudiantes y todo lo que oliera a disidencia, destruyó y compró medios para instaurar una hegemonía comunicacional que obligara a la censura, e ideó su máxima de sobrevivencia para 400 años de chavismo: "el piso político de la revolución nos lo da la gente pobre, por eso los pobres tendrán que seguir siendo pobres, los necesitamos así".

Es el cerebro ejecutor de las últimas cinco devaluaciones del bolívar, entre ellas la nefasta política monetaria de quitarle 3 ceros a la moneda por un "asunto psicológico" que permitiría subir la "autoestima" de los venezolanos, como lo evangelizó por todo el país desde sus 8 meses como ministro de finanzas su adlátere de turno, Rodrigo Cabezas.

Como bien lo señalara por el circuito Éxitos en Maracaibo el analista Kaled Yorde, con el tema de Giordani "estamos ante la conclusión definitiva de que el comunismo fracasó de forma rotunda en Venezuela, hipotecando la patria por 30 años con China por la venta obligatoria de petróleo a 40 dólares el barril, cuando los chinos lo revenden y se abonan ellos mismos la deuda".

Este modelo económico de Chávez generó una inflación que supera el 60% solo en el último año, el control cambiario viene de fracaso en fracaso como lo reveló Maduro al referirse al Sicad II, los alimentos registraron un alza del 76% mientras la escasez se ubica en 70 %, el sistema recrimina a los estudiantes que realizan estudios fuera del país pero se lo da a manos llenos a los "colaboracionistas" con empresas de maletín que ya dilapidaron casi 25 mil millones de dólares.

En su carta Giordani reveló que el propio Chávez mandó a "raspar la olla" de lo que quedaba en el erario público al malversar 236.582.608,57 bolívares en beneficio de su última campaña a la reelección. Todo esto indica que había conocimiento del tsunami financiero y profunda recesión que se nos venía encima, aunque nunca revelaron la "verdadera" situación de las arcas nacionales.

El "mea culpa" de Giordani publicado por los portales Aporrea y Rebelión, no muestra en ningún momento ni un ápice de remordimiento por parte del profesor de la UCV por lo dilapidado, ni siquiera por la entrega de las reservas de oro al gobierno de Fidel, ni por las 490 mil empresas que fueron obligadas a cerrar, ni las casi 200 mil nuevas familias hundidas en la pobreza extrema, ni por la responsabilidad en el fracaso en el que estamos inmersos.

Su carta solo revela odio y soberbia, bien sea porque jamás se le entregaron los manejos de Cadivi y quién sabe cuántas mil millonarias comisiones o nuevos controles.

Giordani es prácticamente el arquitecto en jefe de este desastre, sin desmeritar a Chávez como líder fundamental que le dio el garrote a costa de las grandes cantidades de adulación que requería, y a Maduro que se lo quita de encima ya tarde cuando prácticamente el daño está hecho, ahora que no queda mayor cosa que culparse los unos con los otros y librar una ardiente lucha roja intestinal, para preservarse a toda costa con lo que queda de un poder de Estado convertido en mero botín a repartir.

Giordani busca absolverse de los grandes daños que causó después de tanto tiempo usando el látigo y se esconde en la frase atribuida a Saramago: "mientras más viejo más libre, mientras más libre más radical", pero se le olvida otra más usada por tantos anónimos castigados en horas aciagas: "verdugo no pide clemencia".

Dámaso Jiménez
@damasojimenez

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