lunes, 7 de septiembre de 2015

LUIS GARRIDO, SENSATEZ EN LA CRÍTICA

En tiempos como los que estamos viviendo los venezolanos, hay que tener conciencia de que los esfuerzos opositores, con errores y aciertos,  son necesarios  en las metas que nos hemos trazado.  Necesarios porque hay quienes, con  justificación o simple indiferencia, no están involucrados en esta lucha de claros objetivos.  Si difícil es el entendimiento entre las diferentes  parcialidades que conforman la Mesa Unitaria, imaginémonos qué de magia habría que hacer para quienes estando en la línea de la oposición comprendan que seguir cada paso del gobierno no es acertado.  Involucrarse en los desmanes populistas de su política conlleva a dejarnos atrapar en sus redes.   

Opinar o criticar sin conocimiento constituye una grave  irresponsabilidad;  afirmar lo que no se sabe o negar lo que no se conoce es entrar en un círculo  donde las debilidades son mayores que la firmeza en la defensa de la razón.  Traemos esto a  consideración  porque  no deja de ser inquietante que haya personas   -no pocas por cierto-  que le den mayor importancia a sus apreciaciones sobre lo que ellos consideran que la MUD no está haciendo, sin tomar en cuenta  que esa tesis es de  beneficio para el gobierno porque le resta fuerzas a su propia capacidad de lucha,  a lo que ellos  persiguen. 
Dos ejemplos son importantes señalar en este intento por contribuir a no dejar dudas sobre el enfoque que le damos al tema; Nicolás Maduro, en su desesperado esfuerzo de tapar el hueco por donde se le escapa el poder de su dictadura,  recurre a dar la sensación de un combate cuerpo a cuerpo con el hampa que en 16 años no han podido controlar.   Otro ejemplo es el paso dado contra la supuesta guerra económica,  pretendiendo  endosarle el desastre que causó en la frontera colombo venezolana -con daños humanos y materiales-  al contrabando y al paramilitarismo de supuesta complicidad de este lado.     
Frente al hundimiento del gobierno en sus propios errores, basta solo señalar las violaciones a los derechos humanos y  la incapacidad de Maduro  para darle   soluciones al  drama nacional.  Para hacer sentir el peso de la oposición, la repuesta no está en el discurso violento, exigimos  sensatez.  Estamos a un paso del 6 de diciembre.  Es ahora cuando debemos contribuir a cerrar filas con  la Mesa Unitaria para lograr liberar a la patria de tanta vergüenza  y corrupción desmedida.                 
Luis Garrido
luirgarr@hotmail.com
@luirgarr 

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