viernes, 14 de agosto de 2015

LUIS ALBERTO MACHADO SANZ, EL REGALO DE EVO MORALES AL PAPA FRANCISCO Y LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN

El regalo de Evo Morales al Papa Francisco y la teología de la liberación





1) Los chinos dicen que una figura vale más que mil palabras. Esto se refleja en el hecho que el sentido de la vista es el sentido que más tenemos desarrollado. Decimos que fulano es brillante. Cuando queremos decir que una persona es muy inteligente, decimos que es “brillante”. No decimos que es “oloroso”, o que es “táctil”, o que es “auditivo”, o que es “gustoso”, sino que es “brillante”. Esto demuestra lo antes dicho. Además, dejando la salvedad que no somos médicos o científicos, le hemos entendido a ambos profesionales, que los ojos son los órganos que más consumen energía del cerebro.

Por lo tanto, la sola imagen del regalo de Evo Morales al Papa Francisco, que contiene “el Crucifijo” con “la hoz y el martillo”, demuestra por sí solo lo que es la “teología de la liberación”. Basta dicha imagen para demostrar lo que es la “teología de la liberación”.

2) El Crucifijo y “la hoz y el martillo”, no son compatibles entre sí. El crucifijo representa la muerte de Jesucristo en la Cruz. En la Santa Misa, antes que el sacerdote comulgue, dice en secreto, una de dos oraciones. Una de ellas comienza así:

“Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre, cooperando el Espíritu Santo, diste con tu muerte la vida al mundo…”.
Es decir, la muerte de Jesucristo reconcilió a la humanidad con Dios Padre. Muerte que nos reabrió las puertas del cielo que se habían cerrado por el pecado original que heredamos de Adán y Eva.

Es decir, la muerte de Jesucristo, representada en el  crucifijo, representa un  sacrificio con amor, que trajo a la humanidad, la posibilidad de poder ir al cielo, luego de nuestra muerte. Además, trajo al mundo, la reconciliación, la misericordia y la justicia. En cambio, “la hoz y el martillo”, representa el marxismo que ha producido “un sacrificio sin amor, De ahí que el comunismo haya producido una sociedad autoritaria, cruel, opresora de la libertad humana, llena de campos de concentración, pelotones de fusilamiento y lavados de cerebro” (desde una “sociedad autoritaria” hasta “cerebro”, ver Fulton Sheen, “Vida de Cristo” y Luis Alberto Machado, “Afirmación frente al  Marxismo”).

3) Hay tres asuntos en los que se demuestra que son incompatibles, el Crucifijo y “la hoz y el martillo”. A saber: en lo de la fe y la religión, en lo  de la libertad y en lo de la propiedad.

A) En lo de la fe y la religión:
Carlos Marx dice que Dios no existe, que el ser humano no tiene alma inmortal, que “la religión es el opio de los pueblos”. Por lo tanto, Marx nunca habló de la muerte. Fue algo que nunca logró resolver. Se puede desprender del pensamiento de Marx, lo siguiente:
“Luego de la muerte, la nada”.
Si luego de la muerte está la nada, ¿qué sentido tiene esta vida? ¿Qué esperanza tenemos?
La esperanza está muy bien definida por Jesucristo: 
«Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás” (Juan 11: 25-26).
También por San Pablo:
“Ni ojo vio, ni oído oyó, ni pasó al hombre por pensamiento cuáles cosas tiene Dios preparadas para aquellos que lo aman” (1 Cor. 2:9).

B) En lo  de la libertad:

Carlos Marx dice que el hombre no nace libre sino alienado. En consecuencia, el estado no puede permitir la libertad de los ciudadanos ya que al hombre nacer “alienado”, no es capaz de tomar decisiones por sí mismo, sino que el estado las debe tomar por él.

Por lo tanto, en países con gobiernos marxistas como por ejemplo, lo fue la Unión Soviética, no son los ciudadanos por ellos mismos los que deciden su vida, es el estado el que la decide por ellos.  En consecuencia es el estado el que deciden quienes son las personas que van y las que no van a la universidad, quienes son profesionales del deporte y quienes no; y además, les ordena dónde, cómo, y cuál trabajo realizarán, en base a las necesidades y los objetivos supremos del “estado y la revolución”, etc.

Por eso mismo Carlos Marx escribió tan injusta y violentamente contra Simón Bolívar, ya que El Libertador vivió para darle la libertad a cinco países de América.  Como su nombre bien lo indica, es “el Libertador. La libertad es un don de Dios que tiene todo ser humano al nacer y por el mero hecho de ser persona humana, y no es una concesión graciosa que hace el estado, ni tampoco es una “tolerancia” que hacen quienes pretenden tiranizar a los pueblos.

Esta idea, muy bien lo expresa la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América, del día 4 de julio de 1776,     que dice así:

“Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”.

Jesucristo, Dios verdadero y hombre verdadero, también sabía de las pretensiones dictatoriales que íbamos a sufrir en esta vida:
«Sabéis que los jefes de las naciones las tiranizan y que los grandes las oprimen con su poderío.  Entre vosotros no debe ser así…  ».  (Mt. 20, 25-26).

Digan lo que digan, los países más prósperos del mundo, son los que viven en libertad. Por ejemplo, Suiza, el Japón y la Alemania de hoy en día y los Estados Unidos de América. Este último país lleva 239 años de democracia ininterrumpida. Es en verdadera democracia que se vive en libertad, en dictaduras no hay libertad. Las dictaduras son dictaduras, así sea de las que llaman de “derecha” o las que llaman de “izquierda”. Las dictaduras de “izquierda”, también son dictaduras.
Y no es que para los simpatizantes de lo que llaman “la derecha”, las dictaduras son buenas, estas dictaduras se disfrazan de “seguridad”: “con fulano hay seguridad”. Tampoco son “buenas” las dictaduras de lo que llaman la “izquierda”, que se disfrazan de “pueblo” y “progresistas”: “con  fulano manda el pueblo”. Todas las dictaduras son malas.

Hay una frase que dijera nuestro Libertador Simón Bolívar, en el Congreso de Angostura, que muchos se han encargado de ocultar. Al referirse a los Estados Unidos, Bolívar dijo lo siguiente:

“La libertad ha sido su cuna, se ha criado en la libertad y se alimenta de pura libertad” (Congreso de Angostura, 15 de febrero de 1819).

También dijo la siguiente frase:

 “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se originan la usurpación y la tiranía”.

Esta última frase revela que si no hay alternabilidad, no hay libertad, y si no hay libertad, no hay verdadera democracia sino fachada de democracia. Esto último lo debería reflexionar Evo Morales, que mediante manipulaciones, presiones y subterfugios, pretende establecer la reelección indefinida para perpetuarse en el poder.

En esto de la llamada “reelección indefinida”, no hay una verdadera vocación  de servicio. No hay tampoco lo que dijo Jesucristo de “No he venido a ser servido sino a servir” (Mateo, 20,28).

Tampoco hay lo que nos enseñó Jesucristo cuando les lavó los pies a los apóstoles. Jesucristo nos enseñó cómo se debe ejercer el poder. 

En efecto:
“Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo:

-« ¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis» (Juan 13, 12-15).

En esto de la llamada “reelección indefinida”, así sea disfrazada de vocación de servicio, como se ve que es el caso de Evo Morales, lo que hay es una avaricia y lujuria de poder. El poder por el mero placer que da el poder. Es decir: el poder por el poder y punto

Cuando en 1776, se declaró la independencia de Los Estados Unidos hacia Inglaterra, había esclavitud en los Estados Unidos.
En democracia y por impulso de Abraham Lincoln, vino  la libertad a los esclavos.

Abraham Lincoln, en 1858, siendo candidato a senador, dijo lo siguiente:

“Yo creo que este país no podrá seguir siendo siempre mitad esclavo y mitad libre”.

Cuando Lincoln llegó a presidente, abolió la esclavitud mediante la firma de la ley que firmó el  22 de septiembre de 1862.

En lo que llamaron la Unión Soviética, no hubo progreso, entre otras cosas, porque no hubo libertad. La Unión Soviética se vio obligada a colapsar y la muestra más evidente fue la cálida del  “Muro de Berlín”. Este muro creó el día 13 de agosto de 1961 y fue derrumbado el día 9 de noviembre de 1989.
Este derrumbe se dio luego de setenta años de comunismo opresivo, tiránico y dictatorial. Cuando existió el Muro de Berlín, mucha gente se escapó de la Alemania comunista-reprimida del este, hacia la Alemania libre del oeste. Algunos hasta murieron en el intento, pero ninguno intentó escapar de la Alemania libre del este hacia la Alemania e esclavizada del Oeste.

Esta caída, no fue otra cosa, que la caída que la caída del marxismo en casi toda la Europa Oriental. En esto tuvo mucho que ver  san Juan Pablo II, Lech Walesa y  Mijaíl Gorbachov: premio Nobel de la paz, con su Perestroika  (re-estructuración) y Glasnost (transparencia), y Ronald Reagan, quien tuvo mucho que ver con la paz de Centroamérica.

No se puede olvidar la famosa frase que le dijera el ex presidente Ronald Reagan a Mijaíl Gorbachov, ex secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética:

“¡Mr. Gorbachev, tear down this wall!”
“¡Señor Gorbachov, derribe este muro¡”

Reagan dijo esto el 12 de junio de 1987, frente a la Puerta de Brandeburgo, en el aniversario del 750º aniversario de la ciudad de Berlín.

Igual que de Cuba a Florida. Muchos balseros se han fugado de Cuba en balsas y afines, de la Cuba sin libertad para la Miami libre, algunos cubanos hasta han muerto en el intento. Lo que nunca se ha visto es que un norteamericano se haya fugado en balsa de la Miami libre hacia la Cuba dictatorial.

C) En lo de la propiedad:

Carlos Marx niega el séptimo mandamiento de la ley de Dios (“No robarás”) ya afirma que “la propiedad privada es un robo”.  Si la propiedad privada fuera un robo, no tendría sentido el no robar, ya que se roba lo que es propiedad de otro.  Si alguien no fuere propietario de algo, es imposible que hubiere robo, ya que no se le puede quitar a alguien lo que no le pertenece. Según Marx, el estado es dueño de todo pero si el estado es dueño de todo, al final los bienes terminan siendo de unos pocos, de una cúpula corrupta  que se enquista en el poder; tal cual pasó en la Unión Soviética, donde había una cúpula corrupta que incluso supo sobrevivir al derrumbe del comunismo en la Europa Oriental. Por ejemplo, Puttin fue altísimo jerarca de la KGB, en el gobierno comunista y ahora está cual flamante presidente de la nueva Rusia.

4) Sobre la teología de la liberación hay algo que hay que decir. Jesucristo instituyó el papado, y fue cuando le dijo a San Pedro:


Llegado Jesús a la región de Cesárea de Filipo, hizo esta pregunta a sus  discípulos: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?" Ellos dijeron: "Unos, que Juan el Bautista, otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas”. 

Díceles Él: y vosotros ¿quién decís que soy yo?" Simón Pedro contestó: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo" Replicando Jesús dijo: "Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

 “Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del Reino de los Cielos y lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos” (Mateo 16, 13-20).

Ahora bien, la autoridad es algo que es necesaria, sin embargo, hay que aclarar que una cosa es la necesaria autoridad y otra cosa es el abuso de autoridad, como son por ejemplo las dictaduras y las tiranías.

Uno ve por ejemplo los militares, las empresas, los sindicatos, etc, todo tiene que tener una jerarquía.  Hasta en los animales hay jerarquía, si uno ve las abejas, verá la Reina Madre, las abejas obreras y hasta existen los zánganos, los vividores ociosos que no hacen nada, que también se ve entre seres humanos. Si no hubiera jerarquía dentro de las abejas, no podrían producir la rica miel.  Por algo llaman al león “el rey de la selva” y hasta las manadas de búfalos y rinocerontes, tienen guías y cabecillas.

Hasta para que fluya el tránsito tienen que haber fiscales (autoridad), semáforos (símbolos de autoridad), flechados (reglamentos y símbolos de autoridad), etc.  Si cada quien circulara por donde le diera la gana, como le diera la gana y de la manera que le diera la gana, borracho, etc, habría tal caos y tal anarquía, que no fuera posible circular por las calles, autopistas y avenidas.  Tiene que haber leyes de tránsitos, autoridades de tránsito y dentro de las autoridades, tiene que haber jerarquías.

Imaginemos un avión.  Tiene que tener pilotos, pero a la vez una jerarquía dentro de los pilotos: piloto, copiloto, ingeniero de vuelo, etc. Si no es así, ¿cómo pudiera ser volado un avión?

Lo mismo un barco, un barco tiene que tener marineros, pero también un capitán.  Si no hay capitán, ¿cómo pudiera ser navegado un barco? Con más razón en la barca de La Iglesia tiene que haber un capitán, y ese capitán es el Papa.

Y aquí es donde nos tropezamos con la “teología de la Liberación”. Esta no es otra cosa que un caramelito envenado. Es un caramelito porque la “teología de la liberación”, habla de los pobres, de las injusticias, ofrece un paraíso de justicia en la Tierra, etc; pero está envenenado porque niega la jerarquía de la Iglesia, sobre todo la autoridad del Papa y el carisma que le dio Dios a San Pedro y sus sucesores como pastor universal, pontífice máximo y piedra fundamental de la Iglesia.
Es decir, la “teología de la Liberación”, dice que en la autoridad de La Iglesia no está en el Papa sino “en el pueblo de Dios”.  Sería como decir que el timón del barco no lo debe llevar el capitán, sino los marineros.  Si esto fuera así, sería como meter muchas manos en un timón, cada quien jalando para su lado, en consecuencia el barco se hundiría. Cuando Benedicto XVI era el Cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, escribió dos declaraciones contra la Teología de La Liberación, que no agradó a algunos que dentro de la Iglesia que la practicaban. Por esto mismo, algunos simpatizantes de esta errada doctrina, se molestaron cuando fue electo Papa.

Por otra parte, como antes dijimos, la “teología de la Liberación”, tiene un imposible “melange” o absurda mezcla de marxismo con cristianismo, No olvidemos que el marxismo no cree ni en el perdón, ni en la reconciliación, ni en la libertad, sino en la violencia como el motor de la historia, que es lo que Marx llama “la lucha de clases”.  Por esto mismo, hemos visto en Venezuela, que se ha cometido la profanación de poner metralletas en las imágenes de Nuestro Señor Jesucristo y a la patrona de Venezuela, la Virgen de Coromoto.

Eso que “la voz del pueblo es la voz de Dios”, no siempre es verdad.  El Domingo de Ramos el pueblo aclamó a Jesucristo como rey: con “Hosanna al Hijo de David”, pero luego en el “referéndum” del Viernes Santo, cuando era costumbre soltar un preso por la Pascua y Pilatos le pregunta al “pueblo”, si querían que le soltaran a Jesucristo “vuestro rey” o a Barrabás, “el pueblo” manipulado por las autoridades judías, le pidió a Poncio Pilato que matara a Jesucristo, Dios verdadero y hombre verdadero, y soltara a Barrabás, al que los evangelistas describen como “bandido” y “sedicioso”.

Los pueblos tienen la posibilidad de ser manipulados, engañados, comprados, sobornados. Esto a veces, los hace veletas cambiables, que a veces se venden por un litro de leche, un kilo de papas y hasta por unos $ que les regalen.

En la lucha por nuestra independencia, el pueblo venezolano, primero siguió al rey de España, a través de Boves, pero luego se cambió a la causa patriota siguiendo a Bolívar y a Páez.

Vamos a suponer que “la Teología de La Liberación”, fuera cierta. Es decir, que el carisma divino residiera en “el Pueblo”, y que en consecuencia no fuera el Papa el que tuviera la autoridad suprema como cabeza de la Iglesia sino “el pueblo”.  Pues bien, vamos a suponer que en votación secreta “el Pueblo”, pudiera votar sobre cuestiones como el aborto, la eutanasia, etc. En consecuencia, sería “el pueblo”, muchas veces manipulable y sobornable, el que fuera a decidir si continúan o no los X Mandamientos de la Ley de Dios, tales como no matar, no robar, no fornicar, no mentir.

Como se ve, “la teología de la liberación”, es errada. En La Iglesia tiene que haber una autoridad suprema, como en este caso es el Papa, que a pesar de sus humanas debilidades, está ayudado por Dios, y la siempre poderosa intercesión de la Virgen María, los ángeles y los santos, para conducir el timonel de la barca de la Iglesia para llevarla a puerto seguro,  es decir, para poder cumplir con lo que dice el Canon 1752 del Código de Derecho Canónico como lo es el guardar la equidad canónica y a la vez tener en cuenta la salvación de las almas, que debe ser siempre la ley suprema en la Iglesia.

5) De acuerdo a las diferencias anteriormente dichas entre marxismo y cristianismo, hacen que no sean compatibles “el Crucifijo con la hoz y el martillo”. La pretendida mezcla del Crucifijo con “la hoz y el martillo”, es lo que se conoce como “la teología de la liberación”, que fue un errático intento de pretender compaginar el marxismo con el cristianismo. No se puede ser marxista y cristiano a la vez. Eso no es ni posible ni compatible. Sería como pretender hacer que a  la vez, un círculo. pudiera ser cuadrado.

6) Con “el regalo” al Papa Francisco, lo que pretendió hacer Evo Morales, fue una manipulación política a su favor. No olvidemos que en el año 2009, Evo Morales declaró que “la Iglesia Católica es un símbolo del colonialismo europeo y por la tanto debe desaparecer de Bolivia".

En nuestra opinión, a Evo Morales, le salió “el tiro por la culata” y no le salió bien el espectáculo marxista que pretendió montar con “el regalo”.

7) Por otra parte,  el regalo de Evo Morales, es una réplica de una figura que hizo el sacerdote jesuita español, Luis Espinal SJ, asesinado en Bolivia, en 1980. El Padre Espinal sí tuvo que ver con la "teología de la liberación". Dicha visita, no implica la convalidación del papa Francisco con la "teología de la liberación".

8) También ha habido un error por parte de algunas personas. Hay quienes han confundido al sacerdote jesuita, Padre Luis Espinal, con Mons. Oscar Arnulfo Romero, recientemente beatificado el pasado 23 de mayo, por el Papa Francisco. Su fiesta liturgica fue instituida el 23 de marzo, día de su asesinato. Fue asesinado en el año 1980, a las 6 y cuarto de la tarde, mientras celebraba la Santa Misa, en la capilla del hospital La Divina Providencia, en San Salvador. Le dispararon desde el exterior de dicha basílica. Miles de personas velaron su cadáver en la Basílica del Sagrado Corazón y aproximadamente cincuenta mil personas asistieron a su funeral que se realizó en la catedral de San Salvador. Mientras el funeral se celebraba, estalló una bomba en los alrededores. Además hubo tiroteos y ráfagas de ametralladora. Por lo tanto, murieron 27 personas y hubo más de doscientos heridos. 

El Padre Luis Espinal SJ no ha sido beatificado y hay quienes erróneamente han dicho que el Papa Francisco está de acuerdo con “la teología de la liberación” porque supuestamente beatificó al Padre Espinal, que no lo beatificó. Hay otros que dicen que el beato Oscar Arnulfo Romero, estaba de acuerdo con la "teología de la liberación", cuestión que no es cierta. Lo que sucedió con el beato Oscar Romero fue lo siguiente:
La llamada “izquierda” de El Salvador,  logró manipular a su favor, el caso del hoy beato Oscar Romero y por lo tanto, la causa de beatificación de Monseñor Romero, momentáneamente se trancó porque algunos creían erróneamente que monseñor Oscar Romero tenía que ver con la “teología de la liberación”, que no tenía que ver. Quien destranca la causa de beatificación de Monseñor Oscar Romero, es el Papa Francisco y en consecuencia, según informó ACI Prensa, “el Papa Francisco “en la mañana del 3 de febrero de este año, el Papa Francisco, en audiencia privada con el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, aprobó que se promulgue el decreto que reconocía el martirio del Arzobispo salvadoreño”. Es decir, el Papa Francisco lo declaró mártir de la fe” (fin de la cita).
9) El Padre Espinal seguía “la teología de la liberación”. Como antes dijimos, el beato Oscar Romero no la seguía. En su viaje a Bolivia, el Papa Francisco visitó la tumba del Padre Espinal. La anterior visita, no quiere decir que el Papa Francisco sea partidario de “la teología de la liberación”. Tanto el Padre Espinal como monseñor Romero, fueron asesinados. Ningún asesinato se justifica. Un asesinato es un asesinato, lo haya hecho, tanto un partidario de lo que llaman “la derecha”, tanto como que lo haya hecho, uno de los que llaman “la izquierda”.

Ambos casos son crímenes horrendos. No importa que el beato Oscar Romero no haya sido partidario de “la teología de la liberación”, mientas que el Padre Espinal lo haya sido y que monseñor Romero haya sido declarado beato y el Padre Espinal no lo haya sido. No  hay crímenes malos y crímenes “buenos”, todos los crímenes son malos, todos los crímenes claman al cielo, sea como sea que la víctima, piense o crea.

Todo asesinato, sea quien sea la víctima, viola las leyes de Dios y también las leyes de los hombres. Todo  asesinato viola el V Mandamiento de la ley de Dios: “no matarás”.

9) El papa Francisco sigue la doctrina social de la Iglesia. No es lo mismo la doctrina social de la Iglesia, que la teología de la liberación.
El papa Francisco nos exhorta a que seamos solidarios, a que nos cuidemos, los unos a los otros.
El papa Francisco no dice otra cosa que lo siguiente, que está en la Sagrada Biblia:
“Frater qui adjuvatur a fratre quasi civitas firma”.  

“El hermano ayudado por su hermano es tan fuerte como una ciudad amurallada”. (Versículo 19, capítulo XVIII, del libro de los Proverbios). La solidaridad, el socorro y la ayuda entre todos, es un principio de la doctrina social de la Iglesia.


Luis Alberto Machado Sanz
machadosanz@yahoo.com
@caballitonoble



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