NEGRO PRIMERO |
Negro, moreno,
bachaco, etc., todos sustantivos utilizados para calificar racialmente a
pueblos que tuvieron su origen en el desarraigo llevado a cabo por el africano
e incrementado por los europeos para sacar a Europa de la crisis que la imbuyó
las solemnidades del Modo de Producción Feudal…, palabras que no dejan de ser utilizada irónicamente
por algunos que no quieren aceptar que su connotación es una realidad y que
ella ha cambiado en la medida que ha pasado el tiempo, puesto que han servido para ayudar a construir la idea
de individuos, clasificar, discriminar, marginal, a otros pueblos que no son
europeos y verlos como folklóricos y no civilizados. Por lo tanto, los
occidentales y los blancos caucásicos, solamente fueron los único pueblos que
se les confirió legitimidad como la suprema expresión de lo que hay de humano
en la tierra, considerando a los otros, como cruces o culturas que no habían
alcanzados ningún tipo desarrollo y habían permanecido todavía en el estadio
primitivo, por poseer en su interior instintos barbaros, que debían ser
estereotipados como algo diferente y por tal, debían ser expropiados, asesinados,
desarraigados, esclavizados, adjetivados y erradicados biológicamente como
animales en nombre de la civilización.
Esta
interpretación de tal posición etnocéntrica, nos llevó a considerar que no necesitamos seguir deambulando dentro
de los marcos intelectuales del siglo
XIII y XIX, si es correcto imaginar la solidaridad entre negros/negras y sus
descendientes como algo natural y fruto de una atribución de rasgos y valores
morales construidos por estos mismos estratos sociales que hoy vienen a conformar
el mundo y que han creado una cultura total mente diferente a la africana y
europea.
Por lo tanto,
nuestros mayores conflictos ocurren, cuando decidimos romper cadenas y asumir
posturas propias, que nos diferencian de los demás, al no querer ser y existir
en los términos del opresor y negarnos a ponernos las gafas cargadas de
estereotipos que nos oprimen y llevan a nuestras poblaciones muchas a veces, a
la muerte o locura…, al asumir una
conducta que no es la que nos identifica con el grupo de origen.
Es por ello que
debemos aprender, asumir el aprendizaje de nuestros epónimos negros/negras que
nos dejaron como herencia, los cuales no han servido para la profundización y
apropiación, de sus implicaciones para construir un discurso capaz de enfrentar
el racismo y el colonialismo, el cual debe ser construido, en base a los
constructos consuetudinarios conceptuales disponibles en su tiempo, porque
estos imaginarios que poseían una piel negra, manejaban la visión conceptual
del iluminismo y enciclopedismo, lo cual les permitió contar con una gran
capacidad de movilización…, que en el caso de América Caribeña se hizo
manifiesto.
Sin embargo, en
este siglo, los pueblos del sur, no necesitamos de los mismos
instrumentos, puesto que hemos aprendido
que traen dentro de sí, la rectificación y fortalecimiento de nuestra propia
opresión. Por esta razón, muchas personas de los estratos negros americanos y
caribeños, han elegido reivindicar el término negro/negra, porque fue el que
nos permitió tener identidad…, por otro
lado, porque nos dio ciudadanía, identidad y originalidad, para vivir una
pluralidad de modos, maneras de ser y sobrevivir, en un mundo, que posee un
origen que no es africano y que se dio, después que fueron convertidos en
esclavos o en propiedad de los europeos en tierra americanas.
Aunque parezca
simplemente un juego de palabras para algunos, o la negación para otros, lo que
estamos proponiendo es el cambio de una de las más terribles invenciones de la
modernidad, la idea que ha naturalizado la creencia que algunos grupos de seres
humanos, no son identificados por su producción cultural o condición social o porque son humanos, si no por su
color de piel, lo cual permitió que unas cultura se vean como superiores a
otras.
Queremos que
nuestra vida y muerte no sean definidos por nuestro nacimiento…, como tienen la
costumbre de afirmar los historiadores estamos en uno de esos momentos de la historia de la humanidad, en
el que uno mira al pasado, en diálogo con su presente, y lucha por las
herencias que quiere dejar para el futuro.
Por ello, nos
pareces irresponsable asumir tal postura y más aún, cuando se quiere sostener
que los africanos fueron pueblos ingenuos que fueron maltratados y
sometidos, por europeos, cuando no se
quieres asumir que eran muy pocos los que asumían tal aventura, que cuya
trayectoria era peligrosa y engorrosa, duraba navegando varios años, y los que
lograran llegar al Cuerno de África, llegaban muertos de hambre para adueñarse
del Continente Africano, para echar a un lado…, que era un continente inhóspito, poseedor de
enfermedades tropicales y que representaba un peligro para los desnutridos
europeos que se embarcaron en esa expedición trasatlántica y que su complejidad
ambiental ponía en peligro tal expedición, además que para la época África
contaba con culturas que tenían avancen científicos, culturales que estaban por
encima de las europeas …, pero lo más ingenuo,
es que nos quiere vender tal postura…, como que si nosotros, no
pensáramos y tuviera capacidad para entender lo que fue el Proceso de
Desarraigo que se originó en vasto territorio gobernado por un fuerte sistema
religioso y por la dispersión de sus formas culturales que contribuyó al
incremento de una serie de guerras internas que supieron aprovechar los
europeos, de lo cual no se hace mención y solamente se pone el énfasis, en que
los europeos son los culpables del negocio de seres inteligentes, para echar a
un lado, que no fueron los africanos los que les impusieron el término de negros/negras a su propia
gente, a los cuales dejaron, sin ninguna
identidad y lo más triste de todo este proceso, es que quienes controlaban los
asientos y se daban a la tarea de intercambiarlos, eran ellos mismos, porque no
los consideraban africanos y el usufructo de lo intercambiado le permitía
subsanar la dote tribual …, pero por otro lado, se puede notar que algunos
intelectuales que asumen una postura de reconocerse como “afro descendiente”,
nacidos en la América Caribeña, no se considera americanos, ni caribeño, ni
venezolanos…, sino afro descendiente o mejor dicho descendiente de africanos y
no reconocen que mientras África le quitó la identidad original a nuestra
herencia histórica y los convirtió en negros/negras, América nos la dio y nos
convirtió en ciudadanos, con una identidad original.
Por tal razón,
creemos que lo negro es más que una construcción colonial y es el producto de
la relación que se dio entre los africanos y europeos, donde la peor parte la
llevaron los desarraigado negros/negras, producto de la caza e intercambio que
trajo como consecuencia que seres humanos inteligentes se convirtieran en
esclavos, en tierras americanas y europea que se le deshumanizaran y se
convirtieran en objeto para el trabajo duro; lo cual le permitió a los europeos
consolidar su saqueo, hegemonía y estabilización en las nuevas naciones
consideradas como sus periferias, estableciendo un sistema de producción a
punta del látigo y sangre, donde murieron millones de negros/negras e
indígenas, habitantes y protectores originarios de estas tierras americana; lo
cual cambió la vida de estos seres inteligentes, traídos como animales para
poder establecer y consolidar el Sistema de la Trata Negrera.
Por ello,
entender la historia no es tarea fácil, y por tal razón, debemos empaparnos de
nuestro legado negro para poder asumir posición, no para escondernos en un
términos construidos por intelectuales o ajenos a la realidad que vive las
poblaciones que se caracterizan por poseer una piel negra, puesto que el
término “afro descendiente” niega la venezolanidad, americanidad, caribeñidad y
solamente reconoce descendencia africana y lo más triste…, es que se ha venido
convirtiéndose, en una especie de dispositivo sublimar para contrarrestar la
existencia de las poblaciones negras, que niega la existencia de una carga
histórica de más de quinientos años y que se encuentra enraizado en quienes nos
encontramos en diferentes partes del mundo.
Esto ha
propiciado en varias ocasiones un debate muy interesante sobre el término y su
significado, y sobre si es correcto o no su uso, lo cual nos ha permitido
llegar a la conclusión, de que tales
debates, polémica y encuentro proactivos
de consenso, ha alimentado su connotación y han servido para saber ¿Qué lugar
corresponde a la población negra en América Caribeña, Asia y Europa? y ¿Cuál es
su identidad?, la cual creemos que no está en discusión.
Por ello el término se adapta muy bien a la
realidad del continente americano y empieza a tener dificultades cuando se
intenta encajar de una manera discriminatoria y xenofóbica dentro de la
realidad mundial y ello se debe…, a que las sociedades, se hacen cada vez más
complejas y multiétnicas y multiculturales (para no decir diversas); haciendo
que se presenten nuevas realidades hasta ahora desconocidas o muy minoritarias
que necesitan ser reconocidas.
Por tal razones,
consideramos que el término., “…negro/a es un palabra que bien puede y debe
significar belleza,, solidaridad, orgullo, templanza, sacrificio, raíces e
historia.”
Mientras creemos
que el término “Afro descendiente” no debe ser utilizado en español como
sustituto de la palabra negro, a pesar de que es considerada por muchos
despectivamente e impuesta por el
esclavista o del racista. La palabra negro/negra significa todo lo contrario, a
la conceptualización que le dieron los africanos y europeos en América y varias
partes del mundo para desarraigar a seres humanos que eran muy inteligentes y a
la vez les sirvió para diferenciar de quien no eran considerados africanos…,
aunque su origen pudo tener una acepción despectiva, hoy en día, en muchos
sitios se utiliza de una manera muy generalizada, diferente y sin ninguna
consideración negativa o peyorativa, a la que utilizan los afro descendientes
en Venezuela.
En muchas
ocasiones las críticas al uso de esta palabra vienen desde posturas
nacionalistas de nuevo cuño que consideran que usar el Afro extranjeriza y
desvincula al individuo de su país. El término sirve para agrupar a un número
de pueblos con algunas características comunes, totalmente diferentes al de los
pueblos africanos..., donde queda pendiente
la relación de cada país de Latinoamérica y la reivindicación de su
aporte a la identidad nacional, por ejemplo…, a nadie se le ocurre llamar a los
colombianos de origen europeo, euro colombianos, o a los de Costa Rica, euro
costarricenses, porque se les presupone la autenticidad de su identidad
nacional, la cual se les ha negado históricamente a esos descendientes de los
desarraigado que fueron estereotipados por la culturas africanas como
diferentes a ellas y que en muchas ocasiones ayudaron con su sangre a fundar
esos países considerados como colonias por los europeos.
Solo la
aceptación como propia de la historia y
cultura de los pueblos que tienen como el origen, el desarraigo por los
africanos y la afrenta de ser considerados como negros/negras, en sus
respectivos países se puede avanzar hacia la normalidad y la no discriminación
(cuya aceptación se hace sobre el respeto a la diversidad y no sobre la
imposición cultural)
Las nuevas
realidades hacen que los negros/negras americanos, adquiera una nueva
dimensión. Hoy en Europa viven gran cantidad de descendientes de inmigrantes
africanos y caribeños de varias generaciones (los cuales deben ser considerados
como afro descendiente, porque son descendientes directos o universales).
También ellos sufren los retos de
aceptación de sus lugares de nacimiento y la dificultad para ser vistos como
nacionales en sus propios países. ¿Qué término utilizamos para definir a la
hija de un europeo y una afrocolombiana?, ¿O para definir a la descendente de
asiática y afrocubano? El mestizaje y la
realidad tan rica que hay en nuestras sociedades hacen reflexionar…, que cada
vez sea más difícil hacer un inventario de todo los tipos humanos.
Desde nuestra
opinión, no creemos que todo será historia, a pesar que tenemos que cosificar
al otro y enmarcarlo en compartimentos para sentirnos más seguros, porque la
palabra negro/negra, cumple una función de reivindicación muy necesaria…, sobre
todo en la América Caribeña, porque las palabras se pueden conquistar y cuando
la conquista de la palabra negro sea total, no será necesario que su uso se
utilice en forma peyorativa, sino como sinónimo de orgullo y libertad.
Juan Pirela
Prensa
Alternativa y Comunitaria EL NEGRERO
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